De representaciones, referentes y signos en las artes visuales*

iCOMUNICACION. LENGUAJE Y CULTURA De representaciones, referentes y signos en las artes visuales* In memoriam LuisJ. Prieto Las represtntacionesvis...
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iCOMUNICACION. LENGUAJE Y CULTURA

De representaciones, referentes y signos en las artes visuales*

In memoriam LuisJ. Prieto

Las represtntacionesvisualesde lo real concretoen la comunicacion artisticaplastica -pictoriq, objetual, fotoy cinematografica,entre otras- significan parala semotica un problema de larga data, en razon de la dificultad de desprender de su caracter analogico-sin duda insoslayable-la funcion signica fundante de la semiosis, y por ese hecho, discursiva. Esa problematica trasciende este aspecto aparentemente limitado porque concierne a los mecanismos por los cuales lapercepcionvisualal organizar el mundo visible, oturgandole diversos sentidos individuales y sociales, se erige en factor de pensamiento y conocimiento.Hay que hacer hincapie en que sin el reconocimiento de funciories signicasconvencionalesenlasrepresentaciones(medienonodiferentes grados de a n a l d a con lo real) careceria de fundamento aquella aseveracion. A pesar del abandono de la pretension de trasladar el modelo linguistico de lasarticulaiciones-muy propia dela semioticaestnicturalistadelos sesentaysetenta-, el probletna persiste por factores que forman parte intrinseca de la cuestion: la determinacionmisma delvalor y alcance de ser o no representaciones; la trhnsformacion miayor,menor o aparentementenulade lamateria o substanciatrabajada y, por fin, la siempre fluctuantey poco asible definicion de lo real, entre otros. Asi, la semiotica.de lo visual, en el ambito de las identidadesy diferencias semioticas de los objetos del arte visual, ofrece aun hoy un campo de discusion interesante.

* Este trabajo tiene como origen la ponencia del mismo titulo presentada en el VI Congreso Internacional dela Asociacion Internacionalde Estudios Semioticos (Guadaiajara, julio, 199ri,sinembargo, se tratadeunaversionmasafinada. Lareelaboraciondela queha sido objeto tuvo el proposito de destacar algunos aspectos de la problematica que formaran parte del nuevo proyecto de investigacion que presentare proximamente. ** Profesora-Livestigadora del Departamento de Educacion y Comunicacion, UARdXochimilco.

E D I J C A C I ~ NY C O M U N I C A C I ~ N ANUARIO -

1997

El punto de partidade nuestras reflexiones, en este caso,lo constituye el breve texto "Fenetre Pretexte Fenetres", resultante del dialogo escrito entre el semiologo LuisJ. Prieto y el pintor GerardThalmann (Catalogodelaexposicionde n h a n n , Ga'leriahton Meier, Ginebra, Suiza, 1976).El dialogo pone de relieve algunas de las ~uestiones antesmencionadasprecisamente en lo que mas tienen de controversial. El titulo "Fenetre Pretexte Fenetres" esuna representacionverbal que esta en lugar de los objetos referidos y del objeto texto que encabeza; alude tambien, de algiunamanera,alos motivos o temas o referentespredominantes en los cuadros de Thalman, las ventanas, que hemos visto reproducidos en paginas anteriores del Caitalogo. Quiza no se nos ocurririapensar que estas indicacionesalcanzaran para hablar de diferencia semiotica con otros titulos y su funcion comunicativa. Sin embargo, tal vez nadie dudaria del valor signicoy discursivo del enunciado en cuestion apartirdel cual ocurrelasemiosis, sobrecuyabasese instalan significados connotativosagregados.Connotacionesque resultan de la relacion entre una manera de concebir lo que se dice con la posibilidad de disponer de signos diferentespara decirlo y, por consiguiente, seleccionar unos en lugar de otros (Prieto, 1975:18518'7). En ese enunciado, todas las letras iniciales de las palabraestan enmayusculas; entre ellas no hay separacion marcada con signos de puntuacion; se realizaun juego conceptual de opuestos entre el singular inicial de fenetrey el plural finakhastaque, por fin, es posible dar un doble sentido a'Tretexte" que, en este enunciado, juega precisamente con su ambiguedad, etcetera. Sin embargo, tales movilizaciones del sentido connotativonopuedenefectuarse soslayandolas posibilidadesde diferentes niveles de codificaciones signicas de base. Con las imagenes, en cambio, los deslindes de niveles, laatribuciondevalores semioticos y la comprension de diferencias, frente a identidades, no resultan tan claras. Situacionesque podemos observar en laprimerainterrogante deThalman y en todo el desarrollo del texto en cuestion. ThalmanpreguntaaPrietoacerca de siestableceriauna diferencia, en tanto que seiniiologo, entre las imagenes de una pintura y una foto que representan un objeto. NO interesa mayormente elucidar cual es el objeto de la realidad concreta que representarian, se desprende que ambas imagenes se refieren aun mismo objeto. Aspecto tampoco demasiado pertinente, en definitiva; lo que conviene retener es que ambas imagenes representan un objeto de la realidad concreta que es su referente. La respuesta del semiologo a la interrogante -asi como fue planteada- es negativa. No hay diferencia entre las dos imagenes: pintura y foto pertenecen al mismo tipo de fenomeno semiotico. Las convenciones de lectura que rigen la "representatividad" y por tanto el reconocimiento del objeto, son de naturaleza semejante.

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Las reproducciones insertas a continuacion fueron tomadas del catalogo en cuestion y, para el caso, son muy elocuentes. La de la izquierda reproduce una de las telas deTha1mann;la de la derecha,una fotografiz de autor anonimo. Ambas con :in referente obietud comun.

Peiriturelfenetre, 1976 Acryl et aquarelle, 33 r 25 cms.

A este respecto, esinteresante recordar que tanto el semiologo Umberto Eco (1978) como elpsicologoE. H. Gombrich (1993), entre otros, sostienen desde sus propias perspectivas, un punto de vista similar al de Prieto. La percepcion y el reconocimiento de los objetos del mundo real no solo descansan en propiedades fisiologcas sino son resultado de un "adiestramiento" ciiltural smocial.Estan regidos por convenciones perceptivas. En lapercepcionde las representaciones de lo real concreto (sin olvidar el caso de lo red abstracto), llevadas a cabo con diferentes materiales, se extienden las convenciones perceptivas y de reconocimiento adquiridas en la vida social. Pero ocurre, ademas, un fenomeno interesante ampliamente destacado en muchos estudios semioticos, filosoficosy psicologicos. Las representaciones visuales, dependiendo de los medios y materiales que se hacen predominantes en determinadas epocas y momentos historicos, influyen a su vez en la percepcion del mundo y, asimismo, en nuevas y otras representaciones. Desde luegoque entre pintura y fotografia, representando objetos del mundo, surgen multiples diferencias semioticassi se acuCe a fijar determinados criterios de pertinencia, tales como medios y materiales. En tanto solo se aluda al caracter representativo de ambas imagenes, es decir, "estar en lugar de algo", aquel funciona

como un universal y no ofrece,por tanto,pautas paraestablecer oposicion semiotica (recuerdese que tanto para Prieto como para los fonologos de la escuela de Praga, a dliferencia del estructuralismo levistraussiano, es mas importante la nocion de peirtinenciaque la de oposicion o diferenciao;mejor dicho,aquellaantecede siempre aesta) (Prieto, 1975:97-114). La respuesta no satisface a Thalman. En la busqueda de argumentos para sostener la diferencia semiotica-comunicativa recurre a considerar, confusamente, lamaneracomo se representalo representado y el trabajo mayor,menoro nulo,que se ejerce sobre la materia. Para llegar a tal demostracion introduce como ejemplo otro objeto adstico: laventana real que Duchamp expone en un museo (hay que hacer notar que realfue usado sin entrecomillarpuesto que para Thalmann, efectivamente lo seria). Segun su opinion, laventanade Duchamp no esuna representacion ya que se trata de una ventana real, solo desplazada del lugar donde debeda estar. Su razonamiento es el sigpiente: Duchamp no ha hecho nada con una materia, tampoco la ha transformado, luego no representaunaventana, a lo sumo la "presenta"; razon por la cual,para Thalman tampoco tiene valor de signo. La consecuencia de este razonamiento deThalmann seria trasladable a su vez -vemos por donde aunque no lo diga- a la comparacion entre pinturas y fotografias. E n sintesis, funda1adifei:encia semioticade la "representatividad" en razon del trabajo o actuacion-mayor,menor o nulo (como en laventana de Duchamp)sobre una materia. Como sigue en danza la cuestion de la "representatividad" y la diferencia semiotica, Prieto, en respuesta, situa el problema desde otro angulo. Hay "mas diferencia entre la terdadera'ventana (ahora entrecomillada) expuesta en un museo y laventana antes de ser desplazada, que entre la 'verdadera'ventana expuesta en el museo y la'representacion'deunaventanaenuna telao enuna foto" (Prieto yThalmann, 1976). Para Prieto, la diferencia esta centrada entre lo real y su representacion. La ventana de Duchamp ha sufrido no solo un desplazamiei~togeografico sino un desplazamiento semiotico. No es una ventana "verdadera" solo desplazada y, por ende, tampoco un metasigno de las ventanas reales y verdaderas, sino un signo. E n primer lugar,porque las ventanas reales no son signos. Su funcion no es significar, su utilidad es otra. No se podria, por tanto, atribuir a la ventana de Duchamp solo la funcion de metasigno o de signo connotativo sin considerar que se constituye como signo de base, cuyautilidad es significar y comunicar. (Es obvio que la nocion de signo esta tomasdaaquien el sentido saussureano en el cual no entra acuento suextensiOn,porloque bien un ecunciado oaun variospueden sostenerse en su definicion).

En segundo lugar, convenido el caracter signico de la representacion de la ventana de Duchamp por su diferencia de funcion con el objeto de la realidad, aquella esti emparentada, es decir, guarda similitud mas que diferencia, con otras icepresentacionesde lo real concreto en foto, pintura, etcetera. Mediando las diferencias del caso, en lugar de la representacion de laventana de Duchamp consideremos, por ejemplo, la tela de Magntte con la representacion "casi fotografica" de una pipa.

Con unaextraordinariaconciencia semiotica,Magnttehaincorporado a su tela la negacion de que esa representacion sea el objeto. Hecho que tambien puede atribuirse a que en tanto surrealistaatacalo que asumiria el vulgar sentido comun. Apropiandose del razonamiento de Prieto antes expuesto se puede fundar que, en cuestionde "representatividad", hay mas diferencia entre lapipade Magritte -que funciona como signo- y las pipas del mundo real que no lo son, que entre las representaciones de pipas, ventanas o lo que fuere en foto, otras telas, publicidad, etcetera. Decir que hay "mas diferencia" entre realidad y representacion que entre representaciones plasmadas en telas, fotos, etcetera, supone que entre las ultimas tambien cabria hablar de diferencias semioticas. Pero estas no pueden construirse considerando su caracter representativo. Pueden fundarse, en cambio, en factores de pertinencia tales como el medio empleadoy suuso,lamanera elegida de concebir y plasmarlos referentes a los que aluden, es decir,las fluctuaciones entre lo que se piensa del objeto y su representacion, como en la funcion socio comunicativa buscada. De estamanera, es posible acercarse alas diferencias semioticas mediante el reconocimiento de funciones signicas y discursivas sin suponer Ba inexistencia de sistemas convencionalesde base en las representaciones visuales analogicas, dejando todo el campo convencional a las connotaciones. En sintesis, la discusion es ilustrativa de las dificultades que conciernen a las nociones de representacion y referente, y de como la sumision a los valores

analogicos con lo supuestamente real afectalos deslindes entre pertinencias y distinciones semioticas de basev las atribuibles a la connotacion. Dificultades semejantes se presentan en elplano de lasproduccionesvisuales abstractas. Es frecuente negar caracter representativo a esas producciones, tan abundantes en distintas manifestaciones del arte contemporaneo.Asi, por ejemplo, leemos en Estetica delcheque "en el cine narrativo no todo es forzosamente narrativo-representativo, por cuanto dispone de todo un material visual que no es rqoresentativo: los fundidos en negro, lapanoramica sucesiva,los juegos 'esteticos' de color y de composicion" (Aumont e t al, 1985:92). Se niega pues caracter repr~csentativoalo que no es figurativo.La falta de analogiacon objetos tangibles conduce a negar la "representatividad" y termina por hacer dudosa la funcion signica, a pesar del iluminador trabajo de R. Arnheim Elpensamiento visualrespecto de signos y representaciones de lo real abstracto. Por otra parte, el ejemplo de arte objetual de la ventana de Duchamp examinado antes -del que el arte contemporaneo hace gala de muchas maneras en multitud de casos,ahora hasta en las perfomances-,produce un efecto convergente, en su divergencia, con el de las representaciones abstractas. Lo que podriamos llamar "exceso" de analogia conduce falsamentea borrar los caracteres representativo, signico y, en sintesis, de comunicacion y en lo especifico de comunicacion artistica.

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Bibliogra Fia Arnheim, IRudolf. Elpensamiento visuai, Barcelona, Paidos, 1986. Aumont, J. (eral.).Estetica delcine. Espacio fimico, montaje, narracion,len~maje, B~rcelona,Paidos, 1985. Eco, Humberto. La ausente, Barcelona, Paidos, 1978. Gombrich,E. H. "Lamascara y el rostro...", en Lahagen yelojo,Madrid,Alianza Editorial, 1983. Prieto, Luis J. y Gerard Thalmann. "Fenetre Pretexte Fenetres') en Catalogo dela e~posicionde Tnalmann,Ginebra, Galerie Anton Meier, 1976. -. "Signe et instrument" y 'Zangue et style", en Etudes deiinawiupe erde seknioIogegeneraies, Geneve, Librairie Dros, 1975.