Regreso de Trafalgar Incluye los siguientes poemas: • • • • • • • • •

La leva de la gente de mar No nací Huída Soneto en Trafalgar Actual en los tiempos Fantasía Agua Desconocido Quería la tierra

REGRESO DE TRAFALGAR ¿Qué cansado el camino de barros viejos? regresando del combate atroz. ¿Os encontraré en la mansión sin pólvora, esperándome de las noches aciagas? Desde mis brazos y alma herida llevan el estigma hambriento de silencios, con huellas invisibles pisando almas. ¡Rostros benditos recogedme! de la transacción mutilada de sangre sin cuerpos. ¿Dónde estáis? ¡Ya he llegado! ahora quiero vivir y hablar con magnolias y con manantiales, evocando algunos héroes, cuyas voces están dentro de mi. ¡Aprisionadme! manos de hombres libres, que en la mar seríais derrotados. ¡Dadme amor para mi sosiego!

en este día que no hay fuego, ni espumas rojas de lentos respiros, de hombres como yo, desconocidos, que dejaron el combate sin decir adiós, de convulsiones con estragos, sarcasmos de tambores y espadas entre los dedos. LA LEVA DE LA GENTE DE MAR ¡Villas, Pueblos, Aldeas, sollozad! por la captura de vuestra gente a los barcos del Rey con argollas a los galeones de la plata. Unos van encerrados de melancolía y otros esgrimiendo pálidas locuras en carromatos de profundos latidos. ¡Campos solitarios de vuestro Lar! sin arrullos de las incipientes espigas de casas vacías, donde el río es testigo de las almas partidas. Recibiréis días sin cánticos de campanas de azufre sin pintar, en vuestras bóvedas frías, qué serán formas de tumbas vacías.

¡A los ausentes! sin tañer de campanas, que van al navío con la sombra trémula de gloria, no volverán a la tierra amada, por qué sucumbirán en la madera quemada. ¡ A todos los devorados de la leva! ¡Sois hombres inconclusos!

en cubiertas, luchando o muriendo de pena, que siempre ¿ Preguntaréis? ¿Somos descubridores de vientos de castigo? con el destino incierto de olas errantes. ¿Y alguno volverá al fuego de la casa? Al calor qué dejaron en su lenta agonía. En el navío hay sentinas de asombros dónde la desgracia, no todo será naufragio, al capturado que sueña el prado sin agua marina, y árboles sin lagrimas en el suelo. Juan Manuel Gracia Menocal Noviembre 2009

NO NACÍ Escapé de las penurias en un espacio sin agua ¿Dime como era? ¡Ahora no soy nada! Fíjate en mi estela no hay paso, solo sombras. ¿Te acuerdas que era un marino que existía acariciando tu mano antes de partir? ¡Y ahora enmudecido con tormenta y sin ti!

¿Que coro cantará la historia de este hombre vencido que amó sin morir del barco perdido? Juan Manuel Gracia Menocal Noviembre 2009

¡ HUÍDA! Te encontré con la calma y, marchaste con el viento. Esta noche en la mar rugiente hay olas rompiendo el barco de mi alma. Juan Manuel Gracia Menocal SONETO EN TRAFALGAR Qué mañana miraré mi muerte en la boca de mi herida, que no tuve suerte, cuando el inglés hirió mi vida. ¡Playa solitaria y ardiente! confunde el cuerpo de estrellas nuevas. Estoy cansado y dormido en la pendiente de las olas que continuamente llevas. Juan Manuel Gracia Menocal

¡ACTUAL EN LOS TIEMPOS! TRAFALGAR ¡Ah! España mía Un furtivo te disparó al pecho Queriendo tu muerte Otros le acompañaron Ayudando al cañón Ahora veremos tu herida Cuando la sangre fluya Para ahogarnos todos Con tu llanto y dolor ¡FANTASIA! El cielo estaba rojo la tierra sabia a nada la luz no existía qué corazón latiría ¡Abrí los ojos! ¡No vivía! ¡Solo dormía! Juan Manuel Gracia Menocal 2009 ¡AGUA! Se cerraba la noche sus ojos dormían temblores había. Silencios gemían ¿ Viviría? ¡No lo sabía! Ahora no duerme sabe que muere ¡Está inerme!

¡Al fin el agua! Juan Manuel Gracia Menocal ¡DESCONOCIDO! Que no sabes que yo te diga cuando veo tu luna ¡Iré a tu calor eres mi último amor! ¡Ahora a la mar! ¡Mañana volveré! tiempo de amar en el espejo llano de tu fuente. Juan Manuel Gracia Menocal Noviembre 2009

¡QUERÍA LA TIERRA! Borró algunos colores mordidos del Arco Iris, de la tarde del espanto. Recordó las águilas, iban con los ríos, el volando también. Habían vencido

entre nieblas y llantos, habrán balcones de flores. Naves ya, sin gente de sueños rotos, cirios apagados. Final de tardes de combates sin ruido, tenía aromas de arrullos. Sin cañones impregnados en dientes del abismo, contemplaría arrolladoras aves. Hoy se templan las aguas, imagen de ningún misterio. Quiere la tristeza de la tierra para salvar su joven corazón.

Juan Manuel Gracia Menocal Noviembre 2009