ANTIGUOS INSTRUMENTOS PARA UN NUEVO

ANTIGUOS INSTRUMENTOS PARA UN NUEVO PROYECTO DIVULGATIVO: EL MUSEU D'HISTÒRIA DE LA MEDICINA DE CATALUNYA OLD INSTRUMENTS FOR A NEW POPULARISATION PR...
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ANTIGUOS INSTRUMENTOS PARA UN NUEVO

PROYECTO DIVULGATIVO: EL MUSEU D'HISTÒRIA DE LA MEDICINA DE CATALUNYA OLD INSTRUMENTS FOR A NEW POPULARISATION PROJECT: THE M USEUM OF THE H ISTORY OF M EDICINE OF C ATALONIA

Alfons Zarzoso

El MHMC significa una espléndida tarea de recuperación y de catalogación de un fondo patrimonial obtenido en su mayor parte gracias a donaciones desinteresadas. Su autor y a la vez curador del museo, explica cuáles fueron sus orígenes, describe su contenido y destaca el paradigma museológico en el que se enmarca. Igualmente, se informa de las actividades ya realizadas en este museo y de las que están previstas para el año 2005.

a historia del Museu d’Història de la Medicina de Catalunya (MHMC) se remonta a los años finales de la década de 1970 cuando, de la mano del profesor de Historia de la Medicina, Felip Cid, se sentaron las bases de una institución decidida a explicar, desde un punto de vista museológico, la relación entre la medicina y la cultura occidentales a través del ámbito geográfico catalán. El contexto inaugural del MHMC no fue casual. Los años setenta fueron tiempo de eclosión de fórmulas museológicas similares en Europa, en especial en Francia con el Musée Claude Bernard, en Italia con la instalación definitiva del Museo di Storia della Medicina de la Universidad La Sapienza de Roma, en Alemania con la creación del Deutsches Medizinhistorisches Museum en Ingolstadt o en el Reino Unido con el traslado de las colecciones históricomédicas de Henry Wellcome al Science Museum de Londres. También en España, en concreto en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, donde

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The MHMC represents a wonderful job of recovery and cataloguing of a patrimony obtained mostly through selfless donations. The author and curator of the museum explains its origins, describes its content and highlights the museological paradigm to which they belong. He also provides information about the activities already carried out in this museum and those planned for 2005.

gracias a la gestión del profesor José María López Piñero se procedió a la creación de la Biblioteca y Museo Histórico-médico. La inauguración del MHMC puso fin a una primera etapa caracterizada por la combinación entre el fomento y aprovechamiento de la sensibilidad profesional existente en torno al patrimonio histórico-científico y médico catalán y el despliegue de una actividad frenética dirigida a localizar, recoger, clasificar y estudiar el máximo número de objetos e instrumentos procedentes de colecciones e instituciones públicas y privadas. La agrupación y exhibición de aquel material en un proyecto museológico concreto se completó el año 1984 con la reforma estructural del edificio. Aquel éxito, sin embargo, constituyó de manera paradójica la confirmación de los propios límites del proyecto con relación a su futuro crecimiento. La falta de espacio supuso el principal obstáculo técnico para el cierre del MHMC en 1995. El posterior inicio de una nueva etapa de trabajo, centrada en la búsqueda de nuevas instalaciones, adeNÚMERO 35

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cuadas para la exhibición, conservación y estudio del patrimonio preservado, y de patrocinadores, ha encontrado múltiples dificultades, obligando a posponer sine die la reapertura pública de la institución. El apoyo concedido durante la última década al MHMC por parte de los responsables del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona no sólo demuestra un alto grado de sensibilidad por la preservación del patrimonio histórico del museo, sino también la firme decisión de liderar un proceso de negociación que permita lograr el objetivo de reapertura señalado. En la actualidad, existe un compromiso para proceder a la rehabilitación física del MHMC en uno de los pabellones modernistas del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, que serán desalojados a medida que avancen las obras de construcción y traslado definitivo de los servicios al nuevo hospital. A partir de esta renovada ilusión, estamos desarrollando las bases del futuro museo que queremos construir.

Las colecciones del MHMC El fondo patrimonial del MHMC se ha construido a lo largo de los años a partir de una ardua campaña de recuperación de instrumentos, objetos, libros, documentación y otros materiales procedentes de la colaboración desinteresada de muchos profesionales de la medicina y de las aportaciones generosas de objetos y documentos venidas de colecciones particulares y de instituciones médicas. A pesar del cierre del MHMC, en la última década las donaciones no han dejado de producirse, hasta el punto que en la actualidad la colección de instrumentos científicos sobrepasa los 6000 registros. Este hecho indica, por una parte, la existencia de una confianza evidente depositada en esta institución por parte de médicos, familiares e instituciones en la necesidad de la vigencia del museo como espacio de preservación y divulgación del patrimonio científico-médico. Por otra, el carácter creciente de los fondos manifiesta la necesidad de dotar a la institución de una ubicación adecuada para el estudio, exhibición y almacenamiento de los objetos preservados. Como resultado de esta política de adquisiciones, el MHMC ha conformado un extraordinario fondo museístico que permite reconstruir la historia de la Q UARK

medicina catalana y, por extensión, la historia de la medicina contemporánea, así como situar en un contexto histórico preciso la evolución de las ciencias de la salud e interpretar su significado a través de los diferentes recursos museológicos disponibles. El conjunto patrimonial del MHMC permanece estructurado a partir de cuatro elementos: la colección de instrumentos y objetos científicos, el archivo histórico de la profesión, la colección de fotografías y la biblioteca histórico-médica y de museología científica. La colección de instrumentos se puede agrupar a partir de diversas áreas de estudio del organismo humano, desde los puntos de vista normal y patológico, en función de la evolución médica contemporánea: el descubrimiento de la estructura humana a través de la anatomía descriptiva y quirúrgica y de la anatomía patológica; el desarrollo de la microscopia normal y patológica; los nuevos estudios de la biología humana que consolidaron las bases de la embriología moderna; los fundamentos instrumentales que permitieron trazar la evolución de la semiología clínica; la constitución de la medicina de laboratorio a partir del desarrollo de la fisiología experimental y de la bacteriología, etc. Los objetos que explican cada una de estas parcelas no sólo hablan de la evolución histórica de la medicina en Cataluña sino también de algunas de las instituciones que se convirtieron en centros de producción, emulación y transmisión de conocimiento científico. El archivo histórico de la profesión forma parte de otro de los objetivos del museo, basado en la necesidad de conservar el patrimonio científico-médico contemporáneo. Se trata de un ámbito dedicado a recoger la documentación histórica relacionada con la actividad profesional e institucional generada por los representantes de la medicina catalana desde finales del siglo XIX. Entre las actividades desarrolladas, relacionadas con este objetivo, cabe mencionar, no sólo el hecho de facilitar su consulta a los investigadores, sino también la construcción de un arsenal de materiales directamente relacionados con el contexto de producción y uso de los fondos de la colección de instrumentos científicos. El archivo fotográfico de la profesión médica constituye una extraordinaria colección de imágenes médicas que permiten reconstruir la evolución histórica de este NÚMERO 35

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medio de registro y su uso como forma de objetivación de la enfermedad. Este archivo fotográfico del Museo también permite mostrar cómo, además de la participación directa y activa de los médicos en los aspectos experimentales que contribuyeron al progreso técnico de la fotografía, este medio facilitó el desarrollo de un conjunto de actividades aplicadas, tales como fijar, registrar, acumular y sistematizar imágenes de enfermedades, mostrar y demostrar experiencias, enseñar y divulgar medicina. Además de la patología médica observada por los médicos desde finales del siglo XIX y en el siglo XX, el archivo pone de manifiesto el carácter de testigo profesional de las fotografías: desde la elaboración de orlas universitarias a la impresión de la propia práctica profesional en los espacios de producción y aplicación del conocimiento médicos, pasando por el registro de actividades formativas complementarias, constructoras de identidades profesionales disciplinares, como fueron congresos, cursos o conferencias. En la actualidad, el MHMC desarrolla un proyecto de recuperación de la memoria fotográfica de la profesión, a partir de un proceso de recuperación, selección, digitalización e identificación del material. El fondo bibliográfico del MHMC, formado a partir de las donaciones y adquisiciones efectuadas por la misma institución, está constituido por más de 3000 regis-

tros. Se trata de obras relacionadas con la práctica de la medicina, la historia de la medicina y la museología científica, así como también por un importante número de revistas médicas y científicas. La biblioteca supone uno de los instrumentos básicos de apoyo y complemento para la comprensión, estudio y documentación, de la colección de instrumentos científicos del museo. El libro y la revista, como medios de comunicación, y a menudo, de divulgación científica, integran la clave profesional, junto a los instrumentos para el análisis del desarrollo del ejercicio de la medicina. Este fondo se completa, además, con una rica colección de catálogos de instrumentos científicos de finales del siglo XIX y del siglo XX.

Fundamentos de una nueva etapa A la hora de plantear el conjunto de actividades que habían de constituir la propuesta museológica y museográfica del nuevo proyecto de museo que queremos construir se consideró oportuno reflexionar sobre la realidad actual de los tres paradigmas existentes en torno a la museología científica contemporánea. De manera breve, las tres aproximaciones a la ciencia en los museos nos permiten discutir sobre los modelos y las formas de entender la cultura científica.

Alfons Zarzoso

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onservador del Museu d’Història de la Medicina de Catalunya (MHMC). Doctor en Historia por la Universitat Pompeu Fabra. Miembro del Grupo de Investigación Consolidado «Francesc Salvá». Miembro adscrito del Centre d’Estudis d’Història de les Ciències, UAB, donde imparte clases de doctorado. Forma parte del consejo directivo de la Societat Catalana d’Història de la Ciència i de la Tècnica. Dirige una sección divulgativa de las actividades del MHMC en la revista del Colegio de Médicos de Barcelona. Se ha interesado por la relación e influencias entre ciencia, medicina, técnica y sociedad en el período contemporáneo, a partir de artículos especializados y de divulgación de la ciencia. [email protected]

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El primer paradigma, centrado en la historia natural, tomó como punto de partida los llamados gabinetes de curiosidades, transformados a lo largo del siglo XVIII, como resultado de la formación de unas ciencias de la naturaleza coherentes con la idea de las clasificaciones sistemáticas. Los museos de historia natural y sus colecciones de objetos se desarrollaron así a lo largo del siglo XIX, fundados en una concepción enciclopédica del saber, en parte desvelada a los profanos a través de los conocimientos elaborados por los científicos. Mediado el primer tercio del siglo XX, con la institucionalización de la ciencia a la cual contribuyeron estos museos, su vertiente investigadora ha sufrido un abandono y desinterés progresivo por parte de los científicos, aunque no así su carácter expositivo, que no ha dejado de tener interés por parte del público. El segundo paradigma, nacido en la crisis del anterior –por ejemplo con el Palais de la Découverte (1937)– se libera de los objetos de la colección, y por tanto de las funciones de investigación y conservación, para centrar los objetivos en las experiencias, en el espectáculo de la llamada science en train de se faire o science in the making. Se prefigura así el Exploratorium de San Francisco (1969), que se establece como un modelo desarrollado en el planeta en los años ochenta con los llamados science centers. Más allá de las diferencias de estas instituciones, comparten la voluntad de diferenciarse de los museos existentes, de usar esa denominación, de formalizar colecciones y de tratar el pasado. La experiencia y el dispositivo interactivo se convierten en el medio eficaz de participación, de difusión lúdica del método y los principios científiQ UARK

cos. El lema dominante es el llamado hands on-minds on y la física se establece como disciplina de predilección. La crisis sufrida por la disciplina con el fin de la guerra fría, las transformaciones operadas en el campo de la biomedicina y la renovada sensibilidad medioambiental modifican, ya en los noventa, las disciplinas predilectas de estos museos de experiencias. A pesar del éxito suscitado por este paradigma museológico en las décadas de 1980 y 1990, en la actualidad ha sido puesto en cuestión desde un variado conjunto de perspectivas con relación a su supuesta condición como anexo de la escuela, lugar de ocio concomitante con el parque temático o vitrina institucional-empresarial. La crítica principal ha versado, no obstante, sobre el hecho que las experiencias provocadas, fundamentadas en una presentación simplificada y aséptica de unas supuestamente seguras e inequívocas teorías científicas y en nombre del llamado public understanding of science, conducen a los visitantes a una respuesta única y parcial. Ello está en relación con las transformaciones experimentadas por la sociedad desde los años ochenta, esto es, con el crecimiento de una percepción de la ciencia entendida como objeto social y con la reivindicación del papel activo de la población en la sociedad en detrimento del dispositivo de divulgación dominante, unilateral y desigual, basado en la transmisión del sabio–científico y la recepción pasiva del individuo. El tercer paradigma, que solapa su existencia con los anteriores, nace también de la crisis del segundo modelo mencionado durante la década de los noventa. El nuevo modelo se pretende erigir como museo ciudaNÚMERO 35

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dano y como museo forum o de discusión. En primer lugar, se establece un planteamiento ecléctico respecto a los paradigmas anteriores. Esto es, por una parte recupera el objeto y las formas museísticas anteriores y, por otra, recoge la relación dinámica instaurada por la exposición interactiva. Tal eclecticismo metodológico sirve de base para desarrollar un modelo museológico centrado en la exposición, entendida como medio para interrogar las ciencias en contextos históricos precisos. Esto es, centrar el objetivo de estudio en el contexto social de la investigación y las formas de construcción y utilización de los conocimientos científicos. En buena medida, este planteamiento también se ha beneficiado de los argumentos esgrimidos por los defensores del movimiento educativo aglutinado en la denominación de los sciencies studies y el enfoque llamado science, technology and society. La ciencia se entiende así como una práctica social y cultural y, por tanto, esta propuesta museológica permite liberarla del mundo de las ideas y reincorporarla al universo al que pertenece el público. Una propuesta caracterizada por el recurso a las ciencias sociales, a los objetos de las colecciones, a los procedimientos narrativos, en fin, a una presentación pluridimensional de la ciencia, que permite mostrar el hecho científico como algo vivo, a través de múltiples puertas de acceso, a un público más diverso y menos cautivo. La consecuencia más clara de los cambios subyacentes que ha generado dicho tercer paradigma ha sido el inicio de un proceso de convergencia, situado en el cambio de siglo, entre los museos de colecciones y los centros de ciencia. Conviene señalar, sin embargo, alguna diferencia fundamental en este proceso. El recurso actual de los centros de ciencia a múltiples estrategias de comunicación, entre ellas la utilización de objetos reales y de instrumentos de los museos de colecciones, más allá de su carácter residual, continúa huyendo de su presentación en un contexto histórico preciso, reafirmando así una visión limitada y reduccionista de lo que se supone que constituye la esencia de la ciencia. Por otra parte, el recurso de los museos de colecciones como medio de fomentar la participación activa de los visitantes, por ejemplo a través de la ejecución de experimentos mediante cuidadas réplicas de instrumentos antiguos, no sólo se produce en el contexto histórico Q UARK

«La cienc ia se ent iende co práctica mo una social y c u ltural y, p tanto, es or ta propu e sta muse permite li o lógica berarla d el mundo ideas y r de las eincorpo r a r la al univer al que pe so rtenece e l público .»

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expresado en la exposición de la que forman parte, sino que, en palabras de Jim Bennett, «beyond appealing to the transparency of an empirical result [and] far from making experiments untroubled and fun, we relished the enormous difficulties both we and our visitors experienced in getting anything like the ‘expected’ results». A la vista de esta evolución, resulta ahora más claro que el objeto de colección, en nuestro caso los instrumentos científicos antiguos, a la luz de la historia de la ciencia, ofrecen una extraordinaria gama de posibilidades pedagógicas como medio de promoción de la cultura científica, como estímulo a la creación de una opinión pública científica crítica y como forma de una comprensión más rica de la complejidad de la ciencia. Nuestra propuesta se fundamenta, por tanto, en el planteamiento metodológico ecléctico mencionado, a partir del recurso a la historia de la ciencia, la técnica y la medicina, entendida como complemento a la didáctica de las ciencias y como medio para situar la ciencia, la técnica y la medicina en el contexto social, histórico o presente, de nuestra cultura a partir del fomento de la crítica y la reflexión. El objetivo deseado consiste así en conseguir que el museo y sus colecciones se conviertan, a la vez, en un ámbito de interés de un público diverso y en un recurso formativo complementario de la educación científica y sanitaria. La aplicación práctica de esta propuesta precisa el establecimiento de un equipo de trabajo, formado por historiadores, profesores-pedagogos y museólogos, así como también de médicos y científicos, dedicado a la producción de los proyectos de investigación histórica y didáctica que darán lugar a las exposiciones.

Primeros resultados A pesar de las dificultades de trabajo que presenta la situación actual del MHMC, hemos dado los primeros pasos en la dirección señalada. Por una parte, se ha realizado un conjunto de actividades con la idea de volver a situar el MHMC en el mapa institucional del país. En este sentido, la creación de una página propia en internet (www.museudelamedicina.org) no sólo supone un paso adelante en el proyecto de rehabilitación definitiva del museo en términos de adquisición de presenQ UARK

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cia pública, sino también la posibilidad de poner al alcance del conjunto de la ciudadanía una información precisa sobre los recursos y las actividades, las colecciones y las iniciativas de nuestra institución. Además, la construcción de este museo virtual, muy pronto también en lenguas castellana e inglesa, pretende constituir un recurso fundamental para los investigadores de la historia de la medicina y de la ciencia contemporáneas, para los profesionales de la historia y de la didáctica de la ciencia y la técnica médicas, para los interesados en el periodismo y la museología científica y para los profesores en general. Cabe mencionar en este sentido, la presentación a través de este medio de los elementos básicos y formativos de propuestas pedagógicas concretas basadas en la capacidad explicativa de los instrumentos científicos antiguos. Por otra parte, desde el pasado año 2004, el MHMC ha emprendido la realización de exposiciones temporales propias en las instalaciones del Colegio de Médicos de Barcelona en el marco de celebración de la Semana de la Ciencia. La primera de estas exposiciones, «Las colecciones del Museo», una pequeña muestra de la cual se puede visitar en internet (www.museudelamedicina.org/exposicions/temporals.htm) y cuyo catálogo completo está a punto de ver la luz, se ha centrado en la necesidad actual de poner de manifiesto la riqueza patrimonial de la institución, así como su enorme capacidad divulgativa. Se ha tratado de una presentación en sociedad que dará paso al nuevo proyecto expositivo en el que trabajamos, basado en el estudio de la sangre a partir de los recursos museísticos disponibles en nuestra institución, anteriormente mencionados. Otro proyecto expositivo en curso de elaboración, en el marco de la semana de la ciencia del año 2005, versará sobre la estrecha relación entre la física y la medicina a finales del siglo XIX, en el contexto de un período dominado por la sensación de estar cerca del «final» de la física. A estos trabajos, debemos añadir la consolidación de dos proyectos de divulgación científica, iniciados en el año 2004, a través de la publicación de artículos en secciones fijas de la revista del Colegio de Médicos de Barcelona y de la revista Jano, utilizando siempre como eje argumental los instrumentos científicos antiguos y las prácticas experimentales asociadas en su contexto histórico. ¶

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