Enfermedades, epidemias y hospitales en Barranquilla,

Steven K. Bólgueman Villanueva & ARTÍCULOS Enfermedades, epidemias y hospitales en Barranquilla, 1920-1950 Tatiana M. Camargo Mozo & ___________...
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Steven K. Bólgueman Villanueva &

ARTÍCULOS

Enfermedades, epidemias y hospitales en Barranquilla, 1920-1950 Tatiana M. Camargo Mozo &

_____________________________________________________________________________ Resumen El presente artículo analiza el problema de las enfermedades y epidemias en Colombia para luego referirse al caso particular de la ciudad de Barranquilla, en la década de 1920 hasta 1950. Se esclarecen aspectos centrales como las causas de las enfermedades, sus consecuencias, la magnitud que algunas de ellas adquirieron a tal punto de ser consideradas como epidémicas por los grandes estragos que causaron en la sociedad, el problema de los servicios públicos, entre otros tópicos. El estudio también se centra en los hospitales; se atiende, sobre todo, al rol que desempeñaron estas instituciones como centros de asistencia social para el cuidado de las personas que padecían determinadas condiciones en la ciudad. Finalmente, se mostrará que la educación, la nutrición y la higiene fueron factores que pudieron haber sido señal de mejoramiento de las situaciones sociales de las personas del período estudiado. Palabras clave: enfermedad, epidemia, servicios públicos, hospital, higiene. _____________________________________________________________________________ Abstract This article analyzes the issue of diseases and epidemics in Colombia, and later focuses in Barranquilla between the years 1920s and the 1950s. Central aspects are clarified such as the causes of diseases, their consequences, the magnitude that some of them acquire which makes them epidemics due to the effects they cause in our society, and the inconveniences of public services will be discussed, among other topics. This study also focuses on hospitals and on their role as assistance centers for people who suffered from those diseases in town. Finally, we will see that better education, nutrition and hygiene could have made an improvement in the social condition of people in that period of time. Keywords: Disease, epidemic, public services, hospital, hygiene. _____________________________________________________________________________

& Estudiante de Historia en proceso de grado. Correo electrónico: [email protected] & Estudiante de Historia en proceso de grado. Correo electrónico: [email protected] EDICIÓN EDICIÓN EDICIÓN 6 67

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Introducción En este artículo nos proponemos analizar el problema de las enfermedades y epidemias en Colombia, para luego centrarnos en la forma como se vivió esta problemática en la ciudad de Barranquilla entre los años de 1920 a 1950. Se estudia las clases o tipos de enfermedades en el lapso delimitado, así como las causas de la acción de ellas sobre la población barranquillera. En cierto sentido, se trata de entender por qué las personas morían por esta época. Así mismo, se aborda el problema del agua, debido a que el moderno acueducto que fue inaugurado en el año de 1929 no llenó las expectativas esperadas, dado el poco cubrimiento que este servicio ofrecía para los sectores sur y oriental de la ciudad. De igual modo, se hablará de los hospitales en Barranquilla, atendiendo, sobre todo, al papel que desempeñaron estas instituciones en la asistencia social de los enfermos. Para ello, es fundamental comprender la necesidad que tuvo la ciudad de crear instituciones que se encargaran de los problemas de salud de sus habitantes y la protección infantil de los niños desfavorecidos. Partimos del supuesto que en la raíz de la aparición de las enfermedades y epidemias en Barranquilla están las malas condiciones sanitarias en que vivían las personas, la mala higiene de los alimentos, el mal uso del agua y la leche y las condiciones de indigencia, pobreza y miseria en la que se encontraban los habitantes de la urbe. Finalmente, se verá que las condiciones sociales en que se vivía en esta época como también el poco conocimiento que las personas tenían acerca de las medidas mínimas de higiene fueron la causa principal que dio origen a la propagación de las enfermedades y, con ello, a esa gran proporción de muertes ocurridas en ese momento. Para la realización de esta investigación, se consultaron revistas, libros y fotografías del Archivo Histórico del Atlántico (AHA), de la Biblioteca Piloto del Caribe de la Aduana y de la Biblioteca Luis Ángel Arango (BLAA). Todo esto para construir el discurso alrededor de las condiciones de vida de los barranquilleros de la época.

Enfermedades y epidemias en Colombia Diferentes factores contribuyeron a la propagación de enfermedades1 y epidemias2 en Colombia. Estas fueron, de alguna u otra forma, la causa principal de la creación de un ambiente poco aconsejable para vivir. Como bien lo aclaran Sotomayor y Restrepo, quienes plantean: La epidemiología de los primeros cuarenta y cinco años del siglo XX estuvo determinada en Colombia por las consecuencias terribles de la pobreza generada por la Guerra de los Mil Días, el predominio de la población campesina sobre la urbana, el crecimiento de las

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Entendido el concepto de enfermedad como una alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible.

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Enfermedad que se propaga durante algún tiempo por un país, acometiendo simultáneamente a gran número de personas.

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Esto refleja una de las razones por las cuales las personas dejaron de vivir en los campos y se trasladaron a las ciudades en búsqueda de un mejor vivir para sus familias. Múltiples enfermedades fueron temidas por los grandes estragos que causaban sobre la sociedad en la época de estudio. Las personas pobres, descalzos y analfabetos que vivían en campos y ciudades sin letrinas, en las cercanías de aguas estancadas, fueron presa de distintas enfermedades, como por ejemplo: las helmintiasis intestinales, la amebiasis intestinal y hepática, la malaria y la fiebre tifoidea. Uncinariasis, anemia, paludismo, amebiasis y malnutrición fueron los problemas médicos dominantes entre esas poblaciones campesinas. La malnutrición, las infecciones gastrointestinales, el sarampión, la tosferina cobraron gran cantidad de vidas de niños en todo el país. La gonorrea y la sífilis fueron temidas por pacientes y médicos.4 Algunas de estas enfermedades por el grado de magnitud que lograron alcanzar fueron vistas por la población y también, a lo menos, por los médicos como epidemias por la cantidad de muertes causadas.

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ciudades que carecían de los servicios suficientes de alcantarillado y acueducto y una lenta migración de los campos a la ciudad.3

Abel, por su parte, comenta: Estas enfermedades seguían afectando a la población, y eran la causa principal de muerte en el país. En 1946, de acuerdo con estadísticas oficiales, se registraron 160.460 muertes en Colombia. Las causas principales de muerte eran diarrea y la enteritis, 19.671 casos; deformaciones congénitas y nacimientos prematuros, 14.201 casos; neumonía y neumonía bronquial, 10.657; bronquitis, 9.166. Las enfermedades cardíacas en todas sus formas, la malaria, la nefritis y la tuberculosis en todas sus formas fueron la causa de entre 4000 y 5999 muertes; los accidentes (diferentes a los causados por los vehículos), el cáncer en todas sus formas, la tosferina, el sarampión, el tifo y la fiebre paratifoidea y las lecciones en el interior del cráneo de origen vascular fueron la causa de entre 2000 y 3999 muertes. Las enfermedades de la preñez, el parto y el puerperio, la disentería, el homicidio y el tifo fueron la causa de 1000 y 1999 muertes.5 Algunas otras enfermedades, como la sífilis, la viruela y la difteria fueron la causa de menos de 1000 muertes cada una. En 29.492 casos (cerca del 18 % del total de muertes) las causas eran desconocidas o imprecisas.6 Una alta proporción de muertes se atribuía a causas relacionadas con métodos conocidos de control: enfermedades intestinales, disentería, malaria y enfermedades infecciosas agudas, como la tosferina y el sarampión7 (ver anexo 1). Como lo muestran los datos, no es difícil suponer que estas enfermedades lograron dejar impregnada su huella del terror sobre la sociedad por las grandes mortandades ocurridas.

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SOTOMAYOR, Hugo A. y RESTREPO ZEA, Estela. El Medicamento en la historia de Colombia, 19471997. Nomos, Bogotá, p. 156.

4 Ibíd. 5

ABEL, Christopher. Ensayos de Historia de la salud en Colombia, 1920-1990. s.e., Bogotá, p. 108.

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Banco Internacional de Construcción y Desarrollo (IBRD), 1952. The Basis of a Development Program for Colombia. Report of a Commission headed by Lauchlin Currie… (Baltimore). Citado por: ABEL, Ibíd., p. 108.

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ABEL, Ibíd., p. 109. EDICIÓN EDICIÓN EDICIÓN 6 67

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Problemas de salubridad en Barranquilla Partimos del supuesto de que la aparición de las enfermedades y las epidemias en Barranquilla están ligadas a las malas condiciones sanitarias en que vivían las personas, la mala higiene de los alimentos, el mal tratamiento del agua y la leche, además de la indigencia, la pobreza y la miseria en la que se encontraban los habitantes de la urbe. Pero, ¿cuál era el ambiente que se vivía en ese momento en la ciudad? ¿Qué hechos o sucesos de gran relevancia vivió la urbe en la época de estudio? En la década de los veinte —argumenta Bilbao— Barranquilla se caracterizó por un acelerado crecimiento demográfico, la aparición de la compañía urbanizadora El Prado, el cuestionamiento de la eficiencia y la cobertura del servicio de suministro de agua a nivel domiciliario y la presencia de altas tasas de morbilidad y mortalidad relacionadas con enfermedades hídricas.8 De acuerdo con lo dicho por Bilbao, en la década de los veinte y treinta del siglo pasado, la ciudad experimentaba una serie de adelantos, entre ellos, el mejoramiento de los servicios públicos y la llegada de medios de comunicación como la radio. De esta manera, la ciudad se convierte en centro comercial y portuario; en ella llegan a establecerse extranjeros venidos de diferentes lugares, algunos de ellos con capital para invertir, por lo cual, establecieron sus negocios en la ciudad, como casas comerciales, bancos, industrias e importantes clubes sociales como el Country Club. Para 1936, la ciudad se constituyó en un puerto marítimo y fluvial, gracias a la apertura e inauguración de Bocas de Ceniza. Como bien lo aclara Posada Carbó, entre 1905 y 1951, la población de Barranquilla se multiplicó casi por siete: 40.115 habitantes en 1905, 64.543 en 1918, 139.974 en 1938 y 279.627 en 1951. Hasta 1938, conservaba el mayor ritmo de crecimiento entre las ciudades colombianas. Barranquilla se había convertido en un polo de atracción tanto para los comerciantes que buscaban mejores oportunidades de negocios como por los habitantes desplazados de las zonas rurales en busca de empleo. Un número significativo de extranjeros, prontamente asimilados por la sociedad local, también se incorporaron a este movimiento.9 Como vemos, Barranquilla se convirtió en el lugar indicado a donde vinieron personas de todas partes a establecerse, como es el caso del empresario norteamericano, Karl Parrish, quien fue uno de los fundadores del moderno barrio residencial El Prado, y que en 1925, a la cabeza de un equipo de constructores privados, negoció un préstamo para el municipio con los banqueros de Chicago por un valor de 5 millones de dólares, con el fin de acabar con los problemas que presentaba la ciudad de Barranquilla con respecto a sus servicios públicos, y dotar así a la ciudad de un servicio eficiente en lo que se refiere al acueducto, alcantarillado, pavimentación y el mercado. Se trataba de garantizar que los servi-

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Son enfermedades microbiológicas trasmitidas por el agua. Son causadas por organismos patógenos presentes en el agua y que ingresan al organismo por la boca. Están relacionadas con la contaminación por excretas humanas. Se caracterizan por ser fácilmente transmisibles por otros medios como las manos o los alimentos. En esta categoría se encuentran: la fiebre tifoidea, cólera, disentería amebiana, disentería bacilar, gastritis, gastroenteritis. Ver: BILBAO RAMÍREZ, Jorge. “Agua y mortalidad en Barranquilla 1920-1940, del imaginario social a la realidad empírica: una mirada desde la historia y la salud pública”. En: Salud Uninorte, N.1, Vol. 25. Ediciones Uninorte. Barranquilla. 2009, pp. 33 y ss.

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POSADA CARBÓ, Eduardo. Una invitación a la historia de Barranquilla. Barranquilla, Cerec, 1987, p. 83 6 NÓICIDE EDICIÓN 7

Gracias a este préstamo se construyó el primer acueducto, inaugurado en 1929,10 fruto de las transformaciones que estaba experimentado la urbe. Su construcción se inició a mediados de 1926 bajo la responsabilidad técnica de la firma Greeley y Hanssen de chicago, quienes emprendieron sus labores un año después. Este acontecimiento era una de las muestras de las políticas públicas que venían implementándose en Colombia y en algunos países latinoamericanos. Para esta época, los países centraban su preocupación en las mejoras de las infraestructuras.11

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cios fueran eficaces para que los habitantes de la ciudad dejaran de quejarse por estos problemas.

No obstante, el nuevo acueducto, cuyo costo ascendió a los $3.500.000,12 solo ofrecía un adecuado servicio para los sectores norte y noroccidental, de modo que el sector sur de la ciudad se veía excluido de este servicio. Esto nos lleva a preguntarnos, ¿por qué las personas pobres, de escasos recursos, eran las que más padecían las enfermedades? ¿Qué se puede decir del papel que jugaban los servicios públicos? ¿Cómo fue el impacto causado por el Acueducto Moderno en la ciudad de Barranquilla en relación con las tasas de morbilidad y mortalidad? No es un riesgo afirmar que una de las razones principales eran las condiciones en las que vivían las personas, debido a que el ambiente se constituía en el foco principal de propagación de enfermedades. Las personas de pocos recursos no tenían servicios públicos eficientes, dado a que su buen funcionamiento se dio principalmente en el norte y occidente de la ciudad, lugar donde se edificaría la futura metrópoli y donde muchos extranjeros vinieron a establecer su morada. El acueducto no pudo solventar las necesidades de la ciudad por causa del aumento poblacional, por tanto, se dificultó cubrir todos los sectores de la ciudad. Estos sectores marginados tenían que consumir sus alimentos con agua de mala calidad, lo cual traía como consecuencia que los habitantes terminaran enfermándose. En relación con esto, Bilbao plantea: “En el año 1922 la mortalidad infantil por enfermedades gastrointestinales y disentería, patologías asociadas a la disposición y calidad del agua, contribuyeron con un 18,36 %13 del total de defunciones, mientras que para el año 1924, las patologías referenciadas contribuyeron con el 12,51 %”.14 Así mismo, Agudelo comenta que: La mayoría de las enfermedades endémicas de la población estaban relacionadas con la baja calidad del agua potable. Por eso, cuando se inauguró el 20 de julio de 1929 el acueducto municipal y se implementó el tratamiento con cloro, el número de muertes infantiles se redujo de 876 en 1929 a 552 en 1932. Aun así, la mortalidad infantil en Ba10

Bernal, Pedro Ignacio. “La crisis de los Servicios de Acueducto y Alcantarillado en Barranquilla”, 1991. En: Cuervo, Luis Mauricio. Agua: Pasado y Presente. La gestión del servicio en Colombia. Editorial Cinep. Bogotá, p. 43.

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GONZÁLEZ CHAMORRO, Ever. “Barranquilla y la Modernización de los Servicios Públicos 19201930”. 2000. En: ÁLVAREZ LLANOS, Jaime. Prensa, Desarrollo Urbano y Política en Barranquilla: 1880-1930. Fondo de Publicaciones de la Universidad del Atlántico. Barranquilla, 2000, p. 82.

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LIGA DEL COMERCIO DE BARRANQUILLA. Mayo 13 de 1933. No. 13, Vol. II. Barranquilla. Citado por GONZÁLEZ CHAMORRO, Ever. Ibíd., p. 85.

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ARCHIVO HISTÓRICO DEL ATLÁNTICO. (En adelante A. H. A.). Fondo de Cementerios. (236), Libro de Registro de Defunciones de los Cementerios Universal y Católico. Departamento del Atlántico, 1922. Citado por: BILBAO, Jorge. Op. cit., p. 40.

14

A.H.A. Fondo de cementerio (113), Libro de Registro de Defunciones del Cementerio Universal. Barranquilla. 1924. Citado por: BILBAO, Jorge. Ibíd., p. 41. EDICIÓN EDICIÓN EDICIÓN 6 67

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rranquilla era mucho mayor que en otras ciudades del país, mientras en esta ciudad moría el 61 % de los menores de un año, en Bogotá, la capital de Colombia, por ejemplo, la tasa era del 44 %.15 Sumado a esto, en la década de los treinta del siglo XX, Barranquilla aún no contaba con una pavimentación plena de sus calles, muchas eran de arena, aspecto que se mantuvo a lo largo del decenio de 1940.16 Solo las principales vías de la ciudad, especialmente las de aquellos barrios que surgieron por iniciativa privada y las del centro de la ciudad como El Prado, Boston, Delicias y San Roque, este último ubicado en el centro de Barranquilla, tenían sus calles pavimentadas y la “suntuosidad de sus mansiones y el adoquín del pavimento” les otorgaban “elegancia y distinción”.17 Otro era el caso de los barrios populares, donde las calles estaban sin pavimentar, llenas de polvo que al ser levantado por la brisa se introducía en las fosas nasales de las personas causándoles problemas respiratorios. Así mismo, estaba también el problema de las alcantarillas, que siempre estaban rotas y arrojaban aguas pestilentes por las calles. La poca eficiencia de los servicios públicos generó un ambiente de caos en la ciudad, por los muchos problemas que se generaron en torno a estos. Pero, ¿qué decir del rol desempeñado por los hospitales con respecto a su función como centros de asistencia social? ¿Qué eran los hospitales y cuál fue su importancia en la sociedad en la época de estudio? Según el Diccionario de la Lengua Española, vigésima segunda edición, el hospital, del latín hospitā lis, es el establecimiento destinado al diagnóstico y al tratamiento de enfermos, donde se practican también la investigación y la enseñanza. Este estudio centra su atención en el Hospital de Caridad de Barranquilla y en “el Hospitalito”, instituciones sociales de carácter comunitario que han sido de gran importancia para la ciudad de Barranquilla.

Hospital de Caridad de Barranquilla En 1867 se fundó la Sociedad Hermanos de la Caridad, en ese momento la población de Barranquilla carecía de un hospital que atendiera las necesidades que a diario se presentaban, muchas personas que venían de otros lugares, al enfermarse, no encontraban un sitio donde pudieran ser atendidas. Por esta razón, la Sociedad Hermanos de la Caridad prestó su cooperación en la construcción del Hospital de Caridad de Barranquilla. La Asamblea Legislativa del Estado Soberano de Bolívar, la Asamblea Provincial y el Consejo Parroquial de Barranquilla destinaron cuotas para dicha construcción y posterior mantenimiento. Ya para fines del año de 1874, la construcción del edificio se había trocado en realidad, en el solar amplio comprado para el efecto por la enorme suma de $400. Es decir, el solar que comprende la cuadra entre las calles 32 y 33 y las carreras 33 y 35.18 15 A.H.A., Boletín Municipal de Estadísticas. Barranquilla, 1939, p. 4. Citado por: AGUDELO, Ángela. Entre la modernización y el desorden: Problemas de salubridad pública en Barranquilla, 1900-1950, 2010, pp. 1 y ss. Ponencia realizada en el XV Congreso Colombiano de Historia realizado en la ciudad de Bogotá en el año del 2010.

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Revista Mejoras. Enero de 1942. Barranquilla. Citado por: AGUDELO GONZÁLEZ. Entre la… Op. cit., p. 1.

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Ibíd., pp. 1 y ss.

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MARTHE ZAPATA, Leonello. Historia de la Sociedad de Hermanos de la Caridad. S. E. Bogotá, 1996, p. 82. 6 NÓICIDE EDICIÓN 7

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Con la llegada desde Francia de las Hermanas de la Caridad de la Presentación de la Santísima Virgen, contratadas para venir a hacerse cargo de la dirección de ese establecimiento, se instaló solemnemente el día 20 de febrero de 1876 con la asistencia y bendición del Obispo Diocesano, que vino de Santa Marta expresamente a esta ceremonia inicial. Este fue el primer hospital de Barranquilla que para entonces se llamó Hospital de la Caridad. Según algunos escritos, su edificación ubicada en plena calle San Juan, hoy calle 33 con carrera 33, era rudimentaria y pobre. Sin embargo, con el venir de los años la historia cambió hasta llegar a convertirse en el más importante centro asistencial de la ciudad bajo el nombre de Hospital General de Barranquilla. Por sus pasillos han pasado millones de pacientes de todo el mundo y se han formado los más grandes médicos de la ciudad, y se ha constituido en el único hospital de caridad que tiene la ciudad (ver anexo 2). No obstante, ¿cuál fue la importancia de este hospital? ¿Por qué su respectivo nombre? ¿Cuál fue su impacto sobre la sociedad barranquillera? Este fue el primer hospital que tuvo la ciudad de Barranquilla, y desde sus comienzos se destacó por ser un hospital que albergaba en su seno gente de todas partes y de todas las condiciones sociales, por eso su nombre. En este hospital trabajaron médicos de la ciudad, como de otras partes del país. Muchos de estos médicos se fueron al extranjero a especializarse, y algunos de ellos se destacaron en el campo de la política.

Hospital Infantil San Francisco de Paula Santander: el Hospitalito En 1930, el Club Rotario organizaba sus almuerzos en los comedores del Country Club. La mayoría de los miembros del Rotario lo eran también del Country, por lo que muchas de las grandes iniciativas de estos distinguidos hombres de empresa se gestaron en sus salones. Una de estas iniciativas fue la creación del Hospital Infantil San Francisco de Paula, conocido muy popularmente como “el Hospitalito”, que tuvo como mecenas al presidente del Country Club, Alberto Roncallo, cuya hija, Elisita, promovió y dirigió esta empresa. El cuerpo médico de esta institución, generalmente, estaba conformado también por miembros del Country Club, como los doctores Anastasio del Rio, Enrique Rodríguez Diago, Max Rehbein Peralta, Eduardo Putnam Tanco, Carlos Acosta García y Manuel Domingo Abello Falquez, quien fuera por muchos años director científico del Hospitalito.19 El doctor Abello afirma que en todas las naciones, los hospitales de niños son cada día más numerosos, ya que se ha demostrado el papel tan importante que desempeñan en la lucha contra la mortalidad infantil. Sin embargo, estos establecimientos requieren técnicas especiales que aseguren la finalidad que persiguen. Así mismo, el doctor Abello toma un comentario de Taillens, profesor de Clínica Infantil de la Facultad de Medicina de Luisiana, quien afirma al respecto: Sean cuales fueren las variantes que los caractericen (los hospitales infantiles) todos deben obedecer a dos ideas directoras: primero, hacer cuanto es posible para colocar al niño en las condiciones convenientes para permitirle el mejor restablecimiento o bien la conservación de su salud. Segundo, evitar que en el curso de su vida hospitalaria, el niño se contamine por sus pequeños camaradas. En esta segunda condición poco menos que des19

MARCOS, Alfredo. Country Club de Barranquilla: 70 años de historia, urbanismo y tradición, 19041994. 1ª edición. Sáenz impresores del Caribe. Barranquilla, 1996, p. 40. EDICIÓN EDICIÓN EDICIÓN 6 67

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conocida en los hospitales para adultos, la que constituye una de las particularidades, la más notable, de los hospitales de niños.20 Estas dos directrices que nos menciona el doctor Taillens son una muestra de cuáles debían ser las funciones de los hospitales. No obstante, ¿pudo este hospital solventar las necesidades de las personas enfermas y de los niños desamparados? Esta institución de carácter privado, atendida por médicos y enfermeras competentes, llevó a cabo una obra de resultados alentadores debido a que se encargó de prestar un buen servicio a los niños pobres y desamparados que sufrieron los estragos de las enfermedades. Sin embargo, a veces el Hospitalito no pudo resolver las necesidades de algunos niños, dado el descuido de las madres y el número elevado de niños enfermos (ver anexo 3). Como bien lo aclara el doctor Ernesto Brando, la mayoría de las madres no saben criar a los hijos. Es doloroso decirlo, pero es la verdad. Y nadie más autorizado para decirlo que los médicos que ven desfilar por sus consultorios niños enfermos de todas las categorías sociales y se dan cuenta de que el 90 % se mueren por mala alimentación.21 Debido a esto, los niños eran más vulnerables a contraer todo tipo de males. Con referencia a esto, el doctor Camacho menciona que, en el siglo XX, los grandes tratadistas de pediatría, daban como datos sobre la mortalidad infantil los siguientes: sobre mil niños que nacen, mueren 200 en el primer año, 80 en el segundo, 40 en el tercero y 25 en el cuarto. La mortalidad en los adultos de cuarenta años es el 11 por mil y la mortalidad general es el 25 por mil. Este cuadro que se consideraba como alarmante, en la época en la cual se organizaron la mayor parte de las obras de protección infantil y de profilaxis en general, ha sido rebajado en enorme proporción en la mayor parte de los países, hasta llegar a mortalidades globales del 9 y del 11 por mil, y en lo tocante a la mortalidad infantil, se ha disminuido en proporciones halagadoras; al compararlo con lo que ocurre en la ciudad de Barranquilla, se llega a conclusiones lastimosas. Sobre mil muertes de niños de doce meses, 450 son por enfermedades del aparato digestivo y atrepsia; 150, por enfermedades de las vías respiratorias; 150, por debilidad congénita; 50, por enfermedades contagiosas agudas, y 200, por la tuberculosis.22 Este informe estadístico que nos muestra el doctor Camacho nos hace caer en cuenta de que en Barranquilla se necesitaba trabajar más en pro del cuidado de los niños, y este trabajo debía correr bajo la responsabilidad de los hospitales, los centros de protección infantil, pero, aún más, con el compromiso de las madres. Sin embargo, Abel afirma que, después de 1945, a medida que los ingresos subieron al igual que la urbanización a escala masiva, aumentó el volumen de productos alimenticios y la calidad de la dieta mejoró. Mejoraron las condiciones de la vivienda y de las instalaciones sanitarias y se amplió el acceso a una creciente gama de medicinas modernas y de instalaciones de salud pública. La esperanza de vida se elevó en la medida en que ejercieron impacto las tasas de alfabetismo y las campañas más frecuentes de educación y salud. Al mismo tiempo, se aplicaron medidas más eficaces para combatir las enfermedades. También se reconoció una mejor aceptación por parte

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20

ABELLO FÁLQUEZ, Manuel. Revista de Medicina y Cirugía. N. 11., Vol. 8. Barranquilla, 1941, p. 8.

21

BRANDON, Ernesto. “Alimentación del niño en el primer año de vida”. En: Secretaria de Higiene y asistencia Social del Departamento. Revista de higiene del Atlántico. Barranquilla, 1944, p. 6.

22

Doctor. CAMACHO, Martín. “Exposición del Dr. CAMACHO”. En: Boletín Municipal de Estadísticas, N. 13., 1933. Barranquilla, p. 23. 6 NÓICIDE EDICIÓN 7

Diana Obregón, así mismo, hace mención acerca de la importancia de la higiene: Las otras sociedades y academias también servían de escenario donde se discutían cuestiones relacionadas con la higiene y temas como la calidad de las aguas y la leche, acueductos, alcantarillados, pavimentos, cementerios, mataderos, higiene de las prisiones, nutrición, inspección de los alimentos, epidemias, cuarentenas en los puertos y desinfección de los barcos.24

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de la gente en cuanto a las causas y las consecuencias de enfermedades infecciosas y transmisibles como el sarampión y la tos ferina.23

Las campañas que se realizaron en la ciudad tuvieron como función impulsar la higiene en las escuelas, en el lugar de trabajo, y sobre todo en el hogar. También motivaban a las personas a que fueran al hospital y que consumieran los medicamentos recetados por el doctor. Estas campañas tuvieron eco en la ciudad, sin embargo, esto tan solo era el inicio de las campañas y se necesitaba mayor compromiso tanto de parte del enfermo como de los que se encargaban del cuidado y el sostenimiento de este.

Reflexiones finales Esta ciudad que iba en pro del progreso y en busca de la modernidad no estuvo exenta de muchas dificultades. Factores como la densidad poblacional, la situación económica de los sectores sur y oriental de la urbe, así como el poco cubrimiento que les brindaban los servicios públicos a estos sectores, fueron las causas que propiciaron la propagación de las enfermedades y las epidemias en la ciudad. Razones como estas nos hacen entender por qué eran estos sectores los que más fuertemente fueron golpeados por las enfermedades que tanto aquejaban a la población. Las enfermedades epidémicas como la tos ferina, la tuberculosis, la enteritis, la disentería amebiásica, entre otras, eran en gran parte las causantes de la cantidad de defunciones que se presentaron en la primera mitad del siglo XX, pero estas se debían en mayor parte, como hoy, a las condiciones sociales: pobreza y completa ignorancia de las reglas de la alimentación y de la manera adecuada de cuidar y nutrir a los pequeños. Los hospitales fueron creados para suplir las necesidades que había en la ciudad, pero su labor a veces era limitada debido al incremento de la población. Así mismo, las campañas en beneficio de la salud centraron su atención en la protección del niño y en motivar a las personas a que visitaran al doctor. Estas incentivaban y promovían la educación, la nutrición y la buena higiene para poder así, de esta manera, mejorar las condiciones sociales de las personas de ese tiempo.

23

ABEL, Christopher. Ensayos de Historia de la salud en Colombia, 1920-1990. 1996, p. 23.

24

OBREGÓN, Diana. Batallas contra la Lepra. Estado, Medicina y Ciencia en Colombia. Fondo Editorial, Medellín, 2002, p. 161. EDICIÓN EDICIÓN EDICIÓN 6 67

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ANEXOS Anexo 1 Incidencia de ciertas enfermedades que se encuentran en Colombia, 1948

Enfermedades

Números de casos

Tanto por 100.000

Total

504.618

Malaria Gripa Parásitos intestinales Disentería amebeástica Gonorrea Sífilis Tos ferina Fiebre tipoidea y paratipoidea Sarampión Sarna Tuberculosis pulmonar Neumonía Chancro Viruela Diarrea y enteritis (menores de 2 años) Erisipela Micosis Tifo Pinta Fiebre recurrente Viruela Paperas Pian Difteria Impétigo contagioso Oftalmia purulenta Limfogranuloma Granuloma inguinal Fiebre puerperial Hepatitis infecciosa Disentería bacilar Tuberculosis Tétano infantil Rubeola Leshmaniasis Dengue Poliomielitis Filariasis Meningitis epidémica Bartonelosis Fiebre escarlata Triquinosis Fiebre ondulante

89.727 75.756 40.228 38.395 29.614 27.158 20.057 11.207 11.169 10.273 8.667 8.599 7.802 7.356 6.875 5.225 3.883 3.471 3.395 3.085 2.954 2.790 2.357 2.238 2.126 1.940 1.517 822 813 640 445 416 301 287 270 95 67 59 24 25 23 12 4

1.398 1.398 1.336 742 708 960 501 859 207 478 189 160 158 253 71 1.459 97 71 90 62 54 51 43 96 39 49 27 77 12 8 7 171 13 5 2 3 1 0.4 0.5 0.4 0.2 0.07 0.07

Fuente: ABEL, Christopher. Ensayos de Historia de la salud en Colombia, 1920-1990. Bogotá, 1996. p. 112.

14

6 NÓICIDE EDICIÓN 7

Enfermos entrados al Hospital de Caridad durante el año de 1935, clasificados según el departamento y la nacionalidad Colombianos por departamentos

Total

Atlántico

1074

Alemania

8

Italia

3

Antioquia

168

Argentina

1

Jamaica

3

Bolívar

516

Australia

1

México

3

Boyacá

25

Brazil

1

Palestina

3

Cundinamarca

171

Costa Rica

4

Panamá

9

Caldas

19

Cuba

6

Polonia

3

Cauca

1

Chile

2

Puerto Rico

2

Choco

5

China

2

San Salvador

1

Huila

8

Ecuador

2

Siria

15

323

Escocia

1

Venezuela

17

8

España

10

Yugoeslovaquia

1

Países Ignorados

1

Magdalena Nariño

Extranjeros

Total

Extranjeros

Total

Norte de Santander

124

Estados Unidos

3

Santander Sur

101

Francia

4

Tolima

112

Guatemala

1

Total Extranjeros

113

Valle

20

Holanda

4

Dpto. del Atlántico

1074

Hungría

1

Otros departamentos

1601

Inglaterra

1

Total colombianos

2675

Total enfermos

ARTÍCULOS

Anexo 2

2788

Fuente: Boletín Municipal de Estadística (B. M. E.). Barranquilla. Nov. 30 de 1936. No. 32., Vol. V.

Anexo 3 Distribución de la mortalidad general e infantil según la densidad poblacional Barranquilla 1940 No. de habitantes

Mortalidad general por 1000

Mortalidad infantil

Área en metros cuadrados

Densidad poblacional

El Prado Boston

14.310

672

746

3.374.475

23.581

Rosario

36.433

1327

1169

2.223.250

6102

San Roque

47.470

1721

1831

2.169.245

4569

Chiquinquirá

17.775

1459

1859

1.456.076

8191

Rebolo

33.134

2323

2451

1.384.195

4177

Barrio

Fuente: B. E. M. Año IX del 30 de septiembre de 1941. No 90. Visto en: BILBAO RAMÍREZ, Jorge. “Agua y Mortalidad en Barranquilla 1920-1940, del imaginario social a la realidad empírica: una mirada desde la Historia y la Salud Pública”. En: Salud Uninorte, N.1., Vol. 25. Barranquilla: Ediciones Uninorte. 2009. p. 33 y ss.

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