REVISTA DE SANIDAD MILITAR

REVISTA DE SANIDAD MILITAR Aflo VIL I Madrid, 15 de Septiembre de 1917. || Núm. 18. SUMARIO Prólogo al trabajo publica do l>tánte..'>... En cuanto á...
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REVISTA DE SANIDAD MILITAR Aflo VIL I Madrid, 15 de Septiembre de 1917.

|| Núm. 18.

SUMARIO Prólogo al trabajo publica do l>tánte..'>... En cuanto á la parte operatoria propiamente dicha, sólo existe una dificultad que la pericia del cirujano salva prontamente; i&e refiero á la colocación del instrumento on sa sitio exacto, la caal debe efectaarse sin el control de la vista, puesto que el iris imposibilita, por dilatada que 6stA lá pupila, sea inspeccionada la maniobra, siendo preciso, por,,lo tanto, que la confrontación con el cristalino se haga mediante el tacto, evitando hacer presión sobre la lente, que podría luxarse. Tal accidente es posible, y por eso lo hago constar; pero debo advertir que no lo be presenciado ni ana Bola vez. Puede ocarrir, si el instramento no está bien colocado, que se pellizque el iris entre ól y el cristalino; bafta en tal caso dejar de oprimir el resorte del mango para dar entrada al aire, con lo caal la ventosa deja de serlo, y puede volverse á comenzar, después de rectificada la posición.. Es posible también, operando sobre cristalinos transparentes ó cataratas blandas, que al actuar sobre la lente la presión negativa se rompa la cápsula; en tal caso serían aspiradas las masas, la cápsula quedaría en su sitio, y la operación tendría el mismo efecto que si se hubiese hecho por los antiguos procedimientos. Por último, conviene precaverse contra el temor expresado por alganos de que el pneumatofakos pueda aspirar el vitreo. Es imposible ocurra tal accidente;- porque en eí momento de dar paso al vacío, el cristalino queda adherido á la ventosa; toda la presión negativa se ejerce sobre la sección de la cara anterior de éste, en contacto con ella; y como aquél la obtura por completo, la acción eficaz de la presión queda allí agotada, y ni se transmite ni paede transmitirse á través de la lente. En cuanto á las pérdidas de vitreo y otras-complicaciones con la nueva técnica, aunque por razones de todos conocidas las estadísticas están muy desacceditadas, puede Juzgarse de ellas por las notas que á continuación expongo:

— 548 — Operados hasta 1.° de Agosto de 1917.... Cataratas darás ídem blandas ídem morganianas ídem incipientes ídem polares posteriores ídem con caei'ptí extraño cristaiiniano.. . ídem laxada

169 53 por 31 por 9 por 2 por 2 por 1 1

100 100 100 100 100

A0GIDENTB8

Botaras de cápsalas en cataratas blandas Infecciones

3 2

P0ST-0PEBAT0RIA8

Hernias de vitreo (por movimientos de los párpados del enfermo en la mesa de operaciones) Hernias de iris (post-operatorias)

4 7 \

RBBDLTÁD08

Quedaron con un entero 'de visión Con cinco á ocho décimas Atrofias de ojo

80 por 100 19 por 100 1

Tal es á grandes rasgos lo más importante acerca de la técnica fiarraquer, llamada á ser en breve tiempo el procedimiento de elección para la extracción del cristalino. JOSÉ GÓMEZ MABQUEZ,

Médico primero. Barcelona, 1." do Agosto de 1917.

ET I IIV/IAI T iZi 1 ^ lYI / A La . I

C'ti'i^oto dBi»aIta purísimo.) Véase el anuncío de la última página verde frente al texto.

549 — ENSEÑANZAS SANITARIAS DE LA ACTUAL GUERRA EUROPEA

DISOLUCIÓN

DAKIN-ÜAÜFRESNE

Los notabilísimos estudias hechos en la Fundación Bockefeller, de Compiegne, durante la actual pugna europea, sobre las cloroaminas y sobre ciertas soluciones de hipocloritos, han venido á^ ocasionar una verdadera revolución en las ideas que anteriormente teníamos de los antisépticos empleados en Cirugía de guerra. > Hace tiemjpo ya que llegaban á nosotros periódicamente noticias de estos trabajos, pero de una manera tan vaga é imprecisa, que no nos permitían formar una idea exacta de ellos. Por fin, Carrel y Dehelly han publicado este aflo un libro) en el que nos dan á coiiocer este asunto con toda la amplitud deseada. Nosotros, después de leer tan interesante libro, nos fijamos particularmente en el antiséptico cuyo nombre encabeza estas líneas, y logramos prepararlo tras de alguna dldcultad. E inspirados en la citada obra de Carrel-Dehelly y en las experiencias practicada» por nosotros, y animados, sobre todo, por los satisfactorios resultados obtenidos en la clínica con este antiséptico por nuestro querido compañero Sr. Olivares, nos decidimos á publicar este modestísimo trabajo. El objeto principal que nos proponemos con él es dar á conocer el pro«edimiento que seguimos para la preparación de la disolución Dakin-Daufresne. Pero antes de entrar en materia, creemos oportuno exponer y glosar algunas ideas muy interesantes contenidas en la obra de Carrel y Dehelly. Según los citados autores, allá donde ha sido posible poner en contacto una superficie infectada cualquiera con la disolución Dakln, el microscopio ha acusado la destrucción total de microorganismos sin menoscabo alguno para los tejidos. Empleando este líquido quedan suprimidas las retracciones tendinosas, las pseudoartrosis, las fístulas, la atrofia muscular y

— 650 — todos los accidentes, en fin, consecutivos á una prolongada supuración. Las heridasea'pártesbltftidas quedan estériles entre los cinco y veinte días; las heridas con fractura de húmero, que antes supuraban durante algunos meses, pueden ahora esterilizarse y suturarse entre los doce y veinte días; las heridas con fractura de fémur se suturan, después de estériles, dentro de los veinte ó veinticinco días de tratamiento, por la disolución Dakin-Danfresne. Esta disolución ha hecho desaparecer prácticamente la supuración en los hospitales y las defunciones por accidentes' sépticos; ha hecho decrecer enormemente el número de amputaciones, el número de inutilidades definitivas, y ha obtenido, por su poder abortivo de la infección y por la rapidez con que alcanza á curar, on ahorro en estancias hospitalarias de un 50 á un 70 por 100. »

Las ideas de Llster estaban en baja en estos últimos tiempos. Durante el curso de la guerra actual ha habido cirujanos, como Wright, que han dicho cque el tratamiento de heridas supurantes por medio de antisépticos era ilusorio, y que la creencia en su eficacia estaba fundada en razonamientos falsos»; otro cirujano— Mr. Delbet—afirma, en el Boletín de la Sociedad Francesa de Cirugia, correspondiente al mes de Enero de 1916, que la asepsia debe reemplazar á la antisepsia, y que no solamente los antisépticos no esterilizan las heridas, sino que favorecen en ollas el desarrollo de microbios. En realidad debemos convenir—y los hechos actuales nos lo demuestran—en que el deficiente resultado obtenido hasta hoy por los antisépticos fué debido, más que á su Ineficacia, á haberlos empleado ciegamente, prescindiendo en absoluto de los principios fundamentales de una seria investigación científica. En efecto; todo cuerpo que tuviese la propiedad de destruir in vitro los microbios, fué empleado como antiséptico de heridas y llagas, según la fantasía de cada cual. Se emplearon substancias coagulantes de las materias proteicas, substancias que perdían sn poder bactericida eta presencia del suero ó que eran nocivas para los tejidos. No nos preocupamos 4^ la ooncentraciób molecular á que debían emplearse las soluciones antisépticas,taide la dnración del tiempo en que habían de estar en contacto el antiséptico y la

— 5»1 — > soperflcie que («uerfa aseptizarse. No ie concedimos importancia, en fin, al estadio precisó de las modificaciones cualitativas y cuantitativas producidas por el agente antiséptico sobre la fiora microbiana, modificaciones qae sólo pueden ser descubiertas por el ekameu bacteriológico cotidiano. Efecto de estos lamentables descuidos, al llegar la gran guerra encontráronse los beligerantes con que la inmensa mayoría de las heridas producidas por explosiones de granadas, bombas y torpedos aéreos eran sépticas, é impotentes para atajar la marcha de la Infección todos los medios curativos conocidos hasta entonces. Efectivamente, pasando revista á los antisépticos más en boga, vemos que: a) Los fenoles poseen un poder germinicida muy débil, sobre todo en presencia del suero sanguíneo, y, además, empleábdolos sólo en concentraciones regulares son fuertemente destructores de los tbjidos normales. b) El agua oxigenada, que tan buenos resultados da cuando se examinan sus efectos fuera del contacto del organismo, al emplearla sobre éste vemos que se descompone rápidamente bajo la influencia de la catalasa, siempre presente en los tejidos y glóbulos sanguíneos; por esto ejerce su acción solamente durante un período de tiempo insignificante; y tal vez la acción detersiva mecánica que resulta del desprendimiento de oxígeno al contacto de superficies infectadas, tenga un valor mayor que la acción antiséptica de este líquido. c) El cloruro mercúrico pierde la mayor parte de su poder bactericida en presencia del pus y de las materias constituyentes de los tejidos, y además es irritante hasta en soluciones diluidas. d) El nitrato argéntico tiene un valor antiséptico mayor que el cloruro mercúrico; mas cuando se emplea en concentración suficiente, irrita y perjudica todavía más que el anterior. «) El yodo, que tan útil ee para la esterilización de la piel, ha dado resultados poco favorables en la desinfección de heridas profundas, por sus propiedades de coagular las proteínas é irritar los tejidos. Las heridas tratadas por esta substancia, por lo general, continúan supurando y cicatrizan con más lentitud que cualesquiera otras. En fin, ¿para qué continuar? Dakin y Daufreane han estudiado

— 562 — t

perfectamente la acción de 200 substancias antisépticas, y como consecuencia de este estudio llegaron á la conclusión, que no pudo ser más satisfactoria, de la obtención de las soluciones que llevan sus nombres. '^ La solución Dakin, en experiencias hechas sobre el organismo, posee un poder germinicida irresistible. I^s estafilococos streptocoeos, perfringens y piociánicos, los destruye rápidamente á concentraciones que varían entre 1 x 500.000 y 1 X 2.000. Con las toxinas microbianas se comporta de la siguiente manera: en un caso de tétanos grave fué recogida cierta cantidad de pus de una herida fuertemente infectada, por la que se había producido la enfermedad; este pus fué dividido en dos porciones iguales, diluyendo una en solución Dakin y otra en suero fisiológico artificial; cada una de estas dilulciones fué inyectada á dos cobayos distintos, muriendo en siete horas de tétanos el que había recibido la inyección de pus on suero fisiológico, y no presentando ningún síntoma do la enfermedad el que había sido inyectado con pus diluido en el líquido Dakin. La solución Dakin no ejerce ninguna acción desfavorable sobre los tejidos, ni aun en los casos de aplicación prolongada. Daufresno—entre diversas experiencias—ha colocado trozos de piel humana en frascos, conteniendo dos de ellos agua de Javel y licor de Labarraque, respectivamente, y un tercero con solución Dakin. Al cabo de dos horas, la acción sobre la piel del agua de Javel y del licor de Labarraque era inarcadisima, y poco más tarde la piel estaba completamente destruida. En cambio, los trozos de piel puestos en maceración con solución Dakin presentan, al cabo de dos horas, un aspecto normal, y solamente después de doce es cuando comienzan á disociarse muy lentamente. . La toxicidad de la solución Dakin es pequeña. Inyectados 12 ó 14 c. c. en el tejido celular subcutáneo y bajo la piel de la pared abdominal de cobayos, no produce en ellos ningún síntoma anormal. • En cambio, es de efectos temibles inyectada en el aparato circulatorio: 10 c. c , inyectados en la vena marginal de la oreja de un conejo, bastan para producir rápidamente su muerte. La disolución Dakin es fuertemente hemolítica, y no debe emplearse jamás en inyección intravenosa. La acción germinicida de la solución Dakin se atribuye á una

— 553 — reacción sobre las proteínas, semejante á la que producen los hipoclorltos con el amon í«co para formar la cloroamina de estructura molecular más sencilla. Se supone que el cloro del hlpoclorito sustituye al hidrógeno de alguno de los grupos NH de las materias proteicas. Los productos de esta sustitución son (á lo menos en parte) cloroaminas de compleja contextura molecular y de alto poder antiséptico Corroborando esta hipótesis, si tratamos algunas substancias proteicas, tales como el suero sanguíneo, caseína y otras por los hlpoclorltos, se obtienen ciertas cloroaminas de un poder antiséptico grande, mayor que el de la solución Dakln. Esta acción química de la solución Dakln para formar las doroamlnas á expensas de las materias proteicas, ha de dejarse sentir necesariamente en el organismo; y así es, en efecto, pero de una manera que en nada perjudica á los tejidos normales provistos de circulación. Mezclando en un tubo de ensayo pus con solución Dakln se observa que los leucocitos de aquél son Inmediatamente atacadossiguiendo las experiencias, puede notarse cómo son destruidos rápidamente los eritrocitos; los coágulos que obliteran á veces las heridas vasculares pueden disolverse bajo la influencia de la soluclon Dakln—por esto conviene examinar detenidamente el estado de los vasos en el momento de la intervención, y hacer una he mostasia preventiva exacta;-los tejidos desprovistos de circulaclon se disuelven, y la superficie de los tejidos normales provistos de ella se limpia rápidamente. En suma: la concentración particular de la solución Dakin permite utilizar la diferencia de resistencia presentada, de una parte, por los microbios, los elementos anatómicos libres y los tejidos necrosados; y de otra parte, los tejidos normales provistos de circulación. Ella destruyo los primeros y respeta los segundos. • *

nn i í ;í*''*'°'''^° Dakln-Danfresne—digámoslo de una vez-es n«ví ^ ^°, , '"'"'''^'' °'°*"' ''°*'^°**''^ ^«1 "«ro sanguíneo, y que lleva en disolución una cantidad de hlpoclorito sódico comprendida entre 0,460 y 0,600 por 100. El empleo de los hipoclorltós como desinfectantes es antiguo y SlPTIIKBRK 1917.-86

— 554 — ri H- n Ca (OH),, fundados en que á esta substancia no le corresponde la higroscopicidad propia del cloruro calcico libre que le asignó Halard, ni tratada por alcohol se separa cantidad alguna de cloruro calcico. Dejando aparte estas discusiones, diremos que lo cierto es que si abandonamos este cuerpo á la acción disolvente del agua, encontramos disueltos tres productos; hipoclorito y cloruro calcicos y pequeñas cantidades de cal; además, hallamos un residuo insoluble, constituido por un exceso do cal particularmente carbonatada. El hipoclorito calcico es un polvo blanco de todos conocido, de olor á cloro, debido á la acción del anhídrido carbónico del aire —pues aun los ácidos más débiles lo descomponen,—y doluble parcialmente en agua, como ya hemos visto. Suele tener una riqueza en cloro activo variable, pero siempre inferior al 40 por 100. De este hipoclorito calcico suele partirse para la preparación de los de potasio y sodio. Tanto el hipoclorito potásico como el sódico, sólo se conocen al estado de disolución, no habiéndoseles podido aislar hasta hoy. El hipoclorito potásico en disolución constituye el Agua de Javel, y el hipoclorito sódico en las mismas condiciones el Licor de Labarraque. Ambos han sido confundidos uno con otro, y los dos con la solución Dakln; error crasísimo este último, como luego veremos.

— 555 — Descartando el agua de Javel, que por otra parte tiene idénticas propiedades que el licor de Labarraque, vemos que este último está constituido esencialmente por una disolución de hipoclorito sódico; es decir, por la misma substancia á que debe sus propiedades antisépticas la disolución Dakin.^En cambio, vemos que una y otro son diametralmente opuestos en cuanto á su acción esterilizante y beneficiosa para el organismo. Las disoluciones corrientes de los hipocloritos—y entre ollas las de sodio—son irritantes y cáusticas para los tejidos, pudiendo llegar á disolverlos obrando largo tiempo sobre ellos. Estas propiedades nocivas, aparte la concentración, son debidas á la alcalinidad, y esta alcalinidad no solamente es debida al álcali procedente del modo común de obtener los bipocloritos, sino á la disociación hidrolítlca que en ellos se manifiesta. Por ejemplo, concretando el caso á la solución de hipoclorito sódico, vemos que ésta se disocia hidrolíticamente en esta forma; Na' -\- (CIO)' 8odlono8

Hlpoclorlonea

que luego dan lugar á la formación de sosa cáustica y ácido liipocloroso, respectivamente: Na' -+- (ClOy -f- H.OH = Na OH + CIOH La magnitud de esta disociación hidrolítlca aumenta con la diluición; de modo que disminuyendo la concentración, rebajaremos el poder germinicida del líquido; pero no por eso dejará de ser irritante, pues la cantidad de sosa formada por hidrólisis aumentará—entre cierto* límites—en razón directa de la diluición. Dakin utilizó primeramente para destruir esta alcalinidad el ácido bórico: 140 gramos de carbonato sódico, disueltos en 5 litros de agua, los mezcló con 200 gramos de hipoclorito calcico diluidos en otros 6 litros de igual vehículo; una vez terminada la reacción, filtró el líquido añadiéndole 40 gramos de ^cido bórico, y, empleando seguidamente la solución así preparada, obtuvo resultados bastante notables. En efecto; este líquido contendría una mezcla de hipoclorito y poiiboratOB de sodio, junto con pequeñas cantidades de ácidos hi-

— 556 — pocloroso y bórico libres, y, por tanto, al formarse en su seno la sosa cáustica por hidrólisis, sería inmediatamente neutralizada por el ácido bórico y los boratos ácidos presentes en la disolución. Los defectos principales de esta primitiva solución Dakin son: primeramente, el que se parte de un hipoclorito calcico cuya riqueza en cloro activo se desconoce; riqueza que puede oscilar prácticamente entre 18 y 36 por 100, y, por lo tanto, hacer variable la solución en términos inadmisibles. Y por otra parte, Daufresne ha atribuido ciertos fenómenos de irritación y dolorosos, producidos por éste líquido, á la acción del ácido bórico empleado para neutralizar la solución; además, se ha observado que las disoluciones así preparadas son en extremo inestables. Daufresne, después de numerosos ensayos, fué el que consiguió preparar la definitiva solución Dakin, logrando salvar todos los inconvenientes de la primitiva, y confirmando sus maravillosos resultados por profusa experimentación clínica. Todo el elogio hecho hasta aquí de la solución Dakin se refiere á ésta preparada por el procedimiento Daufresne, y advertiremos, para evitar confusiones, que de ahora en adelante siempre nos referiremos á ella exclusivamente. JVJLS

RÜBSTA,

Farmaoéntloo «eirniido.

(Cotitinuará.)

NECROLOGÍA Excmo. Sr. D. José Ohiooy Ferrer. Inspector Médico de primera clase de la Sección de Reserva.

ííació el día 13 de Julio de 1846, ingresando, previa oposición, en el Cuerpo el 10 de Enero de 1871, con el empleo de segundo Ayudante Médico, y destinándosele con la misma fecha al Ejército de la Isla de Cuba en concepto do primer Ayudante Médico, asis» tiendo á varias acciones de guerra. Ascendió á Médico primero de la escala general en Diciembre de 1874, alcanzando por sus servicios do. campafla el empleo

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personal de Médico mayor y el grado de Subinspector Médico de segunda, regresando á la Península'en Mayo de 1888. En Junio de 1887 ascendió á Médico mayor, siendo destinado al Hospital de San Sebastián, pasando nuevamente á la Isla de Cuba en Junio del propio año y causando baja en dicho Ejército en Enero de 1891. Ascendió á Subinspector Médico de segunda clase en Enero de 1896, destinándosele á la Junta Consultiva de Guerra^ siendo promovido al empleo de Subinspector Médico de primera en Octubre de 1902 y nombrá,ndosele Director del Hospital de Zaragoza. Promovido á Inspector Médico de segunda clase en Abril de 1908, se le nombró Inspector de la quinta Región, cargo que desempeñó basta su ascenso á Inspector Médico de primera clase en Diciembre de 1911, nombrándosele Inspector de la cuarta Región; pasando á la Sección de Reserva, á solicitud propia, eí día 19 de Junio de 1912. Falleció en San Sebastián el día 3 del corriente. Se hallaba en posesión de las siguientes condecoraciones: Cruz Roja de primera clase del Mérito Militar; Cruz Blanca de B,egunda clase de la misma Orden; Encomienda de Isabel la Católica; Oran Cruz del Mérito Militar; Medallas de Cuba y Alfonso XIII. ¡Descanse en paz el respetable Inspectorl

VARIEDADES Al cerrar nuestra edición habían aprobado el primer ejercicio 31 opositores á cincuenta plazas de Médicos-alumnos de la Academia Médico-Militar. * * 1

Ha sido nombrado Secretario de la Sección de Medicina militar del próximo Congreso de.Medicina que se celebrará en esta Corte, el limo. Sr. D. Emilio Peres Noguera, Subinspector Médico de segunda clase. **

— 5ft8 — Ha regresado de Austria, en uso de permiso por enfermo, el Médico primero D. Fidel Pagé», comisionado oficial para el estadio de los campos de concentración de prisioneros de guerra. * *

Recortamos de El Siglo Médico: cSe encuentra ya dispuesto para empezar á funcionar el Hospital de demostraciones de servicio de guerra para la enseñanza de Médicos, enfermeros y enfermeras, en relación con los métodos más adelantados y acreditados en el extranjero, en los campos de la fundación Hockefeller.»

Ha sido concedido al Profesor Von Pfauder el premio Heubner, establecido para la mejor obra de pediatría, en vista del mérito de sus últimas publicaciones. >* « *

Según nos comunican de Zaragoza, al verificarse por el Médico mayor Sr. Camón la primera intervención quirúrgica del curso de Cirugía creado recientemente en dicha plaza, el Ezcmo Sr. Inspector de la quinta Región, D. Fausto Domínguez Cortelles, deiíiostrando su entusiasmo por tan beneficiosas enseñanzas, asistió personalmente á dicho acto, en unión de otros Jefes y Oficiales del Cuerpo, á quienes obsequió el Sr. Domínguez con un espléndido lunch.

Como verán nuestros lectores, se honra la Revista publicando en lugar preferente del presente número el prólogo que dedica el ilustre General Villalba al trabajo de nuestro querido compañero Sr. González Deleito, que con el título de «Enseñanzas médicomilitares de la actual campaña» fué publicado en varios números de este periódico durante el pasado año.

— 559 PRENSA

MÉDICO-FARMACÉUTICA

Infarto oaitllaginoao an la t»i¡Um frontal.—En la Sociedad Médica de Ginebra presentó el Dr. JulUard un herido francés con enorme pérdida de substancia ósea en la región frontal que media 4 x 8 cm. La brecha estaba recubiorta de una cicatriz muy delgada, poco más espesa que una hoja de papel de seda, adherente & las meninges. El enfermo tenia crisis epileptiformes. Después deliberación y resección de la cicatriz se preparó el injerto, tallando el lecho óseo sobre el que habla de reposar. El injerto se tomó la porción cartilaginosa de la séptima costilla, se colocó y se mantuvo fijo por cuatro puntoí de catgut. La piel se suturó por encima del injerto. A pesar de una ligera hinchazón, el injerto se mantuvo .y prendió, llenando ía brecha, aunque no herméticamente. Se sabe que el cartílago no se suelda directamente al hueso, sino que establece con él adherencias fibrosas que dejan una ligera movilidad; condición indispensable para evitar una compresión demasiado fuerte que pudiera mantener y aun exacerbar las crisis epileptiformes. El herido curó, y lleva dos meses trabajando en una fábrica, sin resentirse de la cabeza ni de la pérdida del trozo de cartílago eottál.—{Corre*pondenz-Blatt fur SchwetKer Aérete, 191", número 28.)-í'. Q. D. ** * PnblleaoloBaa da la íwidaolÓB ia B. Koelí para oí tratamianto da la tnfcaronloaU.—En el Correspon-

dene-fílaft fur Sehweizer Aérete se da cuenta de los trabajos que constituyen el cuaderno del tomo 2.° de esta publicación. El primero de ellos es un detenido estudio acerca de la aparición del bacilo tuberculoso en la sangre en 103 hombres tuberculosos, 12 conejillos de Indias, 12 conejos, tres terneros, una cabra y una gallina. De los 103 hombres, se demostró el bacilo en 27 casos, 26, 2 por 100; en 36 muestras de sangre, de los 12 conejillos de Indias tuberculizados artiflcinlmente, en 13 casos, 27, 1 por 100; en tres pruebas de conejos inoculados con el germen bovino dos veces, 75 por 100; de ocho muestras de sangre, de conejos Inoculados con virus humano, en ninguna, y dos veces en tres terneros inoculados con virus bovino. De esto deduce el autor que la tuberculosis no es de ordinario una bacterihemia; está de ordinario localizada, y sólo por circunstancias especiales pasa accidentalmente el germen á la sangre. Los bacilos tuberculosos pueden aparecer en la sangre lo mismo en los casos graves que en los leves; sin embargo, en la tuberculosis humana, el tanto por ciento de bacterihemias es mayor en los graves que en los leves. En los animales tuberculizados artificialmente, aparecen con frecuencia los bacilos en la sangre al comienzo de la infección, desaparecen después y, por último, reaparecen cuando la muerte está próxima. Su significación pronostica no es segura. Estas investigaciones están hechas por el Dr. I. Haga.

— 560 — El segundo trabajo, debido á Mollera y Oehlerse, se refiere al mismo tema, y comprende las investigaciones efectuadas en 105 tuberculosos en diversos periodos, 62 en el primero, 34 en el segundo y 9 en el tercero. El método seguido es el de inocular la sangre en bastante cantidad á cobayas. Se demostró el germen en dos casos en el primer periodo, en 4 en el segundo y en '^ en el tercero. Por lo tanto, no se puede conceder valor diagnóstico ni pronóstico á. esta investigación. El tercer trabajo, debido á esto» mismos autores, trata do la pretendida movilización del germen por las inyecciones de tuberculina. Su material de estudio lo ban constituido 54 tuberculosos, y sus conclusiones son: 1.° Que la Inyección de tuberculina con reacción febril consiguiente no produce movilización del bacilo. El tanto por ciento de bacterihemiabusidoquizámayoren los periodos en que estaban libres de tratamiento que no cuando se les inoculaba tuberculina. 2° Esta movilización no ejerce acción favorable ni adversa en el curso ulterior de la enfermedad. —2^. G. D. *** Estadio sobre U gangrena gaseóse.—Baollo edemátleo j enero antiedemátlco. —Weinberg y Ségnin han descubierto, hace unos dos afioB, un nuevo anaerobio que se encuentra muy á menudo en ciertas formas tóxicas de la gangrena gaseosa. En el presente trabajo los autores Insisten sobre la frecuencia de este microbio, el bacilo edémdtico, que se le ha encontrado en un tercio de casos de gangrena gaseosa mortal, siendo el m&s peligroso de

los que se encuentran entre los heridos provinientes de todos los punto» del frente. Es, después del bacilo tetánico, el más tóxico que se encuentra en las heridas de guerra. Su toxina mata al conejo de Indias á la dosis de 1 por 100 á 1 por 400 de centímetro cúbico en Inyección intravenosa. Welnberg y Séguin se han decidido k preparar un suero de caballf> antiedemdtino, cuyo poder antitóxico y preventivo se aproxima al valor medio del suero antidiftérico. Como para todos los sueros antitóxicos, su poder preventivo es mucho más marcado que sus propiedades curativas. Se salvan, sin embargo, los conejillos inoculados con el cultivo ó con la toxina, cuando comienza el tratamiento algunas horas después de la inyección. Estas investigaciones concuerdan con algunos éxitos que los autores han obtenido sobre los heridos.— {Comptea rendus de VAcademie des Sciences.—26 Fevrier 1917).—/. P. *** Las heridas eztraperltoneales del colon.—Stassen y Vonckoni maniíiestan que en el colon ascendente y descendente es preciso considerar dos focos: una faz peritoneal y una faz extraperitoneal, y ol pronóstico varia considerablemente, según que el proyectil llegue á la viscera por una ó por otra de diclias faces. El cuadro clínico, muy sombrío en caso de penetración viscernl por Via peritoneal, pierde su gravedad cuando la viscera ha sido atacada, directamente por el proyectil sin que éste haya interesado la cavidad peritoneal. I.,oB hechos clínicos son á esto propósito, de una evidencia formal, y

— 561 — á pesar del cuadro impresionante que á veces da la observación de un caso de perforación del colon en su { regalón extraperitoneal, es preciso no alarmarse y juzgar de tales casos desesperados, creyendo justificable una laparotomía que seria iaútil y absolutamente contraindicada. Los autores recogen muchas observaciones de heridas estrnperitoneales del colon que una invostigación metódica en la pared posterior del abdomen ha permitido descubrir. La benignidad relativa de estaH heridaS) y su pronóstico favorable, hacen muy importante la diferenciación con las verdaderas perfora-

ciones lutraperltoneales en que los fracasos son muchos y las esperanzas de curación muy precarian. Hay necesidad también de separarlas en las correspondiente^ estadísticas de perforados del peritoneo que engrosarían inútilmente falseando los resultados. Su sola gravedad reside en la formación de flemones subperltoneales, y, aquí, todavía el diagnóstico precoz de esta complicación p()rmite hacer obra eminentemente útil, gracias á un desbrldamiento amplio y una limpieza rigurosa en una reglón que no ofrece, por asi decirlo, ningún peligro.—(Pari« Mi(jiical,)— J. F.

PRENSA MILITAR PROFESIONAL

Li organlMOlAn de lai nnlladaí U loi Hoipitilles de baie amerieaaoi.—En el momento de la entrada de los Estados Unidos en la guerra, es conveniente dar una idea de la organización de sus unidades sani- i tarias encargadas de los Hospitales I de base para las tropas de la Unión en Francia. El Gobierno de los Estados Unidos no tenia el poder de organizar en tiempo de paz unidades sanitarias militares. Pero en 1911, una disposición presidencial autorizó á la Cruz Roja & preparar en calidad de agente del Gobierno ciertas formaciones hospitalarias, compreudlendo los^ módicos, las nut'Hea, enfermeros, personal administrativo, etc. Cada uno de los miembros de esta organi-

zación se comprometió á responder al primer llamamiento del Gobierno, á cpntinuación de una ruptura de hostilidades. En este momento^ las unidades médicas asi constituidas resultan ipno fado organizado nes militares regulares, estando prestas á funcionar inmediatamente para el servicio de los Hospitales de base. , Las unidades sanitarias de los Estados Unidos alcanzan actualmente la cifra de 38. La mayor parte han sido formadas por los Hospitales anexos á.la8 Escuelas de Medioina de las Universidades. En 1916 cada una ha sido provista de un material hospitalario médico y quirúrgico completo (camas, ropas, utensilios diversos, iustrnmeutos de labórate-

— 562 — rio, salas de operaciones, etc.)' Su personal se ha constituido definitivamente. Todas las especialidades están representadas por técnicos reconocidos y por auxiliares bien instruidos. Al principio de las hostilidades solamente tres Oficiales del Ejército regular les fueron agregados á titulo administrativo. Debe esperararse un excelente resultado de estas organizaciones, cuyos miembros se hallau acogtum. bradoB á actuar de concierto. Seis de ellos han llegado ya á Eurppa: cinco son iinidades anexas á diversas Universidades: Cleveland, Boston, Nueva York, San Luis y Chicago, la sexta ha sido formada por el Pensilvania hospital de Filadelfla. Naturalmente, la instalación hospitalaria completa no ha podido llenarse, tratándose solamente de organizar locales ya existentes capaces de servir de hospitales de base. Pero se prevé para un próximo porvenir la instalación de Hospitales desmontables. En cuanto al número de Médicos designados por el Ejército de los Estados Unidos, según los principios precedentes, será de unos 10.000, ó sea un Módico por cada 200 hombres, ya que este Ejército debe comprender 3.000.000 de soldados.—/'Brtftífft Medical Journal, 2 Junio 1917.—0^/íe« Inttrnational d'Higiene publique, Juin 1917.)-,/. P. « Intoxloaoión •atunlak por loi pro7«ctllai do plomo.—En la Sociedad r ^ l IKA y y i n ~ C . Vi^ IVI r ^ L . I

Médica de los Hospitales, de Paris, han dado cuenta los Dres. Loeper y Verpy de sus investigaciones, encaminadas á averiguar si la retención de los proyectiles de plomo en el organismo puede manifestarse por ciertos fenómenos que indican el paso de los compuestos plúmbicos al torrente circulatorio. En cierto número de heridos portadores de shrapntV,, b de balas de plomo fragmentadas, especialmente en el pulmón, los Sres. Loeper y Verpy han averiguado la existencia de albuminuria, á veces de nefritis; han encontrado también hipertensión, anemia y diferentes accidentes nerviosos, fenómenos todos que pueden ser atribuidos á la intoxicación saturnina. Aparte de lo dicho, han notado, en algunos soldados con proyectiles de plomo en el cuerpo, eliminación, durante meses, de cierta cantidad de plomo con la orina. No hay lugar á duda, pues que la reabsorción de plomo de ciertos proyectiles por el organismo puede acarrear accidentes tóxicos de origen saturnino. Si bien estos accidentes son con frecuencia moderados, poco fáciles de reconocer, no por' ello debe dudarse de su existencia. Debe, pues, procurarse por todos los medios descubrir en los heridos los síntomas de la intoxicación saturnina y poner en evidencia el plomo en sus orinas. Una prueba positiva constituye un nuevo argumento en favor de la extracción del proyectil, slompre que sea posible. / {Oaceta Médied Catalana.)

(Sxtraoto de malta parislmo.) Véaseel anan> CÍO de la última página verde frente al texto.

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BIBLIOGRAFÍA La Artillería en los frentes francés é inglés.—Memoria escrita por el General de División D. Ricardo Aranaz é Izag^uirre, de la Real Academia de Ciencias. El libro que ha tenido la atención de remitirnos el ilustre General Aranaz, viene á sumar una hermosa contribución á los numerólos y escogidos trabajos científico-militares del autor, constituyendo una demostración evidente del acierto que presidió á la elección del sabio artillero para formar parte de la Comisión enviada á los frentes francés é inglés. Con el método & que nos tiene acostumbrados, y con la previsión peculiar á los hombres de ciencia, estudia el autor los distintos aspectos dé la fase artillera en dichos frentes, auxiliando la comprensión de los numerosos incisos de que consta la Memoria con planos y fotograbados de una gran perfección. Mucho sentimos que nuestra incompetencia nos prive de ahondar la crítica de tan extenso é interesante trabajo, cuya confección sorprende, dado el corto tiempo de que dispuso el General Aranaz, para llevar á cabo su honroso cometido.—J. P. * *

Bl servicio sanitario un los combates modernos, por Federico Gil Acebedo, Médico militar. En un folleto de 47 páginas condensa el autor sus impresiones personales acerca del funcionamiento del puesto de socorro, de las ambulancias, de los Parques sanitarios de división, de la Sección divisionaria de Higiene militar, del Hospital de campaña, de la formación sanitaria, de los enterramientos y de los trenes hospitales, constituyendo otros tantos capítulos en los que se recogen las enseñanzas deducidas de la práctica de las últimas campañas y de la actual contienda europea, haciéndose un estudio critico de los medios con que se cuenta en nuestro Ejército para afrontar el problema sanitario. Escrito el trabajo sin pretensiones, y sólo con el objeto de mostrar de manera sencilla fa importancia de los servicios propios

— 564 — de nuestro Cuerpo, despertando la afición entre el personal médico á esta clase de estudios, que en realidad constituyen la especialidad más atendible de nuestra profesión, bien merece el autor que sea aplaudido su altruista esfuerzo, punto do partida de orientaciones más amplias y completas cuando una mayor experiencia sazone el fruto de su reconocida laboriosidad.—J. P.

SECCIÓN OFICIAL 16 Agosto. ...—Real orden (D. O. núm. 200) aprobando y declarando Indemnizables las comiiionea conferidas á los Médicos primeros D. At^iáti Gavin Bueno, D. Juan Cerrada Forés, D. Tomás Manchólas Prado y t). Juan Ribaud Ballesteros, y á los Médicos segundos D. Miguel Echevarría Martínez, D. Domingo Sierra Bustamante y D. César Yaque Laurel. » » Real orden (/>. O. núm. 208) aprobando y declarando indemnizables las comisiones conferidas & los Médicos primeros D. Nemesio Dlaa Mena y D. Felipe Pérea Alrarez. 28 » Real orden (Z>. O. núm. 193) designando para la asisten cia al próximo curso de ampliación de Cirugía y prácticas del servicio de ambulancias, conocimiento y manejo del material de curación y transporte y hospitales de oampañaí ¿ los Médicos primeros que á continuación se expresan, asi como el del mismo empleo D. Leocadio Serrada Dfaz, que hubo de suspender el primer medio curso en el Hospital de Carabanchel, por haber venido á Madrid el Regimiento en que tiene su destinó: D. Pedro Galarreta Jiménez, de las Tropas de Aeronáutica militar^ D. Sebastián Lazo Qarcla, de la segunda compañía de la Brigada de tropas do Sanidad Militar; D. Juan Allube Fernández, del primer batallón del Regimiento Infantería Soria, 9; D. Jesús Bravo Ferrer, Jefe del Laboratorio de Análiait del Hospital militar de Sevilla; D. Luis Iglesias Ruiz, Jefe del

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Qabinete radiográfico del Hospital militar de Sevilla y Ayudante de clínica; D. Casto Morales Moleón, del 13.0 Regimiento montado de Artillería; D. Antonio Cordero Soroa, del primer Establecimiento de remonta; D.' Fernando Mufloz Beato, del primer batallón del Regimiento Infantería Princesa, núm. 4; D. Modesto Cotrina Ferrer, del 9.° Regimiento montado de Artillería; D. Luis Sampedro Días, del primer batallón del Regimiento Infantería Vergara, núm. 67; D. Felipe Campos Albuerne, de la paarta compaftja de la Brigada de tropas de Sanidad Militar; D. Ignacio Boflll Combelles, del cuarto Regimiento de Zapadores Minadores; D. Gonzalo López Rodrigo, del priper batallón del Regimiento lufanterfa Alcántara, núm. 58; don Juan Riband Ballesteros, del Regimiento de Pontoneros; D. Isidro Sánchez Pairen, del primer batallón del Regimiento Infanteriii Gerona, núm. 22; D. Tomás Manchólas Prado, del Regimiento Lanceros del Rey, 1.° de Caballería; D. Alberto Forés Palomar, del Regimiento Cazadores de los Castillejos, 18.° de Caballería; D. Delfín Hernández Irigaray, del primer batallón del Regimiento Infantería Cantabria, núm. 89; D. Gustavo Martínez Manrique, de la sexta compañía de in Brigada de tropas de Sanidad Militar; D. Antonino Guarnan Rulz, de la Academia de Caballería; D. Elío Díaz Mato, del Regimiento Cazadores de Galicia, 26." de Caballería; D. José Aguilera Sabater, de la Comandancia de tropas de Intendencia de Ceuta; don Ramón Zorrilla Polanco, del grupo de Fuerzas regulares Indígenas de Ceuta, nüm. 3; l>. Jaime Prats Solé, del Regimiento Cazadores de Vitoria, 28.o de Caballería; D. Clemente Herranz Lamich, de la compafiía mixta de Sanidad Militar de MelUla; D. Severi no Torres Acero, del grupo de Hospitales de MeliUa; D. Juan Nuevo Diez, de la Comandancia de Artillería ^ de MeliUa, y D. Nicolás Bonet Luna, del grupo de Hospitales de Melilla. S Agosto,,.. .—Real orden (D. O. núm. 198) concediendo al Médico primeiro D. Clemente Herranz Lamich la gratificación

— 56(; — anual de 600 pesetas, correspondiente á los diez años de efectividad en su empleo. 28 Affeito —Real orden (ü, O. núm. 198) disponiendo que al Médico primero D. Rafael Mira Periú, destinado en el Qablnete de Radiografía del Hospital de Melilla, se le reclame desde l.°de Marzo próximo pasado la gratificación de 600 pesetas á que tiene derecho, atendiendo i lo prevenido en la Real orden circular do 14 de Abril. de 1916 (C. L. núm. 74). » » Real orden (D. O. núm. 193) concediendo la gratificación máxima ^e 1.500 pesetas anuales al Médico mayor don Celestino Moreno Ochoa, destinado en el Instituto de Higiene Militar. 30 » Real orden {D. O. núm. 194) concediendo licencia para contraer matrimonio al Médica primero D. José Gámir Montejo. 4 Septiembre.^Real orden (¿>. O. núm. 198) disponiendo que los Farmacéuticos segundos D. Francisco de Cubas Martínez y D. Miguel Galilea Toribio, destinados, respectivamente, en los Hospitales de Melilla y en la Farmacia militar núm. 4, de Madrid, cambien entre si de destino. » » Real orden (D. O. núm. 198) coacediendo licencia para contraer matrimonio al Médico primero D. Octavio Palazón Yebra. > » Real orden {D. O. núm. 198) concediendo licencia para contraer matrimonio al Médico segundo D. José Segoviano Rogero. » » Real orden fD. O. núm. 198) concediendo la gratificación anual de 600 pesetas, correspondiente á los diez años de efectividad en su empleo, al Farmacéutico primero D. Joaquín Más Guindal. 7 » Real orden (¿>. O. núm. 201) dando instrucciones para restringir el uso de papel en la documentación oficial empleada por los centros, dependencias y unidades del E^jército. 8 » Real orden (D. O. núm. 202) disponiendo^que en lo sucesivo los análisis, exámenes médico-legales é informes qne se lleven á cabo por el Instituto de Higiene Militar, á petición de industriales, comerciantes ó sus re-

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presentantes, satisfagan los derechos que figuran en la tarifa que á continuación se inserta, y que los informes que emita dicho establecimiento acerca de los exámenes y análisis que practique, no puedan utilizarse para la propaganda industrial ó anuncio de los productos, efectos ó aparatos objetodel informe.y finalmente, que las cantidades que por dicho coacepto se recauden ingresen en las cuentas del Establecimiento, en el de haberes que se anulan, destinándose á los gastos del mismo y á reponer y mejorar su material. PcMtU.

Ensayo químico de un agua desde el punto de vista de su potabilidad Análisis bacteriológico de la misma ídem químico completo Determinación de un solo componente ó de una característica de vinos, alcoholes, aguardientes, licores, vinagres, sidras, cervezas, aguas gaseosas, azúcar, miel, jarabes, leche, queso, manteca, aceite» comestibles, grasas alimenticias é industriales, pan, harinas, sal, pimentón, azafrán, chocoltites, té, café, conservas, etc., etc Informe sobre la pureza de dichos productos y sus condicionas para el consumo Análisis cualitativo y cuantitativo completo de vinos, alcoholes, aguardientes, licores, sidras y cervezas ídem id. completo de vinagres ídem Id. de azúcar, miel y jarabes ídem id. de leches comerciales ídem id. de leche de mujer '.... ídem fd- de leches condensadas y en polvo ídem id. de quesos y mantecas ídem id. de aceites comestibles ídem id. de grasas alimenticias é Industriales.. ídem Id. de pan y harinas ídem id. de cacaos y chocolates

125 12r> 500

16 50

150 100 100 150 50 100 100 200 100 150 100

— 568 — Puetss

An&lisii cualitativo y cuadtitativo completo de café ídem id. de conservas alimenticias Determinación del valor nutritivo de un alimento An¿lÍH)s micrográflco de carnes frescas ó conservadas Comprobación de la eficacia de un desinfectanteídem Id. de aparatos de desinfección, potabilizadores de agua y filtros Estudio higiénico y comprobación de la eficacia de productos destinados á impermeabilizar telas Análisis industrial de telas para vestidos ídem higiénico de las mismas

150 150 200 80 100 250

150 150 100

8 Septiembre.—Real orden (D. O. núm. 202) disponiendo la vuelta & activo del Médico mayor, en situación de reemplazo por enfermo en la tercera Región, D. Pascual Pérez Carbonell, por hallarse en condiciones de ejercer las funciones de su empleo, pero debiendo continuar en situación de reemplazo forzoso hasta que le corresponda ser colocado. » » Real orden (D. O. núm. 202) disponiendo la vuelta al servicio activo del Médico primero D. Práxedes Llisterrl Ferrer, en situación de reemplazo por enfermo en la tercera Reglón, por hallarse en condiciones de ejercer las funciones de sa empleo, pero debiendo continuar en situación de reemplazo forzoso hasta que le corresponda ser colocado. > » Real orden (D. O. núm. 202) nombrando Vocal de la Co misión mixta de Reclutamiento do la provincia de Cuenca al Médico secundo D. Jerónimo Blasco Zabay, y de la Sección delegada de Tenerife al Médico prime ro D. Luis Gabarda Sitjar.