N Genaro Estrada, gloria de Sinaloa

Periódico Cultural de Sinaloa Mocorito, Sinaloa, 22 de mayo de 2011 / No. 52 / Nueva Época / José Ley Domínguez, A.C. / Director: Juan Salvador Avilé...
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Periódico Cultural de Sinaloa

Mocorito, Sinaloa, 22 de mayo de 2011 / No. 52 / Nueva Época / José Ley Domínguez, A.C. / Director: Juan Salvador Avilés Ochoa

Culiacán, metrópolis por vocación y propio derecho

Tropos

Por Adrián García Cortés*

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unca es tarde. Culiacán –su región– ha sido siempre una entidad de origen integrada para constituir, de suyo, una república de etnias, recursos naturales y culturas que por sí sola ha mantenido su unicidad territorial e histórica. En la ocupación primigenia y aborigen, sus desarrollos indígenas fueron distintos de los homólogos del norte y del sur. Entre los ríos Piaxtla y Mocorito, formó señoríos con desarrollos culturales de más rango que los vecinos, en cierta medida aglutinados por una lengua común, como fue la tahue. De esta cultura tahue, los conquistadores o pobladores españoles hicieron descripciones y elogios, a veces desmedidos, de cuanto hallaron por estas tierras. La Provincia de Culiacán válida por méritos propios De esta manera, en el devenir de los tiempos, durante el virreinato la región se convirtió en la Provincia de Culiacán, dependiente del reino de la Nueva Galicia –primero Compostela y después Guadalajara–, que fue lo único en Sinaloa que para su heredad peleó Nuño de Guzmán, porque el entorno de la Provincia se hizo depender del Reino de Nueva Vizcaya (hoy Durango).

Nacional

conaculta rinde homenaje al mexicano universal Alfonso Reyes...

Comunicado CONACULTA Alfonso Reyes Ochoa (Monterrey, Nuevo León, 17 de mayo de 1889 - México, D.F., 27 de diciembre de 1959)... Pág. 11

El norte y el sur de la Provincia de Culiacán, se administraron bajo la tutela de Nueva Vizcaya. Fortuna o infortunio: el caso es que la Provincia de Culiacán permaneció durante la dominación española, totalmente aislada de su capital virreinal –la sierra Madre Occidental y el océano la separaban–, y ello configuró diríase una nación diferente. El norte, apenas a finales del siglo 16, empezó a cultivarse bajo las enseñanzas de la Compañía de Jesús, dependiendo religiosamente de la Nueva Vizcaya. Una metrópolis del centro del estado y del noroeste Pues bien, esa Provincia de Culiacán, que hoy corresponde a la porción central del estado de Sinaloa, es la que gracias a las recientes reformas de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, aprobadas el 26 de abril, ahora se puede convertir en la región metropolitana de mayor impacto en el noroeste del país. Dicho sea de paso, en el artículo 27 reformado se puede leer: “En consecuencia, se dictarán las medidas necesarias para (Pasa a la página 2...)

Estatal

Local

Por Faustino López Osuna Sin restarle mérito alguno a nuestros prohombres sina-loenses, desde los que ocupan un lugar señero en nuestra historia, como Teófilo Noris, Domingo Rubí, Antonio Rosales... Pág. 3

Por Francisco Gonzalez Gastélum De acuerdo a datos irrefutables es posible afirmar que cuando menos dentro de los siglos XX y XXI Mocorito ha renacido con enorme ímpetu cada cincuenta años... Pág. 6

Genaro Estrada, gloria de Sinaloa

Un Icono Urbano de Mocorito

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Editorial...............................

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l día internacional de los museos que se celebra cada 18 de mayo, se viene organizando en el mundo entero desde 1977. De América a Oceanía pasando por Europa, Asia y África, esta fecha es propicia para concientizar al público en general sobre el papel de los museos en el desarrollo de la sociedad. Este día fue instituido en la XII Asamblea General del Consejo Internacional de Museos en Moscú. Cada año se designa una tema especial para celebrar, en esta ocasión corresponde “Museo y Memoria: Los objetos cuenta tu historia”. La disposición de asignar este tema es porque cada uno de estos espacios conserva la memoria de la humanidad, cuen-

tan historias fantásticas, conservan objetos únicos que encierran la experiencia humana, albergan colecciones que representa una facción de la memoria colectiva de la sociedad en la que vivimos. Los museos no sólo atesoran la memoria de la vida pasada y presente del ser humano. Están en la nuestra, ligados a nuestra infancia, nuestra juventud y nuestra madurez. Los museos cuentan historias grandes y pequeñas, protagonizadas por gente conocida o por personajes sin nombre. Todas encierran una enseñanza, todas estimulan el espíritu crítico y nos ayudan a crecer.

(...viene de la portada)

ordenar los asentamientos humanos y establecer adecuadas provisiones, usos, reservas y destinos de tierras, aguas y bosques, a efecto de ejecutar obras públicas y de planear y regular la conservación, mejoramiento, consolidación y crecimiento de las regiones, zonas metropolitanas y centros de población, así como la fundación de estos últimos...”. Esas medidas que preconiza el artículo, resumen estos objetivos: Preservar y restaurar el equilibrio ecológico en el medio rural y urbano; Disponer, en los términos de la ley reglamentaria, la organización y explotación colectiva de los ejidos y comunidades; Fomentar la agricultura, la ganadería, la silvicultura y de las demás actividades económicas en el medio rural; Y evitar la destrucción de los elementos naturales y los daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la sociedad.

DIRECTORIO

El 115 constitucional refuerza los municipios Para tal ejercicio, el 115 dedicado al Municipio Libre, expresamente dice: “En el caso de municipios cuyo territorio forme parte de una zona metropolitana, sus ayuntamientos en coordinación con las autoridades estatales y federales, en el ámbito de sus atribuciones, deberán crear de manera conjunta y coordinada organismos públicos cuyo objeto sea la planeación, financiamiento y ejecución, de planes, programas, funciones y servicios públicos para el ordenamiento territorial y el desarrollo sustentable en el espacio que comprenda dicha zona, en los temas y materias metropolitanas”. Los municipios –lo dice expresamente la reforma–, en los términos de las leyes federales y estatales relativas, estarán facultados para: a) Formular, aprobar y administrar la zonificación y planes de desarrollo urbano municipal, en estricta congruencia con los planes estatales, regionales y metropolitanos. b) Elaborar en coordinación con el Gobierno federal y el de las entidades federativas, en la formulación y aprobación de

Director Fundador José Sabás de la Mora Presidente del Consejo de la A.C. José Ley Domínguez Carlos Antonio Sosa Valencia

los planes regionales y metropolitanos, conforme a los cuales se dará la ordenación y regulación del desarrollo urbano y rural en sus jurisdicciones. Las conurbaciones, un hecho tangible en las metrópolis Y de manera más precisa, el artículo señala: “En los términos de la ley general de la materia, los proyectos de desarrollo regional o metropolitano deberán asegurar la participación de los municipios y la sociedad, y deberán convenir con estos mecanismos permanentes para su gestión, operación y evaluación, como sería el caso de las conurbaciones”. Con estos solos enunciados, la oportunidad de asimilar la región centro como zona metropolitana, es ahora. Las condiciones están dadas; baste únicamente con reunirlas, enumerarlas y convertirlas en proyectos de desarrollo, para que el marco constitucional se aplique y los recursos externos puedan fluir. Una prospección viable para celebrar 480 años Lo importante es que, si los sectores público y privado se suman a esa visión metropolitana, mucho habría que celebrar. Y oportunidad, también, de al menos mostrar un esbozo de nuestra futura metrópolis, lo sería la próxima conmemoración de los 480 años del nacimiento de esa Provincia que ahora nos impulsa a pensar en lo grande. Por lo pronto, tratándose de una reforma constitucional, los textos relativos tendrán que ser sancionados por las legislaturas locales, y una vez logrado esto, el Congreso de la Unión deberá expedir las reformas necesarias a los ordenamientos jurídicos relacionados con estas materias a más tardar en un año a partir de la publicación en el Diario Oficial de la Federación. También apoyará a los estados y los municipios involucrados, para que realicen los estudios de delimitación de las zonas metropolitanas, así como para que, con arreglo a las leyes en la materia, expidan las declaratorias y demás mecanismos que permitan su adecuada planeación, gestión y administración. *Cronista Secretario del Instituto La Crónica de Culiacán.

Director Juan S. Avilés Ochoa Director Editora Coordinadora Juan Salvador Avilés Ochoa Janeth L. Aldana Bonilla Yudith López Verdugo Distribución Alberto Peña Chombo

Comercialización Lourdes Chombo Tovar

Colaboradores: Joel Isaías Barraza, Juan Cervera Sanchís, Francisco González Gastélum, Alberto Ángel El Cuervo, Faustino López Osuna, Adrián García Cortés, Mario Arturo Ramos Caricatura: Eleazar Bórquez (Cheyk) Diseño Web: Ubaldo González Osuna

Registro ante la SEP-Derechos Reservados-04-2009-120918501000-101 www.lavozdelnorte.com.mx - Suscripción gratuita y comentarios al correo electrónico: [email protected] Tiraje: 15,000 ejemplares

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Genaro Estrada, gloria de Sinaloa (Primera de dos partes)

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Por Faustino López Osuna*

in restarle mérito alguno a nuestros prohombres sinaloenses, desde los que ocupan un lugar señero en nuestra historia, como Teófilo Noris, Domingo Rubí, Antonio Rosales, Agustina Ramírez, Ángel Flores y Rafael Buelna, entre otros, ninguno es tan universalmente reconocido como el mazatleco Genaro Estrada. Es el único sinaloense que figura en El Pequeño Larousse Ilustrado, donde se lee: “ESTRADA (Genaro). Poeta, escritor y diplomático mexicano (1887-1937), autor de cuatro libros de versos y de la novela Pero Galín.” Genaro Estrada Félix, su nombre completo, nació el 2 de junio de 1887 en el puerto de Mazatlán, en una casona ubicada contra esquina de la plazuela Machado. Sus padres fueron don Genaro Estrada y doña Concepción Félix. Desde su adolescencia Estrada Félix se sintió atraído por el periodismo, participando en publicaciones que se hacían tanto en Mazatlán como en El Rosario. Se considera que en 1907, cuando apenas contaba con 20 años de edad, dio a conocer su entrevista a Teófilo Noris, con la que inició su tarea de historiador. Entre 1907 y 1911, Genaro Estrada, se dedicó, de lleno, a su vocación periodística, iniciándose como aprendiz de tipógrafo y luego como redactor del periódico El Monitor Sinaloense, que editaba en Culiacán su tío Faustino Díaz, apareciendo como director don Herlindo Elenes Gaxiola. Cabe agregar que dicha publicación se había convertido en el portavoz de un selecto grupo cultural, élite literaria, formado por el doctor Enrique González Martínez, Jesús Andrade, Gabriel F. Peláez, Francisco Medina, Esteban Flores, Julio G. Arce, Samuel Híjar, Ignacio M. Gastélum, ingeniero Francisco Sosa y Ávila, José Rentería, Manuel Bonilla, Norberto Domínguez y Ricardo Carricarte. En el mismo 1911 Genaro Estrada se hizo cargo del Diario del Pacífico, que se publicaba en Mazatlán, redactando temas literarios e históricos. Al año siguiente, 1912, se mudó a la ciudad de México. Antes, fue regidor honorario del cabildo municipal de Culiacán. En 1913, ya en el Distrito Federal, inició labores como secretario de la Escuela Nacional Preparatoria, impartiendo clases de gramática. Hasta 1915 continuó trabajando para la Universidad Nacional de México. Junto con el poeta Enrique González Martínez, Genaro Estrada fundó la revista Argos y continuó su labor periodística colaborando para la Revista de Revistas. Asimismo, fue

secretario general de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. Como bibliófilo, Estrada Félix publicó de forma póstuma la obra Apuntes para la historia de Sinaloa, de Eustaquio Buelna. Del mismo modo, a la manera de Francisco Sosa Escalante y Joaquín García Icazbalceta, localizó y difundió fuentes documentales para la historia social y literaria de México. Genaro Estrada colaboró, con espíritu visionario, en el gobierno de la República, en la era posterior a la Revolución (Pasa a la página 4...)

4 (...viene de la página 3)

Mexicana. Así, en 1917 fue jefe de la Oficina de Publicaciones de la Secretaría de Industria y Comercio. A los 33 años de edad, en 1921, ocupó la Oficialía Mayor de la Secretaría de Relaciones Exteriores. En 1927 fue nombrado subsecretario de la misma y de 1930 hasta 1932 fue titular de la cancillería, periodo en el que elaboró la llamada Doctrina Estrada, la cual presentó como Doctrina Mexicana, en la Sociedad de Naciones, antecesora de la ONU. De enero de 1932 a fines de 1934, Genaro Estrada fue Embajador Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en la República Española, donde escribió su Bibliografía de Goya, la más completa hasta ese momento. También representó a nuestro país ante Portugal y Turquía. Poeta y literato, en 1926 Estrada escribió la novela Pero Galín, “una solapada autobiografía”, según Luis Mario Schneider, y cuatro libros más de poesía satírica y política. Para entonces, había publicado las obras Nuevos poetas mexicanos (1916), Lírica Mexicana (1919) y Bibliografía de Amado Nervo (1925). Posteriormente, entregó a la imprenta Escalera (1929), Paso a nivel (1933) y Genio y Figura de Picasso (1935), primer estudio global sobre el pintor, hecho desde Latinoamérica. Quien considera escasa la obra literaria de Genaro Estrada, ignora que a ella dedicó, perseverante, 30 de sus 50 años de vida. Además de su histórica labor en la elaboración de la doctrina de su nombre, “el mayor respaldo ideológico y jurídico para los asuntos exteriores de la nación mexicana, conducta aprovechada y aprobada por otros países”, cita del mismo Schneider, encontrándose en la Secretaría de Relaciones Exteriores, acometió dos series de publicaciones, la titulada Archivo Histórico y Diplomático Mexicano, que consta de 39 volúmenes, algunos reunidos y prologados por él, y Monografías Bibliográficas Mexicanas. La pluma inmortal de Alfonso Reyes escribió sobre Genaro Estrada. Su testimonio se puede apreciar en el Volumen XII de sus Obras Completas: Grata compañía, pasado inmediato, letras de la Nueva España. Colección Letras Mexicanas, Fondo de Cultura Económica. En el arte, su más fiel retratista fue Miguel

http://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/a_reyes/entorno/ampliacion46.htm Covarrubias. Lo dibujaron, igualmente, con admiración, Xavier Villaurrutia y Rufino Tamayo, el ortodoxo de la primera época. Por problemas de salud Genaro Estrada se retiró en 1934, del cuerpo diplomático, pero no anularon su actividad creadora, escribiendo, todavía, algunos papeles para la historia de las bellas artes de México. Fundó, también, la Biblioteca Histórica Mexicana de Obras Inéditas. Pero la muerte truncó, el 29 de septiembre de 1937, su Bibliografía Mexicana. Genaro Estrada, gloria de Sinaloa, fue miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Historia, ocupando el sillón 12, desde 1919 hasta 1937, año de su muerte. Y es el único sinaloense que reposa en la Rotonda de los Hombres Ilustres de México, hoy de las Personas Ilustres. *Economista y compositor.

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Impresionismo... Arte total Por Alberto Ángel El Cuervo* –

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engo algo que preguntarte... –Adelante, si está a mi alcance, con gusto te respondo. –El impresionismo, en México ¿se desarrolló con la misma fuerza que en otros países? –Bueno, en primer lugar tenemos que definir el área a la que te estás refiriendo con el término impresionismo... –Pues al arte... –Pues sí, pero ¿a qué rubro del arte? –Cómo, a poco hay un impresionismo para cada tipo de arte... –Pues... No exactamente... –Oh, pues... Quién te entiende... Porque yo te hablo del impresionismo en cuanto al arte musical... –Mira, el término impresionismo, surge en el arte pictórico... Pero posteriormente, otras artes como la música y la literatura, por ejemplo, adoptan el término por extensión aunque con algunas variantes que resultan lógicas. –A ver, entonces impresióname, jajajajajaja... –Pues precisamente, ese tono de burla que estás asumiendo, es el punto de partida para el término. La charla con Nacho, se tornaba siempre interesante. Su aportación como ese gran músico y su gran sensibilidad, motivaba que nuestra plática al igual que en ocasiones anteriores, se convirtiera en un verdadero taller cultural. Así que, comenzamos a girar alrededor del impresionismo. Y efectivamente, cuando surge ese movimiento que rompe o intenta romper con lo establecido, la crítica los bautiza un tanto irónicamente con un derivado del título de un cuadro de Claude Monet, uno de los fundadores justamente del naciente impresionismo. La pintura se titula: Impresión: Soleil levant, que significa: Impresión, Sol naciente... El cuadro es pintado entre 1872 (fecha en que se data el comienzo de esa escuela de pintura) y 1873, de tal manera que fue de los primeros cuadros o tal vez el primero con esa tendencia. El movimiento impresionista en la plástica, se desarrolló en Europa, y muy particularmente en Francia en la segunda mitad del siglo XIX y fue tal su impacto que hasta la fecha permanece como una escuela que no deja de tener fuerza en la manifestación del arte pictórico. De ahí, han surgido muchas otras corrientes plásticas que forman parte de la vanguardia y del llamado postimpresionismo. El impresionismo, a grandes rasgos, se caracteriza por el intento de “plasmar la luz y el instante” sin ocuparse de aquel objeto o ser del cual la luz emana... Asimismo, en su objetivo de representar al mundo de una manera expontánea y directa, los impresionistas se dedican sobre todo al paisaje, dando origen de alguna manera a la pintura llamada plenairista o al aire libre... Si los artistas que preceden al impresionismo se preocupaban en gran medida por lograr la identidad de las formas, de los objetos y los seres que componían la pintura, los impresionistas dejan todo eso a un lado y únicamente se ocupan de capturar ese momento de iluminación que por supuesto converge con un momento de iluminación interior que logra que al plasmar esa “impresión” luminosa en el lienzo, la pintura motive en el espectador una emoción que es difícil de explicar en su origen... Y verdaderamente, no hace falta... Simplemente se trata de sentir. Es necesario señalar aquí, que si bien Monet es el iniciador del movimiento porque a partir de una pintura suya surge incluso el nombre, los antecedentes de que se nutren todos

los impresionistas, tal vez deban situarse con todo derecho en la obra de Édouard Manet conocida como Le Déjeuner sur l’Herbe (Desayuno sobre la hierba), que data de 1863, en el que se observa un rompimiento en cuanto a la narración y el modelo que se ven totalmente desatendidos en busca de la emoción. De la misma manera, se hace imperativo mencionar la gran influencia que sobre el impresionismo tuvo de manera clave, la obra del maravilloso pintor inglés Josepg Mallord William Turner... Una obra suya, sería punto de partida para la escuela impresionista: Lluvia, vapor y velocidad. El gran ferrocarril del oeste. Ese cuadro, fue pintado por Turner en 1844, mucho antes de que el término “Impresionismo” surgiera. Como quiera que sea, el movimiento fue cobrando fuerza al unirse varios pintores que defendían su postura y por otro lado, la cohesión de los impresionistas se veía alimentada por la precaria situación en la que permanecían dado que la crítica no les favorecía. Esto hace que surja un grupo que se organiza en una especie de comuna-atelier, comandada por Vincent Van Gogh al fundar el célebre taller de La Casa Amarilla en Arles... –Pero, no has contestado mi pregunta... ¿Qué pasa en México con el impresionismo, tiene la misma fuerza que en Europa, que en Francia? –Realmente no, de hecho hay quien juzga que en México hubo un solo impresionista o seguidor del impresionismo... Joaquín Clausell. Nacido en Campeche, en el año de 1866, estudió leyes, fue caricaturista político, formó un partido antirrelecionista, fue periodista y fundador de un diario de oposición llamado El Demócrata. Su activismo, lo llevó a prisión resultado de la represión porfirista. Sale y decepcionado busca refugio en Nueva York para posteriormente viajar a Paris donde se produce su encuentro con el impresionismo en plena efervecencia. Su principal nexo con el impresionismo pictórico, fue Emil Zolá quien le lleva a encontrar su destino y vocación para dedicarse hasta el último de sus días a su desarrollo dentro de esta corriente pictórica. Fue o ha sido el único pintor mexicano que dedicó el total de su obra a la corriente impresionista. De regreso en México, funda un taller en la azotea de la casona donde vivía, el Palacio de Los Condes de Santiago de Calimaya en el centro de la ciudad de México. Ahí dejó un mural donde se dice que descargaba la pintura sobrante. Cuadros como Fuentes brotantes o El Ajusco, son testimonio de su dedicación absoluta al impresionismo. Amigo del Dr. Atl, gustaba mucho de largas caminatas a su lado... Así, Joaquín Clausell, considerado por muchos el único impresionista mexicano, dedicó su vida entera a esta escuela para morir a los 69 años cuando en uno de sus paseos por las lagunas de Zempoala, resbaló de una roca y la caída resultó mortal... –Vamos ahora a la parte correspondiente a la música en el impresionismo... –Pues, mi querido maestro Gutiérrez, esa parte, va a quedar pendiente para la próxima charla... Y para la próxima colaboración, claro, donde hablaremos de artistas como Debussy y María Grever, su alumna en el impresionismo, arte total. *Cantante, compositor y escritor.

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Un Icono Urbano de Mocorito Por Francisco Gonzalez Gastélum*

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e acuerdo a datos irrefutables es posible afirmar que cuando menos dentro de los siglos XX y XXI Mocorito ha renacido con enorme ímpetu cada cincuenta años, se puede sustentar que durante la primera década del vertiginoso 1900 la población tuvo un despegue fabuloso, evento que se repitió en los 6O del mismo período y de nuevo se reedita en la primer década del nuevo milenio. A inicio del segundo lustro del siglo pasado se presentaba en Mocorito un gran dinamismo económico fincado sobre la base de la explotación de minas de oro, plata y cobre, ubicadas en las comunidades, de Cerro Agudo, Palmarito, Magistral, San Miguel, Bequillos, San Benito y Bacamacari. Es necesario precisar que no todas las minas se trabajaban al mismo tiempo, ya que de ser así, la expresión de, “Esto vale un Potosí” no se hubiera hecho para referirse a la riqueza que los españoles sacaron de las minas de Cerro Rico de Potosí, Bolivia (otrora Alto Perú) y probablemente nuestro querido Mocorito se nombraría “Mocorito Potosí”. Adicional a la riqueza localizada en las entrañas de las localidades del hoy municipio de Mocorito, rumbo a las vegas del río y a la altura del poblado de Potrerillos se encontraba en producción el trapiche de la “Hacienda Tres Hermanos” adquirido por el ingeniero don Antonio Echavarría en desventajosa negociación con el “Jefe del Clan Inzunza”, el coronel Manuel Inzunza. Relata también el historiador mocoritense don José Ramón Velázquez que el visionario don Antonio Echavarría y en la idea de crear en la “Hacienda Tres Hermanos” una gran cadena de producción agroindustrial, amplió los terrenos para el cultivo de caña de azúcar, instaló una bomba para riego de estos terrenos, construyó canales de riego, adquirió equipo para extraer ixtle del henequén, obtuvo un molino harinero, instaló una planta para elaborar alcohol y no obstante toda esa inversión, el propósito final de don Antonio era el de construir en esa finca, una fábrica de azúcar. Si lo anterior no era suficiente para afirmar acerca de la dinámica económica de aquella época, Mocorito tenía una ventaja adicional generada por su ubicación dentro de la ruta del camino real mexicano, lo que permitía que sus habitantes estuvieran comunicados con poblaciones tanto del norte como del sur del estado, beneficios que llevaron a Mocorito a convertirse en núcleo mercantil de una amplia región, al gra-

do de que a esta se acudía desde otras latitudes para hacer operaciones comerciales como contratos jurídicos. Cabe también mencionar que en ese entonces la jurisdicción de Mocorito comprendía lo que hoy son los municipios de Angostura y Salvador Alvarado, “independizados” el primero en 1916 y el segundo en 1962. El Ferrocarril Sud Pacifico en Mocorito En la primera década del siglo pasado y dados los recursos que en infraestructura estaba incorporando a la nación el general Porfirio Díaz, entre ellos la construcción de ferrocarriles por todo lo ancho y largo del territorio nacional, y estando en ejecución el tendido de vías del ferrocarril Sud Pacifico como el que en Mocorito se vivía en un satisfactorio contexto económico, las fuerzas vivas de la región, las del estado, incluso los directivos de la compañía encargada de realizar los trabajos correspondientes, daban como un hecho que por esta pujante población cruzaría, como se cita en las novelas de letritas de Indios y vaqueros de la colección Estefanía, el humeante “Caballo de Acero”. Esta lógica como la del tejido de bonanza ya comentado, animaron al visionario empresario don Pedro Inzunza Gaxiola a invertir en la construcción de uno de los íconos urbanos de esta localidad, el “Hotel Inzunza” (hoy Hotel Misión) el cual fue inaugurado el mes de marzo de 1908. Independientemente de su nuevo nombre es válido expresar que el Hotel Inzunza, hoy Hotel Misión, es el más antiguo “hotel viviente” de la región. El Mocorito a mediados del Siglo XX Comentaba al inicio de esta colaboración que Mocorito se revitaliza cada medio siglo, como lo hizo en los años 50 de la pasada centuria, época en que sus habitantes como uno solo se unieron para superar deficiencias que mermaban no solo la calidad de vida de la población de ese momento sino que se atentaba con el futuro de las siguientes generaciones, me refiero en primer lugar a la educación de los jóvenes que egresaban del nivel primaria y que por no existir una escuela secundaria en la localidad, y que no obstante sus buenas calificaciones, la mayoría de ellos no continuaba sus estudios.

7 Con emoción los padres de familia cuyos hijos habrían de padecer la no existencia de oportunidad para continuar estudiando, como uno solo juntaron sudor y esperanzas para levantar las paredes donde funciona desde entonces la escuela secundaria “Lic. Eustaquio Buelna”. Esta sinergia debiera de repetirse con mayor frecuencia entre los mocoritenses, todos juntos por un mejor Mocorito, que esta población se libere de los padecimientos que hemos permitido se acumulen y nos limitan a mejores posiciones. Acciones de este tipo deben de imitarse porque si bien es verdad que el mal ejemplo cunde, también es cierto que aglutinando el tejido social en la realización de acciones que generen el bien común, podemos crear en la población un maravilloso círculo virtuoso que nos ayude a ser mejores en muchos aspectos como sucedió en los años 50, cuando surgieron los patronatos pro agua potable y luz eléctrica y que gracias a ellos Mocorito se revitalizó de nuevo. Igual como sucedió durante la primer década de 1900 se presentaba a mediados de este siglo en la entonces villa de Mocorito en panorama muy alentador constituido por las acciones ciudadanas que dieron pie a que los jóvenes que egresaban de la primaria pudieran continuar aquí mismo sus estudios en el nivel de secundaria, que la población contara con mejores servicios de agua potable y energía eléctrica. Este escenario animó al matrimonio formado por don Reyes Inzunza y doña Lupita Lugo, a invertir en la total remodelación de la finca que habían adquirido anteriormente, el Hotel Inzunza, reinaugurándolo en 1963 con una segunda planta. Previo a los inicios de su transformación vivieron en este inmueble la familia conformada por don Ángel González y doña Lucía Cuevas, quienes trabajan un restaurante y alquilaban habitaciones tanto para clientes de paso como para “abonados” permanentes. De acuerdo con lo que informara doña Lucia Cuevas (mi tía Lucía), en ese entonces los propietarios del inmueble de apellido Inzunza, tenían como su representante para el cobro de la renta a don Jesús Montoya. De cada rincón de la enorme finca de ese entonces guardo tiernos y grandes recuerdos ya que en ella jugaba con mis primos Jorge Hilario González y Ángel Jaime Sotelo tanto a las canicas, el tacón o el trompo, a las escondidillas o a los bandidos, los buenos contra los malos. Imposible olvidar que en el patio de la vivienda estaba un enorme árbol de mangos el cual, amigablemente en temporada de producción y como producto de una corriente de aire adornaba el suelo y nos proveía de esa deliciosa fruta. En ese mismo patio de la centenaria finca y para regocijo de los adultos de la población, y pueblos circunvecinos se realizaban entre otros dos bailes tradicionales, el de “Fin de año” y el “Las fieras”, eventos siempre amenizados por las mejores bandas y orquestas del momento. El “Baile de las fieras” tenía como principales asistentes y protagonistas a los comerciantes del mercado municipal, siendo una de sus particularidades el que las paredes del “Salón” se adornaban con pendones con figuras de aquellos animales que eran el apodo de los locatarios participantes del evento anual. En un momento dado de la fiesta previo toque de atención, don Julián Verdugo quien era el “domador” de las fieras, chicote en mano invitaba a que una a una, las fieras desfilarán por la “pasarela” con el aplauso y la algarabía de todos los demás asistentes. La Remodelación del Hotel inzunza Para realizar los trabajos de remodelación del hotel, don Reyes Inzunza contrató a varios “maestros de obra” destacando por su dedicación y sapiencia del arte de la construcción, don José Arce Apodaca y don Jesús Jiménez, quienes con la ayuda

de la plomada y el nivel, dirigieron con precisión la construcción de esta magna obra. Existe la máxima de que, no hay gran obra donde no se presente un accidente y en edificación de esta no hubo excepción pues, ante el asombro del resto de los albañiles el señor Juan Valenzuela (con todo respeto “Juan Clara)” se desplomó hasta el suelo desde los altos andamios. Del ese accidente Juan logró salvar la vida, pero se fracturó una pierna cuya secuela le quedó como parte de su historia de hombre trabajador como de las anécdotas de este edificio. Durante la gran recepción que por motivo de la inauguración del hotel se ofreció en la “Terraza Bar” de éste, la cual por cierto tenía una agradable vista hacia la extinta “Alameda de Mocorito”, tocó a Pedro, el hijo menor del matrimonio Inzunza Lugo leer a nombre de la familia un emotivo mensaje. Curiosamente esta nueva época del edificio en comento también forma parte de una lapso de la vida familiar de los González Gastélum ya que, el moderno restaurante que integraba parte del conjunto de hotel le fue concesionado totalmente equipado al matrimonio formado por don Francisco González y doña Mélida Gastélum de González. Otro dato que resulta curioso en relación a los González Gastélum es que, ambos fueron bautizados por doña Lupita Lugo de Inzunza y en tal virtud, todos los hijos de ese matrimonio respetuosa y cariñosamente nos referíamos a ella como la “Nina Lupita”. El Mocorito de Fines del Siglo XX e Inicios del Siglo XXI Ya para finalizar el siglo XX se aprecia una nueva y vigorosa de etapa de desarrollo en Mocorito, tanto por la calidad de sus servicios como su embellecimiento urbano, cuenta actualmente con tres escuelas de nivel preparatoria y un centro universitario dependiente de la Universidad Autónoma de Sinaloa donde se imparte conocimiento en algunas carreras de nivel superior. Prácticamente todas las calles tienen carpeta a base de concreto hidráulico y la comunicación terrestre hacia algunas poblaciones se hace por caminos pavimentados, adicionalmente se inició el tendido de una primera etapa de la carpeta asfáltica sobre los caminos hacia las cabeceras de las sindicaturas de San Benito y El Valle. El centro histórico de la ciudad ha sido favorecido con fuertes inversiones para su rescate como su embellecimiento, de tal suerte que ello le ha permitido alcanzar el status de “Pueblo Señorial”, etapa previa al nombramiento de “Pueblo Mágico”, calificación obtenida al haber cumplimiento con los preceptos que establece la SECTUR. Además de propietarios el hotel Inzunza cambió de nombre para llamarse “Hotel Misión”, el nombre es lo de menos, lo que es un hecho es que en Mocorito se cuenta con un hotel de una altura tal como ser el mejor y más moderno de toda la región. De haber continuado con su mismo nombre este tendría en su leyenda: “Hotel Inzunza 1908-1963-2010”. *Presidente Grupo Mocorito.

Semanario La Voz del Norte Se une a la pena que embarga a nuestro amigo y colaborador

Gilberto López Alanís por el sensible fallecimiento de su señor padre

Don Gilberto López Labrada un abrazo solidario y fraterno, deseándole a su familia una pronta resignación.

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Retablo mítico, sólo para sus ojos Por Joel Isaías Barraza*

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scrito a mano sobre una tabla clavada en la pared de atrás del escritorio de la recepción del hotel Heracleo Marverde, en la calle Manuel Salcido en Cinaloa se podía leer: “…y así vosotros amad también a los extranjeros, pues lo fuisteis igualmente en la tierra de Egipto.-Deut. 10:19.” El Rayo había reservado una habitación en el piso tercero y ahora descansaba sentado en el vestíbulo fumando un cigarrillo sin filtro, esperando saber algo de su amigo Napo, al que había dejado en la finca del indio Bernal Osuna. El hotel Marverde estaba en un edificio antiguo construido en 1920. Sin lograr ser una construcción distinguida. El vestíbulo ni siquiera lucía espacioso, y grandes abanicos de techo giraban con lentitud y en silencio por encima de los viejos sentados en los gastados sillones de vaqueta dispersos en la estancia. “¿Primera vez en Cinaloa?” El Rayo dio vuelta su cabeza veinte grados hacia el sol y midió al hombre que le hablaba, un respetable octogenario metido en un amplio coordinado color caqui de dos piezas y un sombrero de palma de ala ancha. El rostro y las manos del viejo lucían bronceados por las pecas de los años. Fumaba un aromático cigarro y bebía whisky con ostiones. “Si Señor,” respondió el Rayo. “Primera vez.” “Yo nací en Cinaloa, el mismo año que este hotel abrió sus puertas. Los dos cumpliremos noventa años en septiembre. ¿En que estamos, en marzo?” “Marzo dieciséis.” “16 de septiembre, ese es mi día. El día que conmemoramos nuestra dependiente independencia.” El viejo extendió su nervuda y firme mano derecha. “Me llamó Antonio, Antonio Coronel y Félix. Me dicen Toño.” “Raymundo Fierro. Me dicen Rayo.” Los dos hombres se dieron la mano. El Rayo quedó impresionado por la energía en los dedos del viejo. “Que buen pulso tienes, Toño. Que buen nombre también.” Antonio aprovechó el puente: “Mi abuelo cabalgó con Hermosillo en la Brigada Trigarante. Me imagino que sabes algo d’eso.” “No señor, declaro no saberlo.” “Fue en la época vergonzosa –la guerra entre nosotros mismos, como horita– el mes de octubre del sesenta y tres, quiero decir 1863. El capitán Hermosillo y sus seiscientos valientes, mi abuelo entre ellos, Apolonio Coronel Toulouse. Empezaron en San Antonio, de donde llevó mi nombre, cruzaron el Río Baluarte hacia el Tamazula, en donde se les unieron otros tantos o más confederados de la frontera y procedieron a patear traseros gabachos, quemar puentes y puestos de abastecimientos, interrumpiendo las líneas de comunicación hasta Booneville. La caballería de Hermosillo se disfrazaba usando uniformes del imperio con ramitas de zumaque rojo en los sombreros, lo que se suponía como señal secreta de identidad de las tropas imperiales. Te puedo decir que los valientes de Hermosillo les pusieron buenas friegas, en cuarenta días la Brigada Trigarante les destruyó el equivalente a millones de coronas en armamentos y comestibles, eliminó y baldó a cientos de soldados gabachos, y regresaron al Baluarte con más hombres y pertrechos que con los que habían principiado. Esos curtidos broncos sureños fortalecieron el orgullo de la joven patria.” “Muy buena historia, señor Coronel.” “El final, sin embargo, no es tan glorioso.” “¿Eso por qué?”

“Finalmente los fueron llevando hasta Texas. En Vado Hondo, Hermosillo supo que la causa estaba perdida pero no quiso rendirse. Doscientos hombres lo siguieron hacia México, en donde Maximiliano, el títere austriaco llevado al poder por los franceses y que habían derrocado a Benito Juárez, estaba claramente a la disposición de los confederados. En el camino, la brigada de Hermosillo se detuvo a envolver sus banderas y estandartes en piedras para hundirlas en las aguas del Río Grande.” “¿Y que les sucedió en México?” “Maximiliano les ofreció algunas tierras en las cercanías de Vera Cruz, y unos cuantos aceptaron, mientras otros solo escogieron a México como lugar de descanso para luego continuar hacia Cuba y Brasil, en donde fueron bienvenidos. Poco tiempo después Maximiliano fue sacado del viejo México. Los franceses se asustaron con la armada de la Unión dirigida por Little Phil Sheridan, que se acuarteló en la frontera, y dejaron solo a Maximiliano. Tan pronto como Juárez volvió a tomar la ciudad de México, los rebeldes de la brigada que se habían asentado en Vera Cruz salieron volando, incluyendo a mi abuelo. Entonces se fue a Brownsville, en donde fue reclutado por Rip Ford para el comando de Mc Cook, que perseguía a los bandidos mexicanos en el territorio del Viejo Sal del Rey. Un poco más tarde se mudó a Cinaloa. Eso pasó después de casarse con mi abuela Jesusa Fayette Farrás, que era hija ilegítima del general Wilhelm Quantrill, el hombre que llevó a cabo el asalto sangriento en Lawrence, Kansas, en donde ciento cincuenta personas murieron mientras dormían.” El Rayo encendió un cigarrillo nuevo con la brasa del cigarro de Toño. “Que tiempos aquellos, amigo Toño, que tiempos.” “Tiempos de fieras, hijo,” dijo Antonio Coronel y Félix. “Entonces mis padres, Plutarco Coronel y Carolina Félix, atendieron un almacén de alimentos y bebidas hasta que murieron, y luego pues yo me hice cargo del negocio. Hace menos de veinte años que se lo vendí a un hombre de apellido Koppelsky, parece que le ha ido muy bien. A mi padre le pusieron el nombre por un gobernador de Sonora, un pima mestizo que llegó a ser general confederado y fue el último oficial en rendirse a las fuerzas vencedoras. Mi madre por su parte también era mestiza, parte mexicana por su padre y parte negra francesa por su madre –hija de un hombre llamado Francis Xavier Bonaparte, que luchó con la Segunda Caballería Colorada de Kansas, al menos es lo que me contaron.” “Usted sabe mucho sobre los viejos tiempos pasados, amigo Antonio.” “Dime Toño. Solo los viejos solitarios recordamos los viejos tiempos idos, m´ijo. Dentro de unos sesenta años– siempre que la madre tierra y los demás animales te dejen vivirlosestarás de acuerdo conmigo, es lo que creo.” Mientras El Rayo estuvo escuchando las añejas palabras salidas del recuerdo del amigo Toño, el sol de la tarde que se despedía se había zambullido sin mucha prisa en el paisaje marino. Al final, tan solo unos esbeltos rayos de luz se deslizaban entre las viejas persianas que cubrían el gran vidrio del vestíbulo del hotel Heracleo Marverde. De repente, el Rayo pegó un brinco por un fuerte ronquido. Echando un vistazo hacia el poniente vio que Antonio Coronel y Félix estaba profundamente dormido en su sillón de fresca vaqueta. “Ya estoy de acuerdo, Toño, ya estoy de acuerdo,”dijo suspirando. *Antropólogo ENAH.

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Abundio Martínez, entre delirios de amor y ensueños de oro Por Juan Cervera Sanchís*

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a popularidad de Abundio Martínez en México fue mucha mientras vivió. La casa Wagner editó sus obras que fueron ejecutadas por los músicos de su tiempo, llegando a la gente, que las tarareaba en las calles. Los valses de Abundio se tocaban en todas las fiestas de la sociedad porfirista que le toco vivir y, al igual que gustaban a los autonombrados científicos, agradaban también a la gente del pueblo y hasta a los léperos. Sus valses, “Arpa de Oro”, “En alta mar”, este dedicado especialmente a don Porfirio Díaz y su señora esposa, así como el titulado “Onda cristalina”, fueron celebradísimos. No obstante, ¡qué cosas tiene la vida!, Abundio Martínez, lo que fue muy lamentable, jamás pudo liberarse de la pobreza. En su época los buenos compositores no tenían la suerte de la que disfrutan nuestros compositores de hoy, que pueden hacerse ricos, loado sea, con una canción de éxito. Abundio Martínez vino al mundo el 8 de febrero de 1875 en Huichapan, Hidalgo. Su padre fue un humilde carpintero y director, a su vez, de la banda de música de dicha población, aunque ni aún así podía el buen hombre salir adelante como Dios manda, así se decía entonces, y alimentar y vestir a su familia. El laborioso carpintero y buen director de la humilde banda de música de Huichapan, hombre animoso, siempre tuvo fe en el talento musical de su querido hijo, al que enseñaba el noble oficio de carpintero, por lo que Abundio manejaba la garlopa y el formón, la sierra y el cepillo, al mismo tiempo que, bajo la guía paterna, tocaba la guitarra, el violín, la trompeta y el tambor. Todo ello en el barrio de Santa Bárbara, que era donde vivía la familia y tenía el taller don José María del Pilar Martínez, su padre. Éste, cansado de padecer estrecheces, decidió un día reunir a los suyos y trasladarse, en busca de una mejor vida, a la ciudad de México. Ya en la capital de la República, Abundio solía caminar hasta la calle de la Acequia, hoy Corregidora, para escuchar a la banda de Zapadores, que ensayaba allí dirigida por el maestro don Miguel Ríos Toledano. Tan puntual era Abundio y tanta atención mostraba que don Miguel se fijó en el muchacho y un día entabló conversación con él. Descubrió sus conocimientos musicales y su dominio del clarinete. De inmediato

lo invitó a formar parte de la banda, lo que llenó de alegría al joven Abundio. Fue el inicio de su carrera en la capital. Un día presentó la consideración del maestro Ríos Toledano una marcha compuesta por él, titulada “En la campaña”. Dicha marcha, por recomendación del maestro, fue editada por la casa Langel. De ahí pasaría después a la casa Wagner. No obstante, aunque eran editadas sus composiciones, su precaria condición económica no cambiaba. Si algún dinero dejaba su música de ninguna manera llegaba a sus manos. Sumido en la miseria, Abundio, terminó siendo víctima de la tuberculosis. Agobiado por la enfermedad y los pesares no quiso morir sin volver a su tierra natal. El año de 1914 hizo un viaje a Huichapan donde pasó una brevísima temporada. Vencido retornó a la ciudad de México donde se alojó en un miserable cuartucho. En mitad de su pobreza, pero con la ayuda de algunos amigos, pudo introducir en aquel cuartucho un piano y, en ese piano, siguió componiendo su música. Así hasta que, la noche del 26 de abril de 1914 se le fue la poca vida que le quedaba. Su restos mortales recibieron cristiana sepultura en el Panteón de Dolores. Hubieron de pasar tres décadas para que sus paisanos se acordaran de él. Siendo el año de 1944 los habitantes de Huichapan se reunieron con el fin de levantar un monumento a su memoria. Todos estuvieron de acuerdo y ahí está, en el barrio de Santa Bárbara y frente a la casa en que naciera Abundio Martínez, el monumento que lo recuerda. La obra musical de Abundio Martínez es en verdad memorable y así lo testimonian chotises como “Consuelo” y “Frente al destino”; las polcas “El Siglo XX” y “Cuca”; los himnos a don Benito Juárez y a don Guillermo Prieto y canciones entrañables como “Delirios de amor” y “Ensueños de Oro”. Nos dejó también su pasodoble “Gallitos”, la marcha titulada “La Paz de México” y su danzón “El Popular”. Contra la indiferencia reinante, nosotros, aquí y ahora, queremos recordar, con admiración y afecto, a este entrañable ser humano y admirable y singular compositor hidalguense que fue Abundio Martínez. *Poeta y periodista andaluz.

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Acuérdate del mes de abril de 2011. Ernesto Sabato 1911/2011 Por Mario Arturo Ramos *

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Acuérdate de abril, recuerda la limpia palidez de sus mañanas “Acuérdate de Abril” Amaury Pérez

a literatura argentina contemporánea tiene autores de gran valía, que han enriquecido el camino de las letras que se escriben en esa parte del mundo; Ernesto Sabato pertenece a la estirpe de los geniales creadores de las pampas gauchas. Junto a los nombres de José Hernández, Jorge Luis Borges, Alfonsina Storni, Julio Cortázar, Horacio Quiroga, Armando Tejada Gómez, -solo son algunos de los escritores- enorgullecen a su país y a iberoamérica. Sabato falleció el 30 de abril de 2011, faltaban pocos días para que cumpliera un siglo la existencia del autor de una extensa obra literaria construida palabra a palabra en El túnel, Uno y el universo, Hombres y engranajes, Heterodoxia, El caso Sabato. Torturas y libertad de prensa, Carta abierta al general Aramburu, El otro rostro del peronismo, El escritor y sus fantasmas, Tango y discusión y clave, Romance de la muerte de Juan Lavalle. Cantar de gesta, Significado de Pedro Henríquez Ureña, Aproximación a la literatura de nuestro tiempo. Robbe- Grillet, Borges, Sartre, La cultura en la encrucijada nacional, Diálogos con Jorge Luis Borges, Apología y rechazos, Los libros y su misión en la liberación e integración de la América Latina, Entre la letra y la sangre, Antes del fin, La resistencia, España en los diarios de mi vejez etc. Los vasos comunicantes con los lectores crecieron más allá de las fronteras, al ser traducidos los textos del creador de Sobre héroes y tumbas a otros idiomas a partir de los sesenta; la crítica internacional recibió con buenos ojos las publicaciones y Albert Camus y Graham Greene entre otras voces externaron opiniones elogiosas sobre el trabajo del originario de Rojas, localidad bonaerense, donde llegó al mundo, el 24 de junio de 1911. En su actividad ciudadana es fundamental el cargo de presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (bajo la dictadura argentina) tarea que ejerció coordinando y elaborando el Informe Sabato o Nunca Más, documento que da testimonio de las atrocidades y delitos de lesa humanidad que cometieron los militares. En el prólogo del documento externó su idea de los dos demonios como el origen de la guerra sucia, su planteamiento desató una polémica que continuó un buen lapso de tiempo. Ernesto en el año de 1992 en una entrevista de la prestigiada revista Newsweek planteó como definición estética y existencial: Me salvó el arte y por eso mi arte es trágico. Definición de los ejes de su vida. En sus primeros años sintió un especial atractivo por el pensamiento científico, matriculándose en la Universidad de la Plata, institución donde se graduó en 1938 como doctor en física; la disciplina de la ciencia exacta fue determinante en su estilo con un alto compromiso lingüístico, donde el andamiaje en su narración es otro personaje de los temas que constantemente perseguirá y que se resume en su sentencia: Conseguir la libertad no basta, lo importante es saber que hacer con ella. Bajo este precepto abandonó la física para dedicarse a las letras. Ser original es en cierto modo, estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás. Ernesto Sabato. En su trayectoria colaboró en el periódico La Nación y en la revista Sur de su patria, dejando constancia de su manera de escribir que conjugó la ternura con la sátira, el humor negro con los razonamientos llenándose de figuras poéticas cargadas de angustia intelectual. Por su obra recibió premios y reconoci-

mientos, entre los que debo citar el Gabriela Mistral (1984) OEA, nombrado Caballero de las Artes y las Letras por el gobierno francés por Abaddòn el exterminador, Miguel de Cervantes 1997 y el Menéndez Pelayo, siendo el mejor premio el otorgado por los lectores que encontraron en sus textos una definición auténtica unida a un sentimiento genuino y palpitante para poder enseñar que: El oficio en el arte consiste en que no se le advierta. La narrativa iberoamericana goza de salud gracias a la presencia de seres como Ernesto Sabato, novelistas destacados o anónimos que no solo se expresan en palabras con inspiración o destellos mágicos; sino que son autores que aceptan su responsabilidad con el abecedario, instrumento de comunicación que le pertenece a todos, receptores y emisores, por lo tanto enarbolan una tesis que robustece su búsqueda estética alejándola de la frivolidad exitosa. Para poder cumplir el compromiso de ser escritor, Ernesto decía: tengo sentido autocrítico y pienso que un hombre no puede escribir sino muy pocas novelas en su vida. Pienso que cada escritor tiene una reserva de oro, como dicen los banqueros y no deben emitir papel moneda .Yo creo que hay que escribir cuando no damos más, cuando nos desespera eso que tenemos adentro y no sabemos lo que es, cuando la existencia se nos hace indispensable. Sabato, falleció el 30 de abril de 2011 de una bronquitis asesina, fue una fecha del tercer milenio donde cambió su residencia para habitar en el paraíso de la lectura. Sus exequias celebradas en el Club Defensores de Santos Laguna, donde transcurrió muchas tardes bebiendo café y jugando dominó con los vecinos del barrio, fue el espacio de convivencia donde pidió que lo velaran por estar ubicado enfrente de la casa donde acosado por una ceguera rabiosa fue su guarida donde decidió pasar dignamente la vejez. Del club partió para el cementerio Jardín de la Paz, en la localidad de Buenos Aires, Pilar, donde una tumba esperaba por el de los merecidos honores el de los aplausos y los pésames con sinceridad y dolor de literatos y seres comunes que mostraron su comprensión por la ausencia que a partir del 4º mes enluta a nuestra literatura. Así llegó a su última morada, junto a la multitud que murmurando casi en silencio rezaba: Acuérdate del mes de abril del 2011, murió uno de los nuestros, Ernesto Sabato. *Investigador y compositor.

Ernesto Sabato

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conaculta rinde homenaje al mexicano universal Alfonso Reyes, en el 122 aniversario de su natalicio Comunicado No. 944

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lfonso Reyes Ochoa (Monterrey, Nuevo León, 17 de mayo de 1889 - México, D.F., 27 de diciembre de 1959) es el pensador e intelectual, filósofo, poeta, ensayista, narrador, diplomático que mejor comprendió en su momento la trascendencia de difundir el conocimiento universal en México y América Latina y de vincular a México con el mundo. Después de realizar los primeros estudios en su ciudad natal se trasladó a la ciudad de México, donde cursó la Escuela Nacional Preparatoria y la Escuela Nacional de Jurisprudencia, que luego se convertiría en la Facultad de Derecho, de la que se graduó en 1913. Cuando tenía 20 años, Alfonso Reyes participó al lado de otros escritores como Pedro Henríquez Ureña, Antonio Caso, José Vasconcelos, José Escofet, Isidro Fabela, Nemesio García Naranjo, Ricardo Gómez Robelo, Carlos González Peña, Mariano Silva y Aceves, Alfonso Teja Zabre, en la fundación del Ateneo de la Juventud, con el fin de leer y discutir a los clásicos griegos, pero donde derivarían reflexiones que cuestionaron el orden de cosas existentes, con críticas al positivismo que era la ideología de la clase gobernante, y produjeron cambios importantes en el país. En 1910, a los 21 años de edad, Alfonso Reyes publicó su primer libro Cuestiones estéticas. Con la Revolución Mexicana no le fue bien a la familia de Reyes, pues era cercana al porfirismo. El escritor se exilió en España de 1914 hasta 1924. En ese periodo desarrolló su gusto por la literatura, la investigación, la filosofía, fueron los años en que se formó el gran pensador, literato, creador. Alfonso Reyes público, en ensayo: Cuestiones estéticas (1911); El suicida (1917); Visión de Anáhuac (1917); Vísperas de España; Cartones de Madrid (1917); Retratos reales e imaginarios (1921); Simpatías y diferencias; Calendario; Homilía por la cultura; Cuestiones gongorinas (1927); Discurso por Virgilio (1931); Capítulos de literatura española (1939-1945); Pasado inmediato; Estudios helénicos; La filosofía helenística; La X en la frente; Memorias de cocina y bodega; Las burlas veras; México en una nuez. En narrativa, escribió: Los tres tesoros; El plano oblicuo; Árbol de pólvora; Quince presencias; Los siete sobre Deva. Sueño de una tarde de agosto. En poesía: Huellas; Yerbas del tarahumara; Minuta; Homero en Cuernavaca y Sol de Monterrey.

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