FAMILIAS DIRIGIDAS POR EL ESPIRITU SANTO

FAMILIAS DIRIGIDAS POR EL ESPIRITU SANTO Mark Dwein una ocasión dio un extraño consejo sobre el cómo educar a los hijos: “Cuando cumplan un año métal...
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FAMILIAS DIRIGIDAS POR EL ESPIRITU SANTO Mark Dwein una ocasión dio un extraño consejo sobre el cómo educar a los hijos: “Cuando cumplan un año métalos en un barril selle el barril y solo deje un agujero por donde pueda alimentarlos, Cuando cumplan 16 años solo tape el agujero” Una ocasión un predicador, un cura y un rabino se servían su acostumbrada taza de café en un restaurante local. Ese día en particular conversaban sobre el punto “en dónde comienza la vida.” “La vida comienza en el tiempo de la concepción” dijo el cura enfáticamente. “No” dijo el rabino; “Yo pienso que comienza en el momento del nacimiento”. El predicador tomaba de su café mientras pensaba en el asunto y finalmente dijo: “Se equivocan ambos; la vida empieza cuando el último hijo se va de casa y el perro se muere”. Debemos comenzar entendiendo que Dios no se limitó en darnos nuestras familias y después dejarnos a luchar en nuestras propias fuerzas. Nos ha dado la familia y nos ha dado también un libro de instrucción muy adecuado para ayudarnos a saber qué hacer. En la actualidad vivimos una realidad un poco cruda, existen familias creyentes y no creyentes que se están desbaratando. Efesios 6: 1 – 4: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Esta es la conclusión de la sección que comenzó en el capítulo 5:18 y 19 que dice: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cantos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de

nuestro Señor Jesucristo. Sométanse unos a otros en el temor de Dios.” La esposa debe someterse al esposo; el esposo debe amar a su esposa; los hijos deben obedecer a los padres; los padres no debemos provocar a ira a los hijos; Es en sí un maravilloso tema de sumisión a Dios en su Palabra y a sus Principios. Por lo tanto si aprendemos a someternos a él, aprenderemos a someternos unos a otros en el “temor del Señor”. Existe un balance en la Palabra de Dios, y en este pasaje no hay mejor ilustración de ese balance: “Hijos obedezcan en el Señor a vuestros padres. Padres no provoque a sus hijos”. Los hijos que obedecen a un padre tirano, a menudo sufren abuso y maltrato. Pero cuando el padre ama a sus hijos y procura dirigirlos a la manera de Dios, y de acuerdo a los principios bíblicos; no tendrá hijos enfurecidos ni desobedientes a la larga. Pero aquí volvemos a ver esa combinación única de someternos a la Palabra de Dios, someternos al Espíritu de Dios y someternos unos a otros a la manera de Dios. En el pasaje que leímos, tenemos dos cosas; La obediencia de los hijos y la conducta de los padres. Es deber fundamental de los hijos e hijas el obedecer a sus padres. Algunos podrían preguntar: ¿Sean cristianos o no? La respuesta es; sean creyentes o no lo sean el principio debe aplicarse. Porque la obediencia a los padres es una ley fundamental, Universal. “Hijos obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo”. Se les llama a obedecer, esto es parte integral del hogar. ¡Es lo que hace que una familia funcione! Pues donde no hay obediencia lo que hay es caos, o sea, un tremendo conflicto entre las relaciones como familia. La Biblia habla que los hijos deben “obedecer a los padres en el Señor”, esa es la atmósfera de un hogar cristiano. ¡Es en el Señor!

Vamos a anotar cuatro cosas en cuanto este tipo de obediencia de hijos a padres: 1ª Es obediencia sencilla. Dice la Biblia “Obedezcan”. 2ª Es obediencia específica. Dice: “Obedezcan a sus padres”. No es llamado a obedecer a otros padres, solo a los que lo son. 2ª Es obediencia espiritual. Señor”.

Dice la expresión bíblica; “en el

4ª Es obediencia sumaria. Dice: “Porque esto es justo”. Romanos 1: 29 y 30: “Estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres”. La desobediencia a los padres no se halla en buena compañía en esta lista. No debemos permitir que nuestros nombres se incluyan en esta lista. Esta dentro de una categoría de cosas verdaderamente malas. 2ª Timoteo 3:1 y 2: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos (Gr. Chalepos; Ásperos, salvajes, difíciles, fieros, dañinos, duros de tratar o duros de enfrentar). Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos”. ¡Cuando una cultura empieza a deshacerse, se pierde la dirección en la familia! En ese tiempo caótico anterior a la venida de Cristo, una de las evidencias del derribamiento de la cultura será que los hijos serán desobedientes a sus padres. ¿En qué punto nos hallamos nosotros en cuanto a esto?

Nos encontramos en tiempos en donde los padres tienen reservas en cuanto a disciplinar a los hijos, por cierto temor de que podría tratarse de maltrato infantil. ¿Cuál es la edad donde se deben considerar a los hijos como adultos? O ¿Cuál es el tamaño que se debe alcanzar para que ya no se les considere como niños? Bueno, diré entonces que nuestro Señor Jesucristo es el ejemplo para todo esto. ¿Alguna vez nos hemos detenido a meditar en cuanto que Jesús también creció en un hogar? ¿Que él también fue un adolescente? ¿Qué fue un muchacho normal creciendo en un hogar normal? En Lucas 2:51 leemos estas palabras: “Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón”. ¿Pueden ustedes comprender al Señor de la Gloria viniendo a esta tierra, sometiéndose a obedecer como ser humano, viviendo en un hogar y a la vez seguir siendo el gobernador del universo? ¿El que colocó las estrellas en sus sitios., pero a la vez, tan comprometido a la Palabra de Dios; que estaba sujeto a sus padres? Si quiero ser como Cristo, si quiero crecer para llegar a ser una persona como Cristo; debo seguir su ejemplo. Jovenes: ¡Deben comprender la importancia de obedecer a los padres! Alguien podría decir: ¿Pero qué pasa cuando mis padres no tienen la razón? Es posible que los padres no siempre tengamos la razón; pero no caminamos por razones sino por Principios. Así que debido al Principio; debemos obedecer a nuestros padres en el Señor porque esto es la Voluntad de Dios. Cuatro razones del porqué debe hacer esto todo hijo: Primera: Es un Principio de moralidad. “porque esto es justo”. Es simplemente justo. Pero ¿Qué es esto de que es Justo? Hoy vivimos en tiempos donde parece que a nadie le importa lo que es lo

correcto, a nadie le importa lo que es justo. Lo diré de otra forma; “Algunas cosas a nuestro alrededor están bien; pero algunas están muy mal”. Esto nos dice, que no es porque existe un equilibrio entre las cosas que me gustan y las que no me gusta, ¡No, esto no funcionan así! Es simplemente porque es moralmente justo. Recordemos que Dios estableció sus Principios. El creador del universo no cambia de lo que ha establecido. ¡Y Dios es el que tiene que reinar y nosotros debemos obedecer! Por eso es que dice la Biblia; “en el Señor”. Todo es por causa del Señor, es para su Gloria. Hay un orden en la naturaleza, y esto fue ordenado por Dios. ¡Esto aboga por la rectitud de acción! Es de entenderse que los padres tienen más sabiduría que los hijos; es una causa justa el que se pida entonces el sometimiento de ellos a los propios padres. Recordemos: ¡Los hijos pueden escoger las oportunidades; pero no pueden escoger las consecuencias! Las retribuciones vuelven por sí solas, Colosense 3:20 Dice: “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor”. ¿Queremos agradar al Señor? Entonces hagamos lo que es debido. ¿No es este un principio cierto en toda la vida? Si queremos agradar al Señor, entonces hagamos simplemente lo que es justo y recto. Segunda: Es un precepto de las escrituras. “Honra a tu padre y a tu madre porque es el primer mandamiento con promesa”. Esto es parte de los diez mandamientos, no son las diez sugerencias. Sería bueno que de ves en diario, revisáramos nuestra vida a la luz de sus mandamientos. Dios nos muestra la importancia que asigna a la obediencia a nuestros padres. Es el diseño de Dios; aunque por el momento nos irritemos. La irritación es parte del proceso, que a la larga nos lleva a tomar nuestras propias decisiones. No se puede presionar este proceso por adelantado, porque será grande el daño que se hará, y todo por no caminar en este principio.

Tercera. Ser obedientes a los padres es protección para el hijo, para la hija. “para que te vaya bien”. ¿Quieres que las cosas resulten del todo bien? Entonces enfoca en la obediencia. Cuarta: Promueve larga vida. “Y seas de larga vida sobre la tierra”. Un hijo disciplinado por lo general desarrolla buena salud. Una vida que se opone a la hebra principal de autoridad, se pondrá en el camino del descontrol Y por ese camino transitan todo aspecto del mal, cosas que no te darán garantía para tener éxito, para que las cosas resulten bien y te ponen en la situación de una persona vulnerable. Los que crecen dentro del sistema de Dios, tienen una mayor oportunidad de vivir una vida razonablemente buena por un largo período de tiempo. Efesios 6:4; “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos con disciplina y amonestación del Señor”. Tiene que haber disciplina en casa no se puede gobernar solo con el amor, tiene que haber una ley también, pues la naturaleza de los hijos demanda disciplina. Queda claro en este versículo, que “la educación de los hijos se hace en casa”. No es tarea de la congregación, ni tampoco le corresponde necesariamente a la escuela. Es en el hogar donde recibirán disciplina y donde aprenderán de disciplina. Entonces entendemos que deben recibir entrenamiento y educación. Hace un tiempo un duque menciono lo siguiente: “Todo lo que tiene el hogar estadounidense es controlado por interruptores; excepto los hijos”. La Biblia nos provee algunas historias en donde estos principios no se aplicaron. En el antiguo testamento encontramos padres desde Génesis, que violaron principios claros. Padres que no asumieron el control de la familia y no proveyeron la disciplina necesaria. La palabra “padres” en este pasaje de efesios, es la misma palabra que se traduce como “padres” en Hebreos 11:23, dice: “Por la fe

Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey”. Y eso nos dice que no solo es responsabilidad del padre (hombre), pues existen en la actualidad muchas madres solteras que tienen la responsabilidad de ser “padre y madre” a la vez. Dos puntos importantes dirigidos para los padres: Primero: Efesios 6:4; nos da una prohibición negativa diciendo lo que no debemos hacer. “No provoquen a ira a sus hijos”. No los irriten, no los exasperen, no los desalientes con demandas irrazonables, es como si el padre no estuviera del lado de sus hijos. “Siempre presionando”. Es la actitud de quien no importando lo que ellos hagan, siempre le parece mal. Obviamente ellos no lo respetan, pues él no ha generado ese respeto por medio de su conducta y reacción con ellos. Es quien solo se dedica a dar órdenes injustas. En el ejercicio de la autoridad como padre, hay necesidad de entendimiento, amor, justicia y dominio propio. “Tengamos cuidado en sacar el rifle de elefantes para matar una hormiga”. La disciplina no debe estar fuera de proporción a la realidad de lo que sucedió. ¡Debemos ser sensibles para criarlos en disciplina y amonestación del Señor! Pablo escribe la misma recomendación a los Colosenses 3:21; “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”. El decir “no” a un permiso, debe estar acompañado por el contexto de por lo menos ocho “si”. No se debe tratar en deleitarnos en decir que “no” a algo. Exasperar a los hijos es estar siempre criticándolos. Segundo: Pablo menciona tres principios positivos: • El Principio de Diligencia. Pablo dice: “críenlos”. Criar a un hijo de una manera bíblica implica una seria responsabilidad por su bienestar espiritual, moral, mental y física. En Efesios 5:29 Pablo menciona que “nadie aborreció jamás a su propia

carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia”. La palabra que se traduce “sustentar” es la misma que se traduce como “criar”. La Biblia dice entonces que los padres deben “sustentar” a los hijos. Deben “criadlos”, esto es poner sus brazos alrededor de ellos. ¡Esto es todo un trabajo cuidar de todo lo que sucede en la vida de ellos! No se trata de controlar todo detalle diminuto; sino es más bien, preocuparse, interesarse por todo. Interesarse en su vida social. Preocuparse en quienes son sus amigos. Con quién pasan su tiempo. Dios nos ha puesto a cargo. Por consiguiente, en la autoridad de la Palabra de Dios asignó las riendas de la familia. • El principio de Disciplina. Esto significa; “asuman el control”. “Observen lo que está sucediendo”. “Sean vigilantes”. La palabra disciplina significa “corrección”. Las dos cosas más importantes en cuanto a disciplinar a los hijos: a) Debe ser por desobediencia y no por equivocaciones. b) Debe ser por actos y no por el carácter. Por ejemplo; cuando un muchacho dice una mentira no lo hace el ser mentiroso, porque; “los actos individuales no crean un carácter”. ¡Lidiemos con la acción; pero no creamos un carácter de esa acción! Porque todos somos más que los fracasos individuales de nuestra vida en los aspectos de nuestro carácter. Todos hemos fracasado en algún aspecto. Hemos hecho acciones de las que nos avergonzábamos al mirar hacia atrás. ¡Pero esas acciones individuales no crean una persona nueva en nosotros! ¡Una acción no se convierte en un carácter! Así que al disciplinar a los hijos no se deje atrapar en la costumbre de crear una imagen de su vida, que a la larga, la llevarán a la práctica si usted persiste en hacerlo. Su profecía se cumplirá. Entonces disciplinemos el acto, pero no convirtamos las acciones en un carácter. •

El Principio de Dirección: La crianza y la disciplina es corrección; La amonestación es instrucción. Tenemos que

entrenar al hijo o hija. Es cierto que la mayoría nos sentimos inadecuados para eso, pero tenemos que hacerlo. 1. Debemos enseñarles la importancia de prioridades en la vida. 2. Tenemos que hacerlo con el buen sentido del bien y del mal. 3. Como padres nunca debemos perder la alegría de ser padres y el sentido del humor al interactuar con nuestros hijos y con nuestras hijas. Con una sonrisa en los labios debemos ser claros de lo que por amor estas decidiendo. 4. Si la cerca no está en su lugar antes que se le desafíe, veremos el caminar en libertinaje con mucha frecuencia. Se sabe que la disciplina es buena; Solo cuando es desafiada. 5. Pablo le escribió estas palabras a Timoteo en 2ª Timoteo 3:14 – 15; “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las sagradas escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. Cuando los hijos observan que el someterse entre los padres es un verdadero ejemplo; entonces ellos no tendrán mucho problema para hacer lo mismo entre ellos como hermanos, y entre ellos y sus propios padres. ¡La voluntad de Dios es que vivamos en base a sus principios! Por eso hemos sido provistos a través de la Biblia de toda la verdad que necesitamos.