Centros de Creatividad, Emprendimiento e Innovación como herramientas de difusión de la ciencia y estímulo a la creación de proyectos innovadores y de desarrollo social. FONSECA, Rafael de Souza1. Palabras-clave: educación emprendedora, universidad, ciudadanía, desarrollo Resumen – La capacidad emprendedora de las universidades es determinante para que estas desempeñen su función de proveer a las organizaciones de nuestro actual contexto económico y social, profesionales con competencias técnicas, gerenciales y humanas. Para atender a esta exigencia, la ampliación del papel de los Centros de Emprendimiento Académicos, definidos como una organización dentro de las universidades, direccionada a la formación de competencias emprendedoras y ciudadanas en los estudiantes es una interesante alternativa. Estos centros permiten el involucramiento de los estudiantes en actividades prácticas relacionadas a los negocios, la ciudadanía y a la ciencia, ofreciendo subsidios para que sean líderes y protagonistas del cambio por medio de la creación, difusión y asimilación del conocimiento. Introducción Las universidades, así como otras organizaciones, están siendo afectadas por la globalización de la economía, la evolución tecnológica y el aumento de la exigencia por calidad por parte de sus consumidores. Este escenario obliga a las universidades, dispuestas a prosperaren y a cumplir con mayor amplitud su misión, a convertirse en emprendedoras, creativas, a gestionaren sus funciones efectivamente como un negocio, a convertirse más agresivas en actitudes para satisfacer a sus clientes (RODRIGUES Y TONTINI, 1997). Obviamente, existe la necesidad de adaptación de la universidad para que desarrolle un perfil emprendedor. Una de las nuevas características que debe desarrollar se refiere al diseño organizacional que le confiera la agilidad y la flexibilidad necesarias para su alto desempeño. La otra, y más importante característica, es la comprensión en profundidad de su papel en el proceso de desarrollo socioeconómico en la sociedad. Aún según Rodrigues y Tontini (1997), la universidad debe delinear una política interna bien direccionada para establecer una solida combinación de conexiones con su medio ambiente. El comportamiento asociativo, distintivo,

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Profesor del curso de administración de la Facultad de Ciencias Sociales Aplicadas y Comunicación (FCSAC) de la Universidade do Vale do Paraíba (Univap), Brasil y estudiante del doctorado en Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología de la Universidad de Salamanca, España. [email protected]

que se espera de una universidad es el de disponer los resultados de su investigación a la sociedad de manera proactiva. Es conocido el creciente interés de las instituciones de enseñanza de todo el mundo en estrechar las relaciones entre el área de negocios y aquellas relacionadas a la ciencia y la tecnología, con el objetivo de generar innovaciones que traigan impactos positivos a la economía en la forma del atendimiento de las necesidades emergentes de la sociedad. Al mismo tiempo, se espera que este estrechamiento, contribuya con la formación ciudadana de los estudiantes universitarios generando en ellos el sentimiento de responsabilidad sobre el desarrollo económico y social de su comunidad. La transferencia del conocimiento Universidad-Empresa-Sociedad ha sido siempre un entrabe para el desarrollo económico por medio de la generación de innovaciones. A pesar de la existencia de mecanismos muy difundidos como las incubadoras y los parques tecnológicos y los resultados positivos ya alcanzados, se siente, todavía, la necesidad de ampliación de estas herramientas o de sus roles, para que sean más accesibles a los jóvenes universitarios y añadan atractivos a la ciencia. En nuestro mundo cada vez más interconectado, tecnológico y científico, la calidad de las innovaciones depende estrechamente de los avances en la academia, la cual contribuye para la transferencia del conocimiento hacia la práctica (HASHIMOTO,2012) y, el emprendimiento, es algo que está relacionado a la identificación de oportunidades y a la implantación de ideas y prácticas para aprovecharlas. En este contexto, se presentan los Centros de Emprendimiento Académico como una interesante alternativa a ser adoptada por las universidades, tanto para la transferencia del conocimiento como para la identificación de oportunidades, el fomento a la innovación y la formación ciudadana de sus participantes. Objetivo general y objetivos específicos El objetivo de este artículo es presentar una definición de lo que hoy se conoce por los Centros de Emprendimiento, y proponer la ampliación de su papel e importancia dentro de las universidades, como herramienta de promoción y difusión de la ciencia y puente entre la universidad y la sociedad, culminando en la creación de proyectos de innovación, de desarrollo económico y social y de formación ciudadana a los estudiantes.  

Presentar una definición de CEA – Centro de Emprendimiento Académico; Presentar el ámbito de actuación, los papeles tradicionales y una propuesta de ampliación de los papeles de los CEA´s.



Presentar a los CEA´s como ambiente propicio al estímulo, la divulgación, la difusión y la apropiación social del conocimiento científico y tecnológico, demostrando su importancia e influencia en la promoción de bienestar social y el desarrollo económico sustentable.

Metodología Para la realización de este artículo, se hizo necesaria la revisión de literaturas relacionadas al tema del emprendimiento, su relación con el medio académico y su importancia para la transferencia del conocimiento universidad-empresasociedad en la forma de proyectos y acciones. Se analizaron las actividades y resultados de algunos de los Centros de Emprendimiento en Brasil por medio de entrevistas con los responsables por su administración, los alumnos involucrados y materiales institucionales.

Resultados La relación entre el medio académico y el emprendimiento no surgió de las escuelas de negocios. De acuerdo con Del Palacio (2007), muchas innovaciones que surgieron de los centros de investigación de las universidades no despertaban el interés de las industrias, en la forma de transferencia de tecnología, a pesar de que fueran registrables (patentes) e innovadoras. Algunos de los investigadores, al identificar la viabilidad mercadológica de sus tecnologías, empezaban pequeños emprendimientos, aún dentro de las universidades, para la producción del prototipo y los primeros lotes de producto, hasta que se desarrollaran y se convirtiesen en los spin-offs académicos, como son conocidos, como empresas tradicionales ya fuera del ambiente académico. De esta manera, muchas de las posibilidades de negocios ya no dependían de las grandes industrias, pero, de las iniciativas emprendedoras dentro del ambiente académico. El crecimiento de las iniciativas emprendedoras dentro de las universidades generó la demanda por el desarrollo de la ciencia responsable por la organización y el avance de los conceptos del emprendimiento, culminando en el surgimiento de los Centros de Emprendimiento, no con el objetivo de creación de nuevas empresas, pero como un camino para proveer a los estudiantes un puente entre la investigación científica y el atendimiento de las oportunidades de mercado (DEL PALACIO, 2007). Colton e Udell (1976) sugirieron que el papel de los Centros de Innovación estaba más allá de la sencilla capacitación de estudiantes en las actividades de negocios, pero también en el establecimiento de puentes entre los laboratorios de investigación y el lanzamiento de innovaciones al mercado. Estos centros presentan significativas evoluciones a lo largo del tiempo, adquiriendo también

el papel de atraer la atención de fondos privados de inversión, lanzamiento de nuevas empresas, nuevos canales de transferencia de tecnología y emprendedores con mejor asesoría (COLTON & UDELL, 1976). Un Centro de Emprendimiento puede definirse como una unidad existente dentro de la Institución de Enseñanza Superior (IES) que tiene la misión de promover las iniciativas de naturaleza emprendedora de su comunidad (FINKLE, KURATKO & GOLDSBY, 2006). De modo a consolidar este concepto, se presenta la siguiente definición: Centro de Emprendimiento Académico es una unidad organizacional dentro de la IES, direccionada a la formación de competencias emprendedoras para contribuir con el desarrollo social y económico por medio de la creación de nuevas empresas (HASHIMOTO, 2012).

Para que la misión de los CE´s sea atendida de manera formal, Menzies (2009) propone que exista una infraestructura mínima para la realización de sus actividades. Él clasifica las actividades del CE como se demuestra en la figura 1:

Figura 1. Categorías de los Centros de Emprendimiento (Menzies, 2009)

Investigación: actividades relacionadas a la generación o la búsqueda por conocimiento de emprendimiento o relacionado al tema de las actividades ejecutadas dentro del centro. Involucra las actividades de producción académica de artículos, libros u otras formas de publicación, la formación de grupos de investigación, estudios temáticos y sectoriales, análisis de tendencias e investigación científica, programas de formación de investigadores, programas de iniciación científica etc. De acuerdo con el perfil del CE, pueden realizarse investigaciones específicas sobre innovación, tecnología y ciencia direccionadas al emprendimiento (SANDBERG & GATEWOOD, 1991).

Enseñanza: transmisión del conocimiento en emprendimiento (MASON, 2000), por medio de cursos, asignaturas, seminarios, workshops, congresos, palestras, bootcamps, startup weekends y otras actividades interactivas. Blogs, sites, redes sociales, fórums de discusión y otros canales virtuales. Además de la revisión de contenidos curriculares y relacionamiento con la prensa. Práctica: actividades relacionadas a la aplicación del conocimiento y su conversión en productos o servicios comercializables. Incluye iniciativas como las competiciones: de pitching, de business plans; simulaciones de ruedas de negocios con inversores, concursos, ferias de negocios, laboratorios, visitas técnicas, pasantías en empresas de base tecnológica o laboratorios, clubes de inversión, programas de mentoring e asesoramiento, empresas juniores, relación con la comunidad; incubadoras de negocios, asociaciones, relacionadas directa o indirectamente con la comunidad (KATZ, 1991). El CE debe actuar como el enlace central que establece conexiones de alto valor para los medios, cuyas relaciones generan beneficios a todos los involucrados, como se presenta en la figura 2:

Figura 2. Centro de Emprendimiento como HUB de conexiones (Hashimoto, 2012)

Conclusiones Las personas son el puente, es decir, el enlace que conecta los ámbitos académico y empresarial. La formación emprendedora, representada en la estructura de los Centros de Emprendimiento Académico ofrece la oportunidad de preparación de estos individuos, para que sean capaces de visualizar oportunidades de mercado y buscar, en la ciencia, el conocimiento y los elementos para convertir oportunidades en negocios o para crear otros tipos de iniciativas que traigan beneficios a la sociedad. Más que invertir en la creación de espacios físicos propios al desarrollo de actividades de capacitación emprendedora para los estudiantes, como los CE´s, la universidad debe proporcionar situaciones que permitan a estos estudiantes su involucramiento directo en los problemas de la sociedad y fornecer las herramientas gerenciales, las metodologías para que sean capaces de identificarlos,

observarlos, analizarlos, establecer soluciones, planes de acción, el acompañamiento de los resultados y la multiplicación del nuevo conocimiento producido dentro y fuera de la facultad. La interacción entre estudiantes de distintas carreras permite a que ellos pasen a reconocer la multiplicidad de competencias, su complementariedad y sus propias limitaciones, algo que contribuye a que el estudiante desarrolle su sentido de pertenencia a un sistema, cuyas partes son interdependientes e interrelacionadas y cuya actuación individual influencia el funcionamiento de este sistema hacia la búsqueda por el objetivo común de realizar transformaciones sociales. Bibliografia Colton, R. M. & Udell, G. G. The National Science Foundation’s Innovation Centers: An Experiment in Training Potential Entrepreneurs and Innovators. Journal of Small Business Management, Vol. 14 Issue 2, Apr-1976. Del Palacio, I.; Sole, F. & Batista-Foguet, J. M. University Entrepreneurship Centres as Service Businesses. The Service Industries Journal, 28(7), pp. 939-951, Sep-2008. Finkle, T. A.; Kuratko, D. F. & Goldsby, M. G. An examination of Entrepreneurship Centers in the United States: A National Survey. Journal of Small Business Management, 44(2), pp. 184-206, 2006. Hashimoto, M. Centros de Empreendedorismo Acadêmicos no Brasil: uma análise contextualizada, Sebrae-SP, 2012. Katz, J. A. The institution and infrastructure of entrepreneurship, Entrepreneurship Theory and Practice, 15(3): 85-102, 1991. Mason, C. Teaching entrepreneurship to undergraduates: Lessons from leading centers of entrepreneurship education, University of Southampton, UK, 2000. Menzies, T. V. University-based Entrepreneurship Centers: Frameworks for Analysis. USASBE Conference Proceedings, pp. 1-16, 2009. Rodrigues, L. C; Tontini, G. A Universidade Empreendedora: geração e transferência de tecnologia como fator agregador. Revista de Negócios. Vol. 2. No. 4. p. 37-49, Universidade Regional de Blumenau, 1997. Sandberg, W. R. & Gatewood, E. J. A profile of entrepreneurship research centers: Orientations, interests, activities and resources. Entrepreneurship Theory & Practice, Vol 15, issue 2, Spring 1991.