Los cambios que vienen: elecciones presidenciales en Estados Unidos

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Reunión - diálogo

Los cambios que vienen: elecciones presidenciales en Estados Unidos Expositores

Rafael Fernández de Castro Carlos Rico Ferrat

Moderadora

Olga Pellicer

Tepoztlán, Morelos, 26 de abril de 2008

Al empezar la Reunión-diálogo, Olga Pellicer aseguró que las elecciones presidenciales de los Estados Unidos (EUA) resultan atractivas porque evidencian la vitalidad y la capacidad de renovación y diálogo entre las diversas fuerzas políticas de ese país. Agregó que se ha sido una campaña electoral muy larga en donde la contienda de los demócratas parece haberse convertido en la auténtica; y en la que las partes no han definido explícitamente su postura en cuanto a la relación con México. En su exposición, Rafael Fernández de Castro sugirió que esta elección es crítica para los Estados Unidos, sobre todo comparada con de 2000 que se desarrolló en un escenario optimista, tanto que en la nominación de George W. Bush el Partido Republicano se dio el lujo de elegir a quien no sabía nada de política exterior. En ese momento, Bush se escudaba de los aspectos internacionales con su conocimiento de México y aun así, han sido ocho muy malos años en la relación Estados Unidos-México. En los aspectos de política interna, el expositor dijo que el desempeño del actual presidente de EUA se caracteriza por una severa crisis: un gobierno incapaz de prevenir y reaccionar ante desastres naturales, además de tener una implacable falta de credibilidad y desazón ante la oportunidad de realizar cambios fundamentales en los sistemas de salud, pensiones, y seguridad social que, entre otros pequeños cánceres, están carcomiendo la seguridad de los Estados Unidos. El presidente dio preferencia al fortalecimiento del mercantilismo y, posteriormente, a la guerra contra el terrorismo; ambos aspectos han fortalecido el interés por renovar la clase política estadounidense. En el Partido Republicano, aseguró Fernández de Castro, el candidato John McCain ganó relativamente fácil la elección primaria porque además de ser el candidato favorito, contó con el suficiente tiempo para recabar fondos; sin embargo, tiempo después una mala administración lo llevó a despedir, en julio de 1

2007, al 80% de los integrantes de su campaña. Lo positivo de este incidente es que McCain aprendió la lección, en contraste con sus contendientes republicanos, cuyas campañas internas son casi ejemplo de lo que no debe hacerse una campaña electoral –Rudolph Giuliani por su tardía entrada a la contienda y Mitt Romney por su versatilidad en función de lo que indicaban las encuestas. En el otro partido, la decisión de los demócratas se ha alargado porque consideran que tienen una clara oportunidad de lograr la presidencia tras la desastrosa administración Bush. Describió a la candidata Hillary Clinton como una mujer de gran inteligencia, experiencia –como primera dama y senadora– y voluntad de acero; que tiene de su lado a las mujeres, a los blancos que no les va bien económicamente y a los latinos, además de poseer la gran habilidad de llevarse bien con los demócratas y republicanos. Por otra parte, Barack Obama es la gran revelación de temporada, tiene carisma, valentía para tocar puntos álgidos y una aparenta capacidad de afrontar problemas cruciales para los Estados Unidos. La aritmética para obtener un candidato demócrata indica que ninguno cuenta con el número suficiente de delegados para ganar la elección, que serán los superdelegados los que tomen la decisión llegado el momento. No obstante las ventajas descritas, Fernández de Castro reseñó también las desventajas de ambos: parece que Obama tiene dos problemas para ser elegible, uno es su raza negra y, dos, hay dudas de que cuente con la suficiente fortaleza y dureza para ganar a los republicanos los estados grandes. Ante el primer problema, las encuestas de salida favorecen a Hillary en cuestión de género; no obstante las tendencias de Ohio y Texas darán ventaja a Obama si es él quien se enfrenta a McCain. Sin comprometer una opinión, consideró que el candidato más conveniente para México, sería el que resulte mejor presidente para los Estados Unidos, y que para nuestro país lo importante será poder establecer servicios de consulado, educación, seguridad y política fiscal. Para concluir, Fernández de Castro apostó que la elección interna demócrata favorecerá a Obama –pese las muchas virtudes de Clinton– y que, de ser presidente, puede hacer cosas innovadoras aunque su desempeño puede ser un tanto parecido al de Vicente Fox: un gran candidato pero mal presidente por falta de experiencia política. En tanto que el republicano McCain estaría más preocupado por la situación en Iraq y se mantendría una situación muy parecida a la actual por lo que hace a México. Carlos Rico Ferrat comenzó su presentación estimando que desde la década de los setenta no se había desatado una guerra mediática alrededor de las elecciones estadounidense como ahora. Actualmente, EUA y el mundo están ante una elección crítica por la nueva generación con un proceso de socialización y comunicación distinta que ha permitido generar redes de comunicación virtuales y fomentar el cambio en la política electoral estadounidense. Adicionalmente, están los elementos políticos del terrorismo y la amenaza interna, que puede crear una mutación en las percepciones electorales y políticas a plazos muy cortos y que, en su conjunto, forman parte de un cambio generacional significativo.

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En el análisis del proceso interno de los republicanos, remarcó que la participación en las votaciones primarias fue muy escasa, tal vez como resultado de que el partido no pudiera movilizarse contra los demócratas, y John McCaine aprovechó esta situación. Justo lo opuesto al caso demócrata, donde ambos candidatos han resultado muy atractivos para la población e inmersos en una precampaña muy estrecha. En la convención del Partido Demócrata a celebrarse en agosto este debate habrá de resolverse en los términos de la pregunta ¿quién le ganará a McCain? Rico Ferrat analizó dos perspectivas que complican aún más adelantar conclusiones: la primera, la larga contienda entre los demócratas puede resultar dañina, los descalificativos mutuos están dando elementos a los republicanos para una buena estrategia durante la elección definitiva. La segunda, que la lectura e importancia que los republicanos dan a la campaña demócrata es que en este partido están preparando a Barack Obama en cómo reaccionar ante temas críticos que enfrentará más adelante. Sea cual sea el resultado de la convención demócrata, sugirió no perder de vista que no es lo mismo una elección interna que una nacional. Recordó que en las internas demócratas puede haber divisiones, pero en la nacional, el candidato debe atraer a los extremos, aspecto que se torna crucial para ambos candidatos en vista que de manera individual no acumularían los votos suficientes. El expositor agregó a su análisis otros temas importantes como la actuación de los votantes hispanos, que podrían crear una margen significativo que haga diferencia sobre todo ante la previsión de que si se enfrentan Obama y McCain, el primero ganaría –cuando menos– por dos puntos porcentuales al segundo, brecha se que reduce si se tratara de Clinton como contrincante, ubicándose en menos del medio punto porcentual. Otro asunto fundamental es quién será el candidato a vicepresidente demócrata. Argumentó que una alianza Clinton-Obama/ObamaClinton sería una experiencia interesante por la forma que ambos se complementen para beneficiar ampliamente el desempeño político; a pesar de las bondades de esta posibilidad, estimó importante cómo se retirará el candidato que no ganó la elección interna, pues si se realiza en malos términos, surgirá una fractura de la cual el candidato McCain puede considerarse el principal ganador. Para finalizar sus comentarios, reflexionó sobre cuáles son las implicaciones del proceso electoral y su desenlace para la relación con México. Rico Ferrat dejó en claro que los presidentes son importantes para la relación bilateral, pero no cambian totalmente las reglas del juego, tal como se comprobó con George W. Bush, cuyo voluntarismo no bastó para recibir el apoyo de los republicanos, y México no recibió la atención ni logró sus objetivos a los largo dos administraciones. Estimó que en nuestro país se ignora frecuentemente la correlación de fuerzas en el Congreso estadounidense, que es el ámbito más importante para cualquier iniciativa a que México desee incorporarse para su beneficio; como tampoco se analiza con detenimiento al otro actor principal de la relación: el Department of Homeland Security, que condiciona los aspectos centrales de la relación política. El expositor concluyó que, naturalmente, la clase 3

política estadounidense quiere resolver primero sus propios problemas internos; por tal motivo, el mejor candidato para México será el mejor candidato para los Estados Unidos. Durante el tiempo dedicado a la participación de los asistentes, éstos manifestaron su profundo interés por las elecciones per se, los contextos político y económico –internacional y doméstico– y las implicaciones que la victoria de determinado candidato o partido tendrían para México. Por ejemplo, se expresaron dudas sobre cuál sería el futuro de Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en función de las preferencias proteccionistas o librecambistas que tienen los candidatos; la forma en que la actual crisis económica que detonó en Estados Unidos es tratada por los precandidatos demócratas y el candidato republicano, y de cómo podría ser administrada por el futuro presidente. Por lo que hace al tema de la relación con México, algunos invitados a la Reunión-diálogo cuestionaron a los expositores sobre cuál presidente y qué partido sería más conveniente para el gobierno mexicano, o si el gobierno de nuestro país se inclina por algún candidato. Otros miembros comentaron el poco interés que en las precampañas merecen los intereses de México y que éstos tendrán poco espacio en la agenda del próximo gobernante. De forma análoga, un miembro del Centro Tepoztlán pidió a los expositores profundizar sobre cuál es la visión del mundo que los candidatos tienen y qué tanto la integran en su discurso político, pues en sus intervenciones varios asistentes coincidieron en el importante papel que el futuro presidente de EUA debe jugar para influir positivamente en el devenir del orden mundial. Otros miembros recordaron la magnitud de intereses y acción que representan los grupos de cabildeo en Estados Unidos, al igual que las consecuencias de esto en el discurso de los políticos, la formulación de políticas y la administración de éstas. En esa perspectiva, sugirieron a Rafael Fernández de Castro y Carlos Rico Ferrat comentar el tema y su opinión sobre los lobbies que representan los intereses de México o de grupos mexicanos. Otro miembro sugirió a los expositores comentar cómo ha sido tratado el tema energético en las precampañas demócratas y la campaña republicana, y cómo se articulan en la relación bilateral con México. Adicionalmente, un miembro del Centro reflexionó sobre la corriente intelectual en la que se enmarca el actual gobierno estadunidense, identificado como neo-conservadurismo; recordó cómo sus seguidores fueron ganando espacios en las últimas décadas, desde la academia hasta la Casa Blanca, pasando por influyentes think tanks. Ante esas evidencias, solicitó a los expositores sus reflexiones sobre qué margen de acción tendría un presidente demócrata en vista de que los neo-cons’ están ya insertos, profundamente enraizados en todas las instituciones estadounidenses –y no sólo gubernamentales. Carlos Rico Ferrat agradeció a los presentes sus interesantes comentarios y dio paso a responder algunas de las preguntas vertidas. En el tema del TLCAN, 4

señaló que en ocasiones se identifica a Hillary Clinton y Barack Obama partidarios de moderar los efectos del Tratado, incluso de proteccionistas; no obstante, si alguno de los dos es presidente, habrán de adoptar una posición institucional, por lo que con certeza no abrirían la puerta a una renegociación del TLCAN. Por su parte, John McCain apoya el Tratado en sus términos actuales. Por lo que hace al tratamiento de la dimensión real de la crisis económica, señaló que públicamente no está en los discursos de las precampañas, pero sin duda sigue siendo uno de los ejes del debate entre políticos y grupos de interés. De esta manera, el tema se está manejando en tres niveles: el del impacto en el consumidor, visto a través del problema de las hipotecas impagables y el encarecimiento del crédito; el endurecimiento de la posición proteccionista o reducción de la “generosidad” librecambista hacia terceros países; y la creación de alternativas nacionales a los desafíos y desventajas del mercado internacional. En cuanto el tema de la energía, destacó la alarma de los candidatos por el abastecimiento-dependencia del exterior en lo referente a combustibles, y el anunciado fomento de alternativas como biocombustibles, aunque éste tenga un severo impacto en el mercado mundial de alimentos. Por lo que hace a los lobbies, indicó son la expresión de los intereses reales, y como tales mutan realmente poco; por lo tanto, y de acuerdo con especialistas, el siguiente grupo de cabildeo importante en EUA será el de los hispanos, cuya importancia económica y política para el establishment estadounidense es escasa, y por ello ahora mismo no tienen demasiada fuerza porque les ha sido difícil hacer compatibles sus intereses con los locales, sin embargo su presencia es creciente y notable. Sobre las características del electorado y las preferencias de voto, Rico Ferrat dijo que si Obama es elegido candidato demócrata, la preferencia de un importante sector de población blanca será votar por el republicano McCain; y aunque la población afroamericana es la segunda minoría poblacional, es la primera minoría racial, factor que podría restar importancia al cambio racial del voto demócrata hacia republicano. Del lado del candidato republicano, se especula mucho sobre la idoneidad de McCain por su edad, y que el vicepresidente que compita en su fórmula tiene muchas probabilidades de asumir la presidencia, incluso recordó bromas que se encuentran en la prensa estadounidense que versan en ese tono. Por ello, aseguró, McCain es visto como un candidato de transición, y no como uno que pudiera competir por segunda ocasión o por un segundo término en caso de ser electo presidente. A las inquietudes sobre qué papel jugaría un tercer candidato a la presidencia, como el caso de Ralph Nader en el año 2004, mencionó que en las estrategias de Obama y Clinton parece aún no figurar una opción de este tipo, que pudiera restarles votos y favorecer en la práctica a John McCain; y para éste, Carlos Rico considera improbable el surgimiento de un candidato que atraiga la simpatía de aquellos que actualmente apoyan la propuesta del candidato republicano. 5

Respecto la importancia o el espacio que la política exterior ocupa en las agendas de los candidatos, dijo que ésta no va más allá del tema de Iraq. En esta tónica, la región latinoamericana ha merecido un papel menor en la campaña. Por último, reflexionó sobre el tema del neo-conservadurismo, concluyendo que sin duda no desaparecerán sus seguidores ni exponentes, sino al contrario, seguirán encumbrados en la Corte Suprema; es más, aseguró que –de ganar un demócrata– será un gobierno de cambio con instituciones empapadas de neoconservadurismo. En su último turno, Rafael Fernández de Castro complementó sus comentarios sobre la crisis económica, el Tratado de Libre Comercio, los lobbies, los temas de la campaña, las características del electorado, las posibles preferencias del gobierno mexicano y el futuro de los neo-cons’. En el primer caso, indicó que la crisis que padece EUA está siendo aprovechada por los demócratas al ligarla al desempeño general de la economía durante los dos periodos de George W. Bush y los altos gastos que supone la presencia militar estadounidense en Iraq. En cualquier caso, y de acuerdo a cifras del Fondo Monetario Internacional, la actual situación económica no será mucho más traumática en el mediano plazo. El expositor señaló que esta mejoría no beneficia a Hillary Clinton porque ella sabe capitalizar la crisis, ya que tradicionalmente los electores blancos se preocupan por la economía y ella podría ofrecer alternativas que le ganen votos a su favor. En cambio, Obama es visto por algunos como un hombre cuya personalidad muy reflexiva, poco impulsivo, probablemente no pueda sacar adelante la economía por esa falta de sencillez o sentido común. Empero, la sombra de una gran crisis más allá de la desatada en otoño de 2007 –sino aquella derivada de los cuantiosos déficit externos e internos de EUA– no se ha discutido ni se está discutiendo en público por los precandidatos Clinton y Obama o el candidato McCain. Fernández de Castro agregó que en el tema del TLCAN la personalidad de los candidatos es decisiva, por cuanto se relaciona al debate estadounidense sobre el Tratado con una mentalidad de fortaleza y soberbia. Así, valiéndose de su liderazgo internacional, Obama podría fortalecer el desgastado capital moral de EUA. Comentó que el lobby étnico mexicano tiene un largo camino por recorrer para afianzarse en la toma de decisiones de Washington porque el liderazgo mexicano allá es todavía exaltadamente anti-estadounidense, o suficientemente diferenciador, lo que dificulta la aceptación en EUA; pese a esto, la palanca del cabildeo de los intereses allá será la creciente comunidad mexicana, en volumen y participación. A las preguntas expresas sobre la preferencia de Felipe Calderón Hinojosa por uno u otro candidato, Fernández de Castro comentó que el gobierno mexicano ha actuado a partir de la experiencia de la administración de Vicente Fox, es decir, está tratando de no adelantar hechos o publicar simpatías. En términos de facilidad de la relación binacional, John McCain es ya bien conocido, y por eso 6

sería funcional; pero aún así, parece clara la voluntad de Calderón de no acercarse tanto al futuro presidente de EUA, sea quien sea, para conservar una sana distancia con el gobierno del país vecino y desmarcarse de las prácticas del gobierno de Fox. Concluyó su participación diciendo que a lo largo del gobierno de George W. Bush, los neo-conservadores se han colocado en posiciones de todos los niveles y ámbitos de la vida pública estadounidense. Consideró que en un esfuerzo por distinguir su gobierno del de su predecesor, si John McCain gana la presidencia, intentaría acotar su poder y visibilidad, por lo que sería probable que los neo-cons’ regresaran nuevamente a las escuelas, institutos y think tanks.

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Reunión-Diálogo Los cambios que vienen: elecciones presidenciales en Estados Unidos Tepoztlán, Morelos, 26 de abril de 2008 AGENDA EUGENIO ANGUIANO ROCH

Bienvenida

RAFAEL FERNÁNDEZ DE CASTRO

Expositor

CARLOS RICO FERRAT

Expositor

OLGA PELLICER

Moderadora

Debate general

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Reunión-Diálogo Los cambios que vienen: elecciones presidenciales en Estados Unidos Tepoztlán, Morelos, 26 de abril de 2008 Lista de asistentes Centro Tepoztlán Víctor L. Urquidi Eugenio Anguiano Presidente, Centro Tepoztlán

Bienvenida

Kirsten Appendini Colmex, Centro de Estudios Económicos Edmundo Berumen Berumen y Asociados Gerardo M. Bueno UNAM, Facultad de Economía Raúl Carvajal Fundación México-EEUU para la Ciencia Rolando Cordera UNAM, Facultad de Economía Fernando Cortés Colmex, Centro de Estudios Sociológicos Pedro Hoth Consultor Rogelio Martínez Aguilar Asoc. Exalumnos Facultad Economía-UNAM Olga Pellicer Centro Tepoztlán

MODERADORA

André Pons Consultor 9

Julieta Quilodrán Colmex, Centro de Estudios de Dessarollo Urbano y Ambientales José Romero T. Colmex, Centro de Estudios Económicos Rosa María Rubalcava Centro Tepoztlán Norma Samaniego Santa Fé Consultores Elena Sandoval Fundación UNAM Ricardo Solís Universidad Autónoma Metropolitana Eduardo Terrazas de la Peña Terrazas y Asociados Invitados especiales Rubén Aguirre Consultor Alfonso Ayala Colegio de Veracruz Héctor Cuadra UNAM, Fac. Ciencias Políticas y Sociales Susana del Mazo Gobierno del Estado de México Rafael Fernández de Castro ITAM, Departamento de Relaciones Internacionales

EXPOSITOR

Samantha Franco UNAM, CEIICH

RELATORA

Rodolfo González IEV, Veracruz Alejandro Moreno ITAM, Departamento Ciencia Política Taide Navarrete Pellicer Secretaría de Relaciones Exteriores

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Carlos Rico Ferrat SRE, Subsecretario para América del Norte

EXPOSITOR

Enrique Rojo Secretaría de Relaciones Exteriores Natalia Saltalamacchia ITAM Zirahuen Villamar UNAM, CEIICH

RELATOR

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