SEMANA DEL 25 AL 31 DE MARZO DEVOCIONAL SEMANAL

SEMANA DEL 25 AL 31 DE MARZO DEVOCIONAL SEMANAL “No debemos entender todo lo que nos ocurre, pero debemos aprender a confiar en Dios en vez de confiar ...
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SEMANA DEL 25 AL 31 DE MARZO

DEVOCIONAL SEMANAL “No debemos entender todo lo que nos ocurre, pero debemos aprender a confiar en Dios en vez de confiar en nuestra capacidad para darle sentido a las cosas.” John MacArthur

DOMINGO SALMOS 64:1-10 El diccionario define el temor como un sentimiento de inquietud y miedo que provoca la necesidad de huir ante alguna persona o cosa, evitarla o rechazarla por considerarla peligrosa o perjudicial. El salmo de hoy presenta a David enfrentando este sentimiento. Primero veamos la fe de David (vv.1-2); en medio de sus temores él realiza una oración al Señor que incluye tres pedidos particulares: escucha, guárdame y escóndeme. Su fe está manifestada en saber que Dios lo escuchaba y lo protegía. Segundo vemos la ferocidad del enemigo (vv.3-6); el arma empleada por estos enemigos es la lengua. Proverbios 12:18 dice que las palabras de algunos hombres son como golpes de espada, que hieren, lastiman, destruyen. Pero en tercer lugar vemos el fin de los enemigos (vv.7-8); Dios los herirá con saeta, sus propias palabras los harán caer, y vendrán a ser espanto de los que los vean. ¿Han hablado mal de ti? ¿Parece que la murmuración avanza y no hay forma de detenerla? El Señor está viendo todo tu sufrimiento y a su tiempo va a castigar a los murmuradores y detractores (Pr.19:9). En cuarto lugar vemos el fruto del actuar de Dios (vv.9-10); el temor a los hombres se transforma en temor de Dios, alegría, confianza, deseo de alabar al Señor y predicar de Su obra.

lunes SALMOS 65:1-13 El pasaje de hoy es un cántico de alabanza y adoración a Dios. El salmista nos invita a considerar al menos tres atributos de nuestro Señor. El primero es su perdón (vv.1-4); Dios merece nuestra alabanza porque perdonó nuestras rebeliones y nuestras iniquidades. Todos somos pecadores (Ro.3:23), la paga del pecado es la muerte (Ro.6:23), pero Cristo murió en la cruz cargando sobre él nuestros pecados (1 P.2:24) y nos hizo justos delante de Dios (2 Co. 5:21). Si reconociste a Cristo como tu salvador personal entonces es momento de parar un momento y alabar a Dios por su perdón. El segundo atributo es su poder (vv.5-8); la descripción no puede ser mejor, nos habla de tremendas cosas (obras que nos dejan sin palabras), poder que afirma los montes, que sosiega el estruendo de los mares y sus ondas, y el alboroto de las naciones. Ese poder produce esperanza, temor y alegría por sus maravillas. El tercer atributo es su provisión (vv.9-13); David alaba a Dios por la lluvia que riega la tierra y de esta forma los cultivos producen rano en abundancia. El Señor suple todas las necesidades de sus hijos, Salmos 37:25 dice: “no he visto justo desamparado…”. Él provee conforme a su riquezas (Flp.4:19) y nosotros debemos estar agradecidos y contentos por esa bondad (1 Ti.6:8). ¡Hoy es un buen día para alabar a Dios!.

martes SALMOS 66:1-20 Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. ¡Qué forma de comenzar este capítulo! El salmista hoy nos hace una invitación a la adoración. En los primeros 12 versículos nos da las razones para alabar a Dios: su poder (vv.1-4), su protección (vv.5-9), su proceder (vv.10-12a), y su propósito: sacarnos a abundancia (v.12b). El Señor es digno de adoración, haz una pausa y alábale al considerar todas sus obras. En segundo lugar nos da indicaciones para adorar. La adoración es algo personal (vv.13-15), el salmista dice: “yo entraré, yo pagaré, yo ofreceré”; la adoración exige un precio (vv.13-15), David lo expresó así en 2 Samuel 24:24 “...no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada”. No podemos darle a Dios lo que sobra, o lo que no sirve, Él merece lo mejor. La adoración debe ser proclamada, todos los que temen a Dios tienen que escuchar lo que ha hecho a mi alma (vv.16-17). ¿Cómo está tu vida de adoración? ¿Es personal? ¿Le das al Señor lo mejor? ¿Estás testificando de tu fe?. En tercer lugar nos habla de un impedimento para adorar (vv.18-20). ¿Alguna vez sentiste que tu oración no pasaba del techo? Puede ser que tienes pecado sin confesar, te deleitas en el mismo, o pones excusas para seguir con tu pecado. Dios te escucha si vas ahora mismo en confesión (1 Jn.1:9), Él te perdona y no echa de ti tu oración ni su misericordia.

miércoles SALMOS 67:1-7 Nuestro pasaje de hoy es un cántico para pedir la bendición de Dios. Es interesante que a todos nos gusta la idea de ser bendecidos por el Señor, porque asociamos dicho bien con prosperidad o ausencia de pruebas. Pero la bendición de Dios va más allá de beneficios materiales o de estar sin problemas en nuestro peregrinaje. El solo hecho de ser salvos es suficiente bendición para la vida. En Efesios 1:3 nos recuerda que Dios “...nos bendijo con toda bendición espiritual…”, en Proverbios 10:22 dice: “La bendición de Jehová es la que enriquece...” ¿Te das cuenta? ¡Ya disfrutamos de la bendición del Señor! Este puede ser un buen momento para hacer una lista de todas las bendiciones que has recibido de Dios y alabarle por cada una de ellas (Sal.103:2). Ahora, volviendo a nuestro pasaje, encontramos que el salmista pide esa bendición con el propósito de que toda la tierra, todas las naciones conozcan el camino y la salvación de Jehová (v.2). Si has probado la benevolencia de Dios, tu obligación (y la mía) es de compartir acerca de Cristo por todas partes. ¿Hasta cuándo?, hasta que todos los pueblos alaben a Dios (vv.3, 5), y todos los términos de la tierra le teman (vv.7). ¡Qué gran desafío! pero qué gran privilegio es ser embajadores de Cristo y proclamar el mensaje de la reconciliación (2 Co.5:20).

JUEVES SALMOS 68:1-10 Este es un salmo para personas comunes, como tú o como yo, para los que alguna vez nos hemos sentido solos, desamparados, cansados. Es para nosotros, porque revela a un Dios muy personal, tan cercano que lo llama “padre”, y su proceder hace que los justos se alegren, salten, canten alabanzas a Él y exalten su nombre (vv.3-4). ¡Qué Dios maravilloso tenemos! Él tiene un cuidado especial por los más necesitados. Para los huérfanos Él es un padre, para las viudas es defensor, a los desamparados los hace habitar en familia, a los cautivos los saca a prosperidad, a los exhaustos los reanima, y a los pobres les provee. Es interesante que el Señor nos pide que tengamos el mismo amor y cuidado hacia ellos. La epístola de Santiago 1:27 nos dice: “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones...” Hay tantas personas necesitadas a tu alrededor. ¿Por qué no hacer algo práctico hoy por ellas? Una llamada, una invitación a comer, una canasta de amor, un versículo, un abrazo, son cosas que pueden marcar una diferencia. Quizás tú estás hoy en aflicción, Dios es tan personal y cercano, Él quiere consolarte, animarte y fortalecerte, confía en Aquél que está siempre viendo por ti y por tus necesidades, es tiempo de alabar y exaltar su nombre.

viernes SALMOS 68:11-23 Muchos estudiosos de la Biblia concuerdan que el Salmo 68 fue escrito cuando David trasladó el arca del pacto de la casa de Obed-edom a Jerusalén (2 S.6). A pesar de la in� delidad del pueblo, Dios nunca los abandonó, ni apartó de ellos su misericordia. El versículo 19 de este salmo nos muestra un acto de adoración: “Bendito el Señor...”, y es que no podemos dejar de expresar ese sentir frente a la bondad del Señor y su trato amoroso. Examinemos entonces algunos aspectos de este versículo. En primer lugar consideremos la palabra “beneficios”. El diccionario define esa palabra como provecho, compensación o recompensa. El pasaje nos muestra alabanza y gratitud por haber sido librados de los enemigos, por su salvación y provisión. ¿Alabas al Señor por su cuidado sobre tu vida? La mejor forma de agradecer por su salvación es compartiéndola con otros. ¿Por qué no hacerlo hoy mismo? En segundo lugar tenemos la expresión “nos colma”, que da la idea de una carga muy pesada. ¡Dios nos da más beneficios de los que podemos cargar! La tercera expresión es “cada día”. Esto me habla de su fidelidad. Lamentaciones 3:22-23 dice: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.” ¡Cómo no alabar al Señor ahora mismo!

sábado SALMOS 68:24-35 El salmo 68 es uno de los llamados Mesiánicos, es decir, salmos que anticipan a Cristo. El versículo 18 del pasaje de ayer es mencionado por el apóstol Pablo en Efesios 4:8, y se refiere a la ascensión de nuestro Señor Jesucristo. Esta última sección del pasaje se enfoca en lo que Dios va a hacer por su pueblo en el futuro. Él los va a liberar y va a juzgar a sus enemigos. Todo su pueblo va a ser parte de una procesión que los lleva a adorar al Señor (vv.24-27). Benjamín y Judá representan a las tribus del Sur, mientras que Zabulón y Neftalí a las tribus del Norte. El Rey en su trono demuestra su poder dispersando a los enemigos que se complacen en la guerra, y luego éstos (Egipto y Etiopía) le van a rendir tributo a Él (vv. 28-31). Los últimos versículos son una invitación a elevar un canto de alabanza y adoración al Dios poderoso, temible, majestuoso. Es interesante que aún en ese momento de recibir el tributo, Jehová dará beneficios a su pueblo, en este caso, fuerza y vigor (vv.35). El salmo no puede terminar de otra forma que diciendo: “Bendito sea Dios”. El Señor tiene también para nosotros un futuro maravilloso. Filipenses 3:20 nos dice que nuestra ciudadanía está en los cielos y 1 Tesalonicenses 4:17 nos anima sabiendo que cuando Él nos venga a buscar estaremos siempre con el Señor. ¿No te parecen razones suficientes para alabar a Dios?.