Los verbos defectivos

1 Los verbos defectivos Para el desarrollo de la primera parte de este informe, hemos seguido, en líneas generales, la explicación de la Gramática D...
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Los verbos defectivos

Para el desarrollo de la primera parte de este informe, hemos seguido, en líneas generales, la explicación de la Gramática Descriptiva de la Lengua Española de la Real Academia. No obstante, dado que el Diccionario Panhispánico de Dudas registra otros empleos de algunos de los verbos tradicionalmente considerados como defectivos, nos ha parecido interesante plantear esas consideraciones -así como otras vinculadas con la conjugación, significado y usos de esos verbos- en la segunda parte. ********************************** Los verbos defectivos son aquellos que, por diferentes razones, tienen una conjugación incompleta, es decir, que sólo se usan en determinadas formas. Por motivos sintácticos y semánticos, los verbos atañer, acaecer, acontecer, suceder, ocurrir, etc., que se predican de sujetos inanimados o abstractos, de temas pero no de agentes, sólo se usan en las terceras personas (esta situación no me atañe, la decisión concierne al magistrado, algo le aconteció, el hecho acaeció el año pasado, esos episodios ocurrían con frecuencia, etc.) y en las formas no conjugadas (infinitivo, participio y gerundio: acontecer, acontecido, aconteciendo; atañer, atañido, atañendo, etc..). Algo parecido, pero por un motivo diferente, ocurre con los verbos llover, tronar, nevar, amanecer, anochecer, etc., que se refieren a fenómenos atmosféricos o naturales y que, salvo usos figurados o literarios (“Le llovieron acusaciones injustas”), sólo se emplean en 3° persona del singular, sin sujeto gramatical. Se los denomina también verbos unipersonales. El verbo soler se emplea como auxiliar en frases verbales con infinitivo, con sentido durativo e imperfectivo, pues denota el carácter habitual de la acción que expresa el infinitivo con el que forma perífrasis. No se usa en todos los tiempos de la conjugación, como en el futuro imperfecto de indicativo (*soleré) o el condicional simple (*solería). Por eso, sólo se encuentra en los presentes de indicativo y de subjuntivo (suelo, sueles, suela, solemos, solamos, etc.) en el pretérito imperfecto (solía, solíamos), en el pretérito perfecto compuesto (he solido) de sentido durativo desde el pasado aunque con término reciente. En algunos verbos de la tercera conjugación, como abolir, agredir, transgredir y compungir, se observa un uso restringido, por motivos aparentemente fonológicos, a las formas cuya desinencia empieza por- i: 1° y 2° personas del plural del presente de indicativo (abolimos, abolís), plural del imperativo (abolid) y las formas del pretérito perfecto simple (aboliste, abolió, abolimos) – y por consiguiente del imperfecto de subjuntivo (aboliera, aboliéramos, etc.) y del futuro de subjuntivo (aboliere, abolieres, etc.)- y del futuro de indicativo (abolirá, aboliremos, etc.) – y, por consiguiente del

2 condicional simple (aboliría, aboliríamos, etc). (Ver en este mismo informe “Otras consideraciones sobre los verbos defectivos”) Existen algunos verbos que sólo se emplean en infinitivo: adir (“aceptar la herencia tácita o expresamente”) y usucapir (Der. “adquirir una cosa por usucapión”; “usucapión”: “adquisición de una propiedad o de un derecho real mediante su ejercicio en las condiciones y durante el tiempo previsto por la ley”). Otros se usan solamente en el participio, con función adjetiva: aguerrido, desolado, despavorido, fallido (del antiguo fallir: “errar, fallar”), manido, desvaído, aterido, preterido, descolorido, etc. (Ver en este mismo informe “Otras consideraciones sobre los verbos defectivos”) En cuanto al verbo balbucir, usado en las mismas formas que abolir, suele ser sustituido por balbucear, y en vez de garantir, empleado todavía en el español de América (garanto, garantes, etc), se prefiere en el español peninsular, garantizar.

Otras consideraciones sobre los verbos defectivos Como hemos visto, acaecer y acontecer son considerados como defectivos por la Gramática Descriptiva de la Lengua Española. Conviene recordar que se conjugan como agradecer (acaezca, acontezca). Atañer, cuyo significado es “afectar o concernir a alguien o algo”, se conjuga como tañer (atañe, atañían, atañó). Es intransitivo y se construye siempre con un objeto indirecto: “Esto no le atañía a él directamente”. Concernir (“afectar o interesar a alguien”; “tener que ver con algo”) se conjuga como discernir (concierne, conciernan). Normalmente se usa como intransitivo, caso en el que lleva siempre un objeto indirecto: “La preservación de la democracia les concierne a todos por igual”.En los últimos tiempos, señala el Diccionario Panhispánico de Dudas, probablemente por influjo de otros verbos de significado similar como afectar, se documenta en algunas zonas un uso transitivo de concernir, especialmente en la forma de participio: concernido: “Los magistrados escucharon las alegaciones de las tres partes concernidas”. En estos casos, es más habitual y recomendable usar otros participios, como afectado o interesado, según los casos. En el caso de abolir, como hemos visto, parece advertirse un rechazo hacia el uso de las formas de raíz tónica que acaso tendrían que diptongar [o/ ue] (abuelo?, abueles?, abuele?) lo que sería el auténtico motivo del desuso de tales formas. Por el momento, más que una explicación, hay una coincidencia entre la presencia de la vocal de la desinencia -i y el uso de la forma correspondiente. Sin embargo, según el Diccionario Panhispánico de Dudas, hoy se documentan, y se consideran válidas, el resto de las formas de la conjugación: “Se abole la pena de muerte”, “Los nuevos poderes abolen la soledad por

3 decreto”. Como se ve en los ejemplos extraídos de este diccionario, su conjugación es regular: abolo, aboles, etc., y no *abuelo, * abueles, etc. En cuanto al verbo agredir, el Diccionario Panhispánico de Dudas señala que aunque tradicionalmente se lo ha considerado como un verbo defectivo, en el español actual ha extendido su empleo a todos los tiempos y personas de la conjugación. De ese modo, las formas que carecen de la vocal -i- en su desinencia (agrede, agredamos, agreda, etc.), consideradas antes incorrectas, son actualmente normales en todo el ámbito hispanohablante. “Dos asaltantes agreden a una anciana”. Aunque el verbo compungir(se) (“causar gran pena” y “entristecerse”) a veces se ha considerado defectivo, suponiendo que sólo se usaba en aquellas formas cuya desinencia comienza por-i, en realidad se emplea en todas las formas de la conjugación, consigna el Diccionario Panhispánico de Dudas: “¿Por qué nos compunge tanto esta escena?” Algo parecido sucede con el verbo transgredir (“violar un precepto o una ley”), que fue considerado durante mucho tiempo como defectivo. En el español actual, este verbo ha extendido su empleo a todas las personas y tiempos de la conjugación. De ese modo, las formas que carecen de la vocal -i- en su desinencia, como transgrede, transgredamos, transgreda, etc., consideradas antes incorrectas, son hoy normales en todo el ámbito hispanohablante: “Hay que evitar que se transgreda esta norma”. Corresponde recordar que es también válida la grafía simplificada trasgredir, aunque en el uso culto se sigue prefiriendo la forma que conserva el grupo etimológico -ns-. Arrecir(se) que significa “entumecer(se) por causa del frío” es un verbo defectivo que solo se emplea en aquellas formas cuya desinencia empieza por -i. Sin embargo, como ya hemos señalado en la primera parte, se usa especialmente su participio pasado arrecido con valor de adjetivo: “Los árboles inmóviles como fantasmas arrecidos en medio de la nieve”. Preterir (cuyo significado es “postergar” y, en Derecho, “omitir en la institución de herederos a los que son forzosos, sin desheredarlos expresamente en el testamento”) se conjuga como pedir. Este verbo defectivo, que sólo se emplea en aquellas formas cuya desinencia empieza por- i, en realidad, aparece casi exclusivamente en infinitivo y, sobre todo, en participio, como ya hemos visto. No obstante, el Diccionario Panhispánico de Dudas cita el siguiente ejemplo: “En España sigue rigiendo la Ley de Propiedad Intelectual de 10 de enero de 1879, que olvidó o pretirió adrede la especialidad de las cartas”. En cuanto al verbo desvaír(se) (“quitar o perder el color, la fuerza o la intensidad”), el Diccionario Panhispánico de Dudas no lo considera como defectivo aunque admite que lo normal es que se empleen solo las formas cuya desinencia empieza por-i: “Algo extraño empañaba y desvaía las imágenes”. Se emplea con frecuencia especialmente su participio pasado desvaído. El verbo manir (antiguamente, “permanecer, quedar”; “hacer que las carnes y otros alimentos se pongan más tiernos y sazonados, dejando pasar el tiempo necesario antes de

4 condimentarlos o comerlos”) es un verbo defectivo que se conjuga solamente en las formas cuya desinencia empieza por -i. No obstante, se emplea fundamentalmente su participio pasado manido. El verbo descolorir(se), sinónimo de decolorar(se) –de uso más frecuente- es defectivo, pues solo se conjuga en las formas cuya desinencia empieza por - i. pero, como ya se ha señalado, se emplea especialmente su participio pasado del que deriva el adjetivo descolorido (“de color pálido o poco intenso”): “Una imagen descolorida”.

Bibliografía García Negroni, María Marta; Pérgola, Laura; Stern, Mirta. El arte de escribir bien en español. Manual de corrección de estilo. Buenos Aires, Santiago Arcos, 2004. Real Academia. Española. Gramática descriptiva de la lengua. Dirigida por Ignacio Bosque, Violeta Demonte. Madrid, Espasa, 1999. p.4968. Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Española, Madrid, EspasaCalpe, 1997 Diccionario Panhispánico de Dudas. Real Academia Española, Madrid, EspasaCalpe, 2005 Seco, Manuel, Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, Madrid, Espasa-Calpe, 1986.

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