EL HUERTO ESCOLAR EN SECUNDARIA The kitchen garden at secondary school

Miguel Boscá Crespo

RESUMEN El área dedicada al huerto en un centro de enseñanza secundaria suele ser un pequeño terreno, donde cultivar hortalizas para el consumo de la comunidad escolar. En él, vamos a cultivar plantas cuyas semillas, raíces, frutos u hojas son comestibles. El huerto se convierte en el lugar donde el alumno, mediante la experimentación, puede fijar mejor los conocimientos adquiridos en el aula. La práctica de la agricultura en el centro de enseñanzas permite trabajar diferentes materias incluidas en las Ciencias de la Naturaleza como la Botánica, la Geología, la Física o la Zoología. Cada alumno llevará un cuaderno de experiencias, en el que anotará las enseñanzas que por sí mismo aprenda o induzca. En el huerto se pueden cultivar plantas aromáticas como hierbabuena, tomillo, romero y menta. Plantas utilizadas como condimento, como es el caso del perejil, ajo y orégano. Plantas ornamentales como rosas, lirios, margaritas o claveles. Y también plantas comestibles de fácil cuidado como: tomates, pimientos, berenjenas, lechugas, pepinos y acelgas. Así como, árboles frutales o plantas frutales como la fresa. Los productos del huerto una vez recogidos se pueden utilizar en el comedor escolar. O bien, se reparten entre los alumnos con el fin de que sean conscientes de los resultados de su trabajo. ABSTRACT The area dedicated to kitchen garden at secondary school should be a small piece of land where vegetables are cultivated to be consumed by the school community. Inside the kitchen garden we are going to cultivate plants which seeds, roots, leaves and fruits are eatable. The kitchen garden becomes a place where students, through experimentation, can fix the knowledge they have got in the classroom better. The practice of agriculture at school allows working on different subjects as Botany, Geology, Physic and Zoology. Each pupil will have a notebook of experiences where they will write down new things they will have learnt by themselves. In the kitchen garden we can cultivate aromatic plants as rosemary, thyme or mint, condiment like parsley, oregano and garlic, easy care eatable plants as tomatoes, aubergines, peppers, lettuces, cucumbers and chards, even fruit plants like strawberry and some fruit trees. Roses, iris, daisies and carnations could be cultivated as well.

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Once the harvest is done we can use the products either at the school dinning room or distribute them to the students in order to make them notice the results of their own work. Palabras clave: huerto, procedimientos, riego, semillas y motivación. Key words: kitchen garden, procedures, watering, seeds and motivation.

INTRODUCCIÓN El objetivo fundamental de las Ciencias de la Naturaleza es el estudio del medio natural, que comprende a la materia inerte y a los seres vivos en sus distintos niveles de organización y relación. Cualquier trabajo experimental fuera del aula dependerá de dónde esté ubicado el instituto, ya que la mayoría de las actividades se desarrollarán en su entorno geográfico inmediato. El entorno puede ser: una zona urbana o rural, regiones de montaña o costeras, forestales, agrícolas o ganaderas. El área dedicada al huerto en un centro de enseñanza secundaria suele ser un pequeño terreno, donde cultivar hortalizas para el consumo de la comunidad escolar, dentro de los terrenos disponibles del instituto. En él, vamos a cultivar plantas cuyas semillas, raíces, frutos u hojas son comestibles, además de árboles frutales en caso de que exista suficiente espacio. Es una actividad de campo realizable en muchos casos en el entorno escolar próximo. Puede ser mantenido con poco esfuerzo y con limitados recursos. Su eficacia aumenta si se dispone de la ayuda de técnicos expertos en él. En el huerto escolar se pueden mantener con facilidad durante todo el curso escolar cultivos propios de la zona u otros que ayuden a la comprensión de algún tema, como por ejemplo los guisantes en genética mendeliana, estudio de los órganos reproductores (flores) o la observación de estomas.

OBJETIVOS Con la introducción del huerto en el centro escolar se propician hábitos que fomenten el respeto hacia el entorno natural. No se pretenden lograr los objetivos de una formación profesional, sino solamente un entorno adecuado donde aplicar los conceptos de la ecología. Los objetivos serán:

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Representar un recurso para trabajar la educación ambiental en el IES.

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Fomentar hábitos responsables con el medioambiente.

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Aplicar los conocimientos teóricos en el ámbito práctico; aproximando al alumnado a contenidos propios de las ciencias como:

Estudio del crecimiento vegetal.

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Anatomía y fisiología de la flor, fruto y semilla.

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Aprovechamiento de los recursos naturales.

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Manejo del suelo: fertilizantes, labores…

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Productividad de los agrosistemas.

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Influencia de la meteorología en los cultivos.

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Agricultura biológica y ecológica.

El huerto se convierte así en el lugar donde el alumno, mediante la experimentación, puede fijar mejor los conocimientos adquiridos en el aula, llevando a cabo algunas experiencias sencillas. El huerto escolar será pues un instrumento para, en su caso, aprender los conceptos mediante la experiencia, o bien, para reforzarlos. Habrá que poner el empeño en la enseñanza de los procedimientos para dotar a los alumnos de las herramientas necesarias para que en un futuro sepan abordar por si mismos los problemas que vayan surgiendo. Se evaluarán competencias, procedimientos y actitudes. Desafortunadamente, es común que el uso del huerto por el alumnado y el profesorado de ciencias quede limitado por lo inadecuado de las instalaciones y materiales, la imposibilidad de renovar los materiales fungibles por falta de presupuesto y la masificación de alumnos en los centros de enseñanza. En general, el huerto debe tener las mismas instalaciones a pequeña escala que cualquier huerto de un pueblo y debe estar ubicado en el lugar correcto del recinto escolar, donde la iluminación sea la adecuada. Como consideraciones generales, debe presentar algunas medidas de seguridad y una amplitud acorde con el número de alumnos que deben trabajar en él. Con vista a reforzar los conocimientos y el mensaje de educación ambiental que hay tras esta actividad, llevaremos a los alumnos a visitar alguna granja ecológica o huerta urbana cercana. Donde pueden apreciar como algunas personas utilizan la agricultura para relajarse o pasar algún tiempo libre. Con ello comprenden también, que existen diferentes maneras de hacer las cosas y apartarse de la idea de que cuanta más cantidad mejor.

EL HUERTO ESCOLAR Y EL ÁREA DE CIENCIAS La práctica de la agricultura en el centro de enseñanzas permite trabajar diferentes materias incluidas en las Ciencias de la Naturaleza como son la Botánica, la Geología, la Física o la Zoología. Las relaciones suelo-planta establecen una serie de conocimientos que, en parte, están ya incluidos en otras ramas de las Ciencias de la Naturaleza. Si el suelo soporta la vegetación y proporciona a las plantas los elementos necesarios para su nutrición, el estudio edafológico será nuestro primer eslabón.

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Las características del suelo agrícola nos llevan, en el aula, al estudio de la formación del suelo, sus componentes, sus horizontes y las características que presentan los diferentes tipos de suelos. Introduciremos también los procesos erosivos, tratados en Geología haciendo especial empeño en los medios que pueden emplearse para aminorar la erosión. Es necesario un ligero estudio de los procedimientos utilizados para mejorar las tierras. Y, mediante experiencias sencillas, hacer comprender lo que representa la utilización de abonos apropiados. Con la Física se pueden relacionar: la influencia de los diversos factores climatológicos y la pérdida o beneficio que para el agricultor puede representar su manera de actuar, así como la influencia estacional. En relación con los conocimientos botánicos y empezando por las plantas más cultivables de la localidad, se puede ir ampliando el estudio a las principales plantas cultivadas a escala comarcal, provincial o regional. El profesor debe hacer conocer a sus alumnos, los principales cereales, leguminosas y plantas hortícolas. Se indicarán las necesidades fisiológicas de cada especie de cultivo para obtener su mayor producción. En el huerto escolar son especialmente interesantes los procesos de germinación y selección de semillas, prácticas de multiplicación vegetativa e injertos. La relación de la agricultura con la Zoología está representada por aquellos animales, como aves y ovinos, que suministran productos que repercuten en lo que obtenemos del suelo. Por otra parte, la utilidad o perjuicio que pueden ocasionar ciertos animales como los productores de plagas nos acercará al estudio entomológico de insectos, que al menos de nombre puede conocer el alumnado. Igualmente importante son los microorganismos del suelo, a los que el profesor debe referirse al exponer la importancia de algunos ciclos biogeoquímicos. Así podemos ver como la enseñanza de la agricultura a través del huerto escolar, nos lleva a conseguir algunos objetivos básicos de la ESO. Y se demuestra que la escuela no es una entidad abstracta y desligada de los problemas que afectan a quienes viven en su área de acción. No solo se trata de iniciar al alumnado en una enseñanza de carácter profesional, sino también de intentar que los escolares, especialmente los que habitan en zonas rurales agrícolas se compenetren con su medio, y de darles, de acuerdo con su edad, una serie de conocimientos generales que en un futuro puedan serles provechosos. Ya que si bien el centro puede estar ubicado en una zona rural, no todos los alumnos están familiarizados con la agricultura. El huerto escolar debe despertar en los alumnos el espíritu de observación y de reflexión mediante el estudio de la Naturaleza. Cada alumno llevará un cuaderno de experiencias, en el que anotará las enseñanzas que por sí mismo aprenda o induzca respecto a la morfología y fisiología de las plantas, influencias recíprocas de la flora, de la fauna y del medio en que viven y consecuencias prácticas de los ensayos y trabajos llevados a cabo.

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No es difícil darse cuenta de que la tarea y el trabajo que llevan implícitos el funcionamiento de un huerto escolar, precisa de una vocación firme por parte del profesor que se decide a implantarlos. Y más importante aún, asegurar su continuidad.

CONSTRUCCIÓN DEL HUERTO ESCOLAR Para un huerto de este tipo se deben tomar en cuenta los siguientes pasos: •

Escoger el mejor terreno de los disponibles dentro del recinto del centro escolar.

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Limpiar muy bien el terreno, eliminando todo tipo de desechos, piedras y maleza.

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Labrar el terreno hasta unos 30 centímetros de profundidad.

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Triturar y desmoronar adecuadamente la tierra.

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Abonar la tierra con fertilizantes naturales que evitan la contaminación del terreno.

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Tras ello, hacer surcos en los que depositar las semillas seleccionadas. Dejamos el espacio necesario entre ellas. A veces, los alumnos proporcionan las semillas trayéndolas de sus casas.

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Por último, regar para favorecer la germinación de las semillas y el posterior crecimiento de las plantas. Este riego debe realizarse al empezar o al concluir el día con poco sol. Aunque hay que tener en cuenta los fenómenos meteorológicos y no regar si ya ha llovido, por ejemplo.

Antes de empezar a trabajar en el huerto, tendrán lugar las clases teóricas conteniendo los conceptos básicos del horticultor, así como los tipos de hortalizas adecuadas para este tipo de cultivos, los calendarios de siembra, etcétera. Las herramientas que más utilizaremos, entre otras, serán: pala, pico, moto azada, rastrillo, manguera, carretilla, guantes y regadera, que se comprarán a cuenta del presupuesto del Departamento. Las clases prácticas sobre el terreno se iniciarán con el manejo de la moto azada (comúnmente llamada mulilla), y el resto de las distintas herramientas que se utilizan para plantar y recolectar hortalizas. El huerto se preparará como si fuera un jardín. Primero labramos profundamente aflojando la tierra y favoreciendo la penetración del agua. Cambiaremos cada curso escolar el tipo de planta a cultivar, porque los nutrientes se agotan cuando se mantiene por mucho tiempo el mismo cultivo; así, un curso se siembran plantas con raíces cortas y el siguiente, plantas de raíces largas, con lo que se aprovechan las distintas capas del suelo y sus componentes. Es importante también rotar los cultivos, dejando descansar una zona de suelo y abonarlo.

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Los abonos son productos químicos o materiales que se añaden al terreno para darle vigor y fuerza, ya que los suelos poco a poco se van empobreciendo en nutrientes. Lo deseable es elaborar nuestro propio abono o compost. Para ello, contaremos con un compostero donde prepararlo. Puede ser un recipiente, con agujeros para la salida del agua, o un hoyo cavado en la tierra. En él introduciremos hojas secas, flores caídas, cáscaras o mondas de frutas y todo aquello que tenga un origen orgánico. Tras esta capa y por encima, se deposita una capa de ceniza o cal; a cubrir con una nueva capa de tierra. Se repite la operación tantas veces como haga falta dependiendo de la cantidad de materia orgánica disponible. Pasará mucho tiempo para que el material se descomponga y tengamos un buen abono. Posteriormente debemos humedecerlo, pero sin empaparlo de agua. Pasados varios días lo cubrimos con una capa de arena evitando así los malos olores y la presencia de moscas y mosquitos. Pasado un mes se le añade a la tierra, en una cantidad razonable. En el huerto se pueden cultivar plantas aromáticas alrededor del terreno, como hierbabuena, tomillo, romero y menta. Plantas utilizadas como condimento, como es el caso del perejil, ajo y orégano. Plantas ornamentales como rosas, lirios, margaritas o claveles. Y también plantas comestibles de fácil cuidado como: tomates, pimientos, berenjenas, lechugas, pepinos y acelgas. Así como, árboles frutales o plantas frutales como la fresa. Durante el curso se establecerá un turno de riego en el que se verán implicados todos los alumnos, con lo que se fomentará el trabajo en equipo. En verano, si hiciera falta, el profesor se encargará de regar el terreno. Se intentará regar con agua no potable y utilizar un riego por goteo siempre que sea posible. Por otra parte, también hace falta limpiarlo, para impedir el crecimiento de hierbas durante todo el año y especialmente durante el verano. Los enemigos más comunes de nuestro huerto pueden ser las orugas de muchas mariposas, que al comer los tallos y hojas tiernas estropean los cultivos. El uso de la fumigación es muy común, aunque es importante saber que al fumigar un huerto no se debe cosechar en un tiempo, para evitar la contaminación de los alimentos. Los alumnos aprenderán así, a enfrentarse con la muerte de algunas plantas.

VENTAJAS •

Los productos del huerto una vez recogidos se pueden utilizar en el comedor escolar. Al obtener un beneficio del trabajo realizado se produce una motivación del alumnado.

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En caso de no existir comedor escolar, los productos hortícolas se reparten entre los alumnos con el fin de que sean conscientes de los resultados de su trabajo. Otra posibilidad es realizar una pequeña fiesta en el aula implicando a los padres de los alumnos. Lo que supondrá una jornada de convivencia.

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Los alumnos se encargan de cuidar del huerto y cultivar los frutos y hortalizas, lo que los puede motivar a crear un huerto en los terrenos de la familia o ayudar a sus padres en las tareas de mantenimiento de sus huertos.

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Los alumnos aprenden un oficio que les puede servir en un futuro.

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Utilizan las nuevas tecnologías en procesos como la búsqueda de información sobre cultivos y plagas, la realización de fichas en las que indican las necesidades de cada planta y la elaboración de un Power Point resumen de lo realizado durante el curso.

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Con el trabajo en el huerto siguen todo el ciclo de vida de los vegetales y pueden aprender a reconocer algunos animales, especialmente insectos, además de las diferentes plantas utilizadas.

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Se enseñan diferentes procesos de la agricultura ecológica al utilizar únicamente abonos vegetales o plantar hierbas aromáticas que sirven para ahuyentar insectos o combinar cultivos que se favorecen unos a otros en su crecimiento y ayudan a espantar insectos. Así, los guisantes y las coles se benefician unos a otros, o la menta ayuda al crecimiento de las fresas y ahuyenta las hormigas.

BIBLIOGRAFÍA -

Aubert, C. (1987). El huerto biológico. Madrid: Ediciones Integral. Cantero, J.M. y Gutiérrez, J. M. (1995). Vamos a hacer un huerto. Barcelona: Publicaciones FHERSAL. Escutia, M. (2008). El huerto escolar ecológico. Barcelona: Grao general. Gil Monreal, M. (1995). La agricultura en la escuela. Madrid: Editorial PENTHALON. Seymour, J. (1999). La vida en el campo y el horticultor autosuficiente. Barcelona: Editorial Blume.

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