Los documentos y sus clases

Los documentos y sus clases 1. Definición y concepto Existen muchas definiciones diferentes de documento. Quizás tantas como teóricos que reflexionan ...
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Los documentos y sus clases 1. Definición y concepto Existen muchas definiciones diferentes de documento. Quizás tantas como teóricos que reflexionan sobre el concepto o puntos de vista desde el que se acercan al mismo. Nosotros vamos a utilizar una muy simple, aquélla que lo considera como toda información fijada sobre un soporte y susceptible de ser recuperada1. Si el soporte es volátil o efímero simplemente no tendremos nada después del momento comunicativo (conversación telefónica, señales de humo, banderas empleadas en el aterrizaje de aviones; en clave de humor, mensaje que se autodestruye...). Si la información no puede ser recuperada porque no tenemos los medios técnicos o porque no sabemos descifrarla sólo estaremos ante un documento potencial (información en una microforma para la que no tenemos el aparato lector adecuado, inscripciones en lenguas que no han sido descifradas...). La importancia del documento es enorme, máxime en la llamada sociedad de la información, en la sociedad del conocimiento... porque es el elemento en el que se transporta y difunde aquélla o en el que se vierte éste y el mejor medio para guardar y conservar ambos (información y conocimiento). Además, no hay que olvidar que todas las operaciones de la biblioteca o de un centro de documentación se incluyen en un esquema más amplio que se denomina cadena documental o que el documento (que es el que conforma la colección) es precisamente lo que une al usuario y la biblioteca, lo que determina en último término la existencia de ésta. 2. Clasificación de documentos Por qué es necesaria una clasificación de los documentos. Toda clasificación pretende sistematizar, aclarar conceptos e ideas, agrupar (y por tanto diferenciar) por criterios de afinidad. Pero esos criterios no siempre son los mismos: dependiendo del punto de vista que adoptemos para clasificar obtendremos una clasificación u otra para el mismo documento. No obstante, algunas de esas clasificaciones (si no todas) plantean controversias desde el momento en el que no resulta fácil o claro incluir un documento en una u otra de las clases o cuando no quedan bien delimitados los márgenes de las mismas. Las clasificaciones que se suelen hacer tienen que ver con los elementos que se pueden diferenciar en el documento o en su utilización: — Soporte:  impresas: sobre papel o similar.  magnéticas: una superficie es magnetizada siguiendo determinadas pautas. Discos duros, disquetes, cintas de casette y de vídeo...  ópticas: utilizan el láser para introducir la información y para recuperarla. CD, DVD...  telemáticas (éstas no son excluyentes respecto a las dos anteriores sino que pretenden poner de manifiesto que se accede a distancia, algo cada vez más común) 1

Hay otras definiciones, de las que mostramos algunos ejemplos: “Todo conocimiento fijado materialmente sobre un soporte que puede ser utilizado para consulta, estudio o trabajo” (AMAT, Nuria. Documentación científica y nuevas tecnologías de la información. 2ª ed. Madrid: Pirámide, 1998); “Toda expresión en lenguaje natural o convencional y cualquier otra expresión gráfica, sonora o en imagen recogida en cualquier tipo de soporte material, incluso los soportes informáticos” (art. 49.1 de la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español). Citados por Félix del Valle Gastaminza (http://www.ucm.es/info/multidoc/prof/fvalle/tema3.htm): “Todo mensaje –icónico o simbólico- incorporado a un soporte permanente y empleado con una finalidad informativa” (Martínez Comecha); “Información registrada que puede ser considerarse como unidad en un proceso de documentación” (Norma UNE 50-113-92/1) para la que documentación es “recogida y tratamiento de información registrada, de forma continua y sistemática y que permita su almacenamiento, recuperación, utilización y transmisión”.

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 magneto-ópticas: mezcla de ambos elementos  plásticas: maquetas, objetos...  otras: todas aquellas que estén realizadas sobre un soporte de cualquier tipo. ¿Por ejemplo los discos de vinilo? — Código: el lenguaje (no confundir con la lengua) en el que se presenta el documento. Puede ser textual, icónico (con imágenes en movimiento o estáticas), sonoro, o el resultado de una mezcla de todos (multimedia) o de varios de ellos (audiovisual...). La diferenciación entre unos tipos de documentos y otros puede ser la base para la creación de colecciones especiales: fonoteca, cartoteca, videoteca... — Contenido: se puede diferenciar desde el punto de vista de la materia o la rama del conocimiento que analiza (derecho, psicología, matemáticas, geología...), del rigor científico con que esté tratado (científicos, divulgativos, de ocio...), del nivel de información que aporta (primarios, secundarios; ver a continuación)... — Difusión: relacionado con la posibilidad de acceso a los mismos: reservados, inéditos, publicados, personales. La característica de no editado está cambiando últimamente, al menos con algunos documentos. Este cambio está ligado a las nuevas formas de edición: cada vez hay más recursos (sobre todo revistas) que se editan exclusivamente en formato electrónico y a los que hay que acceder telemáticamente. Hay una corriente que se niega a entrar en el circuito de las editoriales (por lo que sus documentos no se editan de manera convencional y desde este punto de vista son inéditos) y que ponen los documentos en formato electrónico con acceso libre. La diferencia a efectos de lo que estamos discutiendo es que no vamos a encontrarlos en la página web de un editor o distribuidor comercial y tendremos que buscarlos por otra vía; pero en rigor estarían, ahora mismo, tan “editados” unos como otros. La clasificación que más nos interesa desde el punto de vista documental es la que hace referencia a su contenido con respecto al nivel de información que aportan y diferenciaremos entre documentos primarios y secundarios. Añadiremos, además, las obras de referencia. Los documentos primarios son los que contienen información original, de primera mano, resultado de la investigación, la reflexión, la inspiración... y que no ha sido tratada o reelaborada documentalmente. Los documentos secundarios son una reelaboración de los primarios realizada mediante cualquiera de las operaciones clásicas del análisis documental (descripción bibliográfica, resumen, indización, clasificación...). Describen (con distinto nivel de profundidad) y/o ayudan a localizar los documentos primarios. Son un producto propio de las unidades documentales (aunque lógicamente no es algo exclusivo de ellas; por ejemplo, el propio autor puede hacer un resumen de su obra). Normalmente se refieren a una pluralidad de documentos: es verdad que una referencia bibliográfica o un resumen son por sí solos documentos secundarios; pero rara vez se presentan de manera individual, sino que suelen formar listados, boletines, bases de datos... Por otra parte –y a pesar de que pueden englobarse en una de las dos anteriores categorías– hablaremos de las obras de referencia o de consulta2. Son aquellas obras que presentan información más o menos sucinta o puntual sobre cualquier aspecto del conocimiento y que son el resultado de 2

Félix del Valle comenta cómo se suelen incluir dentro de los documentos secundarios, con bastante razón puesto que la información que presentan "no es nueva ni original sino recopilada por diversos procedimientos a partir de fuentes variadas previamente existentes". Pero reconoce que tampoco son estrictamente secundarias porque aportan información.

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sintetizar la información existente (como casi todo). Se utilizan como material de consulta, de ahí que tengan un uso auxiliar, para la obtención de una información breve, rápida y exacta. A pesar de ser la clasificación más relevante documentalmente (o quizás por ello) no está exenta de discusiones y polémicas. Vamos a intentar resumir alguna de las cuestiones más importantes relacionadas con el particular. Varios autores planteaban la existencia de documentos terciarios, bien como reelaboración de los secundarios (la misma función que realizan los secundarios sobre los primarios), bien como refundición de varios secundarios, bien como el resultado de mezclar primarios y secundarios, bien como resultado de la presentación de información original con la estructura de los documentos secundarios; e incluían dentro de este tipo de documentos las bibliografías de bibliografías, las bibliografías críticas selectivas, las listas de encabezamientos de materia, los tesauros, los Advances in3, artículos críticos y/o de opinión en los medios de comunicación... No obstante, este criterio nos llevaría en algunos casos a establecer también la existencia de documentos cuaternarios y así sucesivamente. Por otra parte, la mayor parte de ellos pueden ser considerados como documentos secundarios (una bibliografía de bibliografías no deja de ser una bibliografía) o como obras de referencia (las listas de encabezamientos de materia no serían sino una obra de referencia para la labor de indización). La controversia afecta también a las obras de referencia porque en ocasiones es difícil delimitar la frontera que las separa de otro tipo de documento, quizás en gran medida porque cualquier documento puede servir como referencia de algo. Un ejemplo son los manuales, que en teoría son un compendio de todo el conocimiento sobre una disciplina o un conjunto de instrucciones o indicaciones sobre el funcionamiento, las características o los procedimientos de una herramienta o de una tarea. No obstante, hay obras que no tienen ese nombre y son más manuales que otras que lo tienen. La frontera entre documentos primarios y secundarios tampoco es nítida siempre. Los documentos primarios incluyen documentación secundaria: bibliografías, resúmenes... Hay autores (Álvarez Osorio) que consideran que las monografías serían documentación primaria en el campo de las Humanidades o las Ciencias Sociales; pero en el de las Ciencias no es la monografía el cauce para presentar los resultados de la investigación sino que serviría para divulgar o compendiar lo que ya se conoce. Además con el desarrollo de las tecnologías han surgido nuevos documentos electrónicos en los que se manifiesta claramente que la diferencia es más de concepto que otra cosa. Por ejemplo4, podemos estar consultando un boletín de sumarios que incorpora el resumen de la obra y permite el acceso al texto completo. Ante qué nos encontramos entonces: ¿es un documento secundario o un documento primario?. En caso de serlo secundario, qué tipo de secundario: ¿un boletín de sumarios o un boletín de resúmenes?. Por otra parte, cada vez es más frecuente encontrar documentos primarios a los que se accede de manera electrónica: la manera de consultarlos, elegirlos y acceder a ellos es mediante alguna suerte de documento secundario, bien sea un índice, una bibliografía, un boletín o una mezcla de todos ellos. Y siempre utilizando las características y posibilidades de las bases de datos, que son las que permiten que funcionen.

3 Todos los “Advances in...” que pueden encontrarse en la web no son sino revistas, con su correspondiente ISSN. Algunas, con acceso gratuito. 4 ¿Cómo consideraríamos un portal de revistas (que se sustenta sobre una base de datos) en el que tenemos acceso a la tabla de contenidos (TOC) de cada una de ellas (o lo que es lo mismo: al sumario o índice, característica básica del boletín de sumarios). Desde este sumario accedemos a la descripción bibliográfica (base de las bibliografías) acompañada del resumen del artículo (boletín de resúmenes o bibliografía analítica) y del acceso al texto completo (documento primario)?

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3. Los documentos primarios 3.1 Monografías: Estudio específico sobre un tema concreto dentro de una disciplina o materia, que no tiene propósito de continuación. A las monografías se les adjudica un número estándar, el ISBN. 3.2 Publicaciones seriadas5

— Series

 Anuarios  Memorias  Series monográficas  Series de informes  Series de actas  Revistas

— Publicaciones periódicas  Periódicos

- Divulgativas - Científicas - Semanarios - Diarios

Las publicaciones seriadas son uno de los tipos de documentos más extendidos y de los que presentan más problemas para su clasificación porque las fronteras que establecen las diferencias entre ellas son bastante difusas. Según Martínez de Sousa6 una publicación seriada es la “publicación cuyos volúmenes o números se suceden regularmente en orden numérico o cronológico, con título común y con un propósito de continuar indefinidamente. Incluye además de las publicaciones periódicas, aquéllas cuya periodicidad puede ser en algún caso superior a un año, como los anuarios, memorias, actas, trabajos de sociedades científicas, etc., así como las colecciones por volúmenes”. Serie: periodicidad igual o superior a un año o irregular7 (tiende a tener este carácter). Su contenido suele ser monográfico: pueden tener simultáneamente ISSN e ISBN Publicación periódica8: Publicación seriada con periodicidad fija e inferior a un año, que se edita en fascículos sucesivos numerados secuencialmente y que recoge aportaciones de multiplicidad de autores sobre variedad de temas. Constituyen el principal medio de transmisión del conocimiento, especialmente por medio de las revistas9 y en el campo de las ciencias. Revista: Publicación periódica no diaria. Diario: Publicación periódica que sale al menos 4 veces a la semana. Semanario: Publicación periódica que sale una vez a la semana.

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Esquema de RUBIO LINIERS, Cruz. Las publicaciones periódicas (Apuntes para el master de Biblioteconomía y Documentación, tema 7). Universidad Carlos III, Curso 1991-92. Citado en CARRIZO SAINERO, Gloria; IRURETA-GOYENA SÁNCHEZ, Pilar y LÓPEZ DE QUINTANA SÁENZ, Eugenio. Manual de fuentes de información. 2ª ed. Madrid: Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, 2000. P. 363. 6 Tomado de CARRIZO SAINERO, Gloria ... Op. cit. P. 362. Recoge los criterios de Martínez de Sousa. 7 Hay series que cumplen siempre su periodicidad y publicaciones periódicas que no, como ejemplo de la dificultad para poner límites. 8 Hay discrepancias en las definiciones, porque abarcan varias realidades: periódicos, revistas, series,... 9 Normalmente se identifica publicación periódica con revista. En rigor, todas las revistas son publicaciones periódicas; pero no todas las publicaciones periódicas son revistas.

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Las publicaciones periódicas también cuentan con un número normalizado de identificación y control, el ISSN. Hay varias herramientas que permiten conocer este tipo de publicaciones. La más conocida es el Ulrich´s International Periodicals Directory, que –a pesar de su nombre- es un repertorio de publicaciones periódicas (es decir, un documento secundario que ayuda a identificar, localizar y recuperar un tipo de documento primario) en el que también encontramos un directorio de sus editores. Es uno de los tipos de documentos a los que más está afectando la evolución tecnológica y tienden a cambiar del soporte papel al electrónico. Esto no se da exclusivamente en el caso de las revistas científicas sino también en los diarios, que están en pleno ajuste de sus estructuras de edición, distribución y márketing. 3.3 Literatura gris: Es más un concepto que un tipo de documento. Se refiere a aquella documentación que -por sus características, objetivo o forma de difusión y distribución- es difícil de obtener o acceder a ella. Se considera equivalente al término literatura no convencional o subterránea. Se puede presentar bajo los siguientes tipos documentales: informes del sector público o privado que contienen información científica, técnica, económica, social, tesis, comunicaciones de conferencias publicadas en actas no adquiribles comercialmente, reglas y documentaciones técnicas, traducciones no comerciales, artículos publicados en determinadas revistas de escasa difusión, bien porque tengan una difusión local o por ser editados por asociaciones no comerciales. También documentos oficiales de los que sólo se difunden pocas copias, la literatura técnica de publicidad industrial,... No todos los documentos de estos tipos son estrictamente literatura gris, porque hay actas, informes, tesis... que se publican, que entran en los circuitos tradicionales y utilizan los mismos mecanismos de control que el resto de documentos (depósito legal, asignación de ISBN o ISSN...) Actas de congresos: Conjunto de trabajos, ponencias y comunicaciones que se presentan a una conferencia, simposio, etc... Pueden ser un adelanto de una investigación en curso. Resultan de trascendental importancia, pues es la primera información sobre una investigación, por lo que su valor también es de alerta. Folleto: Es un impreso de corto número de páginas que no es publicación periódica. En España, desde el Decreto 743/1966, artículo 3, se considera folleto a “toda publicación unitaria que, sin ser parte de un libro, consta de más de 4 páginas y de menos de 50”10. Cabe preguntarse si existirá la correspondiente versión electrónica. Informes científicos y técnicos: Son los que exponen los resultados de las investigaciones científicas y de los trabajos de diseño y experimentación ya concluidos. Marcas: título que concede el derecho exclusivo a la utilización de una determinada identificación de un producto o un servicio en el mercado. Normas: documentos aprobados por organismos competentes, que establecen las reglas que deben cumplir los distintos productos (o procesos) para que puedan distribuirse, consumirse o utilizarse. Patentes: Es un documento que reconoce a un individuo o a la empresa que lo representa, la autoridad de una invención y le confiere derecho exclusivo para su uso y explotación. Es un documento de tipo jurídico para establecer el derecho exclusivo de ese producto; pero también constituye una de las principales fuentes documentales sobre información científico-técnica. 10

Reglas de catalogación. Ed. refundida y rev., reimp. con correc. Madrid: Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, 1995. Apéndice IX, p. 578.

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Tesis: Son trabajos presentados en una universidad o institución de enseñanza con objeto de obtener un título, diploma o grado de dicha institución. Suelen centrarse en cuestiones muy especializadas y pretenden mostrar la capacidad investigadora de quien lo presenta. Cada vez resulta más fácil el acceso a las tesis doctorales: hay muchas iniciativas que digitalizan tesis y permiten el acceso completo a las mismas mediante páginas web. Preprint: Preimpresiones que vienen a constituir un anticipo de lo que se va a publicar: son las primeras pruebas antes de la impresión u originales redactados por el autor. En la actualidad en muchas ocasiones ya no pasan de ese estadio y se ponen en acceso libre en Internet (e-prints). Aunque lo editado en muchos casos tampoco será publicado jamás como impreso, se diferencia de ello en que no pasa por los circuitos comerciales. Separata: “Impresión por separado de algún artículo de revista o parte de una obra utilizando los moldes de ésta11". Es precisamente la característica de impresión por separado la que hace que este tipo de documento sea de más difícil localización.

4. Documentos secundarios Bibliografías: obra que contienen la descripción de documentos en forma de listas ordenadas siguiendo un sistema preestablecido, no importa cuál sea el material que la soporte. Se les suele llamar también repertorios bibliográficos. Aunque pueden indicar el lugar donde se encuentra un determinado documento se diferencian del catálogo en que no describen una colección concreta. Son muy importantes porque casi cada uno de los documentos secundarios precisa (o se encuentra acompañado) de una referencia bibliográfica, el elemento básico de cualquier bibliografía. Tipos de bibliografías: — según la forma o profundidad informativa de los asientos  indicativas o signaléticas: sólo el asiento bibliográfico  descriptivas: asientos y descripción  analíticas o anotadas: además de lo anterior incluyen resúmenes (abstracts) o análisis  críticas: comentarios críticos — según la cantidad de información que aportan  exhaustivas: toda clase de documento sin discriminar por lengua, materia, calidad, ...  selectivas: sólo documentos escogidos según criterios del compilador — según el campo temático que abarcan  generales: toda clase de documentos sin distinción de materias  especializadas: textos que tratan de una sola ciencia, materia, persona, lugar, objeto, ... — según su ámbito geográfico o lingüístico (se pueden subdividir según época, autores, ...)  nacionales: lo publicado en un solo país o en un idioma  internacionales: lo publicado en todos los países o en todas las lenguas  locales o regionales - tipobibliografías: lo publicado en un lugar - topobibliografías: obras relativas a un lugar 11

Reglas de catalogación... Apéndice IX, p. 595.

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— según la naturaleza de los documentos descritos  de bibliografías  de libros  de publicaciones periódicas  de libros raros o lujosos, ... — según la dinámica de su publicación  retrospectivas: documentos ya publicados: listas cerradas, sin continuidad  corrientes o en curso: intentan dar noticia de lo que se está publicando — según su método de recopilación  primarias: descripciones de documentos o textos primarios. Su elaboración es de primera mano  secundarias: extraídas de documentos secundarios — según su forma de presentación  listas o repertorios independientes  artículos en publicaciones periódicas  apéndices a un texto  suplementos a un artículo  fascículos  fichas, ... Boletín de sumarios: Son llamados también índices de contenido o tablas de contenido (TOC: “table of contest”). Reproducen el índice (entendido como el sumario de todas las contribuciones) de las publicaciones periódicas. Genera índices de distinto tipo: materia, autor o título. El ejemplo más conocido es el Current Contents. El término boletín suele hacer referencia a que es una publicación periódica. Este tipo de documentos ha sido el más importante exponente de la alerta informativa. En la actualidad son electrónicos y se encuentran en la base de casi cualquier portal de revistas (Swets...). Compludoc es (o era en su origen) un boletín de sumarios. Boletín de resúmenes: Recoge referencias a documentos primarios en las que se incluye un resumen (lo encontraremos con el apelativo de “abstract”) de los mismos. Normalmente se realizan sobre artículos de publicaciones seriadas; pero no siempre (por ejemplo, los Dissertations abstracts son resúmenes de tesis doctorales). Un boletín de resúmenes no es otra cosa que una bibliografía analítica, como ya hemos visto. El objetivo del resumen es mostrar las líneas maestras del contenido del documento de tal manera que cualquier usuario potencial pueda decidir si merece la pena acceder al documento descrito. En este sentido, ahorra tiempo y trabajo. Catálogos comerciales: Son los elaborados por los editores (o los libreros) con el objeto de hacer conocer a una biblioteca (o cualquier otro cliente) las obras de las que disponen. Pueden ser de muy diverso tipo e incluir o no índices. En ocasiones se refieren a colecciones concretas, como la Colección Austral, los Clásicos Castalia o las colecciones de literatura de la editorial Cátedra. Catálogos: conjunto de referencias bibliográficas (normalmente sigue unas normas específicas: MARC) ordenadas que describe una colección concreta y que indica la ubicación del documento. Antes los catálogos estaban compuestos por fichas de papel. Hoy en día una gran parte de ellos están informatizados y utilizan programas de gestión que permiten tanto realizar la descripción, como buscar y recuperar los documentos.

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Cuando se unen los catálogos de diferentes colecciones estamos ante un catálogo colectivo. Puede ser de un único tipo de documento (catálogo colectivo de publicaciones periódicas) o de un tipo de biblioteca (catálogo colectivo de las bibliotecas universitarias españolas). Índices: Listados ordenados de palabras con indicación de dónde se encuentra el concepto. En el contexto bibliográfico el más extendido es un documento secundario que recoge exclusivamente las referencias bibliográficas y que cuenta con unos índices especialmente desarrollados. Pero pueden ser de muchos tipos como los índices de contenido (o boletines de sumario), los automatizados o los índices de citas (relacionan los documentos con aquellos que les citan y permiten obtener ratios de los documentos por número de citas: en teoría un documento es más importante en una rama del conocimiento cuanto más citas recoja).

5. Obras de referencia o de consulta Anuario: Obra de referencia primaria que recoge información acerca de acontecimientos variopintos ocurridos durante un año en una o diversas materias y que se publica una vez al año. Diccionario: Obra de referencia que trata del léxico en general o del léxico en algún campo determinado del conocimiento. La información que recoge es lingüística. Directorio: Obra de referencia que permite la identificación o localización de personas, objetos, organismos o lugares. The directory of directories. Detroit: Gale Research Company, 1977- . The world of learning. London: Europa Publications Limites, 1947- . Enciclopedia: Obra de referencia que reúne el saber y la experiencia de una sociedad mediante artículos o entradas sobre realidades de la misma (ordenados alfabética o sistemáticamente) con una explicación básica de cada término empleado. Puede abarcar campos particulares del conocimiento o ser de tipo general. Encyclopaedia Británica Estadística: Documentos con información numérica Guía: Documento con información de carácter introductorio. Manual: Documento que compendia las características básicas de una disciplina o que explica cómo funciona una determinada herramienta física o lógica o como hay que realizar determinado procedimiento.

6. Las bases de datos Hemos dejado un lugar aparte para hablar de las bases de datos. Éstas no son sino un conjunto de datos almacenados en un soporte informático, organizados siguiendo una estructura exactamente igual para todos ellos y que pueden ser recuperados. Las bases de datos no son un documento en sí, sino la combinación de una estructura sobre la que depositarlos y un conjunto de herramientas para gestionarlos y recuperarlos. Tanto es así que dan soporte a casi cualquiera de los tipos de documentos de los que hemos hablado aquí: boletines de sumarios, resúmenes, índices de citas, bibliografías, texto completo, tesis, patentes, normas,... Es quizás el uso de las bases de datos uno de los elementos que más contribuye a difuminar las fronteras entre los tipos de documentos. Un ejemplo paradigmático puede ser la base de datos Web of Knowledge que recoge los clásicos Current Contents (7 series de boletines de sumarios) junto a los índices de citas del ISI (el de 8

Ciencias, el de Ciencias Sociales y el de Arte y Humanidades), y el Journal Citation Report; incorpora una base de datos de patentes (Derwent Innovation Index), otra en la que se puede interrogar incluso mediante estructuras químicas (Current Chemical Reactions), además de un índice sobre Química (Index Chemicus) y un boletín de resúmenes de actas de congresos (ISI Proceedings). Para rematar, incluye un directorio (ISI HighlyCited.com) con información sobre los más importantes científicos del mundo (los más citados en las publicaciones científicas en una gran variedad de campos), entre ellos varios españoles, y un conjunto de estadísticas que miden los resultados científicos de países y publicaciones (Essential Science Indicators). Podríamos establecer distintas categorías de bases de datos; pero sólo vamos a enumerar los tipos que encontramos según la naturaleza de la información12: — factuales o fuente: contienen datos originales  textuales  numéricas  alfanuméricas  icónicas — referenciales: contienen datos que hacen referencia a documentación primaria  bibliográficas: describen monografías, artículos de publicaciones periódicas, informes, tesis doctorales,...  directorio: información sobre personas, entidades, asociaciones, empresas,... Como hemos apuntado, e insistiremos a continuación, la tendencia es cada vez mayor a integrar ambos: referencia y datos. Muchas veces la inclusión o exclusión de estos últimos dependerá de si se ha pagado por el acceso: puede permitirse el acceso a la referencia y al resumen pero no el acceso al texto completo.

7. La influencia de las tecnologías de la información “Con Internet las fuentes de información han encontrado una forma de romper con las ataduras del soporte, adquiriendo características de instantaneidad, ubicuidad y universalidad, transgrediendo al mismo tiempo las limitaciones de una periodicidad constreñida a ritmos no acordes con la velocidad intrínseca a la propia información13” Esta afirmación se ve secundada por varios fenómenos que cada vez se aprecian más. Como hemos indicado se ha difuminado la diferencia entre documentos primarios y secundarios desde el momento que los medios tecnológicos nos permiten establecer una conexión entre la referencia (el documento secundario) y el texto mismo (el documento primario u otro documento secundario). Buscamos un artículo y no sólo vemos los datos básicos de él sino que podemos descargarlo (siempre que tengamos permiso, ¡claro!). ¿Qué pasará cuando gran parte de la biblioteca sea así, y afecte no sólo las revistas sino también los libros14? ¿No llegará un momento en el que el catálogo sea él mismo la colección, en que se identifiquen porque cada asiento incluya el documento? ¿No se han cambiado los viejos programas de UAP y UBCIM dando paso a...?

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MOSCOSO, Purificación. Bases de datos documentales: estructura y organización. P. 394. Vemos que es casi la misma división que la establecida entre documentos primarios y secundarios. 13 CORDÓN GARCÍA, José Antonio. Sobre la información, su necesidad y los modos de acceder a ella. En Las fuentes de información... P. 24. Más bien parece que cita a otros autores. 14 Ya hay iniciativas de ese tipo. Como ejemplo, “nuestro” e-libro.

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Pero no sólo hay un cambio de soporte, también han surgido iniciativas que intentan hacer frente a la vorágine centralizadora que pone en muy pocas manos todo el negocio editorial y está abogando por otros tipos de edición, fundamentalmente (aunque no sólo) electrónica. Esto no supone un cambio de los tipos de documento pero sí la aparición de situaciones nuevas que hay que contemplar y que con el tiempo pueden generar nuevos documentos. De hecho ya tenemos algunos documentos que podríamos considerar nuevos. Tenemos más dudas con el segundo pero no con el primero. La Wikipedia es una enciclopedia electrónica accesible telemáticamente de acceso gratuito y que es creada por los propios usuarios. Para incluir un artículo o ampliar uno existente es necesario cumplir determinadas reglas. Es por tanto, una enciclopedia en construcción y con un autor colectivo y peculiar. Los blogs son meras recopilaciones de información por parte de particulares. Su importancia (o nulidad) vendrá determinada por las cualidades y conocimientos de quién elabora la página web. Uno de sus peligros es la obsolescencia; pero en ocasiones pueden ayudar a encontrar información, sobre todo cuando dichos blogs están especializados en alguna rama del conocimiento. Además de cómo blogs también son conocidos como “bitácoras”. Es evidente que el futuro nos depara nuevos documentos que hoy no podemos ni imaginar. Y como no tiene mucho sentido tampoco tratar de clasificar absolutamente todo, podemos guiarnos por un principio sencillo para diferenciar un tipo de documento de otro: ¿nos proporciona directamente la información o nos envía a otro lugar para conseguirla? Al fin y al cabo el contraste de la respuesta a esta pregunta con lo que realmente necesitamos será lo que nos indique si el documento resulta útil (válido...) o no. Advertencia: para identificar una u otra fuente no hay que fiarse totalmente del nombre que tenga, porque no siempre coincide con el tipo de documento. Como ejemplos, el Index medicus es un boletín de sumarios, o el Ulrich’s Periodicals Directory no es un directorio (aunque incluya alguno en su interior). Un documento nunca podrá entenderse como “especial” de manera absoluta. Sí que puede ser especial en función de un aspecto, categoría...; por ejemplo, documento especial en cuanto a su distribución. Bibliografía básica CARRIZO SAINERO, Gloria; IRURETA-GOYENA SÁNCHEZ, Pilar y LÓPEZ DE QUINTANA SÁENZ, Eugenio. Manual de fuentes de información. Madrid: Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, 1994. 414 p. ISBN 84-920008-0-5. CORDÓN GARCÍA, José Antonio; LÓPEZ LUCAS, Jesús y VAQUERO PULIDO, José Raúl. Manual de búsqueda documental y práctica bibliográfica. Madrid: Pirámide, 1999. 236 p. (Ozalid). ISBN 84-368-1202-6. CORDÓN GARCÍA, José Antonio; LÓPEZ LUCAS, Jesús y VAQUERO PULIDO, José Raúl. Prácticas de documentación. Madrid: Pirámide, 1998. 219 p. (Ozalid). ISBN 84-368-1281-6. Las fuentes de información: estudios teórico-prácticos. Editora, Isabel de Torres Ramírez. Madrid: Síntesis, 1998. 430 p. (Biblioteconomía y Documentación; 17). ISBN 84-7738-460-6. GAZPIO, Dora y ÁLVAREZ, Marcela. Soportes en la biblioteca de hoy: desarrollo de las habilidades de información. Buenos Aires: Ciccus, 1998. 176 p. ISBN 987-95631-5-8.

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LÓPEZ YEPES, José. Reflexiones sobre el concepto de documento ante la revolución de la información: ¿un nuevo profesional del documento?. Scire 3:1, en.-jun. 1997, p. 11-29 MARTÍN VEGA, Arturo. Fuentes de información general. Gijón: Trea, 1995. 320 p. (Biblioteconomía y administración cultural; 7). ISBN 84-89427-29-1. MARTÍNEZ COMECHA, Juan Antonio. Clasificaciones documentales y procesos informativos: una vía de racionalización. Scire 3:1, en.-jun. 1997, p. 31-53 MOSCOSO, Purificación. Bases de datos documentales: estructura y organización. En Manual de Información y Documentación. Madrid: Pirámide, 1996. ISBN 84-368-0968-8. P. 393-403. Técnicos auxiliares bibliotecas : Temario. Madrid [etc.] : Adams, : Ediciones Valbuena, D.L. 2004. ISBN 84-9731-851-x. Técnicos auxiliares de biblioteca. Coordinadores, Rafael Mateos Carrasco, Marta Torres Santo Domingo, Cristina Gállego Rubio. 4ª ed. rev. y act. Madrid : Editorial Complutense, 2002. (Biblioteca Complutense). ISBN 84-7491-669-0.

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