La Verdadera Autoridad en el Hogar

La Verdadera Autoridad en el Hogar INTRODUCCIÓN. ¿QUÉ ES LA FAMILIA? El día de hoy vivimos tiempos de crisis. Mucha gente está buscando la solución en...
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La Verdadera Autoridad en el Hogar INTRODUCCIÓN. ¿QUÉ ES LA FAMILIA? El día de hoy vivimos tiempos de crisis. Mucha gente está buscando la solución en salarios más altos, en filosofías políticas o en líderes que pudieran venir a dar una respuesta a las problemáticas que aquejan a la sociedad; pero la Sociología misma nos dice cuál es la raíz y dónde está el principio del problema que está golpeando a las diferentes naciones y culturas. La Sociología define a la familia como el fundamento de la sociedad y como la primera institución socializadora. Analicemos por un momento esta definición. La Familia es la base de la sociedad; cualquier construcción que se llegue a levantar requiere tener un fundamento, una base sólida que pueda dar firmeza a esta edificación. Una sociedad que tenga como base a la familia, será una sociedad con familias estables, funcionales, con familias que estén llevando a cabo su responsabilidad y que estén cumpliendo con su propósito; será una sociedad que estará firme, sólida, que será el reflejo de lo que son los hogares.

¿CÓMO ES NUESTRA SOCIEDAD? El día de hoy vivimos en sociedades que están experimentando profundas crisis. Vemos desintegración en los hogares, vemos divorcios, separaciones, que van en un incremento de hasta el 242% en algunos lugares; familias completamente desestructuradas.

Tristemente muchas de ellas recurrirán también al aborto, quitándole la vida a aquellos pequeños seres que están dentro de ellas, los cuales, indefensos y también sin culpa, mueren a causa de las malas decisiones que tomaron sus padres. Otros ejemplos: en España, el 50% de los matrimonios están terminando en divorcio; en Estados Unidos de Norteamérica, 400 mil niños y adolescentes están dedicados a la prostitución; son sociedades en las cuales el suicidio, el alcoholismo, la drogadicción, la violencia y el pandillerismo son el pan de cada día. México no es diferente: hay más de 3 millones de niños y adolescentes que están pululando por las calles, que se dedican quizás a limpiar parabrisas, se dedican a trabajar en los cruceros como payasitos, tragafuegos, etc., pero lo más curioso es que el 85% de estos niños sí tienen familias, es decir, sí tienen ha donde llegar pero han preferido salir de sus casas porque en sus hogares no encontraron lo que ellos necesitaban.

LA FAMILIA: PRIMERA INSTITUCIÓN SOCIALIZADORA. Hoy los hogares en lugar de suplir las necesidades físicas, emocionales, espirituales, académicas y de seguridad en los hijos, han comenzado a destruirlos; comenzaron a afectarlos y la autoridad de los padres en lugar de ser para ayuda, para bendición, para edificación, se tornó en un autoritarismo para destrucción.

La sociedad mexicana, tiene más de 600 mil adolescentes embarazadas cada año, es decir, ¡más de medio millón de jovencitas que se embarazan, y la gran mayoría de ellas sin estar casadas! Serán madres solteras que acabarán formando hijos sin tener una madurez ni emocional, ni académica, ni económica, y obviamente en muchos de los casos los niños serán encargados a terceras personas, como pueden ser familiares, o guarderías, precisamente porque las madres no estaban en condiciones para poder educar a los pequeños. Esperanza para la Familia, A. C.

La razón por la cual en una sociedad se observan todo este tipo de tendencias y fenómenos, es solamente por una razón: porque las familias no están cumpliendo con su responsabilidad, porque están dejando de cumplir con sus

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obligaciones, y en muchos de los casos la razón es porque las autoridades de la familia no están llevando a cabo su papel con diligencia y responsabilidad. Otra definición de la familia es: “primera institución socializadora”. Es decir, la familia está encargada de socializar al ser humano, y esto significa dar al hombre las herramientas, los principios y las normas para que pueda vivir en sociedad, para que sepa convivir con otros seres humanos y para que sepa hacerlo de la manera adecuada, respetando a los demás y colaborando con las actividades sociales. La familia es el lugar en el cual el ser humano aprende los principios básicos para poder moverse y desenvolverse en la sociedad; por ejemplo, en la familia se adquieren los hábitos (responsabilidad, higiene, pulcritud, etc.), se adquieren los valores, los principios morales. En la familia el ser humano aprende a respetar al prójimo, a respetar la propiedad privada, aprende a ser responsable. Una persona que el día de mañana es responsable en la sociedad, es porque en casa se es responsable en las pequeñas obligaciones. En la familia es donde el ser humano aprende a trabajar, a ser diligente, aun en la familia se dan las bases para que la persona pueda desarrollar un estudio correctamente y en el cual se puedan aprovechar los diferentes años de preparación académica.

LA AUTORIDAD QUE EDIFICA. Si la familia no está cumpliendo con su función, obviamente lo que estará formando serán personas sin hábitos, sin valores, sin principios morales; personas que no sabrán respetar a su prójimo, ni la propiedad privada, personas irresponsables, que no tendrán diligencia y constancia en la actividad laboral, personas que no valorarán o no tendrán noción ni conciencia de la importancia del estudio y sus beneficios a futuro. Todo esto se da precisamente porque la familia no está cumpliendo con esta labor de socializar a los pequeños o a las generaciones que vienen. La labor de los padres de familia es de suma importancia en esta actividad de socializar a los hijos. La autoridad es una posición de privilegio dentro del hogar, pero juntamente con la posición de privilegio, también es una posición de enorme responsabilidad. Si las autoridades de la familia (el padre y la madre) no están llevando a cabo su responsabilidad con diligencia, las Esperanza para la Familia, A. C.

consecuencias pueden ser desastrosas y en muchos casos irreversibles. De igual modo, si los padres de familia están cumpliendo y llevando a cabo con diligencia su papel de autoridades, esto causará que haya enormes beneficios en aquellos que estarán bajo su cuidado.

LA INSTRUCCIÓN. A continuación expondré el contraste entre aquellas autoridades que edifican a la familia y aquellas autoridades que la destruyen; es decir, la autoridad puede servir tanto para edificar a los miembros del hogar, como para destruirlos. Primeramente, tenemos la instrucción, que es un área básica dentro del hogar. Una autoridad que esté edificando a los miembros de la familia, debe dedicar tiempo para instruir. La instrucción es una de las actividades básicas que los padres de familia deben estar llevando a cabo con los hijos y para esto debe haber una buena comunicación entre ambos. Lamentablemente el día de hoy en muchos hogares, la comunicación es muy mala, precisamente porque los padres de familia no tienen tiempo para estar con sus hijos, y esto hace que el canal de comunicación se rompa y no exista este tipo de diálogo. Dentro de la instrucción, es importante que los padres de familia conozcan las diferentes etapas que están viviendo sus hijos, pues no es lo mismo un hijo que está pasando una etapa de la preadolescencia a un hijo que tal vez tiene 4 ó 5 años de edad. Sencillamente, son diferentes las situaciones, los problemas que ellos enfrentan y por lo tanto los padres de familia deben estar contextualizados o informados de qué es lo que sus hijos necesitan para poder instruirlos. Muchos padres de familia desean delegar esta responsabilidad a psicólogos, a maestros, o a otros familiares, cuando realmente la responsabilidad es de ellos. Siempre es importante que uno como padre de familia esté preparándose para poder estar enfrentando las diferentes etapas que han de pasar nuestros hijos, y juntamente con ellas estarlos informando, equipando, advirtiendo y previniendo de los diferentes riesgos que podrían estar enfrentando, o de las necesidades que ellos tengan en cada una de ellas.

LA COMUNICACIÓN CON LOS HIJOS. Para ello es importante que el padre de familia tenga una buena comunicación con el hijo, es necesario que los padres

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constantemente estén acercándose para platicar con ellos, para hacer preguntas, para conocerlos, para saber lo que hay en el corazón de sus hijos. Un padre que no tenga tiempo para dialogar con sus hijos, será un padre que no podrá llevar a cabo esta área con responsabilidad. El día de hoy hay muchas corrientes ideológicas que dicen que los hijos más que tiempo de cantidad, requieren tiempo de calidad, pero yo creo que los hijos necesitan tanto tiempo de calidad como tiempo en cantidad. La confianza se gana a través del tiempo que el padre dedica para razonar, para atender, para platicar, para dialogar con su hijo. La instrucción es un área muy importante, de hecho muchos padres de familia quieren recargarse en las instituciones académicas para que ellas sean las que lleven a cabo la capacitación en ésta área, que ellas estén supliendo la necesidad de sus hijos. Pero a pesar de que haya instituciones que nos puedan ser de utilidad, es necesario entender que la responsabilidad en ésta área es en primer lugar de los padres, es decir, el padre y la madre deberían estar acompañando constantemente a los hijos en las diferentes etapas, en la instrucción o información que ellos estén recibiendo. Los padres son responsables también de estar instruyendo a los hijos en el área de los valores, de los principios morales, un área que es de gran importancia, ya que en la vida cotidiana, tanto en el ámbito familiar como en el ámbito de la comunidad misma, en el ámbito académico y en el ámbito laboral, nuestros hijos enfrentarán situaciones en las cuales tendrán que echar mano de valores, de principios morales que los librarán de tomar decisiones que afectarán sus propias vidas y a los seres que le rodean. Es precisamente en los hogares en donde los pequeños adquieren los principios morales, adquieren esos valores que les permitirán caminar de una manera recta a través de toda su vida. Pero esta responsabilidad recae inicialmente en los padres, es decir, puede haber un apoyo en el área académica, en el área de la fe, pero es necesario tener muy presente que esta responsabilidad inicialmente es de la autoridad, en la familia. Una autoridad que está edificando a los miembros del hogar, es una autoridad que dedica tiempo para la instrucción de los mismos.

Esperanza para la Familia, A. C.

EL EJEMPLO. Otra área importante es el área del ejemplo. Se ha comentado que las personas aprendemos mucho más de lo que vemos que de lo que escuchamos; en este caso, los hijos aprenden mucho más de lo que ven de los padres que de lo que escuchan de ellos. Pueden haber padres que estén constantemente hablando a sus hijos de principios morales, de orden, de disciplina, de responsabilidad, de la necesidad de ser corteses, gentiles, tener buenos hábitos, etc., pero si los hijos no miran esto en los padres, obviamente será muy difícil que los hijos puedan adquirir todos estos puntos. El ejemplo es algo que tiene muchísima influencia y peso sobre los hijos. Es muy común observar en las sociedades, en las diferentes culturas cómo los hijos tienden a seguir patrones de conductas observaron de sus padres. Está comprobado que el ser humano aprende mucho más por imitación, que por aquello que escucha o podríamos calificar como adoctrinamiento; pero esto se acentúa mucho más en la infancia, cuando los seres humanos están todavía en estado de formación. El ejemplo y lo que ellos observen será muy determinante para los hábitos, el comportamiento y el carácter que irán formando en ellos mismos. La imitación es una práctica que se acentúa y es más intensa en la infancia. Si una autoridad está cumpliendo con el área de instrucción (la primera que mencionamos), y juntamente con ella, se está transmitiendo en la práctica, con la vida, con el ejemplo mismo, esto tendrá mucho mayor impacto que la sola instrucción. La instrucción sin ejemplo congruente carecerá de efecto. Sin un buen ejemplo nuestros hijos estarán carentes de la mayor influencia para ser estimulados a la obediencia, a la piedad, a la responsabilidad, a la diligencia, al respeto a los demás y a cualquier otra área. Por el contrario, cuando se juntan el ejemplo y la enseñanza, definitivamente habrá un mejor y más sólido efecto. Una autoridad que esté dedicada a edificar a la familia, será una autoridad que esté practicando en la vida diaria lo que enseña y lo que instruye al resto de sus miembros.

LA DISCIPLINA. Otra área importante que debe estar atendiendo una autoridad que quiera edificar su hogar, tiene que ver con la disciplina.

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Este es un tema polémico, pues hay mucha gente el día de hoy que está en contra de la disciplina de los hijos, afirma que la disciplina puede generar resentimientos, amarguras, odios, frustraciones, etc., pero está comprobado que en hogares en los cuales no se aplica ningún tipo de disciplina las consecuencias pueden ser desastrosas. En lugares en los cuales no hay disciplina, lo que se fomenta es un ambiente de anarquía, donde no hay ley y donde no hay ningún tipo de norma que tenga que ser obedecida. En los hijos esto genera libertinaje en lugar de libertad, comportamientos incontrolables. Es necesario que en todos los hogares existan algunas restricciones e igualmente que existan consecuencias cuando los hijos llegan a quebrantar normas o principios de la familia. La misma sociedad nos muestra que esto es algo necesario. ¿Qué acontecería si en algún momento dado no hubiese infracciones, no hubiese penas, multas, no hubiese reclusorios o cárceles? La gente estaría sin ningún tipo de limitante o restricción para llevar a cabo actos delictivos o quebrantamientos a las leyes. En el hogar es necesario que los padres de familia sepan echar mano de la disciplina sin llegar a la violencia intrafamiliar, sin llegar a los abusos, o a medidas que puedan afectar o dejar traumas o heridas permanentes. Una autoridad que desea edificar su casa, es necesario que atienda con mucha sabiduría esta área que es básica para poder formar en nuestros hijos principios de rectitud, valores, ética y responsabilidad. Pero juntamente con la disciplina, es necesario que en la familia la autoridad esté implementando también el satisfacer las necesidades afectivas, el amor en los hijos, pues una disciplina que no está balanceada adecuadamente con el amor, el cuidado, las manifestaciones de afecto, será una disciplina que generará frustración, amargura, resentimientos y odios.

LA NECESIDAD DE AMOR Y CARIÑO. Juntamente con la disciplina, es necesario que los padres de familia puedan estar dedicando tiempo para manifestar el amor y el cariño hacia los hijos. Cuando hablamos de amor, no solamente estamos hablando de manifestaciones físicas como los abrazos y besos, sino el amor también se transmite a través del tiempo, de la dedicación, de la atención, de la consideración, de la experiencia. Esperanza para la Familia, A. C.

Es importante enfatizar que el ser humano necesita ser amado y amar para sentirse realizado. El día de hoy en muchos hospitales psiquiátricos o con muchos psicólogos, hay personas a las cuales se les ha diagnosticado un mal que es la carencia de afecto, y esto es la falta de amor. El hogar es el lugar adecuado para que las personas aprendan a amar y a ser amadas. Es un lugar en el cual los miembros de la familia deben aprender a suplir el afecto, el cariño y el amor que lo demás miembros requieren y así, de esta manera, puedan ser suplidos en su necesidad de amor y de afecto. Una autoridad que echa mano de la disciplina descuidando este ámbito del amor estará generando terribles consecuencias y daños en sus hijos, pero igualmente un padre de familia que solamente manifieste amor y descuide el área de la disciplina también estará produciendo una formación deficiente donde el hijo tenderá a ser caprichoso, berrinchudo o sencillamente será un niño consentido. Es decir, debe haber un balance adecuado entre el amor y la disciplina, así como el balance entre el ejemplo y la instrucción. Son cuatro ejes que deben estar presentes en la formación de los hijos y es responsabilidad de la autoridad el estar supliendo cada una de estas áreas.

¿CÓMO DEBE SER LA AUTORIDAD EN EL HOGAR? Es muy importante que la autoridad en el hogar se interprete correctamente. En muchos lugares se considera que la autoridad está allí, para poder servirse de los demás, para poder obtener beneficios de los demás miembros o integrantes de la familia. Sin embargo, la posición adecuada de la autoridad debería ser la siguiente: el entender que está allí para poder servir a los demás. La autoridad que edifica, la autoridad que beneficia a los miembros de la familia es aquella autoridad que entiende que está puesta allí para poder servir a los demás miembros de la familia, entendiendo que su posición de privilegio y de responsabilidad implica un servicio para que los demás miembros de la familia puedan estar protegidos, dirigidos, guardados, formados, instruidos, etc. Por el contrario, una autoridad que no está edificando, sino que está destruyendo, tiende a fracasar en las diferentes áreas: en primer lugar tiende a caer en el autoritarismo. Esto ocurre por ejemplo, con los padres o madres de familia que utilizan su posición de preeminencia para poder servirse

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de los demás, para abusar de los demás, para poner de manera intransigente dogmas irracionales sin ningún tipo de instrucción, justificación o razonamiento, sino solamente de imposiciones indiscriminadas las cuales no pueden ser ni siquiera cuestionadas por el resto de la familia.

LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR. Una autoridad que no está edificando, sino que está destruyendo, tenderá a imponer, sin dialogar, sin razonar, sin argumentar, sin justificar, el por qué de las reglas, el por qué de los principios, el por qué de las leyes vigentes en la familia, es decir, este tipo de acción o de actitud, en lugar de generar buenos efectos en la casa, lo que producirá son resentimientos, rebeldías, desacuerdos y finalmente desintegraciones. Otra práctica cotidiana que llevan acabo las autoridades que no edifican sino que destruyen, es la inducción o la imposición de malas acciones a los demás miembros de la familia. En este caso, la autoridad lo que hace es utilizar su posición para obligar a los demás miembros a efectuar actos ilícitos o efectuar actos inmorales o inadecuadas por medio de amenazas, violencia y malos tratos. La violencia intrafamiliar es uno de los fenómenos que está destruyendo gran parte de los hogares en nuestro país. La violencia intrafamiliar tiene diferente grados: puede haber violencia moderada o severa; violencia intrafamiliar no solamente en el ámbito emocional o inclusive en el ámbito sexual, cualquier tipo de violencia intrafamiliar, siempre genera profunda destrucción en el ámbito de la familia. Muchos de los niños que hoy están viviendo en las calles o en comunidades de adolescentes, niños o jóvenes, están en aquellos lugares precisamente porque en sus hogares no encontraron un círculo que los pudiese cuidar, proteger, sustentar; un circulo en el cual pudieran ser suplidas sus necesidades afectivas, espirituales, personales, sino que por el contrario, encontraron un ámbito en el cual recibieron heridas, humillaciones, gritos, golpes, etc. Una autoridad que emplea la violencia física para imponer, está destruyendo en lugar de edificar a los miembros de su familia.

LA AUTORIDAD SE CORROMPE CON EL MAL EJEMPLO. Otra área que tiene que ver con la destrucción de los miembros de una familia por medio de una autoridad es Esperanza para la Familia, A. C.

la corrupción o contaminación por medio del mal ejemplo de los mismos. Un padre que está legando malos hábitos, comportamientos, prácticas, vicios, etc., a los hijos, lo que está haciendo es destruirlos en lugar de edificarlos. Lamentablemente en nuestra sociedad existen muchos padres de familia que por su ejemplo están formando hijos con pocos principios, con pocos valores morales, con escasos hábitos, con un nulo respeto al derecho de las demás personas, con una deficiente espiritualidad, con poca responsabilidad, etc., es decir, la corrupción del mal ejemplo genera profundas consecuencias en la formación de nuestros hijos.

EL ABANDONO. Hay otra área en la cual muchos de los padres de familia incurren, que probablemente no es un área tan escandalosa, es decir, muchos padres pueden decir es que yo no induzco a mis hijos al mal, es que yo no les doy mal ejemplo, es que yo no los violento físicamente o tampoco he llegado a abusarlos sexualmente, es que no soy autoritario, ni me impongo, ni soy autoritario, etc., pero hay muchos padres que destruyen a sus hijos por medio del abandono. Esto consiste en una actitud pasiva en la cual el padre de familia desatiende aquellas responsabilidades que le corresponden, precisamente a causa de las muchas actividades y responsabilidades que los padres de familia adquieren tanto dentro de la casa como en el ámbito laboral, o los compromisos sociales. En ocasiones se trata de los mismos hábitos de los padres, de estar participando de eventos culturales o aun el tiempo invertido en los medios de comunicación como podría ser la propia televisión; muchos padres de familia desatienden a los hijos, no tienen tiempo para ellos, no emplean tiempo para comunicarse, para dialogar, para convivir, para salir juntos, para llevar una vida familiar. En muchas ocasiones el tiempo que comparten los miembros de la familia es al estar todos sentados frente al televisor, donde hay muy poca conversación, donde realmente no hay ese vínculo de comunión entre padres e hijos, esa comunión de calidad, donde no se comentan los problemas, necesidades, ni intereses personales, ni se desarrolla la convivencia o confianza mutua. Muchos padres de familia destruyen a sus hijos precisamente por la falta de atención, por la falta de cuidado y por la falta de tiempo. Lamentablemente muchos padres de familia intentando rehuir de la responsabilidad que tienen de formar a sus hijos, los inducen a salir a las calles desde que son

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pequeños para que puedan distraerse, convivir con otras personas, vecinos o gente de la comunidad y de esa manera los padres de familia pueden continuar con sus importantes responsabilidades domésticas o laborales. Pero eso es un gravísimo error, no hay nada mejor que fomentar una vida en el hogar; con esto no quiero decir que los padres deberían de tener enclaustrados a sus hijos en casa, pero existen muchísimas actividades que podrían llevarse acabo en el hogar, las cuales servirán para formar hábitos, principios, responsabilidad, diligencia, amor al trabajo, y aun la espiritualidad. Existen muchas actividades que pudieran implementarse para poder estar edificando a nuestros hijos dentro del hogar.

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA PADRES. Me gustaría dar algunos consejos prácticos que los padres podrían implementar precisamente para formar actividades que sirvan para la formación de las diferentes áreas que hemos estado mencionando.

pudieran estar aprendiendo y adquiriendo conocimientos en diferentes áreas o ámbitos. Pueden ser juegos de mesa que permitan que los hijos desarrollen su capacidad intelectual o que adquieran conocimientos de diferente áreas. Esto permite que haya una integración de la familia, pero también permite que aparte de la convivencia pueda haber una capacitación o una instrucción de los diferente miembros que estén participando de esta actividad. Otra actividad de gran importancia para la formación de los hijos es que los padres puedan estar cerca de ellos cuando realizan sus labores académicas, sus tareas, que haya una estrecha colaboración de los padres con los hijos, supervisando que los hijos aprendan a ser diligentes y responsables con esta responsabilidad. Muchos padres de familia que se desvinculan completamente de la actividad académica de los hijos y se recargan en la institución

La lectura de libros es un hábito saludable y muy productivo; es decir, en la actualidad en los países latinoamericanos, el hábito de la lectura se está perdiendo. La gente está entrando en una cultura mucho más visual, donde la televisión, el internet, el cine, etc., están robando el espacio que antes tenía la lectura.

CONCLUSIÓN.

Tenemos un alto índice (y cada vez mayor crecimiento) de analfabetas prácticos, gente que lee y no entiende ni aprovecha lo que lee. ¡Qué valioso es que los padres de familia puedan estar fomentando la lectura en sus hijos desde que son pequeños!

Recuerda que el servicio te da autoridad. En la medida en que más veles por las necesidades de tus hijos, en la medida que más te entregues a ellos, te consagres a la tarea de instruirlos, disciplinarlos, amarlos, darles tu ejemplo, convivir con ellos, juegues con ellos, los abraces, los motives, los impulses a amar esta vida y luchar ante los problemas, tendrás como resultado el que ellos te respeten, y no para ejercer un autoritarismo sobre ellos, sino para que tengan en la vida un gran ejemplo a seguir, alguien a quien admirar y digno de imitar.

La lectura viene a desarrollar el pensamiento abstracto y genera un desenvolvimiento en el trabajo lógico, racional cognoscitivo. Un padre que enseña a su hijo a desarrollar el hábito de la lectura habrá desarrollado algo de gran importancia en la vida de ellos que tendrá tremendos beneficios a lo largo de todas sus actividades. Otra actividad que es muy importante y que puede ser implementada por los padres, es la música. Esta es una de las artes que se está perdiendo entre nosotros. Qué valioso es para los hijos el aprender a tocar un instrumento musical. Está comprobado que la gente que está en contacto con la música tiene un desarrollo mucho más profundo en el área cognoscitiva. Otra actividad importante la cual también se da en menor grado en los hogares son los juegos didácticos; algún tipo de juegos que pudieran desarrollarse en la casa, donde los hijos Esperanza para la Familia, A. C.

De esta manera quiero concluir, haciendo un llamado a todos los padres, tú papá, tú mamá, debes analizar si hasta el día de hoy has desempañado correctamente, con honestidad y justicia, tu papel de autoridad en tu familia.

Padres, vuélvanse a sus hijos y echen mano de la autoridad que Dios, como el Padre eterno, ha puesto en cada criatura que sobre la tierra tiene el gran privilegio de ser “un padre”. Prof. Juan Carlos Díaz

Esperanza para la Familia, A. C. Tel. Lada Sin Costo 01-800-690-62-35 Apartado Postal #41 C.P. 64581 Monterrey., N.L. Página Web: http://www.esperanzaparalafamilia.com Correo Electrónico: [email protected]

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