Semana del 16 al 22 de Noviembre 2015

Semana del 16 al 22 de Noviembre 2015 [E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya] predicador de justicia, con otras siete [personas] cuando trajo un ...
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Semana del 16 al 22 de Noviembre 2015

[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]

predicador de justicia, con otras siete [personas] cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía; (Mateo 24:37-39) Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. 38 Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día 39 en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.

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14. ¿Qué pueden aprender de Noé y su familia los cristianos de la actualidad? [Canción 17 ][E. Libro] [Inicio] ia cap. 2 párrs. 13-23 y preguntas de repaso de la página 24

13. ¿Qué labor debió ser aún más difícil para Noé que construir el arca, y cómo respondió la gente a esa labor? 13 Con el paso de los años, el arca fue tomando forma. ¡Qué contento estaba Noé de contar con el apoyo de su familia! Pero había otra labor relacionada con su comisión que debió ser aún más difícil. La Biblia nos dice que Noé fue “predicador de justicia” (lea 2 Pedro 2:5). Eso significa que se armó de valor para avisar a aquella sociedad malvada de la destrucción que vendría. ¿Cómo respondió la gente? Jesucristo dijo que “no hicieron caso”, que estaban tan ocupados con los asuntos de la vida diaria — comer, beber y casarse— que no prestaron atención a Noé (Mat. 24:37-39). Seguro que muchos se burlaron de él y su familia, y puede que hasta lo amenazaran, llegaran a atacarlo con violencia, o incluso trataran de detener la construcción. (2 Pedro 2:5) y no se contuvo de castigar a un mundo antiguo, sino que guardó en seguridad a Noé,

14 A pesar de todo, Noé y su familia no se rindieron. Siguieron cumpliendo su comisión aunque la gente pensara que estaban perdiendo el tiempo, que aquello era una locura. Hoy día, las familias cristianas pueden aprender mucho de la fe que demostraron. Al fin y al cabo, vivimos en un período de la historia al que la Biblia llama “los últimos días” (2 Tim. 3:1). Y Jesús dijo que estos tiempos se parecerían a la época en que Noé construyó el arca. Así que, cuando la gente responde al mensaje del Reino con indiferencia, se burla de nosotros o incluso nos persigue, hacemos bien en recordar a Noé, pues él afrontó las mismas dificultades. (2 Timoteo 3:1) Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar.

“Entra [...] en el arca” 15. ¿Qué tristes pérdidas sufrió Noé? 15 Con el tiempo, la construcción del arca llegó a su etapa final. Unos pocos años antes de cumplir los 600, Noé sufrió la pérdida de su padre, Lamec.* Nota: Cinco años después murió también su abuelo Matusalén, el hombre con más edad que menciona la Biblia: ¡llegó a los 969 años! (Gén. 5:27.) Tanto la vida de Matusalén como la de su hijo Lamec coincidieron en parte con la del primer hombre, Adán.

Nota: Lamec le puso a su hijo el nombre Noé —que probablemente significa “Descanso” o “Consolación”— y profetizó que Noé daría descanso a la humanidad del duro trabajo de cultivar el suelo que Jehová había maldecido (Gén. 5:28, 29). Pero Lamec no vivió para ver cumplida esa profecía, pues al parecer se cumplió después del Diluvio (Gén. 8:21). En cuanto a la madre y los hermanos de Noé, es posible que ellos murieran en el Diluvio. (Génesis 5:27) De modo que todos los días de Matusalén ascendieron a novecientos sesenta y nueve años, y murió.

16, 17. a) ¿Qué nuevo mensaje recibió Noé a los 600 años de edad? b) ¿Cómo debió ser para Noé y su familia ver aparecer a los animales? 16 A la edad de 600 años, Noé recibió otro mensaje de Dios: “Entra, tú y toda tu casa, en el arca”. Pero tenía que hacer algo más. Jehová le ordenó que introdujera en ella todo tipo de animales: siete ejemplares de cada uno de los limpios —o aceptables como sacrificio— y dos de cada uno de los demás (Gén. 7:1-3). (Génesis 7:1-3) Después de eso Jehová dijo a Noé: “Entra, tú y toda tu casa, en el arca, porque es a ti a quien he visto justo delante de mí en medio de esta 2 generación. De toda bestia limpia tienes que tomar para ti de siete en siete, el macho y su hembra; y de toda bestia que no es limpia solamente dos, el macho y 3 su hembra; también de las criaturas voladoras de los cielos de siete en siete, macho y hembra, para conservar viva prole sobre la superficie de toda la tierra.

17 Debió ser impresionante ver venir del horizonte a miles de animales de todo tamaño, forma y temperamento: caminando, volando, saltando, arrastrándose... ¿Cómo haría el pobre Noé para meter a todos aquellos animales salvajes en el arca? No hizo falta que los acorralara, arreara o atrajera de alguna manera para obligarlos a entrar. El relato bíblico dice que ellos mismos “entraron [...] en el arca” (Gén. 7:9). (Génesis 7:9) entraron de dos en dos a donde Noé en el arca, macho y hembra, tal como Dios había mandado a Noé.

18, 19. a) ¿Cómo podríamos razonar con las personas a las que les cuesta creer el relato de Noé? b) ¿Cómo demostró Jehová su sabiduría por el modo en que salvó a los animales?

18 A algunas personas les cuesta creer que eso haya sucedido. Asimismo, no se pueden imaginar a todos esos animales conviviendo en paz en un espacio tan reducido. Pero pensémoslo bien: ¿no tiene el Creador del universo poder para controlar a los animales y hacer que sean mansos y dóciles? Recordemos que Jehová es quien creó los animales y él tiene pleno control sobre todas sus obras. Mucho tiempo después, hasta dividió las aguas del mar Rojo e hizo que el Sol se quedara inmóvil. ¿No podía entonces realizar lo que se narra en el relato de Noé? Claro que sí. 19 Dios podía haber salvado a los animales de otra manera; nadie lo niega. Pero en su sabiduría eligió un modo de hacerlo que nos recuerda la responsabilidad que le había confiado al hombre cuando le dijo que cuidara de todos los seres vivos del planeta (Gén. 1:28). Cabe mencionar que hoy muchos padres usan la historia de Noé para enseñar a sus hijos que Jehová valora no solo a las personas, sino también a su creación animal. (Génesis 1:28) Además, los bendijo Dios y les dijo Dios: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra”.

20. ¿Qué es posible que hicieran Noé y su familia durante la semana anterior al Diluvio? 20 Jehová le dijo a Noé que en una semana vendría el Diluvio. Debieron ser unos días muy ajetreados. Imagínese el trabajo de colocar en su lugar a los animales, terminar de organizar el abastecimiento de comida y subir a bordo las pertenencias de la familia. De seguro, la esposa de Noé y sus tres nueras se habrán esforzado por preparar el interior del arca para que resultara cómoda y habitable. 21, 22. a) ¿Por qué no debería sorprendernos la actitud de la gente en los días de Noé? b) ¿Cuándo acabaron las burlas que recibieron Noé y su familia? 21 ¿Cómo reaccionaron las personas ante todo aquello? Tal como dijo Jesús, continuaron sin hacer caso, a pesar de ver con sus propios ojos las numerosas pruebas de que Jehová bendecía a Noé y su labor. Ni siquiera observar a los animales entrando

a manadas en el arca les hizo reaccionar. Pero su actitud no debería sorprendernos, pues hoy pasa algo parecido. La gente tampoco hace caso de la innegable evidencia de que vivimos en los últimos días de este mundo. Además, como predijo el apóstol Pedro, muchos se burlan de quienes sí prestan atención a la advertencia divina (lea 2 Pedro 3:3-6). Sin duda, Noé y su familia tuvieron que pasar por lo mismo. (2 Pedro 3:3-6) Porque ustedes saben esto primero, que en los últimos días vendrán burlones con su burla, 4 procediendo según sus propios deseos y diciendo: “¿Dónde está esa prometida presencia de él? Pues, desde el día en que nuestros antepasados se durmieron [en la muerte], todas las cosas continúan exactamente 5 como desde el principio de la creación”. Porque, conforme al deseo de ellos, este hecho se les escapa, que hubo cielos desde lo antiguo, y una tierra mantenida compactamente fuera de agua y en medio de agua por 6 la palabra de Dios; y por aquellos [medios] el mundo de aquel tiempo sufrió destrucción cuando fue anegado en agua.

22 ¿Cuándo acabaron las burlas? La Biblia nos dice que una vez que Noé introdujo a su familia y los animales en el arca, “Jehová cerró tras él la puerta”. Aquel acto divino debió acallar a los burlones que lo vieron. Y si eso no los silenció, la lluvia sí que lo hizo, pues llovió y llovió y llovió hasta que toda la Tierra quedó inundada, tal como Dios había anunciado (Gén. 7:16-21). (Génesis 7:16-21) Y los que iban entrando, macho y hembra de toda clase de carne, entraron, tal como le había mandado Dios. Después Jehová cerró tras él la 17 puerta. Y el diluvio siguió sobre la tierra por cuarenta días, y las aguas siguieron aumentando y empezaron a llevar el arca, y esta estaba flotando muy por encima de 18 la tierra. Y las aguas se hicieron anegadoras y siguieron aumentando mucho sobre la tierra, pero el 19 arca siguió yendo sobre la superficie de las aguas. Y a grado tan grande anegaron la tierra las aguas que todas las altas montañas que estaban debajo de todos 20 los cielos quedaron cubiertas. Hasta quince codos [por encima] las anegaron las aguas, y las montañas 21 quedaron cubiertas. De modo que expiró toda carne que estaba moviéndose sobre la tierra, entre las criaturas voladoras y entre los animales domésticos y entre las bestias salvajes y entre todos los enjambres que estaban enjambrando sobre la tierra, y toda la humanidad.

23. a) ¿Cómo sabemos que Jehová no se alegró de que muriera aquella gente malvada? b) ¿Por qué debemos seguir el ejemplo de Noé hoy en día? 23 ¿Se alegró Jehová de que muriera aquella gente malvada? Todo lo contrario (Ezeq. 33:11). Él les había dado oportunidades de sobra para que cambiaran. ¿Podían haber escuchado la advertencia y sobrevivido al Diluvio? Claro que sí; Noé mismo lo demostró. Él sobrevivió gracias a que andaba con Dios, es decir, a que le obedecía en todo aspecto de su vida. Como vimos al principio del capítulo, la Biblia explica que “por [su] fe condenó al mundo” de su día. En efecto, su fe contrastaba con la gran maldad de la gente. Y fue precisamente por su fe por lo que él y su familia se salvaron. Seguir su ejemplo también puede significar grandes bendiciones para usted y sus seres queridos. Al igual que Noé, usted tiene la posibilidad de andar con Dios y disfrutar de su amistad, una amistad que puede durar para siempre. (Ezequiel 33:11) Diles: „“Tan ciertamente como que yo estoy vivo —es la expresión del Señor Soberano Jehová—, no me deleito en la muerte del inicuo, sino en que alguien inicuo se vuelva de su camino y realmente siga viviendo. Vuélvanse, vuélvanse de sus malos caminos, pues, ¿por qué deberían morir, oh casa de Israel?”‟.

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Escuela del Ministerio Teocrático Lectura de la Biblia: 1 Crónicas 26 a 29 | Puntos Sobresalientes

Núm. 1: 1 Crónicas 29:20-30 (3 min. o menos) 20

Y David pasó a decir a toda la congregación: “Bendigan, ahora, a Jehová su Dios”. Y toda la congregación procedió a bendecir a Jehová el Dios de sus antepasados, y a inclinarse y postrarse ante Jehová 21 y ante el rey. Y continuaron sacrificando sacrificios a Jehová y ofreciendo ofrendas quemadas a Jehová el día siguiente a aquel día: mil toros jóvenes, mil carneros, mil corderos y sus libaciones, sí, sacrificios en gran número 22 para todo Israel. Y continuaron comiendo y bebiendo delante de Jehová aquel día con gran regocijo; y procedieron por segunda vez a hacer rey a Salomón hijo de David, y a ungírselo a Jehová por caudillo, y también 23 a Sadoc por sacerdote. Y Salomón empezó a sentarse sobre el trono de Jehová como rey en lugar de David su padre, y a hacerlo con éxito, y todos los 24 israelitas le fueron obedientes. En cuanto a todos los príncipes y los hombres poderosos y también todos los 25 hijos del rey David, se sometieron a Salomón el rey. Y Jehová continuó haciendo a Salomón sobresalientemente grande ante los ojos de todo Israel, y a poner sobre él tal dignidad real como la cual no había llegado a haber una sobre ningún rey antes de él sobre Israel. 26

En cuanto a David hijo de Jesé, reinó sobre todo 27 Israel; y los días que él reinó sobre Israel fueron cuarenta años. En Hebrón reinó por siete años, y en 28 Jerusalén reinó por treinta y tres [años]. Y por fin murió en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria; y Salomón su hijo empezó a reinar en lugar de él. 29 En cuanto a los asuntos de David el rey, los primeros y los últimos, allí están escritos entre las palabras de Samuel el vidente y entre las palabras de Natán el profeta y entre las palabras de Gad el hombre de 30 visiones, junto con toda su gobernación real y su poderío y los tiempos que habían pasado sobre él y sobre Israel y sobre todos los reinos de las tierras.

Núm. 2: ¿Qué era la expiación? (it-1 págs. 899, 900) (5 min.) EXPIACIÓN En la Biblia se usa este término con referencia a cubrir los pecados. En las Escrituras Hebreas son comunes los términos relacionados con la expiación, sobre todo en los libros de Levítico y Números. La palabra hebrea para expiar es ka·fár, y probablemente significaba en un principio “cubrir” o, según piensan algunos, “borrar”. El hombre necesita expiación. El hombre tiene necesidad de que se le cubran o expíen los pecados debido al pecado heredado (1Re 8:46; Sl 51:5; Ec 7:20; Ro 3:23), del que solo él es responsable, no Dios. (Dt 32:4, 5.) Adán perdió la vida eterna en perfección, y transmitió el pecado y la muerte a su prole (Ro 5:12), de

modo que todos sus descendientes llegaron a estar condenados a muerte. Para que la humanidad pudiera recuperar la oportunidad de disfrutar de vida eterna, y en armonía con el principio legal que más tarde Jehová incorporaría en la ley mosaica, a saber, el de igual por igual, tenía que hacerse expiación con algo que equivaliera exactamente a lo que Adán había perdido. (Dt 19:21.) La idea primaria que transmite la palabra “expiación” en la Biblia, es “cubrir” o “cambiar”, y lo que se da como cambio por otra cosa tiene que tener el mismo valor. Ningún ser humano imperfecto podía suministrar tal expiación para restaurar la vida humana perfecta a la humanidad en general ni a nadie en particular. (Sl 49:7, 8.) Para hacer expiación por lo que Adán había perdido, tenía que proveerse una ofrenda por el pecado que tuviera el valor exacto de una vida humana perfecta. Jehová Dios instituyó un modo de hacer expiación en el pueblo de Israel que tipificó una provisión mayor de expiación. Jehová, no el hombre, es quien debe recibir el crédito por determinar y revelar los medios de expiación para cubrir el pecado heredado y suministrar liberación de la resultante condena de muerte. Sacrificios de expiación. Dios mandó a los israelitas que ofrecieran sacrificios como ofrendas por el pecado para hacer expiación. (Éx 29:36; Le 4:20.) De particular importancia era el Día de Expiación anual, cuando el sumo sacerdote de Israel ofrecía sacrificios de animales a favor de sí mismo, de los demás levitas y de las tribus no sacerdotales de Israel. (Le 16.) Los sacrificios de animales tenían que ser inmaculados, lo que indicaba que su antitipo debía ser perfecto. Además, el que se diera la vida de la víctima y se derramara su sangre muestra el valor que tenía la expiación. (Le 17:11.) Las ofrendas por el pecado que hacían los israelitas y los diferentes rasgos del Día de Expiación anual debieron impresionar en ellos la gravedad de su estado pecaminoso y lo necesitados que estaban de una expiación completa. Sin embargo, los sacrificios de animales no podían expiar por completo el pecado humano, porque la creación animal es inferior al hombre, a quien se dio el dominio sobre ella. (Gé 1:28; Sl 8:4-8; Heb 10:1-4; véanse DÍA DE EXPIACIÓN; OFRENDAS.) Cumplimiento en Cristo Jesús. Las Escrituras Griegas Cristianas relacionan sin ambages la expiación completa de los pecados humanos con Jesucristo. En él se cumplen los tipos y sombras de la ley mosaica, ya que es a quien señalan los diferentes sacrificios de animales. Como humano perfecto, sin pecado, fue la ofrenda por el pecado de todos los descendientes de Adán que con el tiempo serán liberados del pecado y la muerte heredados. (2Co 5:21.) Cristo “ofreció un sacrificio por los pecados perpetuamente” (Heb 10:12), y no hay duda de que es “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. (Jn 1:29, 36; 1Co 5:7; Rev 5:12; 13:8; compárese con Isa 53:7.) El perdón depende del derramamiento de sangre (Heb 9:22), y a los cristianos que andan en la luz se les asegura que “la sangre de

Jesús su Hijo [los] limpia de todo pecado”. (1Jn 1:7; Heb 9:13, 14; Rev 1:5.) La vida humana perfecta de Jesús ofrecida en sacrificio es la ofrenda por el pecado antitípica. Es el elemento valioso con el que se compra a la humanidad, redimiéndola del pecado y la muerte heredados. (Tit 2:13, 14; Heb 2:9.) Cristo mismo afirmó: “El Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate [gr. lý·tron] en cambio por muchos”. (Mr 10:45; véase RESCATE.) Su sacrificio fue el pago exacto por lo que había perdido el pecador Adán, ya que Jesucristo era perfecto y, por lo tanto, igual que Adán antes de su pecado. (1Ti 2:5, 6; Ef 1:7.) Se hace posible la reconciliación. El pecado causa una división entre el hombre y Dios, pues Jehová no aprueba el pecado. La relación entre el hombre y su Creador solo podía restablecerse si se satisfacía el requisito de una verdadera expiación del pecado. (Isa 59:2; Hab 1:13; Ef 2:3.) Jehová Dios ha hecho posible la reconciliación entre sí mismo y la humanidad pecaminosa mediante el hombre perfecto Cristo Jesús. Por ello, el apóstol Pablo escribió: “También nos alborozamos en Dios mediante nuestro Señor Jesucristo, mediante quien ahora hemos recibido la reconciliación”. (Ro 5:11; véase RECONCILIACIÓN.) Por consiguiente, para conseguir el favor de Dios, es necesario aceptar la mediación de Jesucristo: la provisión de Dios para la reconciliación. Solo por este medio es posible llegar a estar en una posición comparable a la de Adán antes de su pecado. Dios manifiesta su amor al hacer posible esta reconciliación. (Ro 5:6-10.) La propiciación satisface la justicia. Todavía tenía que satisfacerse la justicia. Aunque el hombre había sido creado perfecto, perdió esta condición cuando pecó, y tanto él como sus descendientes llegaron a estar bajo la condenación de Dios. La justicia y la fidelidad a los principios de rectitud requerían que Dios ejecutara la sentencia de su ley contra el desobediente Adán. No obstante, el amor movió a Dios, a proporcionar un modo de satisfacer la justicia para que, sin violarla, la descendencia arrepentida del pecador Adán pudiera ser perdonada y consiguiera la paz con Dios. (Col 1:19-23.) Por lo tanto, Jehová “envió a su Hijo como sacrificio propiciatorio por nuestros pecados”. (1Jn 4:10; Heb 2:17.) La propiciación mueve a la consideración propicia o favorable. El sacrificio propiciatorio de Jesús elimina la razón por la que Dios tiene que condenar a los hombres y hace posible que les extienda favor y misericordia. Esta propiciación elimina el cargo de pecado y la condena de muerte resultante en el caso del Israel espiritual y de todos los demás que se valgan de ella. (1Jn 2:1, 2; Ro 6:23.) La idea de la sustitución sobresale en ciertos textos bíblicos relativos a la expiación. Por ejemplo, Pablo observó que “Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras” (1Co 15:3), y que “Cristo, por compra, nos libró de la maldición de la Ley, llegando a ser una maldición en lugar de nosotros, porque está escrito:

„Maldito es todo aquel que es colgado en un madero‟”. (Gál 3:13; Dt 21:23.) Pedro comentó: “Él mismo cargó con nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, para que acabáramos con los pecados y viviéramos a la justicia. Y „por sus heridas ustedes fueron sanados‟”. (1Pe 2:24; Isa 53:5.) Pedro también escribió: “Cristo murió una vez para siempre respecto a pecados, un justo por injustos, para conducirlos a ustedes a Dios”. (1Pe 3:18.) Esta provisión amorosa promueve la fe. Dios y Cristo han ejemplificado su amor en esta provisión de expiación completa de los pecados heredados del hombre. (Jn 3:16; Ro 8:32; 1Jn 3:16.) Sin embargo, para beneficiarse de ella, la persona tiene que arrepentirse de verdad y ejercer fe. Jehová no se complacía en los sacrificios de Judá cuando se ofrecían sin la actitud apropiada. (Isa 1:10-17.) Dios envió a Cristo “como ofrenda para propiciación mediante fe en su sangre”. (Ro 3:21-26.) Los que con fe aceptan la provisión de Dios para expiación mediante Jesucristo pueden obtener la salvación; los que la desprecian, no. (Hch 4:12.) Y para cualquiera que „voluntariosamente practique el pecado después de haber recibido el conocimiento exacto de la verdad, no queda ya sacrificio alguno por los pecados, sino que hay cierta horrenda expectación de juicio‟. (Heb 10:26-31.)

Núm. 3: Elisabet. Tema: Respetemos a Dios y seamos irreprochables (it-1 pág. 797) (5 min.) ELISABET (gr. E·lei·sá·bet, del heb. ʼE·li·sché·vaʽ, que significa: “Mi Dios Es Abundancia; Dios de Abundancia”). Mujer temerosa de Dios; esposa del sacerdote Zacarías y madre de Juan el Bautista. Elisabet era de la familia sacerdotal del levita Aarón, y tanto ella como su esposo estaban bien entrados en años cuando el ángel Gabriel se le apareció a Zacarías en el compartimiento Santo del templo y le anunció que Elisabet daría a luz un hijo, al que le tendrían que llamar Juan. Elisabet se recluyó durante cinco meses al quedarse encinta. En el sexto mes de su embarazo la visitó su parienta María. “Al oír Elisabet el saludo de María, la criatura saltó en su matriz” y, llena de espíritu santo, Elisabet bendijo a María y al fruto de su matriz, llamándola “la madre de mi Señor”. (Lu 1:5-7, 11-13, 24, 39-43.)

[R. Servicio] [Inicio] Reunión de Servicio

Tema del mes: “Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndolo crecer” (1 Corintios 3:6). Canción 35

10 min. Sigamos “regando” a quienes muestran interés (1 Cor. 3:6-8). Entreviste a un precursor regular y a un publicador. ¿Cómo se organizan para volver a visitar a quienes muestran interés? ¿Cómo se preparan? ¿Qué hacen si les cuesta encontrar de nuevo a la persona en su hogar? ¿Qué buenas experiencias han tenido? (1 Corintios 3:6-8) Yo planté, Apolos regó, pero Dios 7 siguió haciéndo[lo] crecer; de modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que [lo] hace 8 crecer. Ahora bien, el que planta y el que riega uno son, pero cada [persona] recibirá su propio galardón según su propia labor.

20 min. “Cómo utilizar las grabaciones de audio.” Preguntas y respuestas. Explique cómo encontrar las grabaciones en jw.org y ponga una. Incluya una escenificación de la experiencia que se relata al final del artículo “Usemos jw.org en el ministerio: ‘Preguntas sobre la Biblia’”, que se publicó en Nuestro Ministerio del Reino de noviembre de 2014.

Cómo utilizar las grabaciones de audio 1. Además de las publicaciones impresas, ¿con qué otro práctico medio contamos? 1 Gracias al sitio de Internet jw.org, muchas personas se benefician de leer información deleitable y correcta (Ecl. 12:10). Pero ¿ha escuchado ya las grabaciones de audio? Gran parte de las publicaciones que hay en la página están disponibles también en ese formato. ¿Cuáles son sus ventajas? (Eclesiastés 12:10) El congregador procuró hallar las palabras deleitables y la escritura de palabras correctas de verdad.

2. ¿Cómo podemos utilizar las grabaciones para el estudio personal y el de nuestra familia?

2 Para su estudio personal y de familia. Escuchar las grabaciones de la Biblia, las revistas u otra publicación mientras viajamos o al realizar las tareas cotidianas puede ser una manera de aprovechar mejor el tiempo (Efes. 5:15, 16). Una idea para añadir variedad a nuestra adoración en familia es seguir la lectura de una publicación mientras escuchamos la grabación. Y en nuestro estudio personal, las grabaciones son útiles para mejorar la lectura o si estamos aprendiendo un nuevo idioma. (Efesios 5:15, 16) Así es que vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como 16 imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.

3. De las personas que encontramos en nuestro ministerio, ¿quiénes en especial pueden beneficiarse de las grabaciones? 3 Para el ministerio. Muchas de las personas que encontramos en nuestro ministerio suelen pensar que están demasiado ocupadas para leer, pero quizás sí quieran escuchar una grabación. Otras hablan un idioma distinto al nuestro y tal vez sean más receptivas al mensaje del Reino si lo escuchan en su propia lengua (Hech. 2:6-8). En algunas culturas es muy importante escuchar. Por ejemplo, el pueblo hmong tiene una larga tradición de pasar las historias de padres a hijos de manera oral, y pueden recordar con facilidad lo que escuchan. En muchos lugares de África, a la gente le encanta aprender escuchando historias. (Hechos 2:6-8) De modo que, cuando este sonido ocurrió, la multitud se juntó, y se azoraron, porque cada 7 uno los oía hablar en su propio lenguaje. En verdad, estaban pasmados, y empezaron a admirarse y a decir: “Pues miren, todos estos que están hablando son 8 galileos, ¿verdad? Y sin embargo, ¿cómo es que oímos, cada uno de nosotros, nuestro propio lenguaje en que nacimos?

4. Cuando vayamos a usar las grabaciones en el ministerio, ¿qué preguntas podemos hacernos antes? 4 Pensando en su territorio, ¿sería bueno poner una muestra de una grabación para que la persona la escuche en su idioma? ¿Sabe de alguien que se beneficiaría de una publicación en audio que le

enviemos por correo electrónico? ¿Sería práctico descargar una publicación a un disco compacto y entregárselo, junto con la publicación impresa, a alguna persona que mostró interés? Cada libro completo, folleto, revista o tratado que entregamos en formato electrónico puede contarse en el informe de predicación. Las grabaciones de audio no solo están pensadas para que las usemos en nuestro estudio personal, sino también para plantar semillas de la verdad (1 Cor. 3:6). (1 Corintios 3:6) Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndo[lo] crecer; Usemos jw.org en el ministerio: “Preguntas sobre la Biblia” En jw.org, bajo “Enseñanzas bíblicas”, hay una sección llamada “Preguntas sobre la Biblia”. Conocer los temas que se analizan allí es muy útil en el ministerio, pues si alguien hace una pregunta que se trata en este apartado, podemos dirigirlo a nuestro sitio de Internet para mostrarle la respuesta. También podemos usar esas preguntas para iniciar conversaciones. Por ejemplo, podríamos elegir una que sea interesante para las personas del territorio, pedirles su opinión y después explicarles lo que dice la Biblia usando el argumento de jw.org. Luego podemos decirles que encontramos esa información en jw.org y mostrarles la página de Internet. Otra opción es dejarles que lean directamente la respuesta desde la página. La esposa de un superintendente viajante ha obtenido muy buenos resultados diciendo: “Mucha gente se pregunta si Dios es el culpable del sufrimiento. ¿Le gustaría saber la respuesta? Tomará menos de un minuto”. Entonces le pone el audio del artículo, que se ha descargado de jw.org en su teléfono, y al final le muestra el capítulo 11 del libro Enseña.

Canción 108 y oración

“Vean qué clase de amor nos ha dado el Padre.” (1 JUAN 3:1) CANCION 13 ¿QUÉ HA APRENDIDO? ¿Por qué les cuesta a algunas personas creer que Dios las quiere? ¿Qué ha hecho Jehová para que los humanos tengamos todo lo que necesitamos y qué verdades nos ha revelado? ¿Por qué son una muestra de que Jehová nos quiere los consejos y la disciplina que nos da? 1. a) ¿A qué nos sentimos motivados cuando leemos 1 Juan 3:1? b) ¿Por qué debemos meditar en el amor de Jehová? EN 1 Juan 3:1, el apóstol Juan nos invita a pensar en el gran amor que Jehová nos tiene. Con las palabras “vean qué clase de amor nos ha dado el Padre” estaba animando a los cristianos de su época a que meditaran en las diversas formas en que Jehová había demostrado su cariño. Si nosotros hacemos lo mismo, nos sentiremos más cerca de él y llegaremos a quererlo más. (1 Juan 3:1) 3 ¡Vean qué clase de amor nos ha dado el Padre, de modo que se nos llame hijos de Dios!; y eso somos. Por eso el mundo no tiene conocimiento de nosotros, porque no ha llegado a conocerlo a él.

CANCION 91 [Atalaya] [Inicio] Cómo nos demuestra su amor Jehová

2. ¿Por qué les cuesta a algunas personas creer que Dios las quiere? 2 A algunas personas les cuesta creer que Dios pueda querernos. Piensan que solo se encarga de poner normas y de castigar a quienes no las siguen. Como desde niños les han enseñado doctrinas falsas, dicen que Dios es cruel y que no tenemos motivos para amarlo. En el otro extremo están quienes opinan que

Dios nunca dejará de querernos, sin importar si lo que hacemos está bien o mal. Nosotros, en cambio, hemos aprendido en la Biblia que la cualidad principal de Jehová es el amor y que nos quiere tanto que ofreció a su Hijo para rescatarnos de la muerte y el pecado (Juan 3:16; 1 Juan 4:8). Aun así, nuestra crianza o las cosas que nos han pasado en la vida pueden hacernos dudar de su amor.

quiera. Puede que tengan profundas heridas emocionales porque sus padres los maltrataron. Pero Jehová es completamente diferente (Sal. 27:10). Él nos quiere de verdad; se preocupa mucho por nosotros, y eso nos acerca más a él (Sant. 4:8). En este artículo veremos cuatro pruebas del amor de Jehová, y en el siguiente, veremos cuatro maneras de demostrarle que nosotros también lo queremos.

(Juan 3:16) 16 ”Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.

(Salmos 27:10) 10 En caso de que mi propio padre y mi propia madre de veras me dejaran, aun Jehová mismo me acogería.

(1 Juan 4:8) 8 El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor.

(Santiago 4:8) 8 Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos.

3. Según la Biblia, ¿qué relación hay entre Jehová y los hombres? 3 Para entender el amor que Jehová nos tiene, primero debemos entender la relación que hay entre él y los hombres. La Biblia dice que Jehová es nuestro Creador (lea Salmo 100:3-5). Por eso, a Adán se le llama “hijo de Dios” (Luc. 3:38). Además, Jesús les dijo a sus discípulos que cuando oraran a Dios lo llamaran Padre (Mat. 6:9). Así que Jehová es nuestro Padre porque nos ha dado la vida, y nos quiere tal como un buen padre quiere a sus hijos. (Salmos 100:3-5) 3 Sepan que Jehová es Dios. Es él quien nos ha hecho, y no nosotros mismos. [Somos] su pueblo, y las ovejas de su apacentamiento. 4 Entren en sus puertas con acción de gracias, en sus patios con alabanza. Denle gracias, bendigan su nombre. 5 Porque Jehová es bueno; su bondad amorosa es hasta tiempo indefinido, y su fidelidad hasta generación tras generación. (Lucas 3:38) 38 [hijo] de Enós, [hijo] de Set, [hijo] de Adán, [hijo] de Dios. (Mateo 6:9) 9 ”Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ”‘Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado sea tu nombre. 4. a) ¿Qué diferencia hay entre Jehová y los padres humanos? b) ¿Qué veremos en este artículo y en el siguiente? 4 A algunas personas les cuesta entender esta comparación, pues no han tenido un padre que los

NOS DA LO QUE NECESITAMOS 5. ¿Qué les dijo el apóstol Pablo a los habitantes de Atenas? 5 Cuando el apóstol Pablo visitó Atenas, vio que la ciudad estaba llena de estatuas que representaban a los dioses griegos. Los atenienses creían que su vida dependía de aquellos dioses. Sin embargo, Pablo les habló del “Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él”. Les explicó que “él mismo da a toda persona vida y aliento y todas las cosas” y que “por él tenemos vida y nos movemos y existimos” (Hech. 17:24, 25, 28). Jehová nos quiere y nos da “todas las cosas” que necesitamos para vivir y disfrutar de la vida. Mencionemos algunas de ellas. (Hechos 17:24-25) 24 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas [que hay] en él, siendo, como es Este, Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos de manos, 25 ni es atendido por manos humanas como si necesitara algo, porque él mismo da a toda [persona] vida y aliento y todas las cosas. (Hechos 17:28) 28 Porque por él tenemos vida y nos movemos y existimos, aun como ciertos poetas de entre ustedes han dicho: ‘Porque también somos linaje de él’. 6. ¿Por qué decimos que la Tierra es una prueba del amor que Jehová nos tiene? (Vea la imagen del principio.)

6 Por ejemplo, piense en la Tierra. La Biblia dice que Jehová “la ha dado a los hijos de los hombres” (Sal. 115:15, 16). Los científicos han gastado muchísimo dinero tratando de encontrar planetas como el nuestro. Y aunque es cierto que han encontrado cientos de planetas, ninguno tiene las condiciones necesarias para sostener la vida. Al parecer, la Tierra es única. Imagínese lo que eso significa: de entre todos los planetas del universo, el nuestro es el único que Jehová creó para que fuera nuestro hogar: un lugar acogedor y hermoso (Is. 45:18). Esta es sin duda una prueba clara del amor de Dios (lea Job 38:4, 7 y Salmo 8:3-5). (Salmos 115:15-16) 15 Ustedes son los bendecidos por Jehová, el Hacedor del cielo y de la tierra. 16 En cuanto a los cielos, a Jehová pertenecen los cielos, pero la tierra la ha dado a los hijos de los hombres. (Isaías 45:18) 18 Porque esto es lo que ha dicho Jehová, el Creador de los cielos, Él, el Dios [verdadero], el Formador de la tierra y el Hacedor de ella, Él, Aquel que la estableció firmemente, que no la creó sencillamente para nada, que la formó aun para ser habitada: “Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. (Job 38:4) 4 ¿Dónde te hallabas tú cuando yo fundé la tierra? Infórma[me], si de veras conoces el entendimiento. (Job 38:7) 7 cuando las estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y todos los hijos de Dios empezaron a gritar en aplauso? (Salmos 8:3-5) 3 Cuando veo tus cielos, las obras de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has preparado, 4 ¿qué es el hombre mortal para que lo tengas presente, y el hijo del hombre terrestre para que cuides de él? 5 También procediste a hacerlo un poco menor que los que tienen parecido a Dios, y con gloria y esplendor entonces lo coronaste. 7. ¿Qué demuestra la manera como Jehová nos ha creado? 7 Jehová nos preparó un lugar maravilloso donde vivir. Pero además nos creó a su imagen y semejanza (Gén. 1:27). Esto significa que somos capaces de sentir su amor y de expresarle el nuestro, y eso nos hace felices, tal como hace feliz a un niño sentir el

cariño de sus padres. Además, Jesús dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual”, y esa necesidad se satisface cuando nos sentimos cerca de nuestro Padre celestial (Mat. 5:3). Como vemos, Jehová nos ama y lo demuestra dándonos “todas las cosas [...] para que disfrutemos de ellas”; tanto las cosas físicas como las espirituales (1 Tim. 6:17; Sal. 145:16). (Génesis 1:27) 27 Y Dios procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó. (Mateo 5:3) 3 “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos. (1 Timoteo 6:17) 17 A los que son ricos en el presente sistema de cosas da órdenes de que no sean altaneros, y de que cifren su esperanza, no en las riquezas inseguras, sino en Dios, que nos proporciona todas las cosas ricamente para que disfrutemos de ellas; (Salmos 145:16) 16 Estás abriendo tu mano y satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente. NOS ENSEÑA LA VERDAD 8. ¿Por qué deseamos que Jehová nos enseñe? 8 Los padres quieren a sus hijos y desean guiarlos por un buen camino. Pero muchos no lo consiguen, pues ellos mismos pasan por alto las normas de la Biblia. Como resultado, hay confusión y sufrimiento en la familia (Prov. 14:12). En cambio, Jehová sí sabe cómo guiar a sus hijos, pues es “el Dios de la verdad” (Sal. 31:5). Él ilumina nuestro camino. Nos guía en todo aspecto de nuestra vida y nos enseña cómo debemos adorarlo (lea Salmo 43:3). ¿Qué cosas nos ha enseñado? ¿Y por qué es eso otra prueba de su amor? Veamos. (Proverbios 14:12) 12 Existe un camino que es recto ante el hombre, pero los caminos de la muerte son su fin después. (Salmos 31:5) 5 En tu mano encomiendo mi espíritu. Me has redimido, oh Jehová el Dios de la verdad.

(Salmos 43:3) 3 Envía tu luz y tu verdad. Que estas mismas me guíen. Que me traigan a tu santa montaña y a tu magnífico tabernáculo. 9, 10. Para demostrarnos que nos quiere, a) ¿qué nos ha revelado Jehová sobre él mismo? b) ¿qué nos ha revelado sobre nosotros? 9 Para empezar, Jehová nos ha enseñado quién es él. Por ejemplo, nos ha dicho cómo se llama. De hecho, su nombre aparece más veces en la Biblia que cualquier otro nombre. También nos ha dado a conocer sus cualidades y su personalidad. El vasto universo nos deja ver su gran poder y sabiduría, y la Biblia nos muestra su justicia y sobre todo su infinito amor (Rom. 1:20). Aunque Jehová es sabio y poderoso, también es justo y cariñoso, lo cual hace más fácil que nos acerquemos a él (Sant. 4:8). (Romanos 1:20) 20 Porque las [cualidades] invisibles de él se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad, de modo que ellos son inexcusables; (Santiago 4:8) 8 Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos. 10 Jehová también nos ha revelado que somos parte de su familia, y desea que trabajemos en unidad con el resto de esa familia. Además, nos ha enseñado mediante la Biblia que no podemos ser independientes de él, que no tenemos derecho a decidir lo que está bien o mal. Pasar por alto esta realidad siempre tiene malas consecuencias (Jer. 10:23). Por eso es muy importante que aceptemos su autoridad, pues solo así podremos vivir en paz y armonía. ¡Cuánto debe amarnos nuestro Padre para habernos enseñado todas estas cosas!

11. ¿Qué promesa nos ha hecho Jehová que demuestra que nos quiere? 11 Los padres siempre viven preocupados por el futuro de sus hijos. Quieren que tengan una meta clara en la vida y que sean felices. Es una lástima, pero la mayoría de las personas no saben qué va a ser de su futuro o se pasan la vida luchando por cosas que en realidad no las hacen felices (Sal. 90:10). Pero nosotros sí tenemos un rumbo claro en la vida porque Jehová nos ha prometido un futuro maravilloso. Esta es otra prueba de lo mucho que nos quiere. (Salmos 90:10) 10 En sí mismos los días de nuestros años son setenta años; y si debido a poderío especial son ochenta años, sin embargo su insistencia está en penoso afán y cosas perjudiciales; porque tiene que pasar rápidamente, y volamos. NOS ACONSEJA Y NOS DISCIPLINA 12. ¿Cómo les demostró Jehová a Caín y a Baruc que los quería? 12 Cuando Jehová vio que Caín estaba a punto de tomar una mala decisión, le dijo: “¿Por qué estás enojado y te ves tan triste? Si tú haces lo bueno yo te aceptaré”. Luego le advirtió: “El pecado [...] te quiere dominar pero tú debes dominarlo a él” (Gén. 4:6, 7, La Palabra de Dios para Todos). Jehová le dio ese consejo justo en el momento preciso. Lamentablemente, Caín no supo aprovecharlo y tuvo que sufrir las consecuencias (Gén. 4:11-13). Jehová también aconsejó a Baruc, el secretario de Jeremías. Debido a su mala actitud, este siervo de Dios se sentía cansado y desanimado. Pero Jehová lo ayudó a entender por qué estaba en esa situación y le aconsejó que cambiara de actitud. A diferencia de

Caín, Baruc aceptó la guía, y eso le salvó la vida (Jer. 45:2-5).

porque Jehová censura al que ama, aun como lo hace un padre a un hijo en quien se complace.

(Génesis 4:11-13) 11 Y ahora se te maldice con destierro del suelo, que ha abierto su boca para recibir la sangre de tu hermano [derramada] por mano tuya. 12 Cuando cultives el suelo, no te devolverá su poder. Errante y fugitivo llegarás a ser en la tierra”. 13 Por lo cual Caín dijo a Jehová: “Mi castigo por el error es demasiado grande para llevarlo.

14. ¿Por qué decimos que la disciplina de Jehová es una muestra del gran cariño que nos tiene?

(Jeremías 45:2-5) 2 “Esto es lo que Jehová el Dios de Israel ha dicho respecto a ti, oh Baruc: 3 ‘Has dicho: “¡Ay de mí, ahora, porque Jehová ha añadido desconsuelo a mi dolor! Me he fatigado a causa de mi suspirar, y no he hallado lugar de descanso”’. 4 ”Esto es lo que debes decirle: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “¡Mira! Lo que he edificado lo estoy demoliendo, y lo que he plantado lo estoy desarraigando, aun todo el país mismo. 5 Pero en cuanto a ti, tú sigues buscando cosas grandes para ti. No sigas buscando”’. ”‘Porque, mira, voy a traer una calamidad sobre toda carne —es la expresión de Jehová—, y ciertamente te daré tu alma como despojo en todos los lugares adonde vayas’”. 13. ¿Por qué permitió Jehová que algunos de sus siervos pasaran por situaciones difíciles? 13 El apóstol Pablo escribió que Jehová “disciplina a quien ama; de hecho, azota a todo aquel a quien recibe como hijo” (Heb. 12:6). Dios nos corrige cuando lo necesitamos y en ocasiones nos enseña para que seamos mejores personas. La Biblia habla, por ejemplo, de las situaciones tan difíciles que vivieron siervos cómo José, Moisés y David. Además cuenta cómo los ayudó Jehová. Cuando estos siervos de Dios recibieron mayores responsabilidades, las cosas que habían aprendido les fueron muy útiles. Estos y otros emocionantes relatos nos ayudan a sentirnos más queridos por Jehová (lea Proverbios 3:11, 12). (Hebreos 12:6) 6 porque Jehová disciplina a quien ama; de hecho, azota a todo aquel a quien recibe como hijo”. (Proverbios 3:11-12) 11 La disciplina de Jehová, oh hijo mío, no rechaces; y no aborrezcas su censura, 12

14 Jehová sigue mostrándonos su amor aun cuando llegamos a cometer un error. Él nos promete que si aceptamos su disciplina y nos arrepentimos, nos perdonará “en gran manera” (Is. 55:7). David expresó la misma idea con estas hermosas palabras: “Está perdonando todo tu error, [...] está sanando todas tus dolencias, [...] está reclamando tu vida del hoyo mismo, [...] te está coronando con bondad amorosa y misericordias”. Luego añadió: “Tan lejos como está el naciente del poniente, así de lejos ha puesto de nosotros nuestras transgresiones” (Sal. 103:3, 4, 12). Aceptemos los consejos e incluso la disciplina de Jehová y recordemos que son una muestra del gran cariño que nos tiene (Sal. 30:5). (Isaías 55:7) 7 Deje el inicuo su camino, y el hombre dañino sus pensamientos; y regrese a Jehová, quien tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él perdonará en gran manera. (Salmos 103:3-4) 3 aquel que está perdonando todo tu error, que está sanando todas tus dolencias, 4 que está reclamando tu vida del hoyo mismo, que te está coronando con bondad amorosa y misericordias, (Salmos 103:12) 12 Tan lejos como está el naciente del poniente, así de lejos ha puesto de nosotros nuestras transgresiones. (Salmos 30:5) 5 porque estar bajo su cólera es por un momento, estar bajo su buena voluntad es por toda la vida. Al atardecer puede alojarse el llanto, pero a la mañana hay un clamor gozoso. NOS PROTEGE 15. ¿Qué ejemplo demuestra lo valiosos que somos para Jehová? 15 Una de las cosas más importantes para un padre es proteger a sus hijos, y lo mismo puede decirse de Jehová. El salmista dijo que él “está guardando las almas de los que le son leales” y que “de la mano de los inicuos los libra” (Sal. 97:10). Piense en el siguiente ejemplo. Los ojos son uno de los órganos

más valiosos que tenemos. Los valoramos tanto que hacemos cualquier cosa con tal de protegerlos. Pues bien, así de valiosos son para Jehová sus siervos (lea Zacarías 2:8). (Salmos 97:10) 10 Oh amadores de Jehová, odien lo que es malo. Él está guardando las almas de los que le son leales; de la mano de los inicuos los libra. (Zacarías 2:8) 8 Porque esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Siguiendo tras de [la] gloria él me ha enviado a las naciones que los despojaban con violencia; porque el que los toca a ustedes está tocando el globo de mi ojo. 16, 17. ¿Cómo ha protegido Jehová a sus siervos a lo largo de la historia? 16 A lo largo de la historia, Jehová ha usado a los ángeles para proteger a su pueblo (Sal. 91:11). En una ocasión, un ángel acabó con un ejército de 185.000 hombres y evitó que los asirios conquistaran la ciudad de Jerusalén (2 Rey. 19:35). Siglos más tarde, Pedro, Pablo y otros cristianos fueron rescatados de la prisión con ayuda de los ángeles (Hech. 5:18-20; 12:6-11). Hoy día, Jehová también protege a sus siervos. Hace poco, un país de África sufrió una guerra terrible. Fue un caos: hubo saqueos, violaciones y asesinatos. Aunque ninguno de nuestros hermanos murió, muchos perdieron sus pertenencias. Con todo, sentían que Jehová los había cuidado. Cuando se les preguntó cómo se encontraban, dijeron con una gran sonrisa: “¡Estamos bien, gracias a Jehová!”. (Salmos 91:11) 11 Porque él dará a sus propios ángeles un mandato acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos. (2 Reyes 19:35) 35 Y aconteció que en aquella noche el ángel de Jehová procedió a salir y a derribar a ciento ochenta y cinco mil [hombres] en el campamento de los asirios. Cuando unas personas se levantaron muy de mañana, pues, allí todos eran cadáveres muertos. (Hechos 5:18-20) 18 y echaron mano a los apóstoles y los pusieron en el lugar público de custodia. 19 Pero durante la noche el ángel de Jehová abrió las puertas de la prisión, los sacó y dijo: 20 “Váyanse, y,

puestos de pie en el templo, sigan hablando al pueblo todos los dichos acerca de esta vida”. (Hechos 12:6-11) 6 Entonces, cuando Herodes estaba a punto de presentarlo, aquella noche Pedro dormía sujetado con dos cadenas entre dos soldados, y guardas que estaban delante de la puerta guardaban la prisión. 7 Pero, ¡mira!, el ángel de Jehová estuvo de pie allí, y una luz resplandeció en la celda de la prisión. Dando un golpe a Pedro en el costado, lo despertó, y dijo: “¡Levántate pronto!”. Y las cadenas se le cayeron de las manos. 8 El ángel le dijo: “Cíñete y átate las sandalias”. Así lo hizo. Por último le dijo: “Ponte tu prenda de vestir exterior y ven siguiéndome”. 9 Y él salió e iba siguiéndolo, pero no sabía que era realidad lo que estaba aconteciendo mediante el ángel. De hecho, suponía que estaba viendo una visión. 10 Pasando por la primera guardia de centinelas, y por la segunda, llegaron a la puerta de hierro que conduce a la ciudad, y esta se les abrió por sí misma. Y después de salir, siguieron adelante por una calle, y en seguida el ángel se apartó de él. 11 Y Pedro, volviendo en sí, dijo: “Ahora sé realmente que Jehová envió su ángel y me libró de la mano de Herodes y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba”. 17 Es cierto que Jehová ha permitido que algunos de sus siervos mueran, tal como el fiel discípulo Esteban. Pero protege a su pueblo al advertirle sobre las trampas de Satanás (Efes. 6:10-12). Por ejemplo, usa la Biblia y las publicaciones bíblicas que produce su organización para advertirnos sobre peligros como el materialismo, el entretenimiento inmoral o violento y el uso indebido de internet. Como un buen padre, Jehová se preocupa por nosotros y nos protege. (Efesios 6:10-12) 10 Finalmente, sigan adquiriendo poder en [el] Señor y en la potencia de su fuerza. 11 Pónganse la armadura completa que proviene de Dios para que puedan estar firmes contra las maquinaciones del Diablo; 12 porque tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales. LO MEJOR QUE TENEMOS

18. ¿Cómo se siente usted al saber que Jehová lo ama? 18 Cuando Moisés recordó su larga vida de servicio a Dios, dijo: “Satisfácenos a la mañana con tu bondad amorosa, para que clamemos gozosamente y nos regocijemos durante todos nuestros días” (Sal. 90:14). Después de analizar algunas pruebas del amor de Dios, ¿verdad que nos sentimos igual de felices que Moisés? Sabemos que Jehová nos quiere y nos sentimos amados por él. Es todo un honor. Tal como dijo el apóstol Juan, decimos: “¡Vean qué clase de amor nos ha dado el Padre[!]” (1 Juan 3:1). (Salmos 90:14) 14 Satisfácenos a la mañana con tu bondad amorosa, para que clamemos gozosamente y nos regocijemos durante todos nuestros días. (1 Juan 3:1) 3 ¡Vean qué clase de amor nos ha dado el Padre, de modo que se nos llame hijos de Dios!; y eso somos. Por eso el mundo no tiene conocimiento de nosotros, porque no ha llegado a conocerlo a él.

En él gozaremos de gran felicidad, pues el mal y el dolor no serán más. 2. El aguerrido soldado del Señor afronta las pruebas con gozo y con valor. No deja que lo manche el mundo y jamás se desvía de su rumbo. (ESTRIBILLO) ¡Avancen sin desmayar, siervos de Jehová! Anuncien que pronto un paraíso habrá. En él gozaremos de gran felicidad, pues el mal y el dolor no serán más. 3. Con arrogancia, los hombres de maldad desprecian a Dios, su gobierno y su verdad. Nosotros su nombre portamos y su Reino orgullosos proclamamos. (ESTRIBILLO) ¡Avancen sin desmayar, siervos de Jehová!

Canción 17 ¡Avancen, Testigos! Vista alternativa del documento (Lucas 16:16)

Anuncien que pronto un paraíso habrá. En él gozaremos de gran felicidad, pues el mal y el dolor no serán más. (Véanse también Fili. 1:7; 2 Tim. 2:3, 4; Sant. 1:27.) volver

1. ¡Firmes avancen, testigos de Jehová! Defiendan con celo las nuevas de la paz.

Canción 35

El Diablo querrá silenciarlos,

Gratitud por la paciencia divina

no permitan que logre doblegarlos.

Vista alternativa del documento

(ESTRIBILLO)

(2 Pedro 3:15)

¡Avancen sin desmayar, siervos de Jehová! Anuncien que pronto un paraíso habrá.

1. Rey Soberano, mi Gran Señor,

de la justicia defensor,

¡Alaben a Dios por el Reino!

¡cuánto pesar has de sentir

¡Aclamen gozosos al Rey!

cuando a tus hijos ves sufrir!

¡Ovejas de Cristo, sigan tras él

Si has contenido tu gran furor,

y cumplan su dulce ley!

no es por tardanza, es por amor.

¡Alaben a Dios por el Reino!

Gracias te damos, oh Jehová,

Jesús gobernando ya está.

por tu paciencia y tu bondad.

Él ensalzará la gloria de Dios,

2. Mil años son a tu parecer

Su nombre enaltecerá.

tan solo un día, un ayer;

2. Cristianos ungidos por Dios

pronto tu juicio llegará,

componen la “novia” fiel;

la hora ya fijada está.

con Cristo estarán en los cielos

Tú le das tiempo al pecador

y harán de la Tierra un vergel.

para que ablande su corazón;

(ESTRIBILLO)

por eso, Dios de rectitud,

¡Alaben a Dios por el Reino!

a ti cantamos con gratitud.

¡Aclamen gozosos al Rey!

(Véanse también Luc. 15:7; 2 Ped. 3:8, 9.) volver

¡Ovejas de Cristo, sigan tras él y cumplan su dulce ley! ¡Alaben a Dios por el Reino!

Canción 108

Jesús gobernando ya está.

Alabemos a Jehová por su Reino

Él ensalzará la gloria de Dios,

Vista alternativa del documento

Su nombre enaltecerá.

(Revelación 21:2)

(Véanse también Pro. 29:4; Isa. 66:7, 8; Juan 10:4; Rev. 5:9, 10.) volver

1. Jehová coronó a Jesús, le dio toda autoridad; su trono se funda en justicia; al mundo dará libertad. (ESTRIBILLO)

Canción 91 Mi Amigo, mi Padre, mi Dios Vista alternativa del documento (Hebreos 6:10)

1. La vida es dura y cruel,

Canción 13

valle de lágrimas y dolor;

Acción de gracias

mas yo he vivido feliz

Vista alternativa del documento

sirviendo al Señor.

(Salmo 95:2)

(ESTRIBILLO) Mi Dios no es injusto

1. Gran Soberano, bendito Creador,

para olvidarse de mi obra fiel.

digno eres tú de alabanza y canción.

De mí no se separa,

Desde los cielos escuchas la voz

nunca solo me sentiré.

del que te ora con el corazón.

Jehová es mi esperanza,

Ante tus ojos mis faltas están,

mi fortaleza, mi salvación.

mas no por eso la espalda me das.

Siempre ha sido él mi Amigo,

Cristo su sangre por mí derramó;

mi Padre y Dios.

tú me compraste, soy tu posesión.

2. Mi juventud ya pasó,

2. ¡Oh, qué dichoso me siento al morar

los días malos llegaron ya;

bajo tu sombra de amor y de paz!

pero la fe que hay en mí

Haz que conozca tus sendas, Señor,

no se marchitará.

líbrame con tu verdad del error.

(ESTRIBILLO)

Tu fuerte brazo, ¿quién puede doblar?

Mi Dios no es injusto

Con él sostienes al débil mortal.

para olvidarse de mi obra fiel.

Tu santo Reino jamás pasará,

De mí no se separa,

tu voluntad en la Tierra se hará.

nunca solo me sentiré.

3. A todo el mundo le quiero contar

Jehová es mi esperanza,

las bendiciones que pronto traerás:

mi fortaleza, mi salvación.

bajo tu Reino no habrá ya dolor,

Siempre ha sido él mi Amigo,

ni muerte ni llanto ni más clamor.

mi Padre y Dios.

Todos los males Jesús quitará,

(Véase también Sal. 71:17, 18.) volver

la creación de placer saltará.

Gracias te doy con mi humilde oración por ser mi Padre, mi Rey y mi Dios. (Véanse también Sal. 65:2, 4, 11; Fili. 4:6.) volver

1 Crónicas 26 a 29 26 Para las divisiones de los porteros: De los coreítas, Meselemías hijo de Qoré de los hijos de Asaf. 2 Y Meselemías tuvo hijos: Zacarías el primogénito, Jediael el segundo, Zebadías el tercero, Jatniel el 3 cuarto, Elam el quinto, Jehohanán el sexto, Elieho-enai 4 el séptimo. Y Obed-edom tuvo hijos: Semaya el primogénito, Jehozabad el segundo, Joah el tercero, y 5 Sacar el cuarto y Netanel el quinto, Amiel el sexto, Isacar el séptimo, Peuletai el octavo; pues Dios lo había bendecido. 6

Y a Semaya su hijo le nacieron hijos que fueron gobernantes de la casa del padre de ellos, porque eran 7 hombres capacitados, poderosos. Los hijos de Semaya: Otní y Refael y Obed, Elzabad, cuyos hermanos eran hombres capacitados, Elihú y Semakías. 8 Todos estos fueron de los hijos de Obed-edom, ellos y sus hijos y sus hermanos, hombres capacitados con el poder para el servicio, sesenta y dos pertenecientes a 9 Obed-edom. Y Meselemías tuvo hijos y hermanos, 10 hombres capacitados, dieciocho. Y Hosá de los hijos de Merarí tuvo hijos. Simrí fue el cabeza, porque el caso es que no fue el primogénito, pero su padre lo nombró 11 como cabeza; Hilquías el segundo, Tebalías el tercero, Zacarías el cuarto. Todos los hijos y hermanos de Hosá fueron trece. 12

De estas divisiones de los porteros, los hombres a la cabeza tenían deberes exactamente como sus 13 hermanos, de ministrar en la casa de Jehová. Por lo tanto, echaron suertes para el pequeño lo mismo que para el grande por sus casas paternas, para las 14 diferentes puertas. Entonces la suerte al este cayó a Selemías. Para Zacarías su hijo, un consejero con discreción, echaron las suertes, y su suerte llegó a salir 15 al norte. Obed-edom tuvo la suya al sur, y sus hijos 16 tuvieron los almacenes. Supim y Hosá tuvieron la suya al oeste cerca de la Puerta Saléket junto a la calzada que sube, correspondiendo grupo de guardia 17 con grupo de guardia; al este había seis levitas; al norte por un día, cuatro; al sur por un día, cuatro; y para 18 los depósitos, de dos en dos; para la galería al oeste, 19 cuatro junto a la calzada, dos junto a la galería. Estas eran las divisiones de los porteros de los hijos de los coreítas y de los hijos de Merarí. 20

En cuanto a los levitas, Ahíya estaba sobre los tesoros de la casa del Dios [verdadero] y sobre los 21 tesoros de las cosas santificadas. Los hijos de Ladán, los hijos del guersonita que pertenecían a Ladán; los cabezas de las casas paternas pertenecientes a Ladán 22 el guersonita, Jehielí. Los hijos de Jehielí, Zetam y Joel su hermano, estaban sobre los tesoros de la casa

23

de Jehová. Para los amramitas, para los izharitas, 24 para los hebronitas, para los uzielitas, aun Sebuel hijo de Guersom hijo de Moisés era caudillo sobre los 25 depósitos. En cuanto a sus hermanos, de Eliezer estaba Rehabías su hijo y Jesayá su hijo y Joram su hijo 26 y Zicrí su hijo y Selomot su hijo. Este Selomot y sus hermanos estaban sobre todos los tesoros de las cosas santificadas, que David el rey, y los cabezas de las casas paternas, y los jefes de los millares y de las centenas, y los jefes del ejército habían santificado. 27 De las guerras y del despojo habían santificado [cosas] para el mantenimiento de la casa de Jehová. 28 Y también todo lo que Samuel el vidente y Saúl hijo de Quis y Abner hijo de Ner y Joab hijo de Zeruyá habían santificado. Lo que cualquiera santificaba estaba bajo el control de Selomit y sus hermanos. 29

De los izharitas, Kenanías y sus hijos estaban para el negocio exterior como oficiales y como jueces sobre Israel. 30

De los hebronitas, Hasabías y sus hermanos, hombres capacitados, mil setecientos, estaban sobre la administración de Israel en la región del Jordán al oeste para todo el trabajo de Jehová y para el servicio del rey. 31 De los hebronitas, Jeriya era el cabeza de los hebronitas por sus generaciones por antepasados. En el año cuarenta de la gobernación real de David se los buscó, y se logró hallar entre ellos hombres valientes, 32 poderosos, en Jazer de Galaad. Y los hermanos de aquel, hombres capacitados, fueron dos mil setecientos, cabezas de las casas paternas. De manera que David el rey los asignó sobre los rubenitas y los gaditas y la media tribu de los manasitas, para todo asunto del Dios [verdadero] y asunto del rey. 27 En cuanto a los hijos de Israel por su número, los cabezas de las casas paternas y los jefes de los millares y de las centenas y sus oficiales que ministraban al rey en todo asunto de las divisiones de los que entraban y que salían mes tras mes para todos los meses del año, cada división era de veinticuatro mil. 2

Sobre la primera división, del primer mes, estaba Jasobeam hijo de Zabdiel, y en su división había 3 veinticuatro mil. Algunos de los hijos de Pérez el cabeza de todos los jefes de los grupos de servicio eran 4 para el primer mes. Y sobre la división del segundo mes estaba Dodai el ahohíta con su división, y Miqlot era el caudillo, y en su división había veinticuatro mil. 5 El jefe del tercer grupo de servicio, para el tercer mes, era Benaya hijo de Jehoiadá el sacerdote principal, y en 6 su división había veinticuatro mil. Este Benaya era un hombre poderoso de los treinta y sobre los treinta; y 7 [sobre] su división estaba Amizabad su hijo. El cuarto, para el cuarto mes, era Asahel hermano de Joab, y Zebadías su hijo después de él, y en su división había 8 veinticuatro mil. El quinto jefe, para el quinto mes, era Samhut el izrahíta, y en su división había veinticuatro 9 mil. El sexto, para el sexto mes, era Irá hijo de Iqués el 10 teqoíta, y en su división había veinticuatro mil. El séptimo, para el séptimo mes, era Hélez el pelonita, de los hijos de Efraín, y en su división había veinticuatro 11 mil. El octavo, para el octavo mes, era Sibecai el

husatita, de los zerahítas, y en su división había 12 veinticuatro mil. El noveno, para el noveno mes, era Abí-ézer el anatotita, de los benjaminitas, y en su 13 división había veinticuatro mil. El décimo, para el décimo mes, era Maharai el netofatita, de los zerahítas, 14 y en su división había veinticuatro mil. El undécimo, para el undécimo mes, era Benaya el piratonita, de los hijos de Efraín, y en su división había veinticuatro mil. 15 El duodécimo, para el duodécimo mes, era Heldai el netofatita, de Otniel, y en su división había veinticuatro mil. 16

Y sobre las tribus de Israel, de los rubenitas, Eliezer hijo de Zicrí era caudillo; de los simeonitas, 17 Sefatías hijo de Maacá; de Leví, Hasabías hijo de 18 Quemuel; de Aarón, Sadoc; de Judá, Elihú, uno de los hermanos de David; de Isacar, Omrí hijo de Miguel; 19 de Zabulón, Ismayá hijo de Abdías; de Neftalí, Jerimot 20 hijo de Azriel; de los hijos de Efraín, Hosea hijo de Azazías; de la media tribu de Manasés, Joel hijo de 21 Pedaya; de la media tribu de Manasés en Galaad, Idó hijo de Zacarías; de Benjamín, Jaasiel hijo de Abner; 22 de Dan, Azarel hijo de Jeroham. Estos eran los príncipes de las tribus de Israel. 23

Y David no tomó el número de los de veinte años de edad para abajo, porque Jehová había prometido hacer que Israel fuera tantos como las estrellas de los 24 cielos. Joab hijo de Zeruyá había comenzado él mismo a tomar la cuenta, pero no acabó; y por esto llegó a haber indignación contra Israel, y el número no llegó a figurar en la relación de los asuntos de los días del rey David. 25

Y sobre los tesoros del rey estaba Azmávet hijo de Adiel. Y sobre los tesoros [que había] en el campo, en las ciudades y en las aldeas y en las torres estaba 26 Jonatán hijo de Uzías. Y sobre los que hacían el trabajo en el campo, para el cultivo del terreno, estaba 27 Ezrí hijo de Kelub. Y sobre las viñas estaba Simeí el ramatita; y sobre lo que estaba en las viñas para las 28 provisiones de vino estaba Zabdí el sifmita. Y sobre los olivares y los sicómoros que había en la Sefelá estaba Baal-hanán el guederita; y sobre las provisiones 29 de aceite estaba Joás. Y sobre las vacadas que estaban pastando en Sarón estaba Sitrai el saronita; y sobre las vacadas en las llanuras bajas estaba Safat hijo 30 de Adlai. Y sobre los camellos estaba Obil el ismaelita; y sobre las asnas estaba Jehdeyá el 31 meronotita. Y sobre los rebaños estaba Jaziz el hagrita. Todos estos eran los jefes de los bienes que pertenecían al rey David. 32

Y Jonatán, sobrino de David, era consejero, hombre de entendimiento, y también secretario; y Jehiel 33 hijo de Hacmoní estaba con los hijos del rey. Y Ahitofel era consejero del rey; y Husai el arkita era 34 compañero del rey. Y después de Ahitofel estaban Jehoiadá hijo de Benaya y Abiatar; y Joab era jefe del ejército del rey. 28 Y David procedió a congregar en Jerusalén a todos los príncipes de Israel, los príncipes de las tribus y los príncipes de las divisiones de los que ministraban al rey y los jefes de millares y los jefes de centenas y los

jefes de todos los bienes y del ganado del rey y de sus hijos, juntamente con los oficiales de la corte y los hombres poderosos, aun todo hombre valiente, 2 poderoso. Entonces David el rey se levantó y, puesto de pie, dijo: “Óiganme, mis hermanos y mi pueblo. En cuanto a mí, estaba junto a mi corazón el edificar una casa de descanso para el arca del pacto de Jehová y como banquillo de los pies de nuestro Dios, y había hecho 3 preparativos para construir. Y el Dios [verdadero] mismo me dijo: „Tú no edificarás una casa a mi nombre; porque hombre de guerras eres tú, y sangre has 4 vertido‟. Por consiguiente, Jehová el Dios de Israel me escogió de toda la casa de mi padre para que llegara a ser rey sobre Israel hasta tiempo indefinido; porque fue a Judá a quien él escogió por caudillo, y en la casa de Judá a la casa de mi padre, y entre los hijos de mi padre, a mí fue a quien él aprobó, para hacerme rey 5 sobre todo Israel; y de todos mis hijos (pues muchos son los hijos que Jehová me ha dado) él entonces escogió a Salomón mi hijo para que se sentara sobre el trono de la gobernación real de Jehová sobre Israel. 6

”Además, me dijo: „Salomón tu hijo es el que edificará mi casa y mis patios; porque lo he escogido por 7 hijo mío, y yo mismo llegaré a ser su padre. Y ciertamente estableceré su gobernación real firmemente hasta tiempo indefinido si él se mantiene vigorosamente resuelto a poner por obra mis mandamientos y mis 8 decisiones judiciales, como en este día‟. Y ahora, delante de los ojos de todo Israel, la congregación de Jehová, y en los oídos de nuestro Dios, pongan cuidado y busquen todos los mandamientos de Jehová su Dios, a fin de que posean la buena tierra y ciertamente la pasen como herencia a sus hijos después de ustedes hasta tiempo indefinido. 9

”Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre y sírvele con corazón completo y con alma deleitosa; porque todos los corazones Jehová los está escudriñando, y toda inclinación de los pensamientos la está discerniendo. Si tú lo buscas, él se dejará hallar de 10 ti; pero si lo dejas, él te desechará para siempre. Mira, ahora, porque Jehová mismo te ha escogido para edificar una casa como santuario. Sé animoso y actúa”. 11

Y David procedió a dar a Salomón su hijo el plano arquitectónico del pórtico y de sus casas y sus cuartos de almacenar y sus cámaras del techo y sus cuartos interiores oscuros y la casa de la cubierta propiciatoria; 12 hasta el plano arquitectónico de todo lo que había llegado a estar con él por inspiración para los patios de la casa de Jehová y para todos los comedores todo en derredor, para los tesoros de la casa del Dios [verdadero] y para los tesoros de las cosas santificadas; 13 y para las divisiones de los sacerdotes y de los levitas y para toda la obra del servicio de la casa de Jehová y para todos los utensilios del servicio de la casa de 14 Jehová; para el oro por peso, el oro para todos los utensilios para los diferentes servicios, para todos los utensilios de plata por peso, para todos los utensilios 15 para los diferentes servicios; y el peso para los candelabros de oro y sus lámparas de oro, por peso de

los diferentes candelabros y sus lámparas, y para los candelabros de plata por peso para el candelabro y sus lámparas conforme al servicio de los diferentes 16 candelabros; y el oro por peso para las mesas del pan en capas, para las diferentes mesas, y plata para las 17 mesas de plata; y los tenedores y los tazones y los cántaros de oro puro, y para las tazas de oro por peso para las diferentes tazas, y para las tazas de plata por 18 peso para las diferentes tazas; y para el altar del incienso oro refinado por peso, y para la representación del carro, a saber, los querubines de oro para tener extendidas [sus alas] y cubrir en forma protectora el arca 19 del pacto de Jehová. “Él dio perspicacia para la cosa entera por escrito, de la mano de Jehová sobre mí, aun para todas las obras del plano arquitectónico.” 20

Y David pasó a decir a Salomón su hijo: “Sé animoso y fuerte, y actúa. No tengas miedo ni te aterrorices, porque Jehová Dios, mi Dios, está contigo. No te desamparará ni te dejará hasta que quede terminada toda la obra del servicio de la casa de 21 Jehová. Y aquí están las divisiones de los sacerdotes y de los levitas para todo el servicio de la casa del Dios [verdadero]; y contigo en todo el trabajo está todo el que está bien dispuesto con habilidad para todo el servicio, y también los príncipes y todo el pueblo, para todas tus palabras”. 29 David el rey ahora dijo a toda la congregación: “Salomón mi hijo, el único [a quien] Dios ha escogido, es joven y delicado, pero la obra es grande; porque el 2 castillo no es para hombre, sino para Jehová Dios. Y conforme a todo mi poder he preparado para la casa de mi Dios el oro para la obra de oro, y la plata para la obra de plata, y el cobre para la obra de cobre, el hierro para la obra de hierro, y las maderas para la obra de madera; piedras de ónice, y piedras que han de encajarse con argamasa dura, y piedrecitas de mosaico, y toda piedra 3 preciosa, y piedras de alabastro en gran cantidad. Y puesto que me estoy complaciendo en la casa de mi Dios, todavía hay una propiedad especial mía, oro y plata; la doy en efecto a la casa de mi Dios además de 4 todo lo que he preparado para la casa santa: tres mil talentos de oro del oro de Ofir, y siete mil talentos de plata refinada, para revestir las paredes de las casas; 5 del oro para la obra de oro, y de la plata para la obra de plata y para toda la obra por la mano de los artífices. ¿Y quién hay que ofrezca voluntariamente llenar su mano hoy [con una dádiva] para Jehová?”. 6

Y los príncipes de las casas paternas y los príncipes de las tribus de Israel y los jefes de millares y de centenas y los jefes del negocio del rey procedieron 7 a ofrecer voluntariamente. Por consiguiente, dieron para el servicio de la casa del Dios [verdadero] oro que valía cinco mil talentos y diez mil dáricos, y plata que valía diez mil talentos, y cobre que valía dieciocho mil 8 talentos, y hierro que valía cien mil talentos. Y las piedras que hallaron en su poder cualesquiera personas las dieron al tesoro de la casa de Jehová bajo el control 9 de Jehiel el guersonita. Y el pueblo se entregó al regocijo por haber hecho ofrendas voluntarias, porque fue con corazón completo que hicieron ofrendas

voluntarias a Jehová; y aun David el rey mismo se regocijó con gran gozo. 10

En consecuencia, David bendijo a Jehová ante los ojos de toda la congregación, y David dijo: “Bendito seas, oh Jehová el Dios de Israel nuestro padre, desde 11 tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido. Tuya, oh Jehová, es la grandeza y el poderío y la hermosura y la excelencia y la dignidad; porque todo lo que hay en los cielos y en la tierra es [tuyo]. Tuyo es el reino, oh Jehová, Aquel que también te alzas como cabeza sobre 12 todo. Las riquezas y la gloria las hay debido a ti, y tú lo estás dominando todo; y en tu mano hay poder y potencia, y en tu mano hay [facultad] para hacer grande 13 y para dar fuerzas a todos. Y ahora, oh Dios nuestro, te damos las gracias y alabamos tu hermoso nombre. 14

”Y sin embargo, ¿quién soy yo y quién es mi pueblo, para que retengamos el poder para hacer ofrendas voluntarias de esta manera? Porque todo proviene de ti, y de tu propia mano te hemos dado. 15 Porque somos residentes forasteros delante de ti, y pobladores lo mismo que todos nuestros antepasados. Cual sombra son nuestros días sobre la tierra, y no hay 16 esperanza. Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificarte una casa para tu santo nombre, de tu mano es, y a ti todo 17 ello pertenece. Y bien sé yo, oh Dios mío, que tú eres examinador del corazón, y que es en la rectitud en lo que te complaces. Yo, por mi parte, en la probidad de mi corazón he ofrecido voluntariamente todas estas cosas, y ahora he tenido gozo en ver a tu pueblo que se halla 18 aquí ahora hacerte ofrendas voluntariamente. Oh Jehová el Dios de Abrahán, Isaac e Israel nuestros antepasados, mantén esto, sí, hasta tiempo indefinido como la inclinación de los pensamientos del corazón de 19 tu pueblo, y dirige su corazón a ti. Y da a Salomón mi hijo un corazón completo para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus disposiciones reglamentarias, y para que haga todo, y para que edifique el castillo para el cual yo he hecho los preparativos”. 20

Y David pasó a decir a toda la congregación: “Bendigan, ahora, a Jehová su Dios”. Y toda la congregación procedió a bendecir a Jehová el Dios de sus antepasados, y a inclinarse y postrarse ante Jehová 21 y ante el rey. Y continuaron sacrificando sacrificios a Jehová y ofreciendo ofrendas quemadas a Jehová el día siguiente a aquel día: mil toros jóvenes, mil carneros, mil corderos y sus libaciones, sí, sacrificios en gran número 22 para todo Israel. Y continuaron comiendo y bebiendo delante de Jehová aquel día con gran regocijo; y procedieron por segunda vez a hacer rey a Salomón hijo de David, y a ungírselo a Jehová por caudillo, y también 23 a Sadoc por sacerdote. Y Salomón empezó a sentarse sobre el trono de Jehová como rey en lugar de David su padre, y a hacerlo con éxito, y todos los 24 israelitas le fueron obedientes. En cuanto a todos los príncipes y los hombres poderosos y también todos los 25 hijos del rey David, se sometieron a Salomón el rey. Y Jehová continuó haciendo a Salomón sobresalientemente grande ante los ojos de todo Israel, y a poner sobre él tal dignidad real como la cual no

había llegado a haber una sobre ningún rey antes de él sobre Israel. 26

En cuanto a David hijo de Jesé, reinó sobre todo 27 Israel; y los días que él reinó sobre Israel fueron cuarenta años. En Hebrón reinó por siete años, y en 28 Jerusalén reinó por treinta y tres [años]. Y por fin murió en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria; y Salomón su hijo empezó a reinar en lugar de él. 29 En cuanto a los asuntos de David el rey, los primeros y los últimos, allí están escritos entre las palabras de Samuel el vidente y entre las palabras de Natán el profeta y entre las palabras de Gad el hombre de 30 visiones, junto con toda su gobernación real y su poderío y los tiempos que habían pasado sobre él y sobre Israel y sobre todos los reinos de las tierras. Volver