Artículo Original Perfil de los Pacientes con Hipertensión Arterial Incluidos en una Cohorte con VIH/SIDA en Pernambuco, Brasil Evanizio Roque de Arruda Júnior1, Heloisa Ramos Lacerda2,3, Líbia Cristina Rocha Vilela Moura2, Maria de Fátima Pessoa Militão de Albuquerque2,4, Demócrito de Barros Miranda Filho2, George Tadeu Nunes Diniz4, Valéria Maria Gonçalves de Albuquerque3, Josefina Cláudia Zirpoli Amaral2, Verônica Soares Monteiro3, Ricardo Alencar de Arraes Ximenes2,3 Universidade Federal da Paraíba1, João Pessoa, PB, Universidade Federal de Pernambuco2, Universidade de Pernambuco3, Instituto Aggeu Magalhães - FIOCRUZ4, Recife, PE - Brasil

Resumen

Fundamento: Hipertensión arterial sistémica (HAS) es factor de riesgo modificable, cuyo control puede reducir enfermedad cardiovascular en los pacientes con virus de la inmunodeficiencia adquirida (VIH). Objetivo: Estimar la prevalencia de HAS y describir las características de los pacientes con HAS y prehipertensión infectados por el VIH/SIDA. Métodos: Estudio seccional alineado a una cohorte de pacientes con VIH/SIDA. Se consideró hipertensión en niveles ≥ 140/90 mmHg el uso de antihipertensivos y prehipertensión en niveles > 120/80 mmHg. Resultados: De los 958 pacientes, 388 (40,5%) eran normotensos, 325 (33,9%) prehipertensos, y 245 (25,6%) hipertensos. De esos 245 pacientes, 172 (70,2%) sabían que eran hipertensos, y 36 (14,8%) presentaban presión arterial controlada. Tuvieron diagnóstico de HAS después del diagnóstico de VIH 62 pacientes (54,4%). Lipodistrofia ocurrió en 95 (46,1%) de los pacientes, sobrepeso/obesidad en 129 (52,7%). Utilización de antirretrovirales ocurrió en 184 (85,9%), 89 (41,6%) con inhibidores de proteasa (IP) y 95 (44,4%) sin IP. Utilizaban antivirales > 24 meses 74,7%. Edad, antecedentes familiares de hipertensión, circunferencia abdominal, índice de masa corporal y triglicéridos fueron mayores entre pacientes hipertensos. Tiempo de infección por el VIH, recuento de linfocitos CD4, carga viral, tiempo y tipo de esquema antirretroviral fueron semejantes en los hipertensos y prehipertensos. Conclusión: La elevada frecuencia de hipertensos no controlados y de riesgos cardiovasculares en los infectados por el VIH señalan la necesidad de medidas preventivas y terapéuticas contra HAS en ese grupo. (Arq Bras Cardiol 2010; 95(5): 640-647) Palabras-clave: Hipertensión / prevención & control, síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), VIH, estilo de vida, factores de riesgo, antihipertensivos.

Introducción Mientras que los pacientes con infección por el VIH/ SIDA experimentan aumento significativo en la sobrevida en virtud del control de la infección por medio de la terapia antirretroviral (TARV) potente1, una frecuencia aumentada de enfermedad cardiovascular de origen aterosclerótico ha sido evidenciada en ese grupo, probablemente a consecuencia de la suma de la infección viral crónica y de los efectos colaterales de los antirretrovirales que resultan en disturbios metabólicos (intolerancia a la glucosa, dislipidemia, lipodistrofia) y en daño endotelial2. De ese modo, la aparición de hipertensión arterial traería un factor más de riesgo para el sistema cardiovascular o, eventualmente, se constituiría, por sí sólo, en una consecuencia del daño vascular determinado por el VIH.

Correspondencia: Evanizio Roque de Arruda Junior • Av. João Maurício, 1229 - Manaíra - 58038-000 - João Pessoa, PB - Brasil E-mail: [email protected] Artículo recibido en 22/04/09; revisado recibido en 26/02/10; aceptado en 28/04/10

Los datos de prevalencia de hipertensión arterial sistémica (HAS) en los pacientes con VIH/SIDA son variables. Aunque algunos autores relaten prevalencias mayores de presión elevada3 y HAS4 en ese grupo, comparadas a la prevalencia de la HAS en individuos sin la infección, otros estudios presentan prevalencia similar de la HAS entre hombres y mujeres con VIH y individuos sin la infección4-6. Otro aspecto que también presenta resultados diversos es el papel de los antirretrovirales en la genésis de la HAS. Aunque algunos autores4,7,8 hayan constatado asociación de la HAS al mayor tiempo de utilización de antirretrovirales y al empleo de esquemas que contengan inhibidores de proteasa, otros estudios5,6,9 no constataron asociación del aparición de HAS a la utilización el empleo de esquema antirretroviral . En el Brasil, esos datos son aun más escasos, con el estudio de Diehl et al2, que fue realizado en Londrina, Paraná, y mostró prevalencia de 32% de hipertensión en pacientes VIH positivos atendidos en ambulatorio; y el trabajo de Magalhães et al10, que mostró prevalencia de 41,4% de hipertensión en individuos con más de 50 años infectados por el VIH.

640

Arruda Junior et al Hipertensión arterial en pacientes con VIH/SIDA

Artículo Original El presente trabajo pretende verificar, diagnosticar y clasificar la HAS en pacientes adultos incluidos en una cohorte de pacientes que viven con VIH/SIDA, así como estimar la prevalencia de factores de riesgo y de características epidemiológicas presentes en los hipertensos.

www.r-project.org). Para el análisis comparativo entre las variables categóricas fue aplicado el test qui-cuadrado, y, cuando fue necesario, el test de Fisher. Para el análisis comparativo de las variables continuas, fue utilizado el test t-student. Los valores de p < 0,05 indican significancia estadística13.

Métodos

Resultados

Se trata de un estudio seccional en andamiento en Recife, Pernambuco, alineado a una cohorte para el estudio de enfermedad cardiovascular y disturbios metabólicos en individuos con VIH/SIDA mayores de 18 años. El estudio fue realizado en el período de junio de 2007 a diciembre de 2008 e incluyó el análisis basal de los primeros 1.000 pacientes incluidos en la cohorte. Los individuos fueron atendidos en los ambulatorios del Hospital Universitario Oswaldo Cruz de la Universidad de Pernambuco y del Hospital Corrêa Picanço, de la Secretaría de Salud del Estado de Pernambuco, seleccionados consecutivamente. Respondieron un cuestionario y tuvieron presión arterial (PA), peso, altura y circunferencia abdominal medidos por técnicos entrenados. Fue llenada una ficha de recolección de datos que contenía informaciones del tiempo de infección por el VIH, tipo de tratamiento antirretroviral, recuentos de linfocitos CD4 y carga viral, obtenidos del historia clínica. Fue recogida muestra de sangre para tests de glucemia, dosajes de colesterol y triglicéridos.

Fueron evaluados, consecutivamente, 1.000 individuos con VIH/SIDA. Hubo pérdida de tres pacientes (0,3%) por estar grávidas y la exclusión de 39 pacientes (3,9%) por poseer apenas una medida de la PA. Así, el universo del presente estudio fue compuesto de 958 sujetos. De ese total, 584 pacientes (61%) eran del sexo masculino y 374 del sexo femenino (39%); 50% tenían hasta 40 años, y la otra mitad, más de 40 años de edad. La media de edad de los individuos de la cohorte fue de 39,58 + 10,03 años.

Para la medida de la PA, fue utilizado estetoscopio marca BD y esfigmomanómetro de columna de mercurio marca Missouri, debidamente calibrado por el INMETRO (Instituto Nacional de Metrología, Normalización y Calidad Industrial). El diagnóstico de HAS fue confirmado en una segunda visita, realizada con intervalo de hasta dos meses. En ambas visitas, fueron realizadas dos medidas de la presión arterial en uno de los miembros superiores, utilizándose, al final, las medias de las presiones sistólicas y diastólicas. La clasificación de la HAS fue realizada de acuerdo con la clasificación del Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation and Treatment of High Blood Pressure (JNC 7),11 que considera cuatro niveles, en mmHg: normal (PA sistólica < 120 y PA diastólica < 80); prehipertensión (PA sistólica entre 120-139 o PA diastólica entre 80-89); hipertensión nivel 1 (PA sistólica entre 140-159 o PA diastólica entre 90-99) y hipertensión nivel 2 (PA sistólica ³ 160 o PA diastólica ³ 100)11.

Del total de hipertensos, 156 (63,7%) eran hombres; 145 (59,2%), pardos; 63 (25,7%), blancos; y 28 (11,4%), negros; 174 (71,0%) tenían historia familiar de HAS. El tabaquismo ocurrió en 56 (23,1%), consumo diario de frutas en 139 (57,7%) y de verduras en 171 (71,2%) (Tabla 1).

El cálculo del índice de masa corporal (IMC) fue realizado de acuerdo con la fórmula IMC = [peso (kg)] / [altura (m)2]. Actividad física regular fue definida como la práctica de ejercicios físicos laborales o lúdicos, calculado por el equivalente metabólico en la última semana de la entrevista, de acuerdo con el Cuestionario Internacional de Actividad Física (IPAQ) 12. Se consideró tabaquista todo individuo que declaró ser fumante en el momento de la entrevista, independientemente de la cantidad de cigarrillos. El consumo de bebida alcohólica fue clasificado de acuerdo con el cuestionario estandarizado para ese fin. El presente estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación de la Universidad de Pernambuco. El análisis estadístico de los datos fue hecho con el software de estadística “R” (The R Project for Statistical Computing:

641

Arq Bras Cardiol 2010; 95(5): 640-647

La Figura 1 presenta la distribución de los entrevistados de acuerdo con la clasificación de los niveles de PA y las categorías de hipertensión. Entre los evaluados, 388 (40,5%) presentaron presión arterial dentro de la franja normal; 325 (33,9%) fueron considerados prehipertensos; y 245 (25,6%), hipertensos. Ciento setenta y dos pacientes (70,2%) sabían que eran portadores de hipertensión, y 95 de ellos (38,8%) hacían uso continuo de medicación antihipertensiva. Apenas 36 (20,9%), que sabían que eran hipertensos, estaban con los niveles de tensión controlados.

Lipodistrofia estaba presente en 95 pacientes (46,1%); sobrepeso, en 95 (38,8%); y obesidad, en 34 (13,9%). La circunferencia abdominal estaba aumentada, según los criterios del NCEP-ATP III, en 72 (29,5%) y, según los criterios del IDF, en 126 (51,6%). La Tabla 2 muestra que, en relación a la dislipidemia, el colesterol total > 200 mg% ocurrió en 43 (30,9%), la fracción LDL-colesterol ≥ 130 mg% en 24 (22,0%), HDL-colesterol < 40 mg% en 75 (52,1%), triglicéridos ≥ 150 mg% en 84 (60,0%) y glucemia > 110mg/dL en diez pacientes (7,1%). La carga viral estaba indetectable o < 10.000 copias en 54 (80,6%), y los niveles de linfocitos CD4 estaban > 350 cel/mm3 en 80 (63,5%). Se utilizaron antirretrovirales en 184 pacientes (85,9%) e inhibidores de proteasa (IP) en 89 (41,6%). Sin embargo, no se hizo uso de IP en 95 pacientes (44,4%). Cerca de 127 pacientes (74,7%) utilizaban TARV por más de 24 meses (Tabla 3). La comparación entre los hipertensos y prehipertensos mostró semejanza en la mayoría de los factores de riesgo, excepto en la edad, antecedentes familiares de hipertensión, circunferencia abdominal, IMC y dosaje de los triglicéridos, que fueron mayores en los hipertensos que en los prehipertensos. La actividad física fue más intensa en los prehipertensos (Figura 2 y Tablas 1, 2 y 3). Los parámetros relacionados a la infección por el VIH y al tratamiento, tales como la carga viral, el recuento de linfocitos CD4, la utilización de antirretrovirales, el tipo de esquema antirretroviral y la

Arruda Junior et al Hipertensión arterial en pacientes con VIH/SIDA

Artículo Original

1.000 pacientes de la cohorte HIV/SIDA - PE

3 gestantes 39 presentaron sólo una medición de la PA

Prehipertensos Nivel 1 (137 - 65,5%) Nivel 2 (72 - 34,4%) Uso de medicación (36)

Figura 1 - Distribución de los pacientes con VIH/SIDA de acuerdo con la clasificación de los niveles de presión arterial según el JNC 7.

duración de su utilización, no difirieron entre los hipertensos y los prehipertensos (Tabla 3).

Discusión El presente estudio incluyó 958 individuos infectados por el VIH, en la mayoría pacientes con diagnóstico previo de SIDA y uso de TARV hace más de 24 meses, y reveló una prevalencia de 25,6% de hipertensión y de 33,9% de prehipertensión. A pesar de que la mayoría de los pacientes incluidos en el estudio ya habían desarrollo SIDA, la media de linfocitos CD4 fue de 470 células, y 80,6% de los pacientes presentaban carga viral indetectable o baja, datos que sugieren fuertemente el uso efectivo de la TARV. Al contrario, en relación a la hipertensión, apenas 14,7% de los hipertensos estaban con la HAS controlada. La más nueva edición del JNC 711 clasificó la presión arterial en normal, prehipertensión, hipertensión nivel 1 y hipertensión nivel 2. La nueva estratificación en “prehipertensión” es un alerta a los médicos y pacientes, pues se constató que la morbilidad y la mortalidad cardiovasculares se inician con esos valores o hasta aun con valores menores11. En nuestra cohorte, una gran parte de los individuos viviendo con el VIH/SIDA, o sea, 325 (33,9%), presentó niveles presóricos dentro de la franja de prehipertensión, lo que señala la importancia de la orientación sobre hábitos de vida saludables en esa población. En cuanto a la prevalencia de la HAS, dos estudios importantes fueron realizados en el Brasil para evaluar la

prevalencia de la HAS en la población en general. El primero trata de la compilación de estudios sobre prevalencia de hipertensión en diferentes sexos y franjas etáreas en diversas regiones del Brasil, realizados entre 1993 y 200414. El segundo, denominado “Corações do Brasil” y realizado por la Sociedade Brasileira de Cardiologia, evaluó prospectivamente 2.550 individuos, de diferentes franjas etáreas, en varias ciudades del Brasil a partir de 200515. En esos dos estudios, se verificó una prevalencia general de hipertensión en cerca de 28,5%, siendo más alta en el Nordeste, onde alcanzó 31,8%. Se puede, así, concluir que la prevalencia de la HAS en los pacientes con VIH/SIDA que contabilizaron 25,6% en ese estudio no fue diferente de aquella constatada en la población brasileña. En un estudio italiano que comprendió 287 pacientes VIH positivos, en uso de TARV, se verificó una prevalencia de 34,2% contra 11,9% en los pacientes del grupo-control (P < 0,0001)9. En el Estudio Data Collection on Adverse Events of Anti-VIH Drugs (DAD, 2005), importante cohorte internacional, se concluyó que la PA elevada en individuos infectados por el VIH está asociada a factores de riesgo tradicionales para hipertensión9. No hubo evidencias de un riesgo asociado a ninguna de las clase de drogas antirretrovirales9, aunque el uso de NNRTI esté “tradicionalmente” asociado a un bajo riesgo de desarrollo de hipertensión. En el estudio africano (Women’s Interagency VIH Study, 2007) 6, realizado en una cohorte compuesta apenas de mujeres VIH positivas, la prevalencia de hipertensión fue similar entre las 1.266 mujeres VIH positivas y 368 VIH negativas (26 versus 28%,

Arq Bras Cardiol 2010; 95(5): 640-647

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Arruda Junior et al Hipertensión arterial en pacientes con VIH/SIDA

Artículo Original Tabla 1 - Características biológicas, escolaridad, hábitos y antecedentes de los pacientes con VIH/SIDA hipertensos y prehipertensos Variables

Hipertenso

Pre-Hipertenso

Valor de p

n

(%)

n

(%)

156/245

63,7

215/325

66,1

0,5987

Pardo

145/245

59,2

170/325

52,3

0,5882

Branco

63/245

25,7

98/325

30,1

Negro

28/245

11,4

43/325

13,2

Otros

9/245

3,7

14/325

4,4

1 la 9

103/199

51,8

143/286

50,0

10 la 12

68/199

34,2

104/286

36,4

13 la 19

28/199

14,0

39/286

13,6

Verduras

171/240

71,2

232/318

73,0

0,7028

Frutas

139/241

57,7

203/318

63,8

0,1609

Abstemio/leve

201/228

88,2

259/304

85,2

0,3706

Pesado/dependiente

27/228

11,8

45/304

14,8

Alta

71/245

29,0

128/325

39,4

Moderada

45/245

18,3

29/325

8,9

Baja

129/245

52,7

168/325

51,7

Fumante

56/242

23,1

77/316

24,4

Ex-fumante

77/242

31,8

91/316

28,8

No fumante

109/242

45,0

148/316

46,8

Cocaína (uso previo el actual)

17/244

7,0

30/322

9,3

0,8253

Crack (uso previo el actual)

11/244

4,0

18/324

5,5

0,8555

Medicación para presión alta (Sí)

59/110

53,6

18/80

22,5

200)

43/139

30,9

45/187

24,1

0,2091

HDL-colesterol (mg/dl) (< 40)

75/144

52,1

103/189

54,5

0,7440

LDL-colesterol (mg/dl) (> 130)

24/109

22,0

18/130

13,8

0,1381

< 150

56/140

40,0

106/196

54,9

0,0112

150 a 500

76/140

54,3

83/196

43,0

> 500

8/140

5,7

5/196

2,1

American Diabetes Association (< 126)

4/140

2,9

3/194

1,6

0,4585

ATP III (< 110)

10/140

7,1

6/194

3,1

0,1184

Lipodistrofia (auto-referida) Circunferencia abdominal

Índice de Masa Corporal (kg/m2)

Triglicéridos (mg/dL)

Glucemia (mg/dL)

* NCEP-ATPIII - cintura aumentada > 88cm para mujeres y > 102cm para hombres; ** IDF - cintura aumentada > 80cm para mujeres y > 90cm para hombres;χ2 Test quicuadrado.

uso de esquemas conteniendo IP en los hipertensos fue de 41,6%, y de esquemas sin IP fue de 44,4%. En cuanto al tipo de esquemas ARV (conteniendo IP el ITRNN) envueltos en la génesis de la HAS, a pesar de la proporción del uso de IP haber sido mayor entre los hipertensos que en la población general de infectados, el diseño de estudio utilizado no permite conclusiones sobre el tema. Se observa también que la utilización de esquemas antivirales de los más variados, o sea, simples o complejos, no impide la adherencia a los antirretrovirales, mientras que el tratamiento de la hipertensión, en general, despierta menos interés por parte del paciente y aun del médico asistente, reflejándose en apenas 14,7% de pacientes con la HAS controlada. Se trata de una enfermedad generalmente oligo/asintomática que, por la elevada prevalencia en la población, ciertamente desencadena menores recelos y fantasías de muerte que las generadas por el VIH. Varios factores de estilo de vida deben influenciar directamente los niveles presóricos, tanto en una dimensión individual cuanto poblacional. De esos, los factores de estilo de vida más importantes son grasa corporal en exceso (sobrepeso/ obesidad), consumo de alcohol, actividad física insuficiente, tabaquismo, estrés y una variedad de componentes de la dieta17, como inadecuado consumo de frutas y verduras18. Sabiéndose que el tabaquismo es un factor de riesgo ya definido para hipertensión, observando la Tabla 1, se nota

una prevalencia de tabaquismo de 23,1% en la casuística, próxima de valores encontrados por otro estudio en la población brasileña14. Un estudio en individuos con VIH/SIDA y portadores de angina de pecho19 detectó prevalencia total de fumantes de 24% en Pernambuco, mientras que Pupulin et al20 verificaron una tasa de 35% en Paraná. La elevada prevalencia de exceso de peso (sobrepeso/ obesidad) (52,7%) en esa población de hipertensos con VIH/SIDA está de acuerdo con los preocupantes índices de sobrepeso presentados en la literatura, que demostró una prevalencia de 53,7-58% de individuos con IMC encima de 25 en diferentes poblaciones21,22. Entre trabajadores brasileños, se verificó una prevalencia elevada de exceso de peso de, aproximadamente, 46% y de HAS de, aproximadamente, 30%, principalmente en el sexo masculino23. De acuerdo con las directrices del JNC 711, es recomendado realizar, por lo menos, treinta minutos de actividad física la mayoría de los días de la semana. En nuestra casuística de 245 hipertensos, 129 de los entrevistados (52, 6%) refieren no realizar ejercicios físicos (inactivos/poco activos), y apenas 106 del total (47,4%) practican actividad física regular (alta/moderada). Otros autores también encontraron altas prevalencias de sedentarismo en nuestro medio, variando de 31,8% para adultos y 58,0% para añosos en la población en general24. Se observó diferencia significativa en la práctica de actividad física entre los hipertensos y prehipertensos en

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Arruda Junior et al Hipertensión arterial en pacientes con VIH/SIDA

Artículo Original Tabla 3 - Tiempo de infección, antecedente de inmunodeficiencia, tipo y tiempo de tratamiento antirretroviral, valores de linfocitos CD4 y carga viral actual de los pacientes con VIH/SIDA hipertensos o prehipertensos Hipertenso

Variables

Prehipertenso

Valor de p

n

%

n

%

19/153

12,4

24/200

12,0

12 a 24 meses

16/153

10,5

25/200

12,5

> 24 meses

118/153

77,1

151/200

75,5

SIDA (Sí)

182/221

82,3

257/295

87,1

0,1363

Uso antirretrovirales (Sí)

184/214

85,9

252/289

87,2

0,1774

< 12 meses

22/170

12,9

39/230

17,0

0,4409

12 a 24 meses

21/170

12,3

32/230

13,9

> 24 meses

127/170

74,7

159/230

69,1

Sin ARV

30/214

14,0

32/292

11,0

Con uso de IP

89/214

41,6

132/292

45,2

Sin uso de IP

95/214

44,4

128/292

43,8

126

467,9±242,5

168

436,6±229,3

0,2870

≤ 200

16/126

12,7

24/168

14,3

0,8012

201 a 350

30/126

23,8

35/168

20,8

> 350

80/126

63,5

109/168

64,9

até 10.000

54/67

80,6

72

83,7

10.000 a 100.000

8/67

11,9

9

10,5

> 100.000

5/67

7,5

5

5,8

Tiempo de diagnóstico de la infección por el VIH < 12 meses

0,8379

Tiempo de tratamiento antirretroviral

Esquema antirretroviral actual

Media CD4 células/mm3 (média ± DP) Linfocitos CD4 (actual) células/mm

0,5163

3

Carga viral (actual) cópias/ml 0,8531

IITRN - Inhibidores de la Transcriptasa Reversa Análogos de Nucleosídos; ITRNN - Inhibidores de la Transcriptasa Reversa No Análogos de Nucleosídos; IP - Inhibidores de Proteasa; IP/r - Inhibidores de Proteasa asociados al Ritonavir; χ2 test qui-cuadrado.

el presente estudio, señalando que la actividad física podría estar protegiendo, también en esa población, de la aparición de niveles presóricos más elevados. En el presente trabajo, el consumo de bebidas alcohólicas considerado pesado/dependiente fue referido por 27 de los pacientes hipertensos (11,8%) y 45 de los prehipertensos (14,8%), sin diferencia entre los grupos. El uso excesivo de bebidas alcohólicas está asociado a la HAS, y la restricción de la ingesta alcohólica puede disminuir la presión arterial25,26, lo que es una modificación del estilo de vida recomendada por el JNC 711. Cuanto al momento del diagnóstico de la hipertensión, más de la mitad (54,4%) la descubrió después del diagnóstico del VIH, y muchos (29,8%) no sabían que tenían ese diagnóstico hasta la realización del presente estudio. Además de eso, apenas 21% de los pacientes que sabían ser hipertensos tenían los niveles presóricos adecuadamente controlados. Esos hallazgos parecen indicar que los pacientes no fueron avisados por los médicos infectólogos de la presencia de la hipertensión

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Arq Bras Cardiol 2010; 95(5): 640-647

o que ambos no tomaron conocimiento del diagnóstico de HAS, a consecuencia de la “dictadura virológica”, o sea, todas las preocupaciones están volcadas al control del VIH. O, al contrario, la utilización prolongada de los antirretrovirales podría haber sido el factor determinante de la aparición de la hipertensión, aspecto que parece poco probable delante de los datos aquí presentados.

Conclusión Finalizando, la evaluación de una población con VIH/SIDA por medio de la nueva clasificación internacional del JNC 7 reveló prevalencia de prehipertensión e hipertensión arterial en más de la mitad de la población. Cabe alertar al clínico que atiende al portador del VIH/SIDA que éste no es solamente un individuo infectado por un virus potencialmente fatal, sino un paciente que, a pesar del beneficio de las nuevas terapias antirretrovirales, podrá tener el pronóstico perjudicado por comorbilidades, como la hipertensión arterial.

Arruda Junior et al Hipertensión arterial en pacientes con VIH/SIDA

Edad (Años)

Artículo Original

Prehipertenso

Figura 2 - Distribución por la media de edad de los pacientes hipertensos y prehipertensos con VIH/SIDA incluidos en una cohorte.

Potencial Conflicto de Intereses

de DST/SIDA – Ministerio de Salud.

Declaro no haber conflicto de intereses pertinentes. Vinculación Académica Fuentes de Financiamiento El presente estudio fue financiado por el Programa Nacional

Este artículo es parte de tesis de Doctorado de Evanízio Roque de Arruda Júnior por la Universidad Federal de Pernambuco.

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