SAN MIGUEL DE LOS REYES Pasado y presente Herreras Sala, Susana 3º B Grado Historia del Arte

DEPARTAMENT D´HISTORIA DE L´ART, UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

SAN MIGUEL DE LOS REYES: INTRODUCCIÓN

La Valencia del siglo XV se vió inmersa en la renovación estilística que caracterizó a este periodo. Buen ejemplo de ello fue el Monasterio de San Miguel de los Reyes, una de las más importantes y ambiciosas empresas de las iniciadas en el siglo XVI. Mercedes Gómez-Ferrer afirma: “ La magnitud del proyecto concebido inicialmente no pudo llevarse a cabo ya que sufrió numerosas vicisitudes que fueron retrasando su total ejecución, lo que dilató la ejecución casi dos siglos, permaneciendo además inacabada. […]. Con el tiempo, el proyecto inicial se vería modificado, mutilando algunos de sus aspectos pero engrandeciendo otros, dando como resultado uno de los complejos más interesantes desde el punto de vista arquitectónico, con la participación en sucesivas fases de maestros destacados que experimentaron nuevas técnicas y soluciones formales.”1 La construcción del monasterio sufrió todo tipo de vicisitudes y contratiempos, su ejecución no fue, ni mucho menos, una tarea fácil. Padeció todo tipo de litigios hasta mostrar su buena arquitectura. Del monasterio, Ponz, en su “ Viage de España” en la carta nona, tomo cuarto asegura: “ […], y entre este lugar, y la Ciudad está el Monasterio de Padres Gerónimos, llamado S. Miguel de los Reyes, en donde es menester detenernos. La fábrica de este monasterio es de las mas acreditadas que hay en el Reyno de valencia, y se puede poner entre las buenas de España.” 2 En la actualidad, la importancia a nivel arquitectónico y artístico de San Miguel de los Reyes es un hecho indiscutible. Su restauración y rehabilitación como sede de la Bibliotéca valenciana ha dejado testimonio de numerosos periodos históricos. 1

GÓMEZ-FERRER, MERCEDES . Monumentos de la Comunidad Valenciana. Catálogo de monumentos y conjuntos declarados e incoados : arquitectura religiosa. Tomo X. Valencia 1981. Pág 191 2

PONZ, ANTONIO. Viage de España, en que se da noticia de las cosas más apreciables y dignas de saberse, que hay en ella. Toma tercero, Por la Viuda de Ibarra, Hijos y Compañía. Madrid MDCCLXXXIX. Páp 241-242

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ORIGEN Y EVOLUCIÓN El origen de San Miguel de los reyes está unido a los duques de Calabria, don. Fernando de Aragón y su esposa Doña Germana de Foix. El deseo de la Virreyna, era la fundación de un monasterio de la regla jerónima, para sepultura de sus restos, ya que la dama era muy inclinada a la orden jerónima El lugar elegido fue el monasterio de San Bernardo de la Huerta, ubicado en la alquería de Rascaña, regido por la regla del Císter e hijo de la abadía de la Valldigna. La orden del Císter, nace en la Borgoña en un lugar llamado Citeaux en 1098. Seguidora de la regla benedictina, surge de la oposición a la opulencia de Cluny y como una renovación espiritual y un deseo de vuelta al purismo. Es el siglo XII, con San Bernardo de Claraval, cuando la orden comienza su imparable desarrollo. Eran los nuevos seguidores de un Cristo pobre y laborioso, predicando la austeridad y la sobriedad. Previa bula del papa Gregório X , la abadía de la Valldigna consigue establecer un priorato en la ermita de San Bernardo ubicada en la alquería de Rascañaya cuyo prior iba a depender a perpetuidad del abad de la Valldigna. En 1374, el priorato ya comprendía tierras, pastos, aguas, molino, carnicería y todas las dependencias para la vida monacal. El abad de la Valldigna, fray Andreu Saranyó ,aportó los recursos humanos y financieros para convertir el priorato en monasterio en 1383 con licencia papal y confirmación de Pedro IV. Tras más de una centuria de gran esplendor, en los principios del siglo XVI su estado era caótico. Este fue el lugar elegido por Doña Germana para ubicar el monasterio jerónimo que deseaba. La orden de San Jerónimo fue fundada por grupos eremitas que deseaban imitar la vida de San Jerónimo. Fue aprobada en Aviñon por el papa Gregorio XI. Es una orden exclusivamente hispánica, ya que solo se implantó en España y Portugal. Los jerónimos se apartan del mundo para rezar por su salvación manteniendo la tradición monástica medieval. Están dedicados principalmente a la liturgia, la contemplación y la hospitalidad. Su homogeneidad geográfica propicio una estrecha vinculación con la monarquía y nobleza sobre todo castellana. El lugar era muy apropiado para los monarcas, en la huerta valenciana, cercano a el camino real de Murviedro y muy cercano al Palacio Real donde residían los duques. Cuando tomaron posesión los monjes blancos el monasterio contaba con un claustro, iglesia abovedada, refectorio, dormitorios y hospedería todo ello en avanzado estado de deterioro. Doña Germana muere en 1536, sin ver cumplidos sus deseos y reiterando en su testamento su voluntad de ser entrada en San Bernardo. Traver afirma que una de las clausulas de las últimas voluntades de la virreyna fue la siguiente: “ La reina pide ser enterrada sin pompa alguna en el Monasterio de San Bernardo, que entiende y desea que sea de jerónimos, en el mismo lugar en donde ahora estaban los cistercienses de San Bernardo, proyecto que había sido tomado junatamente jun al Duque, que había de ser su fundador”3 3

ROCA TRAVER, FRANCISCO A. El Monasterio de San Miguel de los Reyes. Ajuntament de Valencia. Valencia 2000. Pág 70

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Para este fin, la vireina , legaba sus bienes, joyas y una renta sobre la ciudad de Valencia de 1.000 ducados anuales. Como testamentarios nombró a Don Fernando y a su confesor fray Juan Benito. Un año después de la muerte de Doña Germana, los testamentarios solicitaron la aprobación real y la de la orden jerónima. Don Fernando como cofundador y con el mismo deseo de su esposa de ser enterrado en el monasterio, asumió el proyecto como propio e inició los trámites para instalar a la orden jerónima en el monasterio de San Bernat. Con la bula del Papa Pablo III, se suprime la orden del cister en San Bernat y e instauró en su lugar a la orden de jerónima. Por deseo del Duque y Doña Germana se cambió la advocación del monasterio tomando la titularidad San Miguel .El edificio inició sus nuevos cometidos bajo el nombre de San Miguel de los Reyes. Estos cambios no fueron un capricho y su carga simbólica es evidente. Amén del interés religioso que Doña Germana sentía por esta orden, su elección se debió más a su afán por resaltar sus vínculos con la dinastía aragonesa, como última esposa del rey de Aragón, dado el afecto que el monarca sintió por esta orden. En cuanto al cambio de advocación, ambos monarcas sintieron gran devoción por el santo pero no fue la única razón. Además Don Fernando como príncipe del reino de Nápoles era maestre de la orden de caballería de San Miguel, por tanto, la fiesta de este santo era celebrada con gran solemnidad en la corte virreinal. La denominación “ de los Reyes” se explica por su fin de panteón real, y no por la ya descartada teoría de la ascendencia de la madre de Don Fernando del rey Baltasar, pero sí queda patente la intención de fijar los orígenes reales de ambos. Se observa una continuidad en la utilidad del lugar , pero con una nueva forma de espiritualidad, la jerónima, y un nuevo uso, el de panteón real que dejaría constancia de su regia ascendencia.

Tras realizar las obras necesarias para acoger a los nuevos religiosos, en 1546 la orden jerónima toma posesión del monasterio. Varios pleitos e intrigas tubo que sortear el duque para acometer el proyecto del nuevo edificio que alojara un monasterio, un panteón familiar, y una escuela de arte y teología en torno a su famosa biblioteca. El proyecto fue encargado a Alonso de Covarrubias, arquitecto del Rey y maestro de obras de la casa central jerónima de San Bartolome de Lupiana.

Covarrubias, estudia el edificio antiguo, valora todo lo que puede aprovecharse del mismo e inicia la reforma , desgraciadamente las trazas del maestro no se conservan, pero contemplaban la reforma y ampliación de la iglesia cisterciense, la construcción de un nuevo claustro al sur y el mantenimiento del antiguo claustro cisterciense al norte. El deseo de conservación de ciertas partes del antiguo monasterio podría responder al incipiente gusto por la selección y conservación que se desarrolla en el Renacimiento. En sus capitulaciones muestran un intento de maridaje entre lo viejo y lo nuevo. Arciniega expone:

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“ Las capitulaciones de Covarrubias presentan una armonía entre la introducción de un lenguaje de rica ornamentación y criterios de pleno Renacimiento, sobre todo en lo que a conceptos de simetría y ordenación albertiana se refiere, por un lado, y las obras preexistentes y algunas tradiciones constructivas locales, por otro. “4 Las obras quedaron a cargo de Juan de Vidanya, arquitecto del Duque de Calabria, hasta la primera paralización de las obras en 1550 en que muere Don Fernando. El duque legó al monasterio 12.000 ducados de renta, numerosas propiedades y su biblioteca. El palacio del Real fue saqueado en la misma noche de la muerte del cofundador , siendo robados sus tesoros y hasta títulos de propiedad, dejando a la orden jerónima en una difícil situación. Los monjes blancos tuvieron que padecer constantes reclamaciones de los bernardos de la Vallldigna sobre la posesión del monasterio y litigios de los antiguos propietarios de las propiedades del duque lo que provocó la paralización de las obras durante veinte años. En 1571 una vez consolidado el legado ducal. Los jerónimos pudieron acometer la obra del claustro sur, aunque con ciertos cambios en la traza de Covarrubias. El maestro que se hizo cargo de las obras fue Jerónimo Labal que llevó a cabo su trabajo, sobre todo, en el lado este del claustro. 1578 Fue un periodo de notables indecisiones en el que participaron numerosos maestros sin que se condujera el proyecto de una forma unitaria. Participaron en el proyecto Miguel Salvador, Pedro Moliner, Joan Vergara y Batiste Abril. Hacia 1580 se decide modificar definitivamente la traza del claustro de Covarrubias adoptando la traza basada en el claustro de los Evangelistas del Escorial. Según Gómez-Ferrer: “ Con esta decisión se abandona definitivamente el proyecto de Covarrubias, para pasar a adoptar un plan que responde a los nuevos postulados clasicistas en los que imperan las líneas arquitectónicas básicas y la desnudez decorativa” 5 Las obras quedaron a cargo de Juan Ambuesa, uno de los principales maestros canteros de Valencia en la segunda mitad del siglo XVI y Joan Batista Abril que dominaba las técnicas de mármol, estuco y albañilería. El fallecimiento de Ambuesa en 1590, produjo cierta ralentización en las obras hasta la llegada en 1590 de Juan de Cambra que finalizó diferentes zonas ya iniciadas. Hacia 1607 las obras del calustro sur estaban finalizadas, gracias a los libros de las actas capitulares se puede conocer la función inicial de estas estancias, no obstante Camps afima: “ Algunas de ellas no llegaron nunca dicha función y otras cambiaron sus uso a lo largo del tiempo, en alguna ocasión más de una vez, probablemente como consecuencia de una mala distribución inicial.”6

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ARCINIEGA GRACÍA, LUIS, (2001). Pág 121

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GÓMEZ- FERRER, MERCEDES (1981). Pág. 193-194

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CAMPS, CONCHA (2000). Pág 177

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Hacia 1622, el monasterio estaba atravesando un periodo de escasez económica que se resuelve con el cobro de 71.000 libras que se daban por perdidas del legado De Germana de Foix. Es el momento oportuno de acometer las obras de la iglesia. En 1623 comenzaron las obras sobre el antiguo templo cisterciense del que se reaprovecharon los muros laterales y contrafuertes. La obra se inició bajo la traza de Cambra siendo dirigida por Pedro de Ambuesa, hijo de Juan Ambuesa e hijastro de Juan de Cambra. Según Arciniega: “ Pedro Ambuesa, que fue el encargado de su realización, en principio pudo contemplar la directrices de su predecesor, pero después introdujo un giro que básicamente huía de la simplicidad de portadas y ventanas, mediante algunas variaciones que afectaban a aspectos formales.”7 Hacia 1630 lo esencial de la obra de la iglesia estaba finalizado, dejando paso a los trabajos de acabado de interior del templo. Mateo Gómez y López- Yarto afirman: “ Entre los años 1639-1694 se continua engalanando al monasterio con piezas suntuarias. No parece que haya problemas económicos.”8 El nuevo templo de grandes dimensiones, quedó configurado como una iglesia de cruz latina con capillas comunicadas entre si entre contrafuertes, cúpula en la intersección de los brazos del crucero y coro alto a los pies. En 1641, Martín Orinda resuelve el problema del remate del cimborrio. En 1699 se trabaja en las torres y en la talla y colocación de las imágenes de la puerta de José Capuz. Entre 1732 y 1788 se desarrollaron las obras del retablo, del presbiterio y de los retablos de las capillas laterales llegando la paralización de la obra por escasez de recursos económicos. Comenzó un periodo estéril en que solo se realizaron trabajos de blanqueo de paredes y pequeñas reparaciones, asi como, el cambio de ubicación de diversas dependencias, por tanto el cambio de utilidad de estas estancias. Las tropas francesas atacan y ocupan el monasterio robando parte de la biblioteca del Duque de Calabria en 1811. El monasterio quedaría seriamente dañado. En 1820, La desamortización alcanza de lleno a San Miguel de los Reyes, siendo vendidas gran parte de sus bienes, en 1835 el decreto de exclaustración obliga a los religiosos a abandonar el monasterio lo que supuso la desaparición de la orden. Los cuadros y obras de arte pasaron al Museo de Bellas Artes de Valencia y buena parte de la biblioteca del Duque se acomodaron en la Biblioteca Universitaria.. El edificio inició un periodo de decadencia, abandono y lleno de vicisitudes. El edificio se encuentra en las afueras de la ciudad, desposeído de su esplendor y su regio significado. La sociedad de aquel periodo concedió ningún valor a la obra de Covarrubias. En 1843 estuvo a punto de venderse a un particular, Juan Antonio Cantero, cuya intención era demolerlo para 7

ARCINIEGA GARCÍA, LUIS. ( 2001). Pág 169

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MATEO GÓMEZ, ISABEL; LÓPEZ YARTO, AMELIA. El monasterio de San Miguel de los Reyes : Nuevos datos sobre la construcción, ornamentación bienhechores y desamortización. AEA,nº 277, 1997. Pág10

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utilizar sus materiales. La Academia de Bellas Artes de San Carlos, La real Sociedad Económica de Amigos del País y el ayuntamiento de Valencia se opusieron a esta venta que lograron frenar obedeciendo a los nuevos conceptos de patrimonio que comenzaban a imponerse .No obstante, comienza una larga agonía para el edificio que iba a ser utilizado en dispares funciones. Fue ocupado como cobijo de gentes diversas hasta que en 1856 fue destinado a hospicio con el nombre de asilo de Corrección y Mendicidad. El edificio olvidado y despreciado albergó a los olvidados y despreciados Acogió a doscientas personas para lo que de dividió el edificio en dos pabellones: uno para hombres y otro para mujeres, atendido por un capellán, un conserje y bajo la dirección de una comisión municipal. En 1859 se rescindió el servicio y nuevamente el edificio quedó bajo el abandono y un lento expolio de todo material aprovechable. En 1860, se dedicó a cárcel nacional de mujeres, con presas trasladadas del ex convento de Santa Ana. Este servicio fue breve y pronto se buscaron nuevas funciones para el edificio como: almacén de forraje, armas y municiones del ejército. Camps expone: “ En 1874 el arquitecto Tomás Aranguren redacta el proyecto de acondicionamiento de San Miguel de los Reyes como Presidio Nacional, al que previamente, entre 1869 y 1870, ya se había enviado un contingente de presos desde el congestionado presidio de San Agustín”9 Se realizaron las obras de acondicionamiento del edificio bajo los postulados de la administración penitenciaria que contemplaba el presidio como un sistema de encierro celular. El proyecto de Aranguren se basaba en la construcción de seis galerías perpendiculares y la conservación de la iglesia. Todo el interior del monasterio quedó desquiciado. A principios del siglo XX el penal contaba con: patios interiores, enfermería, talleres, escuela, oficinas, cuerpo de guardia, locutorio todos los espacios de necesaria obligatoriedad en un penal. Durante los años de su funcionamiento, se realizaron obras que provocaron la desaparición de elementos significativos del edificio, era apartado de la sociedad como los reclusos que en el vivían, rodeado de murallas se ocultaba la vergüenza de la construcción y de sus habitantes. Por suerte el proyecto de Aranguren solo se llevó a cabo parcialmente. En 1957 se acomodó en la vieja construcción a las familias damnificadas por la riada de 1957. En 1962 el antiguo monasterio se convirtió en propiedad del Ayuntamiento y la Diputación de Valencia. El presidio siguió funcionando hasta 1966 en que se clausuró y el edificio se utilizó como colegio, el grupo escolar Reina Doña Germana y a la vez sirvió de almacén municipal. El colegio no obligó a reformar el edificio ya que se instaló en barracones en la explanada delantera. El almacén tampoco necesito de reformas estructurales, pero el conjunto se encontraba en una situación deplorable. En 1981 de declara a San Miguel de los Reyes, Monumento Histórico artístico lo que marcó el inició de intervenciones del edificio para su restauración y el principio de una nueva historia. 9

CAMPS, CONCHA. (2000).Pág 181

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En 1989 se creó un convenio específico entre Ayuntamiento y Diputación para la creación de consorcio que se comprometía la restauración , rehabilitación, conservación y utilización del edificio. Vicente González, Juan Añon, Rafael Martínez y Alejandro Ponz, presentaron un anteproyecto respetuoso con el edificio, con un criterio restitutivo visible, sin engaños que provoquen errores de datación. El proyecto fue aprobado incluyendo algunas recomendaciones. En 1992 se adjudicó la obra y se inició la rehabilitación del monasterio. En 1995 se decidió que el edificio albergara la sede de la Biblioteca Valenciana recuperando uno de los usos primigenios de la construcción fundada por el Duque de Calabria. Según Arciniega: “ Aunque la necesitad de adecuar a nuevos usos ha obligado a introducir elementos perturbadores como escaleras, ascensores, servicios… En otros casos se han respetado registros que hablaban de épocas concretas. De este modo, lamentamos la eliminación de los revocos originales, la pérdida de las técnicas originales en la restitución, como mal menor, de estos revocos, o la eliminación del florón de la cúpula.10 Desde un principio el ánimo de la restauración del edificio fue el dejar constancia de todos los usos y remodelaciones que el edificio había sufrido para un pleno conocimiento de lo que ha sido su historia, así mismo, abrir sus puertas para uso y disfrute de la ciudadanía. El Monasterio de San Miguel de los Reyes, ha recuperado parte de su esplendor y dignidad. Hoy no alberga a monjes, ni es el proyecto privado de un noble, pertenece a los ciudadanos, hijos de aquellos ilustrados que defendieron su importancia histórico- artística y alzaron la voz en su defensa.

CONCLUSIONES La construcción del monasterio es un proyecto que se dilata en el tiempo. Ello conlleva la adopción de los postulados estilísticos que se produjeron en los diferentes periodos en que la obra se llevó a cabo. Nos ofrece el testimonio de diversos estilos y técnicas constructivas, así como las necesidades que sus ocupantes tuvieron. El edificio permite romper y reconstruir sus entrañas según el uso que sus habitantes deciden, mudo, hierático, condescendiente. Hoy San Miguel de los Reyes recibe los mimos que siempre mereció tan regia construcción que de una forma u otra, desde hace quinientos años convive con el pueblo valenciano, castigándole o acogiéndole según se le ordenaba.. El monasterio siempre ha sido un símbolo. En su inicio, la brillantez, cultura y riqueza de la Valencia del siglo XVI, encarnada el corte de los Duques de Calabria. Continuó siendo un exponente importante de la orden jerónima que llegó a ser de las más importantes del país. 10

ARCINIEGA GARCÍA, LUIS. (2001) Pág. 202

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Asimismo, también mostró la decadencia de la misma en su fin. Su abandono no fue su decadencia, sino, la decadencia de la ciudad y su resurgimiento el resurgimiento de una ciudad que quería recuperar uno de sus monumentos más hermosos. Las artes son el reflejo de su contexto, consecuencia de su entorno, política, religión, economía, como diría Ortega “ circunstancias”. Hoy podemos celebrar que San Miguel de los Reyes se ha convertido en un edificio sostenible, que ha recuperado, como ha podido, parte de la historia valenciana, que nos presenta restos de de cada uno de sus ocupantes desde el cister hasta el penal. Ahora la tarea es nuestra, conservar el patrimonio legado para el futuro, para que dentro de cien años un estudiante escriba: El monasterio de San Miguel de los Reyes se construyó sobre la abadía cisterciense de San Bernat de Rascanya…

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BIBLIOGRAFÍA

ARCINIEGA GARCÍA, LUIS. El Monasterio de San Miguel de los Reyes. Vol I y II. Biblioteca Valenciana, Generalitat Valenciana, Conselleria de Cultura i Educacó, Direcció General del Llibre, Arxius i Bibioteques. Valencia 2001 Camps, Concha. San Miguel de los Reyes : De Biblioteca Real a Biblioteca Valenciana. Biblioteca valenciana. Generalitat valenciana. Conselleria de Cultura, educación y ciencia. Direcció General del llibre i Coordinació Bibliotecària. Valencia, 2000 GÓMEZ-FERRER, MERCEDES : Monumentos de la Comunidad Valenciana. Catálogo de monumentos y conjuntos declarados e incoados : arquitectura religiosa. Tomo X. Valencia 1981 MATEO GÓMEZ, ISABEL; LÓPEZ YARTO, AMELIA. El monasterio de San Miguel de los Reyes : Nuevos datos sobre la construcción, ornamentación bienhechores y desamortización. AEA,nº 277, 1997 PONZ, ANTONIO. Viage de España, en que se da noticia de las cosas más apreciables y dignas de saberse, que hay en ella. Toma tercero, Por la Viuda de Ibarra, Hijos y Compañía. Madrid MDCCLXXXIX. RIOS LLORET, ROSA E. germana de Foix: Una mujer, una reina, una corte. Generalitat valenciana. Valencia 2003. ROCA TRAVER, FRANCISCO A. El Monasterio de San Miguel de los Reyes. Ajuntament de Valencia. Valencia 2000

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