R. Tom zuidema

El Juego de los ayllus y el amaru In: Journal de la Société des Américanistes. Tome 56 n°1, 1967. pp. 41-51.

Citer ce document / Cite this document : zuidema R. Tom. El Juego de los ayllus y el amaru. In: Journal de la Société des Américanistes. Tome 56 n°1, 1967. pp. 41-51. doi : 10.3406/jsa.1967.2270 http://www.persee.fr/web/revues/home/prescript/article/jsa_0037-9174_1967_num_56_1_2270

EL JUEGO DE

LOS

AYLLUS Y

EL AMARU

рог R. Том ZUIDEMA

Muchos datos en el documento de Cristobal de Albornoz no son solamente de gran importancia para el estudio de la religion de los pueblos andinos prehispánicos, sino también para el de su organización social y politica : asi рог ejemplo los datos sobre el pacto por medio de las dos alas del halcón, sobre illapa, sobre pacarisca, sobre « uzno », y toda la Memoria sobre las « guacas générales que hay desdel Guzco hasta Quito ». Uno de estos datos referentes a la organización social y politica quiero estudiar aqui, principalmente porque révéla la importancia de una série de otros datos que ya habia estudiado anteriormente. Albornoz dice lo siguiente : « Del machacuay (= serpiente) usan el dla de hoy en sus fiestas y taquies, haziendo un juego de ayllar que antiguamente jugara el inga, echando en alto esta figura de culebra y hecha de lana ; y los que apostavan echavan sus illos (debe ser : ayllus), que son très ramales de soga hecha de niervos de animales о de cueros dellos, y a los cavos unas pelotas de plomo. A este juego ganó el inga muchas provincias a las guacas que ya se las havia(n) dado y los camayos de las guacas, permitîa el inga que jugasen las taies provincias con él por otras y se hazian perdedizos y despues de ganados por el inga con este medio de juego, le satisfazia el inga a las guacas y camayos con dalles tierras y ganados y otros servicios. Son muchas las tierras que ganó a este juego de ayllar el machacuay. » Este juego encontramos descrito también en la Historia del nuevo mundo de Bernabé Gobo, aunque en otro contexto. Cobo editó su crónica en el aňo de 1653, muy posterior a Albornoz. Hay, sin embargo, razones para pensar que él tomó su version de una fuente mucho más antigua : 1) Su texto se encuentra dentro de un conjunto de leyendas que forman una unidad orgánica y estructural que él mismo no parece haber notado. 2) Su version es parcialmente confirmada por un dato histórico de 1571 ; por los mismos aňos, pues, en que escribió Albornoz.

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Como la version de Cobo hay que entenderla, y se explica mejor dentro de su contexte», la relataré toda. En el Libro 12, Capítulo XV intitulado « De los demás sucesos de Tupa Inca Yupanqui (el décimo rey incaico en el Cuzco) >' Cobo reflere très historias bastante legendáricas. La segunda viene a nuestro caso, pero como dije, no se puede entender su importanem sin conocer también las otras. Dice Cobo en cuanto a la primera historia : « Entre las mujeres deste Inca habia una de nación Guayro, de extremada hermosura, a la cual él amaba y favorecia mas que a su légitima mujer, y ténia en ella un hijo igualmente amado que su madré ; y no habia fiestas y regocijos adonde no llevase consigo a madré e hijo. Viendo, pues, sus vasallos que esta mujer era la que más preciaba y más cabida ténia con el rey, le procuraban todos agradar y servir, por el contento y gusto que dello recebia el rey. Sucedio una vez que estando el Inca holgàndose en el valle de Yucay, se puso a jugar con ciertos Senores a la pichea, que esalgo a modo de dados, y habiendo va el Inca ganado с asi todo elju ego, sólo le faltaba un punto, que era el as, y si no lo echaba, no ganaba nada, y echándolo, ganaba yremataba el juego. Dijo entonces a la Seiïora Guayro, que estaba présente : « Hermana, un punto me falta para ganar el juego i que haremos ? Si quieres que se vuelva al principio, se volverà, y si no, vaya en tu nombre, si gustas dello. » Ella, aunque viô que la presea que se jugaba era de mucho valor, le respondiô : « Ea, Seňor, echa el dado ед mi nombre, y di Guayro, que Guayro sera el as. » Dijo el Inca : « Pues en tu nombre vaya, que se gane о se pierda. » Y echando el dado el rey, dijeron a voces todos los présentes : « Guayro, Guayro. » Y cuando cayo la suerte, fué el as, que era todo lo que se pedia. El Inca con todos los demás quedaron mu y contentos, y mu cho más la Seňora, a quien dió luego el Inca la joya que gano ; y desde este juego mando el Inca que el numero imo se llamase guayro en toda la tierra. en memoria de la suerte y ganancia que con él hizo en nombre desta Seňora ; y asï, hasta el dia de hoy, en la mayor parte del reino llaman el numero uno guayro, al modo que entre nosotros se dice as. » La segunda historia dice asi : « El amor grande que ténia el Inca a esta Sefíora Guayro, solicitaba su ánímo para que buscase trazas cómo dejar a su hijo bien remediado. Pues con este fin, siendo ya el mozo de edad para ser armádo caballero, introdujo entre los seňores de su corte e juego de los ayllos (16), que antes era sólo de las naciones del Gollao ; y asi, llegada la fiesta del Guarachico, en que su hijo se habia de armar caballero con otros hijos de grandes senores, pidio el Inca a los de su consejo que, para más solemnizar la fiesta, queria jugar con su hijo algunos pueblos de su senorio. Ellos, por complacerle, consintieron con lo que pedia y la respondieron que jugase Su Alteza en hora buena todo lo que fuese servido. Senalaronse jueces y padrinos para los juegos, y para mas autoridad de la fiesta, dio licencia el rey para que entrasen en ellos Ios senores que quisiesen ; y era ley que se habia de jugar joya о presea de mucho valor, о cierta cantidad de oro o plata. LIegado el dia seňalado. dieron principio a Ios juegos los s enores de la corte, y iritimamente entraron en ellos el rey y su hijo. El rey. como valeroso y diestro en este juego, hacia maravillas de sus ayllos, y el mozo no se descuidaba, antes jugaba con tanta destreza, que en muy brève tiempo gano la apuesta a su padre y pidiô a Ios jueces se la diesen. Ellos, maravillados desto y sospechando no fuese cautela el haber perdido el rey, fueron de parecer que volviesen al juego ; pero

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el hijo lo renusaba, si priraero no te daban lo que habia ganado. Viendo los jueces que team razon, le promet ieron dar lo que pedia con que prosiguiese el juego. Volvieron a jugar padre e hijo, y fué tau venturoso el hijo, que torno a ganar par segunda vez. No eonsintieron los del consejo que pasase adelante el juego, porque llevaba el mozo talle de ganar a su padre todo el reino. Preguntaronle los jueces que queria por la ganancia, y el mozo pidio la provincia de Urcosuyu, y asi le fueron dados los einco pue blos délia : Nunoa. Oruro. Asillo, Asangaro y Pucará ; y cstos son los pueblos que Ha inan Aylluscas, en memoria des ta historia. » Y la tercera historia es : « Mucho tiempo se le paso al Inca sin salir de su corte, ocupado en ilustrarla con grandes edifîcios ; porque por su orden se prosiguio el soberbio edificio de la fortaleza, que su padre habia dejado coinenzado, y se edifiVaron los palacios de Tambo, cuyas ruinas durau todavia, y otras casas de placer en la comarca del Cuzco ; y jugando que convema salir a visitar a sus vasallos, apercibiô su partida, y bien aeompanada de seňores y geate de guerra, salio del Cuzco por el camino de Chinchaysuyu, llevando consigo a la Coya su mujer, que gusto ver su reino en compania del rev su marido. Llegados a un lugar llamado Yanayacu, en los términos de Vilcas, nombro el Inca por visitador do las provincias de la costa de la mar a un hermano suyo que se decia Apu Achachť, hombre de mucho valor y consojo ; el cual se partíó delante a entender en su visita, por haber deterniinado el Inca hacer su camino por el valle de Jauja, a pedimento de los caciques dél. Llegado el visitador al Guarco, la seňora dél, que era viuda, se puso a impedirle la visita y que empadronase sus vasallos, diciendo que tio habia de consentir que el Inca senorease sus estados. Diô cuenta el visitador al Inca de lo que pasaba, preguntandole lo que habia de hacer en aquel caso. El Inca, recebida esta nueva, se rió y dijo que las mujeres le seguian. Preguntóle la Coya que que mujeres ; y él le respondio : « Tu y esta viuda. que si no fuera por ti, yo le hiciera que no tuviera tantos brios. » La Goya erttonces pidió al Inca que le dièse licen cia,que ella se proponia de sujetarle aquella mujer sin que le costase un soldado ; respondióle el Inca, que en hora buena, que hiciese lo que quisiese. Tomô a su cargo la Coya este negocio y despaeho al visitador, dándole parte del camino donde pensaba guiarlo, y mandàndole que dijesen a aquella cacica, como él ténia aviso del Inca y de la Goya que querian reservar toda aquella provincia para ella, y que en albricias le pidiese le mandase hacer una fiesta solemne en la mar. La viuda. creyendo ser verdad la niieva que le diô el visitador, coneediô lo que lo pedia y mando para cierto dia que le senaló el mismo visitador, que todos los pueblos saliesen a la mai* en sus balsas a festejarle ; lo cual todo se efectuô ; y estando los indios en la mar con sus instrumentos mûsicos y mucho regocijo bien seguros de la cautela y engaňo del visitador, entraron en el pueblo dos capitanes del Inca y se apoderaron dél ; lo cual visto desde la mar por la cacica y sus vasallos, no tuvieron otro medio que rendirse. Prendieron los capitanes a la cacica y llevàronsela a presenter a la Coya. » Esta ultima historia la cuenta solamente Cobo ; sin embargo tiene varios elementos en comim con otra que se encuentra en la « Historia de los Incas » de P. Sarmiento de Gamboa y que por esta razón parece ser una va riante de ella. La referiré por eso también, esta historia de Sarmiento, como la cuarta que vamos a considerar. Dice Sarmiento en el capitulo 51 sobre « Topa Inga háce los yarayacos » lo siguiente :

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« Entre los hermanos que Topa Inga ténia, era uno llamado Topa Câpac, bombre principal y a quien Topa Inga habia dado muchos criados para le hacer sus chácaras y servirle en sus heredades. Y es de saber cómo Topa Inga Yupangui hizo a su hermano Тора Gápac visitador general de to da la tierra que hasta entonces tenia conquistada, y Topa Gápac, andando haciendo la visita, llegó (a) aquella parte donde su hermano le habia dado aquellos criados, y so color de aquéllos, allegó a si otros muc hos, diciendo que todos eran yanaconas, que asi llaman a sus criados. Y éstos encubriólos de la vista, tratando con ellos que se queria engrosar y levantarse contra su her mano, y les haria grandes mercedes si le ayudasen. Y con esto vino al Cuzco muy rico y poderoso, adonde diô muestras de su intente Y por secreto que lo trató, se supo, y fué Topa Inga avisado dello y vino al Cuzco, que fuera estaba armando caballero a su hijo llamado Ayar Mango. Y hecha información, halló ser verdad, y mato a su hermano Тора Сарае у a todos sus consejeros favorecedores. Y sabido cômo habia dejado fuera de la visita muchas gentes para el efeto, salio Topa Inga en persona del Cuzco, visitando y haciendo pesquisa dellos. Haciendo lo cual llegó a un asiento que llaman Yanayaco, que quiere decir « agua negra », porque pasa por aquel valle un rio de agua muy negra, y llaman al rio y al valle Yanayaco por esto. Hastalli iba haciendo un cruelisimo castigo, sin perdonar a ninguno que hallase culpado en dicho ni hecho. Y en este valle de Yanayaco, su hermana y mujer légitima Mama Ocllo le rogo que no passe adelante tanta crueldad, que era ya mas carnicerla e inhumanidad que castigo, y que no matase mâs, sino que los perdonase, aplicándolos para su camara por criados. A cuyo ruego cesô Topa Inga de las muertes y dijo que los perdonaba generalmente. Y porquel perdon se hizo en Yanayaco, mandô que todos los perdonados se llamasen yanayacos. A los cuales noto, para que fuesen conocidos, con que no entrasen en el numero de los criados del Sol ni en los de la visita. Y asi, se quedaron los curacas con ellos. Y esto acabado, diô por ninguna la visita que su hermano Topa Inga (debe ser Сарае y no Inga) habia hecho y tornôse al Cuzco, con propósito de mandar hacer de nuevo la visita. Que esta historia de verdad tenía relación con la tercera mencionada por Gobo, lo atestigua el mismo Sarmiento también, pues el siguiente capitulo (Cap. 52) principia asi, hablando del mismo Achachi que Gobo : « Como la visita que cometiô a su hermano Topa Capac no fué de su gusto y la revoco, nombro a otro su hermano llamado Apo Achachi por general visitador. Y le mando no metiese en la visita que hiciese a los yanayacos, porque no merecian entrar en el numero de los demàs, por lo que hablan hecho. Y asi, fué Apo Achachi y hizo su visita general y redujo muchos de los indios a pueblos y casas ; porque antes Vivian en cuevas y cerros y a la(s) riberas de los nos, cada uno por si. Y pasó los que estaban en Iugares fuertes a los llanos, por que no tuviesen sitio que les hiciesen confiar en su fortaleza para se rebelar. Y los redujo a provincias, dandoles sus curacas por la orden que arriba es dicho. » Mi propósito es, tras de unas observaciones aclaratorias de cada una de ellas, explicar cómo las cuatro historias solamente se pueden entender en su con junto y dentro de la organización social del Cuzco, capital del imperio Inca, y cómo asi los datos de las cuatro historias nos pueden llevar mas lejos en el estudio de las formas politicas andinas. Nuestro mayor interés sera, sin embargo, sobre el dato de Albornoz y sobre la segunda historia.

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El juego de la pichca (pichqa = cinco) por otro nombre el juego de uayru, huayrur o huayruru de que se habla en la primera historia, es mencionado también por otros cronistas como por ejemplo Poma de Ayala (f. 2 4 3) (Karsten, Rivet, Reichlen). En pueblos indígenas todavía se juega hoy en día. En el Sur del Peru la costumbre existe todavía jugando en el quinto día de la muerte de una persona. Por medio de los dados las personas que velan la ropa del muerto se eligen como gobernador, juez, cura, dos novios, etc., para actuar en una comparsa que llevan a cabo cuando velan. Parece que la costumbre tiene un signiflcado de fertilidad. Costumbres parecidas existen durante la « sequia » — limpieza ceremonial de la acequia en agosto o septiembre — . Además, huayrur es una semilla de dos colores, rojo y negro, de un árbol tropical, que se usa mucho en rituales en la sierra, y que llevándola en el bolsillo da riqueza y buena suerte en el amor. Parece sin embargo, que existió también una nación llamada Huayru, por el lago Titicaca. Huayrur fue y es un concepto muy importante en el pensamiento andino, principal mente de carácter femenino. La relación directa de la segunda historia con la primera es que fue el hijo tenido en la seňora Guayro quien jugaba con su padre Tupac Yupanqui. Uno de los informantes del Virrey Toledo confirma que en verdad los pueblos de Nuňoa, Oruro, Asillo, Asángaro y Pucará formaron una unidad politica. En una « averiguación » hecha por mandato de Toledo en el valle de Yucay el dos de junio de 1571 (p. 113) dice : « Anton Siguan natur aldel dicho pueblo de Ayabilca y dixo ser de hedad de setenta e cinco afios e que su padre mandaua e gobernaua en el Collao los pueblos de Asangaro Oruro e Asillo por mandado de Topa Ynga Yupangui. » Glaramente Gobo habla aqui del mismo hecho que Albornoz, aunque no explica cómo se hacia el juego a los ayllus. El no menciona el roi delà serpiente. Veremos que esto no obstante fue el elemento nias importante en el juego. Tanto para Gobo como Albernoz, el juego tiene una importancia politica. En la version de Albornoz se debe entender que el Inca siempre ganaba, pero en la otra lo fue la persona con quien él jugaba, aunque fuese esta su hijo en la seňora por medio de quien él antes había ganado. Sin embargo, también Cobo da a entender que en realidad el Inca debia ganar en la opi nion de los jueces del juego. Las tercera y cuarta historias tienen los elementos en común que los protagonistas son el mismo Tupac Yupanqui y, ahora, su esposa légitima y que las dos historias están relacionadas con el sitio Yanayaco. Cobo dice que esta en los términos de Vilcas (= Vilcas Huaman) y efectivamente documentos del siglo xvi dan el nombre de Yanayaco ( = agua negra) al rio Yischongo que pasa por los pueblos de Vischongo, Pomacocha y Vilcas Huaman. La importancia de este dato se verá más tarde. La fortaleza de la cacica de Guarco se encontre» en el valle de Lunahuana, al sur de Lima. Otřas crónicas dicen que la lucha más encarnizada tuvieron los Incas con este valle. En el tiempo colonial se consideraba esta fortaleza como una de

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las construcciones más espléndidas del Peru prehispánico. Las ruinas se si tu an al borde del mar. En resumen, en las cuatro historias el elemento femenino tiene un roi importante, no solamente por las dos esposas — la secundaria en las pr imeras dos historias y la principal en las dos ultimas — sino también por los elementos de guayru, de serpiente en la segunda y tercera (como voy a mostrar) y de la cacica de Guarco en la cuarta. En très historias se trata de un juego o una apuesta. Por fin, dos historias se desenvuelven en Collasuyo y dos en Chinchaysuyu. Para entender la importancia estructural de estos y otros liechos no mencionados todavia, hace falta primero explicar algunos elementos de la organización del Cuzco y de los conceptos incaicos sobre esto. El centro ceremonial del Cuzco, contenido por la fortaleza de Sacsahuaman y los nos Huatanay y Tullumayo, estuvo dividido en dos barrios : Hanan — Cuzco (Cuzco de arriba) y Hurin — Cuzco (Cuzco de abajo). En el pr imer barrio vivía la alta nobleza incaica, considerada como descendiente de las esposas principales de los reyes ; en el segundo barrio vivía la baja no bleza incaica, descendientes de esposas secundarias (Zuidema 1964, pp. 7784). Otra manera para expresar la categoria de la baja nobleza fue que ella descendia de las otras tribus que habian salido de la cueva Tambotoco junto con Manco Сарае y sus hermanos quienes fueron los antepasados de la propia tribu de los incas. Volveremos a este dato. Fuera del centro ceremonial, el Cuzco estaba dividido en cuatro barrios, barrios que en realidad se extendían hasta los confines de todo el imperio, llamado Tahuantinsuyu (= los cuatro suyu), dividiendo este en cuatro provincias. Chinchaysuyu se extendiô hacia Ecuador, Collasuyu hacia el lago Titicaca, Antisuyu hacia la selva y Cuntisuyu hacia la costa sur del Peru. Chinchaysuyu estuvo relacionado con Hanan-Cuzco y se confundia hasta cierto punto con esta tomando de sus caracteristicas y Collasuyu asi con Hurin-Cuzco. En este modo Chinchaysuyu y Collasuyu fueron más impor tantes y se opusieron a Antisuyu y Contisuyu (Zuidema 1964 : 78, 79, 102) ; Poma de Ayala (f. 183, 750 (740), 992 (982)). CHINC H A Y S U Y U (tribus yanacuna = tribus de Incas de privilégie) / С U N T I S U Y U^J-i ■Л

/ HANAN-CUZCo\ (nobleza alta) \ /Ïl\ \,' T- ^ %JINTISUYU UNC A/

\ HURIN-CUZCO / \^ (nobleza baja) / COLLASUYU (tribus de Incas de privilegio) Dibujo esquemático de la organización del Cuzco.

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Chinchaysuyu fue considerado como del barrio de la alta nobleza incaica, Collasuyu de la nobleza baja y Antisuyu y Gontisuyu de los pueblos no Incas (Zuidema 1964, p. 77-133). Además de estas caracteristicas, Chinchaysuyu y Collasuyu tenían todavía las siguientes particularidades : Al lado de la nobleza alta vivia en Chinchay suyu también una clase de gente que eran los yanaconas (Zuidema 1964, pp. 98, 100, 153, 159) descrita ya en la cita que tomamos de Sarmiento. Los yanaconas estuvieron en servicio especial de la nobleza alta. También estuvieron relacionados con estos dos barrios, aunque más especialmente con Collasuyu (Poma de Ayala, f. 750 (740)), varias tribus no incaicas que principalmente vivieron en las cercanias del Cuzco, con algunas excepciones — como vamos a ver — , que obtuvieron el privilegio de llamarse Incas y de horadar sus orej as como éstos. Poma de Ayala (f. 84, 85) tiene de este dato, sin embargo, una version diferente, pues para él los « Incas de privilegio » fueron tribus de origen Inca que en el pasado por varias razones (bastante miticas) se habian separado de la verdadera tribu Inca. Esta version es muy importante para nuestro tema y en su relación a la primera version, encontramos el mismo problema que y a mencioné en cuanto a Hurin- Cuzco (ver también Zuidema 1964, p. 193, 196) donde las mismas tribus fueron mencionadas como parientes de los Incas (habiendo salido 'de Tambotoco) tam bién como tribus pre-incaicas en el Cuzco. En Chinchaysuyu habia pues yanaconas e Incas de privilegio y parece que las mismas tribus podian revestir aquî las dos caracteristicas a la vez (Zuidema 1964, p. 152-154 ; Rostworowski 1966, p. 33). Estas caracteristicas de los barrios se extendieron a las provincias Chinchaysuyu y Collasuyu y asi vemos que miembros de tr ibus de Norte del Peru como los Chachapoyas y los Canari iban a ocupar en el Guzco posiciones especiales, de yanacona, que antes habian tenido tribus más cercanas al Cuzco en Chinchaysuyu. Habiendo visto estos datos sobre la organización del Cuzco y su exten sionen el imperio Inca, podemos entender ahora mejor ciertos hechos sobre nuestras cuatro historias. En primer lugar podemos explicar la oposición entre las dos primeras y las dos ultimas. Es Poma de Ayala quien mejor nos déjà ver — en forma graciosa y muy personal — cómo la oposición Hanan — Cuzco : Hurin — Cuzco = esposa principal : esposa secundaria, se extendiô también a todo Chinchaysuyu y Collasuyu. Para él, pretendiendo ser descendiente de antiguos reyes en Huánuco, Chinchaysuyu, las mujeres nobles de este suyu fueron muy hermosas y gobernaron bien ; las mujeres nobles de Collasuyu, sin embargo, « grandotas, gordas, sebosas, flojas, bestias, sólo para comer y beber » (ff. 174, 176). Pero su juicio estaba basado completamente en la envidia, porque en otra parte (f. 334) tiene que reconocer « como se enamora el Ynga mas de las seňoras principales de los collasuyas y canchis pacajes (en Collasuyu) por esa via bolbia muy mucho por ellos y no faborecia a los chinchaysuyos bolbia la seňora coya (coya = mujer principal del Inca !) con selos. » Y también en otra parte (f. 101) dice del caso específlco del quinto rey Inca que « fue muy namorado este dho ynga

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de las mugeres capac ome y de uayro », siendo estas las mujeres nobles del Collasuyu (Poma de Ayala, f. 77, 143, 178). Notamos pues una relación entre Gollasuyu, esposa secundaria del Inca y mujer quien рог el amor influye a su esposo y otra entre Chinchaysuyu, esposa principal (= Cuya) y mujer quien por su propia descendencia real puede influir a su esposo. Las cuatro historias son respectivamente ubicadas en Collasuyu y Chinchaysuyu por razones estructurales de la misma organización del Cuzco. Además parece que el juego de los ayllus, como consecuencia del otro juego de huayru, derivó su importancia de estos mismos hechos estructurales, pues Poma (f. 2 4 3) en su descripción del calendario Inca dice de la fiesta del Inca raymi (fiesta del Inca), en Abril, que « todo el mes juegan los sres prencipales al juego — de riui — choca (— echar dados) — al uayro de ynaca — pichisa (= pichca) de hilancula... ». « Iňaca » indicaba la mujer secundaria del Inca, y la palabra hilanculo mencionada en relación al juego de la pichca (de que trata la primera historia), seguramente se dériva de hilanco, que, según Bertonio (1608), indicaba « principal del ayllu » en la lengua Aymara hablada en Collasuyu. El Inca raymi fue princip almente una fiesta de las nuevas cosechas, en que le Inca invitaba en un banqueté a todas las clases so ciales y en que se horadaba las orej as de los muchachos, constituyéndose en una fiesta que expresaba asi la existente organización social y politica. Pero podemos ir todavía más lejos en esta interpretación estructural. Dije que Hanan — Cuzco y el barrio de Chinchaysuyu estaban relacionados también con la clase de los yanaconas y Hurin — Cuzco y el barrio de Collasuyu, en especial con los « Incas de privilegio ». Aqul debemos buscar la razón porqué la cuarta historia, sobre el origen de los yanaconas, tiene como escenario el rio Yanayaco, cerca de Vilcas Huaman, una capital incaica de Chin chaysuyu. También podemos suponer que el pacto que hizo el Inca con otros pueblos por medio del juego de los ayllus, como lo describen Albornoz y Cobo, fue princip almente una confirmación del rango de los Incas de pri vilegio para estos pueblos. Hay dos datos que indican esto : 1) Tupac Yupanqui jugó a los ayllus con su hijo secundario tenido en una seňora extranjera y de este juego resultó el pacto entre el Inca y la provincia de los « aylluscas ». Los Incas de privilegio tenian — como vimos antes — el estatus de hijos secundarios de los Incas. 2) Poma de Ayala menciona especialmente (f. 85) a la tribu de los Puquina como una de los Incas de privilegio. Todas estas tribus vivian en los alrededores del Cuzco con algunas excepciones, según Poma de Ayala, siendo los Puquina una de ellas. Ellos tenian su centro justamente en los pueblos de las « aylluscas ». Tenemos que contestar ahora la pregunta de cuál es el simbolismo del juego de los ayllus. El ayllu como arma, especialmente el de très bolas, fue un símbolo fálico о sea maculino (Zuidema, 1964, p. 72 (Nota. — En una reseňa de mi libro sobre el sistema de ceques, Hammel (A.A. vol 67, p. 783)

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me critica observando que la boleadora no fue siempre de très bolas. Pero la peruana si y este dato de Albornoz comprueba que el ayllu fue la bolea dora de très bolas.) La serpiente — Albornoz la llama machacuay, pero antes y después del relato del juego él menciona también la palabra sinónima amaru — fue más un simbolo femenino. Asi рог ejemplo Poma de Ayala dice (f. 80, 82) que Marna Huaco — madré y esposa de Manco Capac, del fundador de la dinastia incaica — fue de la casta (y lo fue ella misma) de los Amarus. El juego podiamos interpretar, pues, como una lucha entre los elementos masculino y femenino, entre conquistador y conquistado, entre arriba y abajo, en que el primero vence. Este simbolismo debia alcanzar gran importancia en la cultura andina expresándose en un conjunto extenso de ideas. Quiero mencionar algunos datos sobre esto, también del mismo Albornoz, realzando asi más, рог fin, la importancia del dato que fue el punto de partida de esta discusión. Aparté del juego de los ayllus, Albornoz menciona otra manera con que el Inca podia hacer un pacto con otro gobernante. Fue por medio de las dos alas de un halcón — - huaman en quechua — de las cuales el Inca guardaba una, dándole al otro gobernador la otra. Albornoz especifica esta costumbre como de la región de Huamanga, — el Ayacucho moderno. — Es justamente en esta región donde los cerros hoy en dia, todavia son adoradosbajo el nombre de Huamani, derivado de huaman, siendo el dios cerro manifestado por un condor, о sea la especie más grande y poderosa de los falconidés (especie que en quechua genéricamente es indicada por la palabra huaman). Cada pueblo, cada region tiene su cerro sagrado especiflco y parece por eso pro bable que los Incas tomaron también de esta región su concepto puramente administrativo de huamani, indicando con esto una provincia, un valle о un grupo de 40.000 tributarios (Zuidema 1964, p. 221, 223 ; 1967, p. 11). Podiamos pensar que el pacto por medio de las alas del halcón estaba relacionado con Chinchaysuyu y el por medio del juego de los ayllus (con el amaru) con Collasuyu. Hay otro dato, sin embargo, que no hace probable esta suposición. En el pueblo de Pomacocha, al borde del mismo rio yanayaco, im portante en nuestras tercera y cuarta historias, nació Tupac Amaru, hijo secundario del Inca Pachacuti y hermano de Tupac Yupanqui. Este personaje vale la pena de un estudio aparté (Nota. — Que daré en otra parte, discutiendo más ampliamente el concepto del Amaru (Revista Amaru, Lima)) pues de él se dice que en el momento de su nacimiento salieron de muchas partes en Sud-Peru serpientes sobrenaturales — Amarus — y acontecieron erupciones de volcanes y otros fenómenos naturales de la misma indole segun el concepto indigena. Este concepto existe todavia hoy en dia1. Cuando hay huaycos о sea cuando se desbordan los ríos, lagunas o fuentes causando deslizamientos de tierra, la gente dice que se abre la tierra y que dael el amaru. (Vale anotar aqui que el mismo Albornoz sefíala este concepto a 1. Investigaciôn personal en el area del rlo Pampas, departamento de Ayacucho. 4

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continuación de su descripción del juego de los ayllus.) Aunque el nacimiento de Tupac Amaru ocurrió una generación antes que los sucesos mencionados en nuestras tercera y cuarta historias, creo que estructuralmente es significativo que ocurrió en el mismo sitio que estos dos sucesos y creo que también aquí el amaru tenía que ver con las ideas sobre pactos expresados en el juego de los ayllus y en la costumbre de las alas del halcón. Pero i porqué tenían justamente el huaman y el amaru que ver con estos pactos entre provin cias ? La respuesta me parece radicar en los siguientes hechos de religion y organización política andina. En la oposición de cielo a tierra, cada uno fue expresado por dos conceptos que indicaban, respectivamente, la totalidad y las divisiones de cada uno. El Sol — o Viracocha, el Creador, como el verdadero Sol (Pachacuti Yamqui p. 228) — y Pachamama (madré tierra) expresaban la totalidad ; los huaman (o condor) como dioses de los cerros y del cielo y los amaru, las serpientes que salian de las aperturas de la tierra, expresaban las subdivisiones. El concepto de las aperturas de la tierra tiene gran importancia en la religion andina y su signiflcado politico lo vemos en el hecho de que fue Viracocha, el Creador, quien sacó a todos los pueblos y tribus de las cuevas y lagunas de que se creian oriundos. El amaru fue considerado como el arquetipo de la especie de los felinos (Poma de Ayala, f. 704 (694) y es Calancha quien nos révéla que cada uno de los pueblos grandes conquistados por los Incas estaban representados por otro tipo de felino (o sea por otro sub-tipo de amaru). Gada sub-tipo de huaman о de amaru podia representar pues a un pueblo о una tribu. Es la pelea entre ambos la que nos révéla su relación jerárquica, venciendo siempre el huaman. Pachacuti Yamqui (p. 244, 245) nos da el mejor ejemplo de esta transformation mitica de una guerra — una sublevación a los oj os de los Incas — describiendo cómo los Incas conquistaron primero al pueblo de los Cuyos y después a los Condesuyus. En la defensa de éstos apareció una temeraria serpiente grande, que « ardia fuego. » Pero «... enfonces biene del cielo una anancana, o águila, con una furia temeraria, dando grandes sumbidos y arrebata a la culebra y alssa al alto de la cabeça y despues la dexa caer al suelo, y dizen que se rebento ; otra su companera (o sea, de la serpiente) lo mismo abia rebentado subiendo por un gran arbol para coger al capitan Topacapac, su ermano bastardo del ynga ; y entonces dizen que los yndios salieron casi todos bibos. Al fin el dicho ynga, en memoria de aquel milagro, le mando poner en un andenes de esa provincia culebra labrada de piedras el quai se llama Uatipirca ». Esta cita nos da la oportunidad de volver a otras que ya di al principio. Fue el mismo Topacapac que nos mencionó Sarmiento en su historia sobre el origen de los yanaconas, pero no como el que aplastó la rebelión sino como el que la hizo. El tema del amaru representado en piedra lo describió también Albornoz, de la región de Huarochiri. Es quizás de esta ultima region de donde tenemos la mejor descripción de una lucha como del huaman y del amaru. Los informantes de Francisco de Avila hablan alli de la lucha entre Pariacaca y Huallallu : Carhuinchu

EL JUEGO DE LOS AYLLUS Y EL AMARU

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el primero, nacido de cinco huevos que se convirtieron en cinco halcones, el segundo, Dios de los Yungas — de los pueblos costeňos — cuya morada, después de la lucha, se convirtió en laguna y quien. él mismo, entonces huyó a la selva. Pariacaca luchó con lluvia de arriba, formando asi el lago, pero Huallallu Carhuinchu luchó con fuego desde abajo hacia el cielo, o sea parece que fue un amaru, pues asi habló de los amarus el cronista Pachacuti Yamqui (p. 242). He ampliado mucho el tema del juego del amaru y de los ayllus, reemplazando a estos ultimos por el huaman. Pero el simbolismo quedó igual. Vimos que el tema probablemente tuvo gran aplicación en la mitologia andina. Existen cerámicas del periodo Wari — о sea anterior a los Incas — que representan a un pájaro sentado sobre un pez grande con la cola en su boca, y que agarra una serpiente con su pico. Pero este tema se difunde más todavia en America, pues conocemos el simbolo de la ciudad de Mexico — el antiguo Mexico Tenochtitlan — que es un águila, sentada sobre un nopal en una isla, o sea rodeado por agua, y que tiene una serpiente en la boca. Y volviendo al Cuzco, aqui tenemos la fortaleza de Sacsahuaman — Sacsahuaman es águila real — coronando la ciudad que représente» en su piano a un puma. Fue esta la idea que représenté el juego de los ayllus y del amaru.

LITERATURA AviLA, Francisco de. — Dioses y Hombres de Huarochiri. Lima 1967. Calancha, Antonio de la. — Coronica moralizada del orden de S. Agustin en el Peru, Barcelona 1638. Сово, Bernabé. — Historia del nuevo mundo (1653) B.A.E. Madrid, 1956. Karsten, Rafael. — Ceremonial games of the South American Indians, Helsingfors 1931. Pachacuti Yamqui Salcamaygua, Joan de Santacruz. — Relaciôn de antigiiedades dese reyno del Piru (± 1613). Poma de Ayala, Guaman, Felipe. —• Nueva coronica y buen gobierno (entre 1584 y 1614), Paris 1936. Reichlen, Henri. — Fêtes, Danses et Rites des Indiens de Cajamarca, Paris 1953. Rivet, Paul. — Coutumes funéraires des indiens de l'Equateur. Paris 1923. Sarmiento de Gamboa, Pedro. — Historia de los Incas (1572). Buenos Aires 1947. Toledo, Francisco de. — Informaciones que mando levantar el Virrey Toledo sobre los Incas (1570-1572), Buenos Aires 1940. Zuidema, R.T. — The ceque system of Cuzco, the social organization of the capi talof the Inca, Leiden 1964. Zuidema, R.T. — El origen del Imperio Inca. Revista Universidad, Ayacucho, aiïo III, n°. 9.