Un camino de viejitas y viejitos

Lectura: La pipa del abuelo Cita completa: Montes, Graciela y Rojas, Oscar, La pipa del abuelo. Buenos Aires: Ediciones Quipu, 2009. (Colección pequeñas historias).

Lectura: Dos viejitos y una hormiga Cita completa: Devetach, Laura, “Dos viejitos y una hormiga”. En: Canción y pico, Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1998 (Colección El ombligo)

Lectura: De hilo blanco Cita completa: Ramos, María Cristina, “De hilo blanco”. En La escalera. Buenos Aires: Edelvives, 2010.

Lectura: Los viejitos de la casa Cita completa: Rivera, Iris, Los viejitos de la casa. Buenos Aires: e.d.b., 2004.

Lectura: El paseo de los viejitos Cita completa: Devetach, Laura, El paseo de los viejitos. Buenos Aires: Alfaguara, 2006.

Lectura: La viejita de las cabras Cita completa: Escudero, Laura y Vialola, La viejita de las cabras. Buenos Aires: Del Eclipse, 2012.

Lectura: La casa de los cubos Cita completa: Hirata, Kenya y Kato, Kunio, La casa de los cubos. Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora, 2011.

Lectura: Bisa Vuela Cita completa: Walsh, María Elena, “Bisa Vuela”. En: El diablo inglés. Buenos Aires: Alfaguara, 2005.

Lectura: Doña Clementina Queridita, la Achicadora Cita completa: Montes, Graciela, Doña Clementina Queridita, la Achicadora. Buenos Aires: Colihue, 2006 (Colección Libros del Malabarista).

Lectura: La abuela electrónica Cita completa: Shujer, Silvia, La abuela electrónica, Buenos Aires, Sudamericana, 1993. (Colección Especiales).

Lectura: El tren Cita completa: Ventura, Antonio y Delicado, Federico, El tren. Salamanca: Lóguez Ediciones, 2000. (Colección Rosa y Manzana).

Lectura: Guillermo Jorge Manuel José Cita completa: Mem, Fox, Guillermo Jorge Manuel José. Caracas: Ediciones Ekaré, 1988. (Colección Libros de todo el mundo).

Lectura: Un día diferente para el señor Amos Cita completa: Stead, Philip y Stead, Erin, Un día diferente para el señor Amos. Barcelona: Editorial Océano, 2010.

Animales viejitos…

Lectura: Este era un conejo Cita completa: Shujer, Silvia; Julieta Szewach y Mariano Fernández, “Este era un conejo”. En: Canciones de cuna para dormir cachorros. Buenos Aires: Editorial Atlántida, 2003.

Lectura: El bastón Cita completa: Ramos, María Cristina, “El bastón”. En: La luna lleva un silencio. Buenos Aires: Aique, 2010.

Lectura: Con hilo de madreselva Cita completa: Ramos, María Cristina, “Con hilo de madreselva”. En: Historias de hormiguero. Buenos Aires: Siete Vacas, 2007.

“Quiero cuentos, historietas y novelas pero no las que andan a botón. Yo las quiero de la mano de una abuela que me las lea en camisón” María Elena Walsh, “Marcha de Osías”, Canciones para mirar.

Desde siempre las historias vienen de la mano de un abuelo o una abuela. Los que han experimentado el mágico momento de este encuentro saben de lo que hablo. Mi abuela “Tetela” (así la llamaba aunque su nombre era Ofelia) solía contarme cuentos cada vez que la visitábamos. En cambio “Abuelita” (Adela, mi bisabuela) ya casi no leía a sus 90 años, pero nos hipnotizaba con relatos de principio de siglo XX, como el del día en que lo conoció a Valentín allá por 1918… Luisa, la más joven de mis abuelas, la de siempre y que aún me acompaña, no sé si nos leía o contaba historias. De lo que estoy segura es que cada vez que volvía de sus viajes, traía anécdotas tan graciosas, que las palabras le brotaban chillonas, mezcladas con su risa.

Este camino es una invitación a darle la mano a cada uno de los abuelos, abuelas, viejitos, y viejitas que aparecen en los textos, para que nos lleven por el viaje de la literatura, dejándolos descansar del oficio de narrar, para pasar a ser ellos los protagonistas.

De abuelos y nietos… El abuelo de Martín fuma en pipa y ambos, nieto y abuelo, ven una historia de aventuras en las figuras que imaginan en el humo (La pipa del abuelo). Una pequeña nieta que se duerme en la falda de su abuela, una abuelita que cose con aguja voladora y de colita de seda (“De hilo blanco”). Otro anciano, tío abuelo y su sobrino nieto, unidos en un juego infantil: un recorrido en un tren imaginario construido de a dos almas (El tren). Abuelas poco convencionales: la que vuela con gorra y antiparras a bordo del “Águila de Oro” (“Bisa Vuela”) o una abuela igual a las otras pero hecha con alta tecnología (La abuela electrónica).

De viejitos y viejitas… Porque sí la silla porque sí la mesa porque sí la gorra sobre la cabeza. La viejita canta el viejito es mago toman mate amargo de yerba con palo. Laura Devetach

Cuando Doña Clementina Queridita se convirtió en la Achicadora de Agustín Álvarez era ya casi una vieja… (Doña Clementina Queridita, la Achicadora). Viejitos que viven en una canasta (“Dos viejitos y una hormiga”); otros en una casita del tiempo, desencontrados entre la lluvia y el sol (Los viejitos de la casa); y una viejita que teje con ovillo de nube, arriba en la montaña (La viejita de las cabras). Otra viejita que teje medias de colores y un viejito que talla animales de madera para ganarse algunos pesos… hasta que un día emprenden un viaje muy especial (El paseo de los viejitos). Viejitos solitarios, que se refugian en sus recuerdos (La casa de los cubos) o en sus particulares amigos (Un día diferente para el señor Amos). Y ya terminando el recorrido, un niño que lleva cuatro nombres a falta de uno y que descubre, a través de los ancianos, lo que puede atesorar la memoria (Guillermo Jorge Manuel José).

Animales viejitos… Poemas llenos de ternura y serenidad como canciones de cuna que arrullan los abuelos: un poema hecho canción para que una abuela coneja duerma a su nieto, con las dos orejas y el bigote quietos (“Érase un conejo”); un cangrejo viejito que camina con bastón sobre la arena mojada (“El bastón”) y la hormiga más vieja que teje con hilo de madreselva o descansa en una hamaca cuando está cansada de leer (“Con hilo de madreselva”).

Abuelos, viejitos… Todos ellos donándonos el tiempo que ya no corre apurado.

Natalia Ramallo (junio de 2012)