SUSTANTIVAS PRECEDIDAS POR EL: PREDICADOS QUE LAS SELECCIONAN 1

SUSTANTIVAS PRECEDIDAS POR EL: PREDICADOS QUE LAS SELECCIONAN1 Silvia Serrano IUI Ortega y Gasset/Universidad Autónoma de Madrid 1. Introducción El ...
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SUSTANTIVAS PRECEDIDAS POR EL: PREDICADOS QUE LAS SELECCIONAN1

Silvia Serrano IUI Ortega y Gasset/Universidad Autónoma de Madrid

1. Introducción El objeto de estudio de este trabajo son las subordinadas sustantivas precedidas por el, ejemplificadas en (1): (1)

a. Carmen lamenta [el que hayas rechazado el trabajo]. b. Rafa odia [el tener que dar explicaciones].

Aunque estas oraciones se han descrito en los trabajos tradicionales2 y no tradicionales3 sobre la gramática del español, son muy escasas las investigaciones que se han dedicado a ellas.4 Este trabajo contribuye a rellenar ese hueco en la gramática del español. Las sustantivas precedidas por el pueden llevar el verbo tanto en infinitivo (1b), como en forma finita (1a). En este trabajo nos centraremos en estas últimas. En lo que respecta al modo verbal de este tipo de subordinadas, hemos observado que parece necesario que estén en subjuntivo. Así parece indicarlo el contraste entre las oraciones de (2), donde (2a) tiene el verbo subordinado en subjuntivo y resulta gramatical, frente a (2b), que lo lleva en indicativo y es agramatical: (2)

a. Carmen lamenta el que hayas rechazado el trabajo. b. *Carmen descubrió el que habías rechazado el trabajo.

Con respecto a la agramaticalidad de (2b), podría argumentarse que se debe simplemente a que descubrir no puede seleccionar subordinadas con el. Sin embargo, si se intenta formar una oración precedida por el en posición de sujeto con el verbo en indicativo, ésta también resulta agramatical, como se observa en (3): (3)

a. El que Virginia diga/dijera/ haya dicho que… b. *El que Virginia dice/decía/dijo/ ha dicho/había dicho que…

De la misma manera que las cláusulas sustantivas sin determinante, las oraciones que nos ocupan pueden aparecer en varias posiciones sintácticas. En (4) se muestra que pueden aparecer en posición de sujeto (4a) y de objeto (4b): (4)

a. El que Eva no hable del asunto no me parece relevante. b. Carmen lamenta el que hayas rechazado el trabajo.

También pueden ser sujetos de predicaciones secundarias: (5)

No encuentro [relevante el que María no hable del asunto].

Sin embargo, a diferencia de las sustantivas sin determinante, no pueden ser término de preposición, como se muestra en (6) y (7): (6)

a. *El niño está aburrido del que le digan lo que tiene que hacer. b. El niño está aburrido de que le digan lo que tiene que hacer.

(7)

a. *Alberto no se sorprende del que Andrea haya aprobado el examen. b. Alberto no se sorprende de que Andrea haya aprobado el examen.

Aunque la posición más frecuente de estas oraciones es la de sujeto, en este trabajo nos centramos en las sustantivas con el en posición de objeto. De esta manera, pensamos que será más sencillo acometer el objetivo principal del trabajo: establecer qué predicados pueden seleccionar sustantivas precedidas por el y determinar cuál es la propiedad que explica dicho comportamiento. Como se observa en (8), el determinante en las sustantivas precedidas por el en español es opcional y su presencia u omisión no parecen originar un cambio de significado evidente. De esta manera, los hablantes no perciben diferencias de significado entre las oraciones con artículo y sin él: (8)

a. Carmen lamenta [(el) que hayas rechazado el trabajo]. b. Rafa odia [(el) tener que dar explicaciones].

El único determinante que se puede seleccionar es el determinante definido, en la forma de masculino singular. Como muestran los ejemplos de (9), tanto el indefinido como el posesivo y el demostrativo resultan agramaticales en esta construcción: (9)

a. Carmen lamenta *la/*los/*las que hayas rechazado el trabajo. b. Carmen lamenta *un/*tu/*este*/ese/*aquel que hayas rechazado el trabajo.

Cabe señalar que este tipo de oraciones no se encuentra en otras lenguas romances, a excepción del gallego, que parece tolerarlas únicamente en posición de sujeto: (10)

O que Javier crea en pantasmas… (gallego)

(11)

a. *El que en Xavier cregui en fantasmes… (catalán) b. *O que Javier creia em fantasmas… (portugués) c. *Il che Javier creda nei fantasmi… (italiano) d. *Le que Xavier croit/croie au fantomes… (francés) e. *Că-ul Javier crede in fantasm-e… (rumano)

Sin embargo, en otras lenguas como el griego moderno, el noruego o el persa pueden encontrarse oraciones aparentemente paralelas a las sustantivas con el del español, si bien se han observado ciertas diferencias entre estas construcciones y las del español (su distribución es más amplia, no parecen sensibles al modo verbal, en algunos casos, la omisión del artículo provoca la agramaticalidad de la oración, etc.) que no comentaremos aquí: (12)

a. [To El-nom

oti

ehis

filus]

que tener-2sg

simeni

amigos-acus

pola. (griego moderno)

significar-3sg mucho

«El que tengas amigos significa mucho» [Tomado de A. Roussou 1991: 78] b. [In ke gorbeha ir DET que gatos

dust darand] tabi'I ast. (Persa)

leche gustar haber

natural es

«El que a los gatos les guste la leche es natural» [Tomado de A. R. Lofti y P. Öhl (2007)] c. María angret på

det

at

hun hadde kjøpt

boka.5 (noruego)

María lamentó sobre DET que ella había comprado libro-el

«María lamentó el haber comprado el libro»

El trabajo se estructura de la siguiente manera. En primer lugar, se establecerá qué verbos seleccionan sustantivas con el y cuáles no. En segundo lugar, intentaremos determinar cuál es la propiedad responsable de este comportamiento y, para ello, exploraremos cuál es el papel que una noción como la topicalidad puede tener en la construcción que nos ocupa. Por último, se hará una propuesta tentativa acerca de la función que el desempeña.

2. Predicados que pueden seleccionar sustantivas con el La distribución de las sustantivas precedidas por el es bastante reducida, pues éstas no pueden aparecer en cualquier contexto sintáctico-semántico. De hecho, son numerosas las clases verbales que no pueden seleccionar este tipo de cláusulas. Entre ellas se encuentran los verbos asertivos (13a), volitivos (13b), implicativos (13c), semifactivos (13d) y los verbos de duda (13e), entre otros: (13)

a. *Carol dijo el que no había ido a la sierra. (asertivo) b. *Pablo quería el que todos fueran a su casa el sábado. (volitivo) c. *María consiguió el que Javier cambiara de opinión. (implicativo) d. *El niño descubrió el que había un pasadillo secreto en aquella cueva. (semifactivo) e. *Dudo el que haya problemas en la venta de la casa. (de duda)

En la bibliografía6 se ha señalado que sólo los verbos factivos emotivos (lamentar, odiar, detestar, encantar, molestar, agradecer, perdonar…), caracterizados, como es sabido, por presuponer la verdad de su complemento (P. Kiparsky y C. Kiparsky 1970) pueden seleccionar este tipo de oraciones. Sin embargo, en trabajos anteriores (S. Serrano 2007) hemos mostrado que, además de los factivos, existen por lo menos otras tres clases verbales compatibles con este tipo de subordinadas: (14)

a. Implicativos negativos:7 evitar, impedir… b. Verbos que inciden sobre un evento: fomentar, facilitar, dificultar, favorecer, entorpecer, propiciar… c. Verbos que inciden sobre una afirmación previa: cuestionar, poner en tela de juicio, justificar, desmentir, discutir, descartar…

A continuación ofrecemos ejemplos de sustantivas precedidas por el seleccionadas por estos verbos: (15)

a. La desaparecida Junta de Parlamentarios de Cantabria no llegó a un acuerdo para solicitar para esta región un régimen preautonómico, pero sí evitó el que fuera incluida en Castilla. [CREA] b. Al no incrementar la plantilla de Policía Nacional, Carrillo cree que el PP le hace otro flaco favor a Sevilla donde los delitos aumentan por falta de recursos mientras los populares fomentan el que dentro y fuera de la ciudad se crea que ésta es insegura. [CREA] c. La discusión sobre los usos de la recaudación a nivel internacional la aborda Christopher Heady, del área fiscal de la OCDE. Su presentación considera las diversas

opciones elegidas, entre ellas la reducción de las cuotas del Seguro Social, el Impuesto sobre la Renta o el Impuesto al Capital. En este contexto Heady cuestiona el que la experiencia europea haya tenido el esperado «doble dividendo», donde además de beneficios ambientales hay beneficios en el mercado de trabajo o en la inversión. http://www.ine.gob.mx/publicaciones/libros/373/introd.html

Los implicativos negativos y los del tipo de fomentar y de cuestionar no son factivos, ya que no parecen presuponer la verdad de su subordinada. Para mostrarlo, vamos a aplicar las pruebas que tradicionalmente se han utilizado para dirimir si cierto contenido proposicional está presupuesto o no. Se admite que si una proposición está presupuesta, su contenido se mantiene inalterado aunque se cambien la fuerza ilocutiva y la polaridad de la oración. En consecuencia, lamentar es un verbo factivo porque en (16a, b, c) se presupone (16d): (16)

a. Carmen lamenta que hayas rechazado el trabajo. b. ¿Lamenta Carmen que hayas rechazado el trabajo? c. Carmen no lamenta que hayas rechazado el trabajo. d. Has rechazado el trabajo.

No parece que fomentar se comporte de la misma manera que lamentar, ya que en las oraciones de (17) no se da por hecho que la gente crea que Carmen es insegura, pues puede interpretarse tanto que la gente lo cree como que no. De hecho, en (18) comprobamos que (17) es compatible tanto con una continuación que afirma el contenido de la subordinada (18a’, b’) como con una que lo niega (18a’’, b’’). En ninguno de los dos casos se incurre en una contradicción: (17)

a. Carmen fomenta (el) que la gente crea que es insegura. b. Carmen no fomenta (el) que la gente crea que es insegura. c. ¿Fomenta Carmen (el) que la gente crea que es insegura?

(18)

a. Carmen fomenta (el) que la gente crea que es insegura. a’. …y, de esa manera, todo el mundo lo cree. a’’. …pero nadie lo cree. b. Carmen no fomenta (el) que la gente crea que es insegura. b’. …pero todo el mundo lo cree. b’’. …y, de hecho, nadie lo cree.

Cuestionar parece comportarse de manera idéntica a fomentar, pues en las oraciones de (19) tampoco se da por hecho que la hermana de Rafa haya ido a Valencia. De nuevo, vemos que (19) es compatible con una continuación que afirma el contenido de la subordinada (20a’, b’) y con otra que lo niega (20a’’, b’’): (19)

a. Rafa cuestiona (el) que su hermana haya ido a Valencia. b. Rafa no cuestiona (el) que su hermana haya ido a Valencia. c. ¿Cuestiona Rafa (el) que su hermana haya ido a Valencia?

(20)

a. Rafa cuestiona (el) que su hermana haya ido a Valencia. a’. …pero es cierto que ha ido a Valencia. a’’. …y, en realidad, ha ido a Málaga. b. Rafa no cuestiona (el) que su hermana haya ido a Valencia. b’. …y, de hecho, ha ido a Valencia. b’’. …pero en realidad ha ido a Málaga.

El comportamiento de los implicativos negativos es algo distinto al de los verbos del tipo de fomentar y cuestionar, ya que sí parecen dar pie a implicaciones, como se observa en (21):

(21)

a. Pedro evita que sus alumnos falten a clase. a’. Los alumnos faltan. b. Pedro no evita que sus alumnos falten a clase. b’. Los alumnos faltan.

En consecuencia, la negación afecta a las implicaciones que desencadenan estos verbos, a diferencia de la presuposición, que no se ve afectada por ésta, como habíamos observado en (16). Por este motivo, los verbos del tipo de evitar no son factivos, sino implicativos negativos. Además de los ya mencionados, existen otros verbos que seleccionan cláusulas mínimas que también pueden tomar sustantivas con el: considerar una ofensa/una bendición…, encontrar aburrido/extraño…, etc. Sin embargo, parece que estos verbos son asimilables a los factivos, ya que parecen presuponen la verdad de la subordinada. De esta manera, en (22), se da por hecho que Raúl llega tarde a todas las citas: (22)

a. Sandra considera una ofensa (el) que Raúl llegue tarde a todas las citas. b. Sandra no considera una ofensa (el) que Raúl llegue tarde a todas las citas. c. ¿Considera Sandra una ofensa (el) que Raúl llegue tarde a todas las citas?

Una vez que hemos establecido las clases verbales que toman oraciones con el, vamos a ocuparnos de analizar qué propiedades comparten dichas clases verbales. A ello dedicamos el siguiente apartado.

2.1. Propiedades que comparten los predicados que seleccionan sustantivas con el Como es fácilmente observable, los verbos mencionados pueden seleccionar tanto complementos oracionales como complementos nominales. Pues bien, resulta interesante observar el tipo de SSDD que toman estos verbos, ya que hemos notado que los SSDD suelen tener interpretación específica,8 aunque el SD sea indefinido, como se muestra en (23). Esta propiedad ya se había descrito anteriormente para los verbos factivos (Augusto 2003). (23)

a. Ana lamenta una discusión. b. Los TEDAX evitaron una explosión. c. Ese libro fomenta una ideología. d. La policía cuestionó una declaración.

De hecho, estas oraciones se mejoran si se añade un modificador restrictivo al sintagma (adjetivos, oraciones de relativo con el verbo en indicativo, complementos preposicionales). Como es sabido, esto favorece la interpretación específica del sintagma: (24)

a. Ana lamenta una discusión que tuvo con su hermana. b. Los TEDAX evitaron una explosión que había sido anunciada por los terroristas. c. Ese libro fomenta una ideología que raya en el fascismo. d. La policía cuestionó una declaración que había hecho el sospechoso.

En cambio, si intentamos forzar una interpretación inespecífica añadiendo una oración de relativo con el verbo en subjuntivo, se obtiene un resultado agramatical, como mostramos en (25):9 (25)

a. *Ana lamenta una discusión que tuviese con su hermana. b. *Los TEDAX evitaron una explosión que hubiera sido anunciada por los terroristas. c. *Ese libro fomenta una ideología que raye en el fascismo.

d. *La policía cuestionó una declaración que hubiera hecho el sospechoso.

Siguiendo con los tipos de complementos nominales que aceptan los verbos que nos ocupan, cabe mencionar que otra propiedad que los agrupa es que no toleran plurales escuetos, como se observa en (26). De nuevo, esta propiedad se ha descrito para los factivos (I. Bosque 1996, B. Laca 1990, 1996, 1999), pero no para las otras clases. (26)

a. *Ana lamentó discusiones. b. *El TEDAX evitó explosiones. c. ??Esa película fomenta creencias. d. *La policía de Málaga cuestionó declaraciones.

Únicamente en un contexto muy determinado (aquel en el que son varios los elementos que llevan a una lectura habitual de la oración) puede obtenerse una interpretación genérica del plural desnudo con un resultado gramatical, como se observa en (27). En el ejemplo, vemos que tanto el presente como el sujeto genérico inducen la lectura habitual y, por lo tanto, legitiman el plural desnudo: (27)

Los pasteleros hacen pasteles y los TEDAX evitan explosiones.

Hasta aquí hemos visto que los verbos que seleccionan oraciones con el no toman plurales desnudos. Ahora bien, para comprobar que ésta es una propiedad que caracteriza a los verbos que aceptan sustantivas con el y que los separa de los verbos que no las aceptan, debemos ver si estos últimos seleccionan plurales desnudos. Los ejemplos de (28) muestran que, efectivamente, se da la correlación que esperamos: (28)

a. Juan dice tonterías. (Asertivo) b. Pablo quiere resultados. (Volitivo) c. Los partidarios del golpe consiguieron apoyos. (Implicativo) d. En la habitación del hotel, Marcos y María descubrieron cucarachas. (Semifactivo)

En resumen, parece que los verbos factivos (lamentar…), los implicativos negativos (evitar…), los verbos del tipo de fomentar y los del tipo de cuestionar muestran ciertas restricciones en la selección de SSDD, ya que suelen imponer una lectura específica en los SSDD indefinidos y no aceptan fácilmente plurales desnudos. Dichas restricciones no se han observado en otros verbos que no toman sustantivas con el. En consecuencia, las restricciones mencionadas caracterizan a los verbos que seleccionan sustantivas con el. A continuación vamos a ocuparnos de la relación que existe entre los plurales desnudos y la estructura informativa de la oración.

3. Los plurales desnudos y la topicalidad En el apartado anterior, hemos observado que cuando un verbo puede seleccionar una sustantiva con el no puede seleccionar un plural desnudo. En consecuencia, parece que las sustantivas con el y los plurales desnudos están en distribución complementaria, o al menos, los entornos en los que aparecen las oraciones que nos ocupan no son buenos para la aparición de los plurales desnudos. En este apartado vamos a comprobar el alcance de dicha generalización. Como es sabido, los plurales desnudos presentan en español ciertas restricciones en su distribución sintáctica. De hecho, B. Laca (1996, 1999) señala que los plurales desnudos no

pueden aparecer en posición de sujeto ni ser tópicos de predicaciones secundarias. Como se verá a continuación, estos dos entornos sintácticos son, en cambio, especialmente buenos para la aparición de oraciones con el. Observemos (29), ejemplo que tomamos de B. Laca (1999: 910): (29)

a. Encontramos algunas fotografías sumamente interesantes. b. Encontramos fotografías sumamente interesantes.

Como se ve en (29a), la oración es ambigua entre una predicación secundaria («las encontramos interesantes») y un OD complejo («las encontramos»). Sin embargo, en la oración de (29b) sólo se puede obtener la interpretación de OD complejo. Pues bien, los predicados que seleccionan predicaciones secundarias son también compatibles con las sustantivas precedidas por el y la interpretación que se obtiene es, obviamente, la de predicación secundaria, como se muestra en (30): (30)

Encuentro sumamente extraño el que Andrea no se haya presentado a la cita.

Si intentamos utilizar el verbo encontrar en un contexto en el que no pueda haber una predicación secundaria, nos daremos cuenta de que la oración con el resulta agramatical: (31)

*Cuando llegó a su casa, no encontró el que Andrea se hubiera marchado.

Otro entorno sintáctico en el que no son posibles los plurales desnudos en español es la posición de sujeto, como se muestra en (32): (32)

a. *Pájaros son ovíparos. b. *Afectados por ley de costas han decidido crear una asociación.

En cambio, las sustantivas con el ocupan con facilidad dicha posición. De hecho, es la posición en donde más frecuentemente aparecen: (33)

El que Mario se haya mudado de repente es muy llamativo.

En consecuencia, de los datos recién presentados podemos concluir que generalmente los contextos sintácticos que no permiten los plurales desnudos sí permiten, en cambio, las sustantivas con el. Ahora bien, ¿qué tienen en común los sujetos y los sujetos de las predicaciones secundarias? Precisamente lo que comparten es que ambas posiciones se interpretan como tópicos. De hecho, si examinamos otras posiciones que reciben la misma interpretación como, por ejemplo, los constituyentes dislocados de las tematizaciones a la derecha con clítico, observaremos que dichos constituyentes no son plurales desnudos,10 sino SSDD. Además, los SSDD mencionados suelen tener interpretación específica, como se muestra en (34): (34)

a. El imán, Pedro lo ha pegado en la nevera. b. *Imanes, Pedro los ha pegado en la nevera. c. ??Un imán, Pedro lo pegó en la nevera para colgar la lista de la compra. d. ?Un imán bien grande y cantoso, Pedro lo pegó en la nevera para colgar la lista de la lista.

Como se ve, el tipo de SSDD que prototípicamente aparece en posiciones de tópico es el mismo tipo de SSDD que seleccionan los verbos factivos, los implicativos negativos, los del tipo de fomentar y los del tipo de cuestionar. En consecuencia, vamos a proponer que las posiciones de OD de estos verbos se interpretan como tópicos. Como es sabido, el tópico se

corresponde con la parte presupuesta de la oración y, por tanto, es completamente compatible con el contenido semántico de los complementos de los verbos factivos, ya que estos también se presuponen. En el caso de los otros verbos que nos ocupan, aún no tenemos una respuesta definitiva, pero creemos que sus complementos probablemente expresan algún tipo de presuposición, aunque no sea una presuposición de verdad, como ya mostramos más arriba. Lo ilustraremos brevemente con cuestionar: (35)

Rafa cuestiona que su hermana haya ido a Valencia.

En una oración como (35), no se presupone que la hermana de Rafa haya ido a Valencia. En cambio sí parece implicarse que el contenido proposicional de la subordinada es información conocida o asumida, es decir, que alguien ha dicho que la hermana ha ido a Valencia o que eso se cree por algún motivo pero, a diferencia de lo que sucede con los factivos, no se presupone que dicha información sea verdadera. De hecho, se pone en tela de juicio su veracidad. Si nuestra propuesta es acertada, nos queda otra pregunta por responder: ¿qué hace el? En el siguiente apartado ofrecemos una posible respuesta.

4. ¿Qué hace el? Como es sabido, el determinante definido el es un inductor de presuposiciones y en virtud de dicha propiedad, marca la sustantiva como tópico. Si esto es así, esperamos que las sustantivas con el no puedan aparecer en posiciones que se interpretan como foco. Para probar si esto es así, hemos construido varios ejemplos en los que la sustantiva con el se encuentra en la parte focal de la oración y hemos observado que se obtiene un resultado agramatical. Veamos los ejemplos por separado. En primer lugar, hemos probado si las sustantivas precedidas por el son respuestas naturales a las preguntas siguientes: (36)

A: ¿Qué lamenta Carmen? B: #El que hayas rechazado el trabajo. B’: Que hayas rechazado el trabajo.

(37)

A: ¿Qué fomenta/evita María? B: #El que su hermano pinte el cuadro. B’: Que su hermano pinte el cuadro.

Como se ve, resultan agramaticales. En segundo lugar, hemos probado si pueden ser focos contrastivos y hemos observado que no pueden serlo: (38)

a. *EL QUE HAYAS RECHAZADO EL TRABAJO lamenta María (y no que hayas llegado tarde). b. *EL QUE SU HERMANO PINTE EL CUADRO fomenta/evita María (y no que escriba el libro).

Por último, hemos comprobado que también resultan agramaticales en las perífrasis de relativo: (39)

a. *Lo que María lamenta es el que Pedro haya llegado tarde. b. *Lo que María fomenta/evita es el que su hermano pinte cuadros.

Por lo tanto, parece que la distribución de las oraciones con el puede explicarse prestando atención a la estructura informativa de la oración. No obstante, quedan algunas preguntas abiertas para las que lamentablemente aún no tenemos respuesta: ¿por qué en un contexto adecuado las subordinadas que seleccionan ciertos verbos no se pueden marcar con el como información dada? (40)

Que María fuera a una de sus fiestas fue un deseo que Pedro tuvo durante cierto tiempo. Deseaba que fuera para enseñarle que él también sabe ser un buen anfitrión y para que, de una vez por todas, dejara de presumir. Por eso, y por otras muchas chorradas, Pedro deseaba *el que María fuera a una de sus fiestas.

5. Conclusiones En este trabajo hemos determinado qué verbos pueden seleccionar sustantivas con el y cuáles no pueden hacerlo. A diferencia de lo que se había dicho anteriormente en la bibliografía, hemos observado que no sólo los verbos factivos seleccionan oraciones con el, sino los verbos cuya posición de OD se interpreta como tópico. Ello explica las propiedades de selección que presentan estos verbos, a saber, que no pueden seleccionar plurales desnudos y que los SSNN indefinidos se interpretan como específicos. Asimismo, se ha propuesto tentativamente que la aportación de el es marcar la oración como tópico. Ello explica que las sustantivas precedidas por el no puedan ser focos. Sin embargo, se ha notado que la estructura de la información por sí sola parece insuficiente para dar cuenta de este fenómeno de manera completamente satisfactoria. En este sentido, sería interesante estudiar con mayor precisión la relación que existe entre las presuposiciones que desencadena el artículo definido, la información semántica que contienen los tópicos y las presuposiciones o implicaciones que desencadenan los verbos que seleccionan sustantivas con el.

Bibliografía AUGUSTO, M. 2003. Padroe)s de extraça )o em estructuras factivas, tesis doctoral, Universidade Estadual de Campinas. BOSQUE, I. 1996. «¿Por qué determinados sustantivos no son sustantivos determinados. Repaso y balance?», en BOSQUE, I. (ed.), El sustantivo sin determinación, 13-119. Madrid: Visor. BOSQUE, I.; GUTIÉRREZ-REXACH, J. 2009. Fundamentos de sintaxis formal. Madrid: Akal. DELBECQUE, N.; LAMIROY, B. 1999. «La subordinación sustantiva: las subordinadas enunciativas en los complementos verbales», en BOSQUE, I.; DEMONTE, V. (eds.), Gramática descriptiva de la lengua española, 1965-2081. Madrid: Espasa Calpe. DEMONTE , V. [1977] 1982. La subordinación sustantiva. Madrid: Cátedra. EGUREN, L. 1989. «Algunos datos del español a favor de la hipótesis de la frase determinante», Revista argentina de Lingüística 5, 163-203. GILI GAYA, S. 1964. Curso superior de sintaxis española. Barcelona: Bibliograf . KARTTUNEN, L. 1971. The Logic of English Predicate Complement Constructions. Bloomington: Publications of the Indiana University Linguistics Club. KIPARSKY, P.; KIPARSKY, C. 1970. «Fact», en HEIDOLPH, K. E.; BIERWISCH, M. (eds.), Progress in Linguistics, 144-73. La Haya: Mouton. LACA, B. 1990. «Generic objects: some more pieces of the puzzle», Lingua 81:1, 25-46.

LACA, B. 1996. «Acerca de la semántica de los “plurales escuetos” del español», en BOSQUE, I. (ed.), El sustantivo sin determinación. Madrid: Visor. LACA, B. 1999. «Presencia y ausencia de determinante», en BOSQUE, I.; DEMONTE, V. (eds.), Gramática descriptiva de la lengua española, 891-929. Madrid: Espasa Calpe. LEONETTI, M. 1999. «El artículo», en BOSQUE , I.; DEMONTE, V. (eds.), Gramática descriptiva de la lengua española, 787-890. Madrid: Espasa Calpe. ÖHL , T.; LOFTI, A. R. «Nominalised CPs in Persian: a parametric account», en SAFARI, J.; MEGERDOOMIAN, K. (eds.), Proceedings of the 2nd International Conference on Iranian Linguistics, en prensa. Disponible en: http://oehl.gesus-info.de PICALLO, C. 2002. «Abstract agreement and clausal arguments», Syntax 5: 2, 116-47. PLANN, S. 1981. «The two el + infinitive constructions in Spanish», Linguistic Analysis 7: 3, 203-40. RAE. 1973. Esbozo de una nueva gramática de la lengua española. Madrid: Espasa. ROUSSOU, A. 1991. «Nominalized clauses in the syntax of Modern Greek», UCL Working Papers in Linguistics, 3, 77-100. SERRANO, S. 2008. Un caso poco estudiado de la subordinación en español: sustantivas en posición de objeto precedidas por el, trabajo para la obtención del DEA, Universidad Autónoma de Madrid/Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset.

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Agradezco a Olga Fernández Soriano, Manuel Leonetti, Mª Luisa Rivero, Isabel Pérez y a los asistentes al Seminario de Lingüística Teórica y Ciencia Cognitiva sus comentarios y sugerencias. Este trabajo se ha desarrollado bajo la financiación del proyecto de investigación EDU 2008-01268/EDUC del Ministerio de Ciencia e Innovación y de la beca FPU AP2005-1098 del mismo ministerio. 2 Véanse S. Gili Gaya (1964: 287), RAE (1973: 515), M. Seco (1989: 134), entre otros. 3 Véanse L. Eguren (1989), N. Delbecque y B. Lamiroy (1999), M. Leonetti (1999), C. Picallo (2002) e I. Bosque y J. Gutiérrez-Rexach (2009: 616-8). 4 Las únicas que conocemos son V. Demonte ([1977] 1982) y S. Plann (1981). 5 Agradezco este ejemplo a Kristine Bentzen. 6 V. Demonte [1977] 1982, N. Delbecque y B. Lamiroy 1999, M. Leonetti 1999, C. Picallo 2000. 7 Esta denominación se debe a L. Kartunnen (1971). El autor los llama así porque la oración afirmativa desencadena una implicación negativa. Se diferencian de los implicativos en que la oración afirmativa tiene una implicación positiva. 8 La especificidad es un concepto difícil de definir y son varios los tipos de especificidad que se han propuesto. Aquí utilizamos «especificidad» en el sentido de «especificidad epistémica» (el hablante tiene en mente un referente). No obstante, nos damos cuenta de que este punto debe desarrollarse. 9

No obstante, en ciertos contextos, el SN puede recibir una interpretación inespecífica:

(i) Alguna vez en su vida todo el mundo lamenta/evita/favorece/cuestiona una discusión. 10

Podría argumentarse que sí es posible tener plurales desnudos dislocados a la derecha y que, por lo tanto, los plurales desnudos sí pueden aparecer en posiciones que se interpretan como temas. Estamos pensando en construcciones como Tomates, compró Juan ayer. En este caso, sin embargo, estamos ante otro tipo de tópico: los tópicos contrastivos. Decimos que son tópicos contrastivos porque estos tópicos son adecuados en los contextos en los que hay alternativas. En consecuencia, esa oración podría continuarse de la siguiente manera: Tomates, compró Juan ayer, así que no compres. Trae mejor pepinos, que quedan pocos.