1.4. Malvinas “Ayer y hoy” Autoras/es: Héctor Nicolás Bervergi, Nahuel Iván Riquelme, Darío Wenceslao Cerrudo, Danisa Itatí Metraller y Diana Rojas. Dirección electrónica de contacto: [email protected] Instituto: Departamento Académico Escuela de Oficiales “Gral. Matías de Irigoyen”. Localidad: Zárate, Buenos Aires Producción: Ensayo

Breve reseña histórica Su descubrimiento puede fecharse según el mapa de Piri Reis en 1513, en el que se registran unas islas que podrían ser las Malvinas. Las islas estaban deshabitadas cuando fueron descubiertas por exploradores europeos, pero hay indicios que indígenas patagónicos pudieron haber llegado a las Malvinas en canoas, encontrándose piezas arqueológicas como puntas de flechas y restos de canoas. No existe evidencia totalmente comprobada sobre quiénes y cuando lo descubrieron las islas, pero si diferentes hipótesis que atribuyen el descubrimiento o la vista de las islas: Esteban Gómez (1520), Simón de Alcazaba y Sotomayor y Alonso de Camargo (antes de 1540), John Davis (1592) y Richard Hawkins (1594) En 1600, Sebald de Weert, marino holandés, visitó fehacientemente las islas. Por ello, los mapas holandeses de la época mostraban el nombre de islas Sebald. En enero de 1690 el inglés John Strong habría llegado a las islas Sebald, navegando entre dos islas principales y llamó al paso “Falkland Chanel” en honor a su mecenas Anthony Cary, quinto Vizconde de Falkland, que como comisario del almirantazgo había financiado la expedición. La cartografía británica adoptaría el nombre del canal, para designar a todo el grupo de islas. Primera ocupación de las islas Las visitas británicas provocaron con posterioridad una serie de fricciones con España y en 1740 se produjo un enfrentamiento armado entre ambas flotas de estos países sin un claro vencedor. En 1764 el conde francés Antonie Louis de Bougainville estableció Port Louis en la isla Soledad y tomó posesión de las islas con el nombre del rey de Francia. Ante la potestad española, en 1766 Francia accedió a evacuarlas y reconoció la soberanía española sobre el archipiélago, con la condición de indemnizar a Bougainville. Los 115 colonos franceses quedaron bajo el gobierno de Felipe Ruiz Puente, que procedió a construir una capilla y otros edificios, estableciéndose la gobernación de las islas Malvinas. Paralelamente, los británicos, en una expedición liderada por el comodoro John Byron, fundaron Port Egmont en la isla Trinidad del grupo de islas Sebaldinas. España logró la retirada de los británicos en el marco llamado convenciones de Nutka. En 1811 las islas fueron evacuadas por los españoles, quedando desiertas hasta 1820, siendo visitadas por barcos balleneros de diversas nacionalidades. 1

Establecimiento Argentino En 1820 el gobierno de Buenos Aires envió una fragata a tomar posesión y reafirmar sus derechos en las islas Malvinas, como sucesión de España. Desde 1823 concedió a Luis María Vernet la explotación de los recursos de las islas. El 10 de junio de 1829 se creó la comandancia política y militar de las islas con asiento en la isla Soledad y jurisdicción en las islas adyacentes al cabo de Hornos. El 30 de agosto de 1829 Vernet fundó el puerto Luis. Ocupación británica de las islas Las actividades de contralor que Vernet llevó a cabo contra barcos balleneros hicieron que la corbeta de guerra Lexington de los Estados Unidos destruyera las instalaciones del puerto Soledad. El 2 de agosto de 1833 llegó la fragata de guerra británica HMS Clío, al mando del capitán John James Onslow, quién comunicó al jefe argentino que iba reafirmar la soberanía británica y retomar posesión de las islas con el nombre del rey de Inglaterra. El capitán de la goleta Sarandí, José María Pinedo, no se consideró en condiciones de resistir y optó por embarcar a sus hombres y retornar a la Argentina. Al día siguiente desembarcaron las fuerzas británicas, izaron su pabellón y arriaron el que había dejado Pinedo, tomando posesión de las Malvinas. Desde 1833 y hasta la actualidad, las islas continúan usurpadas por la Corona Británica. La Argentina reclama la soberanía con distintos argumentos: por un lado, aquellos que se basan en razones históricas entre los que se menciona la posesión de los territorios que España tenía bajo su poder que pasan a manos del naciente Estado argentino. Por otro, las razones geográficas: las islas forman parte de la plataforma continental, constituyen un archipiélago situado en el océano Atlántico sur en la plataforma continental de América del sur. Se hallan rodeadas por el mar epicontinental que la Argentina denomina como Mar Argentino, a 464 km al este del continente, el punto más próximo es el cabo Guardián, en Santa Cruz, a 341 km al noroeste de la isla de los Estados, a 1080 km al oeste de las islas Georgia del sur y a 940 km al norte de la isla Elefante Antártida. Del punto más próximo de Gran Bretaña, el extremo sudoeste de la península de Cornualles su distancia es de 12.276 km Es notable el contraste que existe entre la proximidad de las islas al continente americano y la distancia que las separa del Reino Unido. Las Malvinas se encuentran dentro de la jurisdicción Argentina a poco más de trescientos veinte kilómetros (unas doscientas millas) Por último, pueden mencionarse las razones diplomáticas: nunca se cesó de reclamar por la soberanía de las islas y los derechos que le corresponden a la Argentina sobre ellas.

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Luego del conflicto bélico de 1982, las autoridades británicas establecieron una zona de protección y de pesca de doscientos cuarenta kilómetros (ciento cincuenta millas) y prohibieron el ingreso de embarcaciones y aeronaves argentinas a dicha zona. En 1994 la zona se extendió a trescientos veinte kilómetros para los buques nacionales y que permite el ingreso de buques extranjeros para pescar libremente exceptuando los sectores solapados con el suelo continental. Entre los recursos que se explotan en las islas Malvinas, se suele mencionar la esquila de ovejas, la matanza de focas para comercializar la piel y el aceite de ballenas. En la actualidad se discuten además, que la usurpación de recursos se extiende a la extracción de hidrocarburos (petróleo y gas) y producción ictícola. En este sentido, habría no sólo apropiación y explotación de recursos naturales sino también depredación de recursos no renovables sin control ambiental lo que podría provocar un caos ecológico, en cualquier momento. EL CONFLICTO BÉLICO La Guerra de las Malvinas o Guerra del Atlántico Sur fue un conflicto bélico entre la República Argentina y el Reino Unido que tuvo lugar en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur. La guerra se desarrolló entre el 2 de abril, día del desembarco argentino en las islas, y el 14 de junio de 1982, fecha del cese de hostilidades entre la Argentina y el Reino Unido de la Gran Bretaña, lo que involucró la reocupación de los tres archipiélagos por parte del Reino Unido. El origen del conflicto fue el intento por parte de la dictadura argentina de revertir la mirada de la sociedad, del rechazo que toda la ciudadanía tenía hacia ese Gobierno de facto, a los efectos de recuperar algún tipo de confianza para poder seguir en el poder. Por lo tanto desarrollarían una acción militar para recuperar la soberanía de estos archipiélagos, aunque los objetivos del gobierno eran distintos al que poseía la sociedad en su conjunto, es decir, una causa justa como puede ser recuperar la soberanía perdida se mezcla con el objetivo de recuperar el rédito de la sociedad hacia un gobierno ilegítimo. La decisión de desembarcar fue tomada bajo la suposición de que el Reino Unido nunca respondería militarmente. Las Naciones Unidas hoy, consideran las Malvinas como territorios en litigio entre Argentina y Reino Unido, aunque éste los administra y explota. Su descubrimiento es motivo de controversias; fueron ocupados alternadamente por España, Francia, Argentina y el Reino Unido (actualmente). Argentina considera las islas como territorios que integran la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur bajo ocupación de una potencia invasora. Políticamente, la derrota en el conflicto precipitó en Argentina la caída la Junta Militar que gobernaba el país, que fue reemplazada, en diciembre de 1983, 3

por un gobierno democrático elegido por el pueblo. El gobierno del doctor Raúl Alfonsín además fue el que facilitó la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile de 1984, con el cual se puso fin al conflicto del Beagle. En el Reino Unido, por su parte, la victoria en el enfrentamiento ayudó a que el gobierno conservador neoliberal de Margaret Thatcher fuera reelecto en 1983. Tras la rendición Argentina, se contabilizaron 649 bajas en el campo de batalla y más de mil heridos entre las distintas fuerzas enviadas al conflicto, entre los que dos bajas de Prefectura. Luego de más de tres décadas de acaecido el conflicto, las Naciones Unidas continúan considerando los tres archipiélagos con sus aguas circundantes como territorios con soberanía aún no definida entre Argentina y Reino Unido.

A continuación se detallaran los números exactos que dejó la guerra: Pérdidas de Argentina La cantidad le efectivos argentinos fallecidos durante el conflicto, asciende a 649, mientras que 1082 resultaron heridos. En el ejército las bajas fueron de 194, en la fuerza aérea se perdieron 55 vidas, en su mayoría tripulantes de vuelo, (36 Oficiales, 14 suboficiales y 5 soldados) Se contabilizaron además 47 combatientes heridos. En la Armada perdieron la vida 375 hombres y en Prefectura perdieron la vida 2 hombres además de registrar 4 heridos. 1

La gendarmería sufrió la pérdida de 7 hombres y la Marina Mercante 16 hombres, 1 en el pesquero NARWALL, 2 en el crucero GRAL. BELGRANO, 13 en islas de los Estados. Fue dañado el FORMOSA, el ISLA DE LOS ESTADOS y el pesquero NARWALL hundido. Pérdidas en Gran Bretaña

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Además de las pérdidas humanas, se contabilizan algunas de las pérdidas de equipamiento más importantes, entre ellas: 47 aeronaves, 13 aviones Pucará y 2 helicópteros Bell. Se dejó en Malvinas luego del 14 de junio y capturados por Gran Bretaña otros 11 Pucará , 2 helicópteros Bell, 1 Chinook, 9 helicópteros Iroquois (del EA), más 2 helicópteros Agusta (del EA). El crucero Gral. Belgrano y el submarino Santa Fe fueron hundidos. Totalizando entre aeronaves de las cuatro fuerzas (ARA, EA, FAA, Y PNA) la pérdida de 100 en total. Un avión de la Prefectura quedó destruido tras el arduo combate. Fueron dañados y quedando en desuso: Guardacostas GC-82 (Islas Malvinas) y el GC-83 (Rio Iguazú), según informaciones actuales este guardacostas fue reflotado y vendido a una empresa de turismo que realiza viajes guiados sobre las islas. Recordamos que son pequeñas embarcaciones incomparables con un buque de guerra británico. Debemos mencionar la importante participación de esta privilegiada institución que fue la primera en arribar en las islas, con sus embarcaciones de menor porte con un armamento de n cañón de 12.7 mm, fusil FAL y sus pistolas reglamentarias. Estas embarcaciones al arribar en las islas el 10 de mayo de 1982 comenzó a realizar tereas de patrullajes, transporte de armamento a las tropas en tierra y de alimentos.

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Antes de hablar de números, cabe aclarar, que Inglaterra no habría dicho el número real de bajas. Una estimación afirma que habría cerca de mil muertos en combate y el doble de heridos. Según relatan integrantes del Batallón de Infantería de Marina nº5que (BIM 5), quien habría producido las bajas más sustanciales –300 muertos– sufridas por la infantería británica. Según esta fuente, no serían fidedignos los datos de la armada inglesa ya que habrían perdido muchos buques con gran parte de su tripulación (alrededor de 640 hombres) De ser cierto que en una sola batalla Inglaterra hubiera perdido 300 hombres, en el resto de los enfrentamientos es de suponer que también sufriera bajas de consideración que hasta hoy se mantienen ocultas. La tergiversación de otros datos, también alimenta esta hipótesis. En las enciclopedias británicas se menciona que en 1982 no hubo guerra sino que un destacamento especial británico recuperó en pocos días el control de las islas. Aunque es posible afirmar que, Inglaterra habría movilizado más de veintiocho mil hombres y dos portaviones y la guerra no duró unos pocos días sino setenta y cuatro días y sus noches. Tomando en cuenta las cifras oficiales aceptadas por Gran Bretaña, resultaron muertos 255 hombres durante las operaciones mientras el personal herido fue de setecientos setenta y siete. Durante los setenta y cuatro días de combate en el Atlántico Sur, los ingleses sufrieron bajas de casi seis hombres por día de combate, mientras que durante el conflicto con mayores pérdidas numéricas (Corea), la cantidad ascendió a once hombres por mes, aproximadamente, números que indican claramente que Malvinas fue uno de los enfrentamientos más duros sufridos por Gran Bretaña desde la segunda guerra mundial. Con respecto a las pérdidas materiales, no se sabe exactamente la cantidad de aeronaves pérdidas por el Reino Unido, ya que como en el caso de las bajas de personal, las cifras oficiales son dudosas.

MALVINAS, 30 AÑOS DESPUÉS La guerra forma parte del pasado reciente de la historia de Argentina. Los datos y testimonios reunidos a lo largo de estos treinta años, tras el regreso y la posguerra, estuvieron determinados por el silencio y el olvido impuestos por los militares. Volver fue el comienzo de un doloroso camino para una gran cantidad de soldados sacudidos por el horror vivido y por el devenir incierto, que ya no sería el mismo. De alguna forma se combatió a los excombatientes, dándoles la espalda, obligándolos a la marginación, sepultándolos en el olvido y la indiferencia, como consecuencia de esto, se estima que se produjeron más de cuatrocientos suicidios. 5

La indiferencia social posterior al conflicto contrastó con el fervor patriótico que el 2 de abril de 1982 generó el anuncio de la “recuperación de las islas Malvinas”, en boca del Gral. Leopoldo Galtieri. La plaza de Mayo, teñida de color celeste y blanco, se colmó de miles de ciudadanos, entre ellos muchos reconocidos dirigentes políticos y sindicales. Aclamaban al dictador quien decía “si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla”. Al final de la guerra, el 14 de junio todo cambió de golpe. Tras la derrota, esa misma gente trato de incendiar la casa de Gobierno, echó a Galtieri del poder y no quiso volver a hablar de Malvinas por mucho tiempo. El final del conflicto cerró el capítulo de las dictaduras y fue un factor decisivo de la restauración de la Democracia, pero en cuanto a la guerra, la sociedad no se hizo cargo de sus responsabilidades. Frente a los ex combatientes, las autoridades y la sociedad se comportaban como si los soldados fueran responsables de la derrota. Hubo un acuerdo tácito para olvidar la guerra, esconder y borrar de la mente de los ex combatientes lo vivido. Para obtener la baja militar, los Oficiales hicieron firmar a los soldados una declaración jurada, en la que se comprometían a callar y por ende a olvidar. Hablar de lo ocurrido durante la guerra, fue lo primero que les prohibieron, así el dolor, las humillaciones, la frustración, el desengaño, la furia quedaron dentro de cada uno de ellos hasta tornarse insoportables en muchos casos. Es que hablar, contar, era el primer paso para exorcizar su infierno interior y empezar a curar las heridas. De modo que el regreso fue cruel, en silencio y a escondidas, la bienvenida quedó solamente para sus familias. El justo y legítimo reclamo de soberanía que Argentina mantiene sobre las islas desde 1833 se mantiene hasta la fecha. En la actualidad, los desbordes absurdos del primer ministro de Inglaterra, David Cameron, obedecen a que no reconoce que los habitantes de las islas viven en una colonia imperial, bajo un gobierno británico que impone un Virrey y pretende militarizar nuevamente las islas, tratando de esconder sus dificultades económicas y el desempleo, en contraste con los tiempos de paz y unidad que vive la región. Durante un largo período se ha tratado de eludir la autocrítica, nadie quiso hacerse cargo de la derrota, tres décadas tuvieron que pasar para rescatar a un digno general de la Nación, Benjamín Rattenbach, que elaboró en 1983 un informe a pedido de la comisión de análisis y evaluación político-militar de las responsabilidades del conflicto del Atlántico Sur. El informe califica a la guerra de Malvinas como una “aventura de irresponsabilidades”, señala que cada Fuerza funcionaba por su cuenta, que carecían de preparación y que la Conducción estuvo plagada de errores. Sobre esta base, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas condenó a diferentes penas que alcanzaron al ex dictador Leopoldo Galtieri, al Almirante Jorge Anaya y al Brigadier Basilio Lamí Dozo, no hubo otros condenados. Posteriormente, los tres únicos condenados fueron indultados en 1990 por el ex presidente Carlos Saúl Menem. 6

El descarnado informe de General Rattenbach fue silenciado por sus camaradas, que no quisieron hacerse cargo del debate y asumir una autocrítica sobre lo ocurrido. Ahora vuelve a la luz para poder debatir sobre lo ocurrido en 1982. LOS HOMBRES DE HOY La difícil recuperación de las secuelas de la guerra y de la reinserción social junto con el Trastorno de Estrés Postraumático (TEP) afectó en todos los grados a los ex combatientes. El TEP es un estado depresivo crónico, propio de alguien que ha experimentado de forma directa una guerra. Genera una constante sensación de temor, angustia y pesadillas, problemas de relación, irritabilidad, dificultades para conciliar el sueño, sobresalto, un elevado nivel de violencia, inclinación por las adicciones, entre tantos síntomas. Durante años no hubo ningún tipo de asistencia ni de ayuda, recién en los últimos nueve años la situación de los excombatientes mejoró notablemente cuando se realizó un relevamiento socio-sanitario nacional de quienes participaron de la guerra, para dar respuestas concretas y atender los casos de mayor vulnerabilidad. A partir del 2004, el estado otorga una pensión equivalente a tres jubilaciones mínimas. Al margen de los errores tácticos y estratégicos que definieron la suerte de la guerra, lo que aparece como inaudito son los injustificados malos tratos, las crueldades de algunos Oficiales que de a poco comienzan a conocerse. Hasta hace pocos años atrás nada se sabía sobre los suicidios y los traumas de la posguerra entre los soldados; los cuales salieron a la luz en virtud de políticas de Estado implementadas por el Gobierno de la última década en busca de la verdad y la memoria de los sucesos durante la guerra de Malvinas. Las Fuerzas Armadas siempre intentaron que lo sucedido en la guerra no quedara grabado en la conciencia social. Las mismas ordenaron que los soldados silenciaran sus sentimientos y sus experiencias con el propósito de ocultar la improvisación y, sobre todo, el abandono y el maltrato de los jefes hacia los combatientes. El intento por borrar las huellas de la guerra se emparentaba con la metodología que los responsables del terrorismo de Estado habían aplicado en el país a través de la desaparición de personas y la implementación de centros clandestinos de detención. Por otro lado, la población comenzó poco a poco a perder el temor de salir a la calle con el objeto de reclamar el regreso de la democracia. Por eso, a treinta años de Malvinas no es posible el olvido, ya que en este presente, tener memoria sobre lo vivido debe profundizarse tratando de establecer la verdad de lo ocurrido que es algo que la sociedad le debe a los caídos que estuvieron en Malvinas, así como también al país y a nuestra historia como comunidad, ya que es la memoria la que hoy en día nos permite recordar y seguir adelante para construir un mejor futuro para todos y todas. 7

MALVINAS EN LA ACTUALIDAD Las islas del archipiélago según el censo realizado en el año 2010 cuentan con una población de 2980 civiles, afectados a trabajos relacionados con la pesca, cría y esquila de ovejas y trabajos relacionados a la extracción y tratamiento de hidrocarburos y gas para su explotación. Su clima actual como en otras islas del Atlántico Sur es frío y húmedo, de tipo oceánico y además ventoso. Casi nunca se registran días de calma en Malvinas, los vientos más frecuentes son los del oeste, noroeste y sudoeste. Por lo general son muy frecuentes las nevadas, factores típicos de esta clase de zona, con abundantes lloviznas, escarchas nocturnas y tormentas de granizo. Después de la guerra, los isleños obtuvieron plenamente la ciudadanía británica, su estilo de vida fue mejorando por las inversiones que hizo Gran Bretaña y la liberalización de las medidas económicas que habían estado paralizadas para evitar conflictos con la Argentina. En 1985 fue promulgada la nueva Constitución, la cual dio mayor nivel de autonomía a los isleños. En la Argentina, el resultado de la guerra desencadenó el final de la dictadura militar y el regreso a la democracia. Con el final de las hostilidades, el gobierno británico prohibió el ingreso de cualquier persona a la isla con pasaporte argentino, aunque posteriormente se permitió el ingreso con pasaporte de turista. Militarización de las islas En las islas, actualmente, se encuentran mil quinientas personas afectadas a servicios de guardias y prácticas de operaciones de salidas rápidas. Además cuentan con un buque militar que arribó a las islas el 31 de enero de 2012 “destructor de la armada británica tipo 45”, un submarino nuclear tipo Vanguard y aeronaves Typhoon, dos caza bombarderos, con misiles que llegan hasta el alcance de 750 metros. La República Argentina al entrar en conocimiento de estas últimas noticias inició reclamos a las Organizaciones de las Naciones Unidas (ONU) donde se mencionan que en la actualidad las islas del Atlántico Sur contarían con bombas nucleares además de las embarcaciones y aeronaves que se encuentran en dichas islas. Importancia geopolítica de las islas Malvinas Las islas Malvinas son un punto muy importante de apoyo para las operaciones antárticas, siempre que se las dote de las infraestructuras convenientes. Además sirven como parte importante en la actividad pesquera en el Mar Argentino y en el amplio espacio marítimo formado por el arco Atlántico sur, la península Antártica y el cabo de hornos para la pesca del kril. Allí, además se habría comprobado la existencia de cuencas de petróleo y de

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gas de grandes volúmenes y extensión y, también la de nódulos polimetálicos de alto valor industrial. Apoyo y reclamo por Malvinas En el documento final de la VII Cumbre Iberoamericana de jefes de estado se pide que la Argentina y Gran Bretaña reanuden las negociaciones por la soberanía de las islas Malvinas, es la primera vez que en este tipo de encuentros se incluyen temáticas de este tenor. El párrafo agregado entre los asuntos de “especial interés” del documento, reafirma “la necesidad de que la Argentina y Gran Bretaña reanuden, a la brevedad posible, “las negociaciones tendientes a encontrar una pronta solución a la disputa por la soberanía, de conformidad con las resoluciones de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, incluyendo el principio de integridad territorial.” La Argentina cuenta hoy en día con el apoyo de muchos países de Latinoamérica como Brasil, Bolivia, Uruguay, entre el que destaca el apoyo del presidente de Ecuador Rafael Correa. Los reclamos actuales van dirigidos exigir la restitución de la soberanía de las islas y sus recursos, explotados por los británicos sin ningún tipo de control y a denunciar la militarización de las islas. Estos reclamos se efectúan ante las Organización de las Naciones Unidas (ONU) y suscitan el apoyo internacional. Por otro lado, también se realizan tratados con diferentes países latinoamericanos, por ejemplo los nucleados en UNASUR (en el que se prohíbe la entrada y salida de buques de banderas extranjeras a puertos de países adheridos al tratado, que comercializan, pescan en jurisdicción de las aguas de las islas Malvinas de forma ilegal) Todas estas gestiones realizadas por Argentina tienen la finalidad de que los británicos se sienten a negociar por el tema Malvinas aunque los británicos hacen caso omiso a los llamados por parte de nuestro país. Disputa sobre la soberanía de las islas Malvinas La soberanía de las islas Malvinas ha estado en conflicto entre el Reino Unido y la República Argentina desde 1833. En la actualidad es uno de los diecisiete territorios en la lista de las Naciones Unidas de territorios no autónomos bajo la supervisión del comité de descolonización2, con el fin de eliminar el colonialismo, por lo que la situación de las islas es examinada anualmente por el comité de descolonización desde 1965. Para la ONU, la soberanía, tanto de las islas como la de sus espacios marítimos circundantes, se encuentra en litigio bajo administración del Reino Unido, para quien las Malvinas constituyen un Territorio de Ultramar. 2

Ver listado completo en http://www.un.org/es/decolonization/nonselfgovterritories.shtml

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La Argentina no reconoce la soberanía británica sobre las Malvinas, a las que considera una parte integral e indivisible de su territorio que se halla ocupada ilegalmente por una potencia invasora. En tal sentido las considera parte de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Isla del Atlántico Sur, en donde son agrupadas junto a las Islas Georgia del Sur, Sándwich del Sur y Orcadas del Sur en el Departamento Islas del Atlántico Sur. Desde la reforma de 1994 la Constitución Nacional Argentina ratifica en la primera de sus Disposiciones Transitorias el reclamo de soberanía y la recuperación de las Malvinas como un objetivo permanente e irrenunciable del Pueblo Argentino. Desde la guerra de 1982, el Reino Unido y los isleños rechazan cualquier negociación sobre la soberanía de las islas.

Rebote del conflicto Argentino - Británico Reclamo argentino en la ONU El 7 de febrero de 2012, 30 años después de la aceptación Argentina de la ocupación británica de las islas (sellada en 1982), la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, anunció la presentación de una protesta a la ONU a raíz de la militarización del Atlántico sur por parte de Gran Bretaña, tras la decisión de Londres de enviar un moderno destructor a las Islas Malvinas. La Presidenta señaló, en dicho momento: ¨Vamos a presentar una protesta ante el Consejo de Seguridad de la ONU por esta nueva militarización del Atlántico Sur, que implica un grave riesgo para la seguridad internacional¨ (…) Este es un reclamo avalado por el conjunto de la sociedad argentina y latinoamericana. Malvinas se ha transformado en una causa Latinoamericana”3. Por su parte, el gobernador de las Malvinas, el británico Nigel Haywood, cuestionó las “políticas deliberadas” que tomo Argentina “para hacer difícil la vida de los habitantes de las islas”. El gobernador también señaló: “Si Argentina continúa con las declaraciones fuertes y engañosas, las vamos a desafiar. No se puede atacar a uno y luego cuando éste se defiende, acusarlo de ser agresivo”.4 Lo anterior significa el resurgimiento del encono que, desde la época del gobierno de Margaret Thatcher, se había mantenido latente. Reino Unido ha insistido en la estrategia de ¨militarizaciones¨ que hoy son percibidas como una provocación para la región y motivo para enarbolar Malvinas como causa latinoamericana, con el apoyo de algunos presidentes de la región. De esta forma, el 10 de febrero de 2012 el canciller argentino Héctor Timerman concretó la denuncia contra Gran Bretaña ante las Naciones Unidas por la “militarización”

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Ver nota en http://www.notitdf.com/noticias/leer/1891-argentina-denunciara-al-reino-unido-en-onu-porla-militarizacion-del-atlantico-sur.html 4 Ver en Clarin del 11/02/2012 http://www.clarin.com/politica/gobernador-Malvinas-asegura-islenosdefender_0_644335635.html

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del Atlántico Sur, en una reunión en Nueva York con el secretario general de la ONU, BankiMoon. CONCLUSIÓN La guerra de Malvinas fue un conflicto desigual que protagonizó Argentina cuyo desenlace adverso tuvo varios motivos. Uno de ellos, la superioridad del armamento y tecnología que poseía Gran Bretaña; otro la falta de preparación de nuestros soldados, ya que eran niños sin experiencia frente a un ejército adversario conformado por hombres preparados para la guerra. La única ruta viable fue y es intentar recuperarlas por vías diplomáticas, pero en ese momento el gobierno militar optó por un conflicto bélico. Políticamente a raíz de esta guerra no quedaron bien las relaciones entre Argentina e Inglaterra, y aunque los argumentos tanto jurídicos como históricos favorecen la recuperación de las islas, esta posibilidad nunca ha podido discutirse, ese ha sido, es y será el derecho nacional sobre las Islas Malvinas. Argentina ratifica con orgullo las glorias históricas pero reconoce los fracasos y errores cometidos, pretende así fortalecer un sentimiento honesto de autoestima, que nos permite recoger una valiosa experiencia para cuidar y mejorar los beneficios que convienen a nuestra convivencia nacional. Es una responsabilidad ineludible que compete a toda las generaciones, ya que forman parte de nuestra historia y vida. La humanidad hoy en día tiene conocimiento e información de lo ocurrido durante la dictadura militar y sobre la cuestión Malvinas. Llevamos la causa en nuestra sangre, ya que otros argentinos lucharon con honor y orgullo por ellas y volvieron con la cabeza en alto a pesar de la derrota que nos involucra a cada uno de nosotros. Las Malvinas son nuestras y forman parte de nuestra historia no sólo porque están ubicadas en nuestro territorio, sino porque allí se dejaron vidas argentinas, la seguiremos peleando para obtener la soberanía de las islas y para habitarlas en un futuro muy cercano.

___________________________________________ BIBLIOGRAFÍA Serie en canal “ENCUENTRO”, disponible en la página “Malvinas para Todos”, publicación del ministerio de Educación Serie “Pensar Malvinas” en Canal Encuentro Esteban; Edgardo (2011) “Malvinas: la guerra, el hombre” el 03 de abril de 2011 en Página 12 Agradecimientos CEMIDA (Centro de militares para la democracia Argentina),Secretaría de Comunicación Pública de la Nación, Ministerio de Defensa, Biblioteca Nacional, CECIM (centro de excombatientes de Islas Malvinas).

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