EL FLAMENCO JAVIRENCO Érase una vez un flamenco que vivía en el mar menor, el flamenco se llamaba Javirenco, tenía 7 años y vivía en una pequeña franja de agua entre el final de la Manga del mar menor y San pedro del pinatar, en una zona de poca profundidad que une el mar mayor y el menor. El flamenco Javirenco tenía muchos amigos flamencos durante el verano, jugaba con ellos, se reía y divertía mucho con ellos comiendo algas y almejas de la zona. Pero en invierno, Javirenco estaba tan enamorado del mar menor que no emigraba como sus amigos y su familia hacía todos los años hacia África, se quedaba solo en el mar menor aburrido y sin amigos. La lubina Josefina vivía en medio del mar en una guardería de peces que solo estaba a un par de kilómetros de la casa del flamenco Javirenco, una guardería de peces es una red gigante sin palo que flota y que ponen los hombres en el mar a la que llaman piscifactoría, allí es donde los hombres meten a los peces bebes para que crezcan sin peligro de que se los coman

los tiburones, y cuando son grandes y ya saben nadar los devuelven con sus papas y mamas para que sean felices y disfruten del mar.

La lubina Josefina vivía feliz y contenta en la guardería con su mejor amiga la Dorada Lola, se pasaban el día nadando, contando chistes y haciendo rabiar a la vieja Lubina Serafina que era una lubina con gafas muy cascarrabias. Una noche, mientras la Lubina Josefina dormía, la corriente del mar la arrastró hacia la pared de la guardería, y como la red tenía huecos grandes y la lubina Josefina era muy pequeñita, se coló por un agujero de la red, y la marea la fue alejando de la guardería. Cuando despertó a la mañana siguiente se encontró sola en medio del mar sin saber dónde estaba, estuvo llorando mucho y decidió nadar sin rumbo fijo hasta encontrar la guardería.

El destino le tenía reservada una mala sorpresa, nadando y nadando llegó hasta la empalizada que es una red para peces grandes, se asustó mucho y al moverse rápidamente se enredó en la red, y comenzó a llorar y llorar… estaba sola, atrapada en una red y sin su amiga la dorada Lola. No pasó mucho tiempo hasta que apareció por allí el Flamenco Javirenco dando un paseo con las alas en los bolsillos silbando y aburrido.

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Señor!!, señor!! Hola señor!! Quién habla? No veo a nadie! Aquí abajo!! Soy una lubina perdida! Me llamo Josefina Anda mira un pez enredado en una red. Hola, que te pasa? Me he perdido y estoy atrapada en esta red ¿Dónde vives? Vivo en la guardería de peces, oiga señor, usted es un pez muy raro ¿no? no había visto nunca un pez por encima del agua! Es que no soy un pez, soy un pájaro, un flamenco ¿Un pájaro que anda? Es que soy un pájaro nazío pandar! Vaya, pues eres un pájaro muy chulo, rosa!! Y por casualidad, comes peces? No! que va… yo solo como algas y algunos crustáceos Que son los crustáceos? Los crustáceos son gambas, cangrejos, langostinos,.. Ahh vale, me podrías ayudar por favor a salir de aquí? Podemos hacer un trato, yo te saco de la red y tú me cuentas todo sobre esa guardería de peces, ¿trato? Trato!! Muchas gracias!

Javirenco fue tirando suavemente de los hilos de la red con el pico curvado que tienen los flamencos y logró sacar a Josefina sin mayor problema. Pasaron los días y Javirenco le fue mostrando el mar menor a Josefina, fueron juntos a la isla del barón, pellizcaban a las medusas, pasearon por las salinas de San Pedro, se acercaron a San Javier a ver los aviones despegar, persiguieron juntos a los chicos que hacían windsuf y disfrutaron viendo los barcos de la infinidad de puertos náuticos que tiene el mar menor.

La Lubina Josefina fue muy feliz junto a Javirenco y se hicieron grandes amigos, estaba fascinada por el mar menor y decidió quedarse a vivir allí para siempre.

Durante los paseos, los juegos y las risas Josefina le contó todo lo que sabía de la guardería de peces.. que había millones y millones de peces bebe, que los hombres les trataban muy bien porque los tenían allí para protegerlos y que aprendiesen a nadar, además cada mañana había lluvia de comida que caía del cielo. Nadie quería salir de la guardería donde lo pasaban muy bien, además de por miedo, dado que la vieja lubina Serafina les contaba historias de por qué no debían salir, un día les contó que fuera de la red flotante hay un animal muy malo, el tiburón macarrón, lo llaman así porque su aleta en lugar de un triángulo parece un macarrón de punta. De este modo todos eran felices ya que el tiburón no podía entrar a la guardería. Y dado que era muy grande tampoco podía pasar nadando al mar menor.

Pasaron los días y Javirenco por fin tenía una nueva amiga, Josefina era muy feliz, pero empezó poco a poco a sentirse triste.. - Josefina, te veo un poco triste, que te pasa? - No,.. nada.. bueno… es que.. me da mucha pena que mi amiga la dorada Lola no pueda estar aquí con nosotros, le encantaría el mar menor y nos reiríamos mucho, es una chica genial. - Pues si, sería divertido tener más amigos, pero claro, ella sigue viviendo en la guardería de peces. - Si, y no podemos ir a por ella, porque el tiburón macarrón me comería. - Déjame pensar…… mmmmmmm - mmmmmmmmmm - mmmmmmmmmm - mmmmmmmmmm - Ya tengo un plan!!! Era temprano cuando Javirenco el super héroe cogió a Josefina con el pico, y empezó a volar con ella en la boca! Josefina no se lo podía creer!, estaba volando!!! un pez-pájaro ¡!! Era una sensación increíble!, y además se dirigían a recoger a su amiga Lola! Al poco de empezar a volar, Josefina vio por primera vez algo que parecía un macarrón gigante saliendo del mar, sin duda, no podía ser otro que el tiburón macarrón, y efectivamente era él… El tiburón macarrón medía tres metros y tenía muchos muchos dientes blancos, nadaba mirando fijamente al flamenco con la lubina en la boca, y les gritaba…. - Flamenco!! Amigo mio!! Vuela más bajo para que pueda decirte una cosa al oído!! Pero Javirenco era el flamenco más listo de la manga, y por supuesto no hizo caso al tiburón macarrón y voló incluso más alto para que el tiburón no pudiera saltar y quitarle a su amiga Josefina.

Macarrón estaba muy enfadado, gritaba y gritaba, y refunfuñaba y miraba todo el tiempo a Javirenco y a su amiga Josefina. Como Macarrón solo miraba para arriba no se dio cuenta de que estaba acercándose a la guardería a toda velocidad, aunque el inteligente Javirenco si lo sabía, de hecho formaba parte de su plan. A tal velocidad nadaba Macarrón que se dio de narices con la red de la guardería… como iba con la boca abierta los súper dientes rompieron completamente la red y quedó enredado a la vez que todas las doradas y lubinas de la guardería escapaban… Todos los peces que ya sabían nadar se fueron mar adentro a buscar a sus papas y mamas, todos menos uno… La dorada Lola que ya había visto a Josefina en el pico del flamenco saltaba de alegría y sonreía al ver a su amiga. Javirenco cogió también a Lola con el pico y se llevó a las dos volando de vuelta al mar menor. Todavía hoy los hombres se acercan al final de la manga y pueden ver como en los humedales y empalizadas, un flamenco rosa, una lubina y una dorada se ríen y sacan la lengua mirando al mar mayor mientras un macarrón aparece de vez en cuando y desparece en el profundo azul del mar mediterráneo.

Fin

Escrito por: Javier Balibrea Tomás Julio Balibrea Tomás