PRIMERA PARTE ATAQUES AL REY

1 ATAQUE Y CONTRAATAQUE

En ajedrez, como en la vida, no puedes esperar conseguir algo a cambio de nada. Si tiene usted las piezas negras y espera alguna recompensa (¡ganar!), tendrá que incurrir en algún riesgo. En la primera fase del match por el Campeonato Mundial de 1972, el campeón vigente, Boris Spassky, respondió a la apertura 1 e4 de Robert J. Fischer con la clásica 1 … e5. Sin embargo, cuando, más tarde, la situación del encuentro se volvió desesperada para él, el GM Spassky optó por la Siciliana. Al elegir la Defensa Siciliana, las negras se arriesgan a recibir un ignominioso mate, pero también esperan conseguir que su contraataque tenga éxito. He seleccionado dos partidas recientes mías como material adecuado para debatir los principios implicados. La partida 1 se jugó en la última ronda del Open de los Estados Occidentales, en Reno (Nevada), en octubre de 1996. Necesitaba ganar, con negras, para conseguir algún premio. Mi oponente, el MI Josh Waitzkin, me superaba en medio punto, y también quería ganar para conseguir un premio sustancialmente mayor. Estas actitudes de salida se tradujeron en una búsqueda a ultranza de la victoria por ambas partes. No es sorprendente, por tanto, que el escenario de la batalla fuese una significativa variante temática de la Defensa Siciliana. En la partida 2, jugada tres años antes, en el mismo torneo (Reno, 1993), fue mi insatisfactoria clasificación (al comenzar la quinta ronda sumaba 2,5 puntos de 4 partidas) lo que me hizo preferir la Siciliana como apertura de combate. En la Siciliana abierta el camino más prometedor del que disponen las negras para elaborar su contrajuego es la semiabierta columna c, resultando la casilla clave c4 (en pleno campo blanco) a menudo accesible para las piezas negras. Estos aspectos resultan especialmente importantes cuando las blancas han enrocado largo. El mejor consejo práctico que puede darse a las negras es operar cuanto antes sobre la columna c ¡y confiar en el éxito! Este consejo suele dar resultado en la mayoría de los casos, como en estas partidas. 15

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CONSEJOS PRÁCTICOS PARA EL MEDIO JUEGO

Partida 2 MF RICHARD KELSON – GM EDMAR MEDNIS

Open de los Estados Occidentales, Reno, 1993 Defensa Siciliana, Ataque Richter-Rauzer (B67)

1 2 3 4 5 6 7 8 9

e4 ¤f3 d4 ¤xd4 ¤c3 ¥g5 £d2 0-0-0 f3

c5 ¤c6 cxd4 ¤f6 d6 e6 a6 ¥d7 … (D)

base de los avances de peón g4 y h4. 9 … ¥e7 10 h4 … La jugada más habitual en esta posición, con la que se aporta protección adicional al alfil de dama, iniciando, de paso, el ataque a la bayoneta. Las alternativas más importantes son:

8

7 N

7 6 5 4 3 2 1 a

b

c

d

e

f

g

h

Una alternativa popular a la jugada más aguda, 9 f4, de la partida anterior. Este avance contiene, a la vez, características defensivas y agresivas. Al proteger e4, las blancas le restan la mayor parte de su efectividad al planeado avance …b5 de las negras. En cuanto a su aspecto agresivo, las blancas proyectan lanzar un ataque directo en el flanco de rey, a

a) 10 g4, contra la que se ha encontrado el antídoto 10 … d5! Por ejemplo: 11 exd5 ¤xd5 12 ¥xe7 (12 ¤xd5?! ¥xg5) 12 … ¤cxe7, con igualdad absoluta. b) 10 ¥e3, con el doble propósito de retomar en d4 de alfil y, a la vez, preparar el avance 11 g4, seguido de 12 g5. En la partida S. Sahu – E. Mednis, Nueva York (Barclay I), 1984, decidí oponerme a la segunda parte del plan con 10 … h5!?, a lo que siguió el interesante desarrollo 11 ¢b1 £c7 12 £f2 b5 13 ¤xc6 ¥xc6 14 ¥d4 b4 15 ¤e2 e5 16 ¥b6 £b7 17 c4!, y la posición ofrece posibilidades igualadas, aunque las negras lograron ganar en la jugada 36. 10 … h5!? (D)

2 ATAQUES CONTRA UN FLANCO DE REY LIGERAMENTE DEBILITADO

El principal objetivo del enroque es poner el rey a cubierto. En consecuencia, “todo el mundo” sabe que no debe debilitar la posición de su rey mediante un avance de los peones que lo protegen. Pero ¿qué sucede si es necesario avanzar uno de los peones, digamos el g o el h, por ejemplo, cuando el rey ha enrocado corto? Normalmente, el riesgo que eso supone, a corto plazo, es relativamente pequeño. Pero la existencia de un pequeño debilitamiento en el enroque corto puede, a medio plazo, resultar una bomba de relojería. Por consiguiente, si se ha visto obligado a realizar un avance de ese tipo, tenga mucho más cuidado que cuando su enroque no presenta debilidad alguna. Pues de no ser así, puede ocurrirle lo mismo que le sucedió a las negras en la siguiente partida.

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ATAQUES AL REY

Partida 3 GM VIKTOR KORCHNOI – GM LEV POLUGAIEVSKY

Evian, 1977, Semifinal de Candidatos (7ª partida) Gambito de Dama Rehusado, Variante Merano (D47) 1 c4 ¤f6 2 ¤c3 e6 3 ¤f3 d5 4 d4 c6 5 e3 ¤bd7 6 ¥d3 … Mediante una trasposición de jugadas, se ha alcanzado la línea principal de la Variante Merano. Si las negras prosiguen de forma rutinaria, por ejemplo con 6 … ¥d6 o 6 … ¥e7, entonces las blancas, después de 7 0-0 0-0, abrirán la posición con 8 e4 y dispondrán de una agradable ventaja, exenta de riesgo. Por consiguiente, la moderna teoría de aperturas ha decidido que las negras deben emprender un juego activo en el flanco de dama, con la secuencia que sigue. 6 … dxc4 7 ¥xc4 b5 8 ¥d3 ¥b7 9 0-0 … Una de las dos continuaciones históricamente populares. Más aguda es la inmediata 9 e4, cuando las negras pueden proseguir con 9 … b4 10 ¤a4 c5. La razón de la textual es que las blancas prefieren poner su rey a cubierto, antes de iniciar acciones en el centro. El GM Korchnoi también

eligió este camino en la 3ª y 5ª partidas del mismo match. 9 … b4 10 ¤e4 ¥e7 11 ¤xf6+ ¤xf6 12 e4 0-0 13 £c2 … Cuando se jugó esta partida, su orden de movimientos era infrecuente, ya que las jugadas habituales eran 13 e5 y 13 £e2. Como podremos ver, la mente creativa del GM Korchnoi ha preparado una sorpresa para las negras. 13 … h6 Forzado, debido a la amenaza 14 e5. Sin embargo, y teniendo en cuenta el contexto de la variante, este pequeño debilitamiento del flanco de rey no debería constituir un problema por el momento. Pero sí podría serlo más tarde, y el GM Polugaievsky no le presta atención a este potencial peligro. 14 ¥e3!? … (D) 8

12 N

7 6 5 4 3 2 1 a

b

c

d

e

f

g

h

3 ATAQUE EN EL FLANCO DE REY CON EL CENTRO CERRADO

Uno de los principios verdaderamente útiles en el medio juego es: El mejor método de responder a un ataque de flanco es el contraataque en el centro. Dado que el rey está, por lo general, relativamente seguro en el enroque, la mayoría de los ataques al rey son “ataques de flanco”. Sin embargo, puesto que en el medio juego el centro es, por definición, el sector más importante del tablero, el bando atacante no debería tener que preocuparse por la posibilidad de que su oponente le cree dificultades en el centro. Así, tanto para minimizar los riesgos del ataque, como para jugar con cierta comodidad, debe procurar que el centro esté cerrado antes de iniciar su ataque. El centro más cerrado es aquel en que los peones se bloquean unos a otros y, por lo tanto, no pueden moverse (véase diagrama 17). 8

17

7 6 5 4 3 2 1 a

b

c

d

e

f

g

h

Ejemplo de un centro semicerrado es el siguiente, en el que se han cambiado un par de peones centrales y los restantes se presionan unos a otros, sin que haya tensión entre ellos (véase diagrama 18). 33

ATAQUES AL REY

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Partida 4 GM EDMAR MEDNIS – MI DRAGOLJUB MINIC

Mannheim, 1975, Torneo Internacional Defensa Siciliana, Variante Rossolimo (B52)

1 e4 c5 2 ¤f3 d6 3 ¥b5+ … El primer objetivo de esta variante es el veloz desarrollo del flanco de rey, de modo que las blancas puedan montar su ataque lo más rápidamente posible, algo que, por ejemplo, puede verse en las variantes con 3 … ¤d7 4 d4 ¤f6 5 ¤c3, y 3 … ¤c6 4 0-0. Sin embargo, la jugada tiene también un aspecto estratégico, que se revela si las negras, como en la presente partida, eligen la respuesta más sólida. 3 … ¥d7 4 ¥xd7+ £xd7 5 c4! … (D) Las blancas han creado una formación tipo Maroczy, dificultando que las negras puedan conseguir la ruptura temática liberadora … d5. Por otro lado, este esquema no tiene inconvenientes, puesto que el alfil de casillas blancas se ha cambiado y no queda, por tanto, bloqueado por sus propios peones. La justificación táctica de la textual es que la codiciosa 5 … £g4? se refuta con 6 0-0 £xe4 7 d4 ¤f6 8 ¤c3, cuando las blancas

tienen una enorme ventaja en desarrollo, lo que hace presagiar un ataque devastador al rey negro, retrasado en el centro. 5 … ¤c6 6 ¤c3 ¤e5?! (D) 8

19 N

7 6 5 4 3 2 1 a

b

c

d

e

f

g

h

El caballo está mal situado aquí y no hace gran cosa. También es dudosa 6 … e5?!, ya que deja a las negras con un alfil inferior en esas casillas. Según la teoría actual, el mejor enfoque para las negras es buscar la igualdad con 6 … ¤f6 7 0-0 ¤d4. 7 d3 ¤xf3+ Como pronto veremos, esto propiciará fuertes posibilidades de ataque para las blancas, a lo largo de la columna f. De todos modos, las negras no tienen ya

4 EL REY EN EL CENTRO

En la historia del desarrollo del ajedrez, una de sus últimas mejoras es el enroque, cuya idea básica tiene una antigüedad aproximada de seiscientos años. La razón de haber introducido el enroque era alejar al rey del centro, a fin de acelerar el juego, puesto que mientras el rey siguiese en el centro, su seguridad requeriría mucha atención. En consecuencia, la apertura de líneas centrales tenía que postergarse hasta que el rey fuese conducido a un área más tranquila. Así se llegó a la conclusión de que debía introducirse esa creativa mejora, que realza la calidad del ajedrez: el enroque. A estas alturas resulta obvio para todos que uno de los objetivos de una correcta apertura es poner al rey a cubierto, mediante el enroque. Por supuesto, no hay por qué seguir ciegamente esta regla. Incluso existe la expresión “y las blancas/negras enrocaron dentro del ataque,” es decir, que uno de los bandos enrocó, sometiéndose a un ataque inminente decisivo. (Esta expresión no es localizable en español, pero la idea resulta clara. N.del T.) Esto sucede cuando la cadena de peones del enroque está estropeada o cuando las piezas enemigas están bien situadas para atacar a su rey, que carece de suficientes defensores. Es cierto que el enroque puede diferirse cuando se trata de aperturas cerradas. Por otro lado, y con independencia de la apertura, las blancas pueden, por lo general, permitirse retrasar el enroque más tiempo que las negras, hablando en términos de seguridad del rey. Por el razonamiento inverso, en las aperturas derivadas de 1 e4, las negras deberían ser extremadamente cautelosas y evitar que su rey se demore demasiado en el centro. Numerosos jugadores actuales (incluidos algunos grandes maestros) han sufrido aparatosos descalabros, debido a que no se han preocupado lo suficiente por la seguridad de su rey. En la partida 5 un notorio GM se rinde ¡nada menos que en la jugada 16! En la partida 6 queda reflejado el mismo tipo de desastre, en una versión más sofisticada. 39

5 ATAQUES CON MATERIAL REDUCIDO

Para que un ataque contra el rey tenga éxito en el medio juego, se requiere buena cantidad de “armas de fuego”, como ya hemos visto en las partidas anteriores. Por consiguiente, a menudo se asume que cuando el material se ve sustancialmente reducido (en particular, tras un cambio de damas), el rey está lo bastante seguro. Sí, es posible que tengamos que preocuparnos de un peón débil en algún punto, pero el rey… ¡Ningún problema! Sin embargo, el ajedrez es inagotable para permitir cualquier toma de decisiones puramente mecánica. Si el rey está situado en una columna abierta (o que puede llegar a abrirse), existe un peligro potencial. Este peligro puede convertirse en letal si el enemigo logra orientar sus fuerzas en la dirección del rey, mientras éste carece de suficientes piezas defensoras. De que esa negligencia puede sucederle al gran maestro más fuerte es ejemplo ilustrativo la partida siguiente. El GM sueco Ulf Andersson está reconocido como uno de los jugadores más sólidos y cuidadosos del mundo, y sin embargo el ataque “con material reducido” puede superarle también a él.

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6 SOLIDEZ NO EQUIVALE A SEGURIDAD

Su rey está seguro, enrocado, la barrera de peones es impecable y hay piezas protegiéndolo. Tiene usted absoluto derecho a pensar que su rey está seguro. ¿O no? ¡No lo crea! No hay nada seguro en este mundo. Mucho depende de la situación concreta y su dinámica, y eso puede cambiar tras cada jugada. El jugador con negras normalmente está más atento a prevenir posibles ataques, porque comprende que su oponente ha iniciado el juego con la iniciativa. Son los jugadores con blancas (en especial el de más bajo Elo, que busca tablas contra un oponente superior) quienes a menudo tienen tendencia a experimentar una injustificada sensación de seguridad. La partida 8 es una demostración lisa y palpable de lo que acabamos de decir, mientras que la partida 9 constituye un ejemplo más sofisticado.

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7 SACRIFICIOS ESPECULATIVOS Hasta ahora, todos los sacrificios mencionados en este libro han sido correctos. Pueden calcularse con precisión hasta el final y conducen a una ventaja segura, o bien la posición resultante tras el sacrificio sencillamente “tiene que ser buena” (véanse partidas 5 y 6). Naturalmente, en ajedrez hay mucha menos emoción si no se incurre en riesgos genuinos. El objeto de esta sección es dar algunos consejos sobre el tema de los sacrificios especulativos. Examinando la palabra especulativo en el Diccionario Webster (New Collegiate, novena edición), nos encontramos con dos definiciones aplicables a nuestro tema. La primera tiene que ver con “asunción de riesgos en un negocio con ánimo de obtener ganancias”; la segunda se refiere a aquello “marcado por una curiosidad cuestionadora”. Vinculando ambas acepciones, podemos llegar a la siguiente definición: “un sacrificio especulativo combina el elemento de una curiosidad cuestionadora con la voluntad de incurrir en un riesgo sustancial, con la esperanza de ganar la partida”. “Riesgo sustancial” no significa, por supuesto, sacrificar un peón por alguna compensación razonable. Significa arriesgar una buena cantidad de material, es decir, que sería suficiente para perder la partida si el sacrificio no tuviera éxito. Por otro lado, un sacrificio especulativo no debe confundirse con un sacrificio temerario. Si usted sacrifica una torre y su cálculo demuestra que una respuesta de su adversario le reporta la victoria, pero otras nueve continuaciones refutan el sacrificio, entonces resulta evidente que realizar tal sacrificio es del género idiota. Para realizar un sacrificio, sus posibilidades de éxito (basadas en una evaluación objetiva) deben ser de, al menos, el 50%. Es decir, que el sacrificio debe ser bien totalmente correcto, bien basado en el concepto de que su oponente puede perder los pedales en el transcurso del juego. El más exitoso de los practicantes de sacrificios especulativos era el GM Mijail Tal. En los primeros tiempos de su carrera, yo solía bromear al respecto, diciendo que Tal sacrificaría una torre por tres jaques y su dama por cinco jaques. Naturalmente, sólo un genio táctico del ataque puede crear el tipo de posiciones en que las probabilidades se inclinen de forma tan abrumadora a su favor. Muchas de sus fantásticas combinaciones resultaron no ser correctas al 100%, pero descubrir su refutación requirió días, semanas o meses de análisis, de modo que no es extraño que sus oponentes de turno no pudieran encontrarla ante el tablero. A continuación comentaré dos partidas en las que uno de los jugadores incurre en un riesgo sustancial. En la partida 10 la inversión fracasa, pero en la 11 tiene éxito. En mis análisis daré directrices para explicar por qué fue así. 60

8 SACRIFICIOS NECESARIOS

Un sacrificio necesario es aquel que uno preferiría no tener que hacer, pero que su juicio ajedrecístico le dice que debe hacerse para conseguir el objetivo propuesto. Puede ser un sacrificio de peón que sigue a otro sacrificio previo de peón, para abrir nuevas líneas, o bien un sacrificio de peón para activar piezas propias, taponadas por los peones. Un sacrificio necesario es de un valor material relativamente pequeño, del orden de uno o dos peones. Sacrificios mayores entran en una de las categorías de sacrificios correctos o especulativos. En nuestra partida ilustrativa, dos jugadores de clase mundial demuestran qué son para ellos los sacrificios necesarios.

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SEGUNDA PARTE LA DEFENSA DEL REY

9 MANTENER SEGURO AL REY ENROCADO

Para mantener al rey seguro, es preciso que se cumplan las siguientes premisas: 1) Existencia de piezas próximas para su protección. 2) Una sólida barrera protectora de peones. 3) Que las líneas que el contrario pueda abrir contra el rey no sean numerosas. Naturalmente, sabemos de forma intuitiva que el rey requiere algunas piezas protectoras para poder rechazar a las atacantes. La cuestión clave, no obstante, es: ¿cuántas? El ex campeón mundial José Raúl Capablanca aportó, en su día, esta elegante respuesta: “Sólo las indispensables, pues así dispondrá usted de mayor material para poder atacar a su rival en otro sector.” Por mi parte, advertiré al lector: si tiene que equivocarse, hágalo a favor de la seguridad de su rey, porque es más que probable que Capablanca pueda calcular con mayor exactitud que usted el número de piezas que se requieren para proteger el rey. Una sólida barrera de peones es aquella en que los peones situados enfrente del rey se encuentran en sus casillas iniciales. Es decir, en el caso del enroque corto, que los peones f, g y h aún no se hayan movido. En el caso del enroque largo, que no lo hayan hecho los peones a, b y c. En la práctica, la forma más violenta de ataques directos se produce cuando las blancas atacan el enroque corto enemigo y cuando las negras atacan el enroque largo de las blancas. En la partida 13 son las blancas quienes atacan. En la partida 14 las negras tratan de alcanzar al rey blanco, enrocado en el flanco de dama. Un aspecto integral de la correcta técnica defensiva requiere que se mantengan todo lo cerradas que sea posible las líneas que conducen al rey.

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10 AFRONTANDO LOS SACRIFICIOS ENEMIGOS Su oponente sigue la política de poner “toda la carne en el asador” en el ataque a su rey. ¿Qué debe hacer usted? El principio más sencillo y más importante es mantenerse frío, tranquilo y concentrado. Por supuesto, si su posición es mala y los sacrificios son correctos, acabará usted perdiendo. El tema de esta sección es cómo afrontar los sacrificios contrarios cuando su posición es sana, en cuyo caso hay muchas probabilidades de que los sacrificios no sean teóricamente correctos. Debe tener presente que su adversario confía en buena medida en el factor psicológico cuando realiza un sacrificio. Adopte el siguiente enfoque en su toma de decisiones: 1) No tenga miedo. Dígase a sí mismo: “Jugaré lo mejor que sepa, lo peor que puede pasarme es que pierda la partida”. 2) No caiga en ridículos apuros de tiempo. En cualquier caso, es muy probable que no pueda calcularlo todo con el 100% de precisión. De modo que un enorme esfuerzo en cada momento problemático le dejará en mala situación de cara a las complicaciones que, inevitablemente, van a producirse. 3) No caiga tampoco en el extremo opuesto. Jugar sin pensar ni calcular es garantía infalible de cometer errores. 4) Trate de buscar un sensible punto medio. Tenga cuidado, pero no se exija un 100% de certeza. Si mantiene presentes los principios que siguen, sus posibilidades de éxito serán de, al menos, un 90%. 5) Confíe en el valor del material extra con que los sacrificios de su rival le han enriquecido. 6) Asegúrese de utlizar la(s) pieza(s) de ventaja. De no ser así, no dispondría de la ventaja que la superioridad material le dispensa. 7) Busque oportunidades para simplificar, mediante cambios de piezas. 8) No sea avaro. Si tiene usted una gran ventaja de material, devuelva parte del mismo a cambio de eliminar piezas del tablero, con el fin de reducir el poder atacante de su contrario. Estos principios quedan maravillosamente ilustrados en nuestra partida modelo. La GMF Zhu Chen (China) sólo tenía 20 años (Elo 2420) cuando derrotó al GM israelí Ilia Smirin (¡con un Elo de 2625!). 87

11 SACRIFICIOS ESTRATÉGICOS PARA FRENAR ATAQUES

En la mayoría de las ocasiones el jugador que ataca es el que sacrifica. No obstante, el defensor tampoco debería cerrar los ojos a esa posibilidad. Hay muchos casos en los que el atacante ha sacrificado un peón (o más) e incurrido en deficiencias estratégicas para mantener vivo su ataque, y que éste sea lo más intenso posible. En tales circunstancias puede que sea recomendable para el defensor buscar la oportunidad de sacrificar algo de material, porque no sólo puede resultar objetivamente válido para romper el ataque, sino que también puede ofrecer valiosos aspectos psicológicos. El atacante puede no estar preparado para que se produzcan modificaciones importantes en el tablero y eso puede resultarle un obstáculo demasiado grande para estar en condiciones de buscar la nueva verdad de la posición. La partida que sigue ilustra muy bien estos distintos aspectos.

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12 DEFENSA DE POSICIONES PERDIDAS Las posiciones perdidas son un hecho de la vida ajedrecística. Los campeones del mundo caen en ellas, los grandes maestros caen en ellas y, por supuesto, usted y yo también. El ajedrez es demasiado intrincado y difícil como para permitir que alguien lo juegue de forma impecable y sin errores. Naturalmente, cuanto más fuerte es el jugador, menos errores comete. Pero, sea del nivel que sea, ¡los cometerá! En consecuencia, para lograr los mejores resultados competitivos necesitamos salvar el mayor número posible de posiciones perdidas. El principio más sencillo y más importante es: blinde su corazón y nunca se rinda. Los mejores maestros sobresalen en este aspecto porque, sencillamente, no pueden soportar perder. El GM Samuel Reshevsky era legendario por el número de posiciones perdidas que había conseguido salvar. Cuando, en 1984, apareció en el programa televisivo de Shelby Lyman, que cubría el Campeonato Mundial entre Karpov y Kasparov, el entrevistador aludió a esta faceta, preguntándole al GM Reshevsky cuál era su secreto. La respuesta fue breve y apropiada: “Me concentro y espero un error.” Ambas partes de la respuesta son importantes. Es obligado, naturalmente, no empeorar una situación haciendo estupideces. Al mismo tiempo, ¿cómo puede uno mantenerse concentrado en cada momento del juego, cuando no se tiene la esperanza de ver alguna luz al fondo del túnel? Ampliando la respuesta del GM Reshevsky, me gustaría formular los principios que deben guiar la defensa de posiciones perdidas. Son los siguientes: 1) Dígase a sí mismo: ¡Sólo estoy empezando a luchar! 2) No haga nada que pueda empeorar su posición. 3) Neutralice las amenazas importantes. 4) Obligue a su oponente a tomar decisiones en cuanto a cómo proseguir. Porque cada vez que deba tomar una decisión, puede tomar la errónea. 5) Busque posibilidades de contrajuego. Si logra un contrajuego genuino, su adversario de nuevo tendrá que tomar decisiones. 6) Espere lo mejor. 7) Recuerde que no tiene nada que perder, porque… ¡la posición ya está perdida! Ésta es la única sección en la que intencionadamente he elegido una de mis propias partidas como ilustración. No me parecía adecuado mostrar cómo alguien que había jugado lo bastante mal como para perder, se salvaba al final por un golpe de fortuna. Así que si decidía mostrar malas jugadas a propósito, esas jugadas debían ser mías. 99

TERCERA PARTE EL CENTRO Ya estemos hablando de baloncesto, hockey sobre hielo, fútbol (versión norteamericana o mundial) o de ajedrez, el centro es el lugar donde se inicia la acción. En ajedrez, el centro es la cumbre de la apertura y el medio juego. A medida que las piezas se van cambiando, la importancia del centro disminuye. Cuando se alcanza el final y quedan pocas piezas en lucha, el centro pierde su importancia fundamental y pasa a ser un sector más del tablero. Las casillas centrales básicas son d4, d5, e4 y e5. Las casillas centrales secundarias son c3, c4, c5, c6, d3, d6, e3, e6, f3, f4, f5 y f6. Para una fácil visualización, observe el diagrama 101. 101

8 7 6 5 4 3 2 1 a

b

c

d

e

f

g

h

Casillas centrales básicas y secundarias Puesto que el centro es tan importante, dos de los tres principios a seguir para un correcto juego de apertura están relacionados con el centro: 1) Desarrolle sus piezas hacia el centro, de forma que estén listas para actuar en el medio juego. 2) Controle el centro, bien por (a) ocupación, o bien por (b) la acción a distancia de piezas y peones. El tercer principio de la apertura es: ponga su rey seguro, enrocando. Dado que son las blancas las que abren el juego, es más fácil para ese bando conseguir un centro superior. En consecuencia, estudiaremos el tema tanto desde el punto de vista de las blancas como de las negras.

CUARTA PARTE ELEMENTOS ESTRATÉGICOS IMPORTANTES