Tratamiento del insomnio debido a las alteraciones de los ritmos circadianos (correturnos) Consideraciones sobre el tratamiento

Tratamiento del insomnio debido a las alteraciones de los ritmos circadianos (correturnos) Consideraciones sobre el tratamiento >> Dr. Eduard Estivill...
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Tratamiento del insomnio debido a las alteraciones de los ritmos circadianos (correturnos) Consideraciones sobre el tratamiento >> Dr. Eduard Estivill Director de la Clínica del Sueño Estivill del Instituto Universitario Dexeus y Coordinador de la Unidad del sueño del Hospital General de Catalunya

Las personas que han de trabajar siguiendo unos cambios de turno frecuentes presentan dificultades en adaptarse a los horarios que les imponen. Habitualmente se quejan de problemas gastrointestinales, vida social y familiar empobrecida, mala calidad del sueño, excesiva somnolencia diurna y fatiga persistente. Produce problemas cardiacos y frecuentemente problemas psicológicos (cambios en el estado de animo, irritabilidad, abuso del alcohol, cafeína o hipnóticos). Los turnos de trabajo siempre son una fuente de estrés personal y familiar. El insomnio puede ser la consecuencia de desordenes de los ritmos circadianos o la causa primaria de ellos. Las personas insomnes entran frecuentemente en un circulo vicioso donde las alteraciones en los horarios y la privación de sueño agravan unos pobres hábitos de sueño, siendo difícil para los insomnes dejar el círculo sin la ayuda de un especialista en trastornos del sueño.

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T RI BUNA MÉ D I C A

Es importante conseguir que los pacientes aprendan a manejar sus problemas de sueño, siguiendo una medidas higiénicas, reajustando las alteraciones de los horarios, empleando algunas técnicas conductuales, como control de estímulos. El insomnio y la mayoría de las alteraciones en los ritmos circadianos comparten el hecho de producir privación de sueño y una pobre calidad de éste, causando un impacto negativo en el tiempo de vigilia del paciente. En su vida social, perturban familia y relaciones sociales, dañando las actividades sociales. En cuanto a la producción económica reducen la eficiencia en el trabajo e incrementan el absentismo y los errores laborales. En la salud del paciente, produce fatiga, irregularidades menstruales, además de gastrointestinales (cardialgia e indigestión) y problemas cardiovasculares (tensión alta de la sangre), potencia el abuso de alcohol y somníferos y eleva el riesgo de accidentes de trabajo y de tráfico. El insomnio y falta de sueño conlleva también irritabilidad, ansiedad y depresión. En cuanto a los trabajadores a turnos es importante considerar que los insomnes encontrarán mucho más difícil alcanzar la suficiente cantidad y cualidad de sueño, debido a sus pobres hábitos de sueño que se añadirán a la desincronización de su sueño con sus ritmos circadianos internos, al ambiente más ruidoso, a las demandas laborales y familiares. Además las personas insomnes debido a las alteraciones en los ritmos circadianos, es más fácil que desarrollen respuestas condicionadas inadecuadas al entorno de su sueño. Se ha estudiado una alta variabilidad interindividual en la tolerancia a corto o largo plazo en los cambios de turno de los ritmos circadianos. Se incluyen factores individuales, requerimientos sociales y laborales: edad (los trabajadores de más edad encuentran más dificultades en adaptarse), rigidez o flexibilidad en sus hábitos de sueño, habilidad para superar el mareo, cronotipo diurno/nocturno (mejores para el turno de noche) actitud y motivación.

Recomendaciones generales: La clave de las recomendaciones y estrategias para mejorar los problemas de las alteraciones circadianas debidos a trabajo a turnos o jetlag es hacer del sueño prioridad. Las vías más útiles dependen del individuo y de sus circunstancias: optimización del entorno donde se duerme, evitar sustancias tales como cafeína y alcohol antes de dormir, cambios en los horarios de trabajo, estrategias de sueño y siestas, estimulación mediante luz en el momento apropiado, medicación adecuada, actividad física o dieta y el proceder del paciente son los comportamientos señalados para neutralizar la desincronización circadiana, trastornos del sueño y sociales. Proponemos las siguientes recomendaciones generales:

El insomnio produce fatiga, irregularidades menstruales, además de gastrointestinales (cardialgia e indigestión) y problemas cardiovasculares (tensión alta de la sangre), potencia el abuso de alcohol y somníferos y eleva el riesgo de accidentes de trabajo y de tráfico. El insomnio y falta de sueño conlleva también irritabilidad , ansiedad y depresión.

- Establecer y seguir un ritual relajante antes de ir a dormir. - Hacer ejercicio regularmente. Limitar el ejercicio intenso a primera hora del día (al menos a seis horas antes dormir). Ejercicio suave, estiramientos o andar, deben realizarse cuatro horas antes de dormir.

- Levantarse a la misma hora cada día siempre que sea posible. - Ir a la cama cuando se tenga sueño.

- Mantener horarios regulares: en comidas, en las medicaciones y otras actividades.

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Hacer ejercicio regularmente. Limitar el ejercicio intenso a primera hora del día (al menos a seis horas antes dormir). Ejercicio suave, estiramientos o andar, deben realizarse cuatro horas antes de dormir.

- Evitar la cafeína en las seis horas precedentes al sueño. No beber alcohol, especialmente si está somnoliento. Evitar fumar cuando se acerque la hora de acostarse. - Si encuentra que la siesta le ayuda, intente hacerla cada día a la misma hora. Intentar dormir durante un ciclo de sueño (1.5 h.) - Usar somníferos sólo moderadamente y durante no más de 3 semanas, siempre recetados y controlados por su médico.

ción rápida del turno de trabajo debería estar sujeta a consideraciones biológicas, sociales y de seguridad. - Son ideales los horarios de trabajo que permitan a los empleados dormir fuera de servicio y estar alerta cuando se precise. - Son beneficiosos los cambios en los horarios de trabajo que adecuen el ritmo circadiano rotando en el sentido de las agujas del reloj. - Descansos durante las horas de trabajo (breves períodos ) pueden mejorar la alerta.

Recomendaciones específicas y técnicas propuestas para el trabajador correturnos.

- El lugar de trabajo debería ser fresco (mejor que cálido) y claro para favorecer la alerta. B. Horarios de sueño.

A. Horarios de trabajo: - Con respecto a cuan rápido se deben realizar los turnos, la recomendación de prolongada o permanente versus la rota-

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- Los trabajadores que siempre trabajan de noche deben mantener una estructura regular de sueño los siete días de la semana, incluso los días en que no trabajan.

T RI BUNA MÉ D I C A El hacer la siesta beneficiará temporalmente a los trabajadores a turnos tanto sus problemas de sueño como de rendimiento asociado a sus horarios. Un empleado de tarde o noche puede hacer una siesta para estar más despejado al empezar el trabajo.

desconectar el timbre de la puerta o poner en le puerta un “no molesten” para evitar ruidos molestos. - Comer ligeramente antes de la hora de dormir. No hay que ir a la cama con sensación de hambre pero tampoco demasiado lleno. - Una buena higiene de sueño requiere que se use la habitación sólo para dormir y para actividad sexual, manteniendo la temperatura fresca y confortable, hay que relajarse antes de dormir y mantener una rutina regular antes de acostarse. D. En el lugar de trabajo.

- Los trabajadores a turnos que siguen la rotación de las agujas del reloj, deben atrasar de una a dos horas la hora de acostarse y levantarse en los últimos días del turno.

- Una dieta de 3.0. carbohidratos/proteína ratio podría dar el optimo equilibrio entre humor y rendimiento durante el turno de noche.

- Las ventajas que puedan ganarse siguiendo estas técnicas de horarios de sueño pueden perderse si volvemos a los horarios normales día/noche en los días festivos.

- No hay que dejar las tareas más monótonas y aburridas para el final del turno laboral.

- Después de salir del trabajo hay que acostarse lo más pronto posible.

- El intercambio de ideas con los compañeros de trabajo ayuda a afrontar los problemas derivados de los trabajos rotatorios.

- Mejorará la calidad de sueño del trabajador a turnos cuando coincidan algunas de sus horas de sueño con el horario normal. - El hacer la siesta beneficiará temporalmente a los trabajadores a turnos tanto sus problemas de sueño como de rendimiento asociado a sus horarios. No obstante las siestas no son en ningún caso un sustituto de los horarios regulares de un sueño adecuado. Un empleado de tarde o noche puede hacer una siesta para estar más despejado al empezar el trabajo. Hacer siesta en el mismo puesto de trabajo es especialmente efectivo para los trabajadores que necesitan mantener un alto grado de alerta y atención en su trabajo y que deban tomar decisiones rápidas. Cuando el empleado trabaja a doble turno ó durante 24 horas las siestas en el trabajo son incluso más necesarias y beneficiosas. - Pedir ayuda a familiares y amigos para crear un lugar tranquilo durante las horas de sueño. Hay que explicarles la importancia de su sueño e informarles sobre los cambios de turno que le pueden ayudar. - Reorganizar los horarios de los empleados a turnos para poder tener tiempo para familiares y amigos. - Cuanto mejor esté adaptado el individuo mejor será su sueño, teniendo en cuenta que los trabajadores nocturnos tienden a preferir dormir una vez al día, mientras que los trabajadores a turnos rotatorios prefieren dormir dos veces en el mismo día. C. Higiene de sueño. - La cantidad y calidad de sueño puede mejorarse usando: un antifaz para proteger los ojos, gruesas cortinas para mantener la habitación totalmente a oscuras, tapones para los oídos; ruidos de fondo: alfombras gruesas, contestador automático,

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Programa domiciliario de ejercicios en la rehabilitación de la rodilla patológica

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TR IB U NA M É D ICA

El Dr. Miguel Ángel Lorenzo, especialista en rehabilitación de la dirección médica de Contingencias Profesionales de Ibermutuamur, propone en este nuevo artículo un programa terapéutico de ejercicios que, sin necesidad de contar con un equipamiento específico, permiten recuperar un adecuado nivel de fuerza muscular en la extremidad inferior, tras sufrir una lesión de rodilla o después de haber sido intervenido quirúrgicamente de ella.

Tras una lesión localizada en la rodilla o después de haber sido intervenido quirúrgicamente de ella (independientemente del motivo que ha conducido a dicha intervención), resulta fundamental recuperar un adecuado nivel de fuerza muscular en la extremidad inferior, que permita al paciente un retorno precoz y seguro a sus actividades previas, ya sean éstas deportivas o laborales. Comenzar un programa específico de potenciación muscular es relativamente fácil sí uno tiene acceso a un centro específico de tratamiento, o dispone en su domicilio del equipo necesario para tal fin. Sin embargo, el problema surge cuando uno no tiene acceso a ese equipo, y se le plantea la duda de comprarlo o bien de apuntarse a un centro de tratamiento físico, situaciones ambas que frecuentemente llevan asociado un desembolso económico elevado. Con un poco de creatividad, se puede elaborar un programa terapéutico de ejercicios (Ejercicios 1 a 8) sin la necesidad de contar con un equipamiento específico, siempre y cuando se respeten los siguientes puntos: - Los objetivos de un programa completo de rehabilitación para la rodilla son recuperar un nivel normal de fuerza muscular, resistencia, flexibilidad, agilidad y equilibrio. - No todos los ejercicios son adecuados para las diferentes patologías que pueden asentar en la rodilla, por lo que es preciso seguir las indicaciones de su médico respecto a qué actividades o gestos posturales deben ser evitados. - Los ejercicios que causen dolor durante o tras la sesión de tratamiento, deben ser suspendidos, consultando con su médico prescriptor la idoneidad de los mismos.

Con un poco de creatividad, se puede elaborar un programa terapéutico de ejercicios sin la necesidad de contar con un equipamiento específico - Lo ideal es realizar los ejercicios a diario, lo que sin duda alguna le permitirá mejorar de forma progresiva su nivel funcional. - Debe comenzar el programa de ejercicios de forma conservadora, es decir, realizando una serie de 8-10 repeticiones de cada uno de ellos. A medida que mejore el nivel muscular de su rodilla, debe incrementar el número de series de cada ejercicio, intercalando periodos de descanso entre ellas que pueden oscilar entre 1 y 3 minutos. Sí sigue mejorando su nivel funcional, puede incrementar el número de repeticiones de cada serie o acortar el tiempo de descanso entre ellas. - Puede resultarle de utilidad el diseño de un sistema en el que pueda recoger sus progresos, lo que sin duda le servirá de estímulo en la consecución de sus diferentes objetivos. Entre los ejercicios que podemos considerar útiles para alcanzar un nivel de fuerza muscular elevado para una rodilla debilitada como consecuencia de un determinado proceso patológico, podemos describir los siguientes:

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Ejercicio 1 - De pie con la espalda apoyada en la pared, las plantas de los pies en el suelo y los pies paralelos y separados unos centímetros de la pared. Desde esta posición, descienda lentamente mientras mantiene un contacto permanente con la pared, flexionando las caderas y las rodillas hasta una posición cercana a los 90º de flexión. Mantenga la posición máxima tolerada durante unos segundos y lentamente vuelva a la posición inicial.

Lo ideal es realizar los ejercicios a diario, lo que sin duda alguna permitirá mejorar de forma progresiva el nivel funcional. Ejercicio 3 - Apoye el pie del lado sano sobre un escalón situado detrás de Usted y flexione la rodilla lesionada hasta un ángulo cercano a los 90º; desde esta posición, extienda lentamente la rodilla mientras mantiene la planta del pie completamente apoyada en el suelo y el pie del lado sano apoyado en el escalón. Vuelva lentamente a la posición inicial y repita el movimiento con la pierna contraria.

EJERCICIO 1

Ejercicio 2 - De pie junto a un tramo de escaleras, con la pierna lesionada más cercana a los escalones. Desde esta posición suba lateralmente el primer escalón con la pierna afectada mientras despega ligeramente el pie contrario del suelo, y realice una extensión completa de la rodilla. Lentamente vuelva a la posición inicial y repita el movimiento con la pierna sana.

EJERCICIO 3

Ejercicio 4 - Arrodillado en el suelo sobre una toalla o colchoneta fina, inclínese lentamente hacia atrás sin arquear la espalda, al mismo tiempo que mantiene la musculatura abdominal tensa. Mantenga la máxima posición tolerada durante unos segundos y lentamente vuelva a la posición de partida.

EJERCICIO 2

EJERCICIO 4 bip

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TR IB U NA M É D ICA Ejercicio 5 - Arrodillado en el suelo, con la punta de los pies bajo alguna estructura fija que le sirva de sujeción. Desde esta posición, inclínese lentamente hacia delante sin arquear la región lumbar. Mantenga la máxima posición alcanzada durante unos segundos y lentamente vuelva a la posición de partida.

Ejercicio 7 - De pie en el suelo, lleve la pierna lesionada hacia un lado como sí fuera a dar un paso lateral más largo de lo normal. Doble progresivamente la rodilla lesionada hasta alcanzar un ángulo cercano a los 90º con la planta del pie apoyada en el suelo, mientras mantiene la rodilla sana completamente extendida y con el pie en contacto con el suelo. Vuelva lentamente a la posición de partida y repita el movimiento con la pierna contraria.

EJERCICIO 5

La realización de los ejercicios debe complementarse adecuadamente con el mantenimiento de un nivel elevado de actividad física

EJERCICIO 7

Ejercicio 8 - De pie en el suelo con los pies juntos y a un lado de una línea trazada en el suelo (puede usar cualquier objeto que asemeje una línea recta); desde esta posición y sin separar los pies, salte por encima de la línea hasta el lado contrario y posteriormente repita el movimiento hasta la posición inicial.

Ejercicio 6 - De pie en el suelo, lleve la pierna afectada hacia delante como sí fuera a dar un paso más largo de lo normal. Doble la rodilla lesionada hasta un ángulo cercano a los 90º, sin despegar la planta del pie del suelo, y flexione lentamente la pierna sana en un intento por acercarla lo más posible al suelo. Vuelva a la posición de partida y repita el movimiento con la pierna contraria.

EJERCICIO 8

EJERCICIO 6

La realización de éstos u otros ejercicios similares de una forma regular, respetando siempre las recomendaciones previamente recogidas, debe complementarse adecuadamente con el mantenimiento de un nivel elevado de actividad física, apoyado básicamente en el ejercicio aeróbico en cualquiera de sus formas de aplicación (deambulación, bicicleta, natación, etc.).

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LAS VARICES Y SU TRATAMIENTO El artículo de la Dra. Ofelia Carrión, Angióloga de Ibermutuamur, nos acerca, desde una perspectiva médica, a la Insuficiencia Venosa Crónica y su manifestación clínica más frecuente como son las varices en los miembros inferiores. Tras la exposición de la patología varicosa en líneas generales, es imprescindible resaltar que el abordaje terapéutico debe ser “individualizado” en cada paciente y llevado a cabo siempre por especialistas. bip

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TR IB U NA M É D ICA

¿Qué son las varices? Las varices son dilataciones permanentes y patológicas de las venas superficiales. Las más habituales son las de los miembros inferiores que constituyen sin duda, la manifestación clínica más frecuente de un gran síndrome conocido como Insuficiencia Venosa Crónica (I.V.C.). La Insuficiencia Venosa Crónica se define como el conjunto de alteraciones del sistema venoso periférico que reduce o dificulta el retorno hacia el corazón. Su origen se relaciona con la evolución del hombre tras adoptar el “Homo Sapiens” la posición erecta, siendo objeto de múltiples estudios tal y como se demuestra en los tratados quirúrgicos de la Antigua Grecia y Egipto. Se considera la insuficiencia venosa crónica como la más frecuente de las enfermedades crónicas, con una prevalencia superior en países industrializados. En España, en estudios epidemiológicos bien controlados, la prevalencia es de un 30% a un 40%. El trastorno afecta más a las mujeres que a los hombres.

existen alteraciones inmuno-histo-químicas en las capas que forman la pared venosa que justificarían una anomalía en su arquitectura pudiendo ser otra de las causas de la IVC En Hawai, en el año 1994, con ánimo de unificar criterios etiopatogénicos, se llegó a emitir un Consenso Internacional de clasificación de las enfermedades venosas crónicas en las extremidades inferiores donde se dividió la I.V.C. atendiendo a factores congénitos, factores primarios y factores secundarios: • Factores congénitos: Entre ellos se incluyen las angiodisplasias ( Síndrome de Klippel-Trenaunay), las fístulas arteriovenosas, las agenesias valvulares, las enfermedades del tejido conectivo etc • Factores primarios o idiopáticos divididos a su vez en factores no modificables entre los que se encuentran la edad, el sexo y el grupo étnico y factores modificables como los hormonales, la obesidad, el sedentarismo y ortostatismo, la exposición al calor, los embarazos, las relaciones sexuales y las compresiones locales o selectivas. • Factores secundarios: En algunos casos la aparición de las varices es secundaria a una causa previa conocida, por ejemplo una trombosis venosa profunda, una compresión extrínseca (tumores, hernias, adenopatías etc.), una lesión postraumática, una yatrogenia, etc.

Etiopatogenia A lo largo de la historia se han desarrollado diversas teorías para explicar la causa de la Insuficiencia Venosa Crónica, pero hasta el momento ninguna de ellas ha sido capaz de justificar totalmente la aparición de sus síntomas, el por qué aparecen las varices. Clásicamente se ha planteado que las venas varicosas se desarrollan por aumento de la presión venosa secundaria a la incompetencia valvular primaria, es decir, por el deficiente funcionamiento de las válvulas venosas; teoría que por sí sola no explica la aparición de las varices. La debilidad de la pared venosa ha sido la principal teoría alternativa a la de la incompetencia valvular primaria, de hecho

Puede decirse que junto a estos factores, considerados predisponentes o desencadenantes, existen básicamente dos mecanismos fisiopatológicos que participan en la aparición de la Insuficiencia Venosa Crónica: • Alteraciones en la arquitectura de la pared venosa derivadas de anomalías en el tejido conjuntivo. • El aumento de la presión en el interior del vaso o “Hiperpresión venosa”. Estos mecanismos pueden participar unidos o independientes, siendo la causa directa de los síntomas más relevantes de la Insuficiencia Venosa Crónica que son las dilataciones venosas o varices y la estasia venosa o pesadez.

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Tipos de varices Se observan diferentes tipos de dilataciones venosas en función de la naturaleza y gravedad de la enfermedad: • Las telangiectasias son dilataciones patológicas de los vasos más superficiales de la piel, a menudo, vénulas del plexo subpapilar, muy frecuentes en la mujer, con gran componente hormonal cuya importancia clínica deriva de la preocupación estética de la paciente. • Las varices reticulares, que se definen como venas subdérmicas dilatadas, de mayor diámetro que las telangiectasias y que pueden cursar con síntomas derivados de la estasia venosa. • Las varices tronculares corresponden a las grandes dilataciones venosas palpables, localizadas en los trayectos de las venas safenas. • Existen además, dilataciones venosas de distribución atípica y sin relación con las venas safenas, localizadas en la cara posterior de muslos, cara lateroexterna de toda la extremidad y hueco poplíteo. Estas varices están relacionadas con la existencia de dilataciones venosas a nivel pélvico

• Edema. Es un signo funcional que se acompaña de sensación de hinchazón y trastornos tróficos. Al igual que con el dolor, es necesario descartar previamente otras causas del edema. • Cambios tróficos cutáneos (eczemas, hiperpigmentaciones, hipodermitis esclerosa atrofia blanca.

Tratamiento No se puede decir que exista un único método de tratamiento para las varices. Es preciso tener en cuenta unos parámetros tales como la edad, el grado de severidad de las varices, la localización, el componente estético, los síntomas, etc., es decir, una serie de factores que permitan “individualizar” cada caso y poner en marcha el tratamiento más indicado.

Cualquier tipo de medida terapéutica debe estar indicada por especialistas, y siempre dentro de un marco sanitario El tratamiento preventivo, rehabilitador y farmacológico debe ubicarse dentro de la terapéutica general y estará orientado en dos sentidos: • Corregir los síntomas referidos por el paciente. • Evitar la progresión de la enfermedad. Dada la naturaleza multifactorial y crónica de las varices, es imprescindible actuar sobre todos aquellos factores desencadenantes, intentando controlar su desarrollo. Es esencial la educación del paciente.

Síntomas y signos clínicos Los síntomas pueden ser muy variados, pero tienen características comunes condicionadas por la estasia venosa (hiperpresión venosa); aparecen generalmente con la bipedestación y se hacen más acusados a lo largo del día, aumentan en épocas calurosas, en periodo premenstrual y con los embarazos. Por el contrario, mejoran con el decúbito y la deambulación.

Las pequeñas dilataciones venosas conocidas como arañas vasculares o telangiectasias y ciertas varículas que no dependen directamente del sistema venoso superficial (ejes safenos) y además éste sistema no está afectado, pueden tratarse mediante “escleroterapia”. Si la enfermedad varicosa afecta al sistema principal superficial con insuficiencia valvular de los ejes safenos, el tratamiento más eficaz es el “quirúrgico”.

Los síntomas más frecuentes son: • Pesadez y cansancio en miembros inferiores.

Tratamiento preventivo, rehabilitador y farmacológico

• Dolor. Requiere descartar otras causas de dolor.

Recomendaciones:

• Sensación de opresión, tensión o punzada.

• Soporte elástico ( medias de compresión elástica, vendaje compresivo). Este principio terapéutico representa una de las medidas más eficaces en el control de las varices.

• Calambres, parestesias.

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TR IB U NA M É D ICA • Ejercicio físico. Caminar a paso rápido es la actividad física más beneficiosa para el paciente con varices. • Masaje manual e hidroterapia. El masaje manual aplicado sobre la planta de los pies y progresivamente ascendente sobre toda la extremidad inferior, tiene un efecto beneficioso sobre la red venosa, favoreciendo el retorno venoso. La hidroterapia tiene una acción benéfica debida al efecto tonificante que ejerce el agua templada o fría sobre la pared venosa y la musculatura.

Tratamiento quirúrgico Antes de emprender un tratamiento quirúrgico como tal, es preciso tener en cuenta las siguientes premisas: • No todas las dilataciones venosas requieren tratamiento quirúrgico. • Debe descartarse que las molestias referidas en miembros inferiores no sean de otra causa ( neurológica, mecánica, arterial etc.).

• Hidratación de la piel. • Control de deformidades ortopédicas. • Control hormonal.

• A muchos pacientes, en especial las mujeres, las varices les plantean un problema exclusivamente estético. Una vez establecida la indicación quirúrgica en el paciente, se plantean los siguientes objetivos:

Factores a evitar: • Extracción y ligadura de todas las varicosidades existentes. • Sedentarismo y ortostatismo. • Aplicación de calor local.

• Eliminar la fuente de hiperpresión venosa, suprimiendo el reflujo del sistema profundo hacia el sistema superficial.

• Compresiones segmentarias.

• Lograr los mejores resultados estéticos posibles.

• Obesidad y estreñimiento.

• Minimizar las complicaciones.

Tratamiento farmacológico La base fundamental del tratamiento farmacológico son los medicamentos flebotónicos. Tienen un efecto protector y tonificante sobre la pared venosa y capilar, protegiendo el endotelio y aumentando el tono.

El tratamiento quirúrgico convencional utiliza el Stripping o arrancamiento de los grandes ejes venosos del sistema superficial que conlleva también la ligadura de venas perforantes para desconectar el sistema superficial del sistema profundo y la flebectomia de las venas colaterales.

Escleroterapia La esclerosis consiste en inducir la oclusión de la vena a tratar, es decir, llegar a la fibrosis (cicatrización) de la misma. La escleroterapia puede dividirse en dos grandes grupos: • Escleroterapia química que funciona mediante la introducción de una sustancia irritante que actúa a nivel endotelial. Esto provoca la coagulación y posteriormente fibrosis de la vena. Dentro de la esclerosis química existen diferentes tipos: - Esclerosis con espumas - Crioesclerosis ( esclerosis con enfriamiento de la sustancia esclerosante). - Esclerosis líquida convencional. • Escleroterapia mediante láser o fuentes de luz (fotoesclerosis). Por medio de la alta frecuencia de la luz empleada, se consigue la coagulación de los pequeños vasos y consiguientemente su desaparición.

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