La Absurdidad de la Vida Sin Dios

La Absurdidad de la Vida Sin Dios Primer Sermón por Armando Ramírez De la Serie de Predicaciones en la Colonia Treviño Zapata, Matamoros, Tamps. día ...
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La Absurdidad de la Vida Sin Dios

Primer Sermón por Armando Ramírez De la Serie de Predicaciones en la Colonia Treviño Zapata, Matamoros, Tamps. día 04 de Noviembre de 2013 INTRODUCCIÓN. De todos los necios que la Biblia menciona, no hay uno más grande que aquel que dice, “No hay Dios” (Sal.14:1; 53:1). Personajes de poder, como el Faraón de Egipto vino ante Moisés y Aarón y les dijo: “¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel” (Exo.5:2; cf. 12:29-33). O el rey Babilónico como Nabucodonosor terminaron convenciéndose que hay un poder en el Cielo verdaderamente grande e invencible y un Dios Todo Poderoso a quien toda rodilla debe inclinarse. En las propias palabras de este último leemos: “Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia” (Dan.4:37). Pensemos por un momento como serían las consecuencias y el estado total de las cosas en la vida humana en general si la hipótesis jamás probada del campo científico fuera la última realidad. Es decir, que al final de las profusas investigaciones en todos los campos del conocimiento, el veredicto final es: “No hay Dios”. La humanidad no tiene origen divino. Estamos realmente solos en la inmensidad del Universo. No existe un Ser Eternamente auto existente y Todo poderoso que creo la tierra, responsable del Cosmos y de la aparición de los seres humanos conforme a su semejanza” (Gen.1:26; 2:7). ¿Qué sería la humanidad sin Dios? ¿Sería la misma? ¿Marcharían las cosas sobre la tierra como hasta ahora? Seguramente nos acordamos de aquella película hace algunos pocos años titulada: “Un día sin Mexicanos”. El filme retrata la vida cotidiana del pueblo Americano con la ausencia de los que realizan el trabajo menos significado y menos remunerado como recoger la fruta de los campos, los

trabajos de limpieza y mantenimiento de los grandes negocios, plazas y supermercados. La película termina haciendo conciencia del trabajo duro y requerido en los Estados Unidos por manos de nuestros compatriotas que buscan su “sueño Americano” trabajando legalmente ahí. En un paralelo menor y más práctico, imaginémonos que el trabajo abnegado de una madre que se levanta todas las mañanas para poner en orden la casa, mandar el marido al trabajo y los niños a la escuela, fuese interrumpido por una grave enfermedad que le impidiera trabajar por un mes. ¿Quién llenaría “sus zapatos”?. ¿Quién sería capaz para realizar la misma cantidad de esfuerzo como ella? Sin embargo, “Un día sin Mexicanos” o “Un mes sin el trabajo de una esposa en el hogar” todavía representan infinitamente nada en comparación con la magnitud de la proposición de algunos de “Un Universo sin Dios”. Tendríamos demasiadas preguntas e incógnitas sin resolver imposibles de enumerar Si este vasto Universo y la vida ordenada tal como la conocemos, no tuviese un origen y una explicación en una fuerza inteligente más allá del Cosmos, más allá de las teorías sensacionalistas y ambiguas que se dicen en las Universidades. Sin un Dios Creador y Benefactor de la humanidad, nos quedamos atrapados en la inmensidad del Universo sin la razón suficiente para vivir vidas significativas y si la esperanza regeneradora más allá de nuestras tumbas. Los siguientes cuatro puntos representan cuatro imponentes implicaciones que necesitan respuestas claras Si acaso la vida en una casualidad fortuita y no un diseño divinamente creado:

I.

SI NO HAY DIOS; NO HAY SIGNIFICADO EN LA VIDA A. Si no hay un Ser Creador que imparte y gobierna la existencia humana, entonces no hay ningún valor en la existencia. ¿Tiene sentido vivir? ¿Tiene sentido estar vivo?. Si no hay Dios, la vida o la muerte tampoco tienen sentido. Nos daría los mismo vivir que morir, pero bien sabemos que los humanos le tenemos un pavor a la muerte!. Aunque reconocemos que un día terminará nuestra existencia (Heb.9:27; Eccl.8:8; Sal.89:48) deseamos que esta vida se prolonga lo más posible. Deseamos estar vivos y disfrutar de esa vida en la mejor forma que podemos. Salomón escribió, “No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo” (Eccl.2:24). “… y hacer que su alma disfrute del bien de su trabajo” (--VM). “Yo he conocido que no hay para ellos mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor” (3:12-13). Santiago dijo que “Toda buena dadiva y don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Stg.1:17). B. Compare como se expresan los siguientes dos hombres. El primero, un creyente (el apóstol Pablo) convencido no sólo de la existencia sino también de la recompensa que Dios le otorgará al final de sus días. Y el segundo, un incrédulo (Blaise Pascal, 1623-62, Un Físico Matemático Francés) que vivió bajo la incertidumbre de ningún Dios y ninguna recompensa más allá de su muerte.

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C. Pablo, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó así mismo por mi” (Gal.2:20). “He pelado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mii, sino también a todos los que aman su venida” (2 Tim.4:7-8). Palabras llenas de significado. Complacido de vivir y de morir lleno de esperanza en la recompensa a una vida recta y una la lealtad jamás quebrantada. Ahora contemple las palabras del siguiente hombre!. D. Pascal, “No entiendo quién me envió a este mundo, tampoco que es este mundo, o quién soy yo. Estoy terriblemente ignorante de todo. No conozco que es mi cuerpo, o mis sentidos, o mi alma, o que parte de mi es la piensa lo que digo…. Veo la inmensidad terrible del universo que me rodea, y me encuentro limitado a un rincón de esta vasta expansión, sin conocer porque estoy aquí sentado más bien que en cualquier otro lugar, ni porque el breve periodo establecido para mi vida me fue asignado en este momento más que en cualquier otro en toda la eternidad que se ha machado antes y que vendrá después de mí. De ambos lados, no contemplo nada más que infinidad, en la cual yo soy un mero átomo, una simple sombra que pasa sin retorno. Todo lo que sé es que pronto voy a morir, pero lo que entiendo al menos de todo, es que de esta misma muerte no puedo escapar. No se dé donde he venido ni a donde voy. Lo único que sé es que al dejar este mundo, yo caeré para siempre en un vacío o en las manos de un Dios airado, sin conocer al cual de estas dos condiciones yo seré consignado eternamente. Tal es mi condición, llena de debilidad e incertidumbre. De todo esto concluyó que debo pasar cada día de mi vida sin buscar conocer mi destino. Quizás pueda ser capaz de encontrar una solución a mis dudas; pero no puedo molestarme por eso, No tomaré ningún paso al descubrimiento”. (Penses, (Pensamientos) Editado por Louis Lafuma. Traducido al inglés por John Warrington. Everyman’s Library, Londres, 1960. Citado por William Lane Craig en Reasonable Faith, 53; Crossway Books, Weaton, Ill. 1994, Edición Revisada). Estas otras palabras encontramos desesperanza, incertidumbre y temor indescriptible!. En ambos cuadros podemos ver la diferencia entre la fe y la incredulidad. Entre una vida con significado y una vida incierta y vacía!. E. Loren Eiseley escribió, “El hombre es un huérfano Cósmico. Él es la única de las criaturas en el universo que se pregunta ¿Por qué?. Los animales se guían por sus instintos, pero el hombre aprende a hacer preguntas”. F. Pero las preguntas de la racionalidad sino también preguntas de la moralidad, ¿Por qué estoy aquí? ¿Quién Soy? ¿A dónde voy? Cada ser humano tiene derecho a hacerse así mismo estas preguntas y a encontrar las respuestas satisfactorias antes de morir. El ateísmo y el postmodernismo no tienen respuestas convincentes excepto aquellas que dicen: “Tú eres un mero La Absurdidad de la Vida Sin Dios

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accidente producto de la naturaleza”, “Eres el resultado de fuerzas ciegas sobre la materia, más el tiempo, más la casualidad”. Y esto mismo dicen del origen de nuestro universo. No saben de dónde vino y quién lo creo. Por ejemplo del (1) Cosmos dicen “Muchos Astrónomos creen que hace 18 a 20 billones de años, toda la materia en el universo fue condensada en una región muy caliente, esta región explotó. Produciendo una Gran Explosión denominada El “Big Bang” o “La Gran Explosión”. Esta gran explosión dio lugar a la formación de galaxias y planetas tal como los conocemos” Observe que la teoría no explica como el Universo comenzó, solamente como pudo haberse encontrado hace 16.5 billones de años. (2) Del surgimiento de la vida humana señalan que “ciertos monos que se colgaban sobre las ramas de los arboles decidieron un día experimentar caminar sobre el suelo, dando origen a nuevos descubrimientos. Estos monos se dieron cuenta que podían caminar erguidos y no encorvados. Luego comenzaron a usar instrumentos para cocinar, para pescar y para trabajar la tierra. A partir de entonces, la ciencia no habla más del mono sino del Homo Sapiens (hombre pensante) con capacidades intelectuales aumentadas. Observe que los científicos no dicen nada de como apareció el primer hombre, sólo de como “evoluciono” a partir de una especie ya existente como el mono!. Esto es todo lo que ellos tiene que decir del hombre prehistórico aparecido hace algunos 700 mil años según ellos estiman: (http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/HombreHistoria.htm) G. Si no hay Dios quien crea y gobierna todo lo que vemos, William Lane Craig, señaló, “el hombre y el universo están destinados a la muerte cósmica. Son como prisioneros, condenados a la muerte, esperando su inevitable ejecución… Esto quiere decir que la vida que tenemos no tiene significado. Significa que la vida es absurda” (Reasonable Faith, Ibíd., 58, 59). H. Si No hay Dios detrás de nuestra creación y la del Cosmos, usted y yo estamos aquí por mero accidente cósmico, por un azar del destino que no se puede explicar ni su origen ni su destino. Solamente existimos y punto!!. ¿Está usted de acuerdo con esto? ¿Cree que su vida sobre la tierra obedece a un significado más profundo que una simple casualidad cósmica?

II.

SI NO HAY DIOS; NO HAY PROPOSITO EN LA VIDA A. Pero no solo la vida en general se vuelve absurda -- Si no hay Dios. La vida cotidiana también se volvería absurda!. ¿Por qué afanarnos tanto en nuestros lugares de trabajo si al final no hay propósito en la existencia? ¿Por qué llevar los niños a la escuela cinco días a la semana cada año? ¿Por qué construir y remodelar nuestras casas? ¿Por qué cuidar nuestra salud, si la vida no tiene ningún propósito?. Una vez escuché aun doctor cirujano decir que la salud era un mero “concepto” del cual no había de que preocuparse. Más tarde, fui informado que el mismo cirujano enfrentaba una demanda penal por

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negligencia médica de la muerte del bebito de una joven madre! ¿Significaba para él la salud de sus pacientes “un simple concepto”?. El sacrificio que alguien invierte en su familia, sus negocios, sus bienes, todo sería inútil si alguien concluye que la vida que vivimos no tienen ningún propósito. Usted y yo nos sacrificamos en vano si al final no hay propósito verdadero en la vida o en la forma que intentamos vivir!. Si Dios no existe, la vida que llevamos todos los días sobre el planeta queda finalmente sin propósito. El hombre mismo no podría vivir cada uno de sus días felizmente conociendo que su vida y sus logros por los que lucha no tienen ningún propósito o razón de ser. Se habla de una joven que brillante e inteligentemente respondió a cada uno de los miembros de la facultad para otorgarle su certificado académico. Ella respondió a cada uno de los cuestionamientos de los maestros de su clase, Ciencia, Física, Metodología, etc. Pero entre ellos fue invitado un predicador religioso quien le hizo una sola pregunta, “¿Sabes perfectamente porque estás aquí sobre la tierra? ¿Conoces el propósito verdadero de tu vida?”. La joven admitió que nunca se había planteado semejantes preguntas y hasta ahora no estaba segura de sus respuestas. Esto es típico con aquellos que logran todo tipo de metas académicas o escalones financieros, pero piensan poco o nada sobre el sentido de sus vidas, la dirección de sus esfuerzos y la dignidad de sus personas más allá de esta tierra. Pablo habló de aquellos materialistas que “solo piensan en lo terrenal” (Fil.3:19). El Cielo para ellos es una locura, un “cuento de Hadas” que no se lo creen ni les importa. Piensan en términos de sus “logros”. El hombre rico de la parábola de Jesús hablo de “edificar mayores “mayores graneros, “guardar sus frutos” y “sus bienes”. Con semejante prosperidad él aún cree poder anticipar junto a sus amistades que tal progreso material le garantiza “la buena vida”. El rico de la parábola pensó dedicar el resto de su vida a “reposar”, “comer”, “beber” y “regocijarse” Pero nada de eso se cumplió porque esa misma noche murió! (Luc.12:16-21). Recordar la ilustración del hombre que hablaba cada día a sus vecinos que su vida valía 100, 000 dólares en el banco hasta que un día murió, vinieron sus hijos y vendieron todo. Jesús había iniciado la parábola advirtiendo que “guardaos de toda forma de avaricia; porque la vida aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes” (Luc.12:15—LBLA). La vida para muchos “hedonistas” (buscadores de placeres) es gozar de los placeres temporales del pecado (Heb.11:25; Luc.8:14) sin importar si sus prácticas licenciosas ofenden a su prójimo y a Dios. Su filosofía de vida es “comamos y bebamos que mañana moriremos” (1 Cor.15:32). Viven sin un propósito espiritual y mueren sin estar preparados para abandonar sus almas (1 Tes.4:13; cf. Luc.16:22-23).

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G. En el Areópago ante dos corrientes de filósofos, Pablo les declaró los propósitos divinos para la existencia humana. (Hechos 17). Dios es quien “da” “vida, aliento y todas las cosas” (v.25). El Creador ha colocado a sus criaturas hechas a su imagen para “que habiten la tierra” (v.26), “para que busquen a Dios” (v.27), “para que se arrepientan” (v.30) y se preparen para enfrentar el “juicio” venidero (v.31). A otros griegos todavía más ciegos espiritualmente, el apóstol declaró que Dios ha dado testimonio de Su existencia y poder a través de “las lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones” (Hech.14:17). De este modo, el propósito de la vida según Dios está determinado. Le corresponde a cada individuo llegar a comprender esos propósitos divinos y vivir por ellos hasta el fin de sus vidas.

III.

SI NO HAY DIOS, NO HAY VALORES EN LA VIDA A. Desde la misma Creación, Dios estableció una ley inalterable con respecto la santidad y respeto por la vida. El estrictamente ordenó, a los hijos de Adán, “Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre… El que derramaré sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre” (Gen.9:46). Esta ley se extendería para el resto de la humanidad porque representa el respeto por la vida animal o humana. Únicamente de un Dios santo y justo pueden venir leyes justas y buenas. Más tarde en el decálogo, esta ley quedó escrita (cf. Lev.17:10-16; 19:26: Deut.12:16). B. Nunca Dios ha dejado este mundo sin una clase de ley (aun escrita en la conciencia de los hombres, (Rom.2:14-15). Por lo tanto, todos los individuos siempre han sido responsables por sus actos. En el mundo gobernado por la ley de Dios, nadie puede excusarse de no saber lo que es pecado (Rom.2:12). Sin embargo, la humanidad siempre se ha revelado contra su Creador intentando vivir “contra toda justicia y verdad”. Enumerando a los más depravados de la antigua sociedad Romana, Pablo habló en Romanos 1:21-32, que “algunos profesando ser sabios”, pero en realidad necios, se precipitaron en sus deseos impuros para proceder a cambiar (1) La gloria de Dios por “imágenes de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles”(v.23), (2) cambiaron “La verdad de Dios por la mentira” (v.25), (3) Cambiaron “El uso natural por el que es contra la naturaleza” (v.26-27) haciendo referencia a las relaciones sexuales. Inmersos en esta reprobada y denigrada condición, se entregaron a toda clase de impiedad que no respeta la vida y la honorabilidad de quien la entregó, Pablo continua diciendo; “estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin

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misericordia” (vv.29-31). Es claro que cada ser humano que practica alguna clase de estas infracciones no tuvo un valor moral por la vida, propia o ajena. El incrédulo viven en semejante maldad porque para él no hay restricción, ni valor ni castigo. Muchísimos de estos están ahora recluidos en una solitaria vida miserable, o en prisiones, o en sus tumbas, esperando el juicio para ser lanzados “al lago que arde con fuego y azufre que es la muerte segunda” (Apoc.21:8). C. William Barclay en su Comentario a los Romanos describe la situación moral degradante que prevalecía al tiempo que el Apóstol Pablo escribió la epístola y atribuye a tres grandes factores que propiciaron esta decadencia: “(1) Fue una Época en la que Violencia estaba fuera de Control. Virgilio «escribió: “Se confunden el bien y el mal. Hay tantas guerras por todo el mundo, y tantas formas de mal; ya no se respeta ni el arado ni los campesinos, las cosechas se pierden, las rejas se convierten en armas de guerra…. Tácito dijo «Estoy entrando en la historia de un periodo rico en desastres, tenebroso en guerras, rasgado por sediciones, salvaje hasta en los momentos de paz… Se sobornan a los esclavos para que traicionen a sus amos, a los libertos para que entreguen a sus patronos. Al que no tenía enemigos, le destruían sus amigos «Suetonio escribió del reinado de Tiberio: «No pasaba ningún día sin que se ejecutara a alguien» Era una época de puro y absoluto terror. «Roma—dice el historiador Tito Livio—no podía soportar, ni sus males, ni sus remedios que podrían haberlos curado» El poeta Propercio escribió: «Veo a Roma, a la soberbia Roma, perecer víctima de su propia prosperidad» Era una edad de suicidio moral. El satírico Juvenal escribía: «La Tierra ya no produce más que hombres malos y cobardes. Por tanto, Dios, sea quien sea, mira hacia abajo, se ríe de ellos y los odia»… (2) Fue una Época de Lujo Desmesurado. En los baños públicos de Roma salía el agua caliente y el agua fría de los grifos de plata. Calígula llegó a rociar en la arena del circo polvo de oro en lugar de aserrín. Juvenal decía con amargura: «Se cierne sobre Roma un lujo más despiadado que la guerra… No hay delito ni obra de codicia que falte desde que Roma acabó con la pobreza»… Séneca hablaba del «dinero, que arruina el verdadero valor de las cosas»-- y añadía-«No preguntamos qué es una cosa, sino cuánto cuesta»… Lucrecio habla de «esa amargura que fluye de la misma fuente del placer». El crimen llegó a ser el único antídoto del aburrimiento, hasta que, como decía Tácito, «cuanto mayor era al infamia, más salvaje era la delicia». (3) Fue una Época de Inmoralidad sin Precedentes… Séneca dice que «la gente se casaba para divorciarse, y se divorciaba para casarse» Ciertas mujeres Romanas, contaba los años por los nombres de sus maridos, en lugar de los nombres de los cónsules que era la manera oficial…Clemente de Alejandría habla de la típica dama de la sociedad Romana «ceñida como Venus con el cinto dorado del vicio»… Juvenal habla del caso de una mujer que había tenido ocho maridos en cinco años, y de Agripina, esposa de Claudio, que solía salir del palacio por las noches para servir La Absurdidad de la Vida Sin Dios

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voluntariamente en un burdel por el puro vicio… No hay nada de lo que Pablo dijo del mundo pagano que no hubieran dicho sus mismos moralistas… La sociedad estaba contaminada de arriba abajo, con vicios contra la naturaleza. Catorce de los quince emperadores Romanos eran homosexuales. Lejos de cargar las tintas, Pablo se contuvo en su descripción de Roma, y era allí donde anhelaba predicar el Evangelio. El mundo necesitaba un poder capaz de producir salvación, y Pablo sabía que ese poder no existía fuera de Cristo” (Carta a los Romanos, Vol.8; 48, 49, 50; Clie, Barcelona, España, 1995 versión castellana). D. Para los que pensamos haberlo visto todo, el medio ambiente corrupto e inmoral de Roma nos debe dar una lección! Donde la ley de Dios no gobierna, el pecado lo destruye todo. Pero hoy en día, el problema de una sociedad sin valores no es un problema de las grandes metrópolis, es un grave problema social de nuestras ciudades y pueblos pequeños por igual. Es un problema que hace tiempo superó a las autoridades locales de toda clase para intentar establecer programas que contrarresten su propagación. Gobiernos de naciones del primer mundo, lejos de impedir estas tendencias, están contribuyendo a incrementar aún más la decadencia moral entre las sociedades al proveer documentos de “legalización” de prácticas aberrantes y auto destructivas como la homosexualidad, los matrimonios del mismo sexo, la eutanasia (o llamada muerte asistida), los abortos, el uso de drogas para “usos domésticos”, y muchas perversiones más. E. Francis Schaeffer, en su libro: “How Should We Then Live?, Crossway Books, 1983 (¿Cómo se Supone que Debiéramos Vivir?) hizo una investigación profusa de estas tendencias intelectuales que se vinieron agrupando hasta arremeter contra todos los principios y valores que una vez fueron reconocidos y respetados por la civilización Occidental. Comenzando con el derrumbamiento de los valores en la antigua Roma, recorriendo las épocas de la edad Media, el Renacimiento, La Ilustración y llegando a la sociedad contemporánea de la década de los 60`s y 70`s Schaeffer muestra históricamente los pasos hacia los pensamientos (y por consiguiente las conductas) libres de restricciones que finalmente rompieron los últimos lazos que mantenían los individuos entre religión y deber moral!. El escribió específicamente al cierre de su obra: “El intento por ser autónomo—ser independiente de Dios y de lo que Él ha enseñado en la Biblia y de la revelación de Dios en Cristo—afectando a los líderes políticos así como a los profesores de las universidades y a las personas comunes… Pero es también cierto de aquellos que han sido influenciados por esta corriente del pensamiento sin analizarlo. El Pragmatismo, es decir, hacer lo que parece funcionar sin importar los principios establecidos de lo correcto y lo equivocado, ya de largo tiempo está bajo el control… El mensaje Bíblico es la verdad y esta demanda un compromiso con la verdad. Significa que todo no es resultado de una fuerza impersonal, más el tiempo, más la casualidad, sino que hay un infinito Dios La Absurdidad de la Vida Sin Dios

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personal quien es el Creador del universo en el transcurrir del espacio y el tiempo… Significa que la aceptación de Cristo como Señor y Salvador, significa vivir bajo la revelación de Dios. Aquí está la moralidad, los valores, el significado, incluyendo el significado de las personas, que no son sólo el resultado de promedios estadísticos. Esto no es utilitarismo, ni un salto de la razón; es la verdad que otorga unidad a todo el conocimiento y a todo en la vida” (250, 252). F. En un mundo sin Dios, dónde no hay valores de vida ¿Cómo podría uno distinguir entre lo bueno y lo malo? ¿Entre los sacrificios que merecen alabanza y las crueldades que merecen castigo? ¿Cómo podríamos calificar como repulsivo lo cometido por Hitler hacia los Judíos en los campos de concentración Nazi y las muestras de generosidad de una monja de la India recogiendo dinero de los ricos del mundo entero para dar de comer a los hambrientos de África y otros lugares? Que nos respondan los humanistas que reclaman estar poseídos por la razón o que nos respondan los postmodernistas que reclaman estar poseídos por la intuición ¿De dónde hemos aprendido a reconocer estos valores universales de sacrificio y heroísmo sino del Único Ser Creador que nos hizo a Su imagen y semejanza?. Los hemos aprendido de las enseñanzas eternas de Su libro sagrado trasmitidas de padres a hijos de generación a generación. La Biblia, a través de sus principios y valores ha hecho una contribución inigualable para el bien y la estabilidad social de los pueblos en donde esta ha sido leída, enseñada y respetada. Por sus principios aprendidos por sus líderes, ciertas naciones han decretado la abolición de la esclavitud, la creación de los derechos de las mujeres y los niños, jornadas laborales y pagos justos, estatus jurídico para los matrimonios, la crianza de los hijos, gobiernos democráticos y ciudadanos que respetan la ley. Donde esta no es enseñada o respetada, las naciones siguen sumergidas en toda clase de anarquía social, despotismo, y gobiernos que oprimen a sus ciudadanos hasta causarles la muerte (ejemplos, Irak, Pakistán, algunos países Musulmanes y muchas naciones de África). G. En otro de sus libros titulado “¿Qué Le Pasó a la Raza Humana?” Francis Schaeffer escribió, “Fuimos hechos a imagen de Dios, estamos en línea con Dios. Hay una continuidad, entre nosotros mismos, aunque finitos, y el Creador infinito que está detrás del Universo. A diferencia de la idea evolucionista de un comienzo impersonal, más tiempo y más casualidad, la Biblia nos da un relato del origen del ser humano como una persona finita, hecha a imagen de Dios. Vemos, entonces, cómo el hombre puede tener personalidad, dignidad y valor. Nuestra condición de unicidad está garantizada; algo que es imposible en el sistema materialista. Si no hay distinción cualitativa entre el hombre y la otra vida orgánica (animales y plantas), ¿Por qué sentimos una mayor preocupación por la muerte de un ser humano que por la muerte de una rata de laboratorio? ¿Es el hombre a fin de cuentas de un orden más alto?... Aun retrocediendo hasta los mismos albores de nuestras investigaciones en la historia, todavía La Absurdidad de la Vida Sin Dios

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encontramos que el hombre es todavía hombre. Hacia dondequiera que miremos, a las cuevas de los Pirineos, a los Sumerios en Mesopotamia, o incluso al hombre de Neandertal sepultando a sus muertos en pétalos de flores, no hay diferencia alguna; dondequiera los seres humanos muestran por su arte y sus logros que han sido y se han considerado así mismos únicos” (129; Editorial Vida, 1989). H. Se cuenta que en 1880 George Wasler se propuso fundar en Missouri (Estados Unidos) un pueblo donde “no existiera Dios, la Iglesia, o el infierno”. Su idea era construir un lugar donde no se pudiera criar a los hijos bajo ningún tipo de entrenamiento religioso, un hogar exclusivamente para los incrédulos”. Pocos años más tarde, en 1885, Clark Braden, un predicador distinguido de la época, escribió en un diario oficial lo que había visto en esa comunidad. Hombres borrachos gran parte del día, hijos con lenguaje violento y soez hacia los mayores, mujeres prostitutas y toda clase de indecencia pública por sus calles. Su artículo en el diario lo llamó: “An Infidel Experiment” (Un Experimento Impío”. Con el tiempo la mayoría de sus habitantes reconocieron que había sido una gran tontería, un gran disparate eliminar la religión o la restricción moral de su pueblo, llenándolo de anarquía social e impiedad auto destructiva. Hoy Liberal, Missouri tiene algunas 800 personas pero ya no es la clase de pueblo libertino que fue. Existen al menos siete grupos religiosos y una moralidad mucho mayor que la de hace 100 años. (https://www.apologeticspress.org/apcontent.aspx?category=9&article=1447) ¿Puede el hombre vivir sin Dios? ¿Podría sobrevivir por largo tiempo sin Él? Si lo intenta, cosechará muy pronto las horrendas y trágicas consecuencias de sus pecados. Salomón dijo: “La justicia engrandece a la nación; más el pecado es afrenta de las naciones” (Prov.14:34).

IV.

SIN NO HAY DIOS; NO HAY ESPERANZA MAS ALLA DE LA MUERTE A. Finalmente, Si no hay Dios, nos encontramos con otra implicación lógica dificultosa para cualquier ser reflexivo. Si no hay Dios, no tenemos esperanza de vida más allá de la muerte que tarde o temprano toca a todos. Si en la muerte dejamos de existir para siempre, entonces, somos dejados sin la explicación por la cual vivimos y sin la esperanza con la cual dejamos de existir. Los materialistas tienen sólo esta absurda e ilógica explicación. Si usted vive es por mero accidente y su usted muere no hay absolutamente nada que se lleve excepto sus ropas mortuorias y un ramo de flores o coronas a su tumba. ¿Está usted de acuerdo con esto? ¿Si ésta es la realidad al final de nuestras vidas, se sienta satisfecha su alma? ¿Se sentirán satisfechos los seres queridos que deja? B. Hay por supuesto algo que se deja en la tumba—El cuerpo. En la muerte ocurre separación. El espíritu (algunas veces llamada “alma” en la Biblia, cf. Gen.35:18)

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se separa del cuerpo “Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (Stg.2:26). El cuerpo al morir, se convierte en polvo, “y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio” (Eccl.12:7). El alma o espíritu (según el contexto donde lo leamos) la Biblia dice que no muere! Sin embargo, el depósito de las almas (la verdadera personalidad del ser) es el Hades (Luc.16:23). El Hades del Griego “Hadés” significa “la región de los muertos”, (en Hebreo la palabra correspondiente es “Sheol”), tiene dos lugares. El lugar de Consolación (el lugar dónde estaba Abraham, Lázaro y millares de justos; cf. Versos 25-26) y el lugar de Tormento (el lugar del rico egoísta y millares de impíos, cf. 23, 25, 26, 28). En el día final, el hades “entregará a todas las almas para ser juzgadas según sus obras (Apoc.21:12-15; Cf. Jn.5:29-30; 2 Cor.5:10; Heb.9:27). Por lo tanto, el alma no muere, está destinada para vivir para siempre, ya sea en la eternidad en el cielo como recompensa de los justos o en la eternidad del infierno o tormento eterno (Mat.25:41, 46). De este tormento eterno Cristo habló en Mateo 10:28. Y Pablo a los Tesalonicenses (2 Tes.1:8-9). C. Hay una promesa de vida eterna más allá de esta vida enfatizada por todas partes en las Escrituras. Desde el patriarca y sufriente Job hasta el último de los apóstoles (Juan) todos acariciaron la esperanza dichosa de la vida más allá de la tumba al lado del Señor en una mansión Celestial. “Si el hombre muere ¿volverá a vivir?” pregunto Job (Job. 14:14). Sin embargo, él sabía que su Redentor vive “y al final se levantará sobre el polvo. Y después de desecha mi piel, aun en mi carne veré a Dios” (Job.19:25-26 --LBLA). Ha sido la ilusión de millones de seres humanos “vivir para siempre” Desde los antiguos Egipcios que embalsamaban los cuerpos de sus difuntos hasta los antiguos indios Americanos, en toda cultura ha sido hallado o registrado la creencia en la eternidad!. D. Pero la Biblia es clara, la promesa de vivir para siempre en un lugar de reposo y dicha eterna esta reservada para una clase de personas—personas que obedecen el Evangelio y se comprometen con su Dios el resto de sus vidas sirviéndole. A esta clase de personas Juan llama “bienaventurados” o “dichosos”; “Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Si, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” (Apoc.14:13) “… sus obras con ellos se van” (LBLA), “… sus obras los van siguiendo” (VM). Ellos serán aprobados y recompensados después del justo juicio de Dios porque “buscaron gloria, honra e inmortalidad” (Rom.2:7) por medio de sus obras justas, y su rendida voluntad a Dios sobre la tierra les dará la “corona de justicia” (2 Tim.4:6-8). Esta “corona de justicia “o “galardón Celestial” que es llamada “La esperanza viva, una “herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros” (1 Ped.1:34).

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E. Todos los que no creen en Dios. Todos los que no le reconocen en sus caminos, y mueren es esta condición de apatía y olvido espiritual ante el Señor no les es garantizada esta recompensa. Pablo distinguió los grupos de incrédulos y creyentes, al morir diciendo “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duerman, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza” (1 Tes.4:13). “…como lo hacen los demás que no tienen esperanza” (LBLA). Y añade “Porque si creemos que Jesús murió y resucito, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él” (v.14). F. Que diferente es morir como un incrédulo a morir como un discípulo de Jesús. El problema es que usted no tiene toda una vida para investigarlo y obedecerlo. Tan sólo un minuto después de su muerte sin haberlo hecho será demasiado tarde!. El rico quiso hacer lo que seguramente millares lo estarán intentando hacer ahora. Arrepentirse de su vida impía después de morir!. Pero él no fue oído a pesar de sus clamores, lágrimas y fervientes peticiones por sus seres queridos “a fin de que no vengan a este lugar de tormento” (Luc.16:24, 25, 27, 28, 30). G. Blaise Pascal (el físico y filósofo Francés) justo antes de morir sentía lástima de sí mismo. Sabía que iba a morir pero no encontró ninguna esperanza para marcharse con dignidad y paz en su espíritu. Leamos nuevamente sus palabras:

“Veo la inmensidad terrible del universo que me rodea, y me encuentro limitado a un rincón de esta vasta expansión, sin conocer porque estoy aquí sentado más bien que en cualquier otro lugar, ni porque el breve periodo establecido para mi vida me fue asignado en este momento más que en cualquier otro en toda la eternidad que se ha machado antes y que vendrá después de mí. De ambos lados, no contemplo nada más que infinidad, en la cual yo soy un mero átomo, una simple sombra que pasa sin retorno. Todo lo que sé es que pronto voy a morir, pero lo que entiendo al menos de todo, es que de esta misma muerte no puedo escapar. No se dé donde he venido ni a donde voy. Lo único que sé es que al dejar este mundo, yo caeré para siempre en un vacío o en las manos de un Dios enojado, sin conocer al cual de estas dos condiciones yo seré consignado eternamente”.

Conclusión:

¿Desea tener una mejor esperanza que el filósofo Francés al morir? ¿Desea seguir

viviendo una vida sin Dios cuyo significado y propósito todavía desconoce? ¿Está de acuerdo que sí reconoce a su Dios, Él puede hacer una gran diferencia, no sólo en la forma que vive ahora sino en la forma que morirá después? Porque no demuestra esa decisión ahora confesando con su boca que Jesús es el Señor, siendo bautizado (a) en Su nombre para perdón de sus pecados. (Hech.2:38; Rom.10:8-9) y venir así a formar parte de los redimidos que buscan una esperanza en lo morada Celestial (Jn.14:1-3). Jesús de Nazaret dijo una vez “Yo soy la resurrección y la vida; el que crea en mí, aunque muera, vivirá” (Jn.11:25--LBLA). Nadie más tiene el poder para cumplir esta promesa que aquel que se levantó de los muertos (Rom.1:4; Jn.6:40). Que maravillosa esperanza que mi vida no terminará en la muerte. Que Jesús resucitará los fieles en aquel gran día!. (1 Cor.15:13-19) Que “si nuestra morada terrestre se deshiciere tenemos en Dios una casa no hecha de manos eterna en los cielos” (2 Cor.5:1). Le invitamos a la obediencia mientras cantamos.

La Absurdidad de la Vida Sin Dios

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