El saldo negativo de la Balanza Comercial, llega en 2007 aproximadamente los millones de euros

TEMA 12: LOS FLUJOS CON EL EXTERIOR: LA BALANZA DE PAGOS La economía española se ha caracterizado por notables desequilibrios en su Balanza de Pagos e...
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TEMA 12: LOS FLUJOS CON EL EXTERIOR: LA BALANZA DE PAGOS La economía española se ha caracterizado por notables desequilibrios en su Balanza de Pagos en las fases de expansión, corrigiéndose parcialmente en los periodos de desaceleración o recesión económica. Esta circunstancia se ha acentuado con la progresiva apertura comercial de nuestra economía desde la adhesión a las Comunidades Europeas. La existencia de déficit en la Balanza por Cuenta Corriente es uno de los elementos característicos de la estructura económica española. Constituye casi una constante en la historia económica reciente de España. Actualmente (año 2006), asciende a casi 85.000 millones de euros corrientes, lo que equivale al 8,7% del PIB español. El déficit llega a 105.893 millones de euros corrientes en 2007, 10,6% del PIB español. En 2008, con el dato real hasta septiembre y suponiendo que la dinámica no cambiase, el déficit llegaría a 101.811 millones de euros corrientes en 2008(dato estimado), 9,3 del PIB (dato estimado) español. 1. EL DÉFICIT COMERCIAL El origen del acusado déficit por cuenta corriente español se encuentra, esencialmente en el saldo negativo de la Balanza Comercial (Xb < Mb), que ha llegado a los 80.000 millones de euros en 2006. Ello evidencia que la oferta productiva española, caracterizada por la escasez relativa de energía y productos tecnológicos, es insuficiente para satisfacer el fuerte crecimiento de la demanda interna de bienes, presentando una acusada dependencia de las importaciones. El exceso de demanda implica mayores niveles de inflación y, por tanto, pérdida de competitividad de los productos españoles en el comercio internacional. El encarecimiento de los productos importados, muy especialmente de los productos energéticos, ha deteriorado notablemente el saldo de la balanza comercial en los últimos años. El saldo negativo de la Balanza Comercial, llega en 2007 aproximadamente los 90.000 millones de euros. 2. EL PAPEL RELEVANTE DEL TURISMO La Balanza de Servicios arroja tradicionalmente importantes Superávit, gracias a los ingresos por turismo. España es uno de los destinos preferidos del turismo Internacional y ocupa la segunda posición mundial en ingresos por turismo, con casi 41.000 millones en 2006. En 2007, los ingresos obtenidos por turismo alcanzan los 42.000 millones de euros. En 2008, último dato disponible, agosto, los ingresos obtenidos alcanzan los 29.000 millones de euros

No obstante, el Saldo por Turismo se han estancado en niveles de alrededor de 26.000 – 27.000 Millones de Euros corrientes desde el año 2000 (aprox. 28.000 millones de euros en 2007), tras crecimientos espectaculares durante la década de los noventa. Las razones principales de este estancamiento se encuentran en: La ralentización en el ritmo de crecimiento de los ingresos por turismo (con un decrecimiento, incluso en el año 2002), ya que el gasto medio efectuado por turistas no residentes está disminuyendo, pese al aumento de las llegadas de turistas de fuera de las fronteras españolas. El impulso de los pagos por turismo, reflejo del hecho de que la población residente viaje cada vez más al extranjero. Los pagos por este concepto se han triplicado en la última década. Por todo ello, cabe pensar que el efecto positivo de la Balanza de Servicios española podría haber tocado techo. Por otro lado, el resto de los servicios, conjuntamente, registran situaciones de déficit. En un contexto de creciente terciarización de la economía internacional, el comercio exterior de servicios avanzados (informáticos, de información y comunicaciones, financieros, a empresas, etc.), actividades terciarias dinamizadoras de toda economía moderna, tiene un peso creciente en la Balanza Comercial, por lo que su saldo resulta cada vez más determinante del desequilibrio externo de la economía española. En general, el saldo de la balanza de servicios supone un superávit de algo más de 22.000 millones de euros, encontrándose estabilizado en torno a esta cifra desde comienzos de la presente década, aunque mostrando una cierta tendencia decreciente. 3. RENTAS Y TRANSFERENCIAS RESPECTO DEL EXTERIOR La Balanza de Rentas Primarias también ha contribuido durante los últimos años a la generación de déficit por cuenta corriente. La importancia de los pagos en concepto de rentas de la propiedad -dividendos, intereses etc.-han crecido significativamente, como corresponde a nuestro papel de país receptor neto de capitales extranjeros. En 2006 la Balanza de Rentas Primarias ha alcanzado casi los 21.000 millones de Euros corrientes de déficit, importe que cuadruplica el déficit medio observado en los años 90. En 2007 el déficit llega a ser de 31.500 millones de euros corrientes. Desde el año 2003, la Balanza de Transferencias Corrientes española arroja un Saldo negativo, tras un largo periodo de saldos positivos. España ha recibido, en el marco de las políticas comunitarias, importantes volúmenes de ayudas de la UE, esencialmente las recibidas por las AAPP españolas del FSE, para financiar la formación profesional y la creación de empleo y del FEOGA -Garantía, en concepto de garantía de rentas a los agricultores y ganaderos. El proceso convergente de la economía española en el seno de la UE y el proceso de ampliación hacia el Este de Europa se ha traducido en la

práctica estabilización de las ayudas corrientes percibidas por el país y, por ello, de los ingresos por transferencias corrientes. Los Pagos de transferencias corrientes han aumentado espectacularmente, destacando la contribución española al presupuesto comunitario y muy singularmente las transferencias privadas en concepto de remesas de inmigrantes permanentes, que se han multiplicado por más de diez desde 1998. El déficit de balanza de transferencias corrientes se eleva en 2006 a casi 6.000 millones de euros (6.700 millones de euros en 2007 y 8.000 millones de euros en 2008 en lo que va de año), mientras que en cuatro años antes aún arrojaba un superávit de casi 2.500 millones de euros. Por tanto, la leve capacidad amortiguadora que, sobre el conjunto de la Balanza por Cuenta Corriente, tenía esta Balanza ha desaparecido y se espera que en los próximos años, conforme las ayudas comunitarias vayan volcándose mayoritariamente en los nuevos Estados miembros, menos desarrollados, y siga creciendo el fenómeno inmigratorio, el saldo de la Balanza de Transferencias Corrientes será crecientemente negativo. La Balanza de Capital, de menor importancia cuantitativa que las anteriores, muestra un saldo positivo, de 6.2000 millones de euros en 2006 (45.000 millones de euros en 2007, 48.000 millones de euros en 2008, en lo que va de año), gracias a los ingresos por transferencias de capital recibidas por las AAPP españolas, procedentes del FEDER, FEOGA -O e IFOP y del Fondo de Cohesión, como instrumentos de la Política Cohesión Económica y Social de la UE. Desde 2002 los ingresos por transferencias de capital vienen reduciéndose por las mismas razones comentadas para las transferencias corrientes, esperándose, igualmente, su continuada disminución durante los años próximos.

4. FLUJOS FINANCIEROS DE ESPAÑA CON EL RESTO DEL MUNDO Desde hace años la diferencia entre Ingresos y Pagos, por la variación de pasivos y activos financieros, registra un saldo positivo a favor de la economía española, lo que pone de manifiesto la importancia de nuestra economía como receptora neta de recursos financieros dentro del conjunto europeo y mundial. España ha sido tradicionalmente uno de principales destinos de la inversión directa internacional, dando lugar a continuos Superávit de la Balanza Financiera. El interés de la Inversión Directa extranjera en España se centró en la industria manufacturera (automovilística, química, alimenticia…esencialmente) en telecomunicaciones y en inmuebles. Estas inversiones procedían principalmente de empresas multinacionales de otros Estados miembros de la Unión Europea. Sin embargo, desde mediados de la década de los noventa, pese a que el stock de inversión extranjera en España sigue superando el stock de inversión española en el

extranjero, los flujos de Inversión Directa española en los mercados exteriores vienen superando a los flujos de inversión directa extranjera en España y, en consecuencia, en los últimos años se han registrado Déficit por este concepto. Ello se ha debido, fundamentalmente, a las inversiones de grandes empresas multinacionales españolas de los sectores energético, de telecomunicaciones, financiero y turístico, que, en la búsqueda de nuevos mercados para seguir creciendo y diversificar geográficamente sus riesgos, han encontrado como principales destinos de sus inversiones: Inicialmente (a mediados de los noventa), Latinoamérica -Brasil, Argentina y México especialmente-, al emprenderse políticas de liberalización de estos mercados, hecho reforzado por el idioma común y la afinidad cultural con España. En la década actual, la Unión europea, fundamentalmente los Estados adheridos en la quinta y sexta ampliaciones de la Unión, es decir los nuevos miembros del Este europeo. La Inversión en Cartera es un fenómeno más reciente en la economía española. Su importancia ha crecido extraordinariamente desde la entrada en funcionamiento de la UEM, al establecerse tipos de interés más bajos y estables, que reducen los riesgos financieros, y al haber desaparecido, con la moneda única, los costes de transacción por tipos de cambio. De esta forma, la mayor parte de los flujos de inversión en cartera española tienen origen y destino en los mercados financieros europeos. Tras una década de escasa inversión extranjera en cartera española, predominando las situaciones de déficit por tal concepto, desde 2004 la afluencia de capitales extranjeros ha crecido espectacularmente, generando continuados y crecientes superávit de inversión en cartera. El saldo de las operaciones financieras agrupadas en la cuenta de Otras Inversiones ha experimentado, tras varios años arrojando resultados positivos, bruscas variaciones anuales, pasando en los últimos años de situaciones de superávit en los ejercicios 2003 y 2005 a situaciones de déficit en 2004 y 2006. En definitiva, a lo largo de la última década, las Inversiones en Cartera y las Otras Inversiones han supuesto una importante entrada de recursos financieros procedentes del exterior, para financiar la economía española, necesitada de recursos financieros exteriores para afrontar los Pagos por Cuenta Corriente y de Capital, a causa de la insuficiencia de sus Ingresos por Cuenta Corriente y de Capital. Se ha logrado, así un elevado saldo positivo de la balanza financiera de la economía española, compensando el efecto de las Inversiones Directas y, como resultado de ello, la Balanza Financiera española presenta una situación de superávit creciente desde 2000, sólo interrumpido en 2003, año en que el IBEX registró un valor mínimo de casi la mitad del máximo alcanzado en 2000. En 2006 el superávit de la balanza financiera se ha situado en casi 80.000 millones de euros corrientes, esto es, un 8,2% del PIB español. En 2007, el superávit alcanzó los 97.600 millones de euros, 9,2% del PIB. En 2008, el superávit alcanzó los 73.500 millones de euros (dato de septiembre), 9% del PIB.

La interpretación de este saldo es una acusada posición deudora de España en el escenario financiero internacional. De este modo, los ingresos percibidos por el país en forma de flujos financieros son pasivos financieros contraídos por España, cuyo pago o amortización ha de afrontar la economía española, sumados a unos rendimientos (intereses, dividendos...) que habrán de generar un acusado crecimiento de las rentas de la propiedad a pagar en los próximos años, con el consiguiente empeoramiento de la balanza de Rentas Primarias y su efecto negativo sobre la “deteriorada” Balanza por Cuenta Corriente española. 5. CONCLUSIONES Durante los últimos años, en los flujos corrientes y de capital con el exterior, los ingresos por turismo y las Transferencias de Capital con cargo al presupuesto comunitario, han amortiguado escasamente el efecto negativo combinado del acusado déficit comercial y del deterioro continuado de los saldos de rentas primarias y transferencias corrientes. El estancamiento del saldo positivo del turismo y la consolidación del proceso de reducción de ayudas de capital recibidas por el país en el marco financiero comunitario 2007-2013, parecen avanzar un agravamiento del déficit por cuenta corriente y de capital español, es decir, un empeoramiento de la necesidad de financiación que presenta la economía española. Por lo tanto, el control del profundo déficit comercial español constituye una cuestión económica prioritaria para el país, lo cual requiere de una mejora sustancial de la competitividad de nuestra economía. La entrada neta de flujos financieros (superávit de la Balanza Financiera) en los ejercicios 2005 y 2006 ha contrarrestado este pronunciado déficit por cuenta corriente y de capital, de manera que, tras registrar notables déficit de balanza pagos, en la mayoría de ejercicios de la última década, la economía española ha ingresado más de lo que ha pagado al exterior por operaciones corrientes, de capital y de inversión financiera, aunque ello está fraguando un fuerte agravamiento del déficit de la Balanza de Rentas. Fuente: INE, BDE

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