ESTADO ACTUAL DE LA HISTORIA ORAL EN VENEZUELA

ESTADO ACTUAL DE LA HISTORIA ORAL EN VENEZUELA Perspectivas y Producciones de los Historiadores Orales Por: Zandra Pérez Contreras, Xiomara Pamela Rod...
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ESTADO ACTUAL DE LA HISTORIA ORAL EN VENEZUELA Perspectivas y Producciones de los Historiadores Orales Por: Zandra Pérez Contreras, Xiomara Pamela Rodríguez. Email: [email protected] [email protected] Núcleo de Investigación de Historia Oral Instituto Pedagógico Rafael Alberto Escobar Lara Universidad Pedagógica Experimental Libertador RESUMEN En los actuales momentos, historiadores orales de diversas disciplinas pertenecientes universidades públicas y privadas; y cultores populares de Venezuela, se han abocado a la idea de formar la Asociación Venezolana de Historia Oral (AVHO), y en el III Encuentro Internacional de Historia Oral, celebrado en Nicaragua, en febrero 2009, comprometieron al país como sede del IV Encuentro Internacional de Historia Oral a realizarse en el año 2011. Como parte de ese grupo organizador, que asistió a Managua, nos dedicamos a la tarea de realizar un balance de la historia oral en Venezuela, sus perspectivas y productos de investigación realizado en diversos escenarios, como Universidades e instituciones del estado venezolano. Este balance nos ha permitido conocer que en Venezuela desde finales de los años cuarenta del siglo XX, existe una tradición de trabajo con la historia oral, la cual ha venido evolucionando desde la creación del Instituto Nacional del Folklore, en el año 1948 hasta la actualidad donde participan historiadores orales de Universidades públicas y privadas, además de otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, dedicadas a esta manera de conocer a través de la oralidad. El recuento que realizamos también nos permitido evidenciar que hay una producción historiográfica sustentada en la historia oral y la divulgación de las mismas en diferentes escenarios nacionales e internacionales aumentando el número de historiadores orales desde finales de los noventa. La asistencia a Congresos internacionales ha generado la inquietud de formar parte de la comunidad l que existe en América Latina y en ese sentido se está trabajando. Palabras claves: Historiadores orales, Venezuela, Universidades, oralidad.

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ESTADO ACTUAL DE LA HISTORIA ORAL EN VENEZUELA Perspectivas y Producciones de los Historiadores Orales Por: Zandra Pérez Contreras, Xiomara Pamela Rodríguez. Email: [email protected] [email protected]

Núcleo de Investigación de Historia Oral Instituto Pedagógico Rafael Alberto Escobar Lara Universidad Pedagógica Experimental Libertador

Tiempos de la historia oral. Un recorrido por las universidades y centros de investigación nos permite señalar que la historia oral tiene una larga tradición en Venezuela; El primer tiempo, se inició en el año 1946 cuando fue creado el Servicio de Investigaciones Folklóricas Nacionales (SIFN),(19461953) del cual formaron parte de la Junta Directiva Juan Liscano, Luis Felipe Ramón y Rivera, Isabel Arentz , los cuales desarrollaron una vasta labor institucional en recopilar, estudiar y difundir la cultura popular venezolana. García Carbó (1998) presenta una cronología de los cambios que ha tenido esta Instituto desde el SIFN hasta la Fundación de Etnomusicología y Folklore (FUNDEF), señalando los aportes de esta Institución, no sólo de Liscano, Ramón y Rivera e Isabel Arentz, sino de la legión de investigadores y técnicos que han transitado por esta Institución, reuniendo testimonios sonoros y visuales, documentos y colecciones, materiales que hoy constituyen el patrimonio de la Institución y del país. En el año 2006, FUNDEF se transformó en Centro de la Diversidad Cultural, “como respuesta a una necesidad de reconocer nuestra multiplicidad étnica, lingüística, musical estética y todo aquello que conforma nuestra identidad cultural”. El Centro pertenece a la plataforma del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y es un organismo estatal. Una segunda etapa de la historia oral, lo constituyen las investigaciones que se vienen haciendo en Universidades Nacionales, públicas y privadas, así como el surgimiento de Centros, Núcleos y Grupos de Investigación, integrado por profesionales universitarios, de diversas disciplinas del conocimiento, historiadores, sociólogos, antropólogos, médicos, trabajadores sociales, orientadores, psicólogos, educadores, abocados a la investigación de la realidad sociocultural venezolana partiendo de la historia oral, pero no para utilizarla como 2

fuente del folklore, sino para conocer e interpretar la sociedad desde la perspectiva de los sujetos, reinterpretando conceptos como memoria colectiva, identidad, oralidad y produciendo otro conocimiento y otra historiografía. La investigación que hemos realizado sobre la historia oral en Venezuela, revela que fue a finales de los años ochenta cuando investigadores, grupos y centros de investigación en las Universidades o en Instituciones públicas o privadas, comenzaron la utilización de la memoria de las personas como fuente primaria de conocimiento, la cual se ha denominado de múltiples maneras: historia oral, memoria oral, memoria colectiva, historias de vida, relatos de vida, oralidad, con objetivos de conocimiento diferentes, pero estableciendo como elemento común una nueva concepción epistemológica que busca

explicar y comprender a través de la

perspectiva del sujeto, dándole valor a lo subjetivo, rompiendo así con el postulado de la objetividad, base del paradigma de la ciencia. A partir de esa década comenzó a producirse una nueva historiografía basada en esos testimonios de los sujetos comunes, que han contribuido a la comprensión de la realidad venezolana, surgiendo una nueva historiografía basada en esta producción investigativa. En un principio los investigadores se han servido de la teoría expuesta tanto en Norteamérica como en Europa occidental, consolidándose posteriormente nuevas propuestas y formas de conocer desde la realidad venezolana. Estudios etnohistóricos “la mirada del otro”. Una de las primeras investigaciones publicadas fue la obra de Yolanda Salas de Lecuna, Bolívar y la historia de la conciencia popular (1987). Salas recorrió la ruta seguida por Bolívar en la emigración a oriente en 1813, investigando con las personas los recuerdos que preservaban del Libertador. A través de la memoria colectiva, la investigadora pudo documentar el sistema de valores asociado al imaginario popular de Bolívar, en el cual desde el pueblo podía comprenderse la vigencia de su dimensión mesiánica, el mito de su negritud y su huella popular. En esa misma línea de investigación corroboró este patrón cultural de significados históricamente transmitidos y corporizados en símbolos que constituyen “Un sistema de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas mediante las cuales los hombres se comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y actitudes de vida” Geertz (1973:89), citado por Salas (2004). Aclaraba Salas en sus obras que entendía por memoria colectiva una comunidad

que recuerda e interpreta la historia. De estas percepciones,

emergen textos, representaciones y arquetipos culturales que se formulan en palabras e imágenes. Es decir, a través de la historia oral, el investigador se sitúa en el campo de las subjetividades y de las construcciones de textos, de las representaciones e imaginarios. De cómo se inscribe la historia en la memoria, y ésta en el cuerpo social. Esta obra de Salas, 3

enriqueció la historiografía de los años de la guerra de independencia y se inscribe dentro de la historia de Venezuela. A principios de los noventa, surgieron otras producciones historiográficas, especialmente la serie “Los Baqueanos” [conocedores del lugar] cuyo autor

Jorge Matías Villegas

Polanco, médico, profesor titular de la Fundación Instituto Internacional de Ideas Avanzadas (IDEA) en Caracas, auspiciado por la Fundación Polar, perseguía como objetivo “el vivo rescate de la tradición oral de narrar el pueblo venezolano, con su manera de vivir, de amar, de trabajar, gozar y recordar” (Villegas s/f p: 9), a través de entrevistas realizadas a personas cuyos oficios eran pescadores, empleadas domésticas, curanderos, le dieron a conocer sus modos de vida. De esta serie 1. Paito, Abraham Rodríguez (Pescador de Mochima), 2. Mi Vida, Meryz Hernandez, 3. Mi Aventura, Rafael Eduardo Peláez (Caracas, campo y ciudad) 4. Norma (Entre amores, penas y esperanzas), 5. Francisquito (Canto y Poesía de Mochima), y el folleto explicativo titulado “Por qué y cómo es el cuento que te cuento”. Señaló Villegas, que estas historias formaron parte de un dialogo ininterrumpido que se inició en su infancia con los relatos que escuchó de sus padres y personas que vivían en su casa que conformaron una “cultura de origen” que le dio la oportunidad de escuchar y respetar lo dicho por el otro. Agrega “Es así como el dialogo se hizo escucha, transcripción del relato recogido en cinta magnetofónica, revisión de texto, interpelación respetuosa del narrador, trabajo de grupo en el ensamblaje de textos e imágenes, arte de la composición gráfica que va al taller para entintar papeles, trato gentil de la portada y grata sorpresa al contemplar el folleto terminado” (p:17). En esta serie “Los baqueanos” referente al ensamblaje, los relatos son editados por el investigador quien elabora el discurso narrado por el baqueano e incorpora como subtítulos momentos significativos de la vida del narrador. Para Villegas lo más importante de estos relatos fue reconocer “las raíces comunes, los valores y contravalores de nuestras propias culturas” (p.27). Comenzando el nuevo siglo XXI, se producen otros importantes aportes que van a enriquecer la historiografía nacional, para lo cual hemos revisados los trabajos publicados de Ricardo Olaizola, antropólogo de la Universidad Central de Venezuela (UCV) quien publicó el libro “Tío Veneno. Crónica de un curioso de El Pedregal” (2000), por medio de la cual presenta el testimonio de Benito Reyes, fundador del Barrio El Pedregal, en Caracas, quien tenía el “don” de curar enfermedades a través de la oración. Conjuntamente con la historia de

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Benito, se interceptan las historias de los otros integrantes de la familia Reyes y la del Barrio El Pedregal, conformándose así una historia familiar y de la comunidad. En la Introducción Olaizola (2000: XVII)

presentó algunos postulados teórico

metodológicos entre ellos “Desde la perspectiva singular de uno de sus actores, es un intento por documentar parte de la memoria de una comunidad excepcional y la identidad de sus habitantes, utilizando el método de las historias de vida. Al mismo tiempo, es una descripción de primera mano de la práctica tradicional de curioso o curandero a lo largo de más de un siglo en Chacao”. Señalando más adelante que “Mas que la verificación de la autenticidad de los relatos, nos mueve el deseo de exponer las estrategias narrativas que organizan y dan sentido a la experiencia personal del pasado. Aun siendo individual, la memoria no deja de ser una construcción social, es decir, compartida”. Horacio Biord Castillo,

investigador del Instituto Venezolano de Investigaciones

Científicas (IVIC) y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), y de Marielena Mestas, también de la UCAB, han realizado investigaciones y publicado las mismas sobre las formas socioculturales de algunos municipios del Estado Miranda, centrándose sus investigaciones en la reinterpretación de la memoria colectiva y la religiosidad popular. Además de estos aportes los citados investigadores han publicado artículos y libros en revistas sobre sus productos de investigación entre ellos “Memoria oral y eventos históricos: metáforas, analogías y correspondencias” (Biord, 2005) y “Aproximación a la historia oral de Capaya” (Mestas 1999). En

los

últimos

años

estos

dos

investigadores

han

establecido

relaciones

interinstitucionales con la Universidad de los Andes (ULA) y desarrollando actividades comunes relacionadas con la historia oral entre ellas, la realización de cursos de historia oral y la creación de un Museo Virtual de la Memoria del Estado Miranda (MUVIHTOMI), bajo la responsabilidad del equipo interdisciplinario IVIC-UCAB. En la Universidad de los Andes (ULA), en el Grupo de Investigación y Estudios Culturales de América Latina (GIECAL), creado en el año 2004, las profesoras Ana Hilda Duque y Niria Suárez, plantean “Privilegiar los estudios culturales regionales, como plataforma de observación de identidades, prácticas, imaginarios y apropiaciones”. En el año 2004 fue creado el Museo de la Memoria Oral Andina (MUMCOA), un Museo virtual localizado en la página web www.saber.ula.ve/mumcoa/. En la misma página a través de una serie de links señalan objetivos, estructura, dependencia y otras particulares. GIECAL, desde el año 2006 promueve conjuntamente con la 5

Maestría Historia de Venezuela de la Universidad de los Andes (CEHCEMO-ULA), el Consejo de Estudios de Postgrado (CEP-ULA) y el Archivo general del Estado Mérida (AGEM) el Curso teórico-práctico “Memoria, tradición e historia oral”, para el cual cuentan con investigadores orales como Horacio Biord, Blanca de Lima, Marielena Mestas, Ana Hilda Duque y Niria Suárez . Para el año 2005, la UCAB publicó el libro “Así nos tocó vivir. Historias que están detrás de la pobreza”, coordinado por Pedro España formó parte del Proyecto “Estudios de la Pobreza” (1999-2005) del Instituto de Investigaciones Económicas de la UCAB. Para la elaboración de “Así nos tocó vivir. Historias que están detrás de la pobreza” participaron un conjunto de académicos en diferentes momentos de la investigación.

Un grupo de

investigadores entre ellos Natalia Sánchez, Alexander Campos, María Isabel Bustos, Milagros Muñoz, Mirla Pérez, Noilibeth Rivero y Tania Yanez, fueron los

responsable de la

investigación de campo, se utilizó la metodología de las historias de vida, por medio de la cual las personas contaron su vida sin ningún tipo de intervención del investigador, realizando ellos mismos la jerarquización de sus momentos significativos. Posteriormente esas historias fueron transcritas textualmente sin alterar su contenido. De las entrevistas realizadas –para el estudio global “Detrás de la pobreza”- se seleccionaron siete historias que a juicio de los investigadores coordinadores del proyecto caracterizaban distintos grupos socioeconómicos y culturales del venezolano. Posteriormente transcripción y grabación fueron entregadas a un grupo de “cronistas” –intelectuales y escritores venezolanos- para que reescribieran la historia de una manera accesible al lector, sin alterar la esencia de las historias, entre ellos Milagros Socorro, Alonso Moleiro, Armando Coll, Tamoa Calzadilla, Vicente Lecuna, Marielba Núñez y Alberto Barrera, quienes escribieron las historias de “ Miguel, Hilda, Julián, Josefina, Carmen, Palmira y Jefferson”, nombres cambiados para proteger el anonimato de las personas. Desde la perspectiva de los estudios de género las Dras María Cristina González, Marbella Camacaro y Migdalia Valdez de la Universidad de Carabobo en la Unidad de Estudios de Genero Bellacarla Girón y la Casa de la Mujer Juana Ramírez “La Avanzadora” vienen desarrollando investigaciones referidas a la violencia doméstica, su permanencia histórica y su incidencia social, asumiendo un compromiso social con las victimas; constituyendo las historias de vida el método de acercamiento y comprensión de la realidad. Por último en este breve estudio señalamos a los investigadores Nilda Bermúdez, Ivork Córdido, de la Universidad del Zulia (LUZ), quienes vienen reconstruyendo la memoria histórica del Estado Zulia, a partir de la historia oral, la cual es registrada en forma 6

audiovisual. También en el Estado Zulia,

la Fundación del Patrimonio Cultural y la

Institución Acervo Histórico del Zulia, se han comprometido en esta perspectiva de investigación de conocer a partir de la historia oral. En el mismo sentido, las investigaciones de la Dra. Blanca de Lima, antropóloga, graduada en el Colegio de México, cuyos aportes de orden teórico metodológico y obra escrita, han enriquecido estos estudios etnográficos donde ha prevalecido “la mirada del otro”.

Dr. Alejandro Moreno y el Centro de Investigaciones Populares: La epistemología popular. Comenzando los noventa, el psicólogo Alejandro Moreno Olmedo, salesiano, publicó su tesis doctoral El aro y la trama .Episteme, Modernidad y Pueblo (1993). Esta obra contiene una revisión crítica de los signos más preponderantes que dieron con la construcción y la hegemonía de la ciencia moderna, identificada con el reduccionismo positivista. El aporte de esta obra fue la creación de una episteme del pueblo, una visión del mundo desde la visión de los habitantes de los barrios. [En Venezuela los barrios son espacios autoconstruidos donde viven “los pobres, marginados, excluidos”, términos asociados a la población de menores recursos económicos, no a su cultura.]. Al mismo tiempo, fundó el Dr. Alejandro Moreno junto a un grupo de investigadores de diversas disciplinas –trabajadores sociales, educadores, Licenciados en Filosofía, historiadores- el Centro de Investigaciones Populares (CIP). La producción de este grupo se publica en la Revista Heterotopía, creada por el CIP, con doce años de existencia. Para enfatizar que se hace en este Centro y en Heterotopia, en la Editorial Una Década (20005, p.6) se pronuncia “El Centro de Investigaciones Populares y, por ende Heterotopía, no tiene como objeto de sus investigaciones los usos, las costumbres o el folklore del pueblo venezolano sino las estructuras que lo constituyen en mundo-de-vida y las condiciones de posibilidad de su manera de conocer y, por tanto, de pensar la realidad, que de éste emanan. Se trata de encontrar las claves de la comprensión de lo que Alejandro Moreno ha desarrollado en “El Aro y la Trama” como episteme popular y donde ellas y en ellas –en este sentido, desde el pueblo y en el pueblo- pensar las realidades con las que nuestro pueblo tiene que habérselas en su vivimiento”. En esta misma Editorial señalan que a lo largo de estos diez años, la elaboración teórica de temas fundamentales con la exposición de investigaciones empíricas les permite hablar en el presente de una escuela de pensamiento y de investigación. 7

Para el CIP las historias de vida son el enfoque metodológico y la investigación convivida la práctica científica. Sobre el significado de las historias de vida para el CIP, el artículo “La historia y la Investigación con Historias de Vida” Javier Castañón y Daiselis Figuera (2005), hacen énfasis en el método científico como forma de conocer de la modernidad y las historias de vida como forma alternativa. En ellas “El sujeto del conocimiento de la historia de vida son las personas y sus vidas, no los grandes personajes ni los hechos acontecidos como en la historia universal; la preocupación del investigador no está en conocer las hazañas heroicas de los héroes y qué fue lo que ocurrió… su interés radica en saber en qué consiste la vida de las personas en el día a día, como está constituida su trama familiar y relacional en lo social y que significado tienen las cosas para su mundo de vida”. (p.144). Señalan Castañon y Figuera, que para el CIP “Abordar la investigación en el campo de las ciencias sociales con historias de vida, implica ir más allá del dato objetivo, de lo meramente informativo que nada nos dice sobre los fundamentos que rigen la vida cotidiana de las personas en un espacio societal determinado” (p: 145).

UPEL- Instituto Pedagógico Rafael Alberto Escobar Lara. Maracay. Enseñanza de la Historia: Visión de la historia desde la perspectiva del “otro”.

La historia como ciencia privilegia el testimonio escrito para las reconstrucciones históricas, los cuales son sometidos a un proceso de crítica y hermenéutica, que son los que dan validación al discurso. Hasta hace pocas décadas el testimonio oral estaba subestimado en esta representación por los límites de la memoria en la reproducción del hecho histórico, motivo por el cual la visión de la historia desde la perspectiva del sujeto había estado ausente en los textos de enseñanza de la historia; se hacían reconstrucciones históricas sin considerar la visión del mundo que poseían los mismos habitantes de las localidades; a partir de la inclusión de estos testimonios en la enseñanza de la historia se recupera la voz de estas personas y su perspectiva o visión del mundo. 8

Desde la representación de la nueva historia oral, que toma en consideración la perspectiva o visión del mundo de los sujetos, se ha centrado en la investigación, enseñanzaaprendizaje de la historia de Venezuela, la historia regional y local por parte de un grupo de docentes, que han conformado el Núcleo de Investigación de Historia Oral (NIHO), unidad que forma parte de la estructura de investigación de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) y entre ellos, quienes suscriben este articulo y las/os profesoras Ysabel María Gómez, Daiselis Figuera, Javier Castañón.

En las Escuelas y Liceos del Estado

Aragua, otros integrantes del NIHO, los profesores egresados de la UPEL,: Xiomara Pérez, Richard Zapata, Deilis Colina, Marivel Durán, Jennifer Romero, Julimar Lara, Eliecer Rivero, Valentina Viacava. Desde hace once años, en la UPEL- Instituto Pedagógico de Maracay, el NIHO, ha contribuido con esta nueva forma de conocer a través de la creación de la asignatura Historia Oral año 1996 en el Área Rescate de la Cultura del Diseño Curricular vigente y de otras asignaturas del componente Especializado de la carrera Geografía e Historia, entre ellas Historia de Venezuela, Seminarios de Investigación y el Seminario de Profundización Maracay durante el trienio 1945-1948. El trabajo en las citadas asignaturas se desarrolla en un período de un semestre (16 semanas de clase), tiempo en el cual los estudiantes elaboran proyectos de investigación sobre diferentes temáticas en los cuales se abordan así los procesos históricos que han caracterizado la Venezuela del Siglo XX y el tiempo transcurrido del siglo XXI, así como también la vida cotidiana y sus manifestaciones. El estudiante durante las primeras sesiones de clase recibe formación sobre la metodología de la historia, en la cual se hace énfasis en la perspectiva teórica metodológica, especialmente lo referente a la grabación, transcripción y conservación del testimonio. Los relatos de vida y las historias de vida, han permitido estimular el aprendizaje significativo de los estudiantes, el descubrimiento de la memoria colectiva, la identidad nacional y local, la construcción de valores y la comprensión de la ciudad donde habitan. En el conocimiento

histórico obtenido desde la visión del mundo de la persona que ha

transmitido su relato o su historia de vida, el estudiante evidencia lo específico de la localidad, la acción de los hombres en la permanencia y los cambios sociales. Con el relacionamiento con las personas y la escucha de los relatos y las historias de vida los estudiantes van construyendo y desarrollando el pensamiento crítico, lo cual permite revisar el conocimiento histórico adquirido a través de bibliografías especializadas o textos escolares, reflexionando sobre la posibilidad de otra historia o contrahistoria. 9

También el NIHO ha creado las líneas de Investigación Historias de Vida (2003) e Historia Regional y Local (2004), contempladas dentro de la estructura de investigación de la UPEL, donde se ha tenido la oportunidad de asesorar a estudiantes del postgrado en la Maestría en Educación, Mención Enseñanza de la Historia en el desarrollo de trabajos de grado sobre las concepciones de la historia y su influencia en la enseñanza, la historia de los barrios, la familia y el patrimonio cultural. Estos trabajos de grado han producido conocimiento sobre la historia de la ciudad y su población, en cuanto a los procesos de construcción y consolidación de los barrios, las vicisitudes de sus habitantes, las luchas sociales, las manifestaciones culturales, la estructura de la familia que forman parte del entramado social y cómo se articulan las personas en su vida cotidiana y generan procesos de organización

y reivindicaciones en su localidad. Son investigaciones concretas donde el

profesor/investigador, conoce la realidad desde las voces de sus actores, son historias que no han sido escritas pero que permanecen en la memoria de sus protagonistas. En estos relatos está contenida nuestra historia contemporánea, la estructura económica social, los cambios a través de los procesos migratorios, las condiciones socioeconómicas así como la lucha permanente por mejorar las condiciones de vida. Igualmente en la Maestría Enseñanza de la historia de la UPEL-Maracay, el Diseño Curricular incluye la Historia oral como materia electiva desde el año 1998 y ha sido dictada por diversos docentes, entre ellos la profesora Daiselis Figuera, Zandra Pérez y el Dr. Horacio Biord, del IVIC/UCAB. En la UPEL-MARACAY, también en las Maestrías en Educación Superior, Orientación y Educación Inicial, profesores titulares de diversas cátedras promueven entre sus alumnos las investigaciones de trabajos de grado a partir de las historias de vida y en base a esta perspectiva existen más de cuarenta trabajos de grado, bajo la tutoría de los profesores Jorge Maldonado, Víctor Hermoso, Margarita Villegas, Luisa Sandía y Carlos Azuaje.

La historia oficial y los “saberes populares”. Hace ya una década, en el Estado Aragua surgió el movimiento “Red de Investigación Acción Simón Rodríguez”, conformado por el sociólogo Carlos Lanz Rodríguez y los educadores Johama Paredes, Mayi Cumare, Mirna Sojo y Rafael Rodríguez entre otros, con la propuesta de transformación social a través de los saberes populares. El objetivo político lo constituyó la escuela como centro del quehacer comunitario que implica una comunidad de saberes donde se articulan todos los actores sociales para el empoderamiento de la escuela y desde allí generar las transformaciones sociales desde las prácticas cotidianas. La “Red de 10

Investigación Acción Simón Rodríguez” publicó varios libros entre ellos “El Poder en la Escuela” , “El Método Invedecor”, “La Escuela como centro del quehacer comunitario”, “El Proyecto Educativo Nacional”. Esta propuesta política ha encontrado rechazos en algunos sectores de la sociedad, por las supuestas implicaciones ideológicas que subyacen en la misma. La historia del barrio es otro objetivo de la historia oficial, y desde diversas instancias públicas, como la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, se promueve el concurso “Los barrios cuentan su historia. Como escribir hablando” con miras de dar a conocer y reafirmar la historia de los barrios y la relación del hombre con su lugar de origen. También en los barrios actúan los colectivos comunitarios [organizaciones de base popular creadas en los últimos años] quienes desde la memoria colectiva reescriben su historia. De forma tal que en la última década se ha evidenciado por parte de las Instituciones del Estado, el interés por recuperar los saberes populares y la historia local. Estas propuestas del gobierno están siendo debatidas a nivel nacional y no se han implantado por los argumentos antes señalados. En el rescate y conservación de la memoria colectiva de las zonas rurales y suburbanas, los cultores populares han contribuido a través del registro de testimonios individuales y colectivos de quienes conservan desde sus acervos y quehaceres las tradiciones de

las

comunidades. En este sentido, se destaca la propuesta investigativa de los hermanos Juan José y Juan Ramón Escalona Betancourt de Sanare - Estado Lara; Maestro Pueblo y El Caracol Investigativo, quienes recogen los saberes ancestrales del pueblo campesino, así como sus luchas de resistencia cultural por las reivindicaciones colectivas. Junto a la obra de los hermanos Escalona Betancourt encontramos en Venezuela un gran número de cronistas y cultores populares que hoy día logran integrarse con investigadores e historiadores en la producción de nuevos saberes historiográficos. Cultores y cronistas, eran considerados “echadores de cuento”, para investigadores tradicionales, inmersos en el método científico, no pasaban la prueba de la validez y la objetividad, postulados revisados por el nuevo paradigma cualitativo dentro del cual se encuentra la historia oral. Referentes de la historia oral contemporánea. A principios de los noventa el libro “Historias de Vida”, (1990), cuyo autor es el sociólogo Víctor Córdova fue de los pioneros en la perspectiva teórica metodológica de las historias de vida desde los planteamientos de pensadores europeos como Franco Ferrarotti, Daniel Bertaux y Paul Thompson, entre otros. Este libro publicado por la Editorial Tropykos, se convirtió en un texto de referencia teórica para los interesados en la historia oral. 11

Posteriormente, Córdova publicó el libro “Modos de Vida”. Ambas obras fueron producto de su tesis doctoral realizada en Francia. Otras obras ampliamente divulgadas que han contribuido en la perspectiva teórica metodológica de la historia oral son “Historia Oral, Métodos y Perspectivas”. Compilación de los autores españoles José Marinas y Cristina Santamarina, (1993), de las obras de Daniel Bertaux, Isabelle Bertaux Wiame, Nicole Gagnon, Norman K. Denzin, Paul Thompson, Francoise Morin, Michel Mefessoli, Franco Ferrarotti, Martin Kholi, Agnes Hankis, y Maurizio Catane. De la historiografía francesa, el autor Philippe Joutard (1986) “Esas voces que nos llegan del pasado”. Indispensables en la práctica pedagógica las obras “La Historia Oral. Una guía para profesores (y otras personas)”, de Sitton, Mehafy y Davis Jr. (1993). “Historia conocimiento y enseñanza. La cultura popular y la historia oral en el ámbito escolar” de Renán Vega Cantor (1999), de Dora Schwarzstein, “Una introducción al uso de la historia oral” (2001). Sin embargo, en Venezuela, en esta corriente metodológica fue pionera la historiadora mexicana Eugenia Meyer, invitada por la Universidad Central de Venezuela a finales de los años setenta, expuso sobre esta forma de historiar, totalmente novedosa. Desde el año 1993 se conoce la obra “Historia Oral”, compilada por Jorge Aceves Lozano. Más remotamente las obras “Los hijos de Sánchez” (1964) y “Antropología de la pobreza” (1975) de Oscar Lewis. La versión fílmica de la primera obra se hizo popular en Venezuela,

por cuanto la

protagonista Lupita Ferrer, es una actriz venezolana de telenovelas. Por supuesto que los Congresos internacionales de historia oral han constituido un valioso aporte, para conocer y compartir las prácticas investigativas. Conclusión. En base a los señalamientos anteriores se puede evidenciar que en Venezuela desde hace veinte años la historia oral ha venido ganando espacios en las Universidades nacionales, a través del trabajo investigativo y de docencia.

1- Se observa que la mayoría de las Universidades del país, públicas como privadas,

donde se concentra un alto número profesores/investigadores de diferentes disciplinas del conocimiento, realizan investigaciones bajo la perspectiva de la historia oral. De los resultados de los estudios etnográficos son significativos los aportes en relación a la memoria colectiva, la identidad, la religiosidad; el desarrollo de proyectos 12

utilizando las TIC, la divulgación a través de cursos de historia oral y un relacionamiento entre investigadores cuyo objetivo primordial es conocer desde la perspectiva del sujeto común, darle la voz protagónica que hasta ahora no había tenido en los estudios académicos. Estos productos son divulgados a través de libros, conferencias, asistencia a eventos científicos, entre otros.

2- Los aportes del Centro de Investigación Populares (CIP) y del Dr. Alejandro Moreno,

han contribuido en el conocimiento de la cultura popular venezolana o episteme popular. La creación de la Revista Heterotopia, la cual lleva diez años publicando investigaciones bajo esta concepción, revelan la consolidación de un Centro de investigadores abocados a la investigación de las estructuras que constituyen el mundo-de-vida del pueblo venezolano.

3- Desde las instancias oficiales como el Ministerio del Poder Popular para la Educación

y otras Instituciones gubernamentales, se hacen igualmente propuestas para la recuperación de la memoria colectiva y construir otra historia.

4- Los cultores y cronistas populares ha realizado su aporte en esta modalidad

investigativa, ahora desde la perspectiva de la historia oral, su aporte está recibiendo reconocimiento por su contribución a la preservación de la memoria popular.

5-

En la UPEL-Maracay, se viene realizando una nueva forma de enseñanzainvestigación, basada en los historias y relatos de vida; la búsqueda de la persona, como poseedora del saber en la comunidad; cuestionamiento de la historia oficial; revelación de la existencia de otra historia, nuevas formas de enseñanza de la historia contemporánea; afianzamiento de la identidad, reconocimiento del otro. Igualmente el aprendizaje significativo y el relacionamiento con las comunidades. También desde los estudios de Postgrado en las diferentes Maestrías de Educación Inicial, Orientación y Educación Superior, se vienen realizando trabajos de grado bajo esta perspectiva. 13

6- Se aprecia en esta relación la formación espontánea de una comunidad de historiadores

orales a través de las relaciones inter universitarias IVIC-UCAB-ULA-UEFDM. A pesar de la existencia de esta comunidad investigativa, no existen Asociaciones Nacionales que permitan mayor interacción y la constitución de una Red o un movimiento nacional de historiadores orales. En este sentido la influencia de las asociaciones latinoamericanas ha motivado a historiadores orales venezolanos a iniciar la conformación de la Asociación Venezolana de Historia Oral.

Fuentes: Biord, H. (2005) Memoria oral y eventos históricos: metáforas, analogías y correspondencias. Presente y Pasado. Revista de Historia, 10(20), 55-74. Castañón, J. Figuera, D. (2005). La historia y la investigación social con Historias de Vida. Revista Heterotopia, 29-30, 135-147. Centro de Diversidad Cultural (2006) Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 38502, abril 5, 2006. Córdova, V. (1990). Historias de Vida. Caracas: Tropykos. España, P. (Coord). (2006). “Historias que están detrás de la pobreza”. Caracas: UCAB. García Carbó, C. (1998). Fundef, una Institución para la tradición oral. Edumedia [Revista en Línea],

6.

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Pdf

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Marinas, J.M.

y Santamarina, C. (Comps.) (1993). La Historia Oral. Métodos y

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