Palabras de inauguración del señor Ernesto Ottone, Secretario Ejecutivo Adjunto a.i. de la CEPAL, en el II Encuentro Iberoamericano sobre Objetivos del Milenio NNUU y las TICs CEPAL-SEGIB-Gobierno de Chile-AHCIET CEPAL, Santiago de Chile, 13 y 14 de septiembre de 2007

El proceso de globalización y la revolución de las comunicaciones, le ponen a América Latina un enorme desafío: cómo ser competitivos en la economía mundial sin sacrificar la democracia y mejorando los niveles de equidad y cohesión social. CEPAL, que a lo largo de su historia siempre ha estado acompañando a los países de la región en su afán por alcanzar nuevos umbrales de desarrollo, ha entrado con fuerza, siempre desde la trinchera de las ideas, en como abordar este nuevo desafío. CEPAL ha puesto en evidencia las fragilidades presentes en cuanto a cohesión social y las dificultades que existen para construir mayor equidad social. Entrar a la sociedad de la información como sujetos de plenos derechos, no puede ser el privilegio para unos pocos sino que una oportunidad para todos. La brecha digital y el desigual acceso a las TIC se han convertido en un obstáculo para convertir el privilegio de pocos en oportunidad de muchos.

Como saben, desde el año 2000, la CEPAL está comprometida con la tarea de promover el acceso y uso de las TIC para el desarrollo de América Latina y el Caribe. Hemos acompañado a los países durante las dos fases de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, en Ginebra 2003 y en Túnez 2005, de las cuales nació el Plan de Acción Regional para los años 2005-2007. Este plan es una agenda de política pública regionalmente concertada que reconoce la importancia de las TIC para el desarrollo económico y social de los países de la región. En la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información se logró un compromiso político consensuado entre 175 países, con una Declaración de Principios que define 67 principios guía, y un Plan de Acción que esboza 167 metas como desafíos globales a lograr hacia el año 2015, dentro del contexto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio cuyo plazo está fijado para ese mismo año. En este proceso fue surgiendo la necesidad de formular y desarrollar un

Plan de Acción propio, que atendiera los aspectos urgentes e importantes para la región, definiendo así 30 metas con 70 actividades a desarrollar durante el periodo 2005-2007. 1 De esta forma, el plan se constituye en una herramienta operativa para poner en práctica la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, al igual que de las metas de la Cumbre Mundial, considerando las necesidades específicas de América Latina y el Caribe con base en nuestras realidades. En el Trigésimo Primer Período de Sesiones de CEPAL, realizado en Uruguay del 20 al 24 de marzo de 2006, los gobiernos de la región solicitaron a la Secretaría Ejecutiva “dar apoyo a los países en la realización de su reunión regional de seguimiento, para evaluar la aplicación del Plan de Acción Regional y renovarlo en el marco del proceso de cumplimiento de los objetivos de desarrollo del Milenio, y de los objetivos y las metas del Plan de Acción de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información” 2 . De ahí que la CEPAL, a través de su Programa Sociedad de la Información de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial, haya fortalecido sus trabajos de monitoreo de los avances logrados en marco del Plan de Acción Regional, y haya trabajado en el apoyo a los países en la elaboración de un nuevo Plan que guíe el desarrollo de estas tareas en América Latina y el Caribe hasta el año 2010. Quisiera profundizar en la relación entre las TIC y la equidad y cohesión social. Las TIC como herramientas para el procesamiento y transmisión de información son tecnologías de propósito general, permiten no solo identificar sino que también aprovechar oportunidades de emprendimiento y desarrollo de personas y comunidades. Quienes no acceden a estas tecnologías quedan, por tanto, al margen de un volumen muy considerable de oportunidades. La brecha digital está en constante evolución, toda vez que aquéllos que tienen acceso a una tecnología son los primeros en apropiar la siguiente. Así, cerrar la brecha digital se constituye en un blanco móvil difícil de alcanzar. Comparando la difusión de las TIC en la región con la situación en el resto del mundo, se observa que ésta se encuentra levemente por debajo del promedio mundial, excepto en el caso de telefonía móvil, cuyo grado de penetración sorprende si se considera que a menos de una década de su introducción, casi uno de cada dos habitantes de la región utiliza esa red. El caso de la telefonía móvil es seguramente uno de los mejores ejemplos de como las TIC pueden contribuir a la cohesión social, llegando en muy poco tiempo a los segmentos 1 2

http://www.cepal.org/SocInfo/eLAC Resolución 629 (XXXI), Informe Trigésimo Primer Período de Sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Uruguay, 20 al 24 de marzo 2006, http://www.cepal.org/pses31/ .

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socioeconómicos más pobres de la región. Esto la convierte en la tecnología de más rápida difusión en la historia de América Latina y el Caribe. Lo que la telefonía fija no logró en décadas, la telefonía celular lo logró en menos de diez años. Gracias a ella, en 2006, y ocho de los 33 países de la región cuentan con una penetración telefónica que supera el 80% de su población (Chile, Colombia, Dominica, St. Kitts y Nevis, St. Vincent y las Granadinas, Suriname, Uruguay y Venezuela) y en cinco países incluso 100% de su población estas conectados (Argentina, Bahamas, Barbados, Jamaica, Trinidad y Tobago). La apertura de la brecha digital la inicia la telefonía, seguida por la computadora y Internet. En cuanto al uso de computadores personales e Internet, la región está acercándose al promedio mundial, aunque no hay señales de progreso en el acceso mediante banda ancha, lo que resulta preocupante ya que es a través de estos medios que se puede prestar servicios sociales y gubernamentales, tales como la educación en línea, el gobierno-electrónico, y servicios de salud. La solución más comúnmente adoptada en la región para llevar los beneficios de estos servicios a la populación, son los centros de acceso público a las TIC, más conocidos como cibercafés, telecentros o infocentros. A partir de un relevamiento no exhaustivo, la CEPAL ha identificado que en 2006 en la región existía un centro de acceso público por cada 2 345 habitantes. En general, se ha registrado que más de 50.000 centros reciben subvenciones gubernamentales, mostrando el avance del modelo de acceso compartido como única alternativa viable para reducir la brecha digital en el corto plazo. Otro factor importante para el desarrollo de Sociedades de la Información que apuntan a la cohesión social es el uso de las TIC en el ámbito escolar. La meta 3 del Plan Regional apunta a conectar un tercio de las escuelas públicas a Internet, en lo posible con banda ancha, particularmente las ubicadas en zonas rurales. El grado de conectividad en las escuelas públicas muestra una gran diversidad entre los países de la región. En 2005, Chile contaba con 75% de las escuelas conectadas a Internet, y Argentina con 22%. Estas tasas distan del promedio de Europa, donde en 2006 ningún país registraba menos del 90% de escuelas conectadas. Esta heterogeneidad también existe al interior de cada país, observándose una distancia entre las escuelas públicas y las privadas. En 2005, en Argentina, 53% de las escuelas privadas tenía acceso a Internet, y sólo 13% de las escuelas públicas. En 2003 se observó una situación similar en México, mientras que en Perú, en 2004, la tasa de conectividad de escuelas públicas fue de 2%, 6 veces inferior a lo observado en las privadas. Cabe destacar que la conectividad no es más que el primer paso en la construcción de las Sociedades de la Información, ya que para que ésta sea inclusiva tiene que proveer un adecuado contenido digital. No es el acceso a

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equipos, sino el flujo de información digital y el procesamiento de esta información lo que abre las puertas para el desarrollo. Un ejemplo de como la colaboración regional puede contribuir al desafío de la creación de contenido es la cooperación entre los portales de educación en la región. La meta 16 del Plan de Acción apunta a “vincular los portales nacionales educativos en la perspectiva de constituir una red de portales educacionales de América Latina y el Caribe que permita compartir experiencias y contenidos, además de promover la adaptación, localización y desarrollo de contenidos educacionales para ser difundidos a través de esta red”. Durante los últimos tres años, se constituyó la Red Latinoamérica de Portales Educativos (RELPE), concebida como un sistema regional distribuido de almacenamiento y circulación de contenidos pedagógicos, cuyos nodos son los portales educativos nacionales designados por cada país. En RELPE, cada país desarrolla su portal de acuerdo a su proyecto educativo e intereses nacionales, con independencia para la selección de la plataforma tecnológica a utilizar. Los contenidos desarrollados por cada portal miembro son de libre circulación en la red. Dado que el costo de desarrollo de contenido digital puede ser muy elevado, en tanto que su costo de reproducción es casi nulo, se aprovecha de enormes economías de escala. En la actualidad, siete de los 18 países de América Latina que participan en RELPE son miembros plenos e intercambian contenido educativo en beneficio de los estudiantes de la región. Pero las TICs no solamente tienen el potencial de contribuir a la inclusión social, sino también al crecimiento económico de la región. La CEPAL ha realizado una serie de estudios sobre la contribución de las TICs al crecimiento económico en países de América Latina, un tema ampliamente estudiado y debatido para las economías norteamericanas y europeas, y apenas iniciado en América Latina y el Caribe. Los estudios de la CEPAL presentan resultados alentadores. A pesar de que la inversión en software y equipos de informática y comunicaciones ha sido sustancialmente menor que en Estados Unidos y Europa, se observan efectos positivos en el crecimiento económico. Uno de los estudios, que utiliza una metodología de contabilidad del crecimiento, identifica aportes del capital TIC del orden de entre 10% y 24% a la tasa de crecimiento del PIB en varios países de la región. Mientras que entre 1990-2004 en Argentina, Brasil, Chile y Costa Rica entre el 10% y 13% del crecimiento provenía de capital TIC, en Uruguay la cifra correspondiente alcanzaba 24%. Como vemos, las TICs ayudan al crecimiento de la economía, aumentan los grados de fiscalización y de transparencia de la gestión pública y privada; llevar

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las TICs a las grandes mayorías significa abrir un mundo de oportunidades para todos. En suma, el desarrollo y masificación de las TICs constituyen un elemento central en la estrategia de desarrollo de los países de América Latina y el Caribe. En la CEPAL estamos comprometidos con esta tarea, que junto a otras, permiten pensar en sociedades con mayor progreso, más libres, más democráticas y más equitativas.

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