Las personas mayores en Asturias en 2014

Federación de Pensionistas y Jubilados Gabinete Técnico de CCOO de Asturias Informe Las personas mayores en Asturias en 2014. Impacto de la crisis e...
9 downloads 1 Views 259KB Size
Federación de Pensionistas y Jubilados Gabinete Técnico de CCOO de Asturias

Informe

Las personas mayores en Asturias en 2014. Impacto de la crisis en sus condiciones de vida

Enero 2015

ÍNDICE Pág.

1.

Introducción…………………………………………………………………… 2

2.

El envejecimiento de la población asturiana…………………………..

3

2.1. Introducción……………………………………………………………

3

2.2. Envejecimiento de la población…………………………………………

3

2.3. Comparación interregional……………………………………………..

4

2.4. Características de la población mayor………………………………...

7

2.5. Formas de convivencia de las personas mayores……………………

11

3.

Situación económica de los mayores…………………………………….. 12 3.1. Introducción………………………………………………………………

12

3.2. Las pensiones no son generosas, son bajas…………………………

16

3.3. Las pensionas en Asturias..……………………………………………..... 18 3.4 .La situación de pobreza…………………………………………………… 20

4.

Indicadores de salud, discapacidad y dependencia…………………… 23 4.1. Esperanza de vida en Asturias…………………………………………… 24 4.2. Estado de salud……………………………………………………………. 25 4.3. Discapacidad………………………………………………………………. 26 4.4. La atención a las personas mayores dependientes……………………. 26

5.

Servicios sociales……………………………………………………………

28

5.1. Introducción………………………………………………………..………

28

5.2. Servicios de atención a domicilio………….……………………………

28

5.3. Servicios de atención diurna…………………...………………………… 30 5.4. Servicios de atención residencial………………………………………… 32 6.

Conclusiones…………………………………………………………………… 35

7.

Bibliografía………………………………………………………………………. 37

1

1.

INTRODUCCIÓN

El progresivo envejecimiento de la sociedad española plantea uno de los principales retos socioeconómicos y políticos del Estado del bienestar, ya que dibuja un escenario de nuevas necesidades sociales a las que dar respuesta para asegurar los derechos democráticos de la ciudadanía. El aumento de la proporción de personas mayores en la sociedad implica fortalecer los diferentes pilares sobre los que se sostiene el derecho a un envejecimiento digno y de calidad: las pensiones, la sanidad, la atención a la disfuncionalidad o las medidas de servicios sociales. (Fundación 1º de Mayo; 2013) En un contexto de reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social ante la drástica pérdida de empleo, que sitúa la ratio entre personas ocupadas y perceptoras de pensiones de jubilación en menos de 2/1, además de las rebajas en los ingresos salariales, están impulsando políticas que no hacen sino lastrar las posibilidades de financiación de los instrumentos públicos de protección social, ahondando cada vez más en las situaciones de desprotección, pobreza y desigualdad social. Tras años de políticas fiscales regresivas (con amnistías fiscales incluidas), abaratamiento del despido y precarización de las condiciones laborales, así como socialización de la deuda privada, nos encontramos con que, en la actualidad, han empeorado las condiciones de mantenimiento del sistema social, así como los recortes en derechos y libertades públicas, garantes del efectivo ejercicio de la condición de ciudadanía. En este contexto, el sistema público de pensiones se está conformando como uno de los sustentos más relevantes de las familias con escasos o nulos ingresos, lo que está trayendo consigo una transformación de la economía familiar. De esta manera, las personas mayores están pasando, cada vez más, a convertirse en sustentadoras principales (en ocasiones, únicas) de las siguientes generaciones. Los progresivos recortes en derechos de carácter social, el proceso de devaluación interna en el que estamos inmersos, pero también la “reconfiguración” de la ley de atención a las personas en situación de dependencia, el copago sanitario, la exclusión de más de 450 medicamentos de uso común de las prestaciones de la sanidad pública…., están configurando una situación cada vez más insostenible, con menor volumen de ingreso de las familias y un aumento del gasto en servicios de carácter social. De este modo, el simple cuestionamiento de sostenibilidad del sistema público de pensiones y su cobertura no sólo pone en jaque el derecho a un envejecimiento digno y de calidad, sino que, en estos momentos, acaba con el único sustento de muchas familias.

2

2.

EL ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN ASTURIANA

2.1.

Introducción

La combinación de tasas de fecundidad bajas con una mortalidad en descenso, ha provocado un envejecimiento general de las sociedades. Así, a lo largo de las últimas décadas el declive de la mortalidad en las sociedades desarrolladas se está concentrando en los grupos de edad superiores, lo que ha provocado un creciente peso de la población anciana y la llegada a edades más avanzadas de personas en mejores condiciones de salud. (Livi Bacci, M. 1993)

Las importantes ganancias en esperanza de vida logradas en los últimos años, junto con tasas de fecundidad inferiores al nivel de reemplazo, han originado un crecimiento de la cantidad de personas mayores. Si en las próximas décadas las tendencias de la fecundidad y de la mortalidad se mantienen, el crecimiento de la proporción de población anciana seguirá un perfil ascendente, al incorporarse a este grupo poblacional cohortes generacionales más numerosas. En el caso español el fenómeno del envejecimiento se observa especialmente acelerado como consecuencia de una mayor longevidad, ya que en menos de 30 años se ha duplicado el número de personas mayores de 65 años. Este proceso se ve acentuado por la baja tasa de natalidad que se viene registrando desde hace algunas décadas. Esta reducción se registra en España desde mediados de los años 70. En 1975 la cantidad promedio de hijos era de casi 3 por mujer en edad fértil, mientras que actualmente apenas es de 1,2. (Fundación General del CSIC; 2013)

2.2.

Envejecimiento de la población

En Asturias existe un alto grado de envejecimiento poblacional que con el paso de los años va incrementándose progresivamente. Este hecho se basa en la combinación de dos factores (que se mantienen así desde los inicios de la crisis), por un lado la baja tasa de natalidad de nuestra región (0,71% frente a un 0,97% en el conjunto del Estado) y, por otro, un práctico estancamiento de los índices de mortalidad, en ambos territorios, debido al desarrollo y mejora en el sistema de salud, que conduce a un aumentos en la esperanza de vida. De ahí que el crecimiento vegetativo (es decir la diferencia entre nacimientos y defunciones) en Asturias alcance para el año 2013 un valor negativo de -6.051, si bien en el conjunto nacional, por escaso margen, aún se mantiene un crecimiento positivo. En concreto, en nuestra comunidad autónoma el último año hubo 12.720 defunciones y 6.669 nacimientos.

3

Al menos hasta 2012 se equilibró este déficit con la llegada de numerosos inmigrantes, que volvieron a desequilibrar la balanza una vez se fueron reintegrando a sus países en el último periodo de crisis.

A través de la pirámide de población asturiana para el año 2014 observamos que las barras que comprenden los grupos de edad más jóvenes son más cortas que las de las edades más avanzadas (sobre todo entre las mujeres), lo que ratifica el envejecimiento que anteriormente destacábamos. Y es que mientras continúe cayendo la natalidad, dado que la población en las cohortes de edad más altas sigue siendo muy elevada (salvo entre aquellos que nacieron antes o después de la guerra civil española), el porcentaje de gente mayor seguirá siendo muy elevado y en creciente progresión.

Gráfico 2.1 Pirámide de población Asturias 2014 85 y + 80-84 75-79 70-74 65-69 60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 15-19 10-14 5-9 0-4

60000

40000

20000

0 Varones

20000

40000

60000

Mujeres

Fuente: INE, Padrón de habitantes

2.3.

Comparación interregional

Los datos actuales en España muestran que la población mayor de 65 años se sitúa en el 18,1% de la población total, cerca de 8 millones y medio de personas (INE; 2014), de las que aproximadamente un 30% son octogenarias. En este sentido, y según las proyecciones realizadas por el INE, en el año 2050 las personas mayores de 65 años estarán por encima del 30% de la población (casi 13 millones) y los octogenarios llegarán a ser más de 4 millones, lo que supondría estar cerca del 35% del total de la población mayor.

4

Si lo analizamos por regiones, Asturias es la tercera comunidad autónoma con la mayor proporción de personas mayores de 65 años respecto al total. Los últimos datos, correspondientes al Padrón de Habitantes a 1 de enero de 2014, cifran el total de asturianos y asturianas en 1.061.256. De ellos un total de 249.941 tienen más de 65 años, lo que supone un 23,55% de la población, alejándose en gran medida del conjunto nacional, que se sitúa en el 18,06%. Si lo comparamos con los años anteriores a la crisis observamos que tanto la media regional como la nacional se incrementan, si bien en el caso nacional lo hace en medio punto y en Asturias lo hacemos en 1,5. Junto con nuestra región, las comunidades vecinas son las más envejecidas: Castilla y León (23,75%) y Galicia (23,58%), ambas con porcentajes escasamente superiores al de Asturias. En el lado opuesto, las regiones con menor porcentaje de mayores continúan siendo Canarias (14,56%), Murcia (14,75%) y Baleares (14,83%). Un rápido repaso a la serie que mide el índice de envejecimiento a lo largo de más de 100 años (Gráfico 2.3) observamos que si en 1920 la tasa apenas pasaba del 5% hoy en día se ha multiplicado casi por cinco, si bien los mayores saltos cuantitativos se dieron en las décadas 80-90, en las que se incrementó el índice en cerca de 10 puntos. Una evolución que según estimaciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadística continuará durante los próximos años, llegando en 2029 a representar casi un tercio del total de la población, alejándonos del total nacional que para ese mismo periodo supondrá, de acuerdo con dichas estimaciones, una cuarta parte del total.

Gráfico 2.2

14 ,56 %

14 ,75 %

15,00%

14 ,83 %

15 ,93 %

16 ,33 %

17 ,79 %

18 ,03 %

18 ,06 %

18 ,06 %

18 ,62 %

19 ,45 %

19 ,63 %

20,00%

19 ,81 %

20 ,77 %

20 ,76 %

23 ,55 %

23 ,58 %

25,00%

23 ,75 %

PORCENTAJE DE MAYORES SOBRE LA POBLACIÓN TOTAL. 2014

10,00%

5,00%

M ur ci a C an ar ia s

M ad rid A nd al uc ía B al ea re s

C as N til a la -L va rr a M a an M c ha ED IA C C .A C A. .V al en ci an a C at al uñ a

A ra gó P n aí s Va sc o C an ta br E xt ia re m ad ur a La R io ja

G al ic ia A st ur ia s

C as til la

y

Le ón

0,00%

Fuente: INE, Padrón de Habitantes

5

Gráfico 2.3 PORCENTAJE DE MAYORES SOBRE LA POBLACIÓN TOTAL. ASTURIAS

25,00%

23,55% 21,92% 21,96% 22,33%

20,00% 16,76%

15,00% 12,78% 10,07%

10,00% 7,17%

7,71% 7,76%

6,14% 6,12% 5,81% 5,41%

5,00%

0,00% 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1981 1991 2001 2006 2011 2014

Fuente: INE. Padrón de habitantes

Analizando otros indicadores del grado de población mayor, como son el índice de envejecimiento y el índice de dependencia, podemos obtener una mayor aproximación de la situación actual a este respecto. El índice de envejecimiento de nuestra región es, con diferencia, el más alto de todas las comunidades, con un valor del 215%. Hay más de 200 mayores por cada cien jóvenes menores de 15 años; es decir, la población mayor de 65 años duplica a los menores de 15, mientras que la media nacional es de 120 mayores por cada 100 jóvenes. Nos siguen Galicia y Castilla y León, con índices del 198,4 y 196,6, respectivamente, y se sitúan en el otro extremo Baleares (95,1) y Murcia (83,3). Por su parte, el índice de dependencia también es de los más elevados del Estado: de cada 100 personas en edad potencialmente activa (entre 15 y 65 años), hay 36 personas pasivas (mayores de 65), cuando en el conjunto nacional hay 27 pasivas por cada 100 potencialmente activas. Le superan, nuevamente, Galicia y Castilla y León con un 37%.

6

Cuadro 2.1 INDICADORES RELATIVOS AL ENVEJECIMIENTO POBLACIONAL, POR CC.AA. 2014 Índice de % % dependencia Población Población población población Índice de de 65 y de 80 y de la Total de 65 y de 80 y Envejecimiento más años más años población más años más años anciana ESPAÑA 18,06% 5,67% 120,08% 27,00% 46.725.164 8.438.497 2.650.559 Andalucía 377.429 15,93% 4,50% 97,56% 23,51% 8.392.635 1.336.797 Aragón 275.093 98.605 20,76% 7,44% 148,33% 31,83% 1.324.802 Asturias 249.941 88.187 23,55% 8,31% 215,22% 35,95% 1.061.256 Baleares 163.355 45.995 14,83% 4,17% 95,13% 21,31% 1.101.794 Canarias 306.091 77.448 14,56% 3,68% 101,22% 20,50% 2.101.907 Cantabria 116.605 40.253 19,81% 6,84% 145,90% 29,74% 588.568 Castilla y León 592.069 221.442 23,75% 8,88% 196,63% 37,02% 2.492.695 Castilla La Mancha 2.076.192 375.053 134.362 18,06% 6,47% 116,89% 27,17% Cataluña 424.360 17,79% 5,65% 113,10% 26,77% 7.512.982 1.336.856 Valencia 900.567 255.613 18,03% 5,12% 119,05% 26,98% 4.995.216 Extremadura 215.540 72.647 19,63% 6,62% 138,71% 29,66% 1.097.743 Galicia 648.005 217.351 23,58% 7,91% 198,36% 36,55% 2.747.559 Madrid 321.262 16,33% 4,98% 104,29% 24,01% 6.448.272 1.053.088 Murcia 216.204 63.483 14,75% 4,33% 83,26% 21,83% 1.466.181 Navarra 119.209 39.748 18,62% 6,21% 118,71% 28,33% 640.356 País Vasco 454.563 146.292 20,77% 6,68% 149,25% 31,79% 2.188.849 La Rioja 62.003 21.662 19,45% 6,80% 130,61% 29,63% 318.744 Fuente: Elaboración propia en base al INE, Padrón de Habitantes 2014

2.4.

Características de la población mayor

2.4.1. Por edad La mayor longevidad de los asturianos está produciendo un claro aumento de la población mayor; esto es, un incremento progresivo del peso de los ciudadanos/as que supera los 75 u 80 años. Un 8,3% de la población asturiana supera los 80 años (más de 88.000 personas) cuando para el conjunto del país este dato no alcanza el 6%. Podemos hablar, por tanto, de un mayor grado de envejecimiento de la población residente en Asturias.

2.4.2. Por sexo Una de las características más significativas de la población mayor en Asturias es el peso que tienen las mujeres, superando en número a los hombres en todos los grupos de más de 65 años como consecuencia de la mayor esperanza de vida. De las 250.000 personas de 65 y más años que viven en Asturias un 59,1% son mujeres. Este porcentaje varía desde el 53,5% en el grupo de 65-69 años hasta el 69,8% en el grupo de 85 y más años.

7

Este desequilibrio entre sexos se explica por la mayor mortalidad de los hombres, debido a hábitos poco saludables (alcohol, tabaco…), por motivos laborales y otras causas externas. No obstante, estas diferencias van disminuyendo y en el futuro cabe esperar un progresivo acercamiento de ambos colectivos.

Cuadro 2.2 PROPORCIÓN DE MUJERES POR GRUPOS DE EDAD. ASTURIAS, 2014 Hombres

Mujeres

% Mujeres

Total población

507.701

553.555

52,16%

Población de 65 y más años

103.551

149.703

59,11%

65 a 69 años

30.892

35.570

53,52%

70 a 74 años

22.103

27.965

55,85%

75 a 79 años

20.340

28.197

58,09%

80 a 84 años

17.351

28.263

61,96%

85 y más años

12.865

29.708

69,78%

Fuente: Elaboración propia a partir del INE, Padrón de Habitantes 2014

2.4.3. Por municipios y comarcas En general, los municipios que registran un mayor envejecimiento de su población son los más rurales, debido principalmente al alto índice de despoblamiento y emigración de los jóvenes hacia los núcleos de población urbanos. Como muestra el cuadro de población desagregado por municipios, los que tienen una mayor presencia relativa de ancianos son Belmonte, Illano y San Martín de Oscos. Cuatro de cada diez residentes en estos concejos tiene 65 y más años, y más de un 15% superan los 80, si bien este último índice también lo superan otros cinco municipios (Cabranes, Illano, Somiedo, Taramundi y Villanueva de Oscos). Asimismo, son estos municipios rurales los que están a la cabeza del índice de dependencia. Por el contrario, el centro de la región se encuentra menos envejecido. Y villas como Llanera, Siero, Noreña y Corvera, además de Oviedo, se sitúan en los índices más bajos de envejecimiento. En cuanto a la estructura de la población por comarcas, son las de Narcea, EoNavia, Oriente y Caudal las que cuentan con unos índices de envejecimiento más elevados, por encima del 25% por ciento del total, si tenemos en cuenta la población mayor de 65 años. Si nos centramos únicamente en las personas mayores de 80 años, en las tres comarcas superan el 10%.

8

Cuadro 2.3 INDICADORES RELATIVOS AL ENVEJECIMIENTO POBLACIONAL, POR COMARCAS. 2013

Total

ESPAÑA ASTURIAS Avilés Caudal Eo-Navia Gijón Nalón Narcea Oriente Oviedo

47.129.783 1.068.165 157.885 68.975 49.869 303.038 80.852 30.415 53.447 339.860

Población de 65 y más años

Población de 80 y más años

% población de 65 y más años

% población de 80 y más años

Índice de Envejecimiento

Índice de dependencia de la población anciana

8.335.861 246.369 35.770 16.474 13.857 69.594 18.320 8.402 14.441

2.575.103 86.005 11.743 6.622 5.079 22.937 6.763 3.110 5.454

17,69% 23,06% 22,94% 25,04% 28,78% 23,11% 23,68% 29,16% 27,21%

5,46% 8,05% 7,53% 10,06% 10,55% 7,62% 8,74% 10,79% 10,28%

117,81% 212,22% 206,74 288,36 315,65 207,77 237,52 331,83 279,16

26,28% 34,91% 34,79 37,77 46,34 35,15 35,70 47,00 43,17

69.511

24.297

20,57%

7,19%

174,78

30,39

Fuente: Elaboración propia en base al INE, Padrón de Habitantes 2010

Notas: Índice de envejecimiento = número de personas mayores por cada 100 menores. (Población de 65 y más años/Población menor de 15 años)*100 Índice de dependencia de la población anciana = número de personas mayores por cada 100 personas potencialmente activas. (Población de 65 y más años/Población de 15 a 64 años)*100 La comarcalización utilizada agrupa los siguientes concejos: Avilés: Avilés, Candamo, Castrillón, Corvera, Cudillero, Gozón, Illas, Muros del Nalón, Pravia y Soto del Barco Caudal: Aller, Lena y Mieres Eo-Navia: Boal, Castropol, Coaña, El Franco, Grandas de Salime, Illano, Navia, Pesoz, San Martín de Oscos, Santa Eulalia de Oscos, San Tirso de Abres, Tapia de Casariego, Taramundi, Valdés, Vegadeo, Villanueva de Oscos y Villayón Gijón: Carreño, Gijón y Villaviciosa Nalón: Caso, Langreo, Laviana, San Martín del Rey Aurelio y Sobrescobio Narcea: Allande, Cangas de Narcea, Degaña, Ibias y Tineo Oriente: Amieva, Cabrales, Cangas de Onís, Caravia, Colunga, Llanes, Onís, Parres, Peñamellera Alta, Peñamellera, Baja, Piloña, Ponga, Ribadedeva y Ribadesella Oviedo: Belmonte de Miranda, Bimenes, Cabranes, Grado, Llanera, Morcín, Nava, Noreña, Oviedo, Proaza, Quirós, Las Regueras, Ribera de Arriba, Riosa, Salas, Santo Adriano, Sariego, Siero, Somiedo, Teverga y Yernes y Tameza

9

Cuadro 2.4 INDICADORES RELATIVOS AL ENVEJECIMIENTO POBLACIONAL, POR MUNICIPIOS. 2013 Población de 65 y más años Población de 85 y más años Índice de dependencia de la Índice de envejecimiento (% sobre el total) (% sobre el total) población anciana

Allande Allande Allande 36,96% 14,07% Aller Aller Aller 27,30% 11,25% 35,62% 12,44% Amieva Amieva Amieva 22,21% 7,44% Avilés Avilés Avilés 40,39% 16,60% Belmonte de Mirand Belmonte de Mirand Belmonte de Mirand 30,79% 11,37% Bimenes Bimenes Bimenes 36,04% 13,46% Boal Boal Boal 30,23% 12,48% Cabrales Cabrales Cabrales 35,52% 15,73% Cabranes Cabranes Cabranes Candamo Candamo Candamo 32,33% 11,92% Cangas del Narcea Cangas del Narcea Cangas del Narcea 25,95% 9,18% Cangas de Onís Cangas de Onís Cangas de Onís 23,33% 8,81% Caravia Caravia Caravia 24,40% 6,75% 23,77% 8,48% Carreño Carreño Carreño 35,85% 12,54% Caso Caso Caso 20,45% 6,01% Castrillón Castrillón Castrillón 29,97% 10,09% Castropol Castropol Castropol 26,18% 8,88% Coaña Coaña Coaña 32,35% 12,31% Colunga Colunga Colunga 20,42% 5,10% Corvera de Asturias Corvera de Asturias Corvera de Asturias Cudillero Cudillero Cudillero 30,60% 11,62% Degaña Degaña Degaña 23,59% 7,95% Franco (El) Franco (El) Franco (El) 25,98% 8,74% Gijón Gijón Gijón 22,90% 7,47% 25,80% 8,76% Gozón Gozón Gozón 27,14% 10,56% Grado Grado Grado 33,50% 12,33% Grandas de Salime Grandas de Salime Grandas de Salime 35,13% 14,62% Ibias Ibias Ibias 41,59% 17,31% Illano Illano Illano 28,53% 8,59% Illas Illas Illas Langreo Langreo Langreo 22,69% 8,63% Laviana Laviana Laviana 23,01% 8,45% Lena Lena Lena 24,19% 9,26% Valdés Valdés Valdés 30,50% 11,80% Llanera Llanera Llanera 17,12% 5,34% 25,29% 9,14% Llanes Llanes Llanes 24,64% 9,96% Mieres Mieres Mieres 24,89% 9,04% Morcín Morcín Morcín 31,48% 11,59% Muros de Nalón Muros de Nalón Muros de Nalón 22,01% 8,06% Nava Nava Nava 22,77% 8,32% Navia Navia Navia Noreña Noreña Noreña 18,64% 6,49% Onís Onís Onís 33,55% 13,01% Oviedo Oviedo Oviedo 19,82% 6,85% Parres Parres Parres 25,25% 9,24% 38,01% 14,03% Peñamellera Alta Peñamellera Alta Peñamellera Alta 31,63% 12,47% Peñamellera Baja Peñamellera Baja Peñamellera Baja 38,25% 11,48% Pesoz Pesoz Pesoz 30,29% 12,60% Piloña Piloña Piloña 31,52% 10,75% Ponga Ponga Ponga 26,15% 9,91% Pravia Pravia Pravia 33,38% 10,96% Proaza Proaza Proaza Quirós Quirós Quirós 32,15% 11,70% Regueras (Las) Regueras (Las) Regueras (Las) 29,88% 11,08% Ribadedeva Ribadedeva Ribadedeva 24,10% 9,27% Ribadesella Ribadesella Ribadesella 25,06% 8,63% 23,16% 8,34% Ribera de Arriba Ribera de Arriba Ribera de Arriba 24,57% 9,12% Riosa Riosa Riosa 33,88% 12,46% Salas Salas Salas San Martín del Rey A 25,13% San Martín del Rey A 8,77% San Martín del Rey A 39,62% 13,77% San Martín de Oscos San Martín de Oscos San Martín de Oscos 34,00% 12,60% Santa Eulalia de Osc Santa Eulalia de Osc Santa Eulalia de Osc 36,50% 14,76% San Tirso de Abres San Tirso de Abres San Tirso de Abres Santo Adriano Santo Adriano Santo Adriano 31,54% 11,54% Sariego Sariego Sariego 26,40% 9,59% Siero Siero Siero 18,55% 6,38% Sobrescobio Sobrescobio Sobrescobio 29,76% 10,72% 38,05% 16,29% Somiedo Somiedo Somiedo 26,60% 9,18% Soto del Barco Soto del Barco Soto del Barco 26,57% 9,22% Tapia de Casariego Tapia de Casariego Tapia de Casariego 38,40% 15,60% Taramundi Taramundi Taramundi 33,68% 12,63% Teverga Teverga Teverga 31,74% 12,08% Tineo Tineo Tineo 28,26% 10,48% Vegadeo Vegadeo Vegadeo Villanueva de Oscos Villanueva de Oscos Villanueva de Oscos 36,67% 15,45% Villaviciosa Villaviciosa Villaviciosa 26,60% 9,69% Villayón Villayón Villayón 36,92% 13,22% 34,52% 13,69% Yernes y Tameza Yernes y Tameza Yernes y Tameza 23,06% 8,05% ASTURIAS ASTURIAS ASTURIAS Fuente: Elaboración propia en base a INE, Padrón de Habitantes 2010

602,59 346,11 474,14 193,23 863,75 392,96 695,65 401,86 498,70 440,26 264,58 196,89 410,00 221,93 934,33 180,18 349,84 247,80 464,94 161,46 375,33 220,00 263,17 204,72 272,96 270,56 517,46 566,33 1330,77 314,74 221,26 210,26 268,19 342,28 125,31 246,20 279,63 217,34 425,00 202,50 212,00 133,82 487,04 165,24 218,49 578,38 393,46 538,46 347,38 668,75 237,23 803,03 680,33 387,25 197,83 245,66 205,48 324,07 440,56 268,87 550,00 377,78 427,27 630,77 270,87 148,31 532,65 925,93 323,72 265,74 524,07 725,58 392,23 342,22 378,13 257,97 517,65 966,67 212,22

Allande Aller Amieva Avilés Belmonte de Mirand Bimenes Boal Cabrales Cabranes Candamo Cangas del Narcea Cangas de Onís Caravia Carreño Caso Castrillón Castropol Coaña Colunga Corvera de Asturias Cudillero Degaña Franco (El) Gijón Gozón Grado Grandas de Salime Ibias Illano Illas Langreo Laviana Lena Valdés Llanera Llanes Mieres Morcín Muros de Nalón Nava Navia Noreña Onís Oviedo Parres Peñamellera Alta Peñamellera Baja Pesoz Piloña Ponga Pravia Proaza Quirós Regueras (Las) Ribadedeva Ribadesella Ribera de Arriba Riosa Salas San Martín del Rey A San Martín de Oscos Santa Eulalia de Osc San Tirso de Abres Santo Adriano Sariego Siero Sobrescobio Somiedo Soto del Barco Tapia de Casariego Taramundi Teverga Tineo Vegadeo Villanueva de Oscos Villaviciosa Villayón Yernes y Tameza ASTURIAS

64,96 42,11 62,64 33,50 73,51 50,18 61,30 48,57 61,94 53,60 40,39 36,00 35,04 36,28 59,45 29,98 48,76 41,38 53,31 30,51 49,97 35,92 40,51 34,74 39,84 43,21 55,82 59,87 75,22 45,72 33,83 34,83 36,22 50,35 24,74 39,24 37,02 39,11 51,52 32,79 34,25 27,64 56,32 29,06 39,97 68,59 52,43 70,00 49,66 49,42 41,61 53,43 50,92 47,88 37,82 38,71 35,32 36,21 57,99 38,36 74,50 59,65 66,43 49,70 41,35 26,90 46,03 65,79 40,82 41,88 70,75 54,59 52,75 44,51 68,36 42,17 66,00 55,77 34,91

10

2.5.

Formas de convivencia de las personas mayores

Como consecuencia del incremento relativo de las personas de 65 y más años respecto al conjunto de la población y de las diferentes tendencias entre las mujeres y hombres se están produciendo cambios en la composición de hogares y en la forma de convivencia de las personas de mayor edad. Algunos de estos cambios están motivados por el mayor volumen de mujeres que de hombres existente en los grupos de edades más avanzadas, principalmente a partir de los 75 años, y a las diferentes pautas que tienen mujeres y hombres de autocuidado e independencia personal. (Observatorio Social de las Personas Mayores; 2014) En Asturias los resultados provisionales de la Encuesta Continua de Hogares (2013) muestran que la mayor parte de las personas de 65 y más años conviven con su cónyuge (51%), o bien viven solas (24,6%), aunque también es importante el volumen de personas de 65 o más años que viven con algún hijo (11,6%) o con otros parientes (10,4%). Las principales diferencias, como se señalaba anteriormente, se observan cuando se interpretan los datos diferenciando entre mujeres y hombres. De este modo se puede resaltar que entre hombres de 65 y más años es más común vivir con su pareja que entre las mujeres de su misma edad (69% frente al 38%). Mientras que, por otra parte, el volumen de mujeres mayores que viven solas supera en casi doce puntos al de varones en su misma situación (29,4% frente a 17,9%). Asimismo, es significativo el volumen de mujeres que viven con algún hijo/a que cuadruplica al de los hombres de su misma edad que viven en esta situación (13,5% frente al 6,2%) La Encuesta Continua de Hogares también señala que casi el 50% de los llamados hogares unipersonales en Asturias lo ocupan personas mayores de 65 años (58.700 personas), de las cuales un 70% son mujeres, proporción que está ligeramente por debajo de la media nacional (72,5%).

Cuadro 2.5 Formas de convivencia de las personas de 65 años o más (en porcentaje), 2013 Personas que conviven con su cónyuge Personas que viven solas Personas que no conviven en pareja pero forman núcleo con algún hijo Personas que no viven en un núcleo familiar pero viven con otros parientes Personas que son parte de una pareja de hecho Personas que no viven en un núcleo familiar pero viven con otros personas que no son parientes

TOTAL (situación en el hogar), en número (miles)

Total

Hombres

Mujeres

50,98% 24,59%

68,82% 17,86%

38,22% 29,35%

11,56%

4,24%

16,75%

10,43% 1,34%

6,16% 2,02%

13,46% 0,86%

0,63% 238,7

0,81% 99,1

0,43% 139,7

Fuente: INE, Encuesta Continua de Hogares, 2014

11

3.

SITUACIÓN ECONÓMICA DE LOS MAYORES

3.1.

Introducción

Partiendo de la base de que la principal fuente de ingresos de los mayores son las pensiones, y en determinados periodos están sujetas a un amplio debate sobre su reforma, vamos a describir sucintamente dónde situamos el problema real del debate para formular sus posibles soluciones. En primer lugar cabe mencionar que desde 1978 hasta la actualidad (la última ley promulgada, 23/2013, de 23 de diciembre, “reguladora del factor de sostenibilidad y del índice de revalorización del sistema de pensiones de la Seguridad Social”), se han llevado a cabo cuatro importantes reformas del sistema de pensiones. (Ver ponencia del Gabinete Técnico de CCOO de Asturias, octubre 2013). En casi todas ellas el objetivo, fuese cual fuese el argumento justificativo de la reforma, tenía como finalidad el recorte de la cuantía de las pensiones o limitar su crecimiento, bien rebajando la tasa de sustitución o relevo, bien aumentando el periodo necesario de cotización, ampliando los años para el cálculo de la base de cotización o alargando el año final de la jubilación. Se entendía que la justificación final era la sostenibilidad del sistema en el marco de unas condiciones cambiantes (esperanza de vida, edad real de jubilación, financiación del sistema de la Seguridad Social...) que pasamos a esbozar brevemente.

a) Esperanza de vida El sistema de pensiones es una de las grandes conquistas del siglo XX, pero se enfrenta a la presión política, económica y mediática de carácter neoliberal, que están alarmando a la población al trasmitirle que el sistema de pensiones no es sostenible y que tiene que sufrir cambios profundos que significan, todos ellos, una disminución de las pensiones. Entre estos cambios se incluye el retraso obligatorio de la edad de jubilación de 65 a 67 años. “La mayor justificación para esta medida es que la esperanza de vida de la población española ha crecido cuatro años en el periodo 1980-2005, pasando de 76 a 80 años. Por lo tanto, los pensionistas están gozando de sus pensiones cuatro años más ahora que hace 25 años, lo cual -se nos dice- hará insostenible el sistema de pensiones al aumentar el periodo de beneficio cuatro años más cada 25”. (Navarro, Vicenç; 2010) Pero los cálculos de “esperanza de vida” distan de ser los transmitidos a través de determinados medios y, si no, veamos el siguiente cuadro:

12

Cuadro 3.1

Esperanza de vida a los 65 años Año  2007  2020  2030  2040 

Años de esperanza de vida  19,91  21,14  21,86  22,41 

Incremento (años y %)   

1,23 = 6,2%  0,72 = 3,4%  0,55 = 2,5% 

Fuente: Documento de revisión del Pacto de Toledo (Gobierno, 2010), para la primera columna, y elaboración propia para la segunda

La referencia demográfica principal para evaluar el impacto de las pensiones futuras ha de ser los años de esperanza de vida a partir de los 65 años, edad obligatoria de jubilación. Se trata de valorar la media de los años de cobro de la pensión. Por otro lado, hay que considerar que sólo son relativamente fiables las proyecciones a medio plazo (diez o quince años), ya que se basan en la extrapolación de las tendencias actuales que, evidentemente, se pueden modificar. La esperanza de vida a los 65 años en el año 2007, de acuerdo con el documento de revisión del Pacto de Toledo, era algo inferior a 20 años (19,91 años); en el año 2009 sería de 20,74 años. En trece años, en el año 2020, se incrementaría 1,23 años (hasta 21,14 años) y otro tanto (1,27 años, hasta 22,41 años) en los siguientes veinte años hasta el año 2040. En la peor de las circunstancias, con esas previsiones demográficas, estaríamos ante un incremento significativo (12,1%), pero muy alejado de las interpretaciones tremendistas -hasta la hipótesis de duplicarlo- que lo consideran inasumible. (Antón, A; 2010)

b)

Edad real de jubilación

Ese aplazamiento de la edad de jubilación también choca con la situación que sugiere la edad real de jubilación, que como se puede comprobar en el gráfico 3.1 ha dado un salto cuantitativo en 2013 tras el endurecimiento de las condiciones de jubilación, tanto las anticipadas como las normales, de tal forma que desde 2006 se ha elevado en casi un año la edad media de jubilación hasta los 64,2 del mencionado 2013.

13

Hasta la última reforma del sistema de pensiones de la Seguridad Social todavía había una mayoría (52%) que se jubilaba anticipadamente, frente a quienes lo hacían a los 65 o más años, siendo este último caso, de prorrogarla más allá de los 65 años y a pesar de los incentivos aprobados, muy minoritario. Por consiguiente, más de la mitad de esos jubilados sufrían una penalización que ya reducía el importe de su pensión. Y si se añade la penalización por no conseguir el total de 35 años de cotización el total de penalizados llegaba a dos tercios, aunque también está estratificada. (Fuente, M; 2006). En consecuencia, sólo un tercio se jubilaba con el total de su media de la base reguladora.

Gráfico 3.1

c)

Financiación del sistema de la Seguridad Social.

En el marco del debate sobre el futuro de las pensiones y su financiación el enfoque erróneo más relevante es el “determinismo demográfico”: la sobrevaloración de esa continuidad de las tendencias demográficas como eje central para determinar el futuro del sistema de pensiones; la instrumentalización del discurso catastrofista del envejecimiento poblacional para reducir los sistemas públicos de protección social y profundizar en la reestructuración del Estado del bienestar; y la manipulación de un lenguaje pseudo-científico para presentar, como ‘natural’ e incuestionable, el recorte de derechos sociales larga y costosamente conseguidos.

14

Las variables más significativas para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sistema público de pensiones son dos: la relación de personas ocupadas respecto de las mayores y el nivel de crecimiento económico. Las referencias para evaluar esa sostenibilidad (y la del conjunto del gasto público y social) son las posibilidades de las cotizaciones sociales derivadas del empleo, la estructura fiscal y la distribución del conjunto de la riqueza. A finales del año 2007, en el momento de máxima ocupación, había una proporción de 2,4 ocupados por cada pensionista. A finales del año 2009 esa relación había bajado a 2,2 y en 2013 había caído hasta 1,9, justo después de rebasar el límite que obligó, ya en 2012, a utilizar el Fondo de Reserva para sufragar el déficit a que dio lugar la caída del empleo en el momento más álgido de la crisis. Se considera que una relación de dos a uno puede permitir, sin otras modificaciones, la sostenibilidad del sistema público sólo con sus cotizaciones sociales. Es decir, con una población ocupada en torno a 20 millones se pueden financiar los 10 millones de pensionistas del año 2020, si bien, para darse este supuesto, el empleo tendría que incrementarse, como mínimo, un 2% de media anual. En el escenario del año 2025 hasta el propio Ministerio de Trabajo señala que no habría problemas especiales. En torno a esa fecha es cuando se produce un mayor impacto demográfico, con la entrada -y permanencia- en el sistema de las cohortes más expansivas nacidas en los años sesenta (años 2025 a 2035) y los años setenta (años 2035 a 2045), al mismo tiempo que las cohortes más reducidas nacidas en los años ochenta y noventa son las activas. No obstante, hay que advertir que a partir de esas últimas fechas las altas de pensionistas volverían a bajar al corresponder con la llegada de esas generaciones menos numerosas. Por tanto, el mayor riesgo demográfico se sitúa para la generación de los años sesenta, precisamente la que cuando nació se estaba produciendo un gran superávit de la Seguridad Social, que el Estado franquista utilizó para financiar la sanidad pública y los planes de desarrollo económico. Por tanto, somos conscientes de la posible existencia de nuevos problemas de financiación de la Seguridad Social allá por el año 2035. Es difícil precisar su dimensión, aunque hay que partir con un margen de tranquilidad a medio plazo si previamente se configura un nuevo estadio de crecimiento, igualdad y creación de empleo.

15

3.2.

Las pensiones no son generosas, son bajas

El gasto público en pensiones está en la parte baja de la escala que forman los países del euro (hasta 2014 formado por 17 países) y en la parte media alta si nos fijamos en el conjunto de los países que forman la UE (28 Estados), de tal modo que la diferencia de España con la media de la UE-17 se ha reducido un punto del PIB desde los comienzos de la crisis (2007), alcanzando en 2012, de acuerdo con los datos provisionales de Eurostat, un 12% del PIB, cuando la media de los países del euro se eleva al 13,8%, frente a un 13,2% de la UE-27. Además, el gasto (en % del PIB) ha ido aumentando desde 2007: 1,6 puntos en la UE-17 (el 13%), y 2,8 puntos en España (el 30%). Ello significa que nos estamos acercando a la Unión Europea, aunque aún tenemos un margen de potencial crecimiento de un 15% para ponernos en el nivel medio de los países del euro.

De cualquier manera, el aumento del gasto en pensiones en España tiene más que ver con una mayor llegada de pensionistas al sistema que, como tendremos ocasión de comprobar, con el incremento del gasto por pensionista, sin olvidarnos que en dicho periodo (2007-2012) el PIB español descendió un 2,3% en términos reales, de tal forma que la distancia (siempre de acuerdo con Eurostat) entre la media de las pensiones en la UE-27 y la de España se sitúa en un 25%.

Cuadro 3.2 Evolución del gasto público en pensiones en la Unión Europea (% del PIB) Año

1995

2004

2007

2012

UE (17 países)

12,6

12,7

12,2

13,8

Alemania

12,5

13,5

12,4

12,3

Francia

13,4

13,2

13,1

15,2

Italia

14,2

14,6

14,5

16,6

Holanda

14,7

12,8

12,1

13,4

España

10,1

9,1

9,2

12,0

Fuente: Eurostat, 2014

16

Igualmente, respecto al gasto público en protección social (Cuadro 3.3), también se manifiesta una ligera distancia entre España (25,9% respecto al PIB) y la Unión Europea de los 17 (30,4% sobre el PIB europeo). Con el tiempo se han reducido las distancias y España pasó de seis puntos de diferencia a 4,5; es decir, para situarse al nivel medio europeo debería incrementar su gasto social casi un 20%. No tiene, pues, fundamento el llamado techo actual del gasto público social, muchas veces expresado en ámbitos institucionales o económicos, para evitar su incremento, máxime si tenemos en cuenta que el aumento del gasto tiene mucho que ver con el altísimo índice de desempleo que ocasiona un elevado coste de prestación por desempleo, al margen de lo que señalábamos anteriormente de la reducción del PIB en dicho periodo, muy por encima de la media europea

Cuadro 3.3 Evolución del gasto público en protección social en la Unión Europea (% del PIB)

Año

1995

2004

2007

2012

UE (17 países)

27,6

27,6

26,8

30,4

Alemania

28,3

30,0

27,7

29,5

Francia

30,3

31,4

30,9

34,2

Italia

24,2

25,9

26,6

30,3

Holanda

30,6

28,3

28,3

33,3

España

21,6

20,3

20,8

25,9

Fuente: Eurostat, 2014

Del análisis de las tablas anteriores extraemos otra conclusión muy interesante y es que durante la etapa de crecimiento (1995-2007) se descuidó o al menos no se materializaron inversiones en gastos sociales al unísono del aumento del PIB, lo que se tradujo en la falta de un “colchón” amortiguador que frenase el deterioro del Estado del bienestar producido en la etapa de crisis. Si se analiza el gasto en protección social por funciones se comprueba que una de las distancias más significativas se produce en la protección a la vejez (jubilaciones). Para ponerse en la media europea España debería aumentar ese gasto un 20% (2 puntos del PIB).

17

Es significativa también la desventaja en gasto sanitario y de protección a la familia. Por el contrario, aquí hay un mayor gasto en desempleo (derivado de la mayor tasa de paro) y en supervivencia (pensiones de viudedad). En relación con el total del gasto, los dos más importantes son el de protección a la vejez (40%) con el sistema de pensiones, y a la enfermedad (30%) con el sistema sanitario y el seguro de enfermedad. Una de las referencias fundamentales sobre la situación de las pensiones es la llamada “tasa de sustitución” (o de reemplazo) que es “la relación del importe de las nuevas pensiones respecto del salario medio de los últimos años”. Se trata de comparar el poder adquisitivo de los pensionistas respecto del de la población asalariada; es decir, de cuando estaban ocupados. En el año 2012, último con datos disponibles, la pensión media de jubilación apenas llegaba al 50% del salario medio real (excluida la cotización a la Seguridad Social), por debajo de la media europea. Las nuevas pensiones dadas de alta alcanzaban el 79%, tres puntos por debajo del promedio de la OCDE, que podrían llegar al 81% en el caso de un trabajador con carrera completa. Se espera que con la reforma aprobada recientemente la tasa de sustitución se reduzca del orden de 5 ó 6 puntos. 3.3. Las pensiones en Asturias La distribución de los importes medios de las pensiones por sexo muestra aún importantes diferencias entre los percibidos por las mujeres y los que reciben los hombres, a favor de estos últimos. La débil presencia de estas generaciones de mujeres en el mercado laboral explica esta situación, ya que mientras los varones perciben mayoritariamente una pensión de jubilación, una parte importante de las mujeres tienen como ingreso una pensión de viudedad, más baja. Asimismo, las cuantías de las pensiones alcanzan su máximo valor antes de los 70 años y a partir de los 75 años hay una mayor presencia de mujeres entre los pensionistas. Además, si bien ha habido avances en la revalorización de las pensiones, al menos en las mínimas, aún se mantiene un 40% de las pensiones en vigor en Asturias (en el conjunto de España un 45%) por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, lo que certifica que todavía hay margen de actuación, de acuerdo con las exigencias que marca la Constitución española.

18

3.3.1. Pensiones contributivas En 2014 el número de jubilados asturianos que percibían la pensión contributiva alcanzaba la cifra de 170.200, afianzando un crecimiento moderado desde los inicios de la crisis, al menos hasta 2014. El importe medio de dichas pensiones en Asturias supera los 1.200 euros y se sitúa un 22% por encima del importe medio del conjunto del Estado, es decir este último apenas llega al 81% de la media de los jubilados asturianos, porcentaje prácticamente similar a lo largo de los últimos doce años, fruto del peso que en Asturias aún tiene los ingresos por jubilación de la minería, muy por encima de la mayoría de los otros sectores. El número de jubilados en Asturias representa el 57% del total de pensionistas, cuya cifra cercana a los 300.000 (299.300) nos facilita otro dato de interés y es que la media de las pensiones alcanza los 1.027,52 euros, también alejada de la media española (870) y un 14,3% menor que la cifra media cobrada por los jubilados asturianos.

Cuadro 3.5 PENSIONES CONTRIBUTIVAS DE JUBILACIÓN Y VIUDEDAD E IMPORTE MEDIO. ASTURIAS Jubilación

2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014

Viudedad

Nº Pensiones (en miles)

Importe medio (en euros/mes)

Importe medio España (en euros/mes)

Nº Pensiones (en miles)

Importe medio (en euros/mes)

Importe medio España (en euros/mes)

159,7 161,4 162,2 162,9 164,3 165,8 167,5 168,7 170,3 170,2

857,00 902,71 949,50 1.012,29 1.057,74 1.092,70 1.128,46 1.162,56 1.192,46 1.219,01

686,61 722,71 760,00 814,51 854,12 884,07 915,24 946,35 979,52 998,34

82,4 83,2 83,9 84,4 84,6 84,9 85,1 85,2 85,1 85,0

498,42 523,61 547,11 580,41 606,75 625,11 642,43 659,19 678,27 686,49

455,26 476,70 498,30 529,01 553,89 571,73 586,42 601,55 617,60 623,65

Fuente: Ministerio de Trabajo e Inmigración. Boletín de Estadísticas Laborales

Un 28,3% del total de las pensiones contributivas se las llevan las viudas asturianas, con un importe medio (686,5 euros) que representa algo más del 56% de las jubilaciones, si bien superan en más de un 10% el importe medio de las pensiones por viudedad en el conjunto del Estado español. De nuevo el efecto de la minería, contabilizado a través de las mujeres viudas de mineros, sesga la cifra remunerativa al alza, mientras que la media del conjunto del Estado español apenas supera los 620 euros en 2014.

19

3.3.2. Pensiones no contributivas Junto con las pensiones contributivas debemos también considerar las prestaciones de naturaleza no contributiva, a saber: pensiones no contributivas de jubilación, prestaciones sociales y económicas de la Ley de Integración Social de los Minusválidos (LISMI). Un 4,8% de la población asturiana de 65 y más años recibe una prestación no contributiva, un porcentaje que varía sensiblemente en función del sexo. Las pensiones no contributivas de jubilación se destinan a mayores de 65 años que carecen de rentas o ingresos suficientes, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo suficiente para alcanzar la prestación de nivel contributivo. Como se puede observar se viene reduciendo el número de beneficiarios desde 2001. Así y todo más de 4.700 asturianos de 65 y más años percibían a finales de 2014 esta prestación. Se trata fundamentalmente de mujeres (83%). Su cuantía es fija (365,90 euros/mes en 2014), si bien se puede reducir si el beneficiario tiene otros ingresos. De ahí que el importe medio percibido por los beneficiarios asturianos fuera en 2014 de 348,85 euros mensuales, inferior en cerca de un 2% a la media estatal.

Cuadro 3.6 BENEFICIARIOS DE PENSIONES NO CONTRIBUTIVAS DE JUBILACIÓN E IMPORTE MEDIO. ASTURIAS

Nº Beneficiarios 5.846 5.806 5.573 5.348 5.091 4.999 4.957 4.841 4.777 4.746

2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014

Importe medio (en euros/mes) 269,16 276,27 285,06 301,72 316,10 326,62 330,64 340,93 348,73 348,85

Importe medio España (en euros/mes) 267,35 278,11 290,43 307,71 315,45 320,59 330,35 342,37 351,14 354,43

Fuente: Ministerio de Trabajo e Inmigración, Boletín de Estadísticas Laborales, e IMSERSO

3.4.

La situación de pobreza

Un sondeo de la Encuesta Social Europea (European Social Survey; 2009) mostró que entre el 25 y el 40 por ciento de los habitantes de los países de Europa Occidental dicen estar "muy preocupados" por sus ingresos cuando se jubilen, sobre todo las mujeres. Y esto no nos puede extrañar ya que en la UE las pensiones representaban en 2008 poco menos de la mitad de los ingresos obtenidos antes de jubilarse, según Eurostat. Alrededor del 20 por ciento de los mayores estaban en riesgo de caer en la pobreza en los Veintisiete.

20

3.4.1. Hogares según fuente principal de ingresos Esta misma preocupación la podemos trasladar a 2014, después de observar los cambios habidos en la formas de convivencia (de los que hemos hecho mención en el apartado 2.5) que, junto al incremento del paro y los recortes sociales están haciendo que las pensiones y subsidios sean cada vez más importantes en la economía familiar. Los hogares en los que la principal fuente de ingresos es el trabajo por cuenta ajena han disminuido del 51% en el año 2006 al 46% en 2013. Por el contrario, los hogares cuyos principales ingresos provienen de las pensiones contributivas y no contributivas están ganando peso durante la crisis, al pasar del 31% al 34% en dicho periodo. (Fundación 1º de Mayo; 2014) Si se analizan únicamente los hogares asturianos sustentados por una persona que cobra una prestación de jubilación se puede observar que también están incrementándose. Concretamente, los hogares cuya fuente principal de ingresos es una prestación de jubilación están aumentando durante la crisis hasta alcanzar los 100.000 en el año 2013, que equivale al 24,2% del total de Asturias y representa el porcentaje más alto de España después de la Comunidad de Castilla y León.

Cuadro 3.7 Hogares sustentados por una persona que cobra prestación de jubilación, en porcentaje. 2013

CC.AA. Castilla y León Asturias Galicia Cantabria Cataluña Aragón La Rioja C.Valenciana MEDIA CC.AA. País Vasco Madrid Andalucía Navarra Castilla-La Mancha Extremadura Murcia Baleares Canarias Fuente: Hispabarómetro de la Fundación 1º de Mayo. 2014

% 24,7 24,2 23,4 22,8 21,9 21,7 21,3 20,5 19,9 19,7 19,4 18,2 17,6 17,4 17,3 16,5 16,0 13,0

21

3.4.2. Pobreza y exclusión social Un envejecimiento activo y de calidad está basado en un envejecimiento autónomo y libre de pobreza. Sin embargo se está incrementando de forma importante la tasas de pobreza y exclusión social en el conjunto de la población durante el periodo de crisis, del tal forma que ha pasado de un 20% en 2007 a más de un 27% en 2013. Por el contrario, la población de personas mayores que viven por debajo del umbral de pobreza o sufren algún tipo de privación material ha disminuido durante la crisis de un 27,6% en 2007 a un 14,5% en 2013. Esta disminución no se debe a una mejora significativa de la situación de las personas mayores sino a un agravamiento del empobrecimiento de la población en general. Por otra parte cabe destacar que entre las personas mayores, al contrario de lo que sucede en el conjunto de la población, la incidencia de la pobreza es mayor entre las mujeres que entre los hombres.

Cuadro 9 TASA DE POBREZA RELATIVA, DESGLOSADA POR EDAD Y SEXO Porcentajes Grupos de edad Total Hombres 65 y más Total Mujeres 65 y más Total Ambos sexos 65 y más Fuente: INE. Encuesta de Condiciones de Vida, 2014

2007 18,3 25,0 21,0 29,5 19,6 27,6

2013 27,9 13,8 26,7 15,5 27,3 14,5

22

4.

INDICADORES DE SALUD, DISCAPACIDAD Y DEPENDENCIA

4.1.

Esperanza de vida en Asturias

Uno de los retos del envejecimiento activo es conseguir que las personas vivan más años y cada vez con una mayor calidad de vida. Este envejecimiento activo puede verse reflejado en varios indicadores, como por ejemplo el aumento de la esperanza de vida, que representa uno de los logros más relevantes del sistema sanitario y del Estado del bienestar. Dentro del indicador de la esperanza de vida se puede diferenciar entre la esperanza de vida al nacer y la esperanza de vida a los 65 años. La primera aporta una media de los años que se espera que viva una persona desde que nace, en función de determinadas variables como la mortalidad infantil, la calidad del sistema sanitario o el volumen de muertes prematuras que se produzca en un país causadas, por ejemplo, por accidentes de circulación o guerras. De igual modo, la esperanza de vida a los 65 años muestra el promedio de años que se espera que viva una persona a partir de esa edad. (Observatorio Social de las Personas Mayores; 2014) La esperanza de vida al nacer se sitúa en Asturias, en el año 2013, en 82,2 años, cuando a comienzos de este siglo se situaba en 79,2 años y, en ambos casos se distanciaba, con respecto a la media nacional, en algo más de medio año a favor de la media estatal. También en ambos casos las diferencias entre hombres y mujeres son sustanciales, destacando una distancia en la esperanza de vida media de 6 años y medio en el caso asturiano y de 5,5 años en el español. La esperanza de vida a los 65 años es en Asturias de 20,8 años, frente a 21,1 en el conjunto del Estado. En ambos casos hace 10 años rondaba los 19 años de vida. Al igual que sucede con la esperanza de vida al nacimiento, esta tasa refleja una mayor esperanza media de vida en el caso de las mujeres mayores. Así, en el año 2013 las mujeres asturianas de 65 años tienen una esperanza de vida de 23 años, mientras que en los hombres esta media es de 18,4 años, es decir cuatro años y medio de distancia.

Cuadro 4.1 ESPERANZA DE VIDA POR EDAD Y SEXO EN ASTURIAS Y ESPAÑA (2013) Al nacer

A los 65 años

Asturias

Varones 78,9

Mujeres 85,5

Diferencia 6,6

Hombres 18,4

Mujeres 22,9

Diferencia 4,5

ESPAÑA

80,0

85,6

5,6

19,0

22,9

3,9

Fuente: Datos demográficos básicos. INE. 2014

23

4.2.

Estado de salud

No hay duda de que la salud es uno de los aspectos fundamentales a considerar para valorar la calidad de vida de la población, especialmente la de mayor edad, puesto que con la vejez la vida cotidiana se va modificando paulatinamente, pudiendo reducirse su movilidad y aumentar su dependencia y necesidad de atención, además de limitar las posibilidades de actividad, desarrollo y participación social. Y es que a medida que la persona envejece aumenta el riesgo de que padezca alguna enfermedad, condiciones crónicas de salud o incluso discapacidad. Pero la morbilidad de los mayores no es el único indicador de su estado de necesidad, ya que, sin referir enfermedad concreta alguna ni precisar servicios sanitarios más o menos especializados, pueden verse afectados por dolencias que no constituyen propiamente enfermedades crónicas pero que también limitan o impiden su actividad ordinaria, aspectos que también deben ser contemplados. Un 69,5% de la población adulta asturiana valora su salud como buena o muy buena, mientras que sólo un 7,5% la considera mala o muy mala. Esta consideración es distinta atendiendo al sexo, puesto que las mujeres tienen peor valoración de sus estados de salud que los hombres. También la percepción de la salud tiene una distribución diferente en función de la edad, como era de esperar al ser esta variable uno de los mejores predictores del estado de salud de las personas. Por eso, las cohortes de edad más jóvenes tienden a considerar el estado de salud mucho mejor que los más mayores. Así, un 92% de las personas entre 15-29 años de edad consideran su salud al menos buena, frente a sólo un 45% de las personas del grupo de mayores de 64 años. Estos porcentajes son muy similares a los de encuestas pasadas (la última fue de 2008). Analizando esta tendencia por sexo se observa que en todos los tramos de edad los hombres indican mejores estados de salud que las mujeres. Estas diferencias observadas llegan a ser muy manifiestas en las edades mayores, como puede observarse en la tabla siguiente.

24

Cuadro 4.2 PERCEPCIÓN DEL ESTADO DE SALUD. ASTURIAS, según sexo

Muy Bueno Bueno Regular Malo Muy malo

15-29 37,4 57,3 5,3 0,0 0,0

HOMBRES 30-44 45-64 20,9 9,3 62,5 62,4 14,1 21,5 1,8 4,5 0,7 2,4

>64 5,5 52,1 29,0 11,5 1,8

15-29 32,9 56,1 9,8 1,2 0,0

MUJERES 30-44 45-64 20,6 12,1 55,9 53,8 18,8 24,2 3,3 6,5 1,5 3,4

>64 4,9 32,0 47,2 12,9 2,9

Fuente: DGSP III Encuesta de Salud para Asturias, 2012-13

A través de la III Encuesta de Salud para Asturias, realizada en 2012 por la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios, se pretende también conocer la autovaloración personal de haber tenido limitaciones en su actividad diaria por algún tipo de problema de salud físico o mental, enfermedad o discapacidad. Se pretende medir la presencia de limitaciones de larga duración, dado que sus consecuencias, en términos de necesidad de asistencia, de dependencia, etc…, son más graves que las limitaciones más cortas. Un 24,1% de la población tiene, al menos, algún tipo de limitación para realizar las actividades habituales debido a un problema de salud en los últimos seis meses. La limitación grave es declarada por un 4,3% de la población. Las mujeres manifiestan tener algún tipo de limitación en mayor proporción que los hombres (19,9% por 28%). En el caso de las limitaciones menos graves las diferencias declaradas son más acusadas (16,7% por 22,6%). Ha sido más frecuente la presencia de este tipo de limitaciones en las personas mayores: 44,2% por sólo un 14% en jóvenes. Las frecuencias de limitación grave en ese periodo llegan a ser del 8% en personas mayores.

Cuadro 4.3

RESTRICCIÓN CRÓNICA DE LA ACTIVIDAD. ASTURIAS. Según sexo HOMBRES MUJERES 15-29 30-44 45-64 >64 15-29 30-44 45-64 >64 Gravemente limitado Limitado Nada limitado NS/NC

2,3 4,7 90,6 2,4

1,1 11,2 86,3 1,4

4,5 17,6 75,8 2,1

4,7 32,1 62,7 0,5

0,6 5,5 90,9 3,0

4,0 12,5 82,4 1,1

5,1 23,3 69,9 1,7

9,7 39,8 50,5 0,0

100,0 100,0 100,0 100,0 TOTAL Fuente: DGSP III Encuesta de Salud para Asturias, 2012-13

100,0

100,0

100,0

100,0

25

4.3

Discapacidades

De acuerdo con la III Encuesta de Salud para Asturias (2013) un 64% de la población mayor de 64 años de Asturias indica que necesita algún tipo de ayuda para poder ver. Con porcentajes más pequeños están aquellas personas que necesitan ayuda para desplazarse, tanto en casa (13,1%), como fuera de ella (13,3%), para realizar tareas del hogar (12,6%) y para oír (9,3%). Tienen problemas de comunicación el 2,7%, de relación con otras personas el 2,5% y un 6% para aprender, aplicar conocimientos y desarrollar temas. En todas las discapacidades mencionadas existe una mayor proporción de mujeres afectadas, con excepción de las dificultades para comunicarse, donde hay un porcentaje similar, ligeramente más alto entre los hombres.

4.4

La atención a las personas mayores dependientes

La atención a la dependencia fue un derecho conseguido tras la reivindicación del movimiento sindical que se transformó en ley gracias a un acuerdo del diálogo social. El reto de este sistema, joven en años, ha sido su efectivo cumplimiento y la financiación suficiente. Lo cierto es que el sistema avanzaba, lo hacía despacio pero avanzaba. Sin embargo, las reformas del Gobierno en los últimos años han ido en sentido contrario, reduciendo el gasto en dependencia y recortando el derecho de protección. Desde la puesta en marcha de la Ley de dependencia el número de solicitudes de prestaciones y servicios ha venido aumentando de manera considerable, incrementándose el número de solicitudes en los cinco últimos años un 50% en Asturias (un 100% en el conjunto del Estado) con respecto al total de la población.

Cuadro 4.4

Porcentajes de solicitudes de prestaciones de dependencia sobre el total de habitantes 2009-2014 2009

2010

2011

2012

2013

2014

Asturias

2,37

2,74

3,22

3,30

3,27

3,20

España

1,71

2,62

3,27

3,42

3,47

3,45

Fuente: Hispanobarómetro. Fundación 1º de Mayo, 2014

26

Sin embargo el porcentaje de personas beneficiarias de alguna prestación por dependencia, con respecto a la población total, no es ni la mitad del porcentaje de solicitudes. En marzo de 2014 se situó en un 1,43%, ligeramente por debajo de la media estatal (1,56%) y, además, al contrario de la evolución de las solicitudes, el porcentaje de personas beneficiarias de estas prestaciones tiene tendencia a disminuir.

Cuadro 4.5

Porcentajes de beneficiarios de prestaciones de dependencia sobre el total de habitantes 2010-2014 2010

2011

2012

2013

2014

Asturias

1,03

1,38

1,29

1,44

1,43

España

1,11

1,48

1,59

1,60

1,56

Fuente: Hispanobarómetro. Fundación 1º de Mayo, 2014

Tradicionalmente el cuidado de las personas dependientes ha sido delegado hacia las familias y más en concreto a las mujeres, y se debe afirmar que la aportación de las mujeres mayores al cuidado de toda la sociedad es extraordinaria y muy poco reconocida. (Observatorio Social de las Personas Mayores, 2014) El estereotipo que nos presenta a las mujeres como usuarias de servicios y receptoras de cuidados sólo es una parte de la verdad, ya que las características más destacadas entre género y pautas asistenciales es el predominio abrumador de las mujeres como proveedoras de cuidados asistenciales, porque las mujeres mayores son parte muy activa del cuidado de otros miembros de la familia.

27

5.

SERVICIOS SOCIALES

5.1.

Introducción

La red de servicios sociales dirigida a personas mayores, objeto de análisis de este capítulo, incluye servicios destinados específicamente a los mayores en situación de dependencia, como los Centros de Día, otros que forman parte de los programas de “respiro” (por ejemplo, las estancias temporales en centros residenciales), pero también los servicios sociales dirigidos a las personas mayores en general, con independencia de que precisen o no ayuda para las actividades de la vida diaria. Los servicios analizados se engloban en la siguiente clasificación: a)

Servicios de atención domiciliaria

b)

Servicios de atención diurna

c)

Servicios de atención residencial

Los datos recogidos en este capítulo provienen de la información estadística recogida por el IMSERSO y aportados por la propia comunidad autónoma asturiana. La referencia temporal se remonta a 31 de diciembre de 2012, ya que no hay datos más recientes, a pesar de que la última actualización data de noviembre de 2014.

5.2.

Servicios de atención a domicilio

Los servicios de atención a domicilio ofrecen prestaciones en el domicilio habitual de las personas mayores. Los que tienen un mayor número de usuarios son el Servicio de Teleasistencia y el Servicio de Ayuda a Domicilio, respectivamente, si bien existen otros servicios y prestaciones económicas dentro de esta categoría, como el servicio de comidas a domicilio, el servicio de lavandería a domicilio, los programas de apoyo a las familias y a la dependencia, así como las prestaciones económicas para adecuación de la vivienda y para ayudas técnicas. •

Servicio Público de Teleasistencia

La cobertura de este programa en diciembre de 2012 era en nuestra región del 4,79%. Un total de 11.789 asturianos y asturianas mayores de 65 años eran usuarios del servicio de teleasistencia.

Al igual que con la ayuda a domicilio, la mayoría de los beneficiarios son mujeres (86% de los usuarios en Asturias, 74% en España) y mayores de 80 años (83% en Asturias, 61% en España).

28

El coste de este servicio por usuario es en nuestra comunidad autónoma de 274 euros/año. A nivel estatal es algo más bajo (264,34 euros/año), diferencia que se viene materializando, con altibajos, en los últimos seis años.

El servicio público de teleasistencia también muestra un importante crecimiento en los últimos ocho años, pasando de cubrir a menos del 2% de la población mayor de 65 años en 2004, a atender cerca del 5%. De cualquier forma, fue mucho más intenso el crecimiento entre la población mayor del conjunto del Estado, ya que mientras nuestra comunidad autónoma multiplicó por 2,7 el índice de cobertura, a nivel estatal lo hizo por 4,7.

Gráfico 5.1 ÍNDICE DE COBERTURA DEL SERVICIO PÚBLICO DE TELEASISTENCIA 9,49

10,00 9,00 8,00 7,00 6,00 5,00 4,00 3,00 2,00 1,00 0,00

7,26

4,72 3,50 1,76

2,04

2004

3,81

4,54

4,79

A STURIA S ESP A ÑA

2,44

2006

2008

2010

2012

Fuente: IMSERSO, Las personas mayores en España



Servicio Público de Ayuda a Domicilio

En Asturias el número total de usuarios del servicio ascendía en diciembre de 2012 a 11.073 personas, lo que significa que llegaba al 4,49% de los asturianos de 65 y más años. Este índice de cobertura se sitúa al nivel de la media estatal (4,42%), estando ambos muy lejos de los valores de los países socialmente más desarrollados de la Unión Europea, donde por lo general supera el 10%. En el análisis del perfil del usuario de este servicio se observa un porcentaje muy elevado de mujeres (son el 74% de los usuarios en Asturias y el 73% en España), así como de mayores de 80 años (64% de los usuarios en Asturias, 59% en España).

29

En cuanto al tiempo de atención que reciben los usuarios de este servicio, se sitúa en nuestra comunidad autónoma en 16 horas al mes por usuario, estando por debajo de la media estatal (21 horas por usuario y mes). Respecto a la distribución de las horas de atención domiciliaria, en Asturias existe una mayor dedicación a los cuidados personales (aseo, levantarse, acostarse, etc.), que absorben el 53% de las horas prestadas por el servicio.

El coste medio del servicio asciende a unos 13,27 euros/hora (212,39 euros/mes), precio inferior a la media estatal (292,00 euros/mes), al tener en cuenta, en este último caso, la mayor intensidad horaria.

En los últimos años el servicio de ayuda a domicilio ha experimentado un parón importante, fruto claramente de los recortes sociales, tanto en nuestra región como en el resto de comunidades autónomas, lo que ha impedido mantener el ritmo de crecimiento que venía experimentado desde comienzos de siglo.

Gráfico 5.2 USUARIOS DEL SERVICIO PÚBLICO DE AYUDA A DOMICILIO. ASTURIAS 12.000

10.712

10.656

11.073

2008

2010

2012

9.102

10.000 7.750

8.000 6.000 4.000 2.000 0

2004

2006

Fuente: IMSERSO, Las personas mayores en España.

5.3.

Servicios de atención diurna

Entendidos como servicios sociosanitarios y de apoyo familiar que ofrecen durante el día atención a las necesidades personales básicas, terapéuticas y socioculturales de personas mayores afectadas por diferentes grados de dependencia, promoviendo su autonomía y la permanencia en su entorno habitual (Sancho Castiello, T; 1999), integran los servicios de atención diurna los Hogares para personas mayores y los Centros de día para personas mayores dependientes.

30



Hogares para personas mayores

Antes de analizar los principales indicadores de los hogares es preciso señalar que, debido a las dificultades metodológicas que plantea su recuento, sólo se dispone de un número aproximado de las personas asociadas. Las cifras pueden estar distorsionadas debido a una serie de factores que dificultan la actualización de la información, por ejemplo, en los casos de las familias que no comunican el fallecimiento ni cualquier otra eventualidad que implique la baja de la persona asociada. Partiendo de la anterior incidencia, en Asturias a finales de 2012 existían unos 32 centros sociales públicos para mayores (uno menos que en 2011), a los que estaban asociados el 56% de la población mayor de 65 años; en cifras absolutas, 137.214 asturianos y asturianas. Este índice de cobertura era de los más altos de España, cuyo nivel medio de usuarios apenas llegaba al 40% de la población de mayores. El perfil de usuarios por sexo muestra, de nuevo, una mayor participación de las mujeres (54,0%), por encima de la media estatal que mantiene un nivel de socias del 51% sobre el total. En cuanto al número de asociados a centros sociales en los últimos años, si bien la media está en torno a 145.000 personas mayores de 65 años, es difícil hacer un cálculo exacto debido a las circunstancias expuestas al comienzo del presente epígrafe.

Gráfico 5.3 ASOCIADOS A CENTROS SOCIALES PARA MAYORES. ASTURIAS 180.000 160.000 140.000 120.000 100.000 80.000 60.000 40.000 20.000 0

152.074

141.613

154.313 137.214

120.476

2004

2006

2008

2010

2012

Fuente: IMSERSO, Las personas mayores en España, 2006 y 2008

31



Centros de día para personas mayores dependientes

En Asturias, a finales de 2012 había un total de 82 centros de día para personas mayores dependientes, 22 más que cuatro atrás. De ellos, 53 son de titularidad pública y los 29 restantes de titularidad privada. El número de plazas ofertadas por este tipo de centros es de 2.147, correspondiendo 1.458 (68%) a los centros de titularidad pública y los 689 restantes (32%) a centros privados. En ambos casos hay un permanente crecimiento a lo largo de los últimos seis años. El precio público de una plaza en un centro de día se situaba en Asturias en torno a los 9.684 euros anuales, superior al precio medio estatal, que rondaba los 8.556 euros al año. Distinguiendo por sexo y edad, al igual que en el resto de servicios prestados, la mayoría de los usuarios son mujeres (el 69% del total de personas atendidas) y la media de edad se sitúa en los 81 años. En cuanto al estado de salud de los usuarios, el 24% de las personas que acuden a este tipo de centros en Asturias padecen algún tipo de demencia (psicogeriátricos).

Gráfico 5.4 NUMERO DE PLAZAS PUBLICAS EN CENTROS DE DÍA. ASTURIAS 1600

1458

1400 1227

1200

1015

1000 800

755

854

2004

2006

600 400 200 0 2008

2010

2012

Fuente: IMSERSO, Las personas mayores en España.

5.4.

Servicios de atención residencial

Bajo la denominación de servicios residenciales se incluyen los centros residenciales y otros sistemas alternativos de alojamiento (viviendas tuteladas, acogimiento familiar y apartamentos residenciales).

32



Centros residenciales

En diciembre de 2012 el número de plazas en centros residenciales en Asturias era de 14.482, distribuidas en 270 centros, de los cuales 211 son de titularidad privada y sólo 59 públicos. Esto pone de manifiesto que la oferta residencial de la región, como la del resto de comunidades autónomas, se caracteriza por un mayor peso del sector privado tanto en la titularidad de los centros y plazas como en su financiación. En nuestra región la proporción de centros residenciales públicos sobre el total se sitúa por debajo de la media estatal (21% frente a 26%). De cualquier forma destaca el “salto” de los centros de titularidad privada, que entre 2008 y 2010 aumentan en 66, para rebajarlos dos años después en 44, presionados quizás por la falta de rentabilidad ante la dureza de la crisis. Por el contrario, el número de centros públicos se mantiene en permanente crecimiento desde 2006. Gráfico 5.5

350 300 250 200 150 100 50 0

CENTROS RESIDENCIALES PARA MAYORES, SEGÚN TITULARIDAD. ASTURIAS 299 206

217

270

222 255 44

211 59

29

189 33

2006

2008

2010

2012

173

188

33 2004

Nº. Centros

Tit. Privada

Tit. Pública

Fuente: IMSERSO, Las personas mayores en España

Respecto a las plazas residenciales ofertadas en Asturias, el 67% de las 14.482 existentes (esto es, 9.722 en cifras absolutas) son de titularidad y gestión privadas, y están financiadas íntegramente por el usuario. Otro 33% (4.760 en cifras absolutas) son de titularidad y gestión públicas. La cobertura de las plazas residenciales se situaba a finales de 2012 en 5,88 plazas por cada cien personas de 65 y más años, superando la media estatal (4,50). Por tipos, la media de plazas públicas (incluyendo las concertadas con entidades privadas) es muy baja (1,93 por cada cien mayores), y está por debajo del promedio de CCAA (2,27). La oferta estrictamente privada de la región es de 3,95 plazas por cada cien mayores (2,23 en España).

33

Gráfico 5.6 ÍNDICE DE COBERTURA DE LAS PLAZAS EN CENTROS RESIDENCIALES PARA MAYORES 7

6,04

5,88

6 5

3,91

4

4,29 3,66

4,44 4,00

4,31

4,23

4,50 Asturias

3

España

2 1 0 2004

2006

2008

2010

2012

Fuente: IMSERSO, Las personas mayores en España, 2006 y 2008

Del conjunto de plazas residenciales públicas y concertadas para mayores un 66% son para personas dependientes. Se trata de un porcentaje bajo, habida cuenta que la función de las residencias es la atención a las personas dependientes o en proceso de dependencia y no la atención a mayores válidos. Por otra parte, el precio público de una plaza residencial (para no dependientes) en Asturias ascendía en diciembre de 2012 a 16.968 euros/año. El precio medio a nivel estatal era de 18.026 euros/año (en enero de 2012). Por término medio cada usuario aportaba el 44% en el Estado y el 43% en Asturias. Las mujeres constituyen el 56% de los usuarios de los centros residenciales. Asimismo, la edad media de los usuarios se sitúa en 84 años. Por último, señalar que también existe en Asturias un Servicio público de estancia temporal, con 36 plazas distribuidas entre los nueve centros que prestan este servicio.



Sistemas alternativos de alojamiento Sobre el resto de servicios públicos ligados a alojamientos permanentes de las

personas mayores debemos constatar la poca información que hay al respecto y la obtenida es escasamente significativa. Cabe señalar que el número de usuarios atendidos en 2012 apenas llegaba a los 194, mientras que los usuarios que utilizaron el servicio público de Acogimiento familiar era de algo más de 40.

34

6.

A MODO DE RESUMEN

6.1.

La combinación de tasas de fecundidad bajas con una mortalidad

en descenso ha provocado un envejecimiento general de las sociedades. El índice de envejecimiento de nuestra región es, con diferencia, el más alto de todas las comunidades autónomas, con un valor del 215%. Hay más de 200 mayores por cada cien jóvenes menores de 15 años; es decir, la población mayor de 65 años duplica a los menores de 15. De las 250.000 personas de 65 y más años que viven en Asturias un 59,1% son mujeres.

6.2.

El débil aumento del gasto social en España en el periodo 1997-

2007 (por debajo de la media europea) no se ha correspondido con el crecimiento económico experimentado en ese periodo. En el contexto de crisis los gastos de protección social experimentaron un notable crecimiento debido al fuerte impacto de las medidas y gastos de protección por desempleo, ya que no hay que olvidarse que España, al igual que Grecia, son los países con mayor índice de paro que, a su vez, duplican la media europea. Así y todo, los gastos de protección social siguen distanciados claramente de la media europea (4,5 puntos por debajo), al igual que los gastos en pensiones (2 puntos). Si España pretendiese tener el mismo peso que Europa en esta materia las pensiones tendrían que incrementarse en un periodo corto de tiempo un 15% más que las europeas. En Asturias, si bien los ingresos medios por pensión están por encima de la media estatal, las pensiones tienen que soportar un porcentaje cada vez mayor de hogares cuya única fuente de recursos son las prestaciones por jubilación.

6.3.

La población de personas mayores que viven por debajo del

umbral de pobreza o sufren algún tipo de privación material ha disminuido durante la crisis de un 27,6% en 2007 a un 14,5% en 2013. Esta disminución no se debe a una mejora significativa de la situación de las personas mayores, sino a un agravamiento del empobrecimiento de la población en general.

35

6.4.

La atención a la dependencia fue un derecho conseguido tras la

reivindicación del movimiento sindical, que se transformó en ley gracias a un acuerdo del diálogo social. El reto de este sistema, joven en años, ha sido su efectivo cumplimiento y la financiación suficiente. Lo cierto es que el sistema avanzaba, lo hacía despacio pero avanzaba. Sin embargo, las reformas del Gobierno en los últimos años han ido en sentido contrario, reduciendo el gasto en dependencia y recortando el derecho de protección.

6.5.

Las reformas llevadas a cabo sientan las bases para que se

produzca una fuerte segmentación de la protección social, suplantándola por un modelo asistencial. La supuesta falta de eficacia del sector público está sirviendo

para

proyectar

un

cambio

de

modelo

de

“protección”,

progresivamente abierto al mercado, en el que el sector privado va adquiriendo peso de manera paulatina. De hecho, en la prestación de determinados servicios sociales, desde hace unos años, predomina el modelo asistencial privado.

36

7.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ANTON, A. (2010). “Pensiones y empleo”. Estudios de la Fundación 1º de Mayo, nº 27. Madrid

DIRECCIÓN GENERAL DE SALUD PÚBLICA (2013). Informe “III Encuesta de Salud para Asturias”, año 2012. Oviedo

EUROPEAN SOCIAL SURVEY (2009). “Encuesta Social Europea”. 4ª edición 2008-2009

FUENTE, M. (2006). “El sistema de pensiones en España. Evolución y perspectivas de futuro”, Granada, Comares

FUNDACIÓN 1º DE MAYO (2013). “El impacto de la crisis en las condiciones de vida de las personas mayores”. Colección Informes nº 56. Madrid

FUNDACIÓN GENERAL CSIC (2013). “El envejecimiento de la población”. Artículo publicado en la revista digital LYCHNOS. Madrid

IMSERSO (2014). “Informe 2012. Las personas mayores en España”. Colección Documentos. Madrid

INE (2010). “Proyección de la población de España a largo plazo (2009-2049)”. Madrid

LIVI BACCI, Máximo (1993). “Introducción a la demografía”. Editorial Ariel

OBSERVATORIO

SOCIAL

DE

LAS

PERSONAS

MAYORES

2014.

“Para

un

envejecimiento activo”. Federación de Pensionistas y Jubilados de CC.OO. Madrid

SANCHO CASTIELLO, T. y RODRIGUEZ RODRIGUEZ, P. (1999). “Política social de atención a las personas mayores”. Ed. Síntesis. Madrid

NAVARRO, Vicenç (2010). “Una crítica del Manifiesto de los 100 economistas sobre las pensiones”. Revista digital SISTEMAS (12 de marzo)

WWW.COMFIA.INFO/NOTICIAS (2010). “El envejecimiento de Europa obliga a renovar la política laboral”. Madrid 05/04

37