Tengo un sueño. Un solo sueño: seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad, y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas.

Martin Luther King

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(Punto de Vista)

A PRIORI

A ratos pensaba que las cosas se arreglarían ahora que todos estamos juntos. Sí volverían las protestas; bien y mal para ellos. Tienen sus objetivos; yo tengo el mío, y como persona lo estoy cumpliendo. Pero… ¿cómo iba a saber luego de tantas penurias y ausencias, la cosa no acabaría? ¿Cómo sabría que esos momentos de dicha se acabarían por mi culpa? Y hasta ahora me siento culpable pues… tenía otras opciones y me forzaron a no usarlas. Es algo que aún hoy no me perdono, ni lo merezco.

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Había regresado más que feliz a casa; importándome nada de lo que llegaría a suceder. Aun así al ver a mamma y a pappa un poco preocupados que felices como esperaría de ellos, no diciendo que están ya en contra del Gobierno. Nada más en tratar de sobrevivir en cuanto a raciones, raciones y más raciones. Con tal de vivir para una persona vale mucho.

Al día siguiente después de la escuela se pone el siguiente resumen: más matonaje de lo esperado, el fascismo es tal que ni en la biblioteca estaba a salvo de los grupos de conversación –aún a base de murmullos-. Se supone que siendo extranjero importaría un carajo la condición política del país, pero por como veo… Pero volviendo al punto de poder salir al fin y alejarme de esos venenos me desvié del camino para ver a Cody. Ya sabiendo donde vive hace recordar cuando Naruto me llevó a esa población de clase “baja” (no quiero ser maleducado al denominarlo así) pero rellenos de esperanza. Según, lograron mudarse a un edificio-condominio discreto para evitar problemas. Una ventaja es que queda cerca; clase “media” (como muchos lo dicen), tranquilo pero por dentro notándose desesperados. Nadie es la excepción; también lo estoy. Por ahora él y su familia están viviendo en el cuarto piso de los cinco que es el edificio. Apenas toqué la puerta y su mamá me recibió gustosa… además de unas galletitas recién horneadas. Cody aún estaba en la cama pero más vivo de lo que esperé. En su voz ya no se le oye ronco o algo, hace ensayos para levantarse, comer como bestia y viendo la tele que le dejaron. Así puede enterarse de lo ocurrido de lo que pasa afuera y más. Y como daban las noticias nos atentamos hacia un reporte sobre el grupo ultraderechista le detectaron armamento ilegal que se planeaba usar en la protesta. Pero a ratos poniendo esa cara sospechosa para que le cuente el “detrás de escena”. Cody ha sido por ahora el único quien no me apoda “cara de hielo”, más a todo referente a estar enamorado, y lo entiendo; es su manera de alegrar el día y me hace reír también, luego de tener cuantiosas visiones al estar enfermo, a veces sonámbulo, como si se acostumbró. Contó que en una noche dejó que lo ataran para evitarle otra recaída –del que me mostró sus muñecas con pocas señas de atadura-, del que funcionó, pues nunca supo desatarse, pues Émile lo ató con un nudo difícil, según. Por ahora sus visiones no han vuelto a aparecer o se ven muy borrosas como para recordarlas, aunque teme el regreso luego de todo lo que se rumorea. También me preocupa; especialmente hacia Naruto, pero sabiendo que está con Adam a salvo me tranquiliza un porcentaje suficiente. Sintiéndolo como un dueño de grandes misterios en sí mismo. Ya ahora en mí mismo puedo decir que lo amo. ¡Lo amo! Y no bajo el típico capricho de la atracción; es real. (Te amo, Naruto).

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De decírselo sería un poco gigantesco para este momento. Por ahora aprovechamos de divertirnos a nuestra manera, volviéndose parte de nuestra vida. ¿Por qué ponen que después de eso la gente se vuelve aburrida? La pregunta obvia es: ¿para qué se dejan? ¿Qué, acaso no tuvieron imaginación? Ansío tener mucha para hacer feliz a mi angelito, aunque me vea como un aburrido. Pero sabe que como él tiene armas para divertirse, yo también.

Requirió de un par de semanas para volverlo a ver. Entre esos días encontraría un sobre atorado en la ventana, del que abriéndola se trataba de la foto que nos sacamos en el bosque, aunque sea en blanco y negro, Naruto se veía tan hermoso con esa sonrisa llena de esperanza. En ese tiempo nos pudimos enterar de algo ya dicho anteriormente pero con un poquito más de detalles. Estados Unidos asumió que usaron dinero para eliminar el Gobierno actual, sonando como pista principal. Desde mucho antes de las elecciones tenía razón. Y aun así no hubo mucho que escribir en mi diario, al contar siquiera un poquito de la situación política como relato clásico, ya que no existe otro tema de conversación más que coloquen. Más; un nuevo cambio de gabinete que hasta llegó en las páginas ocho de todos los diarios, inclusive los de origen derechista, que están ocupadas por destruir la reputación de todo menos hacia ellos mismos y el grupo que “declaró la guerra” al MIR (hasta como sé). Es en ese entonces que, volviendo a casa después de las clases encontré un sobre de carta en la puerta de mi casa. Al recogerla la escondí a tiempo, luego de ver a Itachi caminar hacia acá. Ya ni podía verlo de perfil por esa sensación de miedo y sugestión hacia la Imagen Eléctrica que me llegó a perder la respiración por ocho eternos segundos hasta despertar y huir a mi cuarto mientras le oigo la palabra “perdedor” de un modo muy que llega a marearte, sólo porque no tengo novia. ¡¿Cuál es la gran cosa?! Ya es la enésima que tengo que decirle eso desde el otro lado de la puerta y que se le quede pegada, pero parece que echa esas palabras en un papiro y lo lanza al agua para disolverlo. Da lástima; miedo a que haga algo más que discriminar. Ni siquiera hace algo para traer suministros para la semana. Al saber que se fue de la puerta de mi cuarto, me tiré a la cama de un sopetón y me tomé un minuto para calmarme. Miré el sobre una vez más y decidí abrirlo. Eran fotos. Y todos referentes a las reacciones dentro y fuera del lugar donde ocurrió el cambio de gabinete. Sólo en una de esas cinco tenía un mensaje detrás. La foto era la oficial; “una foto familiar”, como se diría, tratándose del Presidente y su nuevo grupo. El mensaje decía.

“Tal vez no gane reputación acá. No me importa. Pero muchos del diario argentino y ruso quisieron estas copias. Espera la llamada para volvernos a ver. Entenderé tus ansias”.

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Los guardé en el alhajero escondido, y casi apurado por oír esos tenebrosos pasos cerca de la puerta de mi cuarto. Aún temo demasiado; ¿qué es lo que más me está invadiendo además de la Imagen Eléctrica? ¿Qué es esa sensación de que algo malo va a pasar? Cada vez que Itachi está cerca lo empeora y trato de actuar natural para no poner sospechas. ¿Por qué estas preocupaciones; si todo lo que me importa hacer en esta vida es ver a Naruto feliz?

Habrían algunos panoramas en Abril. Una de ellos es enterarnos de las noticias que ocurren en el Norte. La escasez y cierre de muchos lugares no serían suficientes tras saber que en un yacimiento se alargó una huelga indefinida y que, siendo testigo duraría más de dos meses. De protestas acá fue pan comido, y muchos de ellos asistidos. Pero en todo el tiempo que duró cada uno y que los alienígenas nos terminen dispersando, Naruto no asistió, ni nadie relativo. Al haber recorrido dos, hasta tres veces las mismas calles por si se aparecía… y nada. Ni un vestigio, y al principio me preocupó. De ahí en adelante llegué a casa bajo ese estado; sería la primera vez que faltaría a su palabra, no poniendo que lo haga a propósito, no. Por cómo es, es imposible, sintiéndose raro. , pensaba en un lado muy mínimo. Por otro lado pondría la palabra “motivos”. Aun así estaba sorprendido y más al oír otra de las varias discusiones entre Itachi y mamma, sin importar que sea pacífica, involuntariamente me tapé los oídos. (¿Dónde estás?).

Y los días pasan; y dudaba ya si se perdería un acontecimiento que muchos diarios lo llevaron a primera plana. Nadie sabe quién, pero se sabe que el monumento al “Che” Guevara fue dinamitado, y de los responsables se mantienen en el anonimato, o lo están haciendo a propósito. Como queda lejos, no asistí, y hasta entonces no sé si Naruto o Adam lo habrá hecho. ¿Cómo pudo llegar y desaparecer? (¿Pondría a los detractores como motivo?). ¿Se habrá enterado y habrá tomado decisiones drásticas? No sé si Adam sería capaz de dejar a todos en la duda y siento que Naruto también lo está. Los días se ponen negros, y trato de mantener la fe en lo alto. En un momento me preocupé más por saber que en una editorial de un diario se intentó incendiar, y todo se me vino a la mente en un segundo, causando que en una noche entera no concilie el sueño.

El día 22 de Abril se habló de la organización de la primera protesta gay en todo el país. Con eso, algo se me vino a la mente desde las noticias internacionales de que el tema se ha masificado en forma de protestas, mayormente en Castro, California. No como un intento de copiar, más como un evento de eclosión y ya era momento de que nazcan las palabras “igualdad” y “tolerancia”. Por curioso quise asistir, e inesperadamente Cody 5

también con su mamá, como me contó en la escuela. Sería buena idea acompañarlos para así no preocupar a mamma y a pappa más de lo que están. Entendería pues, todos tenemos hambre. Y así asistimos los tres; entre todos atestiguando el júbilo de muchas personas, grupos, parejas de toda clase, banderas del arcoíris flameando entre las multitudes, convirtiéndose en el único día que rellenó de color la ciudad luego de tantas penurias e injurias. Ese pequeñito gesto de esperanza, y qué más notaría al distinguir entre la gran fila de fotógrafos en lo alto de un muro, al único pequeñín entre altísimas torres. Apenas ver a mi pequeño Naruto Uzumaki hace que olvide todo; las dudas, las preguntas, concentrado nada más en esta especie de realidad. Sólo Cody se dio cuenta y permitió que me alejara, pues supo de mi estado de preocupación en los últimos días. Tuve que hacer mohines para llamar su atención, pues los ruidos ganaban en todo. Entre la multitud que bailaba era el único errático, quien nada más alza los brazos entre saltos hasta darse cuenta de mi presencia. Al ver que se prepara a sacar una foto sospechosamente directo a mí y al bajar la cámara creo que se manifestó el efecto de la cámara lenta al ver su faceta, sus ojos, su sonrisa. Casi pierdo la respiración de no ser porque alguien jugó con un micrófono desafinado y me tapé los oídos fuera de tiempo. Ahí vería que lo ayudan a bajar y se acerca, algo que también haría tratando de evitar a medio mundo hasta tenerlo frente a frente. Pero ahora que lo tengo de cerca veo que sonríe a medias, como apenado, una manchita morada en la mejilla baja y eso me rellenó de preguntas de nuevo. Eso no importaría por ahora al acercarnos más y darnos un abrazo fuerte y sentir su calidez después de tanto que, para mí, fueron una eternidad. -Discúlpame –dijo en un tono desafinado y nariz acatarrada, como que lloró hace poco-… Traté de decírtelo pero… ¡Otra vez me encerró…! – y ahí no aguantó. -¿Quién? –pregunté algo alarmado para no asustarlo-… ¿Adam? -No –dijo negando con la cabeza en su posición-… Pensé que… que cambiaría, pero… No pude salir en horas hasta la noche… y hasta ahora no le he dicho nada a nadie. (¡Perra fanática religiosa!). -Mi amor –y lo aprieto al oír llorar un poco más desconsolado-… ¿Por qué? ¿Dejaste que tu madrastra te encerrara? -¡Estaba asustado; no sabía qué hacer! Cuando pensé que aumenté mi valor ante todo… Nada más estoy decepcionado. De a poco se calma. -¿Pusiste una excusa? –le pregunté. -No. Adam no se dio cuenta; tardé en llegar a casa –nos separamos un poco y se enjuga los ojos, decidido a ayudarlo. >>Lo superaré; no te preocupes. -Naruto… Con cosas así uno se trauma de por vida si calla. Te afectará más si no lo cuentas a alguien más, además de mí. -No puedo evitarlo, Sasuke… No puedo evitarlo… Me alegra que estés aquí. Al calmarse dio con besarme y le sigo la corriente, perdiéndome en absoluto de la realidad y concentrado en sus cálidos y carnosos labios, al mismo tiempo sintiendo su 6

pena como traspasándola. Lo profundizamos un buen rato ya sintiendo que se está calmando y disfrutando del beso, como lo estoy haciendo también. Aunque tenía huellas de lágrimas en la cara ya no lloraba y respiraba tranquilo, sabía que esa pena se quedaría dentro y nada más quiero verlo sonreír. -Si quieres –le digo medio ido al hacer una pausa-; nos vamos a un lugar tranquilo— --No –susurró cerca de mis labios, sonando también ido-… Me retrasé demasiado hoy. Además, debo reunir más para salir de aquí, volver a estudiar y no tengo suficiente. -Quisiera ir contigo. -No te adelantes –y cambia la cara a más seria-… Volveré a ausentarme. No fue incentivo para soltarlo; sí que sentía su entendimiento como las otras veces, pero ahora siento más pena y que todo se me derrumbaba por enésima vez, ahora más brusco y violento. -Quiero hablarlo bien, pero después… Tú entiendes. -… Sí, por supuesto –le murmuré al acariciar su cara, evitar el moretón (sin preguntar) y convertirlo en una manía en recorrer sus marquitas de sus mejillas con las yemas de los dedos, viendo cómo cierra los ojos cuando le toco una parte sensible, esa misma que siento cuando Naruto me acaricia. A pesar de su alegría al verme, su tristeza se manifiesta aunque en piezas como si fuera una jaula y él estaba encerrado, desesperado por salir. -Si quieres me acompañas. Me sentiría más seguro. Volvía a besarlo y asentí sin decir nada. Dispuestos a permanecer así mientras recorremos el único y alegre ambiente donde podemos ser los dos sin culpas y escondites. Se puede ver a muchas parejas del mismo género juntitos como nosotros; hombres y mujeres demostrando sus valores sin prejuicios, volviéndose un incentivo a hacerlo también al detenernos un momento y sintiendo esa felicidad a tal punto que no soporté en apreciar su belleza, sus ojos tan azules como los zafiros, su piel, cómo es… El ser más misterioso del mundo y lo tengo a mi lado. No dudamos en besarnos libremente, demostrando que somos también una pareja comenzando a construirse.

Lo sé; es el amor de mi vida.

Ya se le puede ver más tranquilo y disfrutando del evento; ver como lo todo llamado “diferente” está viviendo en armonía y ver cómo lo absorbe y me lo traspasa desde verlo hasta sentirlo. Aprovechando esos instantes de estar cerca de las multitudes para fotografiar a todos los presentes –en simple y panorámica de 90°-, además de bailes, competencias de disfraces, pero siempre sabiendo que en cada organización pública están los detractores y este no ha sido la excepción, principalmente conservadores y conocidos dentro del rubro y se encontraban en las aceras, casi haciendo fila en ellas. No estaba seguro si eso podría aumentar y crear una turba. Naruto se da cuenta y su sensación de inseguridad se asoma al apretar mi mano, quedarse apegado y sin que gesticule nada. También se la apreté al hablarle. 7

-No te quedes si no estás seguro. Los detractores en la acera empiezan a agruparse y se empieza a corear un montón de ofensas hacia la organización, desparramando todo alegre momento y convertirse en una ya batalla campal que no sorprende, pero sí la actitud de mi angelito, como si le hubieran volteado su reloj de arena. Movía la cabeza errático en tono de asustado, le tiemblan los labios y le acaricio la espalda para calmarlo, logrando a medias. Noté que lleva la cámara en la mano baja y apretando el botoncito de captura, hasta que se le acaba la película y no dispone a cambiarla. -Sácame de aquí –dijo-. Ellos conocen a mi madrastra. Si me ven… -… Entendí. Vámonos. -No llames la atención, por favor. No sé cómo, pero sí lo entendí y temí lo peor si lo ven. Sí he visto a agrupaciones demasiado-religiosas que se dedican a hablar de un Dios vengador como mencionó Naruto bajo ese miedo que le revolotea imágenes del pasado. También de un demasiado conservador estilo calvinismo con la intención (ya sea adrede) de infundir terror, como amenazar a un niño con el Hombre de la Bolsa o algo. Sentí a Naruto así; parte de ese misterio relleno de ese terror, recordando con claridad el haber mencionado un destino de ser odiado. ¡No! ¡Jamás! Aunque este año se ha vuelto demasiado para él y ya no quiero verlo sufrir más de lo que está. Discretamente; desde tomar su mano y voltearnos entremezclándonos en el público, saliendo de la calle y sin mirar atrás, aun oyendo esos malditos coros que llegan a enfermar. Quiso que lo abrazara de lado, haciéndole caso, y de repente sintiendo que tiembla, sin hacer preguntas pues, con las conclusiones ya es suficiente, aun así sentí miedo por él. . . Sintiendo esa rabia e impotencia por no hacer nada para evitar como Adam lo hace. .

Nos alejamos lo suficiente de la turba pero no de los ecos coreados. Caminamos sin parar hasta dejar de oírlos cuando llegamos a una plazoleta espesa y detenernos debajo de un árbol entre un pastizal medio seco. El único perímetro solitario entre otros ocupados por mayoritariamente parejas. -¿Ya te sientes mejor? –pregunté y negó con la cabeza. Sentí que me contagia su tristeza, tratando de aguantar las ganas de llorar-… Dime; ¿qué debo hacer para borrar esa triste cara? Me abraza y decide quedarse así. -No sé qué me pasa –dijo casi al oído-. Te has vuelto lo único que hace valer la vida. -Mi vida también vale cuando estás a mi lado –aspiré medio acatarrado-… Si quieres irte, ve. No es mi deber impedirlo. -Quiero y no quiero quedarme; te quiero tanto. -Te quiero más que a mi vida –empieza a sollozar-… Ya… ya… Si algo pasa no dudes en acudir a quien sea; a Adam, Neji o a mí, pero no lo calles. 8

Se separa un poco de mí y deja que le enjugue los ojos una vez más, al mismo tiempo que toma aire profundo desde la nariz lo mejor que puede. -Perdón por arruinar esto –decía al negar con la cabeza-… Debí tener una mejor cara para esto. -No, mi amor. Eres hermoso sin importar nada y siempre lo serás. Hubo una pausa. -¿Por cuánto tiempo esta vez? –pregunté, evitando el tono de imprudente. -Unas semanas; menos de un mes… Nada más quiero que esto se acabe para así… -Estar juntos –agregué-. No te preocupes; te esperaré. Cerró los ojos mientras lo acariciaba, siendo mero incentivo para besarlo sin asustarlo. Así se pudo calmar más para llegar a la profundidad. Voluntarioso casi salta hacia mí al querer rodear sus brazos en mi cuello y parecía querer poner sus pies encima de los míos. Con inesperada fuerza lo levanté y se quedó como quiso. Fue un gesto tan simpático que hasta lo rellené de besos en la cara hasta hacerlo reír. -Todo saldrá bien –dije a la pausa-… de veras. -Lo sé, y lo creo. Eres a quien busqué y no me rendiré. Se separa lento de mí al bajarlo, pero aún no soltamos nuestras manos mientras toma unos respiros. Asentimos entre ambos y aproveché de tocar su carita una vez más. -Cuídate. -Tú también –dijo al besar mi mano de un modo tímido y gracioso-. No te dejes hacia ellos. -No –dije al negar con la cabeza. -Nos vemos, Sasuke. -Nos vemos, Naruto. Finalmente me suelta hasta alejarse corriendo y perderse de vista entre los árboles. Sintiendo que esa luz se aleja y las sombras empiezan a invadirme por enésima vez, volviendo a sentirme triste y así en el camino a casa.

Sí; literalmente todo se me derrumbaba. Cada día que aumenta se vuelve cada vez más insoportable. Lo amo; lo amo tanto que… quiero huir de todo, seguirlo, cuidarlo. El sentirme no solamente atraído por un chico en estos momentos hace ver y creer que es amor real. Nunca sentí nada en una chica o en otro chico, pero no estoy arrepentido en darme cuenta de eso. Con Naruto me siento amado; como con mi familia, casi diferente, deseándolo incluso. Esa cercanía que me llevó a él; como si el mismísimo Dios me guio el camino para salvarlo, escucharlo, quedarme con sus secretos… Y Él; como testigo, sabe que mi amor es honesto. Regresé llorando a casa, y no quería llegar al nivel de desconsuelo. Vi a Itachi afuera con otras tres personas y se veían igual de terribles por su corpulencia fortachona, o como se le llame. Para no llamar la atención hice dos cosas: enjugarme los ojos a dos casas y caminar amurallado hasta la puerta de la mía. Pero no resultó. 9

-¡Oye! –gritó-. ¿A dónde vas? -¿A dónde crees? –pregunté casi desafinado y casi tocando la puerta-. Adentro. -¿No vas a saludar? Son mis amigos del Ejército; esta sí es gente con clase como la nuestra y no tildados como comunistas. (No… No otra vez las náuseas…) Lo miro directo, además de ver a sus amigos sonriendo (?). -… Das asco –dije lento, después de tragar nada-. Y mejor déjame en paz. -¿Y esa cara? ¿Te peleaste con tu novia? –y todos ríen, además de hacer mohines sonoros muy horrendos, incluyéndolo. -No como a otro a quien estoy mirando –dije manteniendo la seriedad, y sus “amigos” resoplan. -Esa te lo aguanto; pero así nos matarás la reputación si nos enteramos que tu novia es comunista… Me acerco enrabiado y le doy una cachetada. Dejando todo en silencio. -¡Basta! ¡No te aguantaré un insulto más ¿entendiste?! Tú ya lo decidiste; déjame en paz. Iba a llorar de nuevo y entré rápido a la casa con aires de ofendido. Me encerré en mi cuarto y no quería llorar, pero… ¿cómo aún puede ser capaz de insultar a la gente sin que la conozca? Fue como ver a esos niños golpeando a mi angelito sólo por lo que es. Un ser hermoso, fuerte, que piensa diferente. Me dio tanta rabia, y de saber dónde estaría le podría dejar algo. O quedarme siquiera a rezar en el bosque. Lo que sea para mantenerme cuerdo. Terminé llorando al final.

Pasa el mes, incluyendo Mayo y los inicios de Junio, apenas hubo una protesta violenta causada por los estudiantes. Hasta el Presidente habló directamente al público felicitándoles por expresar sus demandas. No estuve ahí; ni mis padres, probablemente Itachi ¿pero de qué vale? Con la alta probabilidad sí que forme –siquiera parte- de Patria y Libertad poniendo como motivo sus juntas con sus amigos a quienes vi esa tarde, dentro y/o fuera de la casa, del que tratamos de alejarnos (pues, recordé que llevaban en sus brazos una franja blanca con ese símbolo terrorífico). Se han vuelto días aciagos; hambre, filas, una extraña pausa luego de tanta violencia, como si fuera el ojo del huracán. ¿Qué estamos pasando por alto? ¿Será cierto lo del Golpe de Estado? Qué más podría explicar de los siguientes Estados de Emergencia en varias partes de Santiago, ya sea a causa del paro en el Norte y la violencia por enfrentamientos entre derechistas e izquierdistas, pareciendo un cuento de nunca acabar. Muchos a favor y en contra de todo dentro de la política, creando una excelente división como con las fichas de ajedrez. Y también en saber de los primeros torturados por fascistas, queriendo así matar de forma más cruda la reputación del rubro comunista. Y ni hablar de tomas y clausuras de radios a nivel nacional, y el estancamiento de la producción del cobre.

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El día 27 de Junio, desde que el general del Gobierno fue repudiado por opositores a la Unidad Popular, se crearía un caos y primera plana en todos los papeles. Y en ningún momento lo vi; hasta entonces.

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