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Las

migraciones en Italia, ayer y hoy n

Franco Pittau

Coordinador del «Dossier Estadístico Inmigración» de Caritas Roma

Sumario 1. La evolución desde la posguerra el día de hoy: dimensión estructural de la inmigración.—2. La inmigración en Italia en las puertas del 2000: aspectos estadísticos.—3. Los índices del proceso de estabilización de la presencia extranjera en Italia.—4. Bibliografía.

RESUMEN El autor, coordinador del «Dossier Estadístico Inmigración» de Cantas Roma, presenta en este artículo la situación de la inmigración en Italia basándose en los más recientes datos disponibles (hasta el 31/12/1999). El argumento está dividido en tres partes: 1. La evolución desde la posguerra hasta hoy, con la transformación de una Italia como tierra de éxodo a una Italia como país de inmigración; 2. La inmigración en Italia en las puertas del 2000, con datos sobre la consisten(*)

Traducción del original en italiano realizada por Roberto BREÑA SÁNCHEZ.

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cia, procedencia, asentamiento y motivos de residencia de los inmigrantes; 3. Los índices del proceso de estabilización y la dimensión estructural de la presencia extranjera en Italia. El objetivo del artículo es que el lector conozca, aunque sólo sea a grandes rasgos, los múltiples aspectos de este caso nacional, que tiene muchos puntos en común con la experiencia de los Estados miembros del Mediterráneo (tendencia demográfica negativa, trabajo sumergido, sectores ocupacionales reservados a los inmigrantes, tráficos clandestinos) y con la experiencia europea, que hace apenas poco tiempo ha reconocido que la opción "inmigración cero" no es ni practicable ni oportuna.

ABSTRACT

The author, coordinator of the «Jmmigration Statistical Dossier» of Caritas Rome, presents in this article the situation of immigration in Italy, based on the most recent available data (till 31/12/1999). The argument is divided in three parís: L The evolution from the end ofthe second world war till the present, with the transformation of Italy from an exodus land to an Italy as an immigration country; 2. Immigration in Italy at 2000' door, with data about the consistence, countries of origin, settlement and reasons of residence of the immigrants; 3. The rates of the process of stabilisation and the structural dimensión of the foreigners presence in Italy. This article wants the reader to know, though only with broad strokes, the múltiple aspects ofthis national case, that has many points in common with the experience of other Mediterranean States (negative demographic trend, submerged work, occupational services reserved to the immigrants, clandestine traffic) and with the European experience that recently has acknowledged that the option «immigration zero» is neither available ñor opportune.

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En este artículo, trataré de mostrar, de manera sucinta, cómo Italia, que es muy conocida en la historia contemporánea como ejemplo de una nación que ha sufrido una emigración en masa, se ha convertido en un gran país de inmigración. M e limitaré a recoger algunos de los aspectos más importantes que puedan ser de interés para los estudiosos de otros países. Los datos mencionados en este documento sobre la presencia extranjera en Italia son oficiales y provienen del Ministerio del Interior, que posee un archivo especial a nivel central basado en los registros de permisos de residencia de los ciudadanos extranjeros. La elaboración de estos datos fueron confiadas al equipo del «Dossier Estadístico Inmigración» que Caritas Roma edita anualmente desde 1991, en colaboración con otras organizaciones eclesiásticas y laicas.

EL DÍA DE HOY: DIMENSIÓN ESTRUCTURAL DE LA INMIGRACIÓN Desde 1861, año de la unificación de Italia, hasta hoy, cerca de 28 millones de italianos han emigrado al extranjero. Después de la Segunda Guerra Mundial, la evolución de la emigración, que se acentuó de manera notable en los años 50 y 60 (un poco menos de 300.000 expatriados cada año), se redimensionó en el curso de los años 70 (108.000 expatriados al año) para volverse «fisiológico» en los años 80 (55.000 expatriados al año). Hacia la mitad de los años 70, también debido a la disminución del crecimiento demográfico (que después se acentuaría), las repatriaciones de los italianos fueron más n u -

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merosas que las expatriaciones y además se inició la llegada de mano de obra extranjera. El período que comprende hasta los años 70 puede ser definido como el de neutralidad en relación con los extranjeros, para algunos objeto de simple curiosidad y para otros de indiferencia. Durante este período, los inmigrantes son casi 300.000, la mayoría de ellos de origen comunitario. No existe ninguna ley que regule su situación, aunque existe una previsión en el artículo 10 de la Constitución, son aplicables las normas de seguridad pública de 1931, completadas posteriormente con circulares ministeriales. A principio de los años 80 se enfrenta realmente el problema de la inmigración por primera vez. En 1981, Italia ratifica la convención de 1975 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los trabajadores migrantes, con la consiguiente obligación de aprobar normas específicas dentro del Ordenamiento italiano. Tras una larga discusión, en diciembre de 1986 se aprueba la primera ley sobre inmigración (943/1986): aquel año, el número de inmigrantes se encuentra todavía por debajo del medio millón de personas (450.000). Se trata de una ley abierta respecto a las políticas cerradas de otros países europeos, pero se limita a los aspectos laborales y no regula la normativa relativa a la residencia, aunque contempla, por otro lado, la primera regularización de los extranjeros que han entrado sin autorización (alrededor de 120.000). Desde la mitad de los años 80 hasta la mitad de los 90 es la fase de emergencia. Se considera que se debe intervenir, pero se hace sin una visión estructural de medio o largo plazo y con escasa eficacia a nivel operativo. En diciembre de 1989, el número de extranjeros es de 490.000, dos meses después se aprueba la ley 39/90 (recono-

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cida como «ley Martelli») con el apoyo de una gran mayoría parlamentaria que involucra también a la oposición (tal como se había hecho en 1986). Se trata de una ley de gran alcance, que se ocupa detalladamente de la normativa sobre residencia, también hace referencia a los refugiados. Se puede considerar avanzada para el contexto histórico en el que surgió. Uno de los aspectos que esta ley contiene es la segunda regularización, que interesaba en ese momento a 218.000 personas. En 1995, cuando los inmigrantes superan las 700.000 personas, el Gobierno de centro derecha de Silvio Berlusconi intenta aprobar una medida preventiva bastante restrictiva sobre la inmigración, de la cual permanecen trazas en el decreto de ley 489/95 del siguiente Gobierno, el de Lamberto Dini. Dicha ley contenía disposiciones mucho más restrictivas sobre expulsiones y sobre los reagrupamientos familiares (propuestos por la Lega Nord) y el proyecto de la misma contenía una parte más abierta sobre la asistencia sanitaria y sobre la regularización; sin embargo, al final el Parlamento solamente aprobó la regularización (para la cual se apuntaron 255.000 inmigrantes). El Gobierno siguiente de centro izquierda, de Romano Prodi, consigue hacer aprobar la propuesta «Napolitano-Turco» (ley 40/1998) a pesar de una férrea confrontación de los partidos de la oposición: esta es una señal dará respecto al pasado, que la inmigración ya no es una cuestión asumida unánimemente por el Gobierno y la oposición. La opinión pública también resultó dividida por la mitad: una parte estuvo abierta a la nueva presencia y a las oportunidades que en la ley se ofrece, mientras que otra parte - c a s i equivalente- se cerró como si se tratase de una invasión peligrosa y sin beneficios que aportar. A finales de 1998, los inmigrantes regulares alcanzan la cifra estimada de 1.250.000.

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La nueva ley (40/1998) se fundamenta sobre estos tres pilares: 1. Lucha y represión de la inmigración clandestina y de la explotación de los inmigrantes; 2. Programación trienal a través del sistema de cuotas, no subordinadas a la indisponibilidad de la mano de obra local y alcanzable mediante varios canales; 3. Proyectos realistas de integración para los extranjeros en situación regular. A esto se añade la regularización (la cuarta desde el 1986), para la cual se apuntaron otros 250.000 inmigrantes. Mientras tanto, la presencia extranjera en Italia ha alcanzado el millón y medio de personas, revelando así plenamente su dimensión estructural.

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LA INMIGRACIÓN EN ITALIA EN LAS PUERTAS DEL 2000: ASPECTOS ESTADÍSTICOS

Los nuevos permisos de residencia. En 1999, el Ministerio del Interior, por medio de la Jefatura de Policía, expidió en total 268.007 nuevos permisos de residencia a ciudadanos extranjeros. Los motivos de expedición son diferentes según se trataba de nuevos ingresos (en los que prevalece la llegada por reagrupamiento familiar) o de regularizaciones (en las cuales predomina la inserción laboral). Descontados los primeros 130.000 permisos concedidos en el curso del año con motivo de la última regularización, quedó una cuota de otros 138.000 nuevos permisos, que constituyen los nuevos flujos de entrada. Respecto a los 110.996 nuevos permisos otorgados en 1998, el incremento fue del 24% (con 28.000 nuevos ingresos). De acuerdo a las cifras anteriores, Italia, aunque todavía lejos de las nuevas llegadas que se siguen registrando en Alemania, es, en el contexto europeo, junto con Gran Bretaña y Francia, uno de los principales destinos de las nuevas corrientes migratorias.

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El contingente de inmigrantes hasta el 31 diciembre de 1999. Los extranjeros que regularmente residen en Italia, incluidos los ciudadanos de la Unión Europea, casi alcanzan el millón y medio (1.490.000, según nuestros cálculos), con una incidencia del 2,5% sobre la población residente (la incidencia media dentro de la Unión Europea es del 5,1%). El número de extranjeros registrados por el Ministerio del Interior hasta el 31 de diciembre de 1999 es de 1.252.000: para llegar a la población total de residentes, hace falta aumentar este número en por lo menos el 19%, para incluir tanto a los menores no registrados a titulo individual pero incluidos en el permiso del cabeza de familia, como a aquellos cuyos permisos de residencia (concedidos originalmente o renovados) no han sido aún registrados a causa de retrasos administrativos.

Características de la población inmigrante. Se trata de una población muy joven, el 75% tiene una edad comprendida e n tre los 18 y los 40 años, siendo mínimo el número de personas con edad superior a los 60 años. Poco más de la mitad, el 54%, son hombres y el 46% mujeres; esta diferencia varía según el área de procedencia: el 60,5% o más vienen de la Unión Europea, Extremo Oriente, África Centro-Oriental y América Latina (que registra el 7 1 % del porcentaje anterior); cerca del 2 1 % de África Occidental, Próximo y Medio Oriente y el Subcontinente Indio, y, por último, el 18,5% de África del Norte. Procedencia continental. En los años 80 y 90 aumentó la variedad de los países de procedencia, por lo que la inmigración se convirtió en un verdadero «policentrismo» migratorio. Los aspectos más destacados durante el último año pueden resumirse en los siguientes puntos: -

El número de inmigrantes procedentes de la Unión Europea bajó del 13,9 al 11,6%, con una tasa de extraco-

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munitarios entre las más altas de la Unión (junto con Austria). - Aumentaron aproximadamente en un 25% los ingresos de los países del Sur. -

Los países de Europa del Este se destacan por el aumento más alto en términos porcentuales (más de un tercio) y también en valores absolutos (más de 100.000 personas). De cada dos nuevos ingresos, uno proviene de Europa del Este.

EUROPA

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de las cuales Europa dd&te ÁFRICA

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0,5 100,0

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22,5

26,3 329.404

28,5 1 8 / 7

12¿ 8,2 19,2

16,5

231.908 1 8 5

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153.025 102.950 259774~

16,6

207.478

0,2 5.330 100,0 1.251994

La diversificación de las procedencias continentales se reconoce también en relación con la pertenencia religiosa de los inmigrantes, que, según una metodología ad-hoc desarrollada por la Fundación Migrantes y por Caritas Roma, hasta el 31 diciembre de 1999 se caracterizaba por los siguientes valores: cerca de la mitad, 49,5%, de cristianos (de los cuales 27,4% son católicos); alrededor de un tercio, 36,5%, de musulmanes; el 0,3% de judíos, el 6,5% de religiones orientales, el 1,4% de religiones tradicionales y el 5,9% de otras no clasificadas. Clasificación de los grupos nacionales. El efecto conjunto de las regularizaciones y de los nuevos ingresos produjo obvia-

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mente cambios notables respecto a la clasificación de los países de donde provenía antes el mayor número de inmigraciones. Justo después de la tríada constituida por Marruecos (146.491 según los Registros del Ministerio de Asuntos Internos, pero 174.324 según nuestros cálculos de la presencia efectiva, a la cual haremos referencia en lo que sigue), Albania (137.748) y Filipinas (72.595), se colocan Yugoslavia (65.091, Kosovo incluido), Rumania (61.428), China (56.059) y Senegal (44.200). Los Estados Unidos (56.606) y Alemania (42.093) son los dos únicos países de desarrollo avanzado comprendidos entre los diez primeros. La tasa de crecimiento es diferente según la nacionalidad, como lo revela la comparación de datos referida a 1998:

• Inferior a la media (menos del 19%): Estados Unidos, Túnez, Alemania, Sri Lanka, Francia, Reino Unido, Brasil, Suiza, España, Croacia, Bosnia. •

Igual a la media (19-25%): Marruecos, Filipinas, Egipto, Polonia, Perú, India, Macedonia, Chana, Argelia, Rusia.

• Superior a la media (26-40%): Senegal, Bangladesh, Pakistán.

• Superior con mucho a la media (arriba del 40%): Albania, Yugoslavia, Rumania, China, Nigeria.

Área de asentamiento del Sur hacia el Norte. El asentamiento territorial se caracteriza por los siguientes porcentajes: el 53,5% en el Norte, un 28,6% en el Centro (en el pasado, esta región llegó a representar el 40%) y el 17,8% en el Sur. A nivel territorial, se manifiestan dos líneas de asentamiento. La primera dirección (del Sur hacia el Norte) es la que siguen muchos inmigrantes que habían llegado a las provincias del Sur o incluso a Roma y a la región del Lazio, que se desplazaron ha-

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cia el Noroeste o Noreste, regiones que ofrecen mayores oportunidades desde el punto de vista socio-económico. La segunda dirección (del centro hacia la periferia) es la que favorece un reflujo de las ciudades de más de 100.000 habitantes (cuya cuota, en el período de 1993 a 1996, disminuyó del 46,3 al 42,7%). Motivos de residencia. En los últimos tres años, los principales motivos de residencia de los inmigrantes en Italia fueron los siguientes:

* Motivos lAorafe \ 747.655 59,7 59,5 61,0 * Motivos familiar adopciones, custodia : ¿y' 517620 25,4 25,1 " S l ^ S * Inserción rio támá imt00 , religiosos, i^idertcia por daxi^^lu