UNIDAD 2

EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

Segunda pregunta del escrutinio del sacramento del matrimonio “¿Están decididos a amarse y respetarse mutuamente durante toda la vida?”

OBJETIVOS: 1. Tener plena conciencia de la decisión de contraer matrimonio. 2. Vivir una experiencia auténtica de cercanía a Jesucristo para desear recibir su sacramento por fe y no por requisito o tradición 3. Conocer el significado de los sacramentos y descubrir su riqueza para beneficio de su vida matrimonial, reconociendo que serán un signo visible y sensible de la vivencia del sacramento 4. Conocer, comprender y valorar las gracias del Sacramento del Matrimonio 5. Conocer que la libertad, fidelidad, fecundidad e indisolubilidad son los pilares para formar un matrimonio sólido

TEMA 1 DECISIÓN Cuando los novios han tomado la decisión de unir sus vidas para siempre a través del Sacramento del Matrimonio, ésta debiera estar basada en un proyecto de vida que deben trazarlo juntos. Como parte del Escrutinio o cuestionario que hace el sacerdote al inicio del Rito del Sacramento, está la segunda pregunta: “¿Están decididos a amarse y respetarse mutuamente durante toda la vida?” ¿Qué implica esta pregunta? Es importante analizar el significado de la palabra decisión: 6. Determinación, resolución 7. Mover a uno la voluntad a fin de tomar una cierta determinación 1 Esto significa que ambos han de estar de acuerdo de este gran paso que darán y que no es temporal, sino para toda su vida, lo que implica que, una vez realizado, no hay vuelta atrás. No existe el matrimonio a prueba, ni tampoco el concepto de lo desechable: “Si no nos va bien, nos separamos”. No hay, pues, lugar para el divorcio. “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” (San Marcos 10, 9)

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Diccionario de la Real Academia Española

TEMA 2 LOS SACRAMENTOS, AUTENTICA CERCANÍA DE CRISTO “Los sacramentos de la Nueva Ley fueron instituidos por Cristo y son siete, a saber: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio. Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual.”2 Los siete sacramentos están divididos en tres categorías: 3 8. Iniciación cristiana – Bautismo, Confirmación y Eucaristía 9. Sanación – Reconciliación y Unción de los enfermos 10. Al servicio de la comunión y misión de los fieles– Matrimonio y Orden Sacerdotal Del latín sacramentum, misterio religioso, consagración, compromiso, un sacramento es el signo sensible de la presencia de Cristo en nuestra vida, que produce un efecto interior y espiritual de que Dios obra en el alma.4 Cuando la Iglesia define el matrimonio como sacramento, quiere expresar con ello que el SÍ que se dan hombre y mujer, uno a otra, tiene que ver con Dios. La Iglesia consagra el matrimonio, lo santifica, lo completa mediante la consagración y lo pone bajo la bendición de Dios. A través de ello, comunica a los cónyuges la esperanza de que su unión matrimonial permanezca inquebrantable e invulnerable. Pero la palabra consagrar en algunas lenguas, también tiene relación con "ablandar". El matrimonio no se convierte mediante el sacramento en algo rígido, sino que se hace blando, flexible, vivaz. Con la bendición de Dios debe convertirse en un camino que hace a ambos cónyuges más suaves, más abiertos el uno al otro, más misericordiosos, más llenos de amor. Desde la teología, sacramento quiere decir que lo que Jesús obró hace dos mil años se hace presente en nuestro mundo y se transmite en los rasgos concretos de la vida del hombre en su tiempo. Aplicado a la pareja significa, pues, que el amor de Jesús, con el que Él nos ha amado hasta la muerte, se hace presente dentro del amor de los cónyuges y los transforma. El sacramento del matrimonio quiere decir que Cristo santifica y completa el amor de dos personas, que puede ser frágil y está también en peligro por tantas situaciones que lo afectan, internas y externas. Por lo tanto, para la iglesia, el matrimonio es un lugar importante de encuentro con Cristo. En el amor mutuo los cónyuges pueden reconocer el amor de Cristo hacia ellos, en donde ambos crecen cada vez más en el misterio del amor de Cristo que se colma en la cruz. En el intento diario de amarse uno al otro pueden encontrar lo que la palabra de Jesús quiere decir en lo más profundo: "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos…” (San Juan 15,13). 2

Catecismo de la Iglesia Católica, No.1210 Catecismo de la Iglesia Católica, No.1211 4 Diccionario de la Real Academia Española 3

Existe otro aspecto de gran importancia dentro del sacramento del matrimonio: el contacto físico. Este punto es desconocido y a veces ignorado, pero que no deja de ser fundamental. El matrimonio se considera válido entre bautizados cuando se ha realizado el rito ante la Iglesia y la comunidad. Es lo que se llama el matrimonio rato. Sin embargo, se hace indisoluble cuando se da el encuentro físico mediante el acto conyugal realizado de modo humano, apto para la procreación y mediante el cual se hacen una sola carne. A esto se le llama matrimonio rato y consumado.5 Esto se da porque los sacramentos siempre tienen que ver con el contacto, pues cada sacramento es una comunicación que nos toca la mano del Jesús histórico y nos comunica su amor salvador. En el matrimonio, el contacto tierno de los cónyuges, que culmina en la unión sexual, es la mediación del amor de Dios. Esto habla sobre la dignidad del amor matrimonial. Por lo tanto, se debe entender la sexualidad de una forma positiva en donde el amor corporal de los cónyuges es el lugar en donde les es dado experimentar a Dios más intensamente, en donde la comprensión sacramental del amor sexual se corresponde. Es necesario pues, entender el amor de los cónyuges como algo iluminado por Dios que lo hace especial y que va más allá del amor puramente físico. Ver así el amor, jamás será aburrido y permanecerá vivo, alimentado por la mirada amorosa de Cristo. El amor de un cónyuge al otro será como un regalo, es buscado, realizado y engrandecido por el misterioso amor infinito de Dios. Pareciera que el propio Rito del Sacramento del Matrimonio tiene a los contrayentes como el objeto del mismo y no como sujeto, pues muchas veces solo están presentes en el momento de la ceremonia como destinatarios de toda la acción litúrgica (oraciones y bendiciones) agregando a eso las fotos, las flores y todo lo que adorna la ceremonia. Pero no se les considera como protagonistas. Pareciera que todo a su alrededor trabaja, menos los mismos contrayentes. Casi no se nota que son ministros en ese rito y se desconoce la riqueza de su participación activa en este momento tan trascendental en que ellos son sacramento y no están allí solo para recibirlo. "Ellos son con distinto título protagonistas y celebrantes".6 Es pues, de gran importancia que se le haga conciencia a los futuros esposos de lo trascendental del momento de su ceremonia. Deben hacerla suya. Prepararla y meditarla. Comprender que esa es la base para su vida matrimonial. No es un evento social, es la manifestación ante el mundo que serán sacramento, luz para otros, ejemplo para sus hijos. La vivencia activa de los demás sacramentos en la vida de la pareja, será la que alimente su espiritualidad y fortalezca su unión. Un matrimonio que no participa de los sacramentos tendrá una vida común y corriente, como la que el mundo ofrece. ¿Por qué los sacramentos son importantes para los esposos?

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Código de Derecho Canónico, 1061, 1141; Familiaris Consortio, No.51

Sacramento del Bautismo En la ceremonia del matrimonio, los contrayentes ejercen su unción sacerdotal, pues son ellos mismos quienes celebran el sacramento matrimonial, son los ministros del sacramento7. Pero deben estar conscientes de su papel y del compromiso que eso significa. Más adelante, cuando los esposos se convierten en padres de familia, deberán llevar a sus hijos al sacramento del Bautismo e introducirlos a la formación cristiana, con su ejemplo y dedicación. Sacramento de la Reconciliación y Eucaristía Toda pareja debe acudir constantemente a estos dos sacramentos. Serán los que los alimenten espiritualmente. También les ayudará en su propia relación. Si una pareja tiene problemas y no los resuelve, se irán acumulando heridas y resentimientos. Pero si son capaces de enfrentar las crisis que todo matrimonio tiene y reconocen sus limitaciones y tienen la valentía de pedir perdón o perdonar, su relación crecerá y madurará. Se puede ver que cuando los esposos están distanciados entre sí, automáticamente se distancian de Dios y dejan de acudir a la Iglesia. Empieza a verse entre ellos un distanciamiento y falta de diálogo. Existe pues, un gran parecido entre lo que sucede entre la pareja y lo que sucede entre la pareja y Dios. Acudir al sacramento de la Reconciliación y acercarnos a la Eucaristía, en pareja, será un lazo que nadie podrá destruir: “… la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente…” (Eclesiastés 4, 9-12)

TEMA 3 LAS GRACIAS DEL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO “Dios te salve María, llena eres de gracia…” (San Lucas 1, 28) ¿Qué es la gracia? Gracia es el favor o auxilio gratuito (es decir, sin que lo merezcamos) que Dios nos da para responder a su llamada. Es una participación en la vida de Dios. La gracia, por ser una realidad sobrenatural, cuesta trabajo entenderla, porque no se puede palpar por medio de los sentidos. Se sabe lo que es, se conocen los efectos que produce en el hombre, pero es difícil de explicar cómo actúa. 8 Hay diferentes tipos de gracia, de acuerdo a su forma de actuar. Todas vienen de Dios, pero cada una logra algo diferente en el alma. Con relación al matrimonio, se catalogan cuatro gracias:9

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Catecismo de la Iglesia Católica, 1622 Catecismo de la Iglesia Católica, No. 1996 9 Encuentro Matrimonial, Tema: Sacramento del Matrimonio 8

1. La gracia de la Santificación, que nos hace capaces de creer en Dios, esperar en Él y amarlo. Es decir, nos da la capacidad de vivir las virtudes teologales (fe, esperanza, caridad), dentro del sacramento del matrimonio. Como valor agregado está el testimonio, pues tienen el don de contagiar su amor. La forma de amarse se transmite a los demás y nace el deseo de otros a imitarles o buscar la fuente que los hace ser como son. 2. La gracia de la Elevación, consiste en el amor y el apoyo que debe existir en cada pareja para salir adelante en las dificultades y crisis. Esto significa que cada uno pondrá al cónyuge por encima de los acontecimientos. El don de elevarse les ayuda a saber con seguridad que, los dos juntos, amándose, son capaces de superarlo todo, donde probablemente otros matrimonios se romperían. 3. La gracia de la Fecundidad, en la cual la pareja tiene el don de dar vida especialmente como padres. Pero no consiste solo en la capacidad de procrear una familia sino también de dar frutos en los distintos ambientes en que se desarrolla cada cónyuge, pues su propio amor es dador de vida a aquellos que los rodean. 4. La gracia de la Sanación, que es sin duda la gracia más importante, pues consiste fundamentalmente en el perdón que sana heridas, entendiendo que sanar no es encontrar quién tiene la razón y quien no, sino en reconocer los errores propios y buscar la reparación a través del discúlpame y el perdóname. TEMA 4 EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO, SIGNO VISIBLE Y SENSIBLE DEL AMOR DE DIOS Desde la Creación, Dios ha dado un lugar especial al matrimonio: “Cuando Dios creó al hombre, lo creó parecido a Dios mismo: hombre y mujer los creó, y les dio su bendición…” (Génesis 1, 27-28) “Por eso el hombre deja a su padre y su madre para unirse a su esposa y serán los dos una sola carne.” (Génesis 2, 24) Más adelante, en el Nuevo Testamento, Cristo viene a confirmar la importancia del matrimonio citando los mismos textos y agregando: “…de modo que lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre…” (San Marcos 10, 9) Se deben resaltar tres puntos importantes de los textos mencionados: 1. Dios ha creado al ser humano, hombre y mujer. 2. Están creados el uno para el otro y son imagen de Dios mismo 3. El matrimonio corresponde a la voluntad del Creador. Sin embargo, es de notar que aunque se tenga la misma dignidad, hombre y mujer hayan sido creados por Dios, existen diferencias muy marcadas que humanamente distinguen los comportamientos de cada uno. Influenciados por conductas heredadas como el machismo, a veces se percibe una cierta rivalidad entre los mismos cónyuges. Teológicamente no se puede decir que haya una tendencia a favorecer al hombre o a la mujer. "Respétense unos a otros por fidelidad a Cristo" (Ef. 5, 21). No se trata de decidir quién manda, sino de colocarse en una actitud de servicio, ayuda, sacrificio por el otro,

encontrar alegría en el darse. Se percibe un llamado a actuar como Jesús lo hizo por amor y con amor. Por eso, "la relación matrimonial no es sumisión unilateral"10 San Pablo nos presenta un modelo de vivencia matrimonial al poner como ejemplo la figura de Cristo – Iglesia relacionado con esposo – esposa (Efesios 5, 22-30) a. Hacer del amor la norma de la vida b. Entrega y sacrificio c. Ser luz y testimonio para otros d. Ser iguales en el servicio y respeto mutuo e. Ser complementarios f. Ser fecundos g. Llamados a participar responsablemente de la Creación h. Estar dispuestos a dar la vida por el otro

TEMA 5 LOS PILARES DEL MATRIMONIO11

1. La libertad Como fuera tratado en la Unidad I, la libertad es indispensable para celebrar el sacramento, pues se manifiesta en la libertad expresada en los consentimientos. Es tan importante este aspecto, que si la libertad falta, el matrimonio es inválido. 2. La fidelidad Por su misma naturaleza el amor conyugal exige donación de los cónyuges la cual se manifiesta con una fidelidad inviolable. Fidelidad en todo aspecto. Los esposos, por medio del Sacramento del Matrimonio, son capacitados para representar y testimoniar la fidelidad de Dios hacia su pueblo. Él ama a su pueblo incondicionalmente. Así debe un cónyuge amar al otro, con un espíritu de donación y entrega total, a imitación del mismo Dios. “Que todos respeten el matrimonio en todos sus aspectos y mantengan la fidelidad de las relaciones entre esposos.” (Hebreos 13, 4) 3. La fecundidad “Los hijos son, ciertamente, el don más excelente del matrimonio y contribuyen mucho al bien de sus mismos padres.”12 Los hijos son complemento de la pareja, fruto de su amor. Sin embargo no todos los matrimonios tienen la posibilidad de procrear, lo cual los llama a volcar su fecundidad en la adopción o en el servicio a los demás.13

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Discurso de SS Juan Pablo II, Agosto 1982 Catecismo de la Iglesia Católica, 1644 a 1654 12 Catecismo de la Iglesia Católica, 1652 13 Catecismo de la Iglesia Católica, 1654, Gaudium et Spes, No.50,3 11

Este punto se desarrollará ampliamente en la Unidad 3. 4. La indisolubilidad del matrimonio14 El matrimonio es indisoluble, porque hombre y mujer se comprometen a vivir el mandato divino: "Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (Marcos 10,9-10). Esta afirmación de Jesús es un reto para quienes desean el matrimonio. La indisolubilidad no es una imposición sino más bien una respuesta a la misma esencia de su amor. Para Jesús, la indisolubilidad del matrimonio corresponde a la voluntad original de Dios y, con ello, también a la esencia de la relación matrimonial entre marido y mujer. La ley natural requiere que el matrimonio sea indisoluble, porque solamente bajo una unión permanente pueden llenarse adecuadamente los fines del matrimonio. Antiguamente, antes de Cristo, el divorcio era permitido, dado que el matrimonio no era sacramento, figura que le dio Jesús realzando la importancia del mismo. TEMA 6 EL PLAN DE DIOS PARA EL MATRIMONIO Desde el primer libro de la Biblia, encontramos la predilección de Dios por el matrimonio (Génesis 1, 27; 2, 18, 23-24). Posteriormente, se encuentran citas que enaltecen el valor del matrimonio y las funciones de marido y mujer. Finalmente, en el Nuevo Testamento, se encuentra la acción directa de Jesús, cuando realizó su primer milagro en una boda en Caná de Galilea (Juan 2, 1-12) y luego lo eleva a la categoría de sacramento (Marcos 10, 9-12): > “Quien ha hallado una esposa, ha encontrado un tesoro y el favor de Dios” (Proverbios 18, 22) > “¿Quién será capaz de hallar una buena esposa? Es algo más precioso que todas las joyas” (Proverbios 31, 10) > “…la esposa no creyente se santifica por el marido que tiene fe.” (1ª Corintios 7, 14) > “Que los maridos, a su vez, lleven debidamente la vida en común, sabiendo que la mujer es un ser más delicado. Así, pues, tenedles consideración, ya que habéis de compartir juntos el don de Dios que lleva a la vida.” (1ª Pedro 3, 1-7) > “Que todos respeten el matrimonio en todos sus aspectos y mantengan la fidelidad de las relaciones entre esposos.” (Hebreos 13, 4) Dios desea para el hombre y la mujer, una vida plena en la cual Él tenga una participación importante y fundamental para la pareja. Por eso, por medio del conocimiento de lo que Dios quiere para el matrimonio los esposos encontrarán un camino de armonía lleno de espiritualidad. ¿Dónde encuentran esta guía? En las Sagradas Escrituras. Solo adquiriendo ese conocimiento se puede llegar a saber qué es lo que Dios espera: un matrimonio sólido a través de su unión fecunda en un solo ser y buscando la santidad a 14

Catecismo de la Iglesia Católica, 1615 a 1616

través de vivir profundamente ese plan. Al hacer efectiva la acción de las gracias sacramentales por la oración y la práctica de los sacramentos y cumpliendo la voluntad de Dios para el matrimonio (totalmente contrario a lo que el mundo presenta), un matrimonio sale victorioso ante tantos modelos negativos que se presentan a diario. A continuación se presentan algunas lecturas sugeridas para enriquecer el tema: Introducción Ruth 16 – 17; San Mateo 22, 34 – 40; San Marcos 12, 28 – 34; San Lucas 10, 25 28; San Marcos 10, 1 – 12 Sacramentos Gn 1, 27 – 27; Ap. 19, 7 – 9; 1ª. Corintios 7, 39; Ef. 5, 31 - 32San Mateo 19, 1 -12 San Mateo 5, 27 – 28; San Juan 8, 1 -11 San Lucas 8, 2, San Juan 11, 5; San Marcos 21, 43; San Juan 8, 10; San Lucas 7, 36 -50; 1ª.Timoteo 2 ,13 – 15 y 5, 3 – 16 Sobre el Amor San Mateo 7, 13 -14; San Lucas 13, 24; Salmo 1; Efesios 5, 25 – 27; San Lucas 7, 36 50; San Juan 20, 11 - 18 Sobre el Matrimonio Génesis 2, 24; San Marcos 10, 2 – 9; San Mateo 5, 32; 1ª. Corintios 7; Efesio5, 22 – 33; 1ª. Pedro 3, 7 Sobre el Matrimonio como símbolo de unión con Cristo Os 1 -3; Is 54, 62; Jr 2, 3 – 31; Ez 16, 62 y 23; San Juan 3, 29; 2ª. Corintios 11, 2; Apocalipsis 21, 2 -9; 22, 1; San Juan 2, 1-12 ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++ VIII. ACTIVIDADES SUGERIDAS 1. Dramatización de las preguntas entre las parejas, actuando unos como ministros, otros como testigos y otros como publico 2. Representación teatral de las Bodas de Cana 3. Talleres de lectura Bíblica 4. Asistir en grupos a bodas para monitorear el Rito y las circunstancias para luego rendir un informe de la vivencia al grupo y realizar un taller de análisis crítico.

Guatemala, en Pascua de Resurrección, 09 de Abril del 2010 Julio y Lilliam Arévalo 001 – 12102009 / 09112009 / 08122009 / 09042010