ESTILOS DE AFRONTAMIENTO EN MUJERES QUE VIVEN VIOLENCIA CONYUGAL

ESTILOS DE AFRONTAMIENTO EN MUJERES QUE VIVEN VIOLENCIA CONYUGAL. Arellano Flores, Rosario Carmen; Gurrola Peña, Gloria Margarita; Balcázar Nava, Patr...
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ESTILOS DE AFRONTAMIENTO EN MUJERES QUE VIVEN VIOLENCIA CONYUGAL. Arellano Flores, Rosario Carmen; Gurrola Peña, Gloria Margarita; Balcázar Nava, Patricia; Bonilla Muñoz, Martha Patricia . Universidad Autónoma del Estado de México PALABRAS CLAVE: Afrontamiento, Violencia conyugal, Mujeres.

RESUMEN: El afrontamiento se refiere a aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo. (Lazarus y Folkman, 1986). En este marco, el objetivo de la presente investigación fue determinar los estilos de afrontamiento de las mujeres que viven bajo la violencia conyugal. Para ello se trabajo con 40 mujeres que acuden a los Servicios de Atención Psicológica en las Unidades de Atención a Víctimas del Delito de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México. Para recolectar la información se utilizaron autobiografías y la entrevistas a profundidad. Los resultados obtenidos revelan que las mujeres utilizan en su mayoría un afrontamiento centrado en el problema, y en menor grado el que se centra en la emoción. Es decir, las mujeres tratan en mayor medida de buscar soporte tangible o información que les ayude a alterar la situación y usan estrategias agresivas para controlar el contexto estresante; en menor medida tratan de regular las propias acciones y emociones, distanciarse cognitivamente de sí mismas, minimizando de esta forma la significancia de la situación o de escapar de ella, entre otras.

En una sociedad globalizada como lo es la que actualmente predomina en México la violencia es utilizada en la mayor parte de los ámbitos sociales como lo es el cine, la televisión, la música, en la Internet, revistas y demás medios de comunicación. Pero si la crueldad y la violencia hacia los desconocidos no se comprenden ni se perdonan, la violencia hacia el interior de las familias menos. Es por ello que el interés de la presente cursa en el sentido de explorar cuales son los estilos de afrontamiento que utilizan las mujeres que viven en condiciones de violencia conyugal para tener conocimiento acerca de cómo es que las mujeres que viven bajo estas condiciones pueden afrontar el estrés que les provoca permanecer en una relación violenta. Entendiendo por afrontamiento: 10º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2009. Psiquiatria.com

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aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas especificas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo. Para poder entender y evaluar el afrontamiento es necesario conocer aquello que el individuo afronta. (Lazarus y Folkman, 1986) Se trata de una población de 40 mujeres que acuden a los servicios de atención psicológica en las Unidades de Atención a Victimas del Delito de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México. Se buscó a través de la entrevista a profundidad y la historia de vida recabar informaron que permita conocer los estilos de afrontamiento mas utilizados. Diversos autores e instituciones han abordado el estudio de la conducta violenta, trabajos como los de Alvarado, Salvador, Estrada y Terrones. 1998, la han definido como el uso de la fuerza para la resolución de los conflictos personales, que surge cuando existe un desequilibrio de poder, permanente o momentáneo, en la cual se establece una relación de abuso. Por otro lado, la Academia Nacional de Medicina (1997) la violencia es un problema de salud pública debido a tres factores: 1. Su incidencia en un número considerable de personas, 2. Su importancia a nivel psicológico en la salud individual y 3. Sus repercusiones sociales y económicas. La violencia no hace discriminación alguna, sin embargo existen diversos estudios en los que se puede constatar que la mayor parte de las personas que la padecen son mujeres. En términos generales la violencia de género es conceptualizada de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS, 2003) como la violencia contra la mujer que comprende "cualquier acto de violencia basado en el genero, que resulta o puede resultar en daño o sufrimiento físico, mental o sexual en la mujer, incluyendo la amenaza de dichos actos, la coerción o la privación de la libertad, tanto en la vida publica como en la privada" (Alvarado y cds. 1998) De forma mas específica y para fines del presente trabajado se hablará de que la violencia conyugal abarca una amplia gama de conductas y comportamientos cuya finalidad es obligar a la victima a hacer lo que el agresor quiere. El móvil último de la violencia no es producir un daño sino ejercer el poder y el control, así como estrechar las redes de la sujeción. Por ello, entre las armas fundamentales está la presión y la manipulación psicológicas, que tienden a desdibujar la voluntad y acrecentar la obediencia (Fajardo, Fernández y Escobar, 2007). De acuerdo con Alvarado y colaboradores (1998) la violencia y el maltrato en el ámbito familiar se reconocieron como un problema social en 1960; antes de esa fecha, la violencia contra el género femenino era considerada como un fenómeno poco frecuente y era catalogado como un fenómeno anormal atribuido a personas con trastornos psicopatológicos, sin embargo era reconocido que en la mayoría de los casos la violencia era ejercida por el compañero o ex - compañero íntimo de la mujer. En el ámbito mundial, se estima que más de 5 millones de mujeres al año son víctimas de abuso físico severo por parte de sus parejas y que de éstas, entre el 50 y 60% son violadas por ellos. Además, de los casos de violencia intrafamiliar un 75% corresponden a maltrato hacia la mujer, 25% de abusos hacia el hombre y 23% a casos de violencia cruzada. (Alvarado, 1998)

En este sentido, el Banco mundial estima que las mujeres en edad reproductiva pierden entre el 5 y 16% de años de vida saludable, es decir uno de cada cinco días de su salud, a causa de la 10º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2009. Psiquiatria.com

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violencia doméstica. En otro estudio Heise y sus colaboradores (2002; citado en Valenzuela, 2004) documentaron que entre 10 y 50% de las mujeres en el mundo reportaron haber sido agredidas físicamente por su pareja en algún momento de su vida. En el caso de México, las estadísticas arrojadas por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) demuestran que este estado los índices de violencia intrafamiliar son elevados: en el año 2003 se presentaron 37,994 casos, 35,916 en el año siguiente, en el 2006 se manifestaron 34,766 casos de mujeres afectadas, en el año posterior las cifras se dispararon hasta los 40,324 incidentes y en lo que respecta al año 2008; entre los meses de Enero y Febrero se han reportado 6,841 casos de violencia intrafamiliar. Aunque diversos aspectos de la violencia conyugal han sido estudiados con relativa profundidad, hay uno al que no se le ha prestado mayor atención y es el relacionado con las formas de afrontamiento que utilizan las mujeres que viven bajo estas condiciones, que son víctima de maltrato físico, económico y psicológico, frente a las agresiones de su cónyuge. Desafortunadamente en México no existen muchas investigaciones que hallan indagado acerca de los estilos de afrontamiento en mujeres que viven violencia conyugal. Sin embargo existen estudios realizados en otros países en los que se hace mención de las formas en la que las mujeres hacen frente en momentos tan difíciles como lo es la violencia de su cónyuge. Esta literatura sugiere que las mujeres violentadas por su cónyuge que no se preponen dejarlo, encuentran muchas formas de seguir a su lado como las siguientes: a) adoptando ilusiones sobre el cónyuge, por ejemplo la creencia que son responsables de "ayudarlo" b) pensar que pueden controlar los arrebatos violentos de su cónyuge c) creer que la violencia no ocurrirá otra vez d) negar que el comportamiento del cónyuge constituye violencia e) reducir al mínimo del grado de lesión física o emocional sufrida f) culpando de la violencia a causas más allá del control del cónyuge g) negar el intento del cónyuge para dañarlas h) aislarse cada vez mas para evitar la vergüenza de ser violentadas por su cónyuge El hecho de que las mujeres que son víctimas de este delito permanezcan al lado de sus agresores las lleva a manifestar múltiples consecuencias debido a que la situación en la que se encuentran es demasiado estresante. De acuerdo con (Sarasua y Subizarrata, 2000) Las secuelas psicológicas mas frecuentes, son las siguientes: o ansiedad y sensación de temor o pesadillas o síntomas depresivos: apatía, perdida de esperanza, inseguridad o sentimientos de culpa o baja autoestima o aislamiento social o trastornos psicosomáticos 10º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2009. Psiquiatria.com

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Dentro de las consecuencias físicas mas frecuentes podemos encontrar: 1. inmediatas o lesiones o respuestas físicas al estrés 2. a largo plazo o secuelas o respuesta física al estrés crónico - enfermedades - trastornos En conclusión, la presente investigación pretende explicar cómo es que las mujeres que están viviendo bajo la violencia conyugal pueden permanecer en ella, es decir, qué estrategias implementan al estar en un ambiente tan estresante como lo es el de la violencia.

Método PARTICIPANTES 40 mujeres que asisten en busca de ayuda Psicológica a la Unidad de Atención a Victimas del Delito de Metepec dependiente de la Procuraduría General de la Justicia ya que son victimas de algún quebrantamiento. TIPO DE ESTUDIO El tipo de estudio de la presente investigación será de corte cualitativo de tipo exploratorio ya que como lo menciona Hernández, Baptista y Fernández (1998) los estudios exploratorios se efectúan, normalmente, cuando el objetivo es examinar un tema o problema de investigación poco estudiado o que no ha sido abordado antes. Es decir, cuando la revisión de la literatura revelo que únicamente hay guías no investigadas e ideas vagamente relacionadas con el problema de estudio. TÉCNICA DE RECOLECCIÓN DE DATOS Se trabajo con dos técnicas de investigación cualitativa. La primera de ellas es la entrevista a profundidad en la cual se procura detallar algunos de aspectos de la entrevista inicial que se les aplica a las mujeres que son victimas del delito en cuestión. Se utilizará la entrevista debido a que ésta es el instrumento principal del psicólogo que reúne los datos durante el encuentro, donde una persona se dirige a otra y cuanta su historia, da su versión de los hechos y responde a preguntas relacionadas con una circunstancia específica. La segunda técnica es la autobiografía la cual tiene como propósito conocer la percepción de las mujeres sobre los sucesos relacionados con la violencia. La autobiografía como su nombre lo dice pretende que las personas redacten su vida, en este caso en tres momentos cruciales: A). Desarrollo de la vida general, B). Desarrollo de la pareja y C). Desarrollo de la violencia. CATEGORÍA DE ESTUDIO Afrontamiento. son aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas especificas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo. Para poder entender y evaluar el afrontamiento es 10º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2009. Psiquiatria.com

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necesario conocer aquello que el individuo afronta. (Lazarus y Folkman, 1986) EJES TEMÁTICOS DE ANÁLISIS o Afrontamiento centrado en la manipulación del problema: - Confrontación: se usan estrategias agresivas para controlar la situación estresante, que pueden envolver un alto grado de hostilidad y toma de riesgos. - Búsqueda de apoyo social: se busca soporte tangible o información que ayude a alterar la situación. - Soluciones: esfuerzos para analizar las características estresoras para llevar a cabo un plan completo de solución de problemas. o Afrontamiento centrado en la emoción: - Autocontrol: intento de regular las propias acciones y emociones. - Distanciamiento: elección de distanciarse cognitivamente de uno mismo o minimizar la significancia de la situación. - Reevaluación positiva: involucra encontrar el sentido positivo de la situación y focalizarse en el crecimiento personal. - Autoinculpación: reconocer el propio rol en el problema e involucrarse en esfuerzos posteriores para corregirlo - Escape y evitación: escapar directamente del estresor.

PROCEDIMIENTO Se atenderán a las mujeres asisten a la unidad de atención a victimas del delito, se les aplicara la entrevista inicial y conforme vallan transcurriendo las sesiones se ira profundizando mas dicha entrevista y se les dará el esquema para que realicen su autobiografía. TRATAMIENTO DE LOS DATOS Se pretende utilizar la técnica de análisis de contenido para analizar los datos proporcionados por las mujeres durante las entrevistas a profundidad y la autobiografía. La información recolectada se pasará al programa de Word en donde se analizara de acuerdo a diversas categorías planteadas.

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Resultados

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Discusión de resultados El afrontamiento a sido estudiado en relación a diversos temas, entre los cuales los mas comunes son el estrés y la enfermedad. No obstante, Lazarus y Folkman (1986) reconocen el valor que tiene el afrontamiento no solo en el contexto salud-enfermedad, sino también dentro de otros contextos como son la familia, el trabajo, la elección profesional y la solución de problemas cotidianos. En este sentido es fundamental reconocer el papel tan importante que juega el afrontamiento en la violencia conyugal, aun cuando su estudio no a sido tan frecuente en muchos países como lo es en México. La importancia del estudio de la violencia conyugal radica en los altos porcentajes que demuestran su incremento y el impacto que tiene sobre sus victimas. Un ejemplo es el estudio hecho por la OMS en el 2005, en el cual participaron diversos países, mismo que confirmó que la violencia inflingida por la pareja contribuye en gran medida al decremento de la salud en las mujeres. Este estudio indica que es común que las mujeres que han sido victimas de violencia por su pareja tengan problemas de salud mental pudiendo llegar a una ideación suicida (OPS/OMS, 2003). Justamente por el impacto que tiene tanto a nivel físico, mental, social y económico es trascendental estudiar al afrontamiento en relación con la violencia conyugal para saber como es que las mujeres que viven bajo estas condiciones pueden afrontar el estrés que les provoca permanecer en una relación violenta. En el presente estudio, se dio respuesta a la pregunta de investigación planteada. De manera puntual se anota lo siguiente: Las mujeres víctimas de violencia conyugal utilizan en su mayoría las estrategias de afrontamiento que se encuentran focalizadas en el problema y en menor medida las que se dirigen a la emoción. En general estas estrategias de afrontamiento son utilizadas en diferentes etapas del ciclo de la violencia, como lo menciona Follingstad (1988) en algunas de sus investigaciones en las que afirma que el afrontamiento puede estar relacionado a la percepción de abuso de las mujeres maltratadas en diferentes estadios. Dicho autor hace mención de que el primer estadio que puede ser llamado "esta es mi falta", es caracterizado por la culpa, para muchas mujeres el abuso es causado por sus propios fallos o deficiencias, lo cual fue constatado en la presente investigación la cual deja ver que las mujeres que son víctimas de violencia tarde o temprano terminan creyendo que son culpables por lo sucedido, algunas porque el agresor las ha dañado tanto emocionalmente que ellas se lo han creído y en otras ocasiones porque piensan que sus acciones hicieron que sucediera todo. Sin embargo se trata de un estrategia que perdura a lo largo de varias de las atapas del ciclo de la violencia, ya que como lo mencionan Miller y Porter (1983) si el abuso continúa a pesar de los esfuerzos de cambio de la mujer, ésta puede empezar a comprender que el abuso no ocurre como resultado de sus acciones pero si está relacionado a la conducta del maltratador; y es aquí donde la culpa puede desplazar el sentimiento de ser la causante de la violencia al sentimiento de ser la responsable del cambio del abusador Con respecto a ello Ferreira (1996) menciona que el cambio de conducta de su pareja y sus constantes muestras de arrepentimiento, le indican que él realmente puede cambiar y comportarse de forma adecuada. Ella cree que las agresiones de su pareja son el resultado de su fragilidad y de su inseguridad. Por este motivo, piensa que si él recibe la ayuda adecuada siempre permanecerá sin ser violento. De este modo, la mujer se percibe a sí misma como el puente que llevará a su 10º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2009. Psiquiatria.com

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pareja al bienestar emocional. Siguiendo con el estadio uno, Mills (1985) afirma que algunas mujeres afrontan este estadio mediante la evaluación de las partes positivas de la relación mas altamente que las partes negativas, sin embargo la población analizada permite constatar que en realidad este tipo de evaluación positiva es utilizada en las ultimas etapas de la relación de pareja, cuando la mayoría de las mujeres ya hicieron todo por salvar su relación y se dan cuenta de que no lo lograrán, en muchas de las ocasiones se presenta cuando la mujer ya se encuentra separada ya sea emocionalmente, físicamente o de ambas formas de su pareja. Por otro lado y de acuerdo con esta investigación, el autocontrol, es otra de las estrategias que se presentan en las primeras etapas del ciclo debido a que todavía las mujeres no se dan cuenta de que a pesar de los esfuerzos que ellas hagan, las cosas seguirán iguales. De acuerdo con Walker (1979) ante esta situación, la mujer trata de calmar a su pareja para que la violencia no suba de intensidad: se comporta cariñosa, complaciente, trata de anticiparse a todos sus deseos, o evita molestarlo. Con referencia a ello, Ferreira (1996) menciona que en un momento dado, él puede agredirla con una cachetada o un empujón, y ella responderá tratando de calmarlo poniéndose cariñosa y comprensiva; en lugar de enojarse, niega la injusticia del ataque y sus propios sentimientos, calculando que el marido a la mejor tiene razón y que ella debe de preocuparse mas por mejorar. El implementar éste tipo de estrategia puede deberse a expresiones como "la ropa sucia se lava en casa" ya que estas afirmaciones tienen el efecto de perpetuar una obligación femenina de aguantar silenciosa y resignadamente cualquier agresión y de hacer sacrificios en aras de conservar un matrimonio o una familia que, lejos de ser la pequeña comunidad de armonía, representa el encierro de un malestar que se vive y se retroalimenta entre cuatro paredes Torres (2001), atesorando de esta forma la unión conyugal. Ferreira (1996), corrobora los hallazgos de la presente investigación los cuales afirman que este tipo de estrategia es aplicada en el primer estadio del ciclo de la violencia, en el cual él no está conforme y ella se anticipa a todo lo que puede para satisfacerlo.

Para poder mantener este papel anticipatorio, según Walker (1979) la mujer no puede permitirse sentir enojo en contra de él, por lo que se refugia en la negación, en la minimización y en la racionalización del abuso. Niega ante sí misma lo ocurrido y que su pareja fue capaz de lastimarla; minimiza los incidentes de abuso y sus consecuencias; racionaliza las situaciones justificando la conducta de su pareja. En esta estrategia (distanciamiento), la presente investigación difiere de lo observado por otros investigadores en el sentido de que muy por contrario de lo que se podría pensar, son pocas las mujeres que minimizan la agresión del esposo o que piensan que lo que les sucede es normal o que no tiene mucha importancia. Se encontró que pocas mujeres minimizan los incidentes de abuso y sus consecuencias. "yo no creí que fuera tan grave porque no me dolían los golpes". o en algunas otras ocasiones la etapa en la que se encuentran no las deja ver el peligro en el que están "no les daba la importancia adecuada porque estaba muy enamorada". Esto debido probablemente a que la población analizada está conformada por mujeres que en el momento de la investigación ya se encontraban en un proceso de acompañamiento psicológico. En cuento al escape y la evitación, Michell y Hodson (1983) encontraron que en altos niveles de abuso, el afrontamiento orientado a la evitación así como ignorar el problema parecen ser más usados por la mujer maltratada. En la presente investigación se constató que se trata de un tipo de 10º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2009. Psiquiatria.com

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estrategia que las mujeres utilizan solo por el momento, ya que escapan de la situación estresante solo por el lapso en el que están siendo agredidas ya que en la mayoría de los casos el agresor les pide perdón y vuelven con él, son muy pocas las mujeres que ante una situación de violencia de pareja deciden evadirla o escapar de ella con una separación definitiva en las primeras etapas de la violencia. Mas bien esta estrategia es utilizada como un afrontamiento focalizado en el problema para motivar que el abusador cambie o busque ayuda profesional (Dutton, 1992). Esta estrategia como tal, es utilizada por las mujeres de nuestra población, en las últimas etapas del ciclo de la violencia, ya que antes de recurrir a ella, utilizan muchas otras estrategias que les permitan salvar su relación. Al hablar de que la mujer que es victima de violencia emplea diferentes estrategias para intentar salvar su relación antes de tomar una decisión definitiva, es inevitable pensar en la labor tan importante que la sociedad le ha impuesto a las mujeres de mantener a toda costa su relación, con referencia a ello Ferreira (1996) menciona que la imagen social que se exige a la mujer tiene evidentes connotaciones de ajuste y subordinación a la posición masculina. Esta estructurada para facilitar la vida en conformidad con los designios del hombre. Se fomenta en la mujer la necesidad de protección, el miedo a lo imprevisto, las preocupaciones entre otros. En este sentido a las mujeres se les adiestra para mantener junto a ellas a costa de su propio bienestar a su marido ya que estar en pareja es lo que la define ante la sociedad como una persona integra. Y la honorabilidad máxima se le da al matrimonio y a la maternidad, deberes que son adjudicados a la mujer. En relación a lo anterior Torres (2001) menciona que mientras las mujeres sean más tranquilas, obedientes y sumisas, la familia puede dar la apariencia por lo menos de ser armónica. Todo funciona en orden: alguien manda y alguien obedece, alguien exige y alguien cumple, alguien grita y alguien escucha, alguien ofende y alguien aguanta. Torres (2001), al hablar de confrontación subraya que en el trabajo con mujeres jamás aparece el tema de la provocación como una actitud consciente, decidida y encaminada a reducir el autocontrol del marido. Lo cual es confirmado en el presente estudio donde los testimonios revelan que "trato de no molestarlo, de que esté todo en orden, de que los niños estén tranquilos", "accedí a tener relaciones sexuales sólo porque lo vi enojado y tenso, pero ni así se calmó", "ya no sé cómo darle gusto".

Sin embargo la práctica permite constatar cómo es que la confrontación sí es utilizada por muchas mujeres, quienes se valen aproximadamente a la mitad del ciclo de la violencia, para hacer frente a la situación que viven. En cuanto a la estrategia de búsqueda de apoyo social, Walker (1979) menciona que en la segunda etapa del ciclo de la violencia es en la que la mayoría de mujeres buscan ayuda, sin embargo muchas reportan que no lo hacen debido a que piensan y sienten que nadie las puede proteger. En efecto en muchos de los casos las mujeres guardan silencio debido a que les da pena que otras personas se enteren, o bien como lo menciona Torres (2001) existe la creencia de que la violencia conyugal es un asunto privado y que, por lo tanto, debe resolverse en el mismo lugar donde se produce, o sea en el hogar y a puerta cerrada. Sin embargo la población estudiada demuestra que esto no es así, que las victimas de este tipo de delito intentan resolver el problema buscando ayuda ya sea con familiares, profesionales o autoridades. Se trata de una estrategia que 10º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis Febrero 2009. Psiquiatria.com

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se puede presentar en cualquiera de las etapas de la relación violenta, ya que en a mayoría de los casos analizados se observa que el orden en el que ellas buscan apoyo social es en primer lugar con familiares y amigos y posteriormente se dirigen hacia la ayuda psicológica profesional y al ámbito legal.

Bibliografía 1. Lazarus, S. R. y Folkam, S. (1986), "Estrés y Procesos Cognitivos". Martínes Roca: Barcelona. 2. Alvarado. Z. G., Salvador. M J., Estrada. M. S., Terrones. G. A., (1998). "Prevalencia de la Violencia Domestica en la Ciudad de Durango", Salud Pública de México. 3. Fajardo C. J, Fernández M. K, Escobar T.O. (2004). "Estilo de vida, perfil psicológico y demográfico de mujeres maltratadas por su cónyuge". Disponible: www.psicologiacientifica.com/publicaciones/biblioteca/articu (11 de octubre de 2006) 4. Valenzuela, S. (2004). "violencia intrafamiliar como factor de riesgo en la mujer embarazada y su producto". Universidad de colima. 5. Sarasua. B, Zubizarreta. I. (2000). "Violencia en la pareja". S.L. , Aljibe. 6. Hernández. S. R, Baptista. L. P y Fernández. C. C. (1998). "Metodología de la Investigación". México. Mc Grawn - Hill 7. OPS/OMS. Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud. Pub. Científica y Técnica n° 588. Washington DC: OPS/OMS, 2003. 8. Miller, D. T. & Porter. C. A. (1983). Self - blame in victims of violence. Journal of Social Issues. 39, 139- 152 9. Ferreira, G. (1996). "La mujer maltratada". Buenos aires: Hermes. 10. Mills, T. (1985). The asault on the self: stages in coping with battering husbands. Qualitative Sociology. 8, 103-123 11. Walker, L. E. (1979). The battered woman. Nueva York, EE. UU.: HarperPerennial. 12. Torres. F. M.(2001). "La violencia en casa". Ed. Paidos Mexicana, S.A, México, D.F. 13. Michell. R. E. & Hodson, C. A. (1983). Coping with domestic violence: Social support and psychological health among battered women. American Journal of Community Psychology, 11, 629654 14. Dutton, M. A. (1992). Empowering and healing the battered woman: a model for assessmente and intervention. New York. Springer.

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