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ANIVERSARIO

TRASMEDITERRANEA

los puertos

trasmediterranea en canarias

el nudo gordiano

Para los habitantes de Canarias, Trasmediterranea es la naviera familiar. Y el Puerto de la Luz, en Las Palmas, el centro motor de su actividad.

TRASMEDITERRANEA IN THE CANARY islanDS: THE GORDIAN KNOT For the inhabitants of the Canary Islands, Trasmediterranea is the most familiar shipping company. And the La Luz Port, in Las Palmas, is at the centre of its activity. Texto: Juan Francisco Fonte Fotos: Fedac y Autoridad Portuaria

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La enseña de Trasmediterranea, ese gallardetón rojo y blanco, ha ondeado en las aguas del Puerto de La Luz, en Las Palmas de Gran Canaria, desde que esta naviera iniciara su actividad el 1 de enero de 1917. El centro operativo de la compañía en sus comienzos fue el muelle de Santa Catalina, donde atracaban los primeros buques-correos que llevaban en sus chimeneas los nuevos colores de su insignia, y que no eran otros que los Vicente La Roda, Cabañal y Grao, que habían pertenecido a la Navegación e Industria de Barcelona, naviera que, junto con la Compañia Valenciana de Vapores Correos de África, Vinuesa de Sevilla, Líneas Vapores Tintoré de Barcelona y Ferrer y Pesset (antes Compañía Gijonesa de Vapores) habían pasado a constituir la nueva Compañía Trasmediterranea. Desde su constitución, esta centenaria naviera ha estado ligada al tráfico de carga y pasajeros, no solo entre la Península y Canarias, sino también al tráfico interinsular del archipiélago canario y con los territorios del continente africano, con alcance hasta el Golfo de Guinea, teniendo su centro operativo en el Puerto de La Luz. Por ello, la mayor parte de su flota, formada por más de dos centenares de barcos, ha recalado a lo largo de su historia por las aguas de Canarias de forma ininterrumpida, colaborando al desarrollo económico de esta región, sobre todo en la primera mitad del siglo XX, cuando aún no estaba desarrollada la aviación comercial y la mayor parte del tráfico de pasajeros se hacía a través de la vía marítima.

Trasmediterranea’s flag, that red and white pennant, has flown over the waters of the La Luz Port, in Las Palmas de Gran Ganaria, since this shipping company began operating on January 1st, 1917. In its early days, the company’s centre of operations was the Muelle de Santa Catalina, where the first mail ships to fly its new colours came to dock. These ships, the Vicente La Roda, the Cabañal and the Grao, which had belonged to Navegación e Industria de Barcelona, a shipping company that had merged with the Compañía Valenciana de Vapores Correos de África, Vinuesa de Sevilla, Líneas Vapores Tintoré de Barcelona and Ferrer y Pesset (previously the Compañía Gijonesa de Vapores) to form the new Trasmediterranea Company. Ever since its foundation, this hundred-year-old shipping company has been closely linked to the passenger and cargo traffic, not only between the Peninsula and the Canary Islands, but also among the Canary Islands and with the territories on the African continent, going as far as the Gulf of Guinea, with its operating centre in the La Luz Port. Therefore, the majority of its fleet, made up of more than two hundred ships, has provided uninterrupted service to the Canaries throughout its history, collaborating with the economic development of this region, especially in the first half of the 20th century, when commercial aviation had still not yet developed and most passengers travelled by sea.

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Abajo, el correíllo León y Castillo. En la página anterior, interior de la consignataria Elder, donde estuvo la sede de Vapores Interinsulares Canarios. Below: The inter-island ship León y Castillo. On the previous page: Interior of the Elder agency, where the offices of the Vapores Interinsulares Canarios were located.

LOS CORREOS PENíNSULA-CANARIAS Desde su entrada en servicio el 1 de enero de 1917, Compañía Trasmediterranea asumió la responsabilidad de las comunicaciones marítimas entre la metrópoli y el archipiélago canario. Hasta ese momento, y hasta su integración en la nueva naviera, el servicio de correo estaba asignado a la compañía Navegación e Industria de Barcelona.

En el Puerto de Refugio de la Luz atracaron los primeros buques-correos de Trasmediterranea 47

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los puertos En un principio, la actividad de la nueva naviera en Canarias estaba centrada en el Puerto de Refugio de La Luz, con oficinas propias en el muelle de Santa Catalina, siendo su primer delegado Luis Ley Arata. En este muelle atracaban los primeros buques-correos de Trasmediterranea que cubrían los servicios en las líneas Barcelona-Canarias y Cádiz-Canarias, luciendo en la bandera nacional a popa las letras “C y M”, como distintivo de correo marítimo. Sus nombres resultaban más que familiares, sobre todo porque, hasta la década de los años sesenta, la actividad entre las islas y la metrópoli y viceversa se hacía por los caminos de la mar, ya que la aviación comercial no se había desarrollado como en la actualidad. Lo que no se puede negar es que los buques-correos de Trasmediterranea jugaron un papel decisivo en nuestras comunicaciones, sobre todo para el transporte de mercancías y pasajeros. En nuestra memoria están los vapores Romeu, Domine, Plus Ultra, Escolano, Francoli, Capitan Segarra, Atlante y J.J. Sister, entre otros, que surcaron con sus quillas las aguas de Canarias.

Edificio donde estuvo la Compañía de Vapores Interinsulares Canarios, en el muelle de Santa Catalina. En 1920 fue adquirido por Trasmediterranea. Building where the Compañía de Vapores Interinsulares Canarios was located, on the Muelle de Santa Catalina. In 1920, it was purchased by Trasmediterranea.

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THE PENINSULA-CANARIES MAIL SHIPS When it began operating on January 1st, 1917, the Trasmediterranea Company took over responsibility for maritime communications between the mainland and the Canary Islands. Up until then, and until its integration into the new shipping company, the mail service was provided by Navegación e Industria de Barcelona. In the beginning, the new shipping company’s activities in the Canaries centred around the La Luz Port, where it had offices at the Muelle de Santa Catalina, which were run by Luis Ley Arata. This is where Trasmediterranea’s first mail ships docked. These ships covered the Barcelona-Canaries and Cadiz-Canaries routes, flying the national flag bearing the letters C and M, which identified maritime couriers. The names of the ships were more than familiar, given that almost all activity between the Islands and the mainland took place on sea roads, until commercial aviation took off in the 1960s. There is no doubt that Trasmediterranea’s mail ships played

Los buques de Trasmediterranea juegan un papel decisivo en las comunicaciones de Canarias El Ciudad de Toledo, atracado en el muelle Grande del puerto de La Luz el 18 de agosto de 1956, cuando iba camino de América como “Exposición Flotante”. The Ciudad de Toledo, docked at the Muelle Grande of the La Luz Port on August 18th, 1956, on its way to America as a “Floating Exhibition”.

Eran vapores convencionales que daban paso a nuevos buques salidos de los astilleros con amplias bodegas para carga y una cámara moderna para el alojamiento de los viajeros distribuidos en tres clases –primera de lujo, segunda denominada turista y tercera–, todas ellas dotadas de camarotes, con sus correspondientes salones y comedores, además de amplias cubiertas para el disfrute de la navegación por parte de los pasajeros. Sus nombres permanecen en el recuerdo: Ciudad de Alicante, Ciudad de Cadiz, Ciudad de Sevilla, Ciudad de Alcira, Ciudad de Salamanca, Ernesto Anastasio, Villa de Madrid, Ciudad de Oviedo, Ciudad de Pamplona, Villa de Bilbao, Ciudad de Toledo y Ciudad de Mahon, entre otros. La mayor parte de las operaciones de estos barcos en los primeros años se concentraban en el muelle de Santa Catalina. A partir de la década de los cincuenta pasaron al muelle Grande o de La Luz, ya que necesitaban mayor línea de atraque y superficie para la colocación de las cargas y las exportaciones de plátanos y tomates. LOS PRIMEROS FERRIES El parque automovilístico de las islas iba en aumento en la década de los sesenta y había un clamor popular sobre la necesidad de que entraran en

a decisive role in communications, especially in the transportation of goods and passengers. Who could forget the Romeu, the Domine, the Plus Ultra, the Escolano, the Francoli, the Capitan Segarra, the Atlante and the J.J. Sister, and others, whose keels ploughed through the waters of the Canary Islands? They were conventional steamships that made way for the new ships coming out of shipyards with spacious cargo holds and a modern chamber to accommodate passengers divided into three classes –the luxurious First Class, the so-called Tourist Class, and the Third Class– all of which included cabins, with their corresponding living and dining rooms, as well as spacious decks from which passengers could enjoy the journey. These newer ships included: the Ciudad de Alicante, the Ciudad de Cadiz, the Ciudad de Sevilla, the Ciudad de Alcira, the Ciudad de Salamanca, the Ernesto Anastasio, the Villa de Madrid, the Ciudad de Oviedo, the Ciudad de Pamplona, the Villa de Bilbao, the Ciudad de Toledo and the Ciudad de Mahon, and more. In the early years, most of these ships’ operations were concentrated in the Muelle de Santa Catalina. In the 50s, they moved to the Muelle Grande or Muelle de La Luz, since

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La motonave Ernesto Anastasio, atracada al muelle General Primo de Rivera del puerto de La Luz, estibando plátanos con destino a Cádiz. The Ernesto Anastasio motor ship, docked at the Muelle General Primo de Rivera, in the La Luz Port, loading bananas to ship to Cadiz.

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servicio unidades de tipo ferry, como las que empezaban a navegar por el mundo, para que los vehículos entraran directamente manejados por sus conductores en las bodegas de los barcos. Hasta ahora, para llevar los coches a las islas o la península había que usar barcos convencionales que, con la ayuda de las plumas, izaban los vehículos de forma rudimentaria hasta la cubierta. Ante ello, Trasmediterranea encarga los primeros cuatro ferries de la clase “Albatros”, con dos puertas laterales, que entraron en servicio a partir de 1966, siendo bautizados como Juan March, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria y Ciudad de Compostela. Estas unidades tenían capacidad para transportar 500 pasajeros en camarotes, 250 en butacas y su garaje estaba preparado para recibir hasta cien coches o furgones. Más tarde, se colocó en los astilleros la quilla de los nuevos Manuel Soto y J.J.Sister, que fueron las primeras grandes unidades con rampa a popa que prestaron servicio entre la península y Canarias, con salidas desde Barcelona (pasando por Algeciras) y Cádiz, respectivamente, con capacidad para 747 pasajeros y 250 vehículos. Estas unidades estuvieron operativas con Canarias hasta 1993, cuando fueron reemplazadas por el

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they needed a larger berth and more space to load cargo and banana and tomato exports. THE FIRST FERRIES The number of automobiles on the Islands increased in the 60s and the public started insisting on the need for ferries, like the ones that were starting to be used around the world, which allowed passengers to drive their vehicles directly onto the ship. Up to this point, the only way to transport cars to the Islands or the Peninsula was to us a primitive system that involved hoisting them onto the deck of conventional ships using cranes. In response to the public, Trasmediterranea ordered the first four “Albatros” class ferries, with two side doors, that began providing service in 1966 and were baptized the Juan March, the Santa Cruz de Tenerife, the Las Palmas de Gran Canaria and the Ciudad de Compostela. These units had the capacity to transport 500 passengers in cabins and 250 passengers in seats, and their garage could hold up to one hundred cars or trucks. Later, the shipyards were commissioned to build the Manuel Soto and the J.J. Sister, which were the first large units with a ramp at the stern. These vessels

nuevo ferry Juan J.Sister, concentrándose la actividad en el puerto de Cádiz, al ser la línea más corta para las comunicaciones con las islas. La nueva unidad tenía capacidad para transportar 550 pasajeros, 150 coches y 1.680 metros lineales para vehículos de carga. Tras el Juan J.Sister llegaron a Canarias otros ferries como el Sorolla, Fortuny y Albaycin, sin olvidar al nuevo rolón Entrecanales. LOS CORREÍLLOS INTERINSULARES A lo largo de unos 75 años, Trasmediterranea atendió los servicios interinsulares en este archipiélago, tras la absorción de la Compañía Interinsular de Vapores Canarios en 1929, la cual venía operando desde 1888 como filial de la naviera inglesa Elder & Dempster. Esta incorporación supuso que los seis buques que navegaban entre las islas y la costa occidental de África desde 1912 –conocidos como los correíllos “negros” al tener pintado su casco del citado color– pasaran a depender de Trasmediterranea arbolando sus colores en las chimeneas y luciendo el gallardete blanquirojo en la mesana del palo mayor. Estos populares correíllos llevaban los nombres de Viera y Clavijo, Leon y Castillo, La Palma, Gomera-Hierro, Fuerteventura y Lanzarote. En 1963, el consejo de administración de Trasmediterranea acordó construir un total de cinco nuevos correíllos para los servicios de Canarias que vinieran a sustituir a los anteriores, tras haber permanecido en la mar más de medio siglo. Estos barcos, con capacidad para 333 pasajeros alojados en camarotes y butacas, llevaron los nombres de Santa Maria del Pino, Santa Maria de La Candelaria, Santa Maria de Las Nieves, Santa Maria de La Caridad y Santa Maria de La Paz. Pero la opinión pública no los recibió de buena gana, ya que eran

Vapor-correo Plus Ultra (arriba); y correíllos Santa Maria de la Candelaria (centro) y La Palma y Viera y Clavijo (abajo). The Plus Ultra (above); the Santa María de la Candelaria (centre), the La Palma and the Viera y Clavijo (below).

provided service between the Peninsula and the Canary Islands, with departures from Barcelona (including a stop in Algeciras) and Cadiz, and had the capacity for 747 passengers and 250 vehicles. These units travelled to and from the Canary Islands until 1993, when they were replaced by the new Juan J. Sister, whose activity was concentrated in the Port of Cadiz, since it is the mainland port closest to the Islands. The new unit had the capacity to transport 550 passengers and 150 cars and it had 1,680 lineal metres for cargo vehicles. Other ferries, including the Sorolla, the Fortuny and the Albaycin, and the new Roll-On, the Entrecanales, also arrived in the Canary Islands, following the Juan J. Sister. THE INTER-ISLAND MAIL SHIPS Trasmediterranea provided inter-island services in this archipelago for 75 years, following the takeover of the Compañía Interinsular de Vapores Canarios in 1929, which had been operating since 1888 as a subsidiary of the English shipping company Elder & Dempster. With this acquisition, the six ships that had sailed between the Islands and the western coast of Africa since 1912 –known as “black mails ships” because of their black hulls–

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El ferry Villa de Agaete atracado en el muelle de Santa Catalina del puerto de La Luz, cuando cubría los servicios entre Gran Canaria y Tenerife. The Villa de Agaete ferry, docked at the Muelle de Santa Catalina in the La Luz Port, when it covered the routes between Gran Canaria and Tenerife.

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inapropiados para el mar de Canarias, bautizándolos como “mariquillas”debido a su pequeño tamaño y su falta de capacidad para transportar coches. Esto dio lugar a que, en 1975, Trasmediterranea, siendo presidente el almirante Pedro Nieto Antúnez, adoptara el acuerdo de adquirir en Finlandia una pareja de ferries de segunda mano a la naviera Sinja Lines, que se rebautizaron con los nombres de Villa de Agaete y Ciudad de La Laguna. Ambas unidades inauguraron un puente marítimo entre Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, cuya travesía duraba 3 horas, mientras los antiguos correíllos lo hacían entre 5 y 6 horas, constituyendo un auténtico puente marítimo.

came into Trasmediterranea’s possession and began flying its colours from their chimneys and hoisting the white and red pennant to the top of the highest mast. These popular mail ships were called the Viera y Clavijo, the Leon y Castillo, the La Palma, Gomera-Hierro, the Fuerteventura and the Lanzarote. In 1963, Trasmediterranea’s board of directors agreed to build a total of five new mail ships for the Canary Island services. These ships would replace the old ones, which had remained on the water for more than half a century. With the capacity for 333 passengers, travelling in cabins and seats, these ships included the Santa María del Pino, the Santa María de La Candelaria, the Santa María de Las Nieves, the Santa María de La Caridad and the Santa María de La Paz. However, they were not well-received by the public, since they were not fit for the rough waters around the Canary Islands, and were baptized the “mariquillas” or “little sissies” due to their small size and inability to transport cars. Therefore, in 1975, Trasmediterranea, which was led by Admiral Pedro Nieto Antúnez, signed an agreement to purchase a pair of second-hand ferries from the Sinja Lines shipping company in Finland. These ships were renamed the Villa de Agaete and the Ciudad de La Laguna and opened a maritime bridge between Las Palmas de Gran Canaria and Santa Cruz de Tenerife that shaved hours off the trip. The new ferries made the journey in 3 hours, whereas it took the old mail ships 5 to 6 hours to complete the journey.

LA REVOLUCIÓN DEL “JET-FOIL” Federico Esteve Jaquotot, al frente de Trasmediterranea, tuvo el acierto de traer a Canarias una embarcación revolucionaria, mitad barco, mitad avión que se denominaba “Jet-foil” y que promocionaba la compañía americana Boeing. Se trajo una unidad de prueba que se denominaba Princesa Voladora que llegó a las islas con viva expectación para cubrir una línea rápida entre Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. El primer viaje tuvo lugar el 7 de agosto de 1980 y tardó en cubrir la travesía en 1 hora y 20 minutos. A esta unidad le siguieron otras cuatro adquiridas por Trasmediterranea: Princesa Guayarmina, Princesa Guacimara, Princesa Dacil y Princesa Teguise. Este servicio, que más tarde se extendió hasta la isla de Fuerteventura, estuvo operativo hasta 2005, pero debido a sus limitaciones (no navegaba de noche y tampoco transportaba vehículos), hubo que suprimirlo por su falta de rentabilidad. ■

THE JETFOIL REVOLUTION When Federico Esteve Jaquotot was the head of Trasmediterranea, he hit the mark when he decided to bring Boeing’s revolutionary Jetfoils −vessels that were half ship and half airplane− to the Canary Islands. A trial unit, the Princesa Voladora, was brought to the Islands with high expectations that it would cover a fast route between Las Palmas de Gran Canaria and Santa Cruz de Tenerife. The maiden voyage took place on August 7th, 1980 and the Princesa Voladora completed the journey in 1 hour and 20 minutes. After this, four other units were purchased by Trasmediterranea: the Princesa Guayarmina, the Princesa Guacimara, the Princesa Dacil and the Princesa Teguise. This service, which was later expanded to the island of Fuerteventura, ran until 2005, but due to its limitations (it did not travel at night or transport vehicles), it had to be eliminated because it was not cost effective. ■