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FRENTES CULTURALES: para una comprension dialogica de las culturas contemporaneas Jorge A Gonzalez E n este tcxto presentare la perepectiva de los F...
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FRENTES CULTURALES: para una comprension dialogica de las culturas contemporaneas Jorge A Gonzalez

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n este tcxto presentare la perepectiva de los Frenles Culturales para el estudio de las dinamicas culturales en sociedadcs complejas. Mas que un coucepto nuevo. csta perspcctiva provee un modo difereiuc de inlerrogar y comprender la coinpleja dimension significativa de la vida cotidiana. Todos los dias. desde que nacemos. nos vemos constanlemenle eonsireiiidos a situanios frcnle a un gran nuinero de diferenles interacciones discursivas y situaciones sociales que tocan lo que nosotros consideramos como lo neccsario para \ ivir biea el significado de "quienes somos". y b s valores comunes que tochs compariimos y buscamosComo especie huniana, aunque producimos nuestra vida materijU para poder sobrevivir (comer, habitar. vestir y asi diciendo). solo podeinos existir en medio de un inlrincado y dinAmico flujo de discursos sociales. Algunos de ellos, vienen de organizaeiones profesionales. cuya labor especifica es definir. regular y coneentrar, como fuerzas centripctas. el significado eomiin de nuestras necesidadcs. nuestras identidades y nuestros valores considerados como dignos de obtener y preservar en la sociedad. Veremos a traves de la perspectiva de los Frentes Culturales. que aquello que consideramos y vivimos eomo normal, e\'idenfe. verdadero y ohvio en cualquier lugar \ tiempo. debe ser cntendido como un estado momentaneo de un orden simbolieo eolectivo y provisional. Este precario arreglo y orgaiiizacion del sentido esta siempre sujeto a intemiimibles eontra-flujos simbolicos de factura profesional y espcciaEstudios sobre las Culturas Cortlempordneas Kpoca II. Vol. VII. Niim. 14, Colima. diciembre 2001, pp. 9-45

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lizada. Estos flujos generan tensiones entre todas las institucioncs culturales. como ctiando las cscuelas luchan contra las iglesias sobre el contcnido y los fines dc la iiifonnacion se.xual. o como a veces podemos ver a los cientificos discutir contra los periodistas sobre !a inlerprelacion "objeiiva" de eventos. o a los "bucnos"" medicos contra los "cliarlalanes" en cl irataniienio de un simple resfriado, anislas "vcniadcros" contra cantantcs ""populares" y asi sucesiva y conflictivatrtente. Este orden profesional precario esta siempre soinetido a oiro tipo de contra flujos y rcdcfiniciones que vienen constantemente desde las /omis no cspecializadas de la sociedad en la que se desarroUa la vida cotidiana. desde las redes de convivencia diaria; los ainigos. las terttilias. las fatnilias y todos los grupos de intcraccion y convivencia priniaria. Eslos contra-flujos pueden ser comparados con fuerzas centrifugas qtie cscapan de la atraccion centralizadora de aquellas instituciones y p)ertenecen a fuerzas que dialogizan y eventualmente pueden Iixicer cambiar las definiciones "nalurales"" o sinibolicainente centralizadas de la \ida. De hecho. una de las inas importantes consecuencias de la modemidxid. ha sido cl proceso en cl que Itan aparecido, cainbiado y desaparecido diversos tipos de especialistas de la elahoracidn simholica del mundo, A traves dc un intenso y permatiente irahajo discursivo. esas instituciones culturales, sus agentes y sus practicas. han redisenado cl significado de la esfera publica, Esta profesion de redefinir (en umi dircccion centripeta) los asunlos de la vida pubHca. nunca se ha deseinpeiiado en el vacio. Ha tenido siempre que conquistar terrUorios simhdlicomenie (Kupados por otras interpn;taciones centrifugas o ccntripetas en consuuite iuclia. El cstudio de la dimension simbolica de la vida bajo la perspectiva de los /rentes culturales nos pennite conocer como lian sido crcadas miestras mas preciadas y compaitidas represcntaciones y miestros mas aniados sentimicntos. y al mismo tiempo. nos abre la posibilidad de entender el desarroUo y la construccion de diversos modos y estrategias dc convergencia e "integracion" simbolicas. Para este proposito. este Irabajo tiene dos grandes partcs. En la primera expondre las bases teoricas dc la propuesta y en la segnnda desarrollare las cuatro miradas que con\ergen en la perspectiva mctodologica de los frentes cultnrales. Finalmenie. veremos que esta propuesia puede aporiar en su propio pn^ceso de busqueda, materiales y perspeetivas para irabajar en redes Irorizontales y en procesos de empoderamienlo social.

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Frentes Culturales: para una comprension dialogica.,.

Primera parte Hegemonia v frentes Culturales: coincidencias y divergencias Cuando esa convergencia e integracion sittibolica de la que hablamos dcpenden del irabajo disctirsi\ o de un gmpo social mas o menos solidainenic aliado. tenenios un estado relativo de hegemonia (Fossaert. 198.^). que implica el reconocimiento. sea aelivo o pasi\o de la autoridid y Icgilintidad cultural de la propuesta simbolica que elabora un cier10 grupo soeial para los denias. Sin embargo, el concepto tradicional de hegemonia usado por Lenin en Rusia y despues por Gramsei en Italia (Gonzalez. 1994), ha sido aplicado de un modo mas bien limitado y sin una conexion teorica y metodologica con las experiencias de la vida cotidiatia. sin un claro y plausible vineulo eon las fuerzas modeiantes efeetivas de los sentidos actiiales y concrctos de miestras \ idas. En general, en el campo de las cieneias sociales "iiegemonia'" es un eoncepto que nias bien se \\a usado a grandes escalas. Ha sido comunmente ubieada en la macro escala del Estado-Naeion o en e! sistema mundial: la dircccion y el control de todas las elases soeiales bajo las ordenes de un eierlo bloqtic dc grupos doininanles. El concepto suelc a veces ser eonftmdido con el de dominaeion politiea y el de explotaeion econoiniea. Con ello. se desdibnja la especificidiid simboliea del concepto. Desde el estudio de la comunieacion y la cultura. James Lull {2000a) siguiendo a Stuart Hall, lia planteado que la Iiegemonia ntinca es una estiniulacion directa de pensamiento o accion, sino un marco de definiciones encontradas de la realidad dentro del rango de la elase dominante. El concepto es util pues nos f>ermite eonsiderar el modo en que eiertos agentes sociales colecti\ os him establecido relaciones simholicas espeeifieas e historieas entre si, Asimisnio, el concepto de hegemonia nos deja preguntamos e identificar la totalidad de las relaciones sociales dc nueslra sociedad desde una perspeetiva enltural. esto cs, desde el punto de \ isia de todas las representaeiones del mundo y de la vida elaboradas, bien por instittieiones sociales o por agentes soeiales en un modo interminable y dialogico. Sin embargo, ubicado en las alturas de la leoria social, al ignorar la eonstiueeion tensa y dinamica de los significados eomunes entrc fuer/as ordenadoras y fuerzas disipativas. este coneepto ha sido tambien mal ullli/ado y manicnido en deseonexion metodologica con esmdios empiricos de la propia produecion antroponomiea de los individuos en soeiedad (Benaux, 1977).

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Frentes Culturales: lasformaciones elementalmente humanas enjuego Al hacer esto, los teoricos y los investigadores a veces lian ignomdo o descuidado el papel central de diversas singularidades formates que nos aparecen como elementalmente humanas o formaciones culturales transclasistas -como el antropologo it' ereeer como varon o hembra. confiary honrary asi sucesivamente, Todas ellas lian sido generadas y modeladas a traves de la ltistoria en una perspeetiva de larga duracion. Diversos temas cmciales contemponineos. tales como la definicion social del genero y la ecologia. el desarrollo economico y la etnicidad han sido encuadrados dentro de formaciones disctirsivas compartidas por todas las divisiones sociales: las mnjeres han sido sometidas violenlamente en todos los niveles sociales y en todas las epoeas, el detedoro del ambiente dafia a todos los seres vi\os, LAS formaciones culturales transclasistas no cstan dadas. sino qtie son constniidas y deben su acttial fonna y existencia simbolica al encuentro de fuerzas de diferentes contingentes y contrincanles socio-liistoricos. En este contexto. Hegemonia es el noinbre que datnos al momentum dc relaciones de ftierza objetivas entre diferentes agentes sociales colectivos (elases, gnipos, regiones, naeiones y conglomerados de aecion mundial) situados en un detenninado espacio social cuando lo obsenamos desde un punto de vista simhdlico. Eslo es. euando nos enfoeanios en la ereacion y recreaeion de fonnas simbolicas en toda relacion social. Con ello busco separanne explicitamente de la eoncepcion de la hegemonia como un hecho negalivo. como un sindrome de control total de una clase o como un caneer a extirpar Por el contrario. eneuentro mas producti\ o para iinii eoncepcion dialogica de nuestni existencia simboliea comun. si nos preguntamos sobre cdmo, desde dondey entre qui^nes 12

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cada relacion especifica de autoridad simbolica ha sido constniida. deeonslruida y recreada a lo largo de la historia. Como sabemos. la ltistoria significa eambios y movimientos, que son nutridos por los movimientos soeiales y por vectores simbolieos realizados. como senale mas atras. tanto por redes de agenics sociales (fuerzas disipjitivas) como por instituciones culturales especiallzadas que acttian como fuerzas centripetas. Dentro de este marco, no hay soeiedad que pneda organizar la produeeion colidiana de su vida sin hegemonia. Vista positivamente. podemos estudiiir cuaiquier soeiedad eomo un conjunto estmeturado de relaciones objetivas desde la perspectiva de su dimension simbolica, Esta perspectiva debe ser considerada como un tipo de operacion metodologica que nos pennite interrogar a la totalidad de las relacioiKs sociales desde diferentes. pero coinplementarios puntos de vista como Fossaert (1977) ha sefialado, Segim la elaboracion de este autor en tres dimensiones de las ideas de Marx, si examinnmos una sociedad eomo un todo basado en el tnodo en que produce su valor economieo, entonces la representaeion de la totalidad de las relaciones nos aparece como un sistema de explotaeion, Tambien podemos interrogar a la sociedad sobre el modo en que el poder se orgamza y se ejerce y entonces. la totalidad de la sociedad aparecera como un sistema de dominaeion, Asi. cuando interrogatnos a la soeiedad desde el pnnto de vista de los modos en que crea sus ideologias como representaeiones del mundo. somos capaces de obser\'ar la totalidad de las relaciones sociales estnieturadas como un sistema de hegemonia. Valor economico. poder e ideologia son dimensiones de toda relacion soeial y por ningun motivo deben ser entendidas como tiiveles aislados 0 pisos cristalizudos. La nocion gramsciana de hegemonia (1975) trabaja con la especificidad de esta compleja relacidn y asintismo. Gramsei siettipre Uivo cuidado en no eonfimdir hegemonia eon dominaeion (Gonzalez, 1994: 2153), Por sn "signicidad" espeeifica (Cirese, 1984) y por el potencial elementalmente humano implicito para crear y recrear nu'ihiples mundos posibles. no siempre deberia hgarse de una lnanera rigida con los procesos de dominaeion o explotaeion de clase y desde luego. la relacion tiene que ser trabajada en otra perspeetiva mas completa. La relaeion social de begemonia, a difercncia de stis parientes dialecticas (la explotaeion eeonoinica y la dominaeion politiea) impliea no solo un par (explotador-exptotado en un caso. dotninador-dominado en el otro) sino una triada de elementos, Esto es. el hegemdnico o polo centpoca II. Vol. Vll. Num. 14. Colima, diciembre 2001, pp. 9-45

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tralizante. ei subalterno/suhordinado o polo centralizado y oiro polo, que ya no es mas subaltemo. pero que tampoco es todavia hegemomco, y que nos abre a una posible accion disipativa dentro de un terrilorio simbolicamente pcupado. En ctialquier relacion hcgemonica siempre existira la posibilidad para un agente social colectivo de no ser "subondinado', y en tal caso. la configuracion especifica de los significados cotnunes no tendria mas eficacia sobre ese "otro" polo. Al mismo tiempo, cse cslatuto dc "otro". abre uti rango de tiuevas configuraciones de senlido posibles. que toda\ia no son "begemonicas" (como otra fuerza centralizante) porqtie no han articttlado la voluntad colectiva de los agentes sociales iUiados o enemigos eti tomo de su empresa de inodelacion simbolica (Gramsci. 1975). Podemos pensar la hegemonia como un marco de posihilidades. como uti espacio expan.sivo dc mtjltiples cotwergencias en peniiaiiente juego. Debe ser seflalado que la hegemonia no depende solamente del trabajo de anticipacion y elaboracion. sino lambicn en la posibilidad de articular nuevos significados y fuerzas centrifiagas en eslrategias histbricas de interpretacion social. A diferencia de las relaciones sociales de explotacion y dominacioa la hegemonia debe ser construida y destmida principalmente a traves de la comunicacion simbolica.

Reficxividad y orden centralizado Parte de la eficacia simbolica del tipo de hegemonia que actualmente conocemos y experimentanios, reside en que no sahemos que no sahemos (Maturana y Varela. 1990), en la opacidad de nuestras relaciones debido principalmente a la carencia de reflexividad personal y social. VoKerse reflexi\o. significa empoderarse uno mismo al menos liasta una posicion en la que se pueda lograr algiin grado de autodeterminacion, Esto es parte de la razon por la que el estudio de las culturas contemporaneas con la ayuda de (os frentes culturales puede ser litil, no solo en temiinos del conocimiento cientifico. sino en terminos de incorporarse en la activa reconstmccion de la reflexividad social y personal.

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Identidad(es): siempre dialogica, por tanto en plural Idenlidad es mas bien un concepto rigido usado frecuentemente por aailistas sociales para describir los modos en que diversos universos simbolicos se constnnen y afirman en la subjetividad. En el mtmdo contemponineo. sin embargo, la complejidad de los sistemas auto-referenciales se ha incrementado enormemente, Por ello. es preferible pensar en "identidades" mas que en terminos de iderUidad en singular. Mas aun, es la experiencia cotidiana de los mundos sociales estructurados que genera percepciones y representaciones diferenciadas y diferenciadoras de mundos sociales crecientemente multidimensionales, Por ello nos reconocemos y hablamos de nosotros mismos como •"siendo parte de" multiples eomunidades imaginadas (Anderson, 1983). Una simple persona puede sentirse como "latino", mexicano-americano" 0 solamente "mexicano"segtin el tipo de herramientas culturales complejas (Werschl, 1998) que utilice en un contexto social especifico. Se siente orgulhsamenle Latino cuando Ricky Martin. Selena y Carlos Santana son lanzados a la cima del negocio del espectaculo por los medios. La lnisma persona puede sentirse profundamente comnovida como mexicano-americano en medio de una manifestacion contra un proyecto de ley para restringir la inmigracion. Sentirse conectado a traves de la familia y las memorias del banio cuando come enchiladas, bebe cerveza Corona y "escucha" (cantando. gritando. bailando y UoraiKlo) -en un concierto masivo en direclo- mientras Los Tigres del Norte ejecutan "El otro Mexico" o "Los Hijos de Hernandez".'' Esta pereona -con toda seguridad-jamas se reunira con la "Comunidad Latina'" como un todo, o con la minoria mexicana-americana en persona. Pero a traves del contacto con textos culturales diferentes y narrativas complejas. puede tener la sensacion. el sentimiento profundo de ser parte de algo mayor en lo que esta incluido de un modo o de otro. La perspectiva de los frentes culturales tia sido constmida como un elemento relacional dentro de un sisleina teorico en el cudl puede adquirir relevancia y validezcientiftca. Los conceptos de campo y el de redes ideologicas deben ser introducidos para entender las dos fuerzas principales (orden y caos. centripetas y ccntrifugas) que se mezclan en esa entretejida zona de inestabihdad simbolica que Uamo frentes culturales.

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Identidades confrontadas: campas y redes ideologicas Sabemos que toda ciase de idcntidad es lambien eonstruidii en una situacion detenniiiada y que cualquier constniccion es una seieccion de rasgos que satisfaeen situaciones sociales partieulares. Mas alia de esto, debemos rcconocer que eada eonstmccion situacioiial tiene una trayectorin, ha sido coustruida historieamente. En conseeueneia. tenemos un complejo resultado de diferentes "nosotros" y "otros"", de inisinidades y alteridades Todos esos universos siinbolicos son constantemente creados y recrcados con una tremenda cantidad do energia humana invertida. Son fuerzas moviles con diferentes direeeiones y su equilibrio es mas bien precario. El comportainiento humano de todos los tipos esta siempre ligado y constniido con las dimensiones materiales de esos microcosmos simbolicos. Podemos referimos a estas dimensiones eomo " campos culturales". En temiinos analiticos, un campo puede ser definido como una red o configuracion de relaciones objelivas entre posiciones, Estas posiciones estan objetivamente definidas. en su existencia y en las deteniiinjicioncs que ellas imponen sobre sus ocupantes. agentes o inslituciones, por su situacion presente o potenciai (situs) dentro de la estnictura de distribucion de especies de poder (o capital) cuya posesion otorga el acceso a las ganancias especificas que estan enjuego dentro del cainpo. asi como tambien por sus relaciones objetivas con otras posiciones (dominacion, subordinacion, homologia, etc.) (Bourdieu y Wacquant, 1992:97) Los campos culturales son extensas y complejas estnicturas de relaciones que incluyen instituciones. agentes y practicas que han sido divididas dentro de una variedad d^ formaciones discursivas especializadas que coinciden con la division social del trabajo. Estos campos culturales estan imbricados dentro de tina dinamica crucial con redes ideologicas dentro de las que agentes sociales no especializados en la elaboracion de fonnas simbolicas -amigos. familias. gente comiin- leen. interpretan, interactiian y negocian cualquier produccion discursiva en una constante dinamica. Los universos simbolicos resultantes son siempre creados de manera dialogica, es decir, en medio de vcctores especializados entreverados con las condiciones diseursivas de la vida cotidi;ma. Iglesias. escueias, hospitales, museos, restaurantes. salones de baile, organi/iiciones de difusion y muchas otras instituciones juegan un relevanle papel

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Frente.s Cullurales: para una comprensi6n dialogica..

en la confonnacion y discflo cultural dc nucsiros iinaginarios desdc que niicemos, Todas estas instituciones operan no solo como vectores en la coiistruccion del sentido de "nosotros mistnos", sino quc tainbien operan en la conslniccion de nuestras difercncias con los otros. Este crecientemente coniplejo mundo de difercncias subjctivns, es tambicn cl esceiiario donde identidades plunUes son perpetuamente constittiidas como sistenias de clasificacioncs y practicas sodales. (,Pero como pueden ser soldados, articulados y inezclados cstos lati difcrenles y contradictorios sislenias de clasificacion? Unicamente pueden sercompartidos a traves del ejercicio de la comutiicacion. Desde los inicios del inundo modemo, especialmente a traves de la coniunicaeion mediada (Tliompson. 1995). los campos culturales lian estado interrelacionados dentro de un muy especifico tipo de trabajo meta-simbolico. Este proceso pucde serentendido como una elaboracion especializada, social y discursi\a dc segimdo orden que opera sobre significados preelaborados Es solo mediante su trabajo de elaboracion simbolica que eventos elementales de la vida humana (por ejemplo, nacer, morir, nutrirse. curarse, creer, expresar, di\ ertirsc. aprender y consumir) son etiqtielados. tiarrados, mctabolizados. Mas concisiuncirte. esos significados estan simbolicamente "ccntralizados" mediante utia elaboracion dicstra y socio historica. Ellos son diseiiados precisamente para conquistar y ocupar simbolicamente el espacio de significacion de aquellos eventos profundamente humanos. En este proceso de octipacion ereeientc. ta calidad de la gente es tan importante eomo la catitidzid de personas euyo espacio de significacion posible ha sido eonfigurado y ccntralizado en tomo de la panicular definicion de un cierto gnipo social, Podemos encontrar un ejemplo perfecto de eslo en el trabajo de Jane Tompkitis (1985). quien desde un punto de vista feitiinisla muestra como para la cultura norteamericana fueron importantes las novelas sentimentales. En aquellas novetas. fueron diseflados pcrsonajes femeninos estereoUpados y argutnentos melodramaticos precisamente eon el objeto de alcanzar grandes audiencias, para atraer publicos inasi\os entre 1790 y 1860. Esos son preeisaiuente los afios de la fomiacion de la identidad nacional de los Estados Uuidos. desde la Independencia hasta la expansion haeia cl Oeste. Tompkins muestra eon iuaestria eomo las novelas sentimentales de aquel periodo. tales como La cahaha del do Tom. operaron; ...como una empresa politica, a medio camino eiitre un sermbn y teoria social, que ambos codifican e intentan moldear los valores de su tiempo (Tompkins, 1985; 126).

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Este tipo de literatura no ftie considerada importante y fue deplorada por los criticos literarios, pero atrajo a decenas de miles de lectorcs con un exito inniediato que en vez de des\'anecersc, se ha refoiyado a lo largo de las generaciotKs. Todos los vectores discursivos cstan en constante interaccion con un infinito niimero de elaboraciones discursivas no especializadas que const!tti\en y sostienen el ciisciirso social comun. Este juego dinamico nos da un primer esbozo del discurso social total de cualquier sociedad (Fossaert. 1983) Para poder eniender esta eomptejidad, podemos invoear el cjempio familiar del Producto Nacionai Bnilo -la suina total del valor economico produeido por una poblacion dentro de un Estado-Nacion eoiKreto. De manera similar, el discurso social total deberia ser entendido eomo la "suina" total del valor simbolieo generado de todos los discursos y todos los textos existentes en un moniento dado dentro de los confines de una locacion geo-humana. Como podemos imaginar. cs interminable, siempre en artioresccncia y no puede ser cmintificado debido a su propia naturaleza signica. Parece infinito y en reaiidad. lo es,' Estas constelacioiies de diferencias y posiciones objetivas pueden ser conectadas. comunieadas o vinculadas solo por via de una intensiva produccion discursiva, cuyo equilibrio precario se puede interpretar como un momentum de hegemotiia. Por eso no percibo la hegemonia como la suma de la ideologia domirtante que circtila. Tal y como la considero. esta no tiene un caracter medible. mensurable o fijo. asi. todo consenso hegemonico y sus moviles ariiculaciones deben considerarse como muy inestables, puesto que toda hegemonia esta siempre sometida a una variedad de luclias simbolicas en las que agentes sociales -corporaciones, instituciones, clases. grupos- invierten poderosamente en el duro trabajo de elaboracion discursiva de los vinculos posibles y las zonas comunes. El estudio de la formacion y confonnacion de esos entrecnices conflietivos de equiiibrio precario es lo que denomino frcntes culturales. Sostengo que la categoria de frentes culturales puede ser tisada como una construccion tedrica de utilidad en estudios de la cultura y en las ciencias sociales en genera! y tambien como una estrategia metodologica para volver observable y entendible la complejidad 6&\ poder simholico en la vida cotidiana. Por supuesto, esta complejidad requiere de una aproxiinacibn igualmente compleja. El estudio concreto de un fnente cultural, puede por tanto ser realizado solo mediante la construccion multidimensional de diversas configuraciones de infonnacion empirica.

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Fronteras y arenas: un concepto ahierto El significado de la expresion yJ-ew/e cultural ha sido polisemico desde el priiKipio. Ainbas palabras lian sido utilizadas ^rincipalmente en la tradicion marxista-\iiKuladas a luclias politicas y movilizacion de masas (Mattelart, 1977). Mas recienteinente, Micliael Denning (1997) lia estudiado en detalle la vanguardia proletaria que in;irc6 la cultura ainericana desde las huelgas generales de 1934. El/rente cultural se dio dentro del niovimiento obrero. e! pmyecto artistico del Xcw Deaty la emergencia de las industrias de medios. Tambien muy recientemente. la editorial de la Universidad de Nueva York lia hmzado una coleccion de libros bajo estas paiabras. con el imsmo compromiso radical frente a diferentes temas culturales (Nelson, I997:Linton. 1998). En tanto que herrainienta teorica, los Frentes cullurales deben ser comprendidos como tin concepto ahierto. o como un concepto sislemico. Es decir, que no puede ser aplicado separado de stis relaciones con olras constmcciones: hegemonia. campos, redes idcologicas. discurso social, fonnas simbolicas y asi diciendo. Como apunta Bourdieu: los conceptos no tiencn otra defiiuci6ii que la sistemica, y estan disenados para ponerse a trabajar empiricamente de una manera sistemdtica. (Bourdieu y Wacquant, 1992:%). Utilizo el tennino ''/rentes culturales" para referinne a ciertos modos claves de organizar este tipo de analisis critico. Por otra parte. entrc los diferentes universos simbolicos localizados. podemos distinguir que se estan produciendo constanteniente distintas fronteras y contonios. Ellas son efectivainente ^on/era? culturales, detenninadas por las posiciones objetivas de los agentes sociales. Estas fronteras. deben ser consideradas como limites de alta porosidad construidos en (cmiinos qtie e.\presan y representan los interescs y las cstrategias de \arias fonnaciones y entidadcs colectivas -^laciones, clases. grupos y regiones. Los frentes culluraies pueden tambien ser entendidos como espacios 0 arenas de lucha. que son generadas mediante un trabajo de elaboracion discursiva. que traza la dinamica de difemntes tensiones y conflictos localiz;jdos. Un santuario catolico de dcvocion regional puede ser entendido como un frente cultural (Gonzalez. 1994:97-157) en tanto que su espacio fisico opera como una frontera entrc al menos dos modos diEpoca H. Vol. VII. Niim. 14, Colima, diciembre 200K pp. 9-45

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ferentes de entender y practicar la religion catdlica. Una zona porosa en ia cual la religion popular, esto es. niayoritariamente la de los canipesinos pobres y los proletarios urbanos. esta entretejida y me/.clada en algunos microespacios con la defitiicion oficialy legiiinia de la fe, la divinidad y los santos, en el discurso religioso del campo sostenido por las clascs altas y la alia jerarquia religiosa. Podemos empiricainenie documentar y describir la relaiivaiiiente pacifica coexistencia discursiva. pero al mismo lienipo. hay rasgos y evidencias de una intensa y a veccs apiisionada luclia cultural. Esos espacios son el lugar de luclias simbolicas en tonno del significado de las imagenes divinas y su relacion con los huniaiios. Podemos encontrar fronteras simbolicas en mcdio de un ritual ptiblico como la celebracion de las fiestas. Ahi la identidad regional, que es Una comunidad imaginada. cs creada conectando y desagregando rasgos culiuralcs y los limiies publicos de la "diversion", atnbas son elaboradas a traves de diferentes practicas y discursos enire diferentes clases sociales (Gonzalez, 1994:185-225). Podemos pcnsar en tenninos dc frentes culturales, cuando consideramos el atractivo traiisclasista de algunos generos televisivos. como las telenovelas, y los diferentes significados constniidas de esa misma experiencia cultural (Gonzalez. 1998). Esta elaboracion de significados comunes consiste en definir y redefinir constantemente aquello que puede ser construido en conuin como definiciones o elaboraciones socialmente compartidas. Ellas son formackmes simholicas transclasistas porque de ninguna nianera son exchisivas de una porci6n de la sociedad, mas aun. tienen la potencialidad de ser cotupaitidas a traves de todos los sectores. estratos. gmpos y regiones. Sobre estos elementos, el "vcrdadero" significado de las neccsidades comunes para todos ha sido historicamente constmido. Est;i necesidad "comun". es transclasista pon^ue sobre ella. identidades iiKltisivas han sido creadas a pesar de las diferencias sociales. Podemos pensar en el "sentido comiin" de necesitar una "troca" (hispanizacion de truck, o furgoneta) considerada como una herrainienla para sobrevivir en Texas, tal y como algunas peliculas lo muestran. Esta necesidad de sentido comun es transclasista porque tienen que crearse sobre ella identidades incluyentes: somos texanos, somos andaluces, somos calalanes. somos aragonescs o somos mexicanos, segun el momento y a pesar de las diferencias sociales. Son transclasistas por su especificidad peculiar, han sido elaboradas como valores comunes, como el sentido de la democracia y el niundo libre para todos los americanos, a pesar dc diferencias poHticas o afilia20

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Clones neligiosas, Podemos verificar este caracier transclasista mirando al intcrcsante libro dc James Hunter (1991). en el que csludia liisloricanienle lo que Uania Guerras de la cuhura {culture wars). A partir de las ideas de Grainsci sobre la hegemonia y el papel de los inlelectuales en la sociedad. se centra en las batallas contemporaneas para dotar de sentido a las instjtuciones amerieanas eomo la fainiiia, el arte. la edueacioa la ley y la politica. como elaves y conflictivas para la definicion moral de America, El estiidio de Hunter, esta basado en infonnacion historica \ discursiva que despliega con maestria p

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