Representaciones de esclavos en mosaicos africanos

[Publicado previamente en: Mustapha Klanoussi – Paola Ruggeri – Cinzia Vismara (eds.), L’Africa Romana XII. Atti dell'XII convegno di studio. Olbia, 1...
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[Publicado previamente en: Mustapha Klanoussi – Paola Ruggeri – Cinzia Vismara (eds.), L’Africa Romana XII. Atti dell'XII convegno di studio. Olbia, 12-15 dicembre 1996, Sassari 1998, 1029-1036 (también en J. M.ª Blázquez, Los pueblos de España y el mediterráneo en la antigüedad. Estudios de arqueología, historia y arte, Madrid 2000, 701-709). Editado aquí en versión digital por cortesía del Prof. Attilio Mastino y del autor, bajo su supervisión y con la paginación original].

© José María Blázquez

Representaciones de esclavos en mosaicos africanos José María Blázquez Martínez Desde el principio conviene hacer una aclaración importante: la dificultad que existe en los mosaicos de distinguir únicamente por su indumentaria a los esclavos de otros personajes que realizan oficios humildes. Unos y otros llevan la túnica corta, y a falta de otros detalles iconográficos más concretos hay que pensar que se trata de esclavos, en razón del tipo de trabajo que éstos realizaban. Ahora veremos algunos casos. El número de esclavos en el Bajo Imperio era muy grande en las fincas de los importantes possessores. Basta recordar que Melania la Joven (383-439), rica dama de origen hispano, y propietarios de tierras en Hispania, Campania, Sicilia, África, Mauritania, Bretaña y otros países (Hier., Vita Mel. 11) concedió de una vez la libertad a 8000 esclavos (Pallad. H.L. LXI,52) que se la habían solicitado. Melania la Joven y su esposo Piniano, tras dedicar su vida al ascetismo, fundaron dos grandes monasterios; uno con 80 varones, el otro con 130 mujeres (Hier. Vita Mel. 22) con sus propios esclavos y servidores, según puntualiza la edición latina de su vida. Posibles esclavos en escenas de cacería Las escenas de caza eran tema muy solicitado por los grandes señores africanos para decorar sus mansiones, como indica la frecuencia con que aparecen en el norte de África este tipo de composiciones en los pavimentos. Los mosaicos muestran a los señores, domini, en acción de caza, acompañados por sus ayudantes vestidos con túnicas cortas, cuyo rango se supone que era el de esclavos. Así aparecen en un pavimento de Cartago 1 que en tres registros mues1

K.M.D. Dunbabin, The Mosaics of Roman North Africa. Studies in Iconography and Patronage, Oxford 1978, pp. 48-49, lám. 21; G.-Ch. Picard, La Mosaïque en Tunisie, Paris 1994, pp. 23 y 25. El tema del transporte del jabalí metido en una red, trasportado por dos sirvientes mediante una pértiga, vestidos con túnica corta, se repite en la llamada "Piccola Caccia" de un pavimento de Piazza Armerina, fechado por K.M.D. Dunbabin, op. cit. pp. 243-247, entre los años 310-330 (A. Carandini. A. Ricci, M. de Vos, Filosofiana. La villa di Piazza Armerina, Palermo 1982, p. 178, figs. 13, 92, hoja XXIV. Sobre las venationes, ibid. pp. 67-74, y H. Schlunk, Th. Hauschild, Die Mosaikkuppel von Centcelles, Maguncia 1998, lám. 74c). El tema se repite, de igual modo con porteadores que visten túnicas cortas, en un sarcófago de la Narbonense, procedente de Truilles, de co-

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tra la caza del jabalí (tav. I, a). Este suelo fue encontrado en la colina de Juno, y se fecha entre los años 210 y 230, siendo el ejemplar más antiguo del siglo III d.C. con escena de caza, que se muestra de forma realista. En el superior, dos varones transportan el jabalí atrapado en una red colgada de una pértiga, que transportan dos personajes masculinos vestidos con túnica corta y el manto a sus espaldas ondeando al viento. La capa corta más bien parece indicar hombres libres pero el oficio que desempeñan es propio de esclavos. En el segundo registro un hombre vestido igualmente con túnica corta corre con un lazo en la mano hacia una red con la que se atrapa a un jabalí perseguido por un perro. Delante de la red un varón con idéntico traje corto al que visten los dos personajes del registro superior, levanta la mano en señal de victoria, y lleva un cubo. Los mismos personajes con manto al viento (tav. I, b) se repiten en los registros primero y segundo de un mosaico de El Djem, la antigua Thysdrus 2, aquí en una escena de cacería de liebres. En el registro superior un hombre lleva una vara, sin duda para golpear los matorrales y levantar la pieza. En el segundo, un varón sujeta dos perros atados que olfatean una liebre oculta en unos arbustos y están ansiosos por correr detrás de ella. En este caso K.M.D. Dunbabin hace la siguiente observación: «The actors here too wear contemporary dress thought these are richly dressed young aristocrats not me drab hunters of the Carthage pavement». La escena de animales salvajes, en este caso gacelas acosadas contra la red, se repite en un mosaico de Utica, Casa de la Caza, fechada después del 355-361. En este pavimento se representó un joven en cuclillas con un brazo levantado 3. Importante por su contenido es un pavimento de Kélibia (tav. I, c) conservado en los almacenes del Museo de El Djem, donde se representan cuatro esclavos con túnicas cortas y ceñidas tres de ellos. Uno de los varones conduce un perro de caza; el segundo, un caballo; el tercero, corre hacia una liebre dormida con un halcón posado en su brazo derecho extendido, y el cuarto personaje se encuentra delante de la red en cuclillas. Dos jóvenes con túnica corta ceñida a la cintura transportan una red en un mosaico de la ya citada Casa de la Caza 4. Indumentaria similar, túnica manicata corta, viste un joven con red mienzos del siglo IV, según H. Schlunk, op. cit., lám. 74d. Sobre el significado de las escenas de caza, K.M.D. Dunbabin, op. cit. pp. 46-64 para los suelos africanos. Ver también: varios: Mosaïque romaine. L'âge d' or de l'école d'Afrique. Les Dossiers de l'Archéologie 31, 1978. Para los de Hispania: J.M. Blázquez, Mosaicos romanos de Híspanla, Madrid 1993, pp. 245-271. 2 K.M.D. Dunbabin, op. cit., p. 49, lám. 22. 3 K.M.D. Dunbabin, op. cit., pp. 57, 62, lám. 32. 4 K.M.D. Dunbabin, op. cit., p. 57; 62, lám. 33. El mismo tema se repite en un mosaico de

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al hombro en un pavimento de Constantina, la antigua Cirta 5, de la segunda mitad del siglo IV. El personaje marcha junto a su perro, delante de la villa. El mismo tipo de vestido llevan dos ayudantes de los cazadores que marchan a caballo, en el famoso mosaico de Cartago (tav. I, d), Khéreddine, con la ofrenda de la grulla en el registro superior. Uno espolea con un látigo un mulo que transporta a lomos una red, el segundo lleva a hombros un mazo 6. El mejor mosaico con este tipo de escenas, por su conservación y su factura, es probablemente el de Althiburos (tav. I, e), fechado entre 280-290 d.C., en el que aparecen dos personajes que conducen perros atados. Visten túnicas cortas, remangadas y atadas a la cintura, y con largas pértigas en la mano 7. El argumento para sospechar que estos ojeadores que caminan a pie y que van vestidos túnicas cortas y calzan do fasciae crurales o botas bajas, caligae, eran esclavos, lo proporcionan los pavimentos de Conimbriga, Lusitania 8, de época Severiana, con escenas de cacerías a pie (tav. II a-b) conduciendo perros mediante un collar, acompañados de sus respectivos nombres, los cuales, según me indica amablemente el prof. J. Gómez Pallarès, de la Universidad de Barcelona, son propios de esclavos. El pseudo Oppiano en su Cynegetica, obra dedicada al emperador Caracalla, y compuesta posiblemente en Siria en torno al año 215, no concreta este aspecto. En un mosaico con la caza del oso, fechado entre los años 220 y 250, conservado en el J.P. Getty Museum, tres

Djemila, la antigua Cuicul, datado a finales del siglo IV o a comienzos del siguiente. Ver K.M.D. Dunbabin, op. cit., pp. 62, 76, 118, lám. 45; H. Schlunk, op. cit., lám. 74. El transporte de la red y vara al hombro de un joven se repite en el mosaico de Dominus Iulius, al que luego nos referiremos. El muchacho viste túnica por encima de las rodillas, mangas cortas y amplio escote triangular. Escena similar de transporte se repite en un sarcófago con el tema de Meleagro, de fecha de los Antoninos (H. Schlunk, op. cit,, pp. 101,121, lám. 74a.) El mosaico de Kélibia, en M. Blanchard-Lemée, M. Ennaifer, H. et L. Slim, Sols de l'Afrique Romaine, Paris 1995, p. 180. 5 K.M.D. Dunbabin, op. cit., pp. 56-57, lám. 34. 6 K.M.D. Dunbabin, op. cit. pp. 55-58, láms. 35-36. M. Blanchard-Lemée, M. Ennaifer, H. et L. Slim, op. cit., fig. 134. También la red a lomos de caballería en el mausoleo de Centcelles, H. Schlunk, op. cit., pp. 34-42, láms. 41b-44. Los acemileros visten túnicas cortas. El monumento de Centcelles corresponde a mediados del siglo IV, a un hijo de Constantino el Grande (H. Schlunk, Th. Hauschild, op. cit., lám. 44). 7 M. Ennaifer, La cité d'Althiburos et l'édifice des Asclepeia, Túnez 1976, pp. 121-123, lám. CXLIII. En las páginas 124-126 se catalogan y describen todos los mosaicos africanos con escenas de caza. En la lámina CXXVII se llama esclavo al que camina a pie al lado del jinete. M. Blanchard-Lemée, M. Ennaifer, H, et L. Slim, op. cit., pp. 184-185, fig. 132. 8 J.M. Bairrão Oleiro, Mosaicos romanos de Portugal. Conventos Scallabitanus, I, Conimbriga. Casa Repuxos, Conimbriga 1992, pp. 117-125, lám. 45; G. López Monteagudo, El programa iconográfico de la Casa de los Surtidores en Conimbriga, «Espacio, Tiempo y Forma», II. 3, 1990, pp. 213-225, figs. 15-20.

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cazadores visten túnica corta de manga ancha y calzan caligae. Uno se llama Lucius. Sobre el particular, D. Ball al estudiar esta escena, escribió: «The use of names, especially for slaves and animals, become fashionable in North Africa mosaics in the third century, because it gave patrons an opportunity to personalize on otherwise generic scene» 9. Mosaicos con escenas de anfiteatro Esclavos debían ser los personajes vestidos con túnicas en el célebre mosaico de Zliten, Villa de Dar Buc Ammera (tav. II, c), con escenas de anfiteatro 10, que es el mosaico conocido hasta el momento presente como el más completo que muestra escenas de anfiteatro. Se supone que refleja la victoria sobre los Garamantes, antepasados de los actuales Tuaregs, nómadas que recorrían el desierto desde el Níger hasta el Mediterráneo, y que atacaron Leptis Magna en el año 70, siendo perseguidos hasta su capital, Fezzan, por el legado de la legión III Augusta, o sobre otra tribu, la de los Nasamones, que habitaban en el territorio comprendido entre la región que se extendía desde los Garamantés hasta el norte de la Gran Sirte, entre Tripolitania y Cirenaica, tributarias de Roma, que se sublevaron y fueron masacrados por los ejércitos romanos en el año 85. G.-Ch. Picard supone que el constructor de la Villa de Zliten seria un notable de Leptis Magna, magistrado de la ciudad en el momento de la crisis de los Garamantes, que celebró la victoria de Roma sobre esta tribu del desierto. El mosaico se data a finales del siglo I o a comienzos del siguiente a juzgar por los vestidos y el armamento de los gladiadores, según G. Ville. En el mosaico aparecen varios personajes masculinos vestidos con túnicas cortas sin ceñidor a la cintura, empujando un pequeño carro con un hombre atado a un palo como cebo para una fiera; un segundo delante de un caballo, y un tercero azotando a un condenado con intención de arrojarlo a un león. Se trata de una damnatio ad bestias. Una escena de anfiteatro adorna un mosaico de Thysdrus (tav. II, d): dos servidores del anfiteatro, que sin duda eran esclavos, se dirigen a una mesa colocada en el centro, sobre la que se hallan dos jarras, junto a una gran tinaja posada en el suelo. Los sirvientes levantan una mano. Cinco cebúes reposan tumbados delante de la mesa. En la parte superior cinco personajes sentados comparten una comida de banquete. Encima de sus cabezas aparecen los nombres respectivos, y

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A Bear Hunt Mosaics, «G. MusJ» 12, 1984, pp. 123-134. Sobre el significado de las escenas de anfiteatro en los pavimentos africanos, K.M.D. Dunbabin, op. cit., pp. 65-87. Éste en particular, ibid., p. 66, láms. 47-48. 10

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los emblemas indicativos de los equipos o facciones a los que pertenecía cada uno de ellos, que son los siguientes: los de los Telegenii, con una media luna para desgarretar a los toros 11, como se hacía todavía en época de Goya y que el pintor representó 12 en corridas de toros; de los Pentasii, de los Synemati, de los Crescentii, y de los Leontii. Esta obra se fecha a comienzos del siglo III. Este tipo de túnica corta se documenta también en un relieve de Ostia con escena de triturar grano en un molino accionado por una caballería. Junto al animal hay un personaje, esclavo son seguridad por el oficio que ejerce 13. Túnicas cortas sin ceñir a la cintura visten otros personajes en diversos mosaicos africanos, como la imagen de un niño cazando a lazo en un pavimento de la Casa de los Caballos en Cartago, fechado hacia 300-320 (tav. III, a) 14. En otros casos aparecen los nombres propios sobre las figuras de los sirvientes que atendían a las caballerías, como en un pavimento de Susa (tav. III, b), la antigua Hadrumetum, fechado a comienzos del siglo III 15. Los palafreneros vestían túnicas cortas, que podían ser de colores distintos identificativos de las facciones y que evocan las estaciones: el color verde, la primavera; el rojo, el estío; el azul, el otoño; y el blanco, el invierno. Los aurigas a veces eran esclavos. Túnicas cortas, unas veces ceñidas y otras veces sueltas, se representan cinco veces en un mosaico con escena de caza, en Utica, fechado a mediados

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J.M. Blázquez, op. cit., pp. 537-538; G.-Ch. Picard, op. cit., pp. 34-35; M. BlanchardLemée, M. Ennaifer, H. et L. Slim, op. cit., p. 214, fig. 155; K.M.D. Dunbabin, op. cit., pp. 7879, lám. 69, con las diversas interpretaciones propuestas. El instrumento para desgarretar los toros aparece en la mano de un venator, que lo levanta en su mano en el mosaico con escena de lucha con leopardos de Magerius, hallado en Smirat (fig. 10), pequeña población de la Byzacena, fechable hacia 240-250 (K.M.D. Dunbabin, op. cit. 67-69, lám. 53; M. Khanoussi, La mosaïque en Tunisie, p. 159). Un hombre alanceando a un toro decora una orla de la Basílica de Nicópolis, habitación II. Ver: M, Spiro, Critical Corpus of the Mosaics Pavements on the Greek Mainland, Fourth/Sixth Centuries, with Architectural Survey, Nueva York 1978, p. 458, láms. 511-513). Un mosaico del siglo III con escena de cacería, de una villa de Paphos, en V. Karageorghis, Chypre, Ginebra 1968, fig. 177. Otro en la Villa Borghese de Roma, J.M. Blázquez, op. cit. pp. 518-520. Este tipo de venatio era antigua, pues se documenta en una pintura de la tumba de Scaurus en Pompeya (J.M. Blázquez, op. cit., p. 521). 12 Varios, Goya. Toros y Toreros, Madrid 1970, passim. Ejemplos de toreros alanceando toros en R. Casariego, La Tauromaquia de Goya, Madrid 1965, lám. 12, con grabado de desgarretar. 13 R. Bianchi Bandinelli, Roma Centro del poder, Madrid 1970, p. 61, fig. 66; M. Yacoub, Le sol amour des jeux de cirque, en La Mosaïque en Afrique, p. 195. 14 K.M.D. Dunbabin, op. cit., pp. 165-166, lám. 75. 15 K.M.D. Dunbabin, op. cit., p. 95, lám. 83.

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del siglo III o algo posterior 16; de Zliten, esta vez con escena de trilla, de finales del siglo I 17. En este emblema un único varón lleva un paño que le cubre la cintura. Se trata de un esclavo. Esclavos en escenas de banquete En Dougga, la antigua Thugga, se conservan escenas de esclavos escanciando vino (tav. III, c) 18, del siglo III. En los banquetes eran los esclavos quienes atendían el servicio de mesa, tal como describe Petronio en el Satiricón (27.7; 30.5.7 y 10; 31.1.36u etc.). K.M.D. Dunbabin indica que los dos varones que transportan sendas ánforas de vino con la marca ZHCHC y PIC son esclavos. Uno lleva un paño que le cae por delante; el segundo una túnica corta que le deja el hombro derecho al descubierto. De los cuatro personajes restantes, dos visten túnicas cortas, dos transportan fuentes en las que se vierten líquidos, otro una cesta llena de flores y un ramo, otro un jarro. Estos personajes deben ser esclavos, en razón de los oficios y del tipo de túnica que visten. K.M.D. Dunbabin, con ocasión de publicar este mosaico recuerda que en Oudna, la antigua Uthina, en un pavimento situado a la entrada de una habitación, oecus triclinium del peristilo, se representaron dos esclavos de nombres Myro y Victor, que sirven bebida a un personaje de nombre Fructus ricamente ataviado, que posiblemente es el dominus. Este mosaico se fecha en la primera mitad del siglo III. En la misma ciudad de Oudna cita la autora inglesa un segundo mosaico con dos esclavos escanciando liquido. Esclavos, a juzgar por sus indumentarias y por los oficios que hacen, deben ser los cinco hombres que sirven un banquete en un mosaico de Cartago, Sidi-bou-Saïd (tav. III, d), que transportan diversos objetos. En algunos casos las túnicas van enrolladas a la cintura, recogida con un nudo que cae hacia delante 19.

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K.M.D. Dunbabin, op. cit., p. 112, lám. 100. En las venationes de los anfiteatros participaban generalmente esclavos y también en los juegos gladiatorios. Basta recordar los pavimentos de Magerius en Smirat; el de Le Kef, de mitad del siglo III; el de Thelepte, la antigua Feriana, de la segunda mitad del siglo III; el de El Djem, fechado entre los años 280-300; el de Susa, datado hacia 250; el de Khanguet-el-Hadjaj, de finales del siglo IV o de comienzos del siguiente; etc. Ver, K.M.D. Dunbabin, op. cit., pp. 69-71, láms. 54-56 y 61-62. 17 K.M.D. Dunbabin, op. cit., p. 109, lám. 96. J.M. Blázquez, El entorno de las villas en los mosaicos de África e Hispania en «L'Africa romana» X, 1994, p. 1182, lám. VII. 18 K.M.D. Dunbabin, op. cit., p. 123, lám. 114; M. Blanchard-Lemée, M, Ennaifer, H. et L. Slim, op. cit., p. 79, fig. 48. 19 K.M.D. Dunbabin, op. cit., p. 124, lám. 115.

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Mosaicos con escenas de labores agrícolas Ya se ha mencionado alguno, como el hallado en Zliten. África ha dado algunos excelentes mosaicos con este tema. Solamente nos examinaremos tres de ellos. El primero adornaba la Casa de los Laberii (tav. IV, a) 20, fechado entre los años 160 y 180. Las escenas muestran diversas trabajos propios de las fincas rurales. Varios personajes visten túnicas cortas, y uno calzón corto. Algunos de ellos serían con toda probabilidad esclavos: el pastor apoyado en una puerta de la casa delante del rebaño; un joven con calzón corto que saca agua de un pozo; el que varea una palmera, con el hombro derecho al descubierto; y dos pastores, uno que ordeña una cabra y un segundo tocando una flauta. En cambio deben ser colonos otros personajes, como el que aparece arando con una yunta de bueyes, y el que sigue a una mula guiándola con una vara. El segundo mosaico, procedente de la Casa de Dominus Iulius (tav. IV, b), en Cartago, datable entre los años 380-400, tiene diferentes escenas campestres alrededor de la villa 21, y diferentes presentes ofrecidos al dominus y a la domina por un esclavo, y un varón vestido con túnica corta que acompaña a pie a un jinete. También se ven dos jóvenes, con la cabeza cubierta, pileum, y túnicas cortas que varean un olivo. En cambio son colonos, seguramente, los dos hombres vestidos con túnica corta que ofrecen al dominus sentados dos ánades y una cesta repleta de uvas, y también el personaje que ofrece dos patos a la domina sentada en el registro superior. Un mosaico de Cherchel, la antigua Caesarea 22, muestra en acción a varios hombres en escenas de vendimia (tav. IV, c), vestidos con túnicas cortas, decoradas con clavi y orbiculi. Nunca se tiene la seguridad absoluta de que no fueran colonos, aunque estos oficios más humildes los desempeñaban más bien los esclavos de las fincas rústicas. Esclavos prensando Queremos recordar finalmente un mosaico de tema marino 23. Junto a un

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K.M.D. Dunbabin, op. cit.,pp. 51-52, 112, lám. 101. M.H. Fantar, La Mosaïque en Tunisie, p. 98; M. Blanchard-Lemée, M. Ennaifer, H. et L. Slim, op. cit., pp. 173-175, fig. 125; J.M. Blázquez, El entorno, cit., p. 1180, lám. Va. 21 K.M.D. Dunbabin, op. cit. pp. 119-121, lám. 109; M.H. Fantar, op. cit., pp. 108-112. J.M. Blázquez, El entorno, cit., p. 1180, lám. Vb; M. Blanchard-Lemée, M. Ennaifer, p. 69, fig. 121. 22 K.M.D. Dunbabin, op. cit., p. 116, láms. 107-108. 23 M.H. Fantar, op. cit., p. 115. Esclavos de los mensores de un relieve del siglo I con escena de recolección de aceituna, que vierten los frutos en un cubo de metal rodeado con tres anillos

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barco dos hombres pesan en una balanza diferentes productos. Visten túnicas cortas. Uno de ellos, a la derecha, no lleva ceñidor, el de la izquierda sí (tav. IV, d). La banda ancha que ciñe la cintura del personaje de este mosaico africano es similar a la que lleva un esclavo que traslada un ánfora de un navío a otro, de uno onerario a otro rostrato, en un pavimento del Foro delle Corporazioni (statio 25), fechado entre los años 190-200 24. De todos estos ejemplos se puede deducir que las representaciones de esclavos son frecuentes en los pavimentos africanos, y prueban que la esclavitud tenia un papel importante en diversos aspectos de la vida cotidiana en las villas romanas de época romana imperial.

metálicos (A. García Bellido, Esculturas romanas de España y Portugal, Madrid 1949, 316-317, lám. 254), y los mensores de un mosaico de Ostia, fechado a mitad del siglo III (G. Becatti, Scavi di Ostia. Mosaici e pavimenti marmorei, IV, Roma, 1961 pp. 33-36, láms. CLXXXVII CLXXXVIII). 24 G. Becatti, op. cit., p. 74, lám. CLXXXI. Sobre la iconografía de los esclavos, cf. 1. Kolendo, Eléments pour une quête sur l'iconographie des esclaves dans l'art hellénistique et romain, en: Schiavitù, manomissione e classi dipendenti nel Mondo Antico, Roma 1979, pp. 161174, figs. 1-12. G. Roche-Bemarel, G. Roche-Bernard, A. Ferdière, Costumes et textiles en Gaule romaine, Paris, 1993, pp. 30-39. Agradezco a la prof. C. Alfaro, de la Universidad de Valencia, la bibliografía proporcionada y sus valiosas indicaciones incorporadas al texto.

Tavola I

Tavola II

Tavola III

Tavola IV