Semana del 22 al 28 de Junio 2015

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Semana del 22 al 28 de Junio 2015

[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]

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[Canción 67][E. Libro] [Inicio] [ 10 ][ 11 ][ 12 ][ 13 ][ 14 ][ 15 ][ 16 ][ 17 ] cl cap. 26 párrs.10-17 (30 min.) 10. ¿Por qué no debemos creer que conservaremos toda la vida la mancha de los pecados que nos ha perdonado Jehová? [ 10 ] [Textos] ¿Ha intentado usted sacar una mancha de una prenda de color claro? Es posible que, a pesar del empeño que pusiera, siguiera notándose. Pues bien, observe cómo describe Jehová su capacidad de perdonar: “Aunque los pecados de ustedes resulten ser como escarlata, se les hará blancos justamente como la nieve; aunque sean rojos como tela de carmesí, llegarán a ser aun como la lana” (Isaías 1:18). El “escarlata” era un rojo vivo, y el “carmesí”, el color intenso de ciertas telas teñidas (Nahúm 2:3).* Nota: Nunca lograremos eliminar la mancha del pecado con nuestros propios esfuerzos, pero Dios consigue que, por así decirlo, transgresiones escarlatas y carmesíes se vuelvan blancas como la nieve o la lana sin teñir. No debemos creer que perdurará toda la vida la mancha de los errores que nos ha perdonado. Nota: Un comentarista señala que el escarlata “era un color sólido, o inalterable, que no desteñían el rocío, la lluvia, el lavado ni el uso prolongado”.

11. ¿En qué sentido arroja Jehová tras sus espaldas nuestros pecados? [ 11 ] [Textos] En una conmovedora canción a Jehová, compuesta para agradecerle que lo hubiera librado de una enfermedad mortal, Ezequías señaló: “Has arrojado tras tus espaldas todos mis pecados” (Isaías 38:17). En esta imagen Dios aparece llevándose las faltas del arrepentido y arrojándolas tras de sí, donde ya no las verá ni reparará en ellas. De acuerdo con una obra especializada, esta es la idea que se quiere transmitir: “Has hecho que [mis pecados] sean como si no hubiesen ocurrido”. ¿Verdad que es reconfortante?

12. ¿Cómo indica el profeta Miqueas que cuando Jehová nos absuelve de los pecados los elimina definitivamente? [ 12 ] [Textos] El profeta Miqueas expresó en una promesa de restauración su convencimiento de que el Altísimo perdonaría al pueblo arrepentido: “¿Quién es un Dios como tú, [...] [que] pasa por alto la transgresión del resto de su herencia? [...] [Tú] arrojarás a las profundidades del mar todos sus pecados” (Miqueas 7:18, 19). Imaginemos el sentido de estas palabras para quienes vivían en tiempos bíblicos. ¿Había alguna posibilidad de recuperar lo que se lanzara “a las profundidades del mar”? No. Por

tanto, las palabras de Miqueas revelan que cuando Jehová nos absuelve de los pecados, los elimina definitivamente. 13. ¿Qué significan las palabras de Jesús: “Perdónanos nuestras deudas”? [ 13 ] [Textos] Jesús recurrió a la relación existente entre acreedores y deudores para ilustrar que Dios está inclinado al perdón, pues nos exhortó a orar: “Perdónanos nuestras deudas” (Mateo 6:12). De este modo, equiparó los pecados a obligaciones financieras (Lucas 11:4). En efecto, cuando pecamos, nos hacemos “deudores” de Jehová. Cierto léxico explica que el significado del verbo griego para “perdonar” es “dejar pasar un débito, o dispensarlo, al no exigir su pago”. Cuando Dios perdona, es como si cancelara lo que tendría que cargar en nuestra cuenta. Los arrepentidos pueden sentir alivio: una vez anulada la deuda, nunca se la reclamará (Salmo 32:1, 2). 14. ¿Qué imagen transmite la frase “sean borrados sus pecados”? [ 14 ] [Textos] El perdón de Jehová se representa también en Hechos 3:19: “Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse para que sean borrados sus pecados”. Las palabras en cursiva traducen un verbo griego que puede significar “quitar frotando”, “cancelar” o “aniquilar”. En opinión de algunos entendidos, transmite la imagen de borrar palabras escritas con tinta. ¿Cómo era posible borrar este líquido? Gracias a que se trataba por lo general de una mezcla de carbón, goma y agua, lo cual permitía despintar las letras con una esponja mojada si no había pasado mucho tiempo. De esta manera se ilustra bellamente la misericordia de Dios. Cuando él nos absuelve de un pecado, es como si lo eliminara pasándole la esponja. Jehová desea que sepamos que está “listo para perdonar”

debemos temer que más tarde vaya a tenerlos en cuenta. Así lo indica otra enseñanza bíblica sobre su gran misericordia: siempre que Jehová perdona, también olvida. “No me acordaré más de su pecado” 16, 17. ¿Qué significa la afirmación bíblica de que Jehová olvida nuestros pecados, y por qué respondemos de este modo? [ 16 ] [Textos] Jehová hizo esta promesa referente a los partícipes del nuevo pacto: “Perdonaré su error, y no me acordaré más de su pecado” (Jeremías 31:34). ¿Quiere decir esto que cuando él dispensa las faltas, las borra de su memoria? No, porque las Escrituras refieren los errores de muchas personas a quienes perdonó, como David (2 Samuel 11:1-17; 12:13). Es obvio que Dios sigue teniendo conciencia de ellos, y para beneficio nuestro, los ha dejado por escrito en su Palabra, señalando además que el arrepentido obtuvo la remisión de sus pecados (Romanos 15:4). Entonces, ¿qué significa la afirmación bíblica de que Jehová no se ‘acuerda’ de lo que perdonó? [ 17 ] [Textos] El verbo hebreo traducido “me acordaré” supone más que traer a la memoria el pasado. Como menciona la obra Theological Wordbook of the Old Testament, “conlleva además la idea de tomar la acción pertinente”. De modo que “acordarse” del pecado implica en esta acepción adoptar medidas contra los transgresores (Oseas 9:9). Por consiguiente, al decir Dios: “No me acordaré más de su pecado”, nos garantiza que cuando perdone sus faltas al arrepentido, no tomará luego represalias (Ezequiel 18:21, 22). Jehová olvida en el sentido de que no saca a colación en repetidas ocasiones el mismo error para acusarnos o castigarnos una y otra vez. ¿Verdad que es reconfortante saber que él perdona y olvida?

15. ¿Qué desea Jehová que sepamos con respecto a él? [ 15 ] [Textos] Al reflexionar en tales imágenes literarias, ¿no es obvio que Dios desea que sepamos que realmente está dispuesto a perdonarnos los pecados si nos ve arrepentidos de corazón? Y no

[E.M.T] [Inicio] [P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]

[P.S] Lectura de la Biblia: 1 Reyes 1 y 2 | Puntos Sobresalientes Respuestas a preguntas bíblicas: 1:5. ¿Por qué intentó Adonías apoderarse del trono cuando David aún estaba vivo? La Biblia no lo dice. Sin embargo, puesto que sus hermanos mayores, Amnón y Absalón, ya estaban muertos, y probablemente había muerto el otro hijo de David, Kileab, es razonable concluir que Adonías pensaba que tenía derecho al trono por ser el mayor de los hijos que le quedaban al rey (2 Samuel 3:2-4; 13:28, 29; 18:14-17). Ya que había obtenido el apoyo de Joab, el poderoso jefe del ejército, y de Abiatar, el influyente sumo sacerdote, es probable que Adonías se sintiera seguro de que lograría su objetivo. La Biblia no dice si él sabía que David planeaba darle el trono a Salomón; sin embargo, no invitó a Salomón ni a otros siervos leales a David a “un sacrificio” (1 Reyes 1:9, 10). Tal acción da a entender que consideraba a Salomón un rival. 1:49-53; 2:13-25. ¿Por qué mandó Salomón que se diera muerte a Adonías después que lo había perdonado? Cuando Adonías le pidió a Bat-seba que le solicitara al rey que le entregara a Abisag como esposa, ella no se dio cuenta del verdadero motivo por el que él lo hacía, pero Salomón sí lo percibió. Aunque David no había tenido relaciones sexuales con la bella Abisag, era considerada su concubina. Según la costumbre de aquellos días, ella solo podía pertenecer al heredero legal de David. Adonías tal vez pensó que si conseguía a Abisag como esposa, podría hacer otro intento de apoderarse de la corona. Salomón interpretó la petición de Adonías como una manifestación de su ambición de conseguir el trono y, por eso, retiró el perdón.

18

Y ahora, ¡mira!, Adonías mismo ha llegado a ser rey, y 19 ahora mi señor el rey mismo no sabe nada de ello. Así que sacrificó toros y [animales] cebados y ovejas en gran cantidad e invitó a todos los hijos del rey y a Abiatar el sacerdote y a Joab el jefe del ejército; pero a 20 Salomón tu siervo no lo ha invitado. Y tú mi señor el rey... los ojos de todo Israel están sobre ti, para que les informes quién va a sentarse sobre el trono de mi señor 21 el rey después de él. Y ciertamente sucederá que en cuanto mi señor el rey yazca con sus antepasados, yo misma y también mi hijo Salomón ciertamente llegaremos a ser ofensores”. 22

Y, ¡mire!, mientras todavía estaba ella hablando 23 con el rey, Natán el profeta mismo entró. En seguida se lo informaron al rey, diciendo: “¡Aquí está Natán el profeta!”. Después de eso, él entró delante del rey y se 24 postró ante el rey, rostro a tierra. Entonces dijo Natán: “Mi señor el rey, ¿dijiste tú mismo: „Adonías es el que llegará a ser rey después de mí, y él es el que se 25 sentará sobre mi trono‟? Porque hoy ha bajado para sacrificar toros y [animales] cebados y ovejas en gran cantidad, y para invitar a todos los hijos del rey y a los jefes del ejército y a Abiatar el sacerdote; y allí están comiendo y bebiendo delante de él, y siguen diciendo: 26 „¡Viva el rey Adonías!‟. Pero en cuanto a mí tu siervo, a mí y a Sadoc el sacerdote y a Benaya el hijo de 27 Jehoiadá y a Salomón tu siervo, no nos ha invitado. Si es de parte de mi señor el rey que se ha efectuado esta cosa, entonces no has hecho saber a tu siervo quién debe sentarse sobre el trono de mi señor el rey después de él”.

[Nº2] Núm. 2: Por qué son felices los verdaderos cristianos (igw pág. 23) (5 min.)

Lecciones para nosotros: 2:26, 27, 35. Siempre se cumple lo que Jehová predice. El que se removiera de su puesto a Abiatar, un descendiente de Elí, cumplió “la palabra de Jehová que él había hablado contra la casa de Elí”. El reemplazo de Abiatar por Sadoc, de la línea de Finehás, cumplió lo que dice Números 25:10-13 (Éxodo 6:25; 1 Samuel 2:31; 3:12; 1 Crónicas 24:3). 2:37, 41-46. ¡Qué peligroso es pensar que podemos desobedecer la ley de Dios y salirnos con la nuestra! Quienes se desvían deliberadamente del „camino estrecho que conduce a la vida‟ sufrirán las consecuencias de tal decisión imprudente (Mateo 7:14).

[Nº1] Núm. 1: 1 Reyes 1:15-27 (3 min. o menos) 15

Por consiguiente, Bat-seba entró a donde el rey en el cuarto interior, y el rey se hallaba muy viejo, y Abisag, 16 la sunamita, estaba atendiendo al rey. Entonces Batseba se inclinó y se postró ante el rey, por lo cual el rey 17 dijo: “¿Qué tienes [que pedir]?”. Ante esto, ella le dijo: “Señor mío, tú fuiste quien juró por Jehová tu Dios a tu esclava: „Salomón tu hijo es el que llegará a ser rey después de mí, y él es el que se sentará sobre mi trono‟.

“Hasta cuando uno tiene en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee.” (Lucas 12:15) “Teniendo, pues, sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas cosas.” (1 Timoteo 6:8) “Hay más felicidad en dar que en recibir.” (Hechos 20:35)

[Nº3] Núm. 3: Caleb (núm. 2). Tema: Jehová da fuerzas a los que le obedecen sin reservas (it-1 págs. 390, 391) (5 min.) CALEB 2. Hijo de Jefuné el quenizita, de la tribu de Judá, tío de Otniel y posiblemente descendiente del núm. 1. (Nú 32:12; Jos 15:17; 1Cr 4:13, 15; véase OTNIEL.) A la edad de cuarenta años, Caleb formó parte del grupo de doce espías que envió Moisés a la tierra de Canaán en una inspección de cuarenta días. Al regresar, él y Josué se enfrentaron a la oposición de todos los demás debido a su informe favorable: “Subamos directamente, y de seguro tomaremos posesión de ella”. (Nú 13:6, 30; 14:69.) Debido a que había „seguido plenamente a Jehová su Dios‟, fue el único de aquella generación adulta, además de Josué y algunos levitas, que entró en la Tierra Prometida en el año 1473 a. E.C. Seis años más tarde, cuando tenía ochenta y cinco años, dijo: “Ahora sucede que Jehová me ha conservado vivo, tal como prometió, estos cuarenta y cinco años desde que Jehová hizo esta promesa a Moisés cuando Israel andaba en el desierto, y ahora me veo aquí hoy con ochenta y cinco años de edad. Sin embargo, hoy me hallo tan fuerte como el día en que Moisés me envió. Como era mi poder entonces, así es mi poder ahora para la guerra, tanto para salir como para entrar”. (Jos 14:6-11.) La ciudad de Hebrón (la fortaleza llamada Quiryatarbá, que estaba en posesión de los gigantes anaquim) y el territorio de alrededor, que incluía la cercana Debir, se asignaron a Caleb como posesión. Cuando en 1 Samuel 30:13, 14 se dice que los amalequitas hicieron una incursión “sobre el sur de Caleb”, no parece que se refiera a una ciudad que tuviese este nombre, sino, más bien, a esta región que se había asignado a Caleb y que se llamaba por su nombre; de modo que la incursión fue „sobre el sur del territorio de Caleb‟. Cuando recibió esta posesión, Caleb dijo: “Al que hiera a Quiryat-séfer [también llamada Debir] y de veras la tome, ciertamente le daré mi hija Acsá por esposa”. Su sobrino Otniel (primer juez de Israel después de la muerte de Josué) tomó la ciudad y obtuvo la recompensa. Luego, en respuesta a la petición de su hija, le dio a ella como regalo de boda Gulot Alto y Gulot Bajo, además del “terreno del sur”. (Jos 15:13-19; Jue 1:11-15; 3:9-11.) Acsá figura como hija de “Caleb el hermano de Jerahmeel” (núm. 1), que vivió más o menos un siglo y medio antes que el “Caleb hijo de Jefuné”. (1Cr 2:42, 49.) Algunos comentaristas dicen que solo hubo un Caleb, pero el dilatado lapso de tiempo que separa a Hezrón, nieto de Judá, del asentamiento en Canaán excluye esta posibilidad. Otros dicen que ambos personajes llamados Caleb tuvieron hijas del mismo nombre. Sin embargo, solo se menciona a las mujeres en las genealogías cuando desempeñaron un papel

importante en la historia del pueblo de Dios, y como solo hubo una Acsá famosa, tuvo que ser la hija del segundo Caleb, el hijo de Jefuné. Otros comentaristas creen que lo que se dice de Acsá en este versículo (1Cr 2:49) es una adición de un escriba colocada fuera de lugar, pero no disponen del apoyo de ninguna autoridad textual. Es más razonable pensar que el escritor original incluyó intencionada y súbitamente la noticia en el versículo 49 con un propósito especial, usando el término “hija” en su sentido más amplio de descendiente para llamar la atención al hecho de que Acsá no solo era la hija del Caleb hijo de Jefuné, sino también una descendiente directa del Caleb hijo de Hezrón.

[R. Servicio] [Inicio]

Reunión de Servicio

Tema del mes: “Recuerda los días de la antigüedad” (Deuteronomio 32:7). Canción 75

15 min. ¿Qué hemos logrado? Análisis con el auditorio a cargo del secretario. Mencione lo que se logró durante la temporada de la Conmemoración y felicite a la congregación. Pida a los presentes que relaten experiencias animadoras que hayan tenido al distribuir las invitaciones para la Conmemoración.

15 min. Tengo agarrada tu mano (Is. 41:13). Entreviste a uno o dos publicadores que hayan servido a Jehová durante muchos años. Pregúnteles cómo los ha ayudado Jehová a superar los desafíos al servirle. (Isaías 41:13) Porque yo, Jehová tu Dios, tengo agarrada tu diestra, Aquel que te dice: „No tengas miedo. Yo mismo ciertamente te ayudaré‟.

Canción 107 y oración

Canción 106 [Atalaya] [Inicio] [ 1 ][ 2 ][ 3 ][ 4 ][ 5 ][ 6 ][ 7 ][ 8 ][ 9 ][ 10 ][ 11 ][ 12 ][ 13 ][ 14 ][ 15 ][ 16 ][ 17 ][ 18 ] No deje de confiar en Jehová

de mí y me infundió poder”. Así es, Jehová, mediante el Señor Jesús, le había dado las fuerzas que necesitaba. ¿Y de qué le sirvió esa ayuda? Él respondió: “Fui librado de la boca del león” (2 Tim. 4:16, 17).*Nota: Nota: No sabemos si Pablo estaba hablando de la boca de un león literal o si se refería a alguna otra situación peligrosa.

[ 3 ] [Textos] A Pablo debe haberlo animado mucho recordar la protección que le había dado Jehová en aquella primera ocasión. De modo que confiaba en que le daría las fuerzas para superar esta nueva dificultad y cualquier otra que se presentara en el futuro. Por ello pudo decir: “El Señor me librará de toda obra [mala]” (2 Tim. 4:18). El apóstol sabía por experiencia que incluso cuando los demás no pueden apoyarnos, Jehová y Jesús están a nuestro lado. “Confía en él a todo tiempo, oh pueblo.” (SAL. 62:8) Canción 49 ¿SABE LA RESPUESTA? ¿Por qué Jehová no responde enseguida todas nuestras oraciones? ¿Por qué nos consuela la promesa de 1 Corintios 10:13? ¿Qué debemos hacer para aumentar nuestra confianza en Jehová? 1-3. ¿Qué ayudó a Pablo a confiar en Jehová? (Vea la ilustración del principio.) [ 1 ] [Textos] LOS cristianos del siglo primero están viviendo una época muy peligrosa en Roma. Se les ha culpado del incendio que ha sufrido la ciudad en el año 64 y se les acusa de odiar a la gente. En cualquier momento podrían arrestarlos y torturarlos. De hecho, algunos de ellos ya han sido despedazados por animales. A otros los han clavado a maderos, los han quemado vivos y los han usado como antorchas humanas para alumbrar la ciudad durante la noche. [ 2 ] [Textos] Fue en esta época tan terrible cuando el apóstol Pablo estuvo encarcelado en Roma por segunda vez. ¿Irían los hermanos en su auxilio? Es probable que tuviera sus dudas, pues ya había sido encarcelado antes y lo habían dejado solo. Él mismo le escribió a Timoteo: “En mi primera defensa nadie vino a mi lado”. A pesar de todo, reconoció que no se había quedado sin ayuda. Dijo: “El Señor estuvo cerca

OPORTUNIDADES PARA CONFIAR EN JEHOVÁ 4, 5. a) ¿Quién está siempre ahí para ayudarnos? b) ¿Qué podemos hacer para fortalecer nuestra amistad con Jehová? [ 4 ] [Textos] ¿Alguna vez ha sentido que tiene que hacer frente a los problemas solo? Quizás perdió su empleo o tuvo un problema de salud. O tal vez eres un joven que ha sufrido presiones en la escuela. Es posible que en esos momentos difíciles pidiéramos ayuda a alguien y ese alguien no nos diera el apoyo que tanto necesitábamos. Por otro lado, hay problemas que ningún ser humano es capaz de resolver. ¿Qué podemos hacer entonces? La Biblia nos aconseja: “Confía en Jehová” (Prov. 3:5, 6). ¿Es realista este consejo? ¡Claro que sí! El apoyo que nos da Dios es muy real, como lo demuestran muchas historias de la Biblia. [ 5 ] [Textos] Por eso, si no recibe la ayuda que esperaba, no se amargue. Vea las situaciones angustiosas como las veía Pablo: como oportunidades para confiar en Jehová y recibir sus tiernos cuidados. ¿Cuál será el resultado? Su amistad con él se fortalecerá. LOS AMIGOS DE DIOS DEBEN CONFIAR EN ÉL

6. ¿Por qué es más difícil confiar en Jehová cuando estamos agobiados por un problema?

[ 6 ] [Textos] Cuando estamos agobiados por un problema, debemos confiar en que, si hacemos todo lo que está en nuestra mano y oramos a Jehová pidiéndole su ayuda, él nos responderá (lea Salmo 62:8 y 1 Pedro 5:7). De hecho, no podemos ser sus amigos si no confiamos en él. Hay que reconocer, sin embargo, que a veces eso no es fácil. ¿Por qué? Entre otras razones, porque Dios no siempre contesta las oraciones inmediatamente (Sal. 13:1, 2; 74:10; 89:46; 90:13; Hab. 1:2). 7. ¿Por qué Jehová no responde enseguida todas nuestras oraciones? [ 7 ] [Textos] Pero ¿por qué Jehová no responde enseguida todas nuestras oraciones? Recordemos que en la Biblia se compara la relación que tenemos con él a la de un niño con su padre (Sal. 103:13). El niño no puede esperar que el padre le conceda de inmediato todo lo que le pide. A veces, puede que se trate de un deseo pasajero. En otros casos, el padre decide esperar al momento más adecuado. También podría ser que el niño pidiera algo que no le conviene o que pudiera afectar a otras personas. Es más, si el padre le concediera todas sus peticiones, terminaría convirtiéndose en su esclavo. De forma parecida, puede que Jehová decida esperar antes de contestar nuestras oraciones porque entiende que eso es lo mejor para nosotros. Él tiene derecho a hacerlo, pues es nuestro Creador, nuestro Amo y nuestro Padre. Pero también es sabio y nos quiere, por eso podemos confiar en él. Por otro lado, no debemos olvidar que somos nosotros quienes servimos a Dios, no al revés (compare con Isaías 29:16; 45:9).

8. ¿Qué nos asegura Jehová?

[ 9 ] [Textos] No se desespere si ve que la ayuda de Jehová no llega de inmediato. Recuerde que él desea venir en nuestro auxilio, pero espera con paciencia el mejor momento para darnos lo que necesitamos. Es como dice Isaías 30:18: “El Señor espera el momento de apiadarse, se pone en pie para compadecerse; porque el Señor es un Dios de la justicia: dichosos los que esperan en él” (Sagrada Biblia, de la Conferencia Episcopal Española). “LA BOCA DEL LEÓN” 10-12. a) ¿Qué circunstancias difíciles podría atravesar un cristiano que está cuidando a un familiar enfermo? b) Si confiamos en Jehová en los momentos difíciles, ¿qué le pasará a nuestra amistad con él? Ponga un ejemplo. [ 10 ] [Textos] Si está pasando por un problema grave, tal vez se sienta como Pablo: dentro de la boca de un león o muy, muy cerca. En esos momentos puede resultar difícil confiar en Jehová, pero es más necesario que nunca. Imagínese por ejemplo que está cuidando a un familiar que lleva mucho tiempo enfermo. Usted está haciendo todo lo posible por salir adelante, y le ha pedido a Dios que le dé aguante y lo ayude a tomar buenas decisiones.*Nota: Jehová le asegura que ve con sus propios ojos lo que le está pasando y que le dará todo lo que necesita para aguantar y seguir fiel (Sal. 32:8). ¿No lo tranquiliza saber eso? Nota: Contamos con muchos artículos pensados para ayudarnos a resistir cuando pasamos por una enfermedad o tenemos que cuidar a algún familiar enfermo. Vea las revistas ¡Despertad! del 8 de febrero de 1994, 8 de febrero de 1997, 22 de mayo de 2000 y 22 de enero de 2001.

[ 8 ] [Textos] Otro factor que hay que tomar en cuenta es que Jehová conoce a la perfección nuestras limitaciones (Sal. 103:14). Él no espera que salgamos adelante solo con nuestras propias fuerzas; es nuestro Padre y nos ofrece su ayuda. Claro, habrá veces que sintamos que ya no podemos más. Pero Jehová nos asegura que si el problema es tan grande que no podemos soportarlo, nos dará una salida (lea 1 Corintios 10:13). Él sabe lo que podemos y lo que no podemos aguantar. Confiemos en él.

[ 11 ] [Textos] ¿Y si parece que Jehová no lo está ayudando? Quizás los médicos no se ponen de acuerdo sobre cuál es el mejor tratamiento. O tal vez sus familiares no le están dando el apoyo que espera, sino que están complicando la situación. Si es así, no se rinda. Siga confiando en Jehová; siga pidiéndole fuerzas; siga acercándose a él (lea 1 Samuel 30:3, 6). Cuando llegue la ayuda que tanto necesita, sentirá cómo se fortalece su amistad con Dios.

9. ¿Qué debemos hacer si la ayuda de Jehová no llega de inmediato?

[ 12 ] [Textos] Así es como se sintió Linda, quien cuidó a sus padres hasta que murieron.*Nota: “Durante aquellos años hubo muchas ocasiones en las

que ni mi esposo ni mi hermano ni yo sabíamos qué hacer —recuerda—. A veces nos sentíamos desamparados. Pero ahora que la situación ha pasado, vemos con más claridad cómo nos sostuvo Jehová todo ese tiempo. Nos fortaleció y nos dio justo lo que nos hacía falta, aun cuando parecía que estábamos en un callejón sin salida.” Nota: Se han cambiado los nombres.

13. ¿Cómo ayudó a Rosa confiar en Jehová? [ 13 ] [Textos] Confiar sin reservas en Jehová nos ayuda, sobre todo si sufrimos una desgracia tras otra. Así lo muestra el caso de Rosa. Justo cuando su esposo, que no era testigo de Jehová, inició los trámites de divorcio, al hermano de Rosa le diagnosticaron una enfermedad muy grave llamada lupus y unos meses después falleció su esposa. Cuando Rosa comenzó a recuperarse de aquellos duros golpes, se hizo precursora regular, pero al poco tiempo murió su madre. ¿Cómo logró sobrellevar tanta angustia? Ella explica: “Oraba todos los días y buscaba la guía de Jehová hasta en las decisiones más pequeñas. Eso hizo que se volviera aún más real para mí. Aprendí a apoyarme en él, más bien que en mí misma o en los demás. Y Jehová me ayudó muchísimo. Me dio todo lo que necesitaba. Me llevó de la mano”.

[ 14 ] [Textos] Ahora suponga que expulsan a un familiar suyo. Usted sabe lo que la Biblia dice sobre el trato que debemos dar a los que han sido expulsados (1 Cor. 5:11; 2 Juan 10). Pero como quiere a su familiar, puede que le parezca muy difícil, o hasta imposible, obedecer a Jehová.*Nota: ¿Qué hará? ¿Confiará en que él le dará las fuerzas para serle fiel? ¿Verá esta situación como una oportunidad para hacerse mejor amigo de él? Nota: Vea el artículo “La expulsión: una muestra de amor” en esta misma revista.

15. ¿Por qué desobedeció Adán a Jehová? [ 15 ] [Textos] Recuerde lo que le ocurrió a Adán. ¿Cree que en algún momento pensó que podía desobedecer a Dios y salirse con la suya? Seguro que no. La Biblia dice que “Adán no fue engañado” (1 Tim. 2:14). Entonces, ¿por qué comió del fruto que le ofreció Eva? Porque la amaba. Por eso decidió escucharla a ella más bien que a Jehová (Gén. 3:6, 17). 16. ¿A quién debemos amar más, y por qué? [ 16 ] [Textos] ¿Significa eso que está mal querer a nuestros familiares? Claro que no. Lo que significa es que debemos querer más a Jehová (lea Mateo 22:37, 38). De hecho, amarlo a él más que a nadie es la mejor manera de ayudar a nuestros familiares, sirvan o no a Dios. Así que fortalezca su amor por él. Y si está preocupado por la conducta de su familiar expulsado, dígaselo a Jehová, desahóguese con él (Rom. 12:12; Filip. 4:6, 7).*Nota: Convierta esa situación dolorosa en una oportunidad para acercarse más a Dios. Y recuerde: obedecer siempre es la mejor opción. Nota: Se han publicado varios artículos que pueden ayudarnos cuando un familiar abandona a Jehová. Vea La Atalaya del 1 de septiembre de 2006, páginas 17 a 21 y del 15 de enero de 2007, páginas 17 a 20.

QUÉ HACER MIENTRAS ESPERAMOS Algunas situaciones familiares pudieran poner a prueba nuestra amistad con Jehová (Vea los párrafos 14 a 16)

14. ¿En qué debe confiar el cristiano cuando expulsan a un familiar?

17. ¿Qué hará Jehová por nosotros si nos mantenemos ocupados predicando? [ 17 ] [Textos] ¿Por qué libró Jehová a Pablo de “la boca del león”? Él mismo dijo: “Para que por medio de mí la predicación se efectuara plenamente y todas las naciones la oyeran” (2 Tim. 4:17). Jehová nos ha mandado predicar “las buenas nuevas” y nos

considera sus “colaboradores” (1 Tes. 2:4; 1 Cor. 3:9). Él nos asegura que si nos mantenemos ocupados en esa labor, se encargará de que no nos falte nada (Mat. 6:33). Confiemos en su promesa y hagamos todo lo posible en la predicación. Eso contribuirá a que estemos tranquilos mientras llega su ayuda.

(Nahúm 2:3) El escudo de sus hombres poderosos está teñido de rojo; [sus] hombres de energía vital están vestidos en tela de carmesí. Con el fuego de [guarniciones] de hierro está el carro de guerra en el día de su aprestarse, y las [lanzas] de enebro han sido sacudidas.

Párrafo 11 (Isaías 38:17) ¡Mira! Por paz tuve lo que era amargo, sí, amargo; y tú mismo te has apegado a mi alma [y la has guardado] del hoyo de la desintegración. Porque has arrojado tras tus espaldas todos mis pecados.

Párrafo 12 (Isaías 38:17) ¡Mira! Por paz tuve lo que era amargo, sí, amargo; y tú mismo te has apegado a mi alma [y la has guardado] del hoyo de la desintegración. Porque has arrojado tras tus espaldas todos mis pecados.

Párrafo 13 Demuestre que confía en Jehová manteniéndose ocupado en la predicación (Vea el párrafo 17) 18. ¿Qué debemos hacer para aumentar nuestra confianza en Jehová? [ 18 ] [Textos] Aproveche el tiempo que tiene ahora para fortalecer su amistad con Jehová y aumentar su confianza en él. Si alguna situación lo angustia, véala como una oportunidad de acercarse más a Dios. Lea, estudie y medite en su Palabra, ore siempre —no se canse de hacerlo— y manténgase muy ocupado en actividades espirituales. No deje de confiar en Jehová; él lo ayudará a soportar las dificultades actuales y las que vendrán en el futuro.

(Mateo 6:12) y perdónanos nuestras deudas, como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores. (Lucas 11:4) Y perdónanos nuestros pecados, porque nosotros mismos también perdonamos a todo el que nos debe; y no nos metas en tentación‟”. (Salmo 32:1, 2) Feliz es aquel cuya sublevación le es 2 perdonada, cuyo pecado le es cubierto. Feliz es el hombre en cuya cuenta Jehová no imputa error, y en cuyo espíritu no hay engaño.

Párrafo 14 (Hechos 3:19) ”Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová

Párrafo 15

Párrafo 16 Textos del Libro Párrafo 10 (Isaías 1:18) “Vengan, pues, y enderecemos los asuntos entre nosotros —dice Jehová—. Aunque los pecados de ustedes resulten ser como escarlata, se les hará blancos justamente como la nieve; aunque sean rojos como tela de carmesí, llegarán a ser aun como la lana.

(Jeremías 31:34) “Y ya no enseñarán cada uno a su compañero y cada uno a su hermano, diciendo: „¡Conozcan a Jehová!‟, porque todos ellos me conocerán, desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellos —es la expresión de Jehová—. Porque perdonaré su error, y no me acordaré más de su pecado.” (2 Samuel 11:1-17) Y a la vuelta del año, al tiempo en que suelen salir los reyes a campaña, aconteció que

David procedió a enviar a Joab y a sus siervos con él, y a todo Israel, para que arruinaran a los hijos de Ammón y sitiaran a Rabá, mientras David moraba en Jerusalén. 2 Y al tiempo del atardecer aconteció que David procedió a levantarse de su cama y a pasearse sobre la azotea de la casa del rey; y desde la azotea alcanzó a ver a una mujer que estaba bañándose, y la mujer era de muy 3 buena apariencia. Entonces envió David y preguntó acerca de la mujer, y alguien dijo: “¿No es esta Bat-seba 4 hija de Eliam la esposa de Urías el hitita?”. Después de aquello David envió mensajeros para poder tomarla. De modo que ella entró a donde él, y él se acostó con ella, mientras ella estaba santificándose de su inmundicia. 5 Más tarde ella regresó a su casa. Y la mujer quedó encinta. Por lo tanto ella envió e informó a David y dijo: 6 “Estoy encinta”. Por lo cual David envió [mensaje] a Joab, diciendo: “Envíame a Urías el hitita”. De modo que 7 Joab envió a Urías a donde David. Cuando Urías vino a él, David empezó a preguntar cómo le iba a Joab y 8 cómo le iba a la gente y cómo iba la guerra. Por fin David dijo a Urías: “Baja a tu casa y lávate los pies”. Por consiguiente, Urías salió de la casa del rey, y el 9 obsequio del rey salió tras él. Sin embargo, Urías se acostó a la entrada de la casa del rey con todos los demás siervos de su señor, y no bajó a su propia casa. 10 De modo que se lo informaron a David, diciendo: “Urías no bajó a su propia casa”. Ante aquello, David dijo a Urías: “¿No es de un viaje que has entrado? ¿Por 11 qué no has bajado a tu propia casa?”. Ante esto, Urías dijo a David: “El Arca e Israel y Judá están morando en cabañas, y mi señor Joab y los siervos de mi señor están acampados sobre la faz del campo, y yo... ¿entraré en mi propia casa a comer y beber y acostarme con mi esposa? ¡Tan ciertamente como que vives tú y vive tu alma, yo no haré esta cosa!”. 12 Entonces David dijo a Urías: “Mora aquí hoy también, y mañana te enviaré”. Por eso Urías siguió morando en 13 Jerusalén aquel día y el día siguiente. Además, David lo llamó para que comiera delante de él y bebiera. De modo que lo emborrachó. No obstante, este salió por la tarde para acostarse en su cama con los siervos de su 14 señor, y no bajó a su propia casa. Y por la mañana aconteció que David procedió a escribir una carta a 15 Joab y a enviarla por mano de Urías. De modo que escribió en la carta, diciendo: “Pongan a Urías enfrente de los ataques más pesados de la batalla, y tienen que retirarse de detrás de él, y él tiene que ser derribado y 16 morir”. Y, mientras Joab vigilaba sobre la ciudad, aconteció que mantuvo a Urías puesto en el lugar donde 17 sabía que había hombres valientes. Cuando los hombres de la ciudad salieron y se pusieron a pelear contra Joab, entonces cayeron algunos del pueblo, los siervos de David, y Urías el hitita también murió. (2 Samuel 12:13) David ahora dijo a Natán: “He pecado contra Jehová”. Ante lo cual Natán dijo a David: “Jehová, a su vez, efectivamente deja pasar tu pecado. No morirás. (Romanos 15:4) Porque todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para que mediante nuestro aguante y

mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.

Párrafo 17 (Oseas 9:9) Han bajado a lo profundo respecto a causar ruina, como en los días de Guibeah. Él recordará el error de ellos; dará atención a sus pecados. (Ezequiel 18:21, 22) ”‟Ahora bien, en lo que respecta a alguien inicuo, en caso de que él se vuelva de todos sus pecados que haya cometido y realmente guarde todos mis estatutos y ejecute derecho y justicia, positivamente 22 seguirá viviendo. No morirá. Todas sus transgresiones que haya cometido... no serán recordadas contra él. Por su justicia que ha hecho seguirá viviendo.‟

Textos Atalaya Párrafo 1

Párrafo 2 (2 Timoteo 4:16-17) 16 En mi primera defensa nadie vino a mi lado, sino que todos procedieron a abandonarme —que no se les ponga en su cuenta—; 17 pero el Señor estuvo cerca de mí y me infundió poder, para que por medio de mí la predicación se efectuara plenamente y todas las naciones la oyeran; y fui librado de la boca del león. Párrafo 3 (2 Timoteo 4:18) 18 El Señor me librará de toda obra inicua y [me] salvará para su reino celestial. A él sea la gloria para siempre jamás. Amén. Párrafo 4 (Proverbios 3:5-6) 5 Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas. Párrafo 5

Párrafo 6

(Salmos 62:8) 8 Confía en él a todo tiempo, oh pueblo. Delante de él derramen ustedes su corazón. Dios es refugio para nosotros. Sélah.

(Salmos 103:14) 14 Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos polvo.

(1 Pedro 5:7) 7 a la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes.

(1 Corintios 10:13) 13 Ninguna tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero Dios es fiel, y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para que puedan aguantarla.

(Salmos 13:1-2) 13 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, me olvidarás? ¿Para siempre? ¿Hasta cuándo ocultarás tu rostro de mí? 2 ¿Hasta cuándo pondré resistencia en mi alma, desconsuelo en mi corazón de día? ¿Hasta cuándo será ensalzado mi enemigo sobre mí? (Salmos 74:10) 10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, seguirá vituperando el adversario? ¿Seguirá el enemigo tratando tu nombre con falta de respeto para siempre? (Salmos 89:46) 46 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, te mantendrás oculto? ¿Por todo tiempo? ¿Seguirá ardiendo tu furia justamente como un fuego? (Salmos 90:13) 13 ¡De veras vuélvete, oh Jehová! ¿Hasta cuándo será?, y siente pesar respecto a tus siervos. (Habacuc 1:2) 2 ¿Hasta cuándo, oh Jehová, tengo que gritar por ayuda, sin que tú oigas? ¿[Hasta cuándo] clamaré a ti por socorro contra la violencia, sin que tú salves? Párrafo 7 (Salmos 103:13) 13 Como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen. (Isaías 29:16) 16 ¡Qué perversidad la de ustedes! ¿Acaso al alfarero mismo se le debe considerar igual al barro? Pues, ¿debe decir la cosa hecha respecto a su hacedor: “Él no me hizo”? Y, ¿realmente dice la mismísima cosa formada respecto a su formador: “Él no mostró entendimiento”? (Isaías 45:9) 9 ¡Ay del que ha contendido con su Formador, como un fragmento de vasija de barro con los otros fragmentos de vasija de barro del suelo! ¿Debe el barro decir a su formador: “¿Qué haces?”? ¿Y tu logro *decir+: “No tiene manos”? Párrafo 8

Párrafo 9 (Isaías 30:18) 18 Y por lo tanto Jehová se mantendrá en expectación de mostrarles favor a ustedes, y por lo tanto se levantará para mostrarles misericordia. Porque Jehová es un Dios de juicio. Felices son todos los que se mantienen en expectativa de él. Párrafo 10 (Salmos 32:8) 8 “Te haré tener perspicacia, y te instruiré en el camino en que debes ir. Ciertamente daré consejo con mi ojo sobre ti. Párrafo 11 (1 Samuel 30:3) 3 Cuando David llegó con sus hombres a la ciudad, pues, allí estaba quemada con fuego, y, en cuanto a las esposas y los hijos y las hijas de ellos, habían sido llevados cautivos. (1 Samuel 30:6) 6 Y aquello se le hizo muy angustioso a David, porque la gente dijo que lo apedrearan; pues el alma de toda la gente se había amargado, cada uno a causa de sus hijos y sus hijas. De modo que David recurrió a fortalecerse mediante Jehová su Dios. Párrafo 12

Párrafo 13

Párrafo 14 (1 Corintios 5:11) 11 Pero ahora les escribo que cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea fornicador, o persona

dominada por la avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera coman con tal hombre.

(Mateo 6:33) 33 ”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas.

(2 Juan 10) 10 Si alguno viene a ustedes y no trae esta enseñanza, nunca lo reciban en casa ni le digan un saludo.

(1 Tesalonicenses 2:4) 4 sino que, así como hemos sido probados y reconocidos por Dios como aptos para tener encomendadas a nosotros las buenas nuevas, así hablamos, como agradando, no a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.

Párrafo 15 (1 Timoteo 2:14) 14 También, Adán no fue engañado, sino que la mujer fue cabalmente engañada y llegó a estar en transgresión. (Génesis 3:6) 6 Por consiguiente, la mujer vio que el árbol era bueno para alimento, y que a los ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo. De modo que empezó a tomar de su fruto y a comerlo. Después dio de este también a su esposo cuando [él estuvo] con ella, y él empezó a comerlo. (Génesis 3:17) 17 Y a Adán dijo: “Porque escuchaste la voz de tu esposa y te pusiste a comer del árbol respecto del cual te di este mandato: ‘No debes comer de él’, maldito está el suelo por tu causa. Con dolor comerás su producto todos los días de tu vida. Párrafo 16 (Mateo 22:37-38) 37 Él le dijo: “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’. 38 Este es el más grande y el primer mandamiento. (Romanos 12:12) 12 Regocíjense en la esperanza. Aguanten bajo tribulación. Perseveren en la oración.

(1 Corintios 3:9) 9 Porque somos colaboradores de Dios. Ustedes son campo de Dios bajo cultivo, edificio de Dios.

Cántico 67 Ora a Jehová sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17)

1. Ora a Jehová con total humildad, a tus clamores atento estará. Ábrele tu corazón sin temor, cuéntale tus penas y desazón. Ora a Jehová sin cesar. 2. Ora a Jehová, quien la vida te dio, ruégale que te conceda el perdón. Te mirará con inmensa piedad,

(Filipenses 4:6-7) 6 No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; 7 y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús.

3. Ora a Jehová sin cansarte jamás,

Párrafo 17

dale las gracias por su gran bondad.

(2 Timoteo 4:17) 17 pero el Señor estuvo cerca de mí y me infundió poder, para que por medio de mí la predicación se efectuara plenamente y todas las naciones la oyeran; y fui librado de la boca del león.

Pídele ayuda en la tribulación

recordará que eres polvo no más. Ora a Jehová sin cesar.

y que te libre de la tentación. Ora a Jehová sin cesar.

(Véanse también Mat. 6:9-13; 26:41; Luc. 18:1.) volver

con júbilo a la humanidad, las nuevas de su nacimiento llevamos a todo lugar.

Cántico 75 Tal como la luz de la aurora Los motivos de nuestro gozo disipa la oscuridad, (Mateo 5:12) Jesús, el Lucero del Alba, hará la justicia brillar. 1. El pueblo de Dios está alegre, (ESTRIBILLO) su gozo es mayor cada vez: Mi gozo es un don de Jehová, “las cosas deseables” del mundo la fuente infinita de paz. acuden a Dios con gran fe. No lo perderé, eterno será La base de tanta alegría si obro con fidelidad. está en la divina verdad, sustento precioso del alma

(Véanse también Deu. 16:15; Isa. 12:6; Juan 15:11.) volver

y guía segura al andar. El gozo que Dios nos ofrece es llama de luz celestial,

Cántico 107

por duras que sean las pruebas,

Subamos a la montaña de Jehová

jamás la podrán apagar.

(Isaías 2:2-4)

(ESTRIBILLO) Mi gozo es un don de Jehová,

1. ¡Miren qué alta es

la fuente infinita de paz.

la montaña de Jehová!

No lo perderé, eterno será

¡Vean! Se eleva

si obro con fidelidad.

sobre todas las cumbres hoy.

2. Con fascinación observamos

Pueblos van hacia allá

el libro de la creación:

animando a los demás:

los cielos, la tierra y los mares

“¡Vengan, subamos

que Dios con su mano formó.

a la casa de nuestro Dios!”.

El Reino triunfante anunciamos

El Señor prometió

que el pequeño sería un millar.

(Salmo 15)

Grande es la nación que a su tiempo ha formado Jehová.

1. ¿Quién gozará, Jehová,

Miles y miles van

de tu gran amistad?

por las sendas de la paz.

¿Quién en tu tienda se hospedará?

Fieles, prometen

¿Quién tu favor tendrá?

acatar su dominación.

El que confía en ti

2. Cristo nos ordenó

y en tu Palabra fiel,

la palabra predicar.

el que habla siempre con la verdad

¡Vamos! Hay que llegar

y a todos hace el bien.

al más remoto confín.

2. ¿Quién logrará, Señor,

Reina nuestro Señor

ante tu trono estar?

en su trono celestial.

¿Quién de alegría y felicidad

¡Oigan!, él nos ofrece

tu alma llenará?

bendiciones sin fin.

El que anda en tu ley

¡Qué emoción contemplar

y honra a tu nombre da,

el aumento del pueblo de Dios!

el que procede con rectitud

Tu labor fruto da,

y huye de la maldad.

sigue fiel con tu noble misión.

3. Sobre tus hombros, yo

A los mansos harás

mi carga arrojaré.

esta alegre invitación:

En ti mi alma esperará,

“¡Vamos, a la montaña

miedo no sentiré.

de Jehová hay que subir!”.

Tu amistad, Jehová,

(Véanse también Sal. 43:3; 99:9; Isa. 60:22; Hech. 16:5.) volver

gloria y deleite es. Como un tesoro la guardaré. ¡De ti jamás me iré! (Véanse también Sal. 139:1; 1 Ped. 5:6, 7.) volver

Cántico 106 La amistad con Jehová

Cántico 49

(Véanse también Sal. 97:10; 121:3, 5; Isa. 52:12.) volver

Jehová es tu refugio (1 Reyes 1:1-2:46)

(Salmo 91)

1. Jehová es tu refugio, él te protegerá; si moras a su sombra, tendrás seguridad. Él es tu Rey, tu Defensor, la fuente de tu salvación. Jehová es torre fuerte

El Primero de los Reyes o, según la versión griega de los LXX, EL TERCERO DE LOS REYES 1 Ahora bien, el rey David se hallaba viejo, avanzado en días; y lo cubrían con prendas de vestir, pero no se 2 calentaba. De modo que sus siervos le dijeron: “Que busquen una muchacha, una virgen, para mi señor el rey, y ella tendrá que atender al rey, para que llegue a ser su enfermera; y tendrá que acostarse en tu seno, y 3 mi señor el rey ciertamente se calentará”. Y ellos se pusieron a buscar una muchacha hermosa por todo el territorio de Israel, y por fin hallaron a Abisag, la 4 sunamita, y entonces la trajeron al rey. Y la muchacha era hermosa en extremo; y llegó a ser la enfermera del rey y siguió atendiéndolo, y el rey mismo no tuvo coito con ella. 5

donde el mal no te alcanzará. 2. Si ves que miles caen a tu alrededor, no temas ni te inquietes: a ti te cuida Dios. El fuego de la destrucción consumirá al malhechor, mas tú serás librado por confiar en tu Salvador. 3. En todos tus caminos, Jehová te guardará; de trampas y terrores, tu Dios te librará. Leones tú pisotearás y víboras aplastarás. Jehová es tu refugio, siempre atento a ti estará.

Durante todo ese tiempo Adonías hijo de Haguit iba alzándose, y decía: “¡Yo mismo voy a reinar!”. Y procedió a mandar que le hicieran un carro con hombres de a caballo y cincuenta hombres que corrieran delante 6 de él. Y su padre no le hirió el amor propio en ninguna ocasión diciendo: “¿Por qué has hecho de esta manera?”. Y él era también muy bien parecido de forma, y [su madre] lo había dado a luz después de Absalón. 7 Y él llegó a tener tratos con Joab hijo de Zeruyá y con Abiatar el sacerdote, y ellos empezaron a ofrecer ayuda 8 como seguidores de Adonías. En cuanto a Sadoc el sacerdote y Benaya hijo de Jehoiadá y Natán el profeta y Simeí y Reí y los hombres poderosos que pertenecían a David, no se envolvieron con Adonías. 9

Andando el tiempo, junto a la piedra de Zohélet, que está al lado de En-roguel, Adonías celebró un sacrificio de ovejas y reses vacunas y [animales] cebados, y procedió a invitar a todos sus hermanos los hijos del rey, y a todos los hombres de Judá los siervos 10 del rey; y a Natán el profeta y a Benaya y a los hombres poderosos y a Salomón su hermano no los 11 invitó. Natán entonces dijo a Bat-seba, la madre de Salomón: “¿No has oído que Adonías hijo de Haguit ha llegado a ser rey, y nuestro señor David no sabe nada 12 de ello? Así es que ahora ven, por favor, déjame aconsejarte solemnemente. Y provee escape para tu 13 propia alma y para el alma de tu hijo Salomón. Ve y entra a donde el rey David, y tienes que decirle: „¿Acaso tú, mi señor el rey, no fuiste quien juró a tu esclava, diciendo: “Salomón tu hijo es el que llegará a ser rey después de mí, y él es el que se sentará sobre mi trono”? ¿Por qué, pues, ha llegado a ser rey Adonías?‟. 14 ¡Mira! Mientras tú estés todavía hablando allí con el rey, entonces yo mismo entraré después de ti, y ciertamente confirmaré tus palabras”. 15

Por consiguiente, Bat-seba entró a donde el rey en el cuarto interior, y el rey se hallaba muy viejo, y Abisag,

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la sunamita, estaba atendiendo al rey. Entonces Batseba se inclinó y se postró ante el rey, por lo cual el rey 17 dijo: “¿Qué tienes [que pedir]?”. Ante esto, ella le dijo: “Señor mío, tú fuiste quien juró por Jehová tu Dios a tu esclava: „Salomón tu hijo es el que llegará a ser rey después de mí, y él es el que se sentará sobre mi trono‟. 18 Y ahora, ¡mira!, Adonías mismo ha llegado a ser rey, y 19 ahora mi señor el rey mismo no sabe nada de ello. Así que sacrificó toros y [animales] cebados y ovejas en gran cantidad e invitó a todos los hijos del rey y a Abiatar el sacerdote y a Joab el jefe del ejército; pero a 20 Salomón tu siervo no lo ha invitado. Y tú mi señor el rey... los ojos de todo Israel están sobre ti, para que les informes quién va a sentarse sobre el trono de mi señor 21 el rey después de él. Y ciertamente sucederá que en cuanto mi señor el rey yazca con sus antepasados, yo misma y también mi hijo Salomón ciertamente llegaremos a ser ofensores”. 22

Y, ¡mire!, mientras todavía estaba ella hablando 23 con el rey, Natán el profeta mismo entró. En seguida se lo informaron al rey, diciendo: “¡Aquí está Natán el profeta!”. Después de eso, él entró delante del rey y se 24 postró ante el rey, rostro a tierra. Entonces dijo Natán: “Mi señor el rey, ¿dijiste tú mismo: „Adonías es el que llegará a ser rey después de mí, y él es el que se 25 sentará sobre mi trono‟? Porque hoy ha bajado para sacrificar toros y [animales] cebados y ovejas en gran cantidad, y para invitar a todos los hijos del rey y a los jefes del ejército y a Abiatar el sacerdote; y allí están comiendo y bebiendo delante de él, y siguen diciendo: 26 „¡Viva el rey Adonías!‟. Pero en cuanto a mí tu siervo, a mí y a Sadoc el sacerdote y a Benaya el hijo de 27 Jehoiadá y a Salomón tu siervo, no nos ha invitado. Si es de parte de mi señor el rey que se ha efectuado esta cosa, entonces no has hecho saber a tu siervo quién debe sentarse sobre el trono de mi señor el rey después de él”. 28

El rey David entonces contestó y dijo: “Llámenme a Bat-seba”. En seguida ella entró delante del rey y se 29 quedó de pie ante el rey. Y el rey procedió a jurar y decir: “Tan ciertamente como que vive Jehová, quien ha 30 redimido mi alma de toda angustia, tal como te he jurado por Jehová el Dios de Israel, diciendo: „¡Salomón tu hijo es el que llegará a ser rey después de mí, y él es el que se sentará sobre mi trono en lugar de mí!‟, así lo 31 haré este día”. Entonces Bat-seba se inclinó rostro a tierra y se postró ante el rey y dijo: “¡Viva mi señor el rey David hasta tiempo indefinido!”. 32

Al instante dijo el rey David: “Llámenme a Sadoc el sacerdote y a Natán el profeta y a Benaya hijo de Jehoiadá”. Por lo tanto ellos entraron delante del rey. 33 Y el rey pasó a decirles: “Tomen con ustedes a los siervos de su señor, y tienen que hacer que Salomón mi hijo cabalgue sobre la mula que me pertenece, y 34 conducirlo abajo a Guihón. Y Sadoc el sacerdote y Natán el profeta tienen que ungirlo allí por rey sobre Israel; y ustedes tienen que tocar el cuerno y decir: 35 „¡Viva el rey Salomón!‟. Y ustedes tienen que subir detrás de él, y él tiene que entrar y sentarse sobre mi trono; y él mismo será rey en lugar de mí, y a él lo tendré que comisionar para que llegue a ser caudillo

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sobre Israel y sobre Judá”. En seguida Benaya hijo de Jehoiadá contestó al rey y dijo: “¡Amén! Así diga Jehová 37 el Dios de mi señor el rey. Tal como Jehová resultó estar con mi señor el rey, así resulte estar con Salomón, y haga él más grande su trono que el trono de mi señor el rey David”. 38

Y Sadoc el sacerdote y Natán el profeta y Benaya hijo de Jehoiadá y los keretitas y los peletitas procedieron a bajar y a hacer que Salomón cabalgara sobre la mula del rey David, y entonces lo llevaron a 39 Guihón. Sadoc el sacerdote ahora tomó de la tienda el cuerno de aceite y ungió a Salomón; y empezaron a tocar el cuerno, y todo el pueblo rompió a decir: “¡Viva el 40 rey Salomón!”. Después de aquello, todo el pueblo vino subiendo detrás de él, y la gente estaba tocando flautas y regocijándose con gran gozo, de modo que la tierra se partía por el ruido de ellos. 41

Y Adonías y todos los invitados que estaban con él llegaron a oírlo, cuando ellos mismos habían acabado de comer. Cuando Joab llegó a oír el sonido del cuerno, en seguida dijo: “¿Qué significa el ruido del pueblo en 42 alboroto?”. Mientras todavía estaba él hablando, pues, aquí vino Jonatán hijo de Abiatar el sacerdote. Entonces Adonías dijo: “Entra, porque eres un hombre valiente, y 43 traes buenas noticias”. Pero Jonatán respondió y dijo a Adonías: “¡No! Nuestro señor el rey David mismo ha 44 hecho rey a Salomón. Así que el rey envió con él a Sadoc el sacerdote y a Natán el profeta y a Benaya hijo de Jehoiadá y a los keretitas y a los peletitas, y lo 45 hicieron cabalgar sobre la mula del rey. Entonces Sadoc el sacerdote y Natán el profeta lo ungieron por rey en Guihón; después de lo cual subieron de allá regocijándose, y el pueblo está en alboroto. Ese fue el 46 ruido que ustedes oyeron. Y, además, Salomón se ha 47 sentado sobre el trono de la gobernación real. Y otra cosa: los siervos del rey han entrado para desear el bien a nuestro señor el rey David, diciendo: „¡Haga tu Dios el nombre de Salomón más espléndido que tu nombre, y haga su trono más grande que tu trono!‟. En eso, el rey 48 se inclinó sobre la cama. Y, también, esto es lo que dijo el rey: „¡Bendito sea Jehová el Dios de Israel, que hoy ha dado uno que se siente sobre mi trono, y mis propios ojos lo ven!‟”. 49

Y todos los invitados que estaban con Adonías se pusieron a temblar y a levantarse y a irse cada uno por 50 su propio camino. Y Adonías mismo tuvo miedo a causa de Salomón. De modo que se levantó y se fue y 51 se agarró de los cuernos del altar. Con el tiempo se dio informe a Salomón, y se le dijo: “Mira que a Adonías mismo le ha dado miedo del rey Salomón; y mira que se ha asido de los cuernos del altar, y dice: „Que el rey Salomón me jure ante todo que no dará muerte a 52 espada a su siervo‟”. A esto dijo Salomón: “Si llega a ser hombre valiente, no caerá ni un solo cabello suyo a tierra; pero si se hallara lo malo en él, entonces tendrá 53 que morir”. Por lo tanto el rey Salomón envió, y lo bajaron de sobre el altar. Entonces [Adonías] entró y se inclinó ante el rey Salomón; después de lo cual Salomón le dijo: “Vete a tu propia casa”.

2 Y poco a poco se acercaron los días de David en que había de morir; y él procedió a dar órdenes a 2 Salomón su hijo, y a decir: “Yo me voy por el camino de toda la tierra, y tú tienes que ser fuerte y dar prueba 3 de ser hombre. Y tienes que guardar la obligación para con Jehová tu Dios, andando en sus caminos, guardando sus estatutos, sus mandamientos y sus decisiones judiciales y sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés, a fin de que actúes prudentemente en todo lo que hagas y adondequiera 4 que te vuelvas; a fin de que Jehová realice su palabra que habló respecto de mí, al decir: „Si tus hijos cuidan su camino, andando delante de mí en verdad con todo su corazón y con toda su alma, no será cortado hombre tuyo de [sentarse] sobre el trono de Israel‟. 5

”Y también tú mismo bien sabes lo que me hizo Joab hijo de Zeruyá en lo que hizo a dos jefes de los ejércitos de Israel, a Abner hijo de Ner y a Amasá hijo de Jéter, cuando los mató y colocó la sangre de guerra en tiempo de paz y puso la sangre de guerra sobre su cinto que estaba alrededor de sus caderas y en sus 6 sandalias que estaban sobre sus pies. Y tendrás que actuar conforme a tu sabiduría, y no dejar que sus canas bajen en paz al Seol. 7

”Y para con los hijos de Barzilai el galaadita debes ejercer bondad amorosa, y ellos tienen que hallarse entre los que coman a tu mesa; porque de esa manera se acercaron a mí cuando huí de delante de Absalón tu hermano. 8

”Y aquí está contigo Simeí hijo de Guerá el benjaminita de Bahurim, y él fue quien invocó el mal contra mí con una dolorosa invocación de mal el día en que yo iba a Mahanaim; y él fue quien bajó a mi encuentro al Jordán, de modo que le juré por Jehová, 9 diciendo: „No te haré morir a espada‟. Y ahora no lo dejes sin castigar, porque eres un hombre sabio y bien sabes lo que debes hacerle, y tienes que hacer bajar sus canas con sangre al Seol”. 10

Entonces yació David con sus antepasados y fue 11 enterrado en la Ciudad de David. Y los días que había reinado David sobre Israel fueron cuarenta años. En Hebrón había reinado siete años, y en Jerusalén había reinado treinta y tres años. 12

En cuanto a Salomón, se sentó sobre el trono de David su padre; y gradualmente su gobernación real vino a quedar muy firmemente establecida. 13

Con el tiempo Adonías hijo de Haguit vino a Batseba, madre de Salomón. Por lo cual ella dijo: “¿Es 14 pacífica tu venida?”, a lo que él dijo: “Es pacífica”. Y siguió diciendo: “Hay un asunto que tengo para ti”. De 15 modo que ella dijo: “Habla”. Y él continuó: “Tú misma bien sabes que la gobernación real había de llegar a ser mía, y era hacia mí hacia quien todo Israel había fijado su rostro para que yo llegara a ser rey; pero la gobernación real dio vuelta y llegó a ser de mi hermano, 16 porque de parte de Jehová llegó a ser suya. Y ahora hay una solicitud que te hago. No vuelvas [de ti] mi 17 rostro”. Por lo tanto ella le dijo: “Habla”. Y él pasó a decir: “Por favor, di a Salomón el rey (porque él no

volverá tu rostro [de sí]) que me dé a Abisag la sunamita 18 por esposa”. A esto Bat-seba dijo: “¡Bien! Yo misma hablaré por ti al rey”. 19

De modo que Bat-seba entró a donde el rey Salomón para hablarle a favor de Adonías. En seguida el rey se levantó a su encuentro y se inclinó ante ella. Entonces se sentó sobre su trono e hizo poner un trono para la madre del rey, para que se sentara a su 20 derecha. Y ella procedió a decir: “Hay una pequeña solicitud que te hago. No vuelvas [de ti] mi rostro”. Por lo tanto el rey le dijo: “Hazla, madre mía; porque no volveré 21 [de mí] tu rostro”. Y ella pasó a decir: “Que Abisag la sunamita sea dada por esposa a Adonías tu hermano”. 22 Ante esto, el rey Salomón respondió y dijo a su madre: “¿Y por qué estás solicitando a Abisag la sunamita para Adonías? Solicita también para él la gobernación real (porque es mi hermano que es mayor que yo), aun para él y para Abiatar el sacerdote y para Joab hijo de Zeruyá”. 23

Con eso, el rey Salomón juró por Jehová, y dijo: “Así me haga Dios, y así añada a ello, si no fue contra su propia alma contra quien Adonías habló esta cosa. 24 Y ahora, tan ciertamente como que vive Jehová, que me ha establecido firmemente y me mantiene sentado sobre el trono de David mi padre, y que me hizo una casa tal como ha hablado, hoy se dará muerte a 25 Adonías”. Inmediatamente el rey Salomón envió por medio de Benaya hijo de Jehoiadá; y este procedió a arrojarse sobre aquel, de modo que murió. 26

Y a Abiatar el sacerdote el rey dijo: “¡Vete a Anatot a tus campos! Pues mereces la muerte; pero en este día no te daré muerte, porque llevaste el arca del Señor Soberano Jehová delante de David mi padre, y porque sufriste aflicción durante todo el tiempo que mi padre 27 sufrió aflicción”. De modo que Salomón expulsó a Abiatar para que no rindiera servicio como sacerdote de Jehová, para cumplir la palabra de Jehová que él había hablado contra la casa de Elí en Siló. 28

Y el informe mismo llegó allá a Joab —pues Joab mismo se había inclinado a seguir a Adonías, aunque no se había inclinado a seguir a Absalón— y Joab se fue huyendo a la tienda de Jehová y empezó a asirse de los 29 cuernos del altar. Entonces le fue comunicado al rey Salomón: “Joab ha huido a la tienda de Jehová, y allí está al lado del altar”. De modo que Salomón envió a Benaya hijo de Jehoiadá, y dijo: “¡Anda, arrójate sobre 30 él!”. Por lo tanto Benaya fue a la tienda de Jehová y le dijo: “Esto es lo que ha dicho el rey: „¡Sal!‟”. Pero él dijo: “¡No! Porque aquí es donde moriré”. Por lo cual Benaya llevó la palabra de vuelta al rey, diciendo: “Esto es lo que habló Joab, y esto es lo que me respondió”. 31 Entonces le dijo el rey: “Haz tal como ha hablado y arrójate sobre él; y tienes que enterrarlo y quitar de sobre mí y de sobre la casa de mi padre la sangre 32 inmerecidamente derramada que Joab vertió. Y Jehová ciertamente hará volver su sangre sobre su propia cabeza, porque se arrojó sobre dos hombres más justos y mejores que él, y procedió a matarlos a espada, cuando mi padre David mismo no había sabido de ello, a saber, a Abner hijo de Ner el jefe del ejército de Israel

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y a Amasá hijo de Jéter el jefe del ejército de Judá. Y la sangre de ellos tiene que volver sobre la cabeza de Joab y sobre la cabeza de su prole hasta tiempo indefinido; pero para David y para su prole y para su casa y para su trono llegará a haber paz hasta tiempo 34 indefinido de parte de Jehová”. Entonces Benaya hijo de Jehoiadá procedió a subir, y se arrojó sobre él y le dio muerte; y llegó a ser enterrado en su propia casa en 35 el desierto. Ante aquello, el rey puso a Benaya hijo de Jehoiadá en lugar de él sobre el ejército; y a Sadoc el sacerdote lo puso el rey en el lugar de Abiatar. 36

Finalmente el rey mandó llamar a Simeí y le dijo: “Edifícate una casa en Jerusalén, y tienes que morar allí 37 y no salir de allí a este lugar ni a aquel. Y tiene que suceder que, en el día que salgas, y cuando de veras pases el valle torrencial de Cedrón, debes saber, sin equivocación, que positivamente morirás. La culpa de sangre por ti vendrá ella misma a estar sobre tu propia 38 cabeza”. Ante esto, Simeí dijo al rey: “La palabra es buena. Tal como mi señor el rey ha hablado, así hará tu siervo”. Y Simeí siguió morando en Jerusalén muchos días. 39

Y al cabo de tres años aconteció que dos esclavos de Simeí se fueron huyendo a donde Akís hijo de Maacá el rey de Gat; y unas personas vinieron a referírselo a Simeí, y dijeron: “¡Mira! Tus esclavos están en Gat”. 40 Inmediatamente Simeí se levantó y aparejó su asno y se fue a Gat, a donde Akís, para buscar a sus esclavos; después de lo cual Simeí fue y trajo de Gat a sus 41 esclavos. Entonces informaron a Salomón: “Simeí ha 42 salido de Jerusalén a Gat y ha vuelto”. Por lo cual el rey envió y llamó a Simeí y le dijo: “¿No te juramenté por Jehová para advertirte, diciendo: „En el día que salgas y cuando de veras vayas acá y allá debes saber inequívocamente que positivamente morirás‟?, y, por eso, ¿no me dijiste tú: „Buena es la palabra que he 43 oído‟? ¿Por qué, pues, no guardaste el juramento de Jehová y el mandamiento que te impuse 44 solemnemente?”. Y el rey siguió diciendo a Simeí: “Tú mismo ciertamente sabes todo el perjuicio que tu corazón conoce bien que le hiciste a David mi padre; y Jehová ciertamente hará volver sobre tu propia cabeza 45 el perjuicio [ocasionado] por ti. Pero el rey Salomón será bendito, y el trono mismo de David resultará estar firmemente establecido delante de Jehová para 46 siempre”. Con eso, el rey dio orden a Benaya hijo de Jehoiadá, que entonces salió y se arrojó sobre aquel, de modo que murió. Y el reino fue firmemente establecido en la mano de Salomón.

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