RESUMEN. IDENTIDAD LOCAL, CAPITAL SOCIAL Y DESARROLLO LOCAL : Un estudio de caso (Chile, 2006)

RESUMEN - PATRICK DONOVAN FORTIN - UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA - Chile - Sociólogo, P(h)D en Sociología - Email : pdonovan ufro.cl Correo : U...
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RESUMEN

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PATRICK DONOVAN FORTIN

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UNIVERSIDAD DE LA FRONTERA

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Chile

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Sociólogo, P(h)D en Sociología

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Email : pdonovan ufro.cl Correo : Universidad de La Frontera , Avenida Francisco Salazar 01145, Temuco, Casilla postal 54-D, Temuco, Chile Fono : 56 45 325168 (Departamento de Ciencias Sociales) Fax : 56 45 325180

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Capitales intangibles y Desarrrollo Local

IDENTIDAD LOCAL, CAPITAL SOCIAL Y DESARROLLO LOCAL : Un estudio de caso (Chile, 2006)

En la década de los noventa, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, (PNUD), introducía una nueva aceptación y forma de medir el desarrollo a través del concepto de un Índice de Desarollo Humano. Este hito marca un avance en la subjetivización del desarrollo y se le reconoce como un « concepto complejo, profundamente axiológico, multidimensional, constructivista, cualitativo en su esencia y intangible por consecuencia » (Boisier, 2001 :54). Es desde esta perspectiva que presentamos los resultados de una investigación realizada en la provincia de Chiloe, Chile, en el 2005. El estudio relaciona el desenlace de iniciativas de economía popular y social con identidad local así como con capitales intangibles y tangibles de sus emprendedores Los principales resultados identifican una economía popular y social heterogenea en función de los referentes identitarios y de capital cultural, donde la exacerbación de lo propio y la negación del « otro » que caracteriza la « chiloeidad », limita la reproducción de la solidaridad en los colectivos locales. En cambio la renovación de esta identidad tradicional sugiere un tipo de economía de alto capital social y simbólico. Estos resultados nos plantean la necesidad de precisar qué identidad se reconoce como propicia para el desarrollo. Se considera también que la identidad es uno de los

capitales intangibles que propician el desarrollo local y territorial exitoso. Debe ir a la par con otros capitales intangibles como el capital social, así como con capitales tangibles. En coherencia con este nuevo paradigma del desarrollo, « Chile Emprende », un programa innovativo del Gobierno chileno para el desarollo productivo local, incorpora en su estrategia de desarrollo económico local esta dimensión de promoción de las capacidades de los actores y del territorio tales como identidad territorial, capital social, movilización de la comunidad territorial, la competitivid del tejido empresarial local y laboral, así como el acondicionamiento de ambientes territoriales favorables a la competitividad.

III SEMINARIO INTERNACIONAL DESARROLLO ECONÓMICO TERRITORIAL Y EMPLEO Montevideo, 27 al 29 de noviembre 2006

IDENTIDAD LOCAL, CAPITAL SOCIAL Y DESARROLLO LOCAL1: Un estudio de casos (Chile, 2006)

Dr. Patrick Donovan Universidad de La Frontera Temuco, Chile

20 de noviembre 2006

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Este estudio fue patrocinado por la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Universidad de La Frontera bajo el título de “Iniciativas económicas populares y creación de riquezas en contexto de precariedad: estudio de casos en la Araucanía (2003-2004)”.

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ÍNDICE DE CONTENIDO

Introducción

I.

El contexto de emergencia de las iniciativas económicas populares y sociales investigadas

II.

La configuración de las iniciativas

III.

Identidad social territorial, capitales intangibles e iniciativas económicas populares y sociales

Conclusión

Bibliografía

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RESUMEN IDENTIDAD LOCAL, CAPITAL SOCIAL Y DESARROLLO LOCAL: Un estudio de caso (Chile, 2006)

En la década de los noventa, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, (PNUD), introducía una nueva aceptación y forma de medir el desarrollo a través del concepto de un Índice de Desarrollo Humano. Este hito marca un avance en la subjetivización del desarrollo que se le reconoce como un « concepto complejo, profundamente axiológico, multidimensional, constructivista, cualitativo en su esencia y intangible por consecuencia » (Boisier, 2001 :54). Esta subjetivización del desarrollo es aún más importante en el desarrollo local donde las personas son las que importan, y donde sus decisiones individuales y colectivas “desencadenan el cambio” (Boisier, 1999:92). Es desde esta perspectiva que compartimos y comentamos los resultados de una investigación realizada en la provincia de Chiloé, ubicada en la X Región de Chile2 que analiza cómo las estructuras sociales de iniciativas en economía popular y social en la provincia de Chiloé condicionan su desarrollo. Estas iniciativas son consideradas exitosas no sólo por sus capitales tangibles (dinero, infraestructura, etc.) sino también a partir de las características y disposición de sus capitales intangibles (identidad territorial, capital social, capital cultural. etc.). Más aún, estas iniciativas se diferencian en función de los referentes identitarios y del capital social y cultural de sus miembros. Vidal concluye que la identidad tradicional del chilote, que valora lo propio en forma exacerbada y niega el valor del “otro”, limita la reproducción de la solidaridad en los colectivos locales. En cambio la renovación de esta identidad tradicional sugiere un tipo de economía de alto capital social y simbólico. Estos resultados ponen de relieve la importancia no sólo de los capitales tangibles sino de los capitales intangibles en la promoción del desarrollo, en particular la identidad social territorial y su relación con el capital social. Se relaciona tipos de identidad territorial con el capital social, o sea la capacidad que tienen los actores para articularse entre sí, superar la conflictividad y cooperar en la construcción del mañana.

Queda una preguntad pendiente: Si el desarrollo es axiológico, ¿cómo se aborda la cuestión de los valores y de la moral social ¿Quién es el ser humano? ¿Quién es aquel que a la vez participa en proyectos de vida y de muerte? ¿A qué atribuir esta ambigüedad? ¿Cómo se transforma el corazón del hombre? ¿Cómo abordar la ética del desarrollo en una sociedad plural? ¿Cómo abordar los valores relacionados al bien común y a la responsabilidad social? ¿Cómo convertir la conflictividad en colaboración y solidaridad? Sin caer en el instrumentalismo, ¿cómo querer movilizar una población en pro del desarrollo local sin abordar las creencias religiosas, los símbolos, prácticas y misterios, fuente primaria del sentido de la vida en la mayoría de los países en desarrollo, tanto del occidente como del oriente?(Goulet, 1999:192). De hecho, según el sociólogo Peter Berger, la modernización no siempre se conyuga con secularización. En este diálogo con los valores ¿no se deberían cuestionar los valores con relación a las exigencias del compromiso pleno del ser humano en la creación de la historia y en el cambio de las estructuras sociales para que atiendan a las necesidades humanas y al pleno desarrollo del ser humano? ¿Dónde termina el horizonte del desarrollo humano pleno?

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María Vidal « Las Estructuras Sociales de la Economía Popular y Social en la Provincia de Chiloé: un análisis a partir de los capitales tangibles e intangibles”. Tesis de Magíster en Desarrollo Humano realizada bajo la dirección del profesor Patrick Donovan.

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Introducción

Este III Seminario Internacional pretende profundizar una reflexión en torno a cómo construir Desarrollo Económico Territorial y Empleo a partir de los actores sociales y económicos locales. Esto nos sugiere pensar que estamos alcanzando nuevos convencimientos en torno a cómo construir desarrollo y hacer sociedad, partiendo de “la persona y de sus vínculos sociales como el centro y motor del desarrollo” (Guell, 1998:1). A nivel local, es más fácil captar esta dimensión del desarrollo. El desarrollo local representa “el espacio donde las personas son las que importan, y las decisiones individuales las que desencadenan el cambio” (Boisier, 1999:92-93). Si pasamos a un nivel intermedio, mesoeconómico3, “tanto las personas como las instituciones son importantes, y donde por lo tanto, la interacción entre actores institucionales y personales resulta clave... La cuestión central, en lo que concierne al fomento del desarrollo, radica precisamente en la interacción o articulación de una multiplicidad de actores sociales (Boisier, 1999:92-93). Construir desarrollo a partir de actores sociales ubicados en territorios locales y subnacionales supone entonces no solamente el reconocimiento del entorno, o sea el territorio local y subnacional en el contexto nacional e internacional, sino también el reconocimiento de la estructura de este territorio específico, su nivel de complejidad,

de

autoreferencia,

de

articulación

social

y

conflictividad

/

consensualidad. “La autorreferencia dice relación con la cultura regional y con el producto principal de ella, la identidad social territorial. Hay que tener presente que hoy interesa el tema de la cultura e identidad regional no solo por el mérito intrínseco de toda expresión cultural, sino como factor importante en la 3

“Este nivel tiene en todas partes una expresión territorial: es la región (subnacional), la provincia, el departamento, o el estado federativo, según sea el modelo de organización política o el modelo de división político-administrativo del caso” (Boisier, 1999:92-93)

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competitividad internacional de la propia región, competitividad que requiere apoyarse en una imagen corporativa de la región como un todo, imagen que solo puede generarse en el ámbito de sus propia cultura, unicidad e identidad. Pero la cuestión más importante en el examen interno de la región concierne al grado de articulación entre las organizaciones de la sociedad civil regional y al tipo de articulación entre ellas, reflejo de la conflictividad o de la cooperación existente” (Boisier, 1999: 96-97). Nuestro estudio se ubica en un nivel microeconómico y se centra en el estudio de la autoreferencia. Describe la investigación de María Carolina Vidal4 sobre la identidad social territorial y las estructuras sociales5 que condicionan iniciativas de economía popular6 y social7 de la provincia de Chiloé, un archipielago de la X Región de Chile, y reflexiona en torno a la importancia de los capitales intangibles en el éxito de la promoción de iniciativas de desarrollo local.

Vidal elige como muestra dos empresas familiares y dos cooperativas que han transitado de un nivel de subsistencia, donde se satisfacen necesidades fisiológicas, hacia un nivel de crecimiento, caracterizado por una expansión de su producción y comercialización, así como en el mejoramiento en la calidad de vida de sus miembros. Las empresas familiares son: la empresa “Ñanku” que trabaja en artesanía de lana, haciendo muñecas, y la empresa “Cecinas Los Pinos” que elabora ahumados y embutidos. Las cooperativas son: “Cooperativa Chilolac” que elabora productos lácteos, y “Cooperativa Punta Chilen” que trabaja el ahumado y pasta de ajo.

4

Este estudio describe y reflexiona a partir de una tesis de Magíster en Desarrollo Humano a escala Local y Regional (Universidad de La Frontera) bajo mi dirección titulada “Las estructuras sociales de la economía popular y social en la provincia de Chiloé: un análisis a partir de los capitales tangibles e intangibles”, marzo 2005. 5 Bourdieu se refiere a “estructuras sociales” como una configuración de representaciones sociales que estructuran las percepción de los actores sociales y que predisponen su acción. 6 El término “economía popular” se refiere a actividades formales o informales donde el trabajo es el factor determinante sobre el capital. Estas iniciativas economicas están constituidas por trabajadores independientes no subordinados y empresas familiares del sector popular que integran el trabajo y el capital sin oponerlos (Rivas, 1999). 7 Autores europeos y canadienses entienden que la economía social y solidaria tiene que ver con los valores y principios de base de la iniciativa económica, de finalidades explícitamente sociales. Suelen referirse a cooperativas y organizaciones sin fines de lucro. En cambio, los autores latinoamericanos suelen referirse más a las iniciativas populares que se puede convertir en economía solidaria cuando logran una asociación entre sí. Pasan entonces a “economía de asociación” (Razeto, Luis. “Los caminos de la Economía de Solidaridad”, www.redsolidaria.net.

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Realiza su estudio a partir de entrevistas en profundidad a sujetos de tres esferas de actividad: propietario o/y gerente; trabajador o socio; interventor externo.

La autora plantea que dichas iniciativas han logrado su éxito “a partir de la caracterización y disposición de sus capitales tangibles e intangibles…En común, son los capitales económicos y comercial los que determinan en primera instancia el éxito de una empresa de economía popular y social. Sin embargo, la disposición de los capitales culturales, sociales y simbólicos fortalecen o limitan su sustentabilidad en el tiempo” (Vidal, 2005:1).

Nuestro estudio parte describiendo el contexto de emergencia de las iniciativas populares y sociales. Se describe luego su configuración. En seguida, se describe cómo las estructuras sociales condicionan el éxito de las iniciativas elegidas. En conclusión, se reflexiona sobre la importancia de la identidad social territorial y los capitales intangibles para el éxito de las iniciativas económicas locales y de lo promisorio de los esfuerzos del Estado chileno a través de “Chile Emprende”, una iniciativa innovativa en el fomento productivo territorial que incorpora estos capitales intangibles como identidad social territorial, capital social, competitividad empresarial y laboral y acondicionamiento territorial como factores condicionantes para promover el desarrollo económico territorial en Chile.

I.

El contexto de emergencia de las iniciativas populares y sociales

La provincia de Chiloé es un archipiélago ubicado en el Sur de Chile; la Isla Grande, de forma rectangular con 190 km de largo y 60 km de ancho, la segunda más grande de América Latina después de Tierra del Fuego. Tiene actualmente una población aproximada de 154.766 habitantes distribuidas en 10 comunas, de

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las cuales el 44% de su población habita en áreas rurales (Fuente: INE8: Censo 2002; citado por Vidal, 2005:10).

Habiendo ubicado la provincia de Chiloé, cabe ahora abordar elementos de su cultura regional. Vidal (2005:4) plantea que “su nexo directo con las fuentes de producción de la isla: mar, tierra y bosque, establecen formas de asociación y producción que configuran un escenario particular”.

La autora describe este configuración de la cultura regional peculiar a partir de su ruralidad (44%), su calidad de archipiélago, su forma de vida, las condiciones climáticas, el “aislamiento”, el minifundio, la familia como pilar del desarrollo social y económico, la persistencia de mitos, costumbres y leyendas, la minga como manifestación cultural que se mantiene para la realización de trabajos comunitarios. Plantea que la memoria colectiva de la “chiloteidad”, definida como una meta identidad o discursos que posicionan al colectivo en un espacio social más amplio, puede tener una pretensión de verdad que esconde relaciones de poder, desplegados en las diferentes colectividades identitarias por poseer la “chiloteidad”.

Arellano y Cerpa (2004; citado por Vidal,2005:6) identifica tres colectividades: •

Los huiliches, representa el 11.02% de la población e integra a toda la población que tiene alguna ascendencia indígena. Unos se identifican a partir de la alteridad indígena y otros no participan de ninguna instancia indígena.



Los “renovadores”, son los sujetos que se alejan del discurso tradicionalista. Tienen una postura más permeable a los cambios modernizadores, no ven en éstos un peligro que amenace la identidad chilota, muy por el contrario incorporan elementos globalizadores como un medio para fortalecer la propia identidad.

8

INE: Instituto Nacional de Estadísticas.

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Los chilotes, son aquellos nacidos y criados en la isla. Se consideran los “auténticos”. Tienen ciertos baluartes culturales como la noción del tiempo (cotidianidad pausada) y el espacio (vinculado a la naturaleza). Incorporan los imaginarios construidos desde el continente tales como la vida comunitaria expresado en la minga, la culinaria, la vestimenta y el folklore.

Además de referencias geográficas y culturales, cabe señalar antecedentes económicos generales. La actividad económica principal de la provincia de Chiloé se centra en la actividad acuícola-pesquera, con una población económicamente activa de 51.245 correspondiente a

un 33% del total de la población, que se

distribuye principalmente en los sectores Pesca y Acuicultura (23%), Comercio (15%) y Manufactura (14%), con una amplia participación masculina. Sin embargo, existen actividades de pequeñas economías domesticas que son abordadas familiarmente (Fuente: INE: Censo 2002; Vidal, 2005:13-14).

Según un estudio realizado en 1998 por el Servicio Regional de Planificación de la Región Metropolitana en base a una información de los Servicios de Impuestos Internos, se observa que 89.7% de las empresas de la provincia de Chiloé se insertan en la clasificación de la Corporación de Fomento (CORFO) de “Microempresas”9, pero de ese total, el 69,1% se encuentra en el tramo de venta de cero a 600 UF, lo que revela que la economía provincial se basa en la economía de subsistencia, privilegiando en ese sector a los trabajadores por cuenta propia y empresas familiares (Vidal, 2005: 17).

En cuanto al sistema cooperativo en Chiloé, Vidal (2005:19) cita datos registrados sobre este sistema organizativo a partir de los sesenta. Señala que en 1957, IANSA instala una oficina en la ciudad de Castro, para promover el cultivo

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Para la CORFO, las actividades económicas formales clasificadas como microempresas son aquellas que tienen ventas anuales por debajo de UF 2400 (y con menos de 10 trabajadores). Vidal (2005:17) precisa que este término de microempresa no es muy utilizado por la población. Se usa “negocio propio” y “trabajo independiente”.

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de la remolacha y así abastecer la planta azucarera de Llanquihue, donde se busca promover el cultivo. En 1963, se formó la “Asociación de Pequeños agricultores” en torno a la papa. Ninguna de las dos iniciativas tuvo buen resultado, salvo la Cooperativa Campesina Chiloé Ltda., que poseía planta lechera en Ancud desde 1969 y que corresponde a la actual Chilolac, con más de treinta años de trayectoria.

Se atribuyen los fracasos principalmente a la excesiva orientación política de los dirigentes, además de la intención de hacer funcionar la minga dentro de este sistema

de

cooperación, sin considerar la metodología de acción del

“cooperativismo chilote”. Se explica que la minga funciona por un espacio y tiempo determinados, reproduciéndose a partir de las redes de parentesco y vecindad, donde no se transa dinero. “Pero el transito hacia lo económico lo desvirtúa”.

II.

La caracterización de las iniciativas populares y sociales

Vidal (2005: 75-81) caracteriza las iniciativas populares y sociales elegidas a partir de su actividad económica, el perfil de actores, la institucionalidad y organización de la empresa, y el balance de realizaciones de la empresa. En seguida se especificarán las actividades y logros de dos empresas populares y dos cooperativas.

Las empresas populares • La empresa familiar “Ñanku” realiza artesanía en lana, especialmente, muñecas tejidas en lana chilota con teñidos naturales, rellenas en lana de oveja con diseños propios y un riguroso control de calidad, en cada una de las etapas.

Los dueños son nacidos en el Sur de Chile pero fuera de Chiloé. Sus orígenes en la isla se remontan a través de sus abuelos. El padre, jefe del hogar es escritor y recopilador de material de manifestaciones culturales de la provincia. Su esposa

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se define como dueña de casa y sus tres hijos empezaron en el trabajo de la lana aprendiendo a partir de su abuela, la madre, y gentes del campo, a través del hilado y teñido de la lana. Para salir de la pobreza, decidieron especializarse en papas, ajos, y ahora en muñecas.

El trabajo se realiza a través de redes de proveedores. Tienen señoras que venden lana, otra la hilan, la esposa las tiñe, otras mujeres hacen los cuerpos de muñecas y las rellenan a partir de estándares de calidad definidos por el matrimonio. Dimensiones de las muñecas, a través de la cantidad de “vueltas” del tejido, número del palillo, calidad del hilado y tejido. Se paga a cada una de ellas un precio fijo, aunque el precio del mercado sea más bajo.

Sus inicios son en la formalidad y siguen en ella. Su producto mereció el Premio al Emprendedor regional y nacional, otorgado por el Servicio de Cooperación Técnica, (SERCOTEC), en el año 2002, lo que permitió a los dueños realizar viajes a la Serena, Chile, y a España, que les llevó a una comercialización intensiva, debiendo trabajar más, pero sin ampliar mucho el negocio. • La empresa familiar “Cecinas Los Pinos” elabora cecinas y productos elaborados a partir de las faenas del cerdo. Está localizada está ubicada en Llicaldad, localidad rural distante de 8 kilómetros de Castro, la capital provincial. En ella trabaja el matrimonio, el hombre (43 años) figura como representante legal y se encarga de los labores de campo con el hijo (22 años). Además la empresa cuenta con 7 o 8 trabadores que prestan funciones en la planta: faena, elaboración de productos, empaque y despacho; y tres mujeres en la venta al detalle, realizada en un local propio ubicado en Castro, el centro de la provincia.

Esta empresa se inició 20 años antes cuando el padre de familia fue despedido de su trabajo como “mecánico tornero”. Buscó alternativas para generar ingresos para su familia y lo hizo mediante la venta de carne de chancho entre los vecinos y en la comunidad, casa a casa. En uno de sus recorridos conoció un maestro

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cocinero que lo motivó a mejorar los “cortes” de carne y elaborar productos como cecinas y longanizas. Así fue aumentando sus ventas y ampliando su cobertura a pueblos vecinos.

Recientemente incorporó maquinarias y mejorías importantes e incorporó un maestro de cecina, lo que se tradujo en un mayor volumen de producción y diversidad de productos, con etiquetado y canales de distribución al comercio minorista e intermediarios de la provincia y fuera de ella.

Las cooperativas • La “Cooperativa Chilolac”. Es una cooperativa de socios (alrededor de 1000 socios) en el rubro de la leche que abastecen a su empresa en la elaboración de productos lácteos, Es una empresa que tiene más de 30 años en la provincia y se localiza en la comuna de Ancud, siendo abastecida mayoritariamente por socios proveedores de las localidades rurales de esta comuna.

Actualmente cuenta con un Comité Administrativo de 7 personas elegidas por asamblea general. Los directores participan en las reuniones quincenales de la empresa con el gerente y los encargados de los departamentos de la empresa, para resolver temas relativos a su funcionamiento de la empresa, donde el gerente es la voz representativa.

Esta empresa ha tenido un aporte importante del Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (INDAP). Un estudio de su desarrollo muestra que ha tenido importantes modificaciones en cuanto a cambios de gerentes y saltos cualitativos en el último tiempo (diversificación de productos y de mercados a partir de la ampliación de la producción). • La “Cooperativa Punta Chilen” se inicia en el año 1997.

Trabaja en la

producción y comercialización de ajos. Se dedicó al principio a semillas de ajos

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certificadas. Después diversifica la producción en ajo ahumado y pasta de ajo principalmente. Cuenta con 17 socios (o familias socios), todos de la misma comunidad, dirigido por su gerente, que es hija de una de las socias.

La cooperativa está localizada en Punta Chile, localidad rural distante de 20 kilómetros de Ancud, constituida por familias dedicadas a la pequeña agricultura y pesca artesanal. Sus líderes son reconocidos por la comunidad.

La cooperativa se inicia como organización para resolver necesidades sociales tales como caminos, agua potable a domicilio, electrificación, entre otras necesidades resueltas. Luego, en la búsqueda de opciones productivas, con el apoyo de los servicios públicos, eligió producir y comercializar ajos dado el buen precio del momento, el conocimiento tradicional de los socios (todos cultivan ajos) y su bajo costo (en términos de recursos públicos necesitados).

Los principales apoyos económicos provienen del Fondo de Solidaridad (FOSIS), INDAP y municipalidad, donde actualmente presta servicios en Organizaciones Comunitarias de la municipalidad el líder impulsor de la cooperativa.

Actualmente, y mediante recursos de la Fundación Andes, se terminó la construcción de la planta en la misma localidad en terrenos de la cooperativa, contando con todas las especificaciones técnicas y funcionales de la normativa, una iniciativa bastante diferente a lo habitual en las comunidades rurales.

III.

Identidad social territorial, capitales intangibles e iniciativas económicas locales

La investigación profundiza en la identificación de las estructuras sociales de iniciativas en economía popular10 y social en la provincia de Chiloé consideradas 10

.El factor clave de la economía popular es el trabajo por sobre el capital. Está constituida por trabajadores independientes no subordinados y empresas familiares que integran el trabajo y el capital sin oponerlos (Rivas, 1999)

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exitosas, a partir de la caracterización y disposición de sus capitales tangibles e intangibles. Tal consideración de éxito deriva de la inclusión de empresas familiares y cooperativas que hayan transitado de un nivel de subsistencia donde se satisfacen necesidades fisiológicas hacia un nivel de crecimiento caracterizado por un mejoramiento en la calidad de vida de sus miembros.

En esta parte se desarrolla el marco teórico de la investigación, y los resultados en cuanto a las realizaciones de las empresas.

El marco teórico se centra en la importancia de lo social en la economía, donde el éxito económico no es simplemente el resultado de buenas condiciones de mercado, un precio favorable sumado a cierta “racionalidad económica” del agente decidor. Se destaca más bien la presencia de una multiplicidad de variables de carácter social que escapan a la economía, configurando los factores tangibles e intangibles de los procesos socioeconómicos. Para Favreau y Frechette11 dos son las condiciones de éxito para que una iniciativa económica popular llegue a la etapa de crecimiento hacia una economía de mercado:

1. La primera se refiere a la presencia activa de la sociedad civil popular: a. La economía se apoya en un capital social; b. Los responsables del proyecto lograron movilizar un financiamiento de apoyo, interno o externo, y un entorno favorable.

2. La segunda se refiere a un estado activo: a. Que asegura el apoyo a la economía popular y social con políticas públicas (apoyo al desarrollo local por ejemplo)

11

Favreau, Louis y Frechette, Lucie, “Mondialisation, économie sociale, développement local et solidarité internacionale », Presses de l´Université du Québec, 2002

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b. Que promueve legislaciones específicas, por ejemplo en materia de fiscalidad c. Que favorezca un marco de colaboración entre asociaciones, ONG, municipalidades, agrupaciones de pequeños emprendedores o comerciantes Según Pierre Bourdieu (2001)12, la fuerza de un agente (estructura del campo) depende de sus diferentes cartas de triunfo, a veces llamadas “estrategia de negocio”, factores diferenciales de éxito (o de fracaso) que pueden asegurarle una ventaja en la competencia. Se puede entonces hablar del volumen y estructura del capital que posee en sus diferentes tipos:

1. El capital financiero real o potencial: dominio directo o indirecto (por medio al acceso a los Bancos) de recursos financieros que son la condición principal (con el tiempo) de la acumulación y la conservación de todas las otras formas de capital

2. El capital cultural: éste se puede especificar como capital tecnológico, capital jurídica y capital organizativo. Como capital tecnológico, se entiende como la carta de recursos científicos o técnicos capaces de disminuir el gasto en mano de obra o capital, o aumentar el rendimiento. El capital jurídico responde a la batería de normas que rigen al sector y su disposición, lo que facilita u obstaculiza el funcionamiento de la iniciativa. El capital organizativo responde a la forma de organización, incluido el capital de información sobre el campo, que puede ir del conocimiento técnico comercial o dominio de “sistemas de expertos”, hasta el conocimiento del pasado de la firma y de cada uno de sus miembros.

12

Pierre Bourdieu (2001), “Las Estructuras Sociales de la Economía », Ed. Manantial, Argentina, p. 223.

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3. El capital comercial: fuera de la venta, obedece al dominio de las redes de distribución (almacenamiento y transporte) y de servicios de marketing y post venta

4. El capital social: es el conjunto de recursos movilizados (capital financiero, información, etc.) a través de una red de relaciones más o menos extensa y más o menos movilizable que procura una ventaja competitiva al asegurar rendimiento más elevado de las inversiones

5. El capital simbólico: radica en el dominio de recursos simbólicos fundados en el conocimiento, como la imagen de marca, la fidelidad a la marca, etc. Es un poder que funciona como una forma de crédito. Supone la confianza o creencia de quiénes lo padecen porque están dispuestos a otorgar crédito

6. El capital burocrático está ligado a la posición en la jerarquía y también en la antigüedad de la empresa

7. El capital Informacional, que además del conocimiento propio del negocio (técnico-comercial), incorpora el conocimiento del pasado de la firma y de cada uno de sus miembros

Es entonces a partir de estos conceptos que se analiza la relación entre identidad social territorial, capitales intangibles e iniciativas económicas locales, enfatizando los resultados alcanzados. Se eligen dos criterios de evaluación del logro: logro a partir de la identidad y logro en acumulación económica. El estudio parte de las cooperativas y luego aborda las iniciativas populares.

Vidal señala que en Punta Chilen, todos son chilotes, “nacidos y criados con el exacerbado orgullo de pertenecer a un territorio particular diferente, propio, conocido y delimitado” (Vidal, 2005:94). En los líderes y su actual gerente, se advierte una mayor disposición a la integración de personas, conocimiento,

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asesorías, aunque siempre queda bajo el control de los “nacidos y criados”. Se advierte que los ritmos o tiempos asociados al trabajo individual se modifican en el proyecto económico productivo de carácter colectivo, necesitando de un tiempo de adaptación a las nuevas exigencias.

En el caso de Chilolac, en términos de identidad, Vidal (2005:94) observa que se estructura de la siguiente manera:

Gráfico 1. Distribución de identidades en la empresa Chilolac Nivel y área

Identidad

Gerente y equipo

Renovadores

Consejo

Chilotes

Administrativo Proveedores

Chilotes

chicos Proveedores

Renovadores

grandes

La identidad “renovadora” se identifica a partir de la disposición y apertura a los cambios, y al reconocimiento del “otro” no chilote, perteneciente al sistema “experto” en quién confían y se apoyan; estas características se encuentran en el equipo gerencial que pese a no ser chilotes, residen en Chiloé, algunos con un apego afectivo y otros por fines laborales.

Por otro lado, los chilotes son quiénes han estado desde los inicios o que entregan leche desde hace más de una década, y que, mantienen cierta resistencia a la incorporación de la tecnología; el sentido de propiedad resalta siempre y es identificado como resistente al cambio.

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Estas posturas y observaciones del “otro” generan distanciamiento, claramente evidenciado a través de la crisis experimentada por las empresas a raíz de una baja en el precio de la leche y la modificación en el pago a los proveedores.

Los logros monetarios en Chilolac son considerables pero inciertos por la fluctuación del precio de la leche. A pesar de los logros, los chilotes critican a la gerencia por su gestión.

Por su parte, en Punta Chilen, los logros, en términos monetarios, son comparativamente menores, pero mayormente valorados. Más aún, cada socio alcanza una buena producción.

En cuanto a las empresas familiares de economía popular, la acumulación ha sido satisfactoria para ambas empresas. Para Cecinas Los Pinos, en tres años han ampliado las ventas en un 700%, pero esas mejoras económicas no se han distribuido hacia los trabajadores.

Para los Ñanku, la acumulación económica no fue un tema recurrente durante la entrevista, si bien los éxitos se muestran en los pedidos, las ventas y los premios recibidos, destacan el logro familiar de hacer algo trascendente.

En cuanto a los logros en la identidad con la iniciativa, la identidad de los Ñanku es fuerte. La empresa es parte de su familia, pero no quitándole su protagonismo, su fuerte carga simbólica a partir de su ideología en el relato. Es en definitiva el producto, más allá de la materialidad de las muñecas. Para los proveedores también resulta importante la actividad.

En cuanto la empresa de cecinas, no cuenta con esta identidad. Su vínculo con la actividad, a pesar de estar cargada de esfuerzo y mucho trabajo, es

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considerado un medio para producir dinero que es el objetivo final y movilizador de cualquier negocio.

Como balance general, se puede considerar que, en el contexto de emergencia, la economía popular se identifica con el esfuerzo y el trabajo propio incorporado en el impulso de la iniciativa. La familia es dueña, fundadora, promotora y financista de la actividad. En cambio, en la economía social sobresale el interventor, el impulso externo, lo que deja interrogantes acerca de la naturalidad o espontaneidad en el surgimiento de colectivos productivos.

Según lo recogido en la investigación, las variables que significan la base en la construcción social de las empresas de las distintas economías son la caracterización de los actores en su dimensión socioeconómica, educacional y edad, asociada a la identidad que se advierte en la reproducción de los sistemas sociales en si mismo: los pobres siguen siendo pobres, los del campo siguen viviendo en el campo, los chilotes se juntan con los chilotes, etc.

Ambas

iniciativas

de economía popular arrojan éxitos, pero con

configuraciones distintas, a pesar de ser significativamente relevante en el éxito: el capital económico y comercial, la flexibilidad frente a los cambios, la capacidad de análisis, los apoyos en los obstáculos y el reconocimiento (capital cultural, social y simbólico) que en definitiva otorgan sustentabilidad al negocio, marcan la diferencia.

Para la economía social en Chiloé, el éxito depende del territorio y el reconocimiento. Chilolac, por ejemplo, lleva 30 años como cooperativa, con un capital económico que le permite sobrevivir y un capital comercial bueno pero inseguro. Sin embargo esos 30 años le otorgan la fortaleza de ser parte de la cotidianeidad de una comuna, donde han pasado varias generaciones y donde se generan vínculos afectivos. Es parte del conciente colectivo. Y los sectores

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públicos a través de sus agentes políticos los apoyan, sobre todo con un electorado de 783 proveedores.

Sin embargo, internamente existe quiebres importantes basados en la lucha de identidades: chilotes y no chilotes, ricos y pobres. Los chilotes en su extremo, desde la exacerbación de lo propio (su tierra, su tiempo), difícilmente dan paso a cambios e innovaciones porque la confianza sólo existe entre parientes y vecinos. Los poblares son los excluidos, con difícil acceso al crédito, a la tecnología, a mejores precios.

En cuanto a Punto Chilen, la comunidad sobresale. La identidad local se refuerza en sus héroes generacionales. Son todos del mismo nivel económico, sin estudios superiores y “chilotes”, pero cuentan con el control social ejercido a partir de una comunidad organizada e informada, basada en las relaciones “cara a cara”. Reproduce líderes. No se advierten los “quiebres”. No aceptan las heterogeneidades como en el caso anterior. Son los jóvenes de la comunidad quiénes asumen una función de “caudillos”, ingresando al sistema experto de la administración, o al sistema burocrático de los servicios públicos municipales. Proporcionan a la empresa información y conocimiento. Lo “simbólico” e “identitario” se reproduce a Punta Chilen, en una suerte de autopoiesis, donde la cooperativa es uno de sus medios.

Sin embargo, los capitales varían en magnitud y estado. Por lo tanto, como señala Bourdieu, es el tiempo, en conjunto con el capital económico financiero real y potencial, los que condicionan la acumulación y la conservación de todas las otras formas de capital, en base también a los cambios de la identidad. La economía social y popular entonces, constituyen procesos diferenciados en función de elementos endógenos y exógenos que, dentro del límite del campo de la empresa, se disponen de una manera específica. De ahí su ventaja competitiva.

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Conclusión La investigación deja una serie de resultados que aportan al conocimiento y caracterización de la economía popular y social en la provincia de Chiloé. Al objetivo inicial de identificación desde la perspectiva de los elementos y disposiciones de los capitales tangibles e intangibles, los resultados destacan la gran heterogeneidad existente en las iniciativas, diferencias importantes a la hora de diseñar instrumentos de fomento por parte de las políticas públicas.

Desde la economía propiamente tal, los capitales tangibles como el dinero, los diplomas, la maquinaria y equipo de personas son los llamados recursos o factores productivos en la generación de actividades económicas que, dispuestos de una manera racional y eficiente, logran buenos resultados. Sin embargo, la investigación muestra que esta explicación es muy limitada, y no interpreta la gran diversidad de los estilos de producción basados en la disposición de múltiples capitales intangibles tales como la identidad, el capital cultural, el capital social y el capital simbólico.

La autora concluye que los principales resultados identifican una Economía Popular y Social heterogénea en función de las relaciones identitarias y los capitales intangibles. Por un lado, la “chiloteidad” limita la reproducción de la solidaridad en los colectivos locales. En cambio la renovación de esta identidad tradicional sugiere un tipo de economía de alto capital social y simbólico

Por su parte, la economía social se caracteriza por ser un ente integrador de economías populares del tipo familiar. Chilolac aparece una cooperativa reconocida por su permanencia en el tiempo, pero donde la diversidad de sus capitales internos la limitan. Punto Chilen corresponde a una iniciativa donde la comunidad y el territorio refuerzan la configuración de capitales dispuestos a partir del control social ejercido.

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En común, son los capitales económicos y comerciales los que determinan en primera instancia el éxito de una empresa de economía popular y social, sin embargo, la disposición de los capitales intangibles (cultural, social y simbólico) fortalecen o limitan su sustentabilidad en el tiempo.

Se observa también que no es cualquier identidad que es “palanca del desarrollo” (Arocena, 2001:221). La afirmación de la identidad local, si bien se basa en reconocerse en una historia colectiva, es importante si se traduce por la existencia de una historia viviente en cada uno de los habitantes, sin apego a una mirada nostálgica del pasado.

“Solo adquiere toda su potencialidad cuando la fuerza de esa carga histórica provoca interrogantes sobre el presente y sobre el proyecto. La identidad se convierte en palanca del desarrollo cuando lleva a descubrir la posibilidad de actuar. Pero este descubrimiento sólo es real, sólo genera realizaciones cuando el individuo o el grupo que actúa se reconoce a sí mismos como capaces de aportar algo a su comunidad”(Arocena, 2001:220) Arocena (2001:220) destaca el desafío de cambiar mentalidades:

“La sociología del desarrollo ha puesto de manifiesto en diferentes países, ubicados de distintas forma en los procesos de modernización, que una de las grandes dificultades que tiene el desarrollo se encuentra en el nivel de las mentalidades”. Al respecto, se pueden considerar a los “renovadores” son verdaderos “innovadores”:“Deben movilizar las mentalidades y atreverse a llevar adelante experiencias riesgosas…Tendrán que asimilar fracasos parciales y volver una y otra vez a osar la experimentación” (Arocena, 2001:220).

Si bien el caso elegido ha sido un caso donde las agrupaciones humanas locales han desarrollado una verdadera identidad colectiva local, en muchos casos no es tan así en varias otras circunstancias. En muchos casos nos encontramos con economías locales en desaceleración y un “deterioro de los tejidos sociales

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originales que ha producido el debilitamiento o la casi desaparición de los referentes identitarios…Estamos ante grupos humanos que habitan un territorio pero que difícilmente pueden ser llamadas sociedades locales” (Arocena, 2001:222).

De allí la importancia de mantener una gran vigilancia para trabajar los elementos identitarios de los proyectos de desarrollo económico local mediante una constante acción cultural hacia las poblaciones involucradas en estos procesos de desarrollo. No solo se debe informar a la población de los cambios del entorno y capacitar a sus dirigentes en las nuevas competencias que se requieren, sino se debe también luchar contra actitudes de división al interior del grupo y buscar renovar la utopía del proyecto, resignificando el pasado en función del presente y del futuro.

Al respecto, la formación a socios de las empresas y a comunidades debe ser permanente, tanto en contexto de crecimiento como en contexto de crisis, es un instrumento para construir y consolidar una identidad compartida en torno al proyecto y desarrollo de la localidad. Al respecto, Arocena (2001:224) se refiere a la importancia de buscar construir una identidad que fomente una visión compartida sobre el desarrollo de la comunidad. Sugiere también promover una identidad de los socios que les incentiva a buscar una constante demanda de saber, buscando crear una cultura de la información.

Al respecto es interesante observar como “Chile Emprende” un programa innovativo del gobierno chileno para fomentar el desarrollo territorial, incluye en su propuesta una capacitación de los territorios y sus actores, implementado una serie de acciones en las que actuó directa o indirectamente sobre esta identidad en la mayoría de los territorios donde trabaja, puesto que casi todos ellos eran nuevos en término de concepción de unidad con potencial endógeno de desarrollo (González y van Hemelryck, 2005:.33). Al respecto, se contempla no solamente una formación de la identidad social territorial, sino también el capital social, la

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competitividad empresarial y laboral y el acondicionamento del territorio como “factores condicionantes para el aprovechamiento de las oportunidades” (González y van Hemelryck, 2005:32).

Sin embargo, falta referirse a un capital que no ha sido destacado en el trabajo, el capital ético. Si el desarrollo es axiológico, ¿cómo abordar los valores y cuales son los valores que se deben promover? ¿Cómo lograr su desarrollo?

A partir de los casos analizados, se observa que una cierta forma de identidad no favorece la solidaridad, mientras que otra sí lo logra. Se observa también como cierto desarrollo de las iniciativas económicas locales hace perder la visión solidaria del inicio ¿Cómo hacer crecer y consolidar los valores relacionados al bien común y a la responsabilidad social entre los socios de las iniciativas económicas locales? ¿Cómo convertir la conflictividad en colaboración y solidaridad?, sin caer en el instrumentalismo, ¿no sería provechoso que el estudio de los capitales intangibles, en particular el estudio de la identidad social, incluiría una referencia a las creencias religiosas, los símbolos, prácticas y misterios, fuente primaria del sentido de la vida en la mayoría de los países en desarrollo, tanto del occidente como del oriente?

De hecho, según el sociólogo Peter Berger, la modernización no siempre se conyuga con secularización (Goulet, 1999: 192). En este diálogo con los valores ¿no se deberían cuestionar los valores con relación a las exigencias del compromiso pleno del ser humano en la creación de la historia y en el cambio de las estructuras sociales para que atiendan a las necesidades humanas y al pleno desarrollo del ser humano? ¿Dónde termina el horizonte del desarrollo humano pleno?

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Bibliografía

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