El encuentro de Cristo en nuestra vida cotidiana

El encuentro de Cristo en nuestra vida cotidiana Martes 1 de Abril de 2014 Juan 5, 1-3.5-16: Al momento aquel hombre quedó sano. Oración breve: Cuando...
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El encuentro de Cristo en nuestra vida cotidiana Martes 1 de Abril de 2014 Juan 5, 1-3.5-16: Al momento aquel hombre quedó sano. Oración breve: Cuando camino entre peligros, me conservas la vida; extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo, y tu derecha me salva. Tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos (salmo 137) a. Lectura: Juan 5, 1-3.5-16: 1 Después de esto, Jesús regresó a Jerusalén para celebrar una de las fiestas judías.2Hay en Jerusalén, cerca de la puerta llamada de las Ovejas, un estanque conocido con el nombre hebreo de Betesda, que tiene cinco pórticos.3En estos pórticos había muchos enfermos recostados en el suelo: ciegos, cojos y paralíticos.5Había entre ellos un hombre que llevaba treinta y ocho años inválido.6Jesús, al verlo allí tendido, y sabiendo que llevaba mucho tiempo, le preguntó: ¿Quieres quedar sano? 7 7El enfermo le contestó: Señor, no tengo a nadie que me ayude a entrar en el estanque cuando se mueve el agua. Mientras trato de llegar yo, otro se me ha adelantado.8Entonces Jesús le dijo: Levántate, toma tu camilla y camina. 9En aquel instante, el enfermo quedó sano, tomó su camilla y comenzó a caminar. Aquel día era sábado.10Los judíos se dirigieron al que había sido sanado y le dijeron: Hoy es sábado y no te está permitido llevar tu camilla.11El respondió: El que me sanó me dijo: “Toma tu camilla y camina”.12Ellos le preguntaron: ¿Quién es ese hombre que te dijo: “Toma tu camilla y camina”?13Pero él no lo conocía ni sabía quién lo había sanado, pues Jesús había desaparecido entre la muchedumbre que se había reunido allí.14Más tarde, Jesús se encontró con él en el templo, y le dijo: Has sido sanado, no vuelvas a pecar más, pues podría sucederte algo peor.15El hombre fue a informar a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.16Jesús hacia obras como ésta en sábado; por eso lo perseguían los judíos. Palabra del Señor. Gloria a ti Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura Aquí se hará mención de un estanque que científicamente existe, en el cual se podría considerar como lugar para curarse. En el texto falta el versículo cuatro, significativo pues hacen falta manuscritos para poder seguir manteniendo dicho versículo. Pues se creía que un ángel del Señor descendería de los cielos y agitaría las aguas. Además para los judíos es muy importante respetar el día sábado, en la cual ni siquiera podrían cargar algo sobre sus hombros. Se manifiesta pues la persecución de los judíos contra Jesús; sin embargo Jesús seguía haciendo milagros aunque fuera sábado. El evangelista Juan designa a los judíos como dirigentes del judaísmo en cuantos enemigos de Jesús y de los discípulos, no como habitantes de Judea. MEDITACIÓN Después de esto, Jesús regresó a Jerusalén para celebrar una de las fiestas judías. Jesús como todo judío participaba en las fiestas que se celebraban. Pues cierto que eran muchas fiestas. Esta fiesta no es la de pascua. Hay en Jerusalén, cerca de la puerta llamada de las Ovejas, un estanque conocido con el nombre hebreo de Betesda, que tiene cinco pórticos. Pruebas arqueológicas ponen de relieve la existencia de este estanque. Jesús viene a salvarnos. La ley siempre ponía de manifiesto que para curarse deberían presentarse en el templo. En estos pórticos había muchos enfermos recostados en el suelo: ciegos, cojos y paralíticos. Jesús no entra a la fiesta, entra a la piscina, donde se encuentran los enfermos. Había entre ellos un hombre que llevaba treinta y ocho años inválido. Debemos insistir en el tiempo. Los treinta y ocho años de ese hombre, se refieren al engaño en el que ha caído. Pues la piscina nunca curaba. Quiere decir que ese hombre ya tenía 38 años de no participar en la fiesta, pues confiaba en la piscina que lo curaría. Jesús es el nuevo salvador Jesús, al verlo allí tendido, y sabiendo que llevaba mucho tiempo, le preguntó: ¿Quieres quedar sano? La pregunta que Jesús hace es para saber si es en realidad que está en ese hombre la libertad de poder curarlo. Jesús sabe nuestras realidades y no solo eso conoce nuestras flaquezas, él sabe lo que nos falta. Cuando no volvemos la mirada

a Jesús misericordioso nos volvemos simplemente hijos no amados por él. Jesús ante todo, lanza la mirada hacia el paralitico moviendo su corazón. La mirada de Jesús siempre fija y constante, seguro de sí mismo. El enfermo le contestó: Señor, no tengo a nadie que me ayude a entrar en el estanque cuando se mueve el agua. Mientras trato de llegar yo, otro se me ha adelantado. Hay que insistir que no se ha reconocido aun que Jesús es la salvación plena. Garanticemos que debemos caminar en el amor. Entonces Jesús le dijo: Levántate, toma tu camilla y camina. Jesús habla con autoridad a sí mismo. Pues claro está en el génesis, cuando crea las cosas. El hombre con su fe cree, y ahora el hombre carga con la camilla y no la camilla con el hombre. En aquel instante, el enfermo quedó sano, tomó su camilla y comenzó a caminar. Aquel día era sábado. Jesús ya lo ha salvado, pero lo salvó en sábado. Y es así como se convierte en un obstáculo a la ley. Los judíos se dirigieron al que había sido sanado y le dijeron: Hoy es sábado y no te está permitido llevar tu camilla. No era permitido cargar nada en sábado, ante todo los judíos buscaban razón alguna de lo que había pasado. No creemos en ocasiones en los milagros o en la manifestación de Dios en los otros. Cuando debemos creer es cuando dudamos y buscamos excusas para hacer de los demás otros ignorantes de lo que verdaderamente ocurre. El respondió: El que me sanó me dijo: “Toma tu camilla y camina”. Lo que le importaba ya al hombre no era la ley sino en aquel que lo había salvado. Ellos le preguntaron: ¿Quién es ese hombre que te dijo: “Toma tu camilla y camina”? Buscamos siempre a las personas que hacen cosas extraordinarias, pero no buscamos a las personas que son extraordinarias sin tener que investigar qué es lo que han hecho. Jesús no se promovía como el que curaba, hacia milagros, pero no quería ser visto por todos. Pero él no lo conocía ni sabía quién lo había sanado, pues Jesús había desaparecido entre la muchedumbre que se había reunido allí. El hombre ya afirmaba que Jesús era el salvador. Jesús hacia los milagros, pero no se quedaba para festejarlo con los demás, desaparecía para no ser ensalzado sino que simplemente reconocieran que había un hombre que era enviado por Dios para que lo conocieran no por las obras sino en base a la fe. Más tarde, Jesús se encontró con él en el templo, y le dijo: Has sido sanado, no vuelvas a pecar más, pues podría sucederte algo peor. Jesús reconoce su milagro, pero a la vez advierte. Se lo dice en el templo, en lugar que se caracteriza como una institución judía. La presencia de Jesús en el templo es lo que lo salvará. El hombre fue a informar a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Después de lo sucedido. El hombre sanado se convierte en apóstol. Va a anunciar al Salvador. Jesús hacia obras como ésta en sábado; por eso lo perseguían los judíos. Todos los días son de verdadera salvación. El sábado es una institución antigua. Jesús es más que una simple ley. ORACIÓN Clava en mi Señor, la necesidad de buscarte, plasma en mi vida los hechos que día a día transmites. Invade en mi corazón la búsqueda y sed de esa agua que mi corazón lleva, busca y renueva en mí el deseo ardiente de encontrarte en los acontecimientos y demostrar que te quiero. CONTEMPLACIÓN  Los signos que lleva a cabo Jesús testimonian que el Padre le ha enviado. Invitan a creer en Jesús. Concede lo que le piden a los que acuden a él con fe. (CATIC 548)  Jesús acompaña sus palabras con numerosos milagros, prodigios y signos que manifiestan que el Reino está presente en ÉL. (CATIC 547)  Jesús salió al encuentro de personas en situaciones muy diversas: hombres y mujeres, pobres y ricos, judíos y extranjeros, justos y pecadores… invitándolos a todos a su seguimiento. Hoy sigue invitando a encontrar en ÉL el amor del Padre. por eso el discípulo misionero ha de ser un hombre o una mujer que hace visible el amor misericordioso del Padre, especialmente a los pobres y pecadores. (DA 147) COMPROMISO Como todo un buen cristiano, debemos de experimentar ante todo, la maravillosa experiencia de que la presencia de Dios se manifiesta nos solo en las cosas extraordinarias, sino simplemente Cristo debe y tiene que estar presente en nuestros mismos pensamientos y no solo eso sino que al encontrarnos con el hermano debemos anunciar como misioneros fervientes que la verdadera unión con Cristo es la unión con nuestro hermano que está conviviendo más cerca de nosotros.

El Padre, el Hijo y el Espı́ritu Santo en la vida y la misió n del cristiano Miércoles 2 de Abril de 2014 Juan 5, 17-30 Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Oración breve: Hoy surge, viva y fuerte, segura y vencedora, la vida que hasta ahora yacía en honda muerte; y hoy alza del olvido sin fondo y de la nada al alma rescatada y al mundo redimido. Amen (Himno I vísperas IV domingo ordinario) a. Lectura: Juan 5, 17-30 17 Pero Jesús les respondió: Mi padre no cesa nunca de trabajar; por eso yo trabajo también en todo tiempo.18Esta afirmación provocó en los judíos un mayor deseo de matarlo, porque no sólo no respetaba el sábado, sino que además decía que Dios era su propio Padre, y se hacía igual a Dios. 19Jesús continuó, diciendo: Yo les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta; él hace únicamente lo que ve hacer al Padre: lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo.20Pues el Padre ama al Hijo y le manifiesta todas sus obras; y le manifestará todavía cosas mayores, de modo que ustedes mismos quedarían maravillados.21Porque, así como el Padre resucita a los muertos, dándoles la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere.22El Padre no juzga a nadie, sino que le ha dado al Hijo todo el poder de juzgar.23Y quiere que todos den al Hijo el mismo honor que dan al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo envío.24Yo les aseguro que quien acepta lo que yo digo y cree en el que me envío, tiene la vida eterna; no sufrirá un juicio de condenación, sino que ha pasado de la muerte a la vida.25Les aseguro que está llegando la hora, mejor aún, ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y todos los que la oigan, vivirán.26Pues así como el Padre tiene el poder de dar la vida, ha dado al Hijo ese mismo poder.27Y le ha dado también autoridad para juzgar, porque es el Hijo del hombre.28No se admiren de lo que les estoy diciendo, porque llegará el momento en que todos los muertos oirán su voz,29y saldrán de los sepulcros. Los que hicieron el bien, resucitarán para la vida eterna; pero los que hicieron el mal, resucitarán para su condenación.30Yo no puedo hacer nada por mi cuenta. Juzgo según lo que Dios me dice, y mi juicio es justo, porque no pretendo actuar según mi voluntad, sino que cumplo la voluntad del que me envío. Palabra del Señor. Gloria a ti Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura Jesús explicará la perfecta unidad de acción entre el Padre y el Hijo. En este evangelio se podrá exponer la explicación de dos temas fundamentales el juicio y la vida. Jesús es el juez supremo, pues tiene poder sobre la vida y la muerte, sabiendo de antemano que se tiene que aceptar a Jesús por medio de la fe y así se aceptará al Padre. MEDITACIÓN Pero Jesús les respondió: Mi padre no cesa nunca de trabajar; por eso yo trabajo también en todo tiempo. Dios y su Hijo Jesucristo nos hacen la invitación de mantenernos siempre vigilantes a no perder la mirada hacia la misma fe. Y más aún que trabajemos para el reino. El Padre que es amor, siempre vigila a sus hijos, y loa hijos debemos confiar, permanecer con Él. Esta afirmación provocó en los judíos un mayor deseo de matarlo, porque no sólo no respetaba el sábado, sino que además decía que Dios era su propio Padre, y se hacía igual a Dios. Los judíos no podían creer que Jesús era el enviado, pues era para ellos considerado como un quebranto a la ley. Jesús no se intimidaba, solo hacia lo que el Padre le ordenó: hacer conocimiento del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Jesús continuó, diciendo: Yo les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta; él hace únicamente lo que ve hacer al Padre: lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo. Jesús y el Padre siempre están en relación, pues esa relación manifiesta un modelo perfecto de ejemplo para una comunidad no creyente. Pues el Padre ama al Hijo y le manifiesta todas sus obras; y le manifestará todavía cosas mayores, de modo que ustedes mismos quedarían maravillados. Dios transmite mediante su Hijo la perfecta unidad, y esa unidad debe ser considerada entre sus seguidores. Por eso la misión de Cristo es anunciar debidamente la Palabra que es vida y es vida que permanece para siempre. Porque, así como el Padre resucita a los muertos, dándoles la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere.

La muerte es un signo de mucho miedo para la humanidad, cuando se reconoce que Cristo es el que da y quita la vida se pone primordialmente ante todo el signo de la Resurrección. Pues el Padre pone en su Hijo toda la confianza de salvar a la humanidad. El Padre no juzga a nadie, sino que le ha dado al Hijo todo el poder de juzgar. Todo acto en nuestra vida será juzgado ante Dios, el Hijo del Padre transmite el amor del Padre a sus creaturas, tal vez hay veces que queremos ponernos a juzgar a los demás como los mismos judíos, siendo que la ley de Dios es la que persiste. Y quiere que todos den al Hijo el mismo honor que dan al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo envío. Así como son una unidad el Padre y el Hijo, nos da ejemplo a una sencilla razón de que la humanidad debe ser unidad en creer en el amor de Dios. Escuchar y transmitir la palabra es tarea de los cristianos. Yo les aseguro que quien acepta lo que yo digo y cree en el que me envío, tiene la vida eterna; no sufrirá un juicio de condenación, sino que ha pasado de la muerte a la vida. Cuando escuchamos la palabra que es vida, resucitamos a la vida pues entra a nosotros la clara luz del Espíritu que es fuerza transmitiéndonos el fuego de la vida y no de la muerte. Les aseguro que está llegando la hora, mejor aún, ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y todos los que la oigan, vivirán. Todos los que escuchen, crean y transmitan a los demás la viva voz serán resucitados al amor y a la plena felicidad transmitiendo lo que Dios nos pide. Pues así como el Padre tiene el poder de dar la vida, ha dado al Hijo ese mismo poder. En esa unidad cualquier signo que proviene de la Santísima Trinidad es señal de la vida. El Padre transmite su confianza al Hijo, y es el Hijo que hace lo que el Padre le ha confiado. Y le ha dado también autoridad para juzgar, porque es el Hijo del hombre. Así como es el Hijo del hombre, así sufrió por nosotros y así hará todo por nosotros. Demostrará que Él es el hijo del Padre y no hay más, que el mismo enviado por el Padre. No se admiren de lo que les estoy diciendo, porque llegará el momento en que todos los muertos oirán su voz. Los muertos también escucharán la palabra, y podrán resucitar. Jesús descendió a los infiernos para comunicar a los muertos la palabra viva que permanece. Y saldrán de los sepulcros. Los que hicieron el bien, resucitarán para la vida eterna; pero los que hicieron el mal, resucitarán para su condenación. Lo que sembremos en nuestras vidas terrenas, cosecharemos así en nuestra muerte lo que verdaderamente será juzgado. Yo no puedo hacer nada por mi cuenta. Juzgo según lo que Dios me dice, y mi juicio es justo, porque no pretendo actuar según mi voluntad, sino que cumplo la voluntad del que me envío. El Espíritu Santo por medio de la palabra viva, el Padre como luz que transmite en el camino y el Hijo como hecho relevante de la misma unidad, como le verdad que es vida y vida en abundancia. ORACIÓN Al manifestar tu luz admirable en nuestras vida como señal de verdadera vida, ayúdanos a reconocerte en el regalo que es la vida, se nuestro guía en el camino y que nuestro intelecto sepa entender que eres la verdad ante todo. CONTEMPLACIÓN  Dios es la verdad, porque Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna. En todas sus obras Dios manifiesta el amor y la verdad.(CATIC 214 )  Todos los hombres, conforme a su dignidad, por ser personas, se ven impulsados, pos su misma naturaleza, a buscar la verdad. (CATIC 2467)  Los discípulos de Jesús están llamados a vivir en comunión con el Padre y con su hijo muerto y resucitado en la comunión en el Espíritu Santo.(DA 155)  El misterio de la Trinidad es la fuente el modelo y la meta de la Iglesia. Un pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. (DA 156) COMPROMISO En este año de la misión, estamos llamados a llevar la Palabra, pero no solo eso, al transmitirla debemos de enfocar lo que decimos a nuestra misma vida, pues un cristiano que no tiene amor no puede ofrecer amor, y de la misma manera un misionero que quiere dejar la Palabra en los demás deberá ser paulatinamente un canal en la que la Palabra se crea, se sienta y se viva completamente en el vivir cotidiano. Busquemos pues la verdad que nos hace libres, el camino que conduce a la felicidad para obtener la auténtica vida que es Cristo.

Mantenernos firmes en la esperanza del que vendrá Jueves 3 de Abril de 2014 Juan 5, 31-47 Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Oración breve: Te amo Dios mío, y mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida. Te amo, Dios mío infinitamente amable, y prefiero morir amándote a vivir sin amarte. Te amo Señor, y la única gracia que te pido es amarte eternamente. Dios mío si mi lengua no puede decir en todos los momentos que te amo, quiero que mi corazón te lo repita cada vez que suspiro. San Juan María Vianney. a. Lectura: Juan 5, 31-47 31 Si me presentara como testigo de mí mismo, mi testimonio no tendría valor.32Es otro el que testifica a mi favor, y su testimonio es válido.33Ustedes mismos enviaron una comisión a preguntar por Juan, y él dio testimonio a favor de la verdad.34Y no es que yo tenga necesidad de testigos humanos que testifiquen a mi favor; si digo esto, es para que ustedes se puedan salvar.35Juan el Bautista era como una lámpara encendida que alumbraba; ustedes quisieron, durante algún tiempo, alegrarse con su luz.36Pero yo tengo a mi favor un testimonio de mayor valor que el de Juan. Una prueba evidente de que el Padre me ha enviado es que realizo la obra que el Padre me encargo llevar a término.37También habla a mi favor el Padre que me envió, aunque ustedes nunca han oído su voz ni han visto su rostro.38Su palabra no ha sido aceptada por ustedes; así lo prueba el hecho de que no quieren creer en el enviado del Padre.39Estudian apasionadamente las Escrituras, pensando encontrar en ellas la vida eterna; pues bien, también las Escrituras hablan de mí;40 y a pesar de ello, ustedes no quieren aceptarme para que tengan vida.41Yo no busco la gloria que puedan dar los hombres.42Además, los conozco muy bien y sé que no aman a Dios.43Yo he venido de parte de mi Padre, pero ustedes no me aceptan; en cambio, aceptarían a cualquier otro que viniera en nombre propio.44¿Cómo van a creer ustedes, si lo que les preocupa es recibir gloria unos de los otros y no se interesan por la verdadera gloria que viene del Dios único?45No piensen que voy a ser yo quien los acuse ante mi Padre; los acusará Moisés, en quien tienen puesta su esperanza.46El escribió acerca de mí; por eso, si creyeran a Moisés, también me creerían a mí.47 Pero si no creen lo que él escribió, ¿cómo van a creer lo que yo digo? Palabra del Señor. Gloria a ti Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura Las palabras que el evangelista pone en boca de Jesús contienen la defensa que Jesús hace de su propia persona frente a quienes lo acusan, pero también pretenden defender a la comunidad joánica frente al judaísmo fariseo. Los cristianos son acusados de apoyar su fe en el propio testimonio de Cristo. MEDITACIÓN Si me presentara como testigo de mí mismo, mi testimonio no tendría valor. Jesús quiere recalcar que él es el enviado por el Padre, pero para que se crea verdaderamente en él la fe tiene que caracterizar al hombre. Jesús invita para que sea creíble que el mesías es él mismo. Es otro el que testifica a mi favor, y su testimonio es válido. Es el Padre el que manifiesta la verdad plena por medio de su Hijo. Por medio del Hijo se llega al Padre. Ustedes mismos enviaron una comisión a preguntar por Juan, y él dio testimonio a favor de la verdad. Los testigos ante los sucesos de milagros, cosas extraordinarias son verdaderamente significativos. Es por tanto conveniente reconocer que por otras personas se podrá manifestar el encuentro con Dios y con los demás de forma plena. Y no es que yo tenga necesidad de testigos humanos que testifiquen a mi favor; si digo esto, es para que ustedes se puedan salvar.

Cristo ni tiene la necesidad de testigos, pues él es auténtico sin necesidad pues su misma vida y los hechos que hablan de él lo hacen ser el Hijo de Dios. Juan el Bautista era como una lámpara encendida que alumbraba; ustedes quisieron, durante algún tiempo, alegrarse con su luz. Aquel que derramó el agua sobre la cabeza de Jesús, fue dichoso. Pues por medio del bautismo somos verdaderamente testigos de Cristo en medio de su misma Iglesia. El bautismo marca en el hombre la huella firme de que somos hijos de Dios. El bautismo es el sacramento que abre el horizonte hacia los demás sacramentos ya hacia el mismo conocimiento de Jesús. Pero yo tengo a mi favor un testimonio de mayor valor que el de Juan. Una prueba evidente de que el Padre me ha enviado es que realizo la obra que el Padre me encargo llevar a término. La misión de conocer el amor del Padre es transmitida por su Hijo muy querido, en que están todas las complacencias. La obra es llevar a cabo el amor de Dios a la humanidad entera. Y es Jesús que transmite al mismo Padre. También habla a mi favor el Padre que me envió, aunque ustedes nunca han oído su voz ni han visto su rostro. Dichoso el que cree si haber visto. Pues así nosotros debemos creer con base a nuestra fe. Si para creer siempre tenemos que ver, como se podría considerar a un ciego. La seguridad que Jesús transmite en base a sus enseñanzas no es para dudar de la existencia del Padre sino es para que reafirmemos la confianza en Dios. Su palabra no ha sido aceptada por ustedes; así lo prueba el hecho de que no quieren creer en el enviado del Padre. En nuestra época no nos basta lo que nos digan, sino queremos ver lo que nos transmiten. Es falta del amor, es falta de fe y porque no de confianza al Hijo del hombre. Estudian apasionadamente las Escrituras, pensando encontrar en ellas la vida eterna; pues bien, también las Escrituras hablan de mí; Si las escrituras hablan del Hijo del hombre no es necesario seguir desconfiando, deberemos mantenernos firmes en lo que somos. Hijos de Dios. Y a pesar de ello, ustedes no quieren aceptarme para que tengan vida. Tras los fenómenos en el mundo consideramos que Cristo es el autor de las desgracias siendo el hombre el que se aleja de Dios y desconfía hasta convertirse en el destructor del su mismo mundo. Es evidente la necesidad del hombre el buscar y confiar en Jesús. Yo no busco la gloria que puedan dar los hombres. Hay que buscar más a fondo la verdad y no solo eso, la felicidad de estar convirtiendo nuestra vida en el Reino de Dios y no convirtiéndolo en el infierno. La gloria no depende de Dios sino el hombre se encarga de buscarla. Además, los conozco muy bien y sé que no aman a Dios. La humanidad ya se olvida de quien es el que debemos amar, quien es el autor de todo. Se olvida completamente del salvador y de su misión. Escondemos dentro de nosotros la mentira de amar a Dios, sin embargo Dios conoce hasta lo más profundo de nuestras entrañas. En el corazón del hombre esta su conocimiento pleno. Yo he venido de parte de mi Padre, pero ustedes no me aceptan; en cambio, aceptarían a cualquier otro que viniera en nombre propio. Estamos invitados a volver al Padre. No dejando a otros saberes que nos puedan convencer. Pues Cristo no termina el sigue a través de los tiempos. ¿Cómo van a creer ustedes, si lo que les preocupa es recibir gloria unos de los otros y no se interesan por la verdadera gloria que viene del Dios único? Jesús transmite ese gozo pleno, la sabiduría completa y quiere simplemente que estemos convencidos de la existencia de Dios, siendo en nuestro interior el motor que guie nuestra vida hacia la gloria que Dios mismo otorga a los que creen en él. No piensen que voy a ser yo quien los acuse ante mi Padre; los acusará Moisés, en quien tienen puesta su esperanza. Así como creemos en otros. Deberíamos vivir como esos otros. Importante saber que Cristo nos sigue esperando a pesar de las caídas y la desconfianza. El escribió acerca de mí; por eso, si creyeran a Moisés, también me creerían a mí. Cuando buscamos a Dios, tenemos la firme consciencia que estará allí. Será bastante lógico encontrar consuelo en aquel que año tras año está ahí y no se ha cansado. Pero si no creen lo que él escribió, ¿cómo van a creer lo que yo digo? Las escrituras nos dicen mucho, la existencia nos demuestran todo pero el amor a Dios hace que Cristo habite en nuestras vidas y vivamos conscientes de su gran amor por nosotros.

ORACIÓN Hacia la mirada puesta en Cristo me desbordo de gozo al saber que él está siempre en espera de volver a mirar hacia delante. Cristo ayúdanos a ser más sencillos, contemplando el misterio de tu Pasión, Muerte y Resurrección. Llena mi vida de luz y pon de manifiesto en mi corazón la única y especial atención de la necesidad que tengo de ti. CONTEMPLACIÓN  El Espíritu Santo nos enseña a celebrar la liturgia esperando el retorno de Cristo, nos educa para orar en la esperanza. La oración personal nos ayuda y alimenta en nuestra oración. En el Señor puse toda mi esperanza, él se inclinó hacia mí y escucho mi clamor. (CATIC 2657)  La esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado. El amor es la fuente de la oración. (CATIC 2658)  La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho los que más disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misión de comunicar vida a los demás. (DA 360)  El proyecto de Jesús es instaurar el Reino de su Padre. Por eso pide a sus discípulos: ¡Proclamen que está llegando el Reino de los cielos! Se trata del Reino de la vida. (DA 361)  COMPROMISO Debemos mantener constantemente la cercanía a los hermanos, por medio de apoyo, siendo hermanos en Cristo. El amor que Dios a derramado en su hijo tiene que ir abrazado de una cruz pesada y no solo eso sino la esperanza de que toda acción emprendida por el bien de los demás constituye un acercamiento más sincero a Dios.

Cristo suma bondad de manifestació n y conocimiento Viernes 4 de Abril de 2014 Juan 7, 1-2.10.25-30 Intentaban agarrarlo, pero todavía no había llegado su hora Oración breve: Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario, se anonado a sí mismo, pasando por uno de tantos. Y así actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte y una muerte de cruz. (Cantico Flp. 2, 6-11) a. Lectura: Juan 7, 1-2.10.25-30 1 Después de algún tiempo, Jesús andaba por Galilea. Evitaba estar en Judea, porque los judíos buscaban la ocasión para matarlo.2Cuando ya estaba cerca de la fiesta judía de las tiendas de campaña.10Mas tarde, cuando sus hermanos subieron a la fiesta, subió también Jesús, pero en privado, no públicamente.25Ante esto, algunos de los que vivían en Jerusalén se preguntaban: ¿No es éste el hombre al que quieren matar?26Resulta que está hablando en público y nadie le dice ni una palabra. ¿Es que habrán reconocido nuestros jefes que es en realidad el Mesías?27Pero, por otra parte, cuando aparezca el Mesías, nadie sabrá de dónde viene; y éste sabemos de dónde es.28Al oír estos comentarios, Jesús, que estaba enseñando en el templo, levantó la voz y afirmó: ¿De manera que me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no he venido por mi propia cuenta, sino que he sido enviado por aquel que dice la verdad, y a quien ustedes no reconocen.29Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es él quien me envío.30Intentaron entonces detenerlo, pero nadie se atrevió a hacerlo, porque todavía no había llegado su hora. Palabra del Señor. Gloria a ti Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura El evangelista quiere destacar el rechazo, por parte de Jesús, de un mesianismo sensacionalista y político en el que pensaban “sus hermanos”. No solo se reflejará el enfrentamiento de Jesús con sus contemporáneos solamente, sino que también el enfrentamiento posterior entre el judaísmo y el cristianismo. La dificultad de los oyentes de Jesús consistía en aceptar su origen divino. Jesús insiste de nuevo en que su origen está en Dios. MEDITACION Después de algún tiempo, Jesús andaba por Galilea. Evitaba estar en Judea, porque los judíos buscaban la ocasión para matarlo. Tras el conocimiento de Jesús, se extendía por todos lados. El miedo de que lo mataran si lo sentía Jesús, seremos testigos verdaderos de Cristo, cuando verdaderamente defendemos a campo y espada el amor por Cristo. Cuando ya estaba cerca de la fiesta judía de las tiendas de campaña. En Judea se celebraría más tarde la fiesta de las tiendas. Los discípulos acompañaban a Jesús querían ver lo que Jesús hacía. Más tarde, cuando sus hermanos subieron a la fiesta, subió también Jesús, pero en privado, no públicamente. Como es sabido Jesús ya era conocido por muchos, pero él no quería ser reconocido más públicamente. No quería ser ensalzado simplemente quería que se hiciera consciente la misma existencia de Dios. Ante esto, algunos de los que vivían en Jerusalén se preguntaban: ¿No es éste el hombre al que quieren matar? Tras el conocimiento tan grande de Jesús. La gente murmuraba. Cuando conozcamos a Dios debemos reconocerlo de manera tajante, y no exagerar el deseo de ser vistos por todos. Resulta que está hablando en público y nadie le dice ni una palabra. ¿Es que habrán reconocido nuestros jefes que es en realidad el Mesías?

Al hablar Jesús entre la multitud, todo mundo sabía que su forma de hablar estaba verdaderamente del Espíritu Santo. Por lo que no era difícil de negar que era el mismo Jesús. Pero, por otra parte, cuando aparezca el Mesías, nadie sabrá de dónde viene; y éste sabemos de donde es. Lo que no sabían era que Dios mismo mandó a su hijo al mundo para que se conociera su mensaje y ese mensaje perdurara. Al oír estos comentarios, Jesús, que estaba enseñando en el templo, levantó la voz y afirmó: ¿De manera que me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no he venido por mi propia cuenta, sino que he sido enviado por aquel que dice la verdad, y a quien ustedes no reconocen. No se proclamó como Rey sino como un mensajero. Nosotros debemos asumir esta actitud, humildad y de entrega, sin olvidar que Cristo nos invita a que seamos misioneros pero llenos de la gracia del mismo Espíritu. Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es él quien me envío. El Padre es quien envió a su Hijo, para que por medio de él la humanidad entera creyera y tuviera la seguridad de que la vida es dada por Dios para poder llegar a la salvación. Intentaron entonces detenerlo, pero nadie se atrevió a hacerlo, porque todavía no había llegado su hora. Ante todo Cristo, el que se entregó por nosotros se manifiesta, y de manera más admirable sigue y seguirá buscando a sus discípulos dispuestos al amor de Cristo. ORACION Ante la misión que tenemos de entregarnos por el amor a Dios, permítenos Señor a realizar nuestras acciones enfocadas a tu gran bondad, siguiendo el ejemplo vivo del mismo rostro de Jesús el Hijo amado del Padre. CONTEMPLACION  La misión del Espíritu Santo está siempre unida y ordenada a la del Hijo. El espíritu Santo fue enviado para santificar el seno de la Virgen María y fecundarla por obra divina. El que es el Señor que da la vida. (CATIC 485)  El Espíritu Santo es en verdad el protagonista de la misión eclesial. Él es quien conduce la Iglesia por los caminos de la misión. (CATIC 852)  Dios no es solo la suma Verdad. Él es también la suma Bondad y la suprema Belleza. (DA 496) COMPROMISO Como verdaderos hijos de Dios debemos soportar muchas diferencias, debemos ser perenes testigos de que Cristo debe ser el centro de todo. Debemos modificar todas esas obscuridades que tenemos por la ausencia de Jesús en nuestro corazón. Intensificando verdaderamente nuestra misión y estando cerca de Dios ante la adversidad.

Cristo vendrá de la descendencia de David Sábado 5 de Abril de 2014 Oración inicial Que tu amor y tu misericordia dirijan nuestros corazones, Señor, ya que sin tu ayuda no podemos complacerte. Por nuestro Señor. 2) Lectura Del Evangelio según Juan 7,40-53 Muchos entre la gente, que le habían oído estas palabras, decían: «Este es verdaderamente el profeta.» Otros decían: «Este es el Cristo.» Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?» Se originó, pues, una disensión entre la gente por causa de él. Algunos de ellos querían detenerle, pero nadie le echó mano. Los guardias volvieron a los sumos sacerdotes y los fariseos. Éstos les dijeron: «¿Por qué no le habéis traído?» Respondieron los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre.» Los fariseos les respondieron: «¿Vosotros también os habéis dejado embaucar? ¿Acaso ha creído en él algún magistrado o algún fariseo? Pero esa gente que no conoce la Ley son unos malditos.» Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que había ido anteriormente a Jesús: «¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace?» Ellos le respondieron: «¿También tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta.» Y se volvieron cada uno a su casa. 3) Reflexión • En el capítulo 7, Juan constata que en medio de la gente había diversas opiniones y mucha confusión respecto a Jesús. Los parientes pensaban de una forma (Jn 7,2-5), la gente pensaba de otra forma (Jn 7,12). Unos decían: “¡Es un profeta!" (Jn 7,40). Otros decían: "¡Engaña a la gente!" (Jn 7,12) Unos lo elogiaban: "¡Hace el bien!" (Jn 7,12). Otros lo criticaban: "¡No ha estudiado!" (Jn 7,15) ¡Muchas opiniones! Cada uno tenía sus argumentos, sacados de la Biblia o de la Tradición. Pero nadie recordaba al mesías Siervo, anunciado por Isaías (Is 42,1-9; 49,1-6; 50,4-9; 52,13-53,12; 61,1-2). Hoy también se discute mucho sobre religión, y cada cual saca sus argumentos de la Biblia. Como en el pasado, hoy también acontece muchas veces que los pequeños son engañados por el discurso de los grandes y, a veces, hasta por el discurso de gente de iglesia. • Juan 7,40-44: Una confusión en medio de la gente. La reacción de la gente es de lo más variada. Algunos dicen: es un profeta. Otros: es el Mesías, el Cristo. Otros rebaten: no puede ser, porque el mesías vendrá de Belén y éste viene de Galilea. Estas diversas ideas sobre el Mesías producen división y disputas. Había gente que quería detenerle y darle muerte, pero no lo hicieron. Probablemente, porque tenían miedo de la multitud (cf. Mc 14,2). • Juan 7,45-49: Los argumentos de las autoridades. Anteriormente, ante las reacciones de la gente favorable a Jesús, los fariseos habían enviado a guardias para detenerle (Jn 7,32). Pero habían vuelto sin Jesús. Se habían quedado impresionados por su manera de hablar: "Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre”. Los fariseos reaccionaron: “¿Vosotros también os habéis dejado embaucar?” Para los fariseos "esa gente que no conoce la ley" se deja engañar por Jesús. Es como se dijesen: "¡Nosotros los jefes conocemos mejor las cosas y no nos dejamos engañar!" Ellos atribuyen al pueblo el adjetivo de ¡"maldito"! Las autoridades religiosas de la época trataban a la gente con mucho desprecio. • Juan 7,50-52: La defensa de Jesús hecha por Nicodemo. Ante este argumento estúpido, la honestidad de Nicodemo se rebela y levanta su voz para defender a Jesús: "¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace?” La reacción de los otros es escarnio: "¿También tú eres de Galilea? ¡Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta!" Ellos están seguros. Con el librito del pasado en la mano se defienden en contra del futuro que llega incomodando. ¡Esto ocurre también hoy! Sólo acepto lo nuevo si está de acuerdo con las ideas mías que son del pasado. 4) Para la reflexión personal • ¿Cuáles son hoy las diversas opiniones sobre Jesús que existen en medio de la gente? Y en tu comunidad ¿existen diferentes opiniones que generan confusión? ¿Cuáles? Cuéntalas. • Hay personas que sólo aceptan lo nuevo si están de acuerdo con sus ideas que pertenecen al pasado. ¿Y yo? 5) Oración final Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. (Sal 50)

Yo soy la Resurrecció n y la Vida Domingo 6 de Abril de 2014 "...Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros.. " (Ez 37, 12-14).
 "...El que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros... " (Rom 8, 8-11). SÍMBOLOS Semillas. Vendas. Pan y Vino. 2.- PALABRA (Jn 11, 1-45). La resurrección de Lázaro es el signo de la vida que no conoce el ocaso, la muerte. El encuentro y diálogo con Marta y María son exponentes del diálogo con el maestro en el camino creyente, en el camino hacia la vida. Lectura del santo evangelio según san Juan (Jn 11, 1-45) 11 1 En aquel tiempo, un cierto Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta, su hermana, había caído enfermo. 2 María era la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con su cabellera; el enfermo era su hermano Lázaro. 3 Las hermanas mandaron recado a Jesús, diciendo:
 - «Señor, tu amigo está enfermo.»
 4 Jesús, al oírlo, dijo: 
 - «Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.» 
 5 Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba. 7 Sólo entonces dice a sus discípulos: 
 - «Vamos otra vez a Judea.» 
 8 Los discípulos le replican: 
 - «Maestro, hace poco intentaban apedrearte los judíos, ¿y vas a volver allí?» 
 9 Jesús contestó: 
 - «¿No tiene el día doce horas? Si uno camina de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; 10 pero si camina de noche, tropieza, porque le falta la luz.» 11 Dicho esto, añadió: 
 - «Lázaro, nuestro amigo, está dormido; voy a despertarlo.» 
 12 Entonces le dijeron sus discípulos: 
 - «Señor, si duerme, se salvará.» 
 13 Jesús se refería a su muerte; en cambio, ellos creyeron que hablaba del sueño natural. 
 14 Entonces Jesús les replicó claramente: 
 «Lázaro ha muerto, 15 y me alegro por vosotros de que no hayamos estado allí, para que creáis. Y ahora vamos a su casa.» 16 Entonces Tomás, apodado el Mellizo, dijo a los demás discípulos: 
 - «Vamos también nosotros y muramos con él.» 
 17 Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. 18 Betania distaba poco de Jerusalén: unos tres kilómetros; 19 y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. 20 Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. 21 Y dijo Marta a Jesús: 
 - «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. 22 Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.» 
 23 Jesús le dijo: 
 - «Tu hermano resucitará.» 
 24 Marta respondió: 
 - «Sé que resucitará en la resurrección del último día.» 
 25 Jesús le dice: 
 - «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; 26 y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?» 
 27 Ella le contestó: 
 - «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.» 
 28 Y dicho esto, fue a llamar a su hermana María, diciéndole en voz baja: - «El Maestro está ahí y te llama.» 
 29 Apenas lo oyó, se levantó y salió adonde estaba él; 30 porque Jesús no había entrado todavía en la aldea, sino que estaba aún donde Marta lo había encontrado. 31 Los judíos que estaban con ella en casa consolándola, al ver que María se levantaba y salía deprisa, la siguieron, pensando que iba al sepulcro a llorar allí. 32 Cuando llegó María adonde estaba Jesús, al verlo se echó a sus pies diciéndole: 
 - «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano.» 33 Jesús, viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban, sollozó y, muy conmovido, 34 preguntó:
 «¿Dónde lo habéis enterrado?» 
 Le contestaron: 
 - «Señor, ven a verlo.» 
 35 Jesús se echó a llorar. 36 Los judíos comentaban: 
 - «¡Cómo lo quería!» 
 37 Pero algunos dijeron: 
 - «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?» 
 38 Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa. 
 39 Dice Jesús: 
 - «Quitad la losa.» 
 Marta, la hermana del muerto, le dice: 
 - «Señor, ya huele mal,

porque lleva cuatro días.» 
 40 Jesús le dice: 
 - «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?» 
 41 Entonces quitaron la losa. 
 Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: 
 - «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; 42 yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.» 43 Y dicho esto, gritó con voz potente: 
 - «Lázaro, ven afuera.» 
 44 El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. 
 Jesús les dijo: - «Desatadlo y dejadlo andar.» 
 45 Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. COMENTARIO Victoria de la vida sobre la muerte (11, 1-57). 
 En el desarrollo de esta sección encontramos el mismo esquema: un milagro, la resurrección de Lázaro, seguido de un discurso. En esta ocasión ofrecen la modalidad de estar entremezclados, es decir, no se narra primero el hecho de forma segura hasta terminarlo y después el discurso, sino que aparecen fusionados, como efecto de la dramatización de la escena. El tema lo expone Jesús mismo: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y el que viva y tenga esa fe en mí, no morirá para siempre (Jn 11, 25-26). 
 Estamos, sin duda alguna, ante el signo más importante. Se nota fácilmente un crescendo que va desde el primero hasta el último. En éste alcanzan los signos su cota más elevada. El primero tiene como base los elementos materiales, el agua y el vino (Jn 2, 1-11); acentúa el segundo la curación a distancia (Jn 4, 46-54); insiste el tercero en la infusión de una nueva vida en un organismo paralizado (Jn 5, 1ss); viene a continuación la saturación del hambre profunda del hombre por aquel que se presenta como el "yo soy" (Jn 6); se pone en escena la iluminación de la existencia humana (Jn 9, 1ss) para llegar a la proclamación de la victoria de la vida sobre la muerte (Jn 11, 1ss). A modo de confirmación de esta idea puede aducirse el pensamiento del Apóstol: el último enemigo en ser vencido será la muerte (1 Cor 15,26). 
 11, 1-16 Séptimo signo: victoria sobre la muerte. En la presente historia saltan inmediatamente a la vista los dos niveles distintos en que se mueven los protagonistas de la misma. En el primero de ellos, representado por las hermanas de Lázaro y los discípulos de Jesús, todo se mide con el baremo natural: la enfermedad del hermano y del amigo, el sueño, el peligro de volver a Judea, la decisión de subir a morir con él. Pero existe otro baremo distinto para medir las cosas y los acontecimientos. Es el manifestado por Jesús: la enfermedad y la muerte no tienen la última palabra. Ambas son superadas por el autor de la vida, que es capaz de "curar" al enfermo y de "despertar" al dormido. El peligro de volver a Judea no es grave si se camina durante el día (Jn 11, 9-10; 9,4), es decir, el caminar en la luz o en las tinieblas expresa la misión de Jesús, la obra que él tenía que realizar en la "hora" designada por el Padre. Mientras no llegue ese momento, antes de que Jesús haya realizado su obra, sus enemigos no podrán nada contra él, porque no ha llegado su hora. 
 Jesús habla del sueño de Lázaro refiriéndose a su muerte (Jn 11, 11). Los discípulos no comprenden. El evangelista utiliza este recurso de la incomprensión para tener la oportunidad de presentar la escena en todo su significado. El sueño es un eufemisno que indica la muerte. Era una imagen frecuente. Cuando un enfermo recupera el sueño de forma natural es signo de mejoría. Así lo entienden los discípulos en el caso de Lázaro: Señor, si se ha dormido, es señal de que se recuperará (Jn 11, 12). Jesús se mueve en otro nivel: si el sueño es imagen de la muerte, el despertar al que estaba dormido significa ofrecerle la salud y la vida. Jesús interpreta el milagro como lo que es, como un signo, que debe servir para la manifestación de la gloria de Dios o para la glorificación del Padre y del Hijo (Jn 11, 4). La glorificación es el reconocimiento de la acción de Dios a través de su Hijo. Y en este signo se dan ambas cosas: la manifestación de Dios en acción y la reacción del hombre aceptándolo en la fe (Jn 11, 46). El evangelista pretende acentuar la presencia y autoridad de Dios hechas realidad concreta en Jesús. Él es el enviado del Padre y, por tanto, el principio esencial de referencia para la realización del juicio de Dios. Este será positivo para quien le acepte en la fe y negativo para quien lo rechace. El enfrentamiento de Jesús con la muerte de Lázaro es una anticipación de su propio enfrentamiento con la cruz que le espera. De ahí que el evangelista relacione estrechamente la resurrección de Lázaro con la reunión del sanedrín, que decide eliminar a aquel perturbador del orden establecido (Jn 11, 45-54). 
 11, 17-27 Encuentro con Marta y María. En este relato es Jesús mismo quien se manifiesta claramente diciendo: Yo soy la resurrección y la vida (Jn 11, 25). La palabra "resurrección" evoca la esperanza judía según la cual el "último día", una vez consumado el mundo presente, Dios devolvería a la vida a aquellos que hubiesen observado la ley. Dios recompensaría a sus fieles, dándoles todos aquellos bienes de los que no habían podido disfrutar en esta vida. La recompensa era imaginada como una vida corregida, mejorada y aumentada, en un sentido excesivamente material. 
 La resurrección, también en la mente de Jesús, se halla asociada a la vida: la resurrección y la vida, como dice el texto. La diferencia está en que dicha resurrección es la vida; resurrección y vida son términos intercambiables; se trata de la resurrección que es la vida, o de la vida que es resurrección. Tanto es así que la expresión y la vida la omiten algunos manuscritos griegos, latinos y siriacos. Basta el Yo soy la resurrección para que todo el mundo entendiese que Jesús estaba hablando de la vida. Y no es la vida presente, corregida, mejorada y aumentada. Es la vida misma de Dios, participada en la medida en que un ser humano tiene capacidad para hacerlo. 


La intervención de Cristo en el terreno de la vida es la anticipación del último día. El juicio y la vida que, según la escatología tradicional, tendrían lugar al fin de los tiempos (Jn 11, 24), se convierten en realidades presentes en Jesucristo (Jn 11, 25). El creyente entra en la posesión de la vida, en la plenificación vital que Dios autor de la vida, regala a los creyentes, en el momento de aceptar la fe en su enviado, y la consumación de la misma a partir del instante de su muerte. Esta es la alternativa joánica a la concepción tradicional que hacía esperar dicha consumación hasta el fin de los tiempos "cuando resuciten estos despojos o restos mortales que ahora enterramos", según una fórmula inadmisible de la liturgia funeraria. Juan desconoce ese tiempo intermedio. Los textos que lo presuponen (Jn 5,28-29; 6,39.40.44.54; 12,48) son de tipo redaccional. Fueron añadidos para, de alguna manera, establecer una cierta armonía con la escatología futurista tradicional. 
 La narración de la resurrección de Lázaro es un maravilloso cuadro plástico que ilumina lo que ya había sido dicho sobre lo que es Jesús (Jn 5, 21). La resurrección y la vida expresan el sentido último de la misión de Jesús: comunicar plenamente a los hombres la vida (Jn 10, 10). Quien la acepta, quien acoge su palabra, quien cree en el que le envió ha pasado de la muerte a la vida (Jn 5, 24); la gracia de la vida absorbe al rigor del juicio; el don de Dios, inseparable de él mismo, llega a ser posesión definitiva del hombre. Comentario al Nuevo Testamento Felipe Fernández Ramos Casa de la Biblia 3.- RESUENA LA PALABRA Que un sepulcro se abra me impresiona, que alguien como Jesús afirme: "Yo soy la resurrección y la vida", me interroga, pero que se ponga ante la hondura cerrada y vendada de mi existencia y me grite: ¡N., sal fuera! me descoloca definitivamente. Esa es la "resurrección de Lázaro" una llamada a la vida hecha por Jesús a cada uno de nosotros; un grito personal de "amigo" que quiere que todos vivan, porque es el Dios de vivos y no de muertos: la resurrección. "Cuando abra vuestros sepulcros... sabréis que yo soy el Señor" (1ª Lectura Ez 37, 12-14). Si no aceptamos salir del sepulcro, nunca sabremos que Él es el Señor. Somos creyentes porque decidimos salir...; decidimos dialogar más allá de los hechos aparentes; nos dejamos desatar por la comunidad; nos ponemos en marcha hacia la vida por encima de todas las dificultades, limitaciones y muertes de la existencia. ¿Has escuchado el grito de Jesús en la puerta sellada de tu existencia?
Hemos de crecer en hondura pero sin dejar de escuchar la llamada de Jesús a la vida que llega de fuera. Tanto en el caso de una tumba vacía en Betania, como el de otra que se abre para siempre y acoge el cuerpo de un ser querido, el verdadero problema son "los supervivientes". ¿Qué sentido tiene lo que finaliza en esa vida? ¿Qué sentido damos a nuestros sentimientos nuevos? ¿Qué sentido nuevo le doy a mi vida ahora que Dios se me hace familiar e íntimo?

MEDITACIÓN, ORACIÓN DE QUIETUD Mantras " Yo soy la resurrección " " Yo soy la vida " " ¡Sal fuera! ¡Ven fuera! " " Verás la gloria de Dios " PARA LA REFLEXIÓN Y VIVENCIA ¿Dónde vemos hoy la cultura de la muerte? ¿Quiénes defienden la vida: dentro y fuera de la Iglesia? ¿Qué significa: calidad de vida? ¿En qué acciones, opciones y pensamientos detectas en ti la cultura de la muerte y de la vida? ¿Estás en un proceso de vida, de resurrección y de comunicación vital con tu comunidad?

4.- PARA EL DIÁLOGO Y LA EXPERIENCIA ¿Qué hechos, palabras y actitudes nos hacen vivir en la comunidad? ¿Qué signos son los que nos ayudan a "optimizar" la existencia? ¿Qué signos de muerte detectamos en nosotros? ¿Cómo los erradicamos? ¿Ponemos medios eficaces contra ellos? Aprende la lección de San Francisco de Asís: Aprended de la luz, de la noche, de la tierra... Todo es hermoso, incluso el dolor y la muerte corporal. Finalizamos con la oración de San Francisco. ¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz! Que allí donde haya odio, ponga yo amor; donde haya ofensa, ponga yo perdón; donde haya discordia, ponga yo unión; donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda, ponga yo fe; donde haya desesperación, ponga yo esperanza; donde haya tinieblas, ponga yo luz; donde haya tristeza, ponga yo alegría. ¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto ser consolado como consolar; ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar. Porque dando es como se recibe; olvidando, como se encuentra; perdonando, como se es perdonado; muriendo, como se resucita a la vida eterna.

La persona es digna y es perdonada Lunes 7 de Abril de 2014 Juan 8, 1-11 El que esté sin pecado qué le tire la primera piedra Oración breve: Señor haz de mi un instrumento digno, que sepa distingue entre lo bueno y lo malo. Que me acerque con gozo a tu amor, sabiendo que tú me amas, y perdonas guiaré mis proyectos a tu infinita voluntad. Espíritu creador mantén en mi corazón la luz de la sabiduría para elegir lo que debo hacer en mi vida terrenal. a. Lectura: Juan 8, 1-11 1 Jesús se fue al monte de los Olivos. 2Por la mañana temprano regresó al templo y toda la gente se reunió alrededor de él. Jesús se sentó y les enseñaba. 3En esto, los maestros de la ley y los fariseos se presentaron con una mujer que había sido sorprendida en adulterio. La pusieron en medio de todos 4y preguntaron a Jesús: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida cometiendo adulterio. 5En la ley de Moisés se manda que tales mujeres deben morir apedreadas. ¿Tú que dices? 6La pregunta iba con mala intención, pues querían encontrar un motivo para acusarlo. Jesús se agachó y se puso a escribir con el dedo en la tierra. 7Como ellos insistían en preguntarle, Jesús se levantó y les dijo: Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra.8Después se agachó de nuevo y siguió escribiendo en la tierra. 9Al oír esto se fueron uno tras otro, comenzando por los más viejos, y dejaron solo a Jesús con la mujer, que continuaba allí frente a él. 10Jesús se levantó y le preguntó: ¿Dónde están? ¿Ninguno de ellos se atrevió a condenarte? 11 Ella le contestó: Ninguno, Señor. Entonces Jesús añadió: Tampoco yo te condeno. Puedes irte, pero no vuelvas a pecar. Palabra del Señor. Gloria a ti Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura Este pasaje rompe el desarrollo de Jn 7-8; y no encaja con el contenido del evangelio de Juan; además falta en la mayor parte de los manuscritos antiguos, y en algunos de ellos aparece en el evangelio de Lucas, que sería un lugar más adecuado (por eso aparece entre   en el texto). Se trata pues, de un texto que originalmente no perteneció a este evangelio, pero que si perteneció a la antigua tradición evangélica. Su enseñanza es clara: prohíbe emitir juicios condenatorios sobre los demás, ya que el que así juzga es también culpable. No en vano Jesús vino para salvar a los pecadores, y no para condenarlos. MEDITACION Jesús se fue al monte de los Olivos Ante la necesidad de permanecer a la misión que Jesús tenía. La oración era clave para seguir en pie a esta misión. Se retira Jesús solo, a orar, pues ante el silencio se encuentra con el Padre. Por la mañana temprano regresó al templo y toda la gente se reunió alrededor de él. Jesús se sentó y les enseñaba. Para los judíos el templo era el signo más sagrado que podía imperar ante su misma ley. El templo como signo de purificación. Jesús al haber orado, va a enseñar en el templo, para que verdaderamente lo que se dice en el templo sea motivo para los judíos, de suma importancia. En esto, los maestros de la ley y los fariseos se presentaron con una mujer que había sido sorprendida en adulterio. La pusieron en medio de todos. La mujer fue llevada, suponemos que al templo donde estaba Jesús, pero la cuestión sería, entonces los maestros de la ley y los fariseos reconocían ya a Jesús como el mesías. Y preguntaron a Jesús: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida cometiendo adulterio. Ante la acusación a esa mujer, Jesús tenía que convencer a los que la acusaban que su ley ponía en claro casi hasta la muerte de esa mujer; sin embargo lo que Jesús transmitía era el perdón. En la ley de Moisés se manda que tales mujeres deban morir apedreadas. ¿Tú que dices?

Considerar a Jesús como un juez, es reconocerlo verdaderamente como el mesías, Jesús interpretaba que ellos querían deshacerse de esa mujer por pecadora, pero lo que no sabían es que Jesús está en contra de su misma Ley, pues no demuestra amor y perdón. La pregunta iba con mala intención, pues querían encontrar un motivo para acusarlo. Jesús se agachó y se puso a escribir con el dedo en la tierra. No creían en Jesús, aun completamente. Jesús sabía lo que le querían ocasionar. Sin duda que Jesús pone por escrito su consentimiento, claro con seguridad y sin retractarse de ello. Como ellos insistían en preguntarle, Jesús se levantó y les dijo: Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra. El pecado de la mujer era adulterio, pero ellos acusaban lo que veían, mas no acusaban lo que ellos hacían. Después se agachó de nuevo y siguió escribiendo en la tierra. Ante la pregunta anterior, quedaron desconcertados. No tuvieron el valor de hacerlo. Jesús al verlos siguió mostrando que no tenía miedo ante su cuestionamiento. Al oír esto se fueron uno tras otro, comenzando por los más viejos, y dejaron solo a Jesús con la mujer, que continuaba allí frente a él. Se pensaba que los más viejos, por ser los que ya habían vivido y tenían experiencia eran los que tenían la mayor razón. Esto hace pensar que no todos la acusaban sino que todos se dejaron manipular para acusarla. Jesús se levantó y le preguntó: ¿Dónde están? ¿Ninguno de ellos se atrevió a condenarte? Jesús ante la mirada puesta en el suelo, hizo en claro el signo de reconciliación, de humillación. Demostrando que la vida no consiste en quitarla de manera que se prefiera, sino que se reconozca a aquel que la da y a aquel que la quita. Ella le contestó: Ninguno, Señor. Entonces Jesús añadió: Tampoco yo te condeno. Puedes irte, pero no vuelvas a pecar. Jesús advierte que no vuelva a ser lo mismo, que tras su arrepentimiento, esta mujer ya está reconociendo al mesías, al enviado del Padre, que derrama misericordia. Levántate signo de mirar a Jesús frente a frente. El suelo signo de abajamiento. ORACION Te bendecimos, Padre, porque en Jesús de Nazaret denunciaste la hipocresía que nos corroe por dentro. ¡Pobre mujer adúltera! Todos la señalaban con el dedo, pero Tú Jesús la perdonaste y le devolviste su dignidad. Ante ti Señor somos pecadores e imperfectos. Ayúdanos a reconocerlo pues es nuestra salvación. CONTEMPLACION Dios es el Señor soberano de su designio. Pero para su realización se sirve también del concurso de las criaturas. Esto no es un signo de debilidad, sino de la grandeza y bondad de Dios todopoderoso. Porque Dios no da solamente a sus criaturas la existencia, les da también la dignidad de actuar por sí mismas, de ser causas y principios unas de otras y de cooperar así a la realización de su designio. (CATIC 306) Dios no disminuye la dignidad de la persona sino que realza. Sin el creador la criatura se diluye, la persona sin Dios no es nada. (CATIC 308) COMPROMISO Saber entregarnos a los demás, es demostrar constantemente la misma dignidad de toda persona. Valorando a los demás, hará de nuestras sociedades, gente con verdadera dignidad, capaces de responder a la entrega de Cristo mediante la cruz, pues es el signo indeleble de salvarnos. Amar a nuestro prójimo, reconociendo en él la autenticidad de la persona seremos totalmente verdaderos cristianos según el mandato de Dios.

Cristo, Luz, Vida y Salvació n Martes 8 de Abril de 2014 Juan 8, 21-30 Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy Oración breve: Espíritu de amor, infunde en mi corazón el deseo ardiente de seguir a Cristo que la Luz, la Vida y la Salvación. Que tu rayo de claridad disipe mis tinieblas, que me conduzca siempre al amor del Padre y a la salvación del Hijo. a. Lectura: Juan 8, 21-30 21 De nuevo les dijo Jesús: Yo me voy. Me buscarán, pero morirán en su pecado. Ustedes no pueden venir a donde yo voy. 22Los judíos comentaban entre sí: ¿Pensará en suicidarse y por eso dice: “Ustedes no pueden venir a donde yo voy”? 23Entonces Jesús declaró: Ustedes proceden de abajo; yo, en cambio, vengo de arriba. Ustedes pertenecen a este mundo; yo no. 24Por eso les dije que morirían e sus pecados. Porque si no creen que yo soy, morirán en sus pecados. 25Entonces ellos le preguntaron: Pero, ¿quién eres tú? Jesús le respondió: Precisamente es lo que les estoy diciendo desde el principio. 26Tengo muchas cosas que decir y condenar de ustedes. Pero lo que yo digo al mundo es lo que oí al que me envío y él dice la verdad. 27Ellos, sin embargo, no cayeron en la cuenta que les estaba hablando del Padre. 28Por eso Jesús añadió: Cuando levanten en alto al Hijo del hombre, entonces reconocerán que yo soy. Yo no hago nada por mi propia cuenta; solamente enseño lo que aprendí del Padre. 29 El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada. 30Al oírle hablar así, muchos creyeron en él. Palabra del Señor. Gloria a ti Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura A Jesús no se le puede juzgar aplicando criterios humanos, porque él es de arriba. El único juicio adecuado es el que puede hacerse desde el acontecimiento pascual. Esta escena está basada bajo el doble signo del “yo me voy” y “yo soy”. El primero se refiere a la pasión y glorificación, y está orientado hacia lo segundo: la presentación de la identidad divina de Jesús; el momento urge, ante Jesús se debe tomar partido: quien lo acepta tiene vida, y quien lo rechaza se auto excluye de ella, ya está juzgado. MEDITACIÓN De nuevo les dijo Jesús: Yo me voy. Me buscarán, pero morirán en su pecado. Ustedes no pueden venir a donde yo voy. En un clima difícil prosigue el enfrentamiento de de Cristo con los judíos, en especial con los fariseos. Se acerca la hora de Jesús. Quien poco a poco se va desvelando su origen y condición divina. Jesús es la luz del mundo y quien rechace esa luz, muere en el pecado, y el pecado consiste en no creer en Jesús. Los judíos comentaban entre sí: ¿Pensará en suicidarse y por eso dice: “Ustedes no pueden venir a donde yo voy”? Esta confusión de los judíos, hace de ellos una confrontación de dudas, cuestionamientos, exageraciones y sobretodo manifestaran ante Jesús una amenaza para atacarlo o ponerlo en prueba. Entonces Jesús declaró: Ustedes proceden de abajo; yo, en cambio, vengo de arriba. Ustedes pertenecen a este mundo; yo no. Jesús hace nuevamente la invitación de creer en él. Y no solo eso, sino en considerar la autenticidad de su palabra, ejemplo y obras. Pues el pecado es el que demuestra inseguridad ante los hechos de la vida misma. Por eso les dije que morirían en sus pecados. Porque si no creen que yo soy, morirán en sus pecados. Jesús, ya se había manifestado como luz y vida. Esa insistencia en reconocerlo, creer y seguirlo, es de manera más inmediata. No cuestiona Jesús en su credibilidad sino ordena que se crea en él, que renuncien a su pecado, el pecado de ceguera en su Señor. Entonces ellos le preguntaron: Pero, ¿quién eres tú? Jesús le respondió: Precisamente es lo que les estoy diciendo desde el principio. Se refería Jesús, en el momento en el que el Hijo de Dios, será levantado ante todos en signo de soberano de todas las naciones. En verdadero Hijo, en entrega a su condición divina.

Tengo muchas cosas que decir y condenar de ustedes. Pero lo que yo digo al mundo es lo que oí al que me envío y él dice la verdad. Si era el momento de volver la mirada a la verdad, a la creencia, Jesús insistió pero no obligó. Precisamente la preocupación de Jesús era que se llegara al culmen de todo y ellos siguieran no creyendo en él. Pues en Cristo esta la vida, la salvación y la luz para ver. Ellos, sin embargo, no cayeron en la cuenta que les estaba hablando del Padre. Ante su ignorancia los judíos estaban sordos ante la voz de Cristo. Sin duda que Jesús demostraba su seguridad ante las diversas cuestiones de los mismos judíos, pero ellos no querían entender de ninguna manera que Jesús era el mesías. Por eso Jesús añadió: Cuando levanten en alto al Hijo del hombre, entonces reconocerán que yo soy. Yo no hago nada por mi propia cuenta; solamente enseño lo que aprendí del Padre. Cuando Jesús exponía quien era él, creyeron solo algunos y esos son los que buscaban la verdad y hallaron la vida mediante la fe en Cristo. Otros aún están ciegos, los hombres deben de decidirse. Por él o en contra de él. Nos invita Jesús a una conversión antes de que sea tarde. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada. Rechazar a Cristo, que es la vida, la luz y la salvación, supone optar por la muerte, las tinieblas y la ruina eterna. Así mismo muchos están en contra de la cruz de Cristo. La rechazan y no aceptan su misión. Al oírle hablar así, muchos creyeron en él. Los que creyeron verdaderamente en Cristo, volvieron su pecado en misericordia derramada por el Padre mediante su hijo. Ellos miraran la luz de la vida y la verdad del amor del Padre. ORACIÓN Mediante tu luz esplendorosa, tu palabra verdadera, y tu salvación, Señor condúceme por la senda correcta, inspira en mi alma la gracia de seguirte, de comprender que tú eres esa luz de mis ojos, esa palabra de mi corazón y razón y esa salvación de mi espíritu. Guía mis pasos por el camino correcto y haz de mí una entrega total a tu servicio. CONTEMPLACIÓN Los cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el Pueblo de Dios y participan de las funciones de Cristo: sacerdote y rey. Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo. Son hombres de la Iglesia en el corazón del mundo, y hombres del mundo en el corazón de la Iglesia. (DA 209) Los bautizados son los hijos de la luz. (DA 1243) COMPROMISO Cristo luz del mundo, hace en nosotros los cristianos una resonancia importante en nuestra misión. Debemos estar ligados completamente al servicio del Reino, Cristo nos dejó como encargo, dar el mensaje a aquellos que no creyeron. Nos mueve a ver no solo en la vida de los demás sino en la propia, el camino que debemos seguir y no modificar en absoluto el compromiso que tenemos como bautizados en Cristo y su Iglesia.

La verdad hará libres a los esclavos Miércoles 9 de Abril de 2014 Juan 8, 31-42 Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres Oración breve: Espíritu Santo, derrama sobre mi tus siete dones, que mediante ellos se guiado hacia la verdad eterna. Mantén mi corazón en el temor de lo que vendrá y sé tú mismo el que lleve a término lo que yo emprenda. a. Lectura: Juan 8, 31-42 Dirigiéndose a los judíos que habían creído en él, dijo Jesús: Si permanecen fieles a mi palabra, ustedes serán verdaderamente mis discípulos; 32así conocerán la verdad y la verdad los hará libres. 33Ellos le respondieron: Nosotros somos descendientes de Abrahán; nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Qué significa eso de que seremos libres? 34Jesús les contestó: Yo les aseguro que todo el que comete pecado es esclavo del pecado. 35Pero el esclavo no permanece para siempre en la casa, mientras que el hijo sí. 36Por eso, si el Hijo les da la libertad, serán verdaderamente libres. 37Ya sé que son descendientes de Abrahán. Sin embargo, quieren matarme, porque no aceptan mi enseñanza. 38Yo hablo de lo que he visto hacer a mi Padre; sus acciones, en cambio, ponen de manifiesto lo que han oído a su padre. 39Ellos le dijeron: Nuestro padre es Abrahán. Jesús contestó: Si fueran de verdad hijos de Abrahán, harían lo que él hizo. 40Ustedes quieren matarme a mí, que les he dicho la verdad que aprendí de Dios mismo. Abrahán no hizo nada semejante. 41Ustedes hacen las obras de su padre. Ellos le contestaron: Nosotros no somos hijos ilegítimos. Dios es nuestro único padre. 42Entonces Jesús les dijo: Si Dios fuera el Padre de ustedes, me amarían porque yo salí de Dios y he venido de parte suya. No he venido por mi propia cuenta, sino que Dios me envió. Palabra del Señor. Gloria a ti Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) 31

b. Indicaciones para la lectura Ahora la discusión tiene lugar entre Jesús y los judíos que habían creído en él. Es necesaria una fe inicial, entusiasmada, que acepta a Jesús como Mesías. Quienes reconozcan a Jesús como el verdadero mesías será un auténtico discípulo. Los que verdaderamente creen en Jesús deben de permanecer en él, debemos ser libres y no esclavos en lo que creemos, somos y expresamos. MEDITACION Dirigiéndose a los judíos que habían creído en él, dijo Jesús: Si permanecen fieles a mi palabra, ustedes serán verdaderamente mis discípulos; Jesús retoma un tema principal, la libertad, que tiene que tener toda persona, pues sin ella no podría existir ni fe ni verdad. La fe debe permanecer por siempre, sin ella no existiría nada. Ciertamente la libertad abrirá las puertas a la fe y la fe a la verdad. Así conocerán la verdad y la verdad los hará libres. Mediante la verdad será que se conocerá todo lo que el Padre quiere expresarnos. La verdad es la que pone en génesis a la libertad. Y la libertad evita la esclavitud, derribando a la mentira. Ellos le respondieron: Nosotros somos descendientes de Abrahán; nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Qué significa eso de que seremos libres? Para ser libres no solo se debe ser del linaje de Abrahán cometió pecado, al tener dos hijos con mujeres diferentes. Pues el que comete pecado es esclavo. Ser libres no es para estancarse a punto de putrefacción sino es estar quietos ante la fe y no desequilibrar la verdad y libertad que el mismo Hijo del Padre nos ha enviado. Jesús les contestó: Yo les aseguro que todo el que comete pecado es esclavo del pecado. El pecado hace de las personas, una marca, en su misma vida y no solo eso obscurece la claridad con la que se debe tener mediante la verdad. El pecado es la herida profunda del alma que nos estanca y no nos deja mover. Pero el esclavo no permanece para siempre en la casa, mientras que el hijo sí. Quien permanece sin desfallecer no morirá, sino que será salvado. Es Jesús quien mueve nuestros corazones para arrepentirnos y volver hacia él, mediante la curación de nuestros pecados.

Por eso, si el Hijo les da la libertad, serán verdaderamente libres. Si el Hijo de Dios, es el que da la libertad, él mismo es el que otorgará la verdad, siguiendo la verdad estará la vida plena, a la que todos los cristianos debemos aspirar. Ya sé que son descendientes de Abrahán. Sin embargo, quieren matarme, porque no aceptan mi enseñanza. No se cansa Jesús de repetirlo, pone en juego su misma vida. Y por ello hace que resuene su voz. Hace que los descendientes de Abrahán pongan su confianza en él, aunque ellos mismos se deshagan de Jesús. Yo hablo de lo que he visto hacer a mi Padre; sus acciones, en cambio, ponen de manifiesto lo que han oído a su padre. Al seguir a Cristo, seguimos al Padre que es verdad, libertad y vida. Además en el camino que recorremos a diario, se nos muestran seguidores que quieren parecerse al Hijo del hombre. Es en realidad la autenticidad de Jesús que bloqueará en su totalidad la exaltación de falsos testimonios. Ellos le dijeron: Nuestro padre es Abrahán. Jesús contestó: Si fueran de verdad hijos de Abrahán, harían lo que él hizo. Si seguimos entorno a alguien, reconoceríamos en Jesús nuestra creencia, y haríamos lo que Jesús hizo. Ustedes quieren matarme a mí, que les he dicho la verdad que aprendí de Dios mismo. Abrahán no hizo nada semejante. Si en verdad Cristo es la fuente viva de la verdad y no hay más que él, el testigo perenne de la entrega total por nosotros. Seguimos a Cristo o seguimos nuestra ignorancia. Ustedes hacen las obras de su padre. Ellos le contestaron: Nosotros no somos hijos ilegítimos. Dios es nuestro único padre. Si Dios es el Padre, el Padre es el que confía además en su hijo. Pero no escuchaban que el Hijo del hombre sería asesinado por los hombres. Entonces Jesús les dijo: Si Dios fuera el Padre de ustedes, me amarían porque yo salí de Dios y he venido de parte suya. No he venido por mi propia cuenta, sino que Dios me envió. Jesús reafirma, asegura y pronuncia con autoridad de Hijo de Dios. Que la verdad, el camino y la vida debe ser reconocida, porque el Padre en verdad lo ha enviado, para que se cumpla lo que estaba escrito. ORACION Jesús que guía con seguridad a su pueblo, permite que nosotros los que creemos en ti, sepamos mantenernos, confiar en tu palabra, admirar tus acciones en nuestras vidas y no solo eso, dejar el pecado para poder salir de la esclavitud que nos somete. CONTEMPLACION La fe en Él introduce a los discípulos en el conocimiento del Padre porque Jesus es el Camino, la Verdad y la Vida. La fe da su fruto en el amor. (CATIC 2614)´ Él es la Verdad, porque Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna. Él es el amor. Como lo enseña el apóstol Juan. (CATIC 214) COMPROMISO Cristo como Verdad transmite a nosotros el ser verdaderos y auténticos seguidores de él, pero de una manera correcta. Jesus es el que guía nuestras vidas. Reconociéndolo sabremos que la libertad está en nuestras manos solo debemos creer y ver a Jesus en nuestras vidas y en la de los demás.

Fe y obras que dan vida eterna: Jueves 10 de Abril de 2014 Jn 8, 51-59 51 Yo les aseguro que el que pone en práctica mi palabra, no morirá nunca. 52Al oír esto, los judíos dijeron: -Ahora nos convencemos plenamente de que estás endemoniado. Tanto Abrahán como los profetas murieron, y ahora tú dices: El que pone en práctica mi palabra no experimentará la muerte para siempre, 53¿Acaso eres tú más importante que nuestro padre Abrahán? Tanto él como los profetas murieron, ¿por quién te tienes? 54Jesús Respondió: -Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría; es mi Padre quien me glorifica, el mismo del que ustedes dicen: “Es nuestro Dios”. 55En realidad no lo conocen; yo, en cambio, sí lo conozco. Y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero yo lo conozco de veras y pongo en práctica sus palabras. 56Abrahán su padre, se alegró sólo con el pensamiento de que iba a ver mi día; lo vio y se llenó de alegría. 57¿De modo que tú, que aún no tienes cincuenta años, has visto a Abrahán? 58Jesús les respondió: Les aseguro que antes de que Abrahán naciera, yo soy. 59Entonces, los judíos tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo. Oración: Jesús: hoy quiero escuchar tu voz pero me falta silencio a mi alrededor. Enséñame a estar callado y escuchar atento tu voz. Que tu Palabra ilumine mi vida, que tu Palabra me comprometa y me haga vivir en tu presencia. Amén Indicaciones para la lectura: Los cristianos a los que se dirige el Evangelio de Juan, están en una situación difícil y compleja. Los cristianos son perseguidos por los judíos; pero no son ya los maestros de la ley del tiempo de Jesús, sino son judíos del año 70 d.C. que ha impuesto la tradición farisaica como la única verdadera, rechazando la interpretación de la ley que hacían otros judíos. Es por eso que el escritor sagrado en el evangelio de hoy nos muestra a Abraham padre de los judíos como patriarca que intuyó la venida de Jesús para el total cumplimiento de la promesa que Dios le hizo. Meditación: “Yo les aseguro que el que pone en práctica mi palabra, no morirá nunca.” Esta perícopa es tan sólo un fragmento del diálogo que Jesús tiene en el templo; Jesús habla de que su Palabra da vida eterna, una vida no física eterna, sino una vida plena en comunión con Él. El poner en práctica las palabras de Jesús implica fe en éstas mismas, virtud que los oyentes no poseían. “ Al oír esto, los judíos dijeron: -Ahora nos convencemos plenamente de que estás endemoniado. Tanto Abrahán como los profetas murieron, y ahora tú dices: El que pone en práctica mi palabra no experimentará la muerte para siempre” Los emisores del mensaje de Jesús reducen su mensaje, siguen entendiendo la vida eterna como un vivir en el mundo indefinidamente, ponen de ejemplo al patriarca Abraham y todos los profetas que murieron, comparan, si nuestros profetas murieron, cómo es que tú nos prometes vida eterna, y lo juzgan de endemoniado. Y no logran comprender que la vida eterna que Jesús les anuncia es diferente. “¿Acaso eres tú más importante que nuestro padre Abrahán? Tanto él como los profetas murieron, ¿por quién te tienes?” Los judíos le reclaman a Jesús el sentirse más que su Padre Abraham, los profetas también murieron. La muerte es un hecho que acontece a todos los seres vivos por igual, hasta los mismísimos profetas, cómo es que Jesús les ofrece nunca morir, es inconcebible. Tal es el atrevimiento de Jesús que le preguntan quién se cree para afirmar esto. “Jesús Respondió: -Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría; es mi Padre quien me glorifica, el mismo del que ustedes dicen: “Es nuestro Dios”. Jesús muestra una vez más su conexión con el Padre, su plena filiación divina, Jesús y el Padre son uno, Jesús hace milagros pero los hace en y por el Padre. El Padre de Jesús no es otro, sino el mismo que los judíos tienen como Dios, es una auto manifestación de Jesús como Hijo de Dios y de Jesús como hacedor de los proyectos del Padre. “En realidad no lo conocen; yo, en cambio, sí lo conozco. Y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero yo lo conozco de veras y pongo en práctica sus palabras”. Solamente quien conoce a Dios hace las cosas de Dios, es una plena invitación a conocer a Jesús y a través de Él al Padre. Porque Jesús conoce al Padre pone en prácticas sus palabras. Y nosotros ¿qué tanto conocemos a Jesús para poner en práctica sus palabras? Tanto se nos ha hablado de Jesús que se nos ha hecho “costumbre” escuchar sus mandatos… es diferente simplemente escuchar que conocer… conocer a Jesús implica fe, y constancia en irlo conociendo día con día.

“Abrahán su padre, se alegró sólo con el pensamiento de que iba a ver mi día; lo vio y se llenó de alegría”. El mismo padre de los judíos se alegró con la esperanza del mesías, Abraham que en él es depositada la promesa de que será padre de multitud de pueblos… se alegra ante la promesa del mesías, del Hijo que redime al mundo, no es ya la fe de Abraham sacrificando a su único hijo Isaac la que traerá la salvación, sino, es el mismo Hijo de Dios que se inmola para dar la salvación al mundo entero. “¿De modo que tú, que aún no tienes cincuenta años, has visto a Abrahán?” Los judíos siguen testarudos, creen que la vida física de Jesús que es de unos 33 años le permitió ver a Abraham, Jesús les da una buena respuesta. “Jesús les respondió: Les aseguro que antes de que Abrahán naciera, yo soy.” Nuevamente Jesús hace otra auto manifestación, pero ésta con más significado de la misma manera con la que Dios se reveló Moisés en la zarza ardiendo, igualmente Jesús se nombra Yo soy, para demostrar que Él era antes que Abraham y que él Es, sin necesidad de que le participen nada. Todos nosotros participamos de la vida que Dios nos ha dado, no hemos elegido nacer, Dios nos ha regalado el don de la vida. Pero en Jesús mismo como Dios, no ocupa que le den la vida, porque Él es la vida, el existe antes que todo, antes de Abraham. “Entonces, los judíos tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo”. Los judíos entendieron muy bien la auto manifestación de Jesús, es por eso que quisieron apedrearlo, sin embargo, no había llegado su hora. ORACIÓN: Dios de Abraham, Dios de los que creen y esperan, te bendecimos por tu Hijo Jesucristo, el Hijo de la promesa y bendición tuya para todos los pueblos. En Jesús brilla la esperanza de nuestra vida, porque él no dio la victoria definitiva sobre la muerte. Ayúdanos a creer más en Jesús, a conocerlo cada día mejor, y a poner en práctica toda su Palabra, para algún día gozar de su presencia en la vida eterna. Amén CONTEMPLACIÓN: CEC 150 La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado. Compromiso: Pedir el don de la fe y poner en práctica las palabras del maestro. Conocer más a Jesús día con día en las situaciones ordinarias, en las personas que nos rodean, y ahí en nuestra vida cotidiana vivir con fe y con obras de Jesús.

Creed en mis obras Viernes 11 de Abril de 2014 Jn 10, 31-42 31 Los judíos volvieron a tomar piedras para tirárselas. 32Jesús les dijo: -He hecho ante ustedes muchas obras buenas por encargo del Padre. ¿Por cuál de ellas quieren apedrearme? 33Los judíos contestaron: -No es por ninguna obra buena por lo que queremos apedrearte, sino por haber blasfemado. Pues tú, siendo hombre, te haces Dios. 34Jesús les respondió: -No está escrito en su ley: Yo les digo: ustedes son dioses 35Pues si la ley llama dioses a aquellos a quienes fue dirigida la palabra de Dios, y lo que dice la Escritura no puede ponerse en duda, 36entonces, ¿con qué derecho me acusan de blasfemia sólo por haber dicho “yo soy Hijo de Dios”, a mí, a quien el Padre consagró y envió al mundo? 37Si yo no realizo obras iguales a las de mi Padre, no me crean, 38pero si las realizo, acepten el testimonio de las mismas, aunque no quieran creer en mí. De este modo reconocerán que el Padre está en mí y yo en el Padre. 39Así pues, intentaron de nuevo detener a Jesús, pero él se les escapó de entre las manos. 40Jesús se fue de nuevo a la otra orilla del Jordán, al lugar donde anteriormente había estado bautizando Juan, y se quedó allí. 41Acudía a él mucha gente, que decía: -es cierto que Juan no hizo ningún signo, pero todo lo que dijo acerca de éste era verdad. 42Y en aquella región muchos creyeron en él. Oración: Espíritu Santo, que llenas de fuego el corazón de los que buscan a Jesús. Tú que iluminas la mente de los pobres que escuchan la Palabra, buscando la voluntad del Padre. Reafirma en nuestros corazones la certeza del amor del Padre, la seguridad de ser hijos tuyos. Confírmanos en tu luz y en tu amor, infunde en nosotros tu aliento. Que nuestros corazones rebosen de la Buena Nueva para que nuestros labios la han resonar hasta los confines de la tierra. Amén Indicaciones para la lectura: La perícopa del día de hoy se encuentra dentro de los siete milagros que toma Juan para manifestar que Jesús es el Hijo de Dios. El pasaje de hoy se encuentra después de que Jesús se proclamara como el Buen Pastor, la Puerta de las ovejas. Ante la malintencionada pregunta sobre su condición de Mesías, Jesús no contesta directamente sino que remite su testimonio a sus obras. MEDITACIÓN: “Los judíos volvieron a tomar piedras para tirárselas. Jesús les dijo: -He hecho ante ustedes muchas obras buenas por encargo del Padre. ¿por cuál de ellas quieren apedrearme?” Jesús versículos antes se proclama como uno junto con el Padre, ante lo cual los judíos se disponen a apedrearlo por la supuesta blasfemia. Pero Jesús se remite a sus obras, ante toda la bondad y sanación que Jesús ha hecho en se recorrido de proclamación de la Buena Nueva, estas obras son hechas por encargo del Padre. Jesús pues hace una desviación a la pregunta citando todas sus buenas obras y milagros. “Los judíos contestaron: -No es por ninguna obra buena por lo que queremos apedrearte, sino por haber blasfemado. Pues tú, siendo hombre, te haces Dios”. Los judíos siguen en su incredulidad de reconocer a Jesús como Hijo de Dios, si no es por su Palabra por lo menos por sus obras Jesús los invita a creer. De la misma manera nosotros podemos cuestionar ahora a muchos ministros y proclamadores de Jesús como anti-testimonios de la Palabra Divina, pero también es necesario remitirnos a las obras de Jesús, a las obras del Espíritu Santo en la Iglesia. “ Jesús les respondió: -No está escrito en su ley: Yo les digo: ustedes son dioses, Pues si la ley llama dioses a aquellos a quienes fue dirigida la palabra de Dios, y lo que dice la Escritura no puede ponerse en duda,” Jesús utiliza la metáfora de los dioses dirigiéndose a los sacerdotes, ya que eran considerados dioses por ser hombres elegidos de la estirpe sacerdotal. “entonces, ¿con qué derecho me acusan de blasfemia sólo por haber dicho “yo soy Hijo de Dios”, a mí, a quien el Padre consagró y envió al mundo? Jesús en sintonía con el versículo anterior, les replica por el hecho de que lo acusan de blasfemia por haber dicho que era Hijo Dios, y no sólo a la manera de los sumos sacerdotes de su tiempo, sino que él en el sentido pleno de la palabra, pues es el mismo Padre, su Padre, el que lo consagra y lo envía al mundo para salvarnos. “Si yo no realizo obras iguales a las de mi Padre, no me crean, pero si las realizo, acepten el testimonio de las mismas, aunque no quieran creer en mí. De este modo reconocerán que el Padre está en mí y yo en el Padre”. Jesús vuelve a remitir a sus obras, si no le creen por medio de su predicación, deben de creer por las numerosas obras buenas que ha hecho, obras iguales de buenas que las de su Padre, pues si Jesús y su Padre son uno y de ahí nuevamente la manifestación de la unidad filial, y Jesús es la bondad, cómo no creer en sus obras que llenan de bien no sólo a los que las reciben sino a todo aquél que por medio de la fe cree en Él.

“Así pues, intentaron de nuevo detener a Jesús, pero él se les escapó de entre las manos”. Una vez más, Jesús escapa de ellos, de hecho el mensaje de Jesús es cada vez más directo y causa mayores controversias, se va anunciando su pasión… más sin embargo, no ha llegado su hora, entonces el evangelista nos muestra que por más que lo intente apedrear o aprehender no pueden, pues la pasión de Jesús es aceptada de manera libre, se entrega para salvarnos. “Jesús se fue de nuevo a la otra orilla del Jordán, al lugar donde anteriormente había estado bautizando Juan, y se quedó allí.. Acudía a él mucha gente, que decía: -es cierto que Juan no hizo ningún signo, pero todo lo que dijo acerca de éste era verdad. Y en aquella región muchos creyeron en él”. Jesús se retira al Jordán, y nuevamente el precursor Juan el Bautista es recordado por la gente de allí, las profecías de Juan se cumplen en Jesús, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo es recordado y mucha gente cree en Jesús. ORACIÓN: Te damos gracias Padre por habernos enviado a tu Hijo para salvarnos. Por las obras de Cristo te reconocemos a ti como Padre y a él como tu imagen, nuestro salvador y nuestro hermano mayor. Haznos capaces de descubrirte y ayúdanos a que tus obras también sean las nuestras y podamos así compartir el mensaje de la salvación a los demás. Amén. CONTEMPLACIÓN: CEC 591 Jesús pidió a las autoridades religiosas de Jerusalén creer en Él en virtud de las obras de su Padre que el realizaba. Pero tal acto de fe debía pasar por una misteriosa muerte a sí mismo para un nuevo nacimiento de lo alto atraído por la gracia divina. Compromiso: Reconocer las bondades de las obras de Cristo a través de su Iglesia, para impulsarlas y así difundir el Reino de Dios a nuestros hermanos más necesitados de él.

Dios escribe derecho en renglones torcidos Sábado 12 de Abril de 2014 Jn 11, 45-57 45 Al ver lo que Jesús había hecho, muchos judíos, que habían ido a visitar a María, creyeron en él. 46Otros, en cambio, fueron a contar a los fariseos lo que Jesús había hecho. 47 Entonces, los jefes de los sacerdotes y los fariseos convocaron una reunión del Consejo de Ancianos. Se decían: -¿Qué hacemos? Este hombre está realizando muchos signos. 48Si dejamos que siga actuando así, toda la gente creerá en él, entonces, las autoridades romanas tendrán que intervenir y destruirán nuestro templo y nuestra nación. 49Uno de ellos, llamado Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: -Están completamente equivocados, 50¿No se dan cuenta que es preferible que muera un solo hombre por el pueblo, a que toda la nación sea destruida? 51 Caifás no hizo esta propuesta por su cuenta, sino que, como desempeñaba el oficio de sumo sacerdote aquel año, anunció bajo la inspiración de Dios que Jesús iba a morir por toda la nación; 52 y no solamente por la nación judía, sino para conseguir la unión de todos los hijos de Dios que estaban dispersos. 53A partir de este momento tomaron la decisión de dar muerte a Jesús. 54Por eso, Jesús ya no se mostraba públicamente entre los judíos; dejó la región de Judea y se fue a un pueblo, llamado Efraín, muy cerca del desierto, Y se quedó allí con sus discípulos. 55Estaba muy próxima la fiesta judía de la pascua. Ya antes de la fiesta, mucha gente de las distintas regiones del país subían a Jerusalén para asistir a los ritos de purificación. 56Estas gentes buscaban a Jesús y, estando en el templo, se decían unos a otros: -¿Qué les parece? ¿Vendrá a la fiesta? 57Los jefes de los sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes para que, si alguien sabía dónde se encontraba Jesús, les informaran y así ellos pudieran detenerlo. ORACIÓN: Jesús, ayúdame a conocerte. No sé apenas nada del Evangelio. Quiero ser tu amigo ¡Y me preocupo tan poco de Ti! Tú vienes hoy a visitarme y me invitas a abrir la puerta de mi corazón. Desde lo profundo de mi ser te espero y te grito: ¡Ven, Señor Jesús!. Indicaciones para la lectura: Ante el Evangelio del día de hoy es necesario comenzar diciendo que si retrocedemos algunos versículos, nos encontraremos con la resurrección de Lázaro, éste es el acontecimiento que tiene tan preocupados a las autoridades judías. La resurrección de Lázaro es el séptimo signo que recoge el evangelista Juan para dar a la comunidad cristiana un claro testimonio de la victoria de Jesús sobre la muerte, antes de la victoria definitiva en su la propia resurrección de Jesús; es el signo sin lugar a la duda más importante de todos pues en el se cumplen los demás. Jesús es la resurrección que da la vida, y en el evangelio de hoy trataremos sobre la respuesta judía ante el milagro de Jesús. MEDIACIÓN: “Al ver lo que Jesús había hecho, muchos judíos, que habían ido a visitar a María, creyeron en él. Otros, en cambio, fueron a contar a los fariseos lo que Jesús había hecho”. Jesús había resucitado a Lázaro y ante signo tan prodigioso muchos fueron los conversos aquél día, sin embargo, algunos en lugar de aceptar la fe y creer en Jesús fueron a contar a los fariseos lo ocurrido para que éstos tomaran cartas en el asunto. “ Entonces, los jefes de los sacerdotes y los fariseos convocaron una reunión del Consejo de Ancianos. Se decían: ¿Qué hacemos? Este hombre está realizando muchos signos”. Los jefes y los fariseos convocaron a una sesión extraordinaria para tratar el asunto Jesús. Ellos se dan cuenta de que Jesús está realizando muchos signos, prodigios y milagros… pero en lugar de dejarse impregnar del mensaje y de las obras de Jesús, y así convertirse, no deciden actuar, ¿qué hacemos es la pregunta? Y para nosotros nos queda bien la misma pregunta, ante los signos y señales de Jesús, ante los signos de los tiempos que nos va mostrando el Espíritu Santo en su Iglesia y en la sociedad, qué es lo que hacemos, ¿decidimos actuar y predicar aún a costa de hasta la misma seguridad pública? O preferimos simplemente a la manera de los sumos sacerdotes matar, acallar y minimizar el mensaje de Jesús. “Si dejamos que siga actuando así, toda la gente creerá en él, entonces, las autoridades romanas tendrán que intervenir y destruirán nuestro templo y nuestra nación”. Los sacerdotes están más preocupados por la situación política del pueblo que por la situación de fe. Prefieren vivir pacíficamente con sus tradiciones y la ley, que con la Nueva Buena que trae Jesús. “Uno de ellos, llamado Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: -Están completamente equivocados, ¿No se dan cuenta que es preferible que muera un solo hombre por el pueblo, a que toda la nación sea destruida?” A Caifás lo podemos considerar como un nacionalista, trata de salvar a su nación a costa de la muerte de Jesús, lo que él

no sabe es que la salvación sólo viene de Dios, y se pueden acabar los reinos, los países y las naciones sin embargo Jesús no pasa. “Caifás no hizo esta propuesta por su cuenta, sino que, como desempeñaba el oficio de sumo sacerdote aquel año, anunció bajo la inspiración de Dios que Jesús iba a morir por toda la nación; y no solamente por la nación judía, sino para conseguir la unión de todos los hijos de Dios que estaban dispersos”. Dentro de su oportunismo nacionalista, Caifás prefiere la muerte de Jesús a que los romanos arrasen con los judíos por la revuelta que se avecina; sin embargo, lo que Caifás no sabe es que ciertamente Jesús va a morir por toda la nación, una muerte libre, una muerte que nos da la salvación y nos comunica con el Padre, el escritor sagrado nos hace referencia a que las palabras de Caifás tuvieron repercusión pues Dios reúne a todos los hijos dispersos, sin embargo hay que dejar claro que esto no se hace porque lo dice Caifás. “A partir de este momento tomaron la decisión de dar muerte a Jesús”. He aquí el versículo central de esta perícopa, desde ese momento tomaron la decisión de matar a Jesús, lo que no saben es que no es su decisión la de matarlo o dejarlo con vida, sino que el Padre ya tiene un Plan de Salvación para darnos a su Hijo que acepta libremente la cruz para salvarnos. Vemos como Dios interviene en los acontecimientos de la historia. La malévola sentencia para acabar con Jesús se convierte en una profecía salvífica. “Por eso, Jesús ya no se mostraba públicamente entre los judíos; dejó la región de Judea y se fue a un pueblo, llamado Efraín, muy cerca del desierto, Y se quedó allí con sus discípulos”. Jesús toma la decisión de ya no mostrarse más al público, sus últimas palabras en público han causado grande revuelta y se ha escapado varias veces de las manos de los jefes y los fariseos, decide retirarse muy cerca del desierto, el desierto en la concepción bíblica es el lugar de la purificación, de meditación y de contacto con Dios, es donde se vence al propio yo para dejar actuar a Dios. Jesús se queda también con sus discípulos, ya casi se despide, probablemente los prepara para el gran acontecimiento del misterio pascual. “Estaba muy próxima la fiesta judía de la pascua. Ya antes de la fiesta, mucha gente de las distintas regiones del país subían a Jerusalén para asistir a los ritos de purificación”. La fiesta más importante de los judíos es la Pascua, la conmemoración de cuando Dios los liberó de la esclavitud de Egipto y realizo prodigios admirables por mano de Moisés y de Aarón y con ello la promesa de la tierra prometida; es por eso que nos dice el evangelista que muchos judíos se reunían en Jerusalén para celebrar tan grande solemnidad. Será Jesús el que planifica que la Pascua, ya no será el paso de la esclavitud a la libertad sino más grande el paso de la muerte a la vida con el acontecimiento de la resurrección. “Estas gentes buscaban a Jesús y, estando en el templo, se decían unos a otros: -¿Qué les parece? ¿Vendrá a la fiesta?” La gente conocía a Jesús, lo buscaba pero también sabía que los sacerdotes lo andaban buscando, es por eso que se preguntaban si iba a venir la fiesta, esperaban la revelación mesiánica y pública de Jesús como el liberador del pueblo de Israel, sin embargo sabemos que la realidad es distinta, Jesús sí se muestra como el liberador pero de una forma pacífica y con el mandamiento del amor, concepto que en la mentalidad de los judíos no era posible, esperaban un caudillo. “Los jefes de los sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes para que, si alguien sabía dónde se encontraba Jesús, les informaran y así ellos pudieran detenerlo”. Después de haber tomado la decisión de matarlo los sacerdotes buscan la manera de detener a Jesús, será Judas Iscariote el que les dé la oportunidad. Al igual que la gente los sacerdotes también buscan a Jesús pero con otra intención. Estamos a punto de comenzar la Semana Santa o mayor, ¿estamos preparados para recibir en nuestras vidas el mensaje del misterio pascual, el centro de nuestra vida cristiana? ORACIÓN: Te bendecimos Padre, porque Cristo murió por todos para reunir en torno a ti a tus hijos dispersos. Bendito seas, Señor, porque en la sangre de Cristo hiciste una perenne alianza de amor con nosotros, Te pedimos que cuantos participamos de la eucaristía seamos congregados en un solo pueblo para ti. CONTEMPLACIÓN: CEC 591 […] Tal exigencia de conversión (que pedía Jesús) frente a un cumplimiento tan sorprendente de las promesas permite comprender el trágico desprecio del Sanedrín al estimar que Jesús merecía la muerte por blasfemo. Sus miembros obraban así tanto por “ignorancia” como por el “endurecimiento” de la incredulidad. Compromiso: Reconocer cómo Dios actúa en nuestras vidas y aceptarlo. Dios sigue mostrando su historia de salvación en nuestras vidas, nuestro deber es dejarlo operar en nosotros.

“Hosanna al Hijo de David” Domingo 13 de Abril de 2014 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Oh Espíritu Santo llena mi entendimiento y mi persona de tu presencia para comprender mejor la palabra que el Señor trae para mí. Ilumíname con tu gran poder y envía tu fuego, paraqué mi corazón sienta tu ayuda y así poder caminar por el camino iluminado. LECTURA a. Texto: Mc 11, 1-10 1

Se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los olivos, y Jesús mandó a dos de sus discípulos, 2diciéndoles: - Id a la aldea de enfrente y, en cuanto entréis, encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. 3Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, contestadle: “El Señor lo necesita y lo devolverá pronto”. 4Fueron y encontraron el borrico en la calle, atado a una puerta, y lo soltaron. 5Algunos de los presentes les preguntaron: - ¿Por qué tenéis que desatar el borrico? 6Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se los permitieron. 7Llevaron el borrico, le echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. 8Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. 9Los que iban delante y detrás gritaban: -Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor. 10Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David. ¡Hosanna en el cielo! . Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura Con la entrada a Jerusalén comienza una nueva etapa. Jesús deja por el momento de instruir a sus discípulos y se dedica a clarificar la actitud de Israel frente a él y su mensaje. Con tres acciones simbólicas muy parecidas a las que solían hacer los profetas del A.T., Jesús expresa su condición mesiánica. La primera de ellas y la que nos ocupa en este evangelio es la entrada a Jerusalén, un hecho sencillo y solemne a la vez que debemos de entender a la luz del texto de Zac 9, 9 Se acerca tu rey, justo y victorioso, humilde y montado en un burro. MEDITACIÓN Se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los olivos, y Jesús mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles: - Id a la aldea de enfrente y, en cuanto entréis, encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, contestadle: “El Señor lo necesita y lo devolverá pronto”. Jesús ingresa a Jerusalén. El evangelista narra este acontecimiento con detalles que nos ayudan a sentirnos casi protagonistas, testigos de esta entrada gloriosa del Mesías de Dios. Vale la pena subrayar la motivación sencilla que Marcos pone en boca de Jesús para apropiarse por breves momentos del "pollino atado sobre el que no había montado todavía ningún hombre": "El Señor lo necesita". Puesto que nos sentimos "protagonistas", testigos que acompañan a Jesús Maestro en su ingreso en la Ciudad santa, podemos también acoger como dirigidas a nosotros también estas palabras suyas. Y es que el Señor de cielo y tierra, quiere "necesitar" de mí, de nosotros, para realizar y prolongar hoy su misión. Fueron y encontraron el borrico en la calle, atado a una puerta, y lo soltaron. Algunos de los presentes les preguntaron: - ¿Por qué tenéis que desatar el borrico? Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se los permitieron. Llevaron el borrico, le echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y detrás gritaban: -Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David. ¡Hosanna en el cielo!. "Necesita" de cada uno de nosotros para que, como nuevos Cirineos, le ayudemos a llevar la cruz: la cruz de los hermanos que sufren a nuestro lado, de todos los que están de una u otra manera participando íntimamente de su cruz, de su pasión. "El Señor lo necesita". En su misericordia nos necesita porque quiere compartir con nosotros el fruto de su redención, quiere hacernos partícipes de la obra de la salvación: nuestra y de todos nuestros hermanos, los hombres y mujeres, cargados a veces, y hoy de manera especial, con la pesada cruz del sufrimiento, del sin sentido, la desesperanza, las

luchas y conflictos bélicos y de todo tipo. Ante esta benevolente magnanimidad del Señor Jesús, queremos responder hoy con el mismo amor y generosidad: "¡Aquí me tienes, Señor! ¡Cuenta conmigo!" ORACIÓN Señor, Padre santo, "rico en misericordia" renueva en mí, por el poder de tu Espíritu, el "oído de discípula" para que sepa "escuchar", de manera especial en esta gran Semana tu Palabra, la Palabra que es tu mismo Hijo, mi Señor y Maestro. Que el Espíritu Santo me introduzca en su Misterio pascual de muerte y vida, me impregne de la fuerza de la salvación para que sepa decir al abatido, a todo el que sufre y se cruza en mi camino "una palabra de aliento", tu Palabra de amor: que sea Cirineo que ayude a llevar la cruz. Como María la Virgen de la escucha y obediencia, que yo sea capaz de acompañar a Jesús Maestro en su pasión y a los hermanos y hermanas en los caminos de su propio calvario. Aquí me tienes, Padre, para hacer tu voluntad CONTEMPLACIÓN CEC 677 La Iglesia sólo entrará en la gloria del Reino a través de esta última pascua en la que seguirá a su Señor en su muerte y resurrección. El Reino no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia en forma de un proceso creciente, sino por la victoria de Dios sobre el mal. A ejemplo de Jesús humilde serlo también nosotros imitando tan gran virtud. Prepararnos para vivir la semana santa con verdadero espíritu de fe y participar activamente en todas las celebraciones de mi parroquia.

Perfume que anticipa la Pascua Lunes 14 de Abril de 2014 Lunes Santo Jn 12, 1-11 1 Seis días antes de la fiesta judía de la pascua, llegó Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quién había resucitado de entre los muertos. 2Ofrecieron allí una cena en honor de Jesús. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él. 3Entonces María se presentó con un frasco de perfume muy caro, casi medio litro de nardo puro y ungió con él los pies de Jesús; después los secó con sus cabellos. La casa se llenó con la fragancia del perfume. 4Judas Iscariote, uno de los discípulos –el que lo iba a traicionar- protestó, diciendo: 5¿Por qué no se vendió ese perfume en trescientos denarios para repartirlo entre los pobres? 6si dijo esto, no fue porque le importaran los pobres, sino porque era un ladrón y, como tenía a cargo la bolsa del dinero común, robaba de lo que echaban en ella. 7Jesús le dijo: ¡Déjala en paz! Esto que ha hecho anticipa el día de mi sepultura. 8Además, a los pobres los tendrán siempre con ustedes; a mí, en cambio, no siempre me tendrán. 9Un gran número de judíos se enteró de que Jesús estaba en Betania y fueron allá, no sólo para ver a Jesús, sino también a Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos. 10Los jefes de los sacerdotes tomaron entonces la decisión de eliminar también a Lázaro. 11porque, por su causa, muchos judíos se alejaban de ellos y creían en Jesús. ORACIÓN: Tú que llenas de fuego el corazón de los que buscan a Jesús. Tú que iluminas la mente de los pobres que escuchan la Palabra, buscando la voluntad del Padre. Tú que reúnes en tu amor a quienes se esfuerzan por amar. Reafirma en nuestros corazones la certeza del amor del Padre, y la seguridad de ser hijos suyos. Confírmanos en tu luz y tu amor, infunde en nosotros tu aliento. Amén Indicaciones para lectura: Hemos regresado al Evangelista Juan, ésta perícopa en el evangelio de Juan va antes de la entrada triunfal en Jerusalén. Jesús es ungido como Rey para poder entrar como Rey. Jesús de nuevo visita a Lázaro ahora resucitado gracias a él y convive antes de entrar a Jerusalén para celebra la Pascua. MEDITACIÓN: “Seis días antes de la fiesta judía de la pascua, llegó Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quién había resucitado de entre los muertos”. El evangelista hace precisión en el tiempo para indicar la última semana de vida terrenal de Jesús, sabes de antemano que Lázaro y Jesús eran amigos y que Jesús lo había resucitado estando Lázaro ya algunos días en el sepulcro. “Ofrecieron allí una cena en honor de Jesús. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él”. En casa de Lázaro se ofreció una cena en honor a Jesús, y el evangelista remarca el papel de Lázaro compartiendo la mesa con Jesús, porque Lázaro es la comprobación más evidente y reciente del milagro de Jesús, es la comprobación del séptimo signo (el más importante) que escoge el evangelista para demostrar que Jesús es el Hijo de Dios. “Entonces María se presentó con un frasco de perfume muy caro, casi medio litro de nardo puro y ungió con él los pies de Jesús; después los secó con sus cabellos. La casa se llenó con la fragancia del perfume”. Algunos quieren ver en María a María Magdalena de la que Jesús expulsaría varios demonios como la autora de esta hazaña, sin embargo, el evangelista no menciona nada al respecto. El ungir a Jesús es una acción muy importante, los que eran ungidos eran los reyes y recordamos a las unciones de los reyes en el A.T. A María no le importa el costo de aquél perfume y en lugar de derramarlo sobre la cabeza de Jesús lo hace en sus pies, Jesús después plenificará este signo en su última cena. Jesús es pues ungido y reconocido como rey antes de entrar y ser aclamado como rey en Jerusalén, primero con palmas y después con la cruz. “Judas Iscariote, uno de los discípulos –el que lo iba a traicionar- protestó, diciendo: ¿Por qué no se vendió ese perfume en trescientos denarios para repartirlo entre los pobres?” El escritor sagrado hace referencia a Judas el Iscariote y lo remarca como el que lo iba a traicionar para darnos a conocer al lector que ya el corazón de Judas estaba en otro lugar y no en las Palabras de Jesús. Judas reclama que el costoso perfume derramado se podría haber vendido para repartir el dinero a las pobres… “si dijo esto, no fue porque le importaran los pobres, sino porque era un ladrón y, como tenía a cargo la bolsa del dinero común, robaba de lo que echaban en ella”. Sin embargo la intención de Judas era otra y el evangelista nos la muestra siendo un ladrón de la bolsa que tenían en común los discípulos y Jesús.

“Jesús le dijo: ¡Déjala en paz! Esto que ha hecho anticipa el día de mi sepultura. Además, a los pobres los tendrán siempre con ustedes; a mí, en cambio, no siempre me tendrán”. Jesús reprende a Judas, la unción anticipa el día de su sepultura. Pero mayor aún pues cuando las mujeres van de mañana al sepulcro de Jesús para embalsamar su cuerpo se encuentra con la gran noticia de que la fragancia es la Resurrección, esa fragancia que de la misma manera que invade la casa de lázaro así mismo la resurrección invade toda la humanidad. Jesús nos encomienda a los pobres, mejor aún, Jesús se nos manifiesta en los pobres y en los enfermos, en los que parecen menos a los ojos del mundo. Es por eso que Jesús nos los encomienda y a la vez se encomienda en ello, “Lo que hicieron con alguno de estos pequeños conmigo lo hicieron”. “Un gran número de judíos se enteró de que Jesús estaba en Betania y fueron allá, no sólo para ver a Jesús, sino también a Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos”. Los judíos andaban en busca de Jesús, presentían que algo grande iba a pasar, por lo menos esperaban la revelación de Jesús como el Mesías, fueron también a ver a Lázaro por lo ya mencionado hace un momento era el signo claro y evidente de la victoria sobre la muerte. “Los jefes de los sacerdotes tomaron entonces la decisión de eliminar también a Lázaro. porque, por su causa, muchos judíos se alejaban de ellos y creían en Jesús”. Lázaro con su propia vida daba testimonio de las grandes obras de Dios y la gente creía, nosotros como cristianos y con nuestra vida al igual que Lázaro debemos de dar testimonio de las obras de Dios en nosotros. De la misma manera en la que Cristo fue ungido nosotros fuimos ungidos en nuestro bautismo que nos incorporó a su muerte y resurrección. Con el bautismo fuimos sepultados al pecado, miembros de la Iglesia… pues que esta unción se nos note y la llevemos a plenitud preparándonos para la renovación de las promesas bautismales en la vigilia pascual. ORACIÓN: Te bendecimos Padre, porque Cristo es el grano de trigo que muere en el surco en siembra fecunda que da mucho fruto para ti; porque él estableció tu Reino no por la fuerza sino por la humillación, la afrenta y la cruz. Todo ello anticipa la primavera de la pascua y nos evoca la fragancia pascual de nuestro bautismo. Por todo ello, gracias Señor. Amén CONTEMPLACIÓN: CEC 1293 [..] La unción es el símbolo bíblico y antiguo que posee numerosas significaciones: El aceite es signo de la abundancia y de la alegría, purifica y da agilidad, es signo de curación y el ungido irradia belleza, santidad y fuerza, Todas estas significaciones de la unción se encuentran en la vida sacramental. Compromiso: Revive el signo de la unción de tu bautismo y recuerda que has sido sepultado al pecado e insertado a la vida plena en Cristo. Ve y ayuda a los pobres, en ellos está Cristo de una manera muy especial

Un Amor traicionado Martes 15 de Abril de 2014 Martes Santo Jn 13, 21-33 36-38. 21 Dicho esto, Jesús se sintió profundamente conmovido y exclamó: Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar. 22Los discípulos comenzaron a mirarse unos a otros, preguntándose a quién podría referirse. 23Uno de ellos, el discípulo al que Jesús tanto amaba, estaba reclinado sobre el pecho de Jesús. 24Simón Pedro le hizo señas para que le preguntara a quién se refería. 25el discípulo que estaba reclinado sobre el pecho de Jesús le preguntó: Señor ¿quién es? 26 Jesús le contestó: Aquel a quien yo dé el trozo de pan que voy a mojar en mi plato. Y mojándolo, se lo dio a Judas Iscariote, hijo de Simón. 27Cuando Judas recibió aquel trozo de pan mojado, Satanás entró en él. Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo cuanto antes. 28Ninguno de los que estaban en la mesa con Jesús entendió lo que había querido decir. 29 Como Judas era el que llevaba la bolsa del dinero, algunos pensaron que le había encargado que comprera lo necesario para la fiesta o que diera algo a los pobres. 30Judas, después de recibir el trozo de pan mojado, salió inmediatamente. Era de noche. 31Al salir Judas, dijo Jesús: Ahora va a manifestarse la gloria del Hijo del hombre, y Dios será glorificado en él. 32 Y si Dios va a ser glorificado en el Hijo del hombre, también Dios lo glorificará a él. Y lo va a hacer muy pronto. 33Hijos míos, ya no estaré con ustedes por mucho tiempo. Me buscarán, pero les digo ahora lo mismo que ya les dije a los judíos: “Adonde yo voy, ustedes no pueden venir”. 36Simón Pedro le preguntó: Señor ¿a dónde vas? Jesús le contestó: Adonde yo voy, tú no puedes seguirme ahora; algún día lo harás. 37Pedro insistió: Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Estoy dispuesto a dar mi vida por ti. 38Jesús le dijo: ¡De modo que estás dispuesto a dar tu vida por mí! Te aseguro, Pedro, que antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces. ORACIÓN: Sal 70 En ti Señor he puesto mi esperanza. Señor, tú eres mi esperanza, que no quede yo jamás defraudado. Tú, que eres justo, ayúdame y defiéndeme; escucha mi oración y ponme a salvo. Yo proclamaré siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia. Me enseñaste a alabarte desde niño y seguir alabándote es mi orgullo. Amén Indicaciones para la lectura: Hay que entender muy bien la relación que existe entre Judas y el diablo y la concepción del escritor sagrado respecto a este tema. En la visión de Juan existen dos mundos: el de Dios, de arriba, de la verdad y de la luz; y el del diablo de abajo, de la mentira, de la oscuridad. Todos los hombres pertenecemos a uno o a otro. No es un fatalismo, pues la pertenencia a uno u a otro mundo depende de la propia decisión como en el caso de Judas. Las distintas expresiones sobre él: que es un diablo, que el diablo entró en él… indican una misma realidad, es decir, que Judas ha roto definitivamente con el mundo de Dios. MEDITACIÓN: “Dicho esto, Jesús se sintió profundamente conmovido y exclamó: Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar”. Si volvemos hace atrás unos versículos, nos damos cuenta de que Jesús acaba de hacer el lavatorio de los pies. Jesús los está aconsejando por última vez antes de comenzar su pasión. Es muy importante que Jesús anuncie que uno de los suyos lo va a entregar, de hecho se siente muy conmovido, con tristeza pues uno de los suyos se ha retirado del buen camino. “Los discípulos comenzaron a mirarse unos a otros, preguntándose a quién podría referirse”. El evangelista pone a los discípulos como en una reacción de sorpresa ante la acusación de Jesús. Los discípulos se quedan perplejos, buscando al culpable. “Uno de ellos, el discípulo al que Jesús tanto amaba, estaba reclinado sobre el pecho de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que le preguntara a quién se refería. el discípulo que estaba reclinado sobre el pecho de Jesús le preguntó: Señor ¿quién es?”. El escritor sagrado hace referencia al discípulo amado, la tradición quiere ver en Juan a éste discípulo sin embargo el evangelista no nos lo dice. El estar reclinado en el pecho de Jesús simboliza plena comunicación con Él, amor mutuo y puro. Una conexión entre el discípulo y el maestro muy profunda. Simón Pedro interviene para que por medio del discípulo amado le pregunte a Jesús quién será el que lo traicione. “Jesús le contestó: Aquel a quien yo dé el trozo de pan que voy a mojar en mi plato. Y mojándolo, se lo dio a Judas Iscariote, hijo de Simón”. El darle el pan a Judas es un signo de distinción, no deja de ser una invitación a dejar sus planes de entregarlo y rectificar sus pasos en el amor. “Cuando Judas recibió aquel trozo de pan mojado, Satanás entró en él. Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo cuanto antes”. Juan anota muy bien este detalle, cuando Judas recibe el pan, Satanás entra en él. No porque Jesús se lo

haya pasado en el pan, sino por la decisión definitiva de Judas de pertenecer a las tinieblas como explicábamos en las indicaciones para la lectura. Judas ya pertenece a Satanás, y Jesús que respeta la libertad de los hombres invita a hacer cuanto antes su malvado plan. Judas rechaza definitivamente el amor de Jesús. “Ninguno de los que estaban en la mesa con Jesús entendió lo que había querido decir”. De nuevo los discípulos no entienden lo que pasa, todo el episodio pasa entre Jesús y Judas, los discípulos permanecen como plenos espectadores de algo que no entienden todavía. “Como Judas era el que llevaba la bolsa del dinero, algunos pensaron que le había encargado que comprara lo necesario para la fiesta o que diera algo a los pobres”. Judas era el encargado de la bolsa, de hecho era un ladrón según meditaciones anteriores. “Judas, después de recibir el trozo de pan mojado, salió inmediatamente. Era de noche”. Judas sale inmediatamente después de recibir el trozo de pan, o sea, después de que Satanás se adueña de su corazón, después de haber decidido quedarse en el mundo del diablo y rechazar a Jesús. Es muy importante el signo que utiliza el evangelista de que al momento de salir era de noche, en la noche reinan las tinieblas, y en las tinieblas reina el mal. Las obras de Judas eran malas y por eso sale en la noche en plena oscuridad donde la luz no reina. Es por eso que el evangelista anota con detalle esto. Ha llegado la noche predicha por Jesús “la del poder de las tinieblas Jn 9, 4” Pero esta noche de las tinieblas tendrá su aurora definitiva en la mañana de la resurrección. “Al salir Judas, dijo Jesús: Ahora va a manifestarse la gloria del Hijo del hombre, y Dios será glorificado en él. Y si Dios va a ser glorificado en el Hijo del hombre, también Dios lo glorificará a él. Y lo va a hacer muy pronto”. El evangelista Juan siempre se refiere a la muerte de Jesús en términos de glorificación. La muerte de Jesús ya encierra de alguna manera su gloriosa resurrección, y junto con la unión filial, una gloria en el Padre. La glorificación de Cristo es pues su muerte, anticipo de su resurrección. LA teología de la cruz y de la gloria en el evangelista Juan van unidas. Termina Jesús anotando que será pronto, es cuestión de esperar en esa misma noche su arresto en el monte de los olivos. “Hijos míos, ya no estaré con ustedes por mucho tiempo. Me buscarán, pero les digo ahora lo mismo que ya les dije a los judíos: “Adonde yo voy, ustedes no pueden venir”. Jesús continúa despidiéndose, menciona la brevedad que estará con ellos en su vida mortal. Les advierte que a donde el va, no lo pueden seguir, los discípulo aún no están preparados para dar su vida… pero también lo estarán a su debido tiempo. “Simón Pedro le preguntó: Señor ¿a dónde vas? Jesús le contestó: Adonde yo voy, tú no puedes seguirme ahora; algún día lo harás”. Pedro, el más atrevido de los discípulos le pregunta que a dónde va, Jesús le reitera que no podrá seguirlo, pero lo seguirá. Es un anuncio velado del martirio de Pedro. “Pedro insistió: Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Estoy dispuesto a dar mi vida por ti”. Pedro en un arrebato de generosidad menciona que está dispuesto a dar la vida por Jesús. Pedro no ha entendido que el seguimiento de Jesús no depende de las fuerzas humanas. “Jesús le dijo: ¡De modo que estás dispuesto a dar tu vida por mí! Te aseguro, Pedro, que antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces”. Jesús advierte las negaciones que Pedro le hará a su persona. Hay dos hombres que fallan: Judas que con su plan traidor está ya del lado de Satanás, y Pedro que con sus fuerzas humanas pretende seguir a Jesús, aunque lo niega después. Hay una diferencia entre estos dos discípulos, el final. Judas desespera y Pedro se arrepiente. Pedro regresa al amor con Jesús y lo difunde ya como pastor en la comunidad cristiana. ORACIÓN: Hoy te alabamos Padre, y acatamos tus designios porque se acerca la hora final de Cristo en su pasión, la hora del Cáliz en el Getsemaní, la gloria de la cruz. Se echa encima la noche tenebrosa de la traición, Jesús se entrega; el Amor es traicionado y negado. Concédenos Señor responder a tu amor fielmente, a pesar de nuestra debilidad. Haz brillar pronto sobre nosotros el día de tu gloria, la pascua esplendorosa de la nueva alianza en Cristo. Amén CONTEMPLACIÓN: CEC 604 Al entregar a su Hijo por nuestros pecados, Dios manifiesta que su designio sobre nosotros es un designio de amor benevolente que precede a todo mérito por nuestra parte: “en esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados”. Compromiso: Rectificar nuestros pasos y volver al amor de Dios, lo podemos hacer de una manera muy especial, con el sacramento de la Reconciliación. Al Igual que Pedro arrepentirnos de nuestros pecados y regresar a la comunión con Jesús.

El Amor no es amado Miércoles 16 de Abril de 2014 Miércoles Santo Mt 26, 14-25: 14 Entonces uno de los Doce, el llamado Judas Iscariote, fue a ver a los jefes de los sacerdotes, y 15les dijo: ¿Qué me dan si les entrego a Jesús? Ellos le ofrecieron treinta monedas de plata. 16Y desde ese momento buscaba una oportunidad para entregarlo. 17El primer día de la fiesta de los panes sin levadura se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿dónde quieres que te preparemos la cena de pascua? 18El contestó: Vayan a la ciudad, a casa de Fulano, y díganle: “El maestro dice: Se acerca el momento, y quiero celebrar la pascua en tu casa con mis discípulos”. 19Ellos hicieron lo que Jesús les había mandado y prepararon la cena de pascua. 20Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce, 21y mientras cenaban les dijo: Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar. 22Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: ¿Acaso soy yo, Señor? 23Jesús respondió: El que come en el mismo plato que yo, ése me entregará. 24El Hijo del hombre se va, tal como está escrito de él; pero ¡ay de aquél que entrega al Hijo del hombre! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido! 25Entonces preguntó Judas, el traidor: ¿soy yo acaso, maestro? Y Jesús le respondió: Tú lo has dicho. ORACIÓN: Ven Oh Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo, Padre amoroso del pobre, don en tus dones espléndido, luz que penetra las almas, fuente de mayor consuelo. Entra hasta el fondo del alma divina luz y enriquécenos, mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro, mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Indicaciones para la lectura: Hemos regresado al Evangelio de Mateo, y nos compete en el evangelio de hoy la traición de Judas y la cena con los discípulos. MEDITACIÓN: “Entonces uno de los Doce, el llamado Judas Iscariote, fue a ver a los jefes de los sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me dan si les entrego a Jesús? Ellos le ofrecieron treinta monedas de plata”. Judas ya ha decidió entregar a Jesús, los sacerdotes también ya han decidió su muerte. El énfasis en poner en el evangelio por cuantas monedas fue el cambio de la vida de Jesús es porque 30 monedas de plata era el precio fijado por la ley para la vida de un esclavo, Ex 21, 32. Jesús es pues vendido por Judas como un esclavo. “Y desde ese momento buscaba una oportunidad para entregarlo”. Judas buscaba el mejor momento para entregar a Jesús, Judas siendo uno de los doce traiciona la amistad de Jesús. “El primer día de la fiesta de los panes sin levadura se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿dónde quieres que te preparemos la cena de pascua?”. Jesús piensa celebrar la pascua con sus discípulos, la cena pascual normalmente se celebraba el viernes, Jesús la anticipa al jueves, probablemente para plenificar la cena pascual con su inmolación en la cruz y su gloriosa resurrección. “Él contestó: Vayan a la ciudad, a casa de Fulano, y díganle: “El maestro dice: Se acerca el momento, y quiero celebrar la pascua en tu casa con mis discípulos”. Ellos hicieron lo que Jesús les había mandado y prepararon la cena de pascua”. Los discípulos cumplen las órdenes de Jesús y preparan la cena pascual. “Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce, y mientras cenaban les dijo: Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar”. Jesús se reúne con los doce, es como si se reuniera con su familia para conmemorar la cena pascual. Anuncia la traición de uno de los suyos, la traición introduce el plan de muerte contra Jesús en el marco del banquete pascual. Jesús conoce lo que sus adversarios traman, pero sabe también que su entrega responde al plan de Dios manifestado en las escrituras. “Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: ¿Acaso soy yo, Señor? Jesús respondió: El que come en el mismo plato que yo, ése me entregará”. Jesús responde ante la pregunta de sus discípulos que el que como del mismo plato, esto tiene un simbolismo peculiar, significa comunión, el comer del mismo plato quiere decir que Judas era del círculo de Jesús, era uno de los suyos, comulgaba y aún en la última cena comulgó con él, sin embargo el propio Judas se autoexcluye de esta comunión con Jesús traicionándolo. El Amor no es amado, es traicionado. “El Hijo del hombre se va, tal como está escrito de él; pero ¡ay de aquél que entrega al Hijo del hombre! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!”. En boca de Jesús el escritor sagrado coloca el cumplimiento de lo que estaba escrito, recordemos que para Mateo el cumplimento de las profecías del A.T. en Jesús es muy importante. Jesús lanza

una sentencia contra Judas, la sentencia es terrible, después de la última oportunidad que Jesús da a Judas para arrepentirse, éste no rectifica sus pasos. “ Entonces preguntó Judas, el traidor: ¿soy yo acaso, maestro? Y Jesús le respondió: Tú lo has dicho”. Es interesante la afirmación que hace Jesús ante la pregunta de Judas, Jesús aún lo sigue aceptando en la misma mesa y comulga por lo menos por última vez del mismo pan. Nos sirve de reflexión a nosotros porque dentro de nuestra libertad humana podemos albergar en nuestra persona a un Santo o a un traidor, en este día el evangelio nos invita a reflexionar sobre la revisión de nuestra vida personal y comunitaria, amor o traición. ORACIÓN: Te glorificamos Padre, porque en su pasión Cristo inauguró un mundo nuevo, cuyo signo es la sangre vertida; éste es el vino del nuevo banquete del reino de Dios. Ayúdanos Padre a amarte más, no queremos desesperar como Judas o traicionarte, que en nuestras limitaciones humanas podamos demostrarte con nuestra vida el amor que profesamos por Ti. Amén CONTEMPLACIÓN: CEC 622 La redención de Cristo consiste en que él ha venido a dar su vida como rescate por muchos, es decir, a amar a los suyos hasta el extremo para que ellos fuesen rescatados de la conducta necia heredada de sus padres. Compromiso: Haz una revisión de tu vida, y analiza las veces en que has amado al amor y lo has traicionado; vuelve a confirmar el amor al que es Amor por medio de la participación de la eucaristía, mayor signo de amor.

La cena del Señ or Jueves 17 de Abril de 2014 Jueves Santo Juan 13,1-15 1 Era la fiesta de la pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de dejase este mundo para ir al Padre. Y él que había amado a los suyos, que estaban en el mundo, llevó su amor hasta el final. 2Estaban cenando y ya en diablo había convencido a Judas Iscariote, hijo de Simón, para que entregara a Jesús. 3Entonces Jesús, sabiendo que el Padre le había entregado todo, y que de Dios había venido y a Dios regresaba, 4se levantó de la mesa, se quitó el manto, tomó una toalla y se la colocó en la cintura. 5Después echó agua en una palangana y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura. 6Cuando llegó a Simón Pedro, éste se resistió: Señor, ¿cómo vas a lavarme tú a mí los pies? 7Jesús le contestó: Lo que estoy haciendo, tú no lo puedes comprender ahora; lo comprenderás después. 8Pedro insistió: Jamás permitiré que me laves los pies. Entonces Jesús le respondió: Si no te lavo los pies, no tendrás nada que ver conmigo. 9Simón Pedro reaccionó diciendo: Seños, no sólo los pies; lávame también las manos y la cabeza. 10Pero Jesús le dijo: El que se ha abañado sólo necesita lavarse los pies, porque está totalmente limpio; y ustedes están limpios, aunque no todos. 11Sabía muy bien Jesús quién lo iba a entregar; por eso dijo: “No todos están limpios”. 12 Después de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a sentarse a la mesa y dijo a sus discípulos: 13¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? 13Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque efectivamente lo soy. 14Pues bien, si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, ustedes deben hacer lo mismo unos con otros. 15Les he dado ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Oración: Tómame, Señor Jesús, con todo lo que soy; con todo lo que tengo y hago, lo que pienso y lo que vivo. Tómame en mi espíritu para que se adhiera a ti; en lo más íntimo de mi corazón, para que sólo te ame a ti. Indicaciones para la lectura: Retornamos al Evangelista San Juan. Esta parte del evangelio de Juan se ocupa del cumplimiento que anticipaban los signos. El interés se centra ahora en el retorno de Jesús hacia el Padre, retorno que supone la glorificación de Jesús. En ningún otro evangelio se destaca tan claramente como en el de Juan la pasión de Jesús, es el momento “la hora” de su glorificación. La cruz más que un patíbulo parece un trono. MEDITACIÓN: Era la fiesta de la pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de dejase este mundo para ir al Padre. Y él que había amado a los suyos, que estaban en el mundo, llevó su amor hasta el final. Jesús se encuentra celebrando la fiesta de la pascua, está reunido con sus discípulos y el escritor sagrado hace énfasis en los últimos momentos de Jesús con sus discípulos, las últimas enseñanzas. Jesús comprende que ha llegado la hora de regresar al Padre, la manera de hacerlo es cumpliendo el plan salvífico que el Padre tiene para la humanidad, y Jesús libremente lo acepta. Amó y nos sigue amando tano que su amor lo llevó a un extremo, que palabras tan hermosas, Jesús ama de manera radical, su amor es desinteresado y puro, verdadero, su amor encontrará el final en la cruz pero sobretodo en la resurrección. Estaban cenando y ya en diablo había convencido a Judas Iscariote, hijo de Simón, para que entregara a Jesús. El escritor sagrado vuelve a recordar como en la meditación del miércoles santo, que Judas ha decidido alejarse de Jesús, el diablo ya estaba en su corazón y en sus obras, había preferido ser de las tinieblas. Entonces Jesús, sabiendo que el Padre le había entregado todo, y que de Dios había venido y a Dios regresaba, se levantó de la mesa, se quitó el manto, tomó una toalla y se la colocó en la cintura. Jesús posee una filiación con el Padre radical, reconoce que de Él viene y a Él vuelve. Jesús deja su lugar de principal en la mesa y se dispone a darles una de sus últimas enseñanzas con el ejemplo. Después echó agua en una palangana y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura. Sabemos de antemano que los que lavaban los pies eran los esclavos, era su trabajo. Jesús se rebaja a la condición de esclavo, el Maestro se rebaja para prefigurar así su entrega en la cruz, método para matar a los esclavos, nos señala con claridad que el camino para seguirlo es la entrega y el servicio. Cuando llegó a Simón Pedro, éste se resistió: Señor, ¿cómo vas a lavarme tú a mí los pies? Jesús le contestó: Lo que estoy haciendo, tú no lo puedes comprender ahora; lo comprenderás después. Pedro de nuevo se resiste ante Jesús, cómo el Maestro lavar los pies a Pedro que es un pecador. Pero Jesús le advierte que es una enseñanza y que la entenderá después… posiblemente en el cruz.

Pedro insistió: Jamás permitiré que me laves los pies. Entonces Jesús le respondió: Si no te lavo los pies, no tendrás nada que ver conmigo. Simón Pedro reaccionó diciendo: Seños, no sólo los pies; lávame también las manos y la cabeza. Si no te lavo los pies no tendrás que ver nada conmigo le responde Jesús, si no aceptas que yo me humille para darte ejemplo de humildad para que después tú lo hagas no puedes ser de los míos explica Jesús. Entonces Pedro en un arrebato dice que lo lave completo. Pero Jesús le dijo: El que se ha abañado sólo necesita lavarse los pies, porque está totalmente limpio; y ustedes están limpios, aunque no todos. Sabía muy bien Jesús quién lo iba a entregar; por eso dijo: “No todos están limpios”. Cuando los esclavos lavaban los pies a los amos, recordemos que en aquél tiempo no había zapatos como los de hoy, si se bañaban y salían lo más posible es que regresaran con los pies sucios por el polvo y el camino, es por eso que Jesús menciona que el que está limpio sólo se debe de lavar los pies, aunque también es un signo de la limpieza de corazón y la fe sincera de los discípulos hacia Él. Jesús sabe que Judas lo va a traicionar, por eso menciona que uno no está limpio considerando que Judas se ha autoexcluido de la comunión con Dios. Después de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a sentarse a la mesa y dijo a sus discípulos: ¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque efectivamente lo soy. Después del acto de profunda humildad y ejemplo de servicio, Jesús se dispone a dar la enseñanza, hace referencia su condición de Mesías… Pues bien, si yo, que soy el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, ustedes deben hacer lo mismo unos con otros. Y si el mismo Mesías es el servidor, cuánto más nosotros que somos discípulos del gran Maestro. El ejemplo de servicio de Jesús es importantísimo, la tradición asegura que la Iglesia nace en la última cena con el lavatorio de pies, con la misión de servir y de ser humildes y con la Institución de la Eucaristía como entrega del mismo Jesús hacia nosotros. Que grandes misterios que no sólo se quedan en palabras o enseñanzas sino que Jesús los convierte en hechos en la Eucaristía y en la Cruz. Les he dado ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Qué más claro que las palabras del mismo Jesús, su mandato es hacerlo de la misma manera que Él lo hizo, su mandato no pierde valor o resonancia a través del tiempo, resuena hasta ahora, servicio a todos, especialmente a los más necesitados; y profunda humildad. Oración: Te bendecimos Padre de nuestro Señor Jesucristo, con todos los creyentes y los pobres del mundo, porque el Cuerpo de Cristo es el pan que nos fortalezca y su sangre es el vino de la fiesta pascual que nos reúne. Gracias a él son posibles el cielo y la tierra nueva, el amor, la paz y la fraternidad entre los hombres. Concédenos tu Espíritu para seguir creyendo y amando porque ése es tu mandato y nuestro empeño siempre. Amén Contemplación: CEC 609 Jesús, al aceptar en su corazón humano el amor del Padre hacia los hombres, “los amó hasta el extremo”. Tanto en el sufrimiento como en la muerte, su humanidad se hizo el instrumento libre y perfecto de su amor divino que quiere la salvación para los hombres. En efecto, aceptó libremente su pasión y su muerte por amor am Padre y a los hombres que el Padre quiere salvar. Compromiso: Participa de manera plena en la celebración de tu comunidad y reflexiona en el gran amor de Dios hacia nosotros. Lleva alguna despensa a algún pobre, en el servicio se hace el Reino de Dios.

Pasió n de Cristo Viernes 18 de Abril de 2014 Viernes Santo Juan 18,1-19,42: Dicho esto, pasó Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, en el que entraron él y sus discípulos. 2. Pero también Judas, el que le entregaba, conocía el sitio, porque Jesús se había reunido allí muchas veces con sus discípulos. 3. Judas, pues, llega allí con la cohorte y los guardias enviados por los sumos sacerdotes y fariseos, con linternas, antorchas y armas. 4. Jesús, que sabía todo lo que le iba a suceder, se adelanta y les pregunta: “¿A quién buscáis?” 5. Le contestaron: «A Jesús el Nazareno.» Díceles: «Yo soy.» Judas, el que le entregaba, estaba también con ellos. 6. Cuando les dijo: “Yo soy”, retrocedieron y cayeron en tierra. 7. Les preguntó de nuevo: “¿A quién buscáis?” Le contestaron: “A Jesús el Nazareno”. 8. Respondió Jesús: “Ya os he dicho que yo soy; así que si me buscáis a mí, dejad marchar a éstos.” 9. Así se cumpliría lo que había dicho: “De los que me has dado, no he perdido a ninguno.” 10. Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al siervo del Sumo Sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se llamaba Malco. 11 Jesús dijo a Pedro: “Vuelve la espada a la vaina. La copa que me ha dado el Padre, ¿no la voy a beber?” 12 Entonces la cohorte, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, le ataron 13 y le llevaron primero a casa de Anás, pues era suero de Caifás, el Sumo Sacerdote de aquel año. 14 Caifás era el que aconsejó a los judíos que convenía que muriera un solo hombre por el pueblo. 15 Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Este discípulo era conocido del Sumo Sacerdote y entró con Jesús en el atrio del Sumo Sacerdote, 16 mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. Entonces salió el otro discípulo, el conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera e hizo pasar a Pedro. 17 La muchacha portera dice a Pedro: “¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?” Dice él: “No lo soy.” 18 Los siervos y los guardias tenían unas brasas encendidas porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos calentándose. 19 El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús sobre sus discípulos y su doctrina. 20. Jesús le respondió: “He hablado abiertamente ante todo el mundo; he enseñado siempre en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he hablado nada a ocultas. 21 ¿Por qué me preguntas? Pregunta a los que me han oído lo que les he hablado; ellos saben lo que he dicho.” 22 Apenas dijo esto, uno de los guardias que allí estaba, dio una bofetada a Jesús, diciendo: “¿Así contestas al Sumo Sacerdote?” 23 Jesús le respondió: “Si he hablado mal, declara lo que está mal; pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?” 24 Anás entonces le envió atado al Sumo Sacerdote Caifás. 25 Estaba allí Simón Pedro calentándose y le dijeron: “¿No eres tú también de sus discípulos?” Él lo negó diciendo: “No lo soy.” 26 Uno de los siervos del Sumo Sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dice: “¿No te vi yo en el huerto con él?” 27 Pedro volvió a negar, y al instante cantó un gallo. 28 De la casa de Caifás llevan a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse y poder así comer la Pascua. 29 Salió entonces Pilato fuera donde ellos y dijo: “¿Qué acusación traéis contra este hombre?” 30. Ellos le respondieron: “Si éste no fuera un malhechor, no te lo habríamos entregado.” 31 Pilato replicó: “Tomadle vosotros y juzgadle según vuestra Ley.” Los judíos replicaron: “Nosotros no podemos dar muerte a nadie.” 32 Así se cumpliría lo que había dicho Jesús cuando indicó de qué muerte iba a morir. 33 Entonces Pilato entró de nuevo al pretorio y llamó a Jesús y le dijo: “¿Eres tú el Rey de los judíos?” 34 Respondió Jesús: “¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?” 35 Pilato respondió: “¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?” 36 Respondió Jesús: “Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí.” 37 Entonces Pilato le dijo: “¿Luego tú eres Rey?” Respondió Jesús: “Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para est he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.” 38 Le dice Pilato: “¿Qué es la verdad?” Y, dicho esto, volvió a salir donde los judíos y les dijo: “Yo no encuentro ningún delito en él. 39 Pero es costumbre entre vosotros que os ponga en libertad a uno por la Pascua. ¿Queréis, pues,

que os ponga en libertad al Rey de los judíos?” 40. Ellos volvieron a gritar diciendo: “¡A ése, no; a Barrabás!” Barrabás era un salteador. 19 1. Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle. 2. Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura; 3. y, acercándose a él, le decían: “Salve, Rey de los judíos.” Y le daban bofetadas. 4. Volvió a salir Pilato y les dijo: “Mirad, os lo traigo fuera para que sepáis que no encuentro ningún delito en él.” 5. Salió entonces Jesús fuera llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Díceles Pilato: “Aquí tenéis al hombre.” 6. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron: “¡Crucifícalo, crucifícalo!” Les dice Pilato: “Tomadlo vosotros y crucificadle, porque yo ningún delito encuentro en él.” 7. Los judíos le replicaron: “Nosotros tenemos una Ley y según esa Ley debe morir, porque se tiene por Hijo de Dios.” 8. Cuando oyó Pilato estas palabras, se atemorizó aún más. 9. Volvió a entrar en el pretorio y dijo a Jesús: “¿De dónde eres tú?” Pero Jesús no le dio respuesta. 10. Dícele Pilato: “¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo poder para soltarte y poder para crucificarte?” 11 Respondió Jesús: “No tendrías contra mí ningún poder, si no se te hubiera dado de arriba; por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado.” 12 Desde entonces Pilato trataba de librarle. Pero los judíos gritaron: “Si sueltas a ése, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se enfrenta al César.” 13 Al oír Pilato estas palabras, hizo salir a Jesús y se sentó en el tribunal, en el lugar llamado Enlosado, en hebreo Gabbatá. 14 Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia la hora sexta. Dice Pilato a los judíos: “Aquí tenéis a vuestro Rey.” 15 Ellos gritaron: “¡Fuera, fuera! ¡Crucifícale!” Les dice Pilato: “¿A vuestro Rey voy a crucificar?” Replicaron los sumos sacerdotes: “No tenemos más rey que el César.” 16 Entonces se lo entregó para que fuera crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, 17 y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota, 18 y allí le crucificaron y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio. 19 Pilato redactó también una inscripción y la puso sobre la cruz. Lo escrito era: “Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos.” 20. Esta inscripción la leyeron muchos judíos, porque el lugar donde había sido crucificado Jesús estaba cerca de la ciudad; y estaba escrita en hebreo, latín y griego. 21 Los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato: “No escribas: "El Rey de los judíos", sino: "Este ha dicho: Yo soy Rey de los judíos".” 22 Pilato respondió: “Lo que he escrito, lo he escrito.” 23 Los soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con los que hicieron cuatro lotes, un lote para cada soldado, y la túnica. La túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo. 24 Por eso se dijeron: “No la rompamos; sino echemos a suertes a ver a quién le toca.” Para que se cumpliera la Escritura: Se han repartido mis vestidos, han echado a suertes mi túnica. Y esto es lo que hicieron los soldados. 25 Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. 26 Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo.” 27 Luego dice al discípulo: “Ahí tienes a tu madre.” Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. 28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dice: “Tengo sed.” 29 Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca. 30. Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: “Todo está cumplido.” E inclinando la cabeza entregó el espíritu. 31 Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado - porque aquel sábado era muy solemne - rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. 32 Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. 33 Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, 34 sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. 35 El que lo vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para que también vosotros creáis. 36 Y todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: No se le quebrará hueso alguno. 37 Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron. 38 Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se lo concedió. Fueron, pues, y retiraron su cuerpo. 39 Fue también Nicodemo - aquel que anteriormente había ido a verle de noche - con una mezcla de mirra y áloe de unas cien libras. 40. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas con los aromas, conforme a la costumbre judía de sepultar. 41 En el lugar donde había sido crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el que nadie

todavía había sido depositado. 42 Allí, pues, porque era el día de la Preparación de los judíos y el sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús. ORACIÓN: Envíame Señor tu santo Espíritu para poder conocer y entender tus designios amorosos, que te amé como tú me amaste hasta el extremos de dar la vida por mí. Amén Indicaciones para la lectura: como en todos los años, el viernes Santo se lee la pasión de Nuestro Señor del evangelista Juan, una lectura larga pero que asistiendo a los oficios la podremos escuchar en diálogo y así la podemos entender y saborear mejor. Por razones de extensión he decidido en la meditación no volver a poner toda la cita bíblica ni tampoco analizarla versículo por versículo, haré más bien un reflexión del sentido de éste día santo. MEDITACIÓN: El secreto del amor es la cruz, por fin ha llegado el momento culminante del que Cristo había predicho en repetidas ocasiones, pero nos podemos preguntar ¿por qué así? Con cruz, dolor, sufrimiento… La respuesta es más profunda y no podemos darla pues pisamos en la Voluntad Divina y en el proyecto de Redención realizado por el Padre en Cristo. Jesús acepta desde el huerto de los olivos el Plan del Padre “No se haga mi voluntad sino la tuya” El motivo para dar obediencia filial al Padre es la salvación del hombre por el amor. Jesús carga con la cruz de su pasión por fidelidad al Padre y por el amor al hombre, pero en el fondo es el mismo, porque la voluntad del Padre es el amor y la salvación del hombre. El misterio de la cruz en Cristo, es el mismo misterio de nuestra cruz de cada día. Es una entrega amorosa como la de Cristo el ir aceptando nuestra cruz de cada día, sólo quien pasa por la cruz podrá entrar en la gloria de la resurrección, no puede haber resurrección sin antes haber muerto al propio yo, y eso en la mayoría de las veces duele y cuesta. No podemos decir que amamos nuestra cruz sino amamos a nuestros hermanos, en nuestros hermanos debemos de profesar el amor que la cruz no da. Decimos normalmente que la cruz es la señal del cristiano no porque nos encante el dolor o el sufrimiento sino porque el mismo Cristo transforma la cruz, instrumento de muerte, en otra Cruz, árbol de vida. Éste es el principal sentido de éste día santo, que la cruz que era un instrumento de muerte, de castigo de escarmiento. Cristo en su infinito amor la convierte en un árbol de vida, es por eso que en los oficios de éste día adoramos a la cruz como árbol, y como todo buen árbol da frutos, pues de la misma manera ahora el árbol de la cruz nos ofrece los frutos de la salvación, la redención la misericordia y el dulce fruto del amor. Meditemos con profunda reverencia en el sentido de éste día, y que en serio entendamos que la cruz es un árbol que nos da frutos de salvación, y que nuestra cruz no es una máquina de tortura en nuestra vida sino un medio para nuestra salvación, un medio para llegar a la resurrección de Cristo. ORACIÓN: ¡Victoria! Tú reinarás, Oh Cruz, tú nos salvarás. El Verbo en ti clavado, muriendo nos rescató; de ti, madero santo, nos viene la redención. Extiende por el mundo tu reino de salvación; oh cruz fecunda fuente de vida y bendición. Impere sobre el odio tu reino de caridad; alcancen las naciones el gozo de la unidad. Aumente en nuestras almas tu reino de santidad; el río de la gracia apague la iniquidad. La gloria por los siglos a Cristo liberador; su cruz nos lleve al cielo, la tierra de promisión. Amén CONTEMPLACIÓN: CEC 616 El amor hasta el extremo es el que confiere su valor de redención y de reparación, de expiación y de satisfacción al sacrificio de Cristo. Nos ha conocido y amado a todos en la ofrenda de su vida. 617 “por su sacratísima pasión en el madero de la cruz nos mereció la justificación” enseña el Concilio de Trento subrayando el carácter único del sacrificio de Cristo como causa de salvación eterna. Y la Iglesia venera la cruz cantando: “Salve, Oh Cruz, única esperanza”. Compromiso: Debemos negarnos cada día más a nosotros mismo para descubrir qué es lo que Dios nos pide. Recuerda que sólo por el camino de la cruz llegamos a la resurrección, acepta los buenos o malos momento que tu cruz te de.

“Ser testigos y anunciar la resurrecció n del Señ or” Domingo 20 de Abril de 2014 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Envía Padre bueno tu luz, para que sea ella la que nos guie y nos conduzca por el buen camino. Ven Espíritu Santo e ilumínanos para ser buenos discípulos de Jesús, anunciar y ser testigos de su resurrección y al mismo tiempo trasmitir ese gozo y esa alegría a los demás. Amén. LECTURA a. Texto: Jn 20, 1-9. 1 El domingo por la mañana, muy temprano, antes de salir el sol, María Magdalena vino al sepulcro. Cuando vio que había retirado la piedra que tapaba la entrada, 2regresó corriendo adonde estaba Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús tanto quería, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no saben dónde lo han puesto. 3Pedro y el otro discípulo fueron rápidamente al sepulcro. 4Salieron corriendo los dos juntos, pero el otro discípulo se adelantó a Pedro y llegó antes que él. 5Al asomarse al interior comprobó que las vendas de lino estaban allí; pero no entró. 6Siguiéndole los pasos llegó Simón Pedro que entró en el sepulcro, y observó que las vendas de lino estaban allí. 7Estaba también el lienzo que habían colocado sobre la cabeza de Jesús, pero no estaba con las vendas, sino doblado y colocado aparte. 8Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro. Vio y creyó. 9(Y es que hasta entonces, los discípulos no habían entendido la escritura, según la cual Jesús tenía que resucitar de entre los muertos). Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura Con Este relato del evangelio de Juan tiene muchos detalles propios del evangelista. Las primeras personas que entran en la tumba de Jesús son dos discípulos, y no las mujeres. Para el discípulo lo ideal, representado en aquel al que amaba Jesús, las vendas y el sudario de Jesús son pruebas suficientes de la resurrección: vio y creyó. El discípulo amada y Pedro representan a la comunidad joánica y a la gran Iglesia respectivamente, y las relaciones de precedencia entre ellos reflejan las relaciones entre estos dos grupos eclesiales. MEDITACIÓN El domingo por la mañana, muy temprano, antes de salir el sol, María Magdalena vino al sepulcro. Cuando vio que había retirado la piedra que tapaba la entrada. María Magdalena quiere ser testigo de la resurrección del Señor, por ello el ir muy temprano al sepulcro, hay un deseo por saber del Señor. Regresó corriendo adonde estaba Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús tanto quería, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no saben dónde lo han puesto. Ella María Magdalena al no saber dónde está el cuerpo de Jesús corre para dar la noticia a dos de los discípulos de Jesús, para que sean también testigos de la resurrección, al igual que ellos corramos a ver qué ha pasado con Jesús y anunciemos que ha resucitado. Pedro y el otro discípulo fueron rápidamente al sepulcro. No esperan más y van a ver qué ha pasado con Jesús, la noticia es importante y por ello quieren saberla, pero siendo testigos, yendo al lugar y viendo lo que ha sucedido. Salieron corriendo los dos juntos, pero el otro discípulo se adelantó a Pedro y llegó antes que él. Hay un ansía por llegar primero, el corres de ellos es la importancia y la gran preocupación por saber muy rápido lo que ha ocurrido, se corre para llegar primero, para ser el primero en saber lo que hay en el objetivo que se pretende llegar. Al asomarse al interior comprobó que las vendas de lino estaban allí; pero no entró. El discípulo amada, el que llega primero solo se asoma no entra pero se da cuenta de que la sabanas están allí, comprueba lo que le han contado. Siguiéndole los pasos llegó Simón Pedro que entró en el sepulcro, y observó que las vendas de lino estaban allí. Pedro entra tiene confianza y va hasta dentro no se queda, vio y creyó en la resurrección del Señor, porque el sepulcro está vacío, empezó a creer después de ver, después de ser testigo de que el realidad ha resucitado.

Estaba también el lienzo que habían colocado sobre la cabeza de Jesús, pero no estaba con las vendas, sino doblado y colocado aparte Este lienzo es una señal más para que los discípulos crean en la resurrección, aunque quizás no sea un creer pleno, porque todavía no conocían las escrituras, pero ya es testigo de lo que ha pasado. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro. Vio y creyó. Han creído en la resurrección de Jesús; pero al mismo tiempo han visto y se han dado cuenta de que ya no está en el sepulcro, son testigos. El atreverse a entrar es por la necesidad que se tiene por saber darse cuenta de que ha resucitado, nosotros debemos de creer y no por haber visto, sino porque estamos llenos de fe y confiamos verdaderamente en la resurrección. ORACIÓN Te damos gracias Señor por todo lo que nos has regalado, Padre Señor de la vida gracias porque Cristo resucitó en el sepulcro. ¡Aleluya!. Él es el lucero matinal que no conoce el ocaso. Él es el camino por donde los hombres debemos seguir. Padre lleno de amor asnos testigos de tu hijo Jesucristo que ha muerto, pero que ha dado la vida por nosotros y ha resucitado, por Cristo nuestro Señor. Amén. CONTEMPLACIÓN La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios no es producida por los padres, y que es inmortal: no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final CATIC 366 Cristo realiza su función profética no sólo a través de la jerarquía […] sino también por medio de los laicos. Él los hace sus testigos y les da el sentido de la fe y l agracia de la palabra: Enseñar a alguien […] para traerlo a la fe […] es tarea de todo predicador e incluso de todo creyente. CATIC 904. La Iglesia católica en América Latina y El Caribe […] ha dado testimonio de Cristo, anunciando su evangelio y brindando su servicio de caridad particularmente a los más pobre, en el esfuerzo por promover su dignidad, y también en el empeño de promoción humana en los campos de la salud, economía solidaria, educación, trabajo, acceso a la tierra, cultura, vivienda y asistencia, entre otros […]. AP 98 Que seamos discípulos del Señor, alegres y felices por su resurrección y llevar esa noticia a los demás, ser testigos fieles y felices porque el Señor ha resucitado.

“Jesú s sale al encuentro de los hombres” Lunes 21 de Abril de 2014 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Ven, Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu Amor. Tú eres la fuerza que vigoriza nuestro trabajo. Tú el alimento que vivifica nuestra alma. Tú la luz que ilumina nuestra mente, Tú, el motor de nuestras obras. Danos docilidad para seguir tus mandatos y que gocemos siempre de tu protección. LECTURA a. Texto: Mt 28, 8-15 8 Ellas salieron rápidamente del sepulcro y, con temor pero con mucha alegría, corrieron a llevar la noticia a los discípulos. 9Jesús salió a su encuentro y las saludó. Ellas se acercaron, se echaron a sus pies y lo adoraron. 10 Entonces Jesús les dijo: No teman, digan a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán. 11Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los jefes de los sacerdotes todo lo ocurrido. 12 Estos se reunieron con los ancianos y acordaron en consejo dar una buena suma de dinero a los soldados, 13adviértanles: Digan que sus discípulos fueron de noche y robaron su cuerpo mientras ustedes dormían. 14 Y si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros lo convenceremos y responderemos por ustedes. 15 Los soldados tomaron el dinero e hicieron lo que les había dicho, y ésta es la versión que ha corrido entre los judíos hasta hoy. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. c. Indicaciones para la lectura El momento central de este pasaje es el anuncio de la resurrección. Mateo simplifica y retoca el relato de Marcos, dando a este anuncio un tono más gozoso y dinámico. La manifestación del ángel está rodeada de fenómenos portentosos semejantes a los mencionados con motivos de la muerte de Jesús (Mt 27, 51-53)) y relacionan ambos acontecimientos. El centro del relato es el hallazgo de la tumba vacía, interpretando por las palabras de mensajero: ¡Ha resucitado! Las mujeres, presentes en el momento de la crucifixión y de la muerte, son también testigos de la resurrección. A través de ellas, la buena noticia y el encargo de ir a Galilea los espera, según les había anunciado. MEDITACIÓN Ellas salieron rápidamente del sepulcro y, con temor pero con mucha alegría, corrieron a llevar la noticia a los discípulos. El salir corriendo es que ha sucedido algo importante, ha pasado algo que ha sorprendido, por eso van rápido a llevar la noticia a los discípulos para que también sean testigos, hay un temor por lo que ha pasado, pero hay alegría, que nosotros corramos rápidamente y no esperemos más para llevar la noticia a los demás de que Cristo ha resucitado, como lo habían anunciado las escrituras. Jesús salió a su encuentro y las saludó. Ellas se acercaron, se echaron a sus pies y lo adoraron. El gozo se hace más cuando Jesús sale a su encuentro por eso es que lo adoran porque saben que él es el Señor, el que ha resucitado. Se echan a sus pies reconociéndose limitados, reconociéndose creaturas ante Jesús porque él es el único que da vida, el postrarse nos habla de una actitud de humildad y de reconocimiento. Constantemente Jesús sale al encuentro de nosotros y en ocasiones no nos atrevemos a postrarnos a sus pies ni adorarlo. Entonces Jesús les dijo: No teman, digan a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán. Jesús les encomienda una tarea, tiene que llevar la noticia a los discípulos. No debe de haber preocupación ni temor por que el Señor esta con ellas; Jesús diario está con nosotros nunca nos deja solos, debemos de confiar en él e ir a donde él nos mande para seguir anunciando su palabra. Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los jefes de los sacerdotes todo lo ocurrido. Los sumos sacerdotes y los ancianos compran el silencio y la mentira de los guardias del sepulcro, se dejan llevar, porque estos guardias son testigos directos de la resurrección y engañan. Estos se reunieron con los ancianos y acordaron en consejo dar una buena suma de dinero a los soldados El dinero es una tentación que los hombre tenemos y por la cual en ocasiones nos dejamos llevar, nos importa más el dinero que la

verdad como lo han hecho estos guardias al decir mentiras solo por recibir una cantidad de dinero, cuantas ocasiones nosotros nos dejamos llevar por otras cosas y engañamos a los demás y les hacemos un mal, estamos perjudicando su personas, su dignidad y no hablamos con la verdad. Adviértanles: Digan que sus discípulos fueron de noche y robaron su cuerpo mientras ustedes dormían. Los sumos sacerdotes y los ancianos son gente que no quiere hacer el bien, busca la manera de que los demás no crean en la resurrección del Señor, quieren engañar y ellos quieren aparecer como buenos, por eso ponen a los guardias como los culpables como las víctimas y testigos de que los discípulos de Jesús se han llevado el cuerpo. No debemos dejarnos llevar por los demás lo más importante es tener y hablar con la verdad, siempre buscar lo que en realidad es. Y si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros lo convenceremos y responderemos por ustedes. Hay un temor de que el gobernador se entere pero fácilmente pueden hacerlo creer y convencer de eso, realmente los sumos sacerdotes y los ancianos de cual quieren forma quieren engañar, y confundir a los que realmente cree en la resurrección del Señor. Los soldados tomaron el dinero e hicieron lo que les había dicho, y ésta es la versión que ha corrido entre los judíos hasta hoy. El dinero ha hecho de los guardias que mientan, sabiendo en realidad lo que ha ocurrido no se atreven hablar con la verdad, se dejan llevar fácilmente por los sumos sacerdotes y los ancianos y es por ello que hasta ahorita esa versión ha ocurrido entre los judíos, si no se dice la verdad muchas cosas caen y se derrumban lo mejor es ser hombre sinceros y coherentes con nuestra vida. ORACIÓN Resucitó el señor, y vive en la palabra de aquel que lucha y muere gritando la verdad. Resucitó el Señor, y vive en el empeño de todos los que empuñan las armas de la paz. Resucitó el Señor y está en la fortaleza del triste que se alegra y del pobre que da pan. Resucitó el Señor, y vive en la esperanza del hombre que camina creyendo en los demás. Resucitó el Señor, y vive en el que muere surcando los peligros que acechan a la paz. CONTEMPLACIÓN La Iglesia está llamada a repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia su misión en las nuevas circunstancias latinoamericanas y mundiales […]. Se trata de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del evangelio arraigada en nuestra historia, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, que suscite discípulos misioneros. […]. AP 11 En la liturgia de la nueva alianza, toda acción litúrgica, especialmente la celebración de la Eucaristía y de los sacramentos, es un encuentro entre Cristo y la Iglesia. La asamblea litúrgica recibe su unidad de la comunión del espíritu Santo que reúne a los hijos de Dios en el único Cuerpo de Cristo. Esta reunión desborda las afinidades humanas, raciales, culturales y sociales. CATIC 1097 Que seamos cristianos llenos del amor de Dios, testigos de la resurrección y que siempre hablemos a los demás con la verdad.

“El encuentro con Cristo resucitado nos llena de amor” Martes 22 de Abril de 2014 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Escúchanos, Espíritu Santo, Tú que eres nuestro Amigo. Tú que estás siempre cerca de nosotros: llena nuestros corazones de tu amor. Te pedimos Señor Jesús que nos envíes al Espíritu Santo, te rogamos, para que sea él quien moldee nuestras vidas y nos guíe siempre por el buen camino. LECTURA a. Texto: Juan 20,11-18 11 María en cambio, se quedó allí, junto al sepulcro, llorando. Sin dejar de llorar, volvió a asomarse al sepulcro. 12Entonces vio dos ángeles, vestidos de blanco, sentados en un lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 13Los ángeles le preguntaron: mujer, ¿Por qué lloras? Ella contesto: Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto. 14Dicho esto, se volvió hacia atrás y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció. 15Jesús le preguntó: Mujer ¿por qué lloras? ¿A quién estás buscando? Ella creyendo que era el jardinero, le contesto: Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto y yo misma iré a recogerlo. 16Entonces Jesús le dijo: ¡María! Ella se acercó a él y exclamó en arameo: ¡Rabboni! (que quiere decir Maestro). 17Jesús le dijo: No me retengas, porque todavía no he subido a mi Padre; anda, ve y di a mis hermanos que voy a mi Padre que es el Padre de ustedes; a mi Dios, que es también su Dios. 18 María Magdalena se fue corriendo a donde estaban los discípulos y les anunció: He visto al Señor. Y les contestó lo que Jesús le había dicho. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura La tradición común a los otros tres evangelios presenta a María Magdalena junto con otras mujeres en el sepulcro. En Juan, sin embargo, aparece ella sola en un encuentro privilegiado con Jesús. El relato trata de completar el mensaje de la tumba vacía. La preocupación de María es encontrar el cadáver de Jesús y el resultado de la búsqueda es el encuentro con el mismo Jesús, a quien sólo reconoce después de que él la ha llamado por su nombre. En las apariciones, lo mismo que en la tumba es necesaria la fe para reconocer a Jesús resucitado. Después de este encuentro María tiene que regresar al grupo de los discípulos para dar testimonio de lo que ha visto y oído. MEDITACIÓN María en cambio, se quedó allí, junto al sepulcro, llorando. Sin dejar de llorar, volvió a asomarse al sepulcro. María permanece fiel, y espera triste porque no sabe dónde está Jesús, pero no abandona el sepulcro, esperemos constante mente nosotros a un lado de Jesús para ver lo que le ha pasado y así él saldrá a nuestro encuentro, solucionara nuestras preocupaciones. Entonces vio dos ángeles, vestidos de blanco, sentados en un lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Al asomarse María al sepulcro se da cuenta de que hay dos ángeles donde estuvo Jesús, son ellos vestidos de blancos los que siempre nos acompañan en el camino, son los que están a nuestro lado y nos cuidan constantemente, María encuentra satisfacción al ver estos ángeles. Los ángeles le preguntaron: mujer, ¿Por qué lloras? Ella contesto: Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto. Los ángeles siempre se preocupan por nosotros por eso le preguntan a María por que la notan diferente, la notan preocupado porque no sabe dónde está su Señor, los ángeles serán pues siempre los que estén a nuestro lado y nos ayuden a resolver nuestras dudas, serán los que nos protejan en cada instante Dicho esto, se volvió hacia atrás y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció. Se da cuenta de que hay estaba alguien, es Jesús pero no lo reconoce, Jesús se nos presenta día a día en nuestras vidas de diferente manera, pero nosotros somos ciegos para no reconocerle, se nos da de diferente manera y nosotros no queremos acercarnos. Jesús le preguntó: Mujer ¿por qué lloras? ¿A quién estás buscando? Ella creyendo que era el jardinero, le contesto: Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto y yo misma iré a recogerlo. María esta triste, y está confundida, hay

alguien más que también le pregunta ¿A quién buscas?, Jesús es el que le habla, pero ella lo confunde con un jardinero, las lágrimas el llanto no deja ver quien en verdad le está hablando, piensa pues que él el jardinero sabe dónde está su Señor y ella está interesada en ir a buscarlo, debemos estar siempre como María deseosos por saber dónde está el Señor. Entonces Jesús le dijo: ¡María! Ella se acercó a él y exclamó en arameo: ¡Rabboni! (que quiere decir Maestro). Finalmente Jesús la llama por su nombre, en ese momento se da cuenta de que es él al que tanto busca, las lágrimas el llanto han hecho que María encuentre a Jesús, el gran amor por saber dónde está la llevan a exclamar que él es su maestro, que él es el guie el que enseña y nos instruye. Jesús le dijo: No me retengas, porque todavía no he subido a mi Padre; anda, ve y di a mis hermanos que voy a mi Padre que es el Padre de ustedes; a mi Dios, que es también su Dios. El amor a Jesús ha hecho que María se portadora, que sea testigo y lleve la gran notica de que Jesús está vivo, Jesús nos llama hermanos, nos hace hijos de un mismo Padre de un mismo Dios, el amor de Jesús hacia nosotros es inmenso María Magdalena se fue corriendo a donde estaban los discípulos y les anunció: He visto al Señor. Y les contestó lo que Jesús le había dicho. El encontrarse con Jesús, con el que tanto buscaba ha ocasionado que rápidamente vaya y lleve la noticia de Jesús a los discípulos, el encuentro con Jesús nos hace llenarnos de gozo y alegría y eso mismo poder trasmitirlo a los demás. ORACIÓN Resucitó el Señor, y manda a los creyentes crecerse ante el acoso que sufre la verdad. Resucitó el Señor, y vive en el esfuerzo del hombre que sin fuerzas quedó por los demás. Resucitó el señor, y está en la encrucijada de todos los caminos que llevan a la paz. Resucitó el Señor, y llama ante la puerta de todos los que olvidad lo urgente que es amar. Resucitó el Señor, su gloria está en la tierra, en todos los que viven su fe de par en par. Amén CONTEMPLACIÓN Ser testigos de Cristo es ser testigos de su resurrección haber comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos. La esperanza cristiana en la resurrección está totalmente marcada por los encuentros con Cristo resucitado. Nosotros resucitaremos como Él, con Él, por Él. CATIC 995 Fruto del Espíritu y plenitud de la ley, la caridad guarda los mandamientos de Dios y de Cristo: “Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permanecéis en mi amor” (Jn 15, 9-10) CATIC 1824 Que seamos discípulos de Jesús entregados a él. Que busquemos a Jesús en cada momento y que lo encontremos y reconozcamos para llevar el anuncio del amor a los demás.

“Jesú s se nos hace presente en el camino y se une con el hombre” Miércoles 23 de Abril de 2014 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Ven, espíritu divino manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre don, en tus dones espléndido; luz que penetras las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. LECTURA a. Texto: Lucas 24,13-35 13 Aquel mismo día, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, que dista de Jerusalén unos once Kilómetros. 14Iban hablando de todos estos sucesos. 15Mientras hablaban y se hacían preguntas, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. 16Pero sus ojos estaban tan cegados, que no eran capaces de reconocerlo. 17El les dijo: ¿Qué es lo que vienen conversando por el camino? Ellos se detuvieron entristecidos, 18y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: ¿Eres tú el único en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado allí estos días? 19El les preguntó: ¿Qué ha pasado? Ellos contestaron: Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo. 20¿No sabes que los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron? 21Nosotros esperábamos que él fuera el libertador de Israel. Y sin embargo, ya hace tres días que ocurrió esto. 22Es cierto que algunas de nuestras mujeres nos han sorprendido, porque fueron temprano al sepulcro 23y no encontraron su cuerpo. Hablaban incluso de que se les habían aparecido unos ángeles que decían que está vivo. 24Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y lo encontraron todo como las mujeres decían, pero a él no lo vieron. 25Entonces Jesús les dijo: ¡Que torpes son para comprender, y qué duros son para creer lo que dijeron los profetas! 26¿No era necesario que el Mesías sufriera todo esto para entrar en su gloria? 27 y empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que decían de él las Escrituras. 28 Al llegar al pueblo a donde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. 29Pero ellos le insistieron diciendo: Quédate con nosotros, porque es tarde y está anocheciendo. Y entró para quedarse con ellos. 30Cuando estaba sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a ellos. 31Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero Jesús desapareció de su lado. 32Y se dijeron uno a otro: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino y nos explica las Escrituras? 33En aquel mismo instante se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once y a todos los demás, 34que decían: Es vedad, el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón. 35Ellos, por su parte, contaban lo que ocurrió cuando iban de camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura Este relato de Lucas, presenta a dos discípulos desconocidos, que han perdido la fe en Jesús desconcertados por el hecho de su muerte en la cruz. Jesús sale a su encuentro en el camino de decepción y les explica las escrituras. Ellos lo reconocen al partir el pan. Es Jesús el Mecías que reconoce en el servicio a los más necesitados, que son los desconocidos de la historia humana; en la palabra de Dios y en la Eucaristía. Este relato es una parábola del encuentro personal con Jesús y describe un proceso repetido muchas veces entre aquellos que a lo largo de la historia han seguido a Jesús. MEDITACIÓN Aquel mismo día, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, que dista de Jerusalén unos once Kilómetros. Los discípulos van desconcertados y tristes por la muerte de Jesús, desalentados por el suceso de la muerte así en ocasiones actuamos nosotros y no creemos en que Jesús está vivo, pensamos que ya murió y no nos damos cuenta que él va en nuestro camino. Iban hablando de todos estos sucesos. No hay otro tema más importante de que hablar, lo más importante en ese momento es lo de la muerte de Jesús, que ha pasado con él

Mientras hablaban y se hacían preguntas, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Los discípulos no lo han reconocido presente en el caminante que se les une en la marcha y que parece ignorar todo lo sucedido aquellos días en Jerusalén, ellos están desanimados; en la tumba del crucificado quedaron enterradas sus esperanzas mesiánicas, que no son capaces de resurgir ni con las noticias que empiezan a correr en su grupo sobre el sepulcro vacío e incluso la resurrección de Jesús, anunciada por los ángeles a las mujeres. Pero sus ojos estaban tan cegados, que no eran capaces de reconocerlo. Ahorita para los discípulos es muy difícil reconocer a Jesús, no saben y no entienden las escrituras, constantemente en la vida del ser humano hay ceguera, no vemos que Jesús en persona se nos acerca, que su presencia es una presencia viva con los hombres. Él les dijo: ¿Qué es lo que vienen conversando por el camino? Ellos se detuvieron entristecidos, Jesús se acerca y conversa con ellos, los discípulos tristes no saben de lo que se trata, no reconocen esa presencia de Jesús resucitado. Y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: ¿Eres tú el único en Jerusalén que no sabe lo que ha pasado allí estos días? Todo Jerusalén sabe muy bien del suceso que ha ocurrido, saben lo que ha pasado Jesús, por eso Cleofás hace esa pregunta muy directa y con gran sentimiento de tristeza. Jesús ha muerto, el maestro ya no vive y no sabe lo que ha sucedido. Él les preguntó: ¿Qué ha pasado? Ellos contestaron: Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y ante todo el pueblo. Todavía Jesús se atreve a preguntarles que ha pasado, quizás para ver la reacción de los discípulos, que no han reconocido a Jesús, los discípulos conocen muy bien todo lo que hizo Jesús, lo que representaba y lo grande y poderoso que era. Sabemos que Jesús es el salvador, pero nos cuesta en ocasiones reconocerlo y entregarnos a él. ¿No sabes que los jefes de los sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron? Los discípulos hablan con sinceridad y con gran dolor, los sacerdotes y las autoridades han entregado a Jesús para que le den muerte, cuantas veces nosotros somos ocasiones para que no crean en Jesús, cuantas veces en la vida entregamos a Jesús y le damos muerte con nuestras actitudes y con nuestro obrar que no es del todo bien, veamos que la muerte de Jesús en ocasiones la volvemos a repetir. Nosotros esperábamos que él fuera el libertador de Israel. Y sin embargo, ya hace tres días que ocurrió esto. Los discípulos esperan de Jesús, tenían fe en que fuera el libertador de Israel, pero están desconcertados con su muerte, no saben que es él y no saben que ha resucitado. Es cierto que algunas de nuestras mujeres nos han sorprendido, porque fueron temprano al sepulcro Saben de alguna manera que las mujeres han ido al sepulcro y no han encontrado nada, el sepulcro esta vació pero ellos no han entendido del todo las escrituras. Y no encontraron su cuerpo. Hablaban incluso de que se les habían aparecido unos ángeles que decían que está vivo. Las mujeres han llevado la noticia a los discípulos, ha sido testigos de que Jesús no está allí, el hablar de lo ángeles y que ellos mismo han dicho de que Jesús está vivo los hace tener alguna esperanza. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y lo encontraron todo como las mujeres decían, pero a él no lo vieron. Aparte de las mujeres que fueron testigos han ido otros y han visto y han sido testigos de lo que las mujeres habían dicho, pero ellos ni con eso han entendido que el Señor está vivo que ha resucitado como lo habían anunciado. Entonces Jesús les dijo: ¡Que torpes son para comprender, y qué duros son para creer lo que dijeron los profetas! Jesús ve que los discípulos no han entendido no comprendido todo, no creen en lo que desde antes se ha anunciado. ¿No era necesario que el Mesías sufriera todo esto para entrar en su gloria? Jesús comienza a explicarles las escrituras a los discípulos, para que pueden entender y así creer que Jesús ha resucitado de entre los muertos, Jesús se aparece en el camino de todo hombre y se nos da de la manera más sencilla, es fácil comprenderlo, pero lo malo es que somos duros para creer y somos muy ciegos para ver todo lo que ha pasado. Y empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que decían de él las Escrituras. Jesús comienza a explicarles todo lo que se refiere a él dentro de las escrituras, esta lectura cristológica de las Escritura es el camino que, iniciando por Jesús, seguirá la Iglesia primitiva, como vemos en los pregones apostólicos de los hechos. Al llegar al pueblo a donde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Llegaron a donde los discípulos tenían que llegar, el camino por recorres ya lo han hecho y Jesús hace que va seguir adelante. Los discípulos poco a poco se van dando cuenta de quién es el caminante que los acompaña, y van entendiendo las escrituras. Pero ellos le insistieron diciendo: Quédate con nosotros, porque es tarde y está anocheciendo. Y entró para quedarse con ellos. Jesús con gran confianza entre en casa de los discípulos, la insistencia de ellos ha hecho que Jesús se quede en su casa, cuantas veces le hemos abierto nuestra casa al Señor, cuantas veces nuestro corazón está abierto a Jesús. Jesús está disponible para quedarse con nosotros para acompañarnos solo es necesario abrirle las puertas. Cuando estaba sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a ellos. Jesús comienza a revelarse, comienza a decir quién es y lo hace por medio de la fracción del pan, por medio de la Eucaristía. Es la Eucaristía donde

Jesús día a día se nos hace presente, es donde nosotros recobramos vida y reconocemos a Jesús que es el que ha resucitado para darnos vida y vida en abundancia. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero Jesús desapareció de su lado. La Eucarística hace que los discípulos abran los ojos, que no tengan ceguera, dentro de este sacramento tan grande y lleno de entrega por parte de Jesús, es donde el hombre encuentra y reconoce que Jesús está vivo, Jesús se nos da y nos acompaña hasta casa para poderlo reconocer. Jesús desaparece de alguna forma, pero se queda con nosotros en el pan, en su cuerpo y en su sangre Y se dijeron uno a otro: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino y nos explica las Escrituras? Cuando Jesús los acompañaba ellos de alguna manera ya sentían esa presencia aunque no la reconocían, cuando Jesús está a nuestro lado, nuestra persona se vuelve diferente; hay algo que no es igual y es que Jesús hace que nos sintamos en confianza. En aquel mismo instante se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los once y a todos los demás Esta gran entrega de Jesús, hace que los discípulos regresan con gran alegría a llevar la noticia de lo sucedido, aunque ya era tarde no les importa y regresan a Jerusalén, porque ellos también son testigos de la resurrección del Señor. Que decían: Es verdad, el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón. Jesús está vivo no hay por qué preocuparse, todos los testigos de la resurrección se encuentran muy felices porque el Señor está con ellos. No hay por qué preocuparnos Jesús está con nosotros en nuestras vidas, tenemos al Señor que nos da vida nueva. Ellos, por su parte, contaban lo que ocurrió cuando iban de camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Los discípulos de Emaús comparten su gran experiencia que han tenido por el camino, como Jesús se les ha presentado, y como lo han reconocido en la fracción del pan, es de gran alegría reconocer y saber que Jesús ha resucitado. Llevemos esa noticia de que le Señor ha resucitado y trasmitámosla con gozo a los demás. ORACIÓN Hoy, Señor, comenzamos por pedirte perdón porque somos tardos de corazón para creer en ti debido a nuestra desesperanza en el camino de Emaús. Te creíamos muerto, pero tú vives hoy como ayer. Ábrenos los ojos des espíritu para que te busquemos y entendemos que tú eres más fuerte que nuestro pecado. ¿Cómo conoceremos que tú eres el Dios de vida si tu palabra y tu pan no caldean nuestros corazones? Gracias, Señor, porque nos permites reconocerte en tu palabra, en la Eucaristía y en los hermanos. Camina a nuestro lado y quédate con nosotros para siempre. Amén CONTEMPLACIÓN La presencia cotidiana y esperanzada de incontables peregrinos nos ha recordado a los primeros seguidores de Jesucristo que fueron al Jordán, conde Juan bautizaba, con la esperanza de encontrar al Mesías. Quienes se sintieron atraídos por la sabiduría de su palabra, por la bondad de su trato y por el poder de sus milagros, por el asombro inusitado que despertaba su persona, acogieron el don de la fe y llegaron a ser discípulos de Jesús […] AP21. Como nos dijo el Papa en su discurso inaugural: “Sólo quien reconoce a Dios, conoce la realidad y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano” […] AP42 Los discípulos de Jesús están llamados a vivir en comunión con el Padre y con su Hijo muerto y resucitado, en “la comunión en el espíritu Santo”. El misterio de la Trinidad es la fuente, el modelo y la meta del misterio de la Iglesia: “Un pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, llamada en Cristo “como un sacramento, o signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano”. La comunión de los fieles y de las Iglesias particulares en el Pueblo de Dios se sustenta en la comunión con la Trinidad. AP 155 Que reconozcamos a Jesús como discípulos suyos y que sepamos comprender lo que él nos dice cuándo va junto a nosotros por el camino y al mismo tiempo compartir esa experiencia con los demás

“Testigos de que el Señ or ha resucitado” Jueves 24 de Abril de 2014 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Espíritu Santo Tú que llenas de fuego el corazón de los que buscan a Jesús. Llena mi corazón para encontrarme con el Señor. Tú que iluminas la mente de los pobres que escuchan la Palabra, buscando la voluntad del Padre, ilumina mi persona y mi entendimiento para comprender el mensaje del Señor y llenarme de su Palabra que da vida. LECTURA a. Texto: Lucas 24,35-48 35 Ellos, por su parte, contaban lo que les había ocurrido cuando iban de camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. 36Estaban comentando lo sucedido, cuando el mismo Jesús se presentó en medio y les dijo: la paz esté con ustedes. 37Espantados y llenos de miedo, creían ver un fantasma. 38 Pero él les dijo: ¿De qué se asustan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? 39Vean mis manos y mis pies; soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse de que un fantasma no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo. 40Y dicho esto, les mostró las manos y los pies. 41Pero como aún se resistían a creer por la alegría y el asombro, les dijo: ¿Tienen algo de comer? 42Ellos le dijeron un trozo de pescado asado. 43El lo tomó y lo comió delante de ellos. 44 Después les dijo: Cuando aún estaba entre ustedes les dije que era necesario que se cumpliera todo lo escrito sobre mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. 45Entonces les abrió la inteligencia para que comprendieran las Escrituras, 46 y les dijo: Estaba escrito que el Mesías tenía que morir y resucitar de entre los muertos al tercer día, 47 y que en su nombre se anunciaría a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén, la conversión y el perdón de los pecados. 48 Ustedes son testigos de estas cosas. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura En este relato los once entran en la plenitud del mensaje pascual, gracias al encuentro con el resucitado. Él les descubre el sentido profundo de las Escrituras y los envía como testigos a predicar la conversión y el perdón de los pecados para todos los hombres. Los discípulos cuentan con la ayuda y la fuerza del Espíritu Santo que es quien guía el anuncio de la buena noticia en el tiempo de la Iglesia. MEDITACIÓN Ellos, por su parte, contaban lo que les había ocurrido cuando iban de camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Los discípulos de Emaús son los que van llenos de alegría por el camino y han sido testigos de que el Señor ha resucitado, cuanto todo lo que le ha sucedido y como Jesús se les ha presentado. Estaban comentando lo sucedido, cuando el mismo Jesús se presentó en medio y les dijo: la paz esté con ustedes. Jesús nuevamente se presenta en medio de los discípulos, justo cuanto están llenos de alegría porque ha visto antes y han sido testigos de que en realidad Jesús está vivo. Jesús deja un mensaje para ellos y para nosotros: tenemos que vivir en paz, Jesús nos da su paz para que confiemos en él. Espantados y llenos de miedo, creían ver un fantasma. Un poco sorprendidos por todo lo que ha pasado, creen ver un fantasma no reconocen a Jesús; hay un miedo entre los discípulos. Pero él les dijo: ¿De qué se asustan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Jesús hace esas preguntas y ellos están muy confundidos y es que como han visto morir a Jesús y todo lo que ha pasado es difícil comprender que Jesús está con ellos. Vean mis manos y mis pies; soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse de que un fantasma no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo. Jesús está cerca de ellos, el resucitado acumula pruebas físicas, pruebas en las que ellos pueden creer con más facilidad de su identidad y que son evidencias de su humanidad corpórea, Jesús quiere que crean en él, sabe de la tristeza y del miedo que tienen pero tiene gran interés por saber que ha pasado con Jesús. Y dicho esto, les mostró las manos y los pies.Jesús se muestra con más pruebas para que los discípulos crean en él. Jesús se muestra en nuestra vida y se nos da a conocer para que creamos en él, para que no tengamos miedo ni temor y estemos muy contentos porque ha resucitado.

Pero como aún se resistían a creer por la alegría y el asombro, les dijo: ¿Tienen algo de comer? Jesús se daba cuenta de que ellos no querían creer y él les pide algo para comer. Jesús quiere que creamos en él y es por eso que busca la manera de hacer que los discípulos no tengan ese asombre y crean sin más en él. Ellos le dijeron un trozo de pescado asado. Los discípulos le ofrecen un pescado para comer, están interesados y asombrados, pero quieren darse cuenta de que es Jesús el resucitado el que se les ha presentado. Él lo tomó y lo comió delante de ellos. No obstante, su humanidad está glorificada, lo cual explica que en primer instante no le reconozcan. Pero después de un proceso gradual de fe y con base en su experiencia y contacto personal con el Señor resucitado, acabarán por creer firmemente que el visitante no es otro que el mismo Jesús que ha resucitado. Después les dijo: Cuando aún estaba entre ustedes les dije que era necesario que se cumpliera todo lo escrito sobre mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Jesús pone más pruebas para que crean en él y no solo el contacto visual que puede ser insuficiente, sino que añade sus pruebas mesiánicas: es la lectura cristológica del Antiguo Testamento. Entonces les abrió la inteligencia para que comprendieran las Escrituras, Jesús les abre la inteligencia para que comprendan las escrituras y así puedan creer con más profundidad en su resurrección. Jesús esta revelado y se nos ha dado en las escrituras para que veamos que todo lo que se ha dicho en el antiguo testamento se ha cumplido. Y les dijo: Estaba escrito que el Mesías tenía que morir y resucitar de entre los muertos al tercer día, Jesús les da a conocer las escrituras y les dice todo lo que está escrito en ellas, todo lo que contiene y lo que ha de pasar Jesús, para que los discípulos puedan creer que el que está con ellos es Jesús. Y que en su nombre se anunciaría a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén, la conversión y el perdón de los pecados. Jesús les dice todo lo que él mismo iba a pasar, su nombre sería extendido por todas las naciones y que iba perdonar los pecados y la conversión a los pueblos. Ustedes son testigos de estas cosas. Los discípulos han sido testigos de que Jesús se les ha presentado, han visto en realidad que Jesús está vivo por que les ha mostrado su cuerpo y les ha explicado las escrituras, Somos testigos nosotros de que Jesús ha resucitado y que vive entre nosotros. ORACIÓN Te bendecimos, Padre, porque Cristo resucitado vino a romper los cerrojos de nuestras puertas y corazones, cerrados por el miedo y desánimo, y a compartir la mesa y el pan de la esperanza. Danos tu Espíritu que nos haga testigos valientes de tu salvación y de tu amor de Padre ante los hombres, para que, mano con mano, construyamos tu Iglesia como hogar de futuro y de esperanza para el mundo. Amén. CONTEMPLACIÓN Todo lo que sucedió en estas jornadas pascuales compromete a cada uno de los Apóstoles y a Pedro en particular en la construcción de la era nueva que comenzó en la mañana de Pascua. Como testigos del Resucitado, los Apóstoles son las piedras de fundación de su Iglesia. La fe de la primera comunidad de creyentes se funda en el testimonio de hombres concretos, conocidos de los cristianos, y de los que la mayor parte aún vivían entre ellos. Estos testigos de la Resurrección de Cristo son ante todo Pedro y los Doca, pero no solamente ellos: Pablo habla claramente de más de quinientas personas a las que se apareció Jesús en una sola vez además de Santiago y de todos los Apóstoles. CATIC 642 Por lo tanto, debe cultivarse la formación comunitaria, especialmente en la Parroquia. Con diversas celebraciones e iniciativas, principalmente con la Eucaristía dominical, que es “momento privilegiado del encuentro de las comunidades con el Señor resucitado”, los fieles deben experimentar la Parroquia como una familia en la fe y la caridad,, en la que mutuamente se acompañe y ayuden en el seguimiento de Cristo. AP 305 Que nosotros cristianos llenos de amor, sepamos ver a Jesús en medió de nosotros. Que veamos que Jesús ha resucitado y viene al encuentro de hombre.

“Confiemos en el Señ or, y é l estará con nosotros en cada momento.” Viernes 25 de Abril de 2014 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Tú Espíritu Santo que reúnes en tu amor a quienes se esfuerzan por amar, siguiendo el ejemplo de Jesús. Nosotros no sabemos cómo orar, ni qué pedir. Pero Tú conoces nuestros deseos, y suples nuestra pobreza. Reafirma en nuestros corazones la certeza del amor del Padre, la seguridad de ser hijos suyos. Confírmanos en tu luz y tu amor infunde en nosotros tu aliento. Amén. LECTURA a. Texto: Juan 21,1-14 1 Poco después, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos junto al lago de Tiberiades. 2 Estaban juntos Simón Pedro. Tomás «EL Mellizo», Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. 3 En esto dijo Pedro: Voy a pescar. Los otros dijeron: Vamos contigo. Salieron juntos y subieron a la barca, pero aquella noche no lograron pescar nada. 4 Al clarear el día, se presentó Jesús en la orilla del lago, pero los discípulos no lo reconocieron. 5 Jesús les dijo: Muchachos, ¿han pescado algo? Ellos contestaron: No. 6 Él les dijo: Echen la red al lado derecho de la barca y encontrarán peces. Ellos la echaron, y la red se llenó de tal cantidad de peces que no podían moverla. 7 Entonces, el discípulo a quien Jesús tanto amaba le dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Al oír Simón Pedro que era el Señor, se puso la túnica, pues estaba sin ella, y se lanzó al agua. 8 Los otros discípulos llegaron hasta la orilla en la barca, arrastrando la red llena de peces, pues no era mucha la distancia que los separaba de tierra; tan sólo unos cien metros. 9 Al saltar a tierra, vieron unas brasas, con peces colocados sobre ellas, y pan, 10 Jesús les dijo: Traigan ahora algunos de los peces que acaban de pescar. 11 Simón Pedro subió a la barca y bajó a tierra la red llena de peces; en total eran ciento cincuenta y tres peces grandes. Y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. 12 Jesús les dijo: Vengan a comer algo. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres?», porque sabían muy bien que era el Señor. 13 Jesús se acercó, tomó el pan en sus manos y lo repartió; y lo mismo hizo con los peces. 14 Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura Este relato utiliza la estructura narrativa de una pesca milagrosa, para describir simbólicamente la tarea evangelizadora de la Iglesia. Los siete discípulos indican que la tarea de la pesca debe correr a cargo de toda la Iglesia. La red que no se rompe acentúa la capacidad de la Iglesia para recibir a todos sin ninguna excepción. El número de discípulos (siete), indica la perfección, y el número de peces indica la plenitud y la universalidad. La pesca en alta mar (símbolo del mundo), adquiere todo su sentido desde la orilla donde está el Señor que prepara la comida, es decir la Eucaristía. MEDITACIÓN Poco después, Jesús se apareció otra vez a sus discípulos junto al lago de Tiberiades. Jesús se hace presente junto a otros discípulos, nuevamente Cristo se aparece, el resucitado se hace presente en medio de seis discípulos, Jesús está entre nosotros, nunca nos deja solos siempre está a nuestro lado. Estaban juntos Simón Pedro. Tomás «EL Mellizo», Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. La unidad que hay entre los discípulos, ellos forman una comunidad. Los discípulos no están solos conviven juntos. En esto dijo Pedro: Voy a pescar. Los otros dijeron: Vamos contigo. Salieron juntos y subieron a la barca, pero aquella noche no lograron pescar nada. Estando en dialogo, uno de ellos Pedro se piensa retirar e ir a pescar, pero los otros discípulos no lo dejan solo, se van junto con él, nosotros como verdaderos cristianos tenemos que tener un sentido de fraternidad y acompañar a nuestro hermano en todas las situaciones, no debemos nunca dejarlo solo. Al clarear el día, se presentó Jesús en la orilla del lago, pero los discípulos no lo reconocieron. Los discípulos esa noche no habían pescado nada, cuando amanece Jesús se presenta a la orilla del lago, pero ellos no saben y no reconocen quien es el que está en esa orilla, no reconocen la resurrección del Señor todavía. Jesús les dijo: Muchachos, ¿han pescado algo? Ellos contestaron: No. Jesús se interesa por el trabajo de los discípulos, Jesús está muy interesado por todas las cosas que realizamos, se preocupa de lo que hagamos. Los discípulos aunque no le reconocían le dan una respuesta.

Él les dijo: Echen la red al lado derecho de la barca y encontrarán peces. Ellos la echaron, y la red se llenó de tal cantidad de peces que no podían moverla. Jesús ve la necesidad de los discípulos, sabe lo que andan haciendo, Jesús sabe muy bien lo que buscan, solo basta confiar en el señor y lograremos lo que queramos. Los discípulos han confiado en Jesús en sus palabras y por eso han conseguido lo que han buscado toda la noche. Entonces, el discípulo a quien Jesús tanto amaba le dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Al oír Simón Pedro que era el Señor, se puso la túnica, pues estaba sin ella, y se lanzó al agua. El discípulo amado ha reconocido, que el que está con ellos es el Señor, Jesús es el que ha hecho que pesquen esa grande cantidad de peces, la certeza de que el discípulo ha reconocido al Señor es participada no solo por Pedro sino también por los otros discípulos. Los otros discípulos llegaron hasta la orilla en la barca, arrastrando la red llena de peces, pues no era mucha la distancia que los separaba de tierra; tan sólo unos cien metros. Los otros discípulos terminan con el trabajo que han realizado junto con la ayuda del Señor, sin esa ayuda no habrían pescado nada, sino tenemos y no reconocemos a Jesús que viene con nosotros y nos ayuda no podremos salir adelante, necesitamos ver que el resucitado está a nuestro lado y nos ayuda a caminar hacia delante. Al saltar a tierra, vieron unas brasas, con peces colocados sobre ellas, y pan, Los discípulos están un poco confundidos de lo que ha pasado, no entienden del todo, pero sí reconocen al Señor. Jesús les dijo: Traigan ahora algunos de los peces que acaban de pescar. Nuevamente Jesús se dirige hacia ellos, les habla, dialoga con ellos y vemos que los discípulos no dicen nada. Jesús quiere estar con ellos. Simón Pedro subió a la barca y bajó a tierra la red llena de peces; en total eran ciento cincuenta y tres peces grandes. Y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. Es sorprendente la gran cantidad de peces que se han sacado, y al mismo tiempo es impresionante como no se rompe la red, por esos sucesos los discípulos saben que el que está con ellos es el Señor. Jesús les dijo: Vengan a comer algo. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres?», porque sabían muy bien que era el Señor. Jesús nos invita a comer, nos ofrece alimento. La comida es necesaria para la vida y más aun los discípulos no han comido y taren hambre, pero no son capaces de preguntarle quien es, porque ya lo saben. Sepamos que el Señor nos invita a comer solo basta confiar y acércanos a él Jesús se acercó, tomó el pan en sus manos y lo repartió; y lo mismo hizo con los peces. Los discípulos se acercan a comer, saben que el resucitado está con ellos, remite el ritual de la multiplicación de los panes y los peces, que a su vez es el mismo que el de la última cena y el de Emaús, el pez es signo y contraseña de Cristo en la iconografía y arte cristianos. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos. Jesús nuevamente se nos ha mostrado, él está vivo entre nosotros. Jesús nos dice echen la red, es decir, servir a mi misión redentora entre nuestros hermanos los hombres. A esta misión nos remite la eucarística que continuamente celebramos en nuestras comunidades. ORACIÓN Te bendecimos, Padre porque en la neblina mañanera la figura de Jesús resucitado disipa nuestros temores. Él nos toma de la mano, pronuncia nuestro nombre, nos alimenta con la eucaristía, nos hace crecer en el amor y nos confía una misión: Seréis pescadores de hombres. Por la fuerza de tu resurrección libéranos, Cristo, del poder del miedo y de la nada de la muerte. Tú has pronunciado tu nombre sobre nuestra miseria y nosotros te pertenecemos para siempre. Amén CONTEMPLACIÓN La historia de la humanidad, a la que Dios nunca abandona, trascurre bajo su mirada compasiva. Dios ha amado tanto nuestro mundo que nos ha dado a su Hijo. Él anuncia la buena noticia del reino a los pobres y a los pecadores. Por esto, nosotros, como discípulos de Jesús y misioneros, queremos y debemos proclamar el Evangelio, que es Cristo mismo. Anunciamos a nuestros pueblos que Dios nos ama, que su existencia no es una amenaza para el hombre, que está cerca con el poder salvador y liberador de su Reino, que nos acompaña en la tribulación, que alienta incesantemente nuestra esperanza en medio de todas las pruebas. Los cristianos somos portadores de buenas noticias para la humanidad y no de desventuras. AP 30 El primero de los preceptos abarca la fe, la esperanza y la caridad. En efecto, quien dice Dios, dice un ser constante, inmutable, siempre el mismo, fiel, perfectamente justo. De ahí se sigue que nosotros debemos necesariamente aceptar sus Palabras y tener en Él una fe y una confianza completas. Él es todopoderoso, clemente, infinitamente inclinado a hacer el bien. ¿Quién podría no poner en él todas sus esperanzas? ¿Y quién podrá no amarlo contemplado todos los tesoros de bondad y de ternura que ha derramado en nosotros? De ahí esa fórmula que Dios emplea en la Sagrada Escritura tanto al comienzo como al final de sus preceptos: “Yo soy el Señor”. CATIC 2086

Jesús viene a nuestro encuentro, solo basto que nosotros nos acerquemos a él. Debemos confiar en él y echar las redes y ver que tendremos una pesca abundante sí confiamos en su palabra.

“El encuentro con el resucitado y la misió n de los discı́pulos” Sábado 26 de Abril de 2014 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Padre bondadoso envíanos a tú Espíritu Santo, por el llena de fuego los corazones de los hombre que buscan con gran esperanza a Jesús. Espíritu Santo tú que iluminas la mente de los pobres que escuchan la Palabra, buscando la voluntad del Padre, ilumina mi entendimiento y dame fuerzas para sacar un mensaje de las palabras de Cristo. LECTURA a. Texto: Marcos 16,9-15 9 Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana y se apareció en primer lugar a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. 10 Ella fue a comunicárselo a los que lo habían acompañado, que estaban tristes y seguían llorando. 11 Ellos, a pesar de oír que estaba vivo y que ella lo había visto, no creyeron. 12 Después de esto se apareció, con aspecto diferente, a dos de ellos que iban de camino hacia el campo. 13 También ellos fueron a dar la noticia a los demás. Pero tampoco les creyeron 14 Por último, se apareció a los Once, cuando estaban a la mesa, y les reprochó su incredulidad y su terquedad, por no haber creído a quienes lo habían visto resucitado. 15 Y les dijo: Vayan por todo el mundo y proclamen la buena noticia a toda creatura. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura La resurrección de Cristo debe ser vista más como un comienzo de acción, que como el final alegre después de las desventuras de la pasión. El hilo conductor es la incredulidad de los discípulos; sin embargo, Jesús sigue contando con ellos para la misión, y los envía a anunciar la Buena Noticia a toda la humanidad. MEDITACIÓN Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana y se apareció en primer lugar a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. El evangelista quiere poner de relieva todas las apariciones de Jesús resucitado, la primera en ver que Jesús está vivo es María Magdalena que con gran fe y gozo está esperando en este momento. Ella fue a comunicárselo a los que lo habían acompañado, que estaban tristes y seguían llorando. María no se queda callada ni espera más, sino que llevan la noticia los discípulos, porque es una noticia de gran entusiasmo, nosotros no debemos de esperar más; tenemos que dar testimonio de que Cristo ha resucitado, porque esa noticia llena de gran alegría a los demás, Jesús se nos presenta para que lo veamos y creamos en él. Jesús mismo es el que viene a nuestro encuentro él toma la iniciativa de acercarse a los hombres. Ellos, a pesar de oír que estaba vivo y que ella lo había visto, no creyeron. Los discípulos son duros de corazón para creer en la resurrección, aunque han sabido que está vivo aun así entran en duda y no creen del todo, ¿nosotros que tanto creemos?, necesitamos ver a Jesús en persona para creer o sólo basta que alguien nos cuente de él y con ello creemos. En la actualidad de nuestro mundo hay muchas personas que quieren que los hombres se acerquen a Jesús, pero hay también a la vez una resistencia del mismo ser humano. Después de esto se apareció, con aspecto diferente, a dos de ellos que iban de camino hacia el campo. Jesús no sólo se presenta a María, sino que sale al encuentro de dos discípulos: los discípulos de Emaús. Jesús camina con ellos y se queda en su casa a compartir el pan, y poco a poco ellos van abriendo los ojos y se van dando cuenta de que el acompañante es Jesús resucitado. También ellos fueron a dar la noticia a los demás. Pero tampoco les creyeron Lo mismo que María han hecho estos discípulos, al estar llenos de gozo y de alegría por ver a Jesús resucitado llevan esa noticia a los demás, porque es una noticia muy esperada, pero nuevamente los que escuchan no quieren creer, son duros de corazón, no se dan cuenta de que los discípulos han sido testigos fieles de esa resurrección.

Por último, se apareció a los Once, cuando estaban a la mesa, y les reprochó su incredulidad y su terquedad, por no haber creído a quienes lo habían visto resucitado. Jesús finalmente se aparece con aquellos los que no han creído de los testigos de la resurrección, de alguna manera Jesús quiere que vean y que crean todo lo que está escrito en las escrituras. Jesús en nuestra vida se nos presenta de una y otra forma para que creamos en él, y confiemos de su bondad. Y les dijo: Vayan por todo el mundo y proclamen la buena noticia a toda creatura. Después de las tres apariciones de Jesús, él los envía, quiere que sean testigos. El mandato misionero, la misión, el envío para el testimonio y la evangelización es propio de la Iglesia, que ha iniciado con los primeros discípulos, es una tarea encomendada por Jesús; es la misma misión que tiene Jesús, él les da fuerzas y el dinamismo del Espíritu. ORACIÓN Te bendecimos, Padre, por la resurrección de Jesús, mientras peregrinamos como pueblo tuyo por el desierto, atisbando la aurora y saludando nuestra liberación. Es la nueva humanidad que nace en Cristo resucitado, el hombre nuevo, el viviente, el vencedor de la muerte. Según se mandato, queremos ser testigos del evangelio y demostrar con nuestra vida que el amor es posible. Vence con tu gracia nuestros miedos y cobardías. Haz que reconozcamos a Jesús y quedaremos asombrados de lo que su Espíritu puede realizar en y por nosotros. CONTEMPLACIÓN De múltiples maneras, en su historia, y hasta el día de hoy, los hombres has expresado su búsqueda de Dios por medio de sus creencias y sus comportamientos religiosos […] A pesar de las ambigüedades que pueden entrañar, estas formas de expresión son tan universales que se pueden llamar al hombre un ser religioso […]. CATIC 2 Desde el comienzo de su vida pública, Jesús eligió unos hombres en número de doce para estar con Él y participar en su misión; les hizo partícipes de su autoridad “y los envío a proclamar el Reino de Dios y a curar”. Ellos permanecen par siempre asociados al reino de Cristo porque por medio de ellos dirige su Iglesia […]. CATIC 551 La alegría que hemos recibido en el encuentro con Jesucristo, a quien reconocemos como el Hijo de Dios encarnado y redentor deseamos que llegue a todos los hombres y mujeres heridos por las adversidades; deseamos que la alegría de la buena noticia del reino de Dios, de Jesucristo vencedor del pecado y de la muerte, llegue a todos cuantos yacen al borde del camino, pidiendo limosna y compasión. La alegría del discípulo es antídoto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado por la violencia y el odio […]. Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo. AP 29 Que podamos ver a Jesús resucitado que sale al encuentro de nuestras vidas, y que aceptemos y creamos de los testigos que han visto a Jesús vivo. Nosotros cristianos alegres y comprometidos que llevemos la misión que Jesús nos ha dejado y anunciemos su evangelio a los demás en especial a los más pobres y abandonados.

¡Señ or mı́o y Dios mı́o! Domingo 27 de Abril de 2014 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Espíritu Santo, actúa en nosotros e impulsa nuestra pobre vida para que se llene de actos de amor a Dios y a los hermanos, convirtiéndonos en seres verdaderamente espirituales, es decir conducidos por tu fuerza. Así sea. LECTURA a. Texto: Jn 20, 19-31 19 Aquel mismo domingo, por la tarde, estaban reunidos los discípulos en una casa con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: La paz esté con ustedes. 20 Y les mostró las manos y el costado. Los discípulos, se llenaron de alegría al ver al Señor. 21 Jesús les dijo de nuevo: La paz esté con ustedes. Y añadió: Como el Padre me ha enviado, yo también los envío a ustedes. 22 Sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el espíritu Santo. 23 A quienes les perdonen los pecados, Dios se los perdonará; y a quienes se los retengan, Dios se los retendrá. 24 Tomás, uno del grupo de los Doce, a quien llamaban «El Mellizo», no estaba con ellos cuando se les apareció Jesús. 25 Le dijeron, pues, los demás discípulos: Hemos visto al Señor. Tomás les contestó: Si no veo las señales dejadas en sus manos por los clavos y no meto mi dedo en ellas, si no meto mi mano en la herida abierta en su costado, no lo creeré. 26 Ocho días después, se encontraban de nuevo reunidos en casa de todos los discípulos de Jesús. Estaba también Tomás. Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: La paz este con ustedes. 27 Después dijo a Tomás: Acerca tu dedo y comprueba mis manos; acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente. 28 Tomás contestó: ¡Señor mío y Dios mío! 29 Jesús le dijo: ¿Has creído porque me has visto? Dichosos los que han creído sin haber visto. 30 Jesús hizo en presencia de sus discípulos muchos más signos de los que han sido narrados en este libro. 31 Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengan en él vida eterna. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura El Señor resucitado cumple su promesa de regresar con sus discípulos y de darles el Espíritu Santo. El hecho de que los discípulos estén encerrados refleja la actitud de la comunidad de Juan que por miedo se cierra, pero Jesús los envía al mundo para ser sus testigos. La actitud de Jesús ante Tomás manifiesta un proceso de fe. Tomás no es un testimonio de fe, pues Él alaba la fe de los demás apóstoles que creen sin haber visto. MEDITACIÓN Aquel mismo domingo, por la tarde, estaban reunidos los discípulos en una casa con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: La paz esté con ustedes. El temor se había apoderado de los apóstoles, pero Jesús se presenta para mostrarles que está vivo, y quitar de ellos el miedo. Estaban en una casa con las puertas cerradas es imposible que alguien pueda entrar, está bloqueado, pero el poder de Dios lo sobrepasa todo. A pesar de que nuestras puertas estén cerradas Jesús estará siempre con nosotros. El saludo de la paz no es un mero saludo de buen deseo, sino la paz que les deja es un gran regalo, esa paz es la que les permite reconocer al Señor resucitado y el miedo que tenían y su cerrazón queda transformada en alegría. En la misa, ese saludo nos hace recordar que celebramos el sacrificio de entrega de Jesús, la alegría de que Jesús vive glorioso y le reconocemos como tal. Y les mostró las manos y el costado. Los discípulos, se llenaron de alegría al ver al Señor. Juan entiende la resurrección como la superación del miedo y el final de nuestro encerramiento. Se alegran, Jesús muestra sus manos y el costado, el que estaba muerto ha resucitado, las heridas siguen pero no sangran, no duelen. Es el mismo que crucificaron, son las señales de su amor hasta el extremo, ahora ven que nadie puede quitarles la vida que él les comunica, ese es el motivo de la alegría. Debe ser también nuestra alegría, con su resurrección nos da prueba de que es Dios y que cumple todo lo que nos promete, una alegría eterna en su presencia. Jesús les dijo de nuevo: La paz esté con ustedes. Y añadió: Como el Padre me ha enviado, yo también los envío a ustedes. Reafirma el saludo de paz, si con el primero desea quitar de los discípulos y de nosotros el miedo, con este segundo saludo nos alienta a ser valientes y responder al envío que nos hace, Jesús nos da muestra de obediencia al envío del Padre. Confiemos en que para el llamado que Dios nos hace a diario para entregarnos en nuestra vida ordinaria a los demás, contamos con su paz, con su Espíritu, para podernos entregar hasta el extremo como él lo hizo. Sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el espíritu Santo. Nos indica que somos enviados, pero nos deja solos, nos da la fuerza por excelencia, su espíritu. Así con capacita, con este fuerza recibida debemos y podemos entregarnos totalmente así como él

lo hizo. Confiemos en la fuerza del Espíritu, de Él recibimos las fuerzas necesarias y suficientes para poder responder a la misión que nos ha dado Dios a cada uno. A quienes les perdonen los pecados, Dios se los perdonará; y a quienes se los retengan, Dios se los retendrá. Perdonar los pecados es el tinte especial que les da a los discípulos en su misión. Juan desde el comienzo de su evangelio resaltará que para eso vino Jesús, ´´es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, son enviados a ejercitar el perdón, llamados a llevar la misericordia para todo hombre. Hoy los sacerdotes lo siguen haciendo, acudamos a ellos con la confianza de que es el mismo Dios quien actúa en ellos, perdonan los pecados y nos reconcilian con Dios. Tomás, uno del grupo de los Doce, a quien llamaban «El Mellizo», no estaba con ellos cuando se les apareció Jesús. Le dijeron, pues, los demás discípulos: Hemos visto al Señor. Tomás les contestó: Si no veo las señales dejadas en sus manos por los clavos y no meto mi dedo en ellas, si no meto mi mano en la herida abierta en su costado, no lo creeré. Tomás no aceptó el testimonio de los demás, esta es una tentación de todo ser humano, no aceptar la ayuda de otro, de querer hacer y entender todo por sí solo. Hay una resistencia a creer y Tomás pide antes de creer el poder experimentar, tocar para poder creer. Ocho días después, se encontraban de nuevo reunidos en casa de todos los discípulos de Jesús. Estaba también Tomás. Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: La paz este con ustedes. Después dijo a Tomás: Acerca tu dedo y comprueba mis manos; acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente. De fondo está ese deseo que tenemos todos de experimentar a Dios y podemos ver que Dios accede al hombre, se deja sentir, experimentar por él. A Tomás se le presenta y accede a lo que ha pedido. Las llagas, aún después de la resurrección siguen siendo importantes, es lo que suscita la fe de Tomás, aunque el texto no dice si lo hizo o no, pero Jesús acepta no para responder a su curiosidad, sino para algo más profundo, suscitar la fe, hacerlo creyente, testigo del resucitado para que anuncie la grandeza y la gloria de lo que ha atestiguado. Ocho días pasaron para que sucediera esto, así también, cada ocho días, podemos testificar el acontecimiento de la resurrección de Cristo, cada domingo, en la Eucaristía podemos también tocar a Cristo que ha resucitado. Tomás contestó: ¡Señor mío y Dios mío! Tomás ha reconocido al Señor, sabe que es Jesús, aquel quien lo eligió como discípulo suyo y hace esta profesión de fe, lo reconoce como su Señor y Dios, lo que vio suscitó la fe, es lo que todos los cristianos debemos hacer después de tener un encuentro personal. Hoy, por medio de la oración, de la cercanía con los necesitados, con los que sufren, es una excelente oportunidad para acercarnos a ellos, y en ellos mismo reconocer a Dios que vive y reconocer en el hermano a Jesús. Jesús le dijo: ¿Has creído porque me has visto? Dichosos los que han creído sin haber visto. El que realmente reconoce a Jesús como su Señor y Dios, ha resucitado a la vida nueva, se le abren los ojos y experimenta una vida plena. Jesús confirma a Tomás, dichoso, pero más dichosos nosotros si confiamos en el testimonio que generación en generación se ha ido trasmitiendo y que de igual forma estamos llamados a vivir. Jesús hizo en presencia de sus discípulos muchos más signos de los que han sido narrados en este libro. Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios; y para que, creyendo, tengan en él vida eterna. En este evangelio, los milagros tienen la intención de despertar la fe en quien los vive, quienes son testigos y desde ellos anunciar y reconocer en Jesús al Mesías, el Hijo de Dios. La obra de Jesús, toda, es muestra de lo que es, de lo que quiere, la instauración del Reino, la salvación de todos, ya están escritos, los conocemos por que se nos han anunciado, ahora hay que preguntarnos si queremos ser de los que necesitan palpar físicamente a Jesús o basta el testimonio de quienes lo han visto y dan testimonio de que es Él, de que vive glorioso. ORACIÓN Jesús, con tu resurrección se cumple la historia de amor entre Dios y nosotros los hombres, confío plenamente en que eres mi guía que me ha de llevar hacia pastos abundantes. Sé que no estás muerto, vives, y en la morada del Padre donde estás me aguardas, tienes un lugar preparado para mí. Reconozco firmemente tu acción en el mundo, lo que has hecho por nosotros, te reconozco como mi Señor y te alabo, “Señor mío y Dios mío”. En Tomás nos vemos reflejados todos los que no hemos visto ni oído a Jesús y que tenemos deseo de experimentar al Señor, pero nuestra fe supera y satisface ese anhelo. Gracias por hacer todo esto por nosotros, por mí. Gracias por el regalo de tu Espírito que nos santifica y fortalece, gracias por ser un Padre rico en misericordia, gracias por tus sacerdotes que nos hacen experimentar en carne propia la grandeza de tu misericordia. Concédeme la gracia de la fe, de la paz. Amén CONTEMPLACIÓN El Catecismo de la Iglesia Católica en el n. 1422 expresa: "Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdón de los pecados cometidos contra Él y, al mismo tiempo, se reconcilian con la Iglesia, a la que ofendieron con sus pecados. Ella les mueve a conversión con su amor, su ejemplo y sus oraciones" (LG 11). La conversión y la penitencia diarias encuentran su fuente y su alimento en la Eucaristía, pues en ella se hace presente el sacrificio de Cristo que nos reconcilió con Dios; por ella son alimentados y fortificados los que viven de la vida de Cristo; "es el antídoto que nos libera de nuestras faltas cotidianas y nos preserva de pecados mortales" (CATIC 1437). Me haré el propósito de hacer un examen de conciencia profundo y ver cómo es mi fe en Jesús, es una fe basada en pruebas o una plena confianza en Dios, en Jesús resucitado y anunciado por el testimonio de la Iglesia.

“Tienen que nacer de la Alto” Lunes 28 de Abril de 2014 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Oh Espíritu Santo llena mi entendimiento y mi persona de tu presencia para comprender mejor la palabra que el Señor trae para mí. Ilumíname con tu gran poder y envía tu fuego, paraqué mi corazón sienta tu ayuda y así poder caminar por el camino iluminado. LECTURA a. Texto: Jn 3, 1-8 1 Un hombre, llamado Nicodemo, miembro del grupo de los fariseos y personaje importante entre los judíos, 2 se presentó a Jesús de noche y les dijo: Maestro, sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos; nadie, en efecto, puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él. 3 Jesús le respondió: Yo te aseguro que el que no nazca de lo alto no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo repuso: ¿Cómo es posible que un hombre vuelva a nacer siendo viejo? ¿Acaso pueda entrar de nuevo en el seno materno para nacer? 5 Jesús le contestó: Yo te aseguro que nadie puede entrar en el reino de Dios, si no nace del agua y del Espíritu. 6 Lo que nace del hombre es humano; lo engendrado por el Espíritu, es espiritual. 7 Que no te cause, pues, tanta sorpresa lo que te ha dicho: “Tienen que nacer de lo alto”. 8 El viento sopla donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con el que nace del Espíritu. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b. Indicaciones para la lectura Aparece Nicodemo bastante interesado en Jesús en representación de los judíos instruidos pero él no quiere que se sepa el interés que tiene en Jesús y es por eso que lo busca ya de noche. Nicodemo lo reconoce como Maestro, es autoridad; como enviado de Dios para enseñarles. Lo importante es aceptar a Jesús como el enviado del Padre y para lograr esto hay que nacer de lo alto, de Dios, nacimiento que es obra del espíritu en el bautismo. MEDITACIÓN Un hombre, llamado Nicodemo, miembro del grupo de los fariseos y personaje importante entre los judíos. Primeramente llama la atención que aparezca el nombre de una persona, de Nicodemo. Cuando el autor pone el nombre del personaje significa que éste ha adquirido importancia dentro de la comunidad. Se da un encuentro entre lo nuevo, Jesús, y lo antiguo, las instituciones judías, esto es la manifestación de un reino ya presente. Era un judío piadoso, interesado por la cuestión de la salvación. Cuestión que sin duda también nos cuestiona a todos y tanto Nicodemo como nosotros encontramos en este texto una respuesta. Se presentó a Jesús de noche y les dijo: Maestro, sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos; nadie, en efecto, puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él. El aspecto de la noche expresa el temor y el miedo en el que se encontraba Nicodemo, esa oscuridad interior que había en él y por eso acude al que es la luz. Se da una nueva creación donde lo que antes era caos ahora se ilumina. Nicodemo llega y habla no a nombre propio, “sabemos”, es el pueblo que lo reconoce como enviado, aún no como Dios, todo esto manifestado por sus acciones, mismas que no pueden darse a menos de que Dios esté con él. Y el pueblo la acepta, lo reconoce. No sólo habla de Dios sino que proviene de Dios. Jesús le respondió: Yo te aseguro que el que no nazca de lo alto no puede ver el reino de Dios. Antes de que le lance una pregunta Jesús intuye lo que desea e inquieta a su corazón y le da la respuesta a lo que le inquieta referente a la salvación y le deja en claro quién se salvara, sólo el que nazca de lo alto, de Dios. Nicodemo repuso: ¿Cómo es posible que un hombre vuelva a nacer siendo viejo? ¿Acaso pueda entrar de nuevo en el seno materno para nacer? Nicodemo no entiende el mensaje que Jesús, no sabe bien quién es Jesús. Su confusión le hace pensar en un nuevo nacimiento, un nuevo nacimiento natural. No entiende que el hombre pueda nacer, cambiar pero desde dentro y comenzar una vida nueva. Nacer de nuevo es disponer y cambiar nuestro interior a la acción de Dios, de su Espíritu. Jesús le contestó: Yo te aseguro que nadie puede entrar en el reino de Dios, si no nace del agua y del Espíritu. Jesús le responde, no se trata de un nacimiento carnal entonces, sino de un nuevo nacimiento en Dios, en su Espírito, en el agua, el agua del bautismo. En Nicodemo, como en muchos de nosotros aún no queda claro a lo que se refiere, esto es morir a

la atadura del pecado, del mal y disponernos y abrir las puertas para que Dios habite en nosotros y así la grandeza de Dios actúe en nosotros para que algún día nosotros podamos habitar eternamente con Él. Lo que nace del hombre es humano; lo engendrado por el Espíritu, es espiritual. Que no te cause, pues, tanta sorpresa lo que te ha dicho: “Tienen que nacer de lo alto”. Lo humano es caduco, temporal, comienza y tiene un fin, pero Dios, su Espíritu y lo que está lleno de Él permanece. No estamos hablando de un plano terreno, sino espiritual. No nos quedemos sólo con la letra, adentrémonos a esa dimensión más profunda, a Dios, para que nuestros anhelos tengan una esperanza firme y confiada en que la salvación, nuestra salvación, la encontramos en Dios. El viento sopla donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con el que nace del Espíritu. Nacer de lo alto es misterioso así como es el viento, que no se ve, lo escuchamos, lo sentimos. Dice una frase, “el ciego cree en el sol, no porque lo ve, sino porque lo siente”. Así es Dios, inabarcable, incontable, pero sabemos que si nos dejamos tocar por Él, sentirlo, disponernos a nacer nuevamente en Él, lo experimentaremos ya desde ahora y también tendremos la seguridad de que así podremos contemplarlo cara a cara en la felicidad eterna. ORACIÓN Jesús, mis padres han creído que eres la Vida y desde pequeño me llevaron a las aguas del bautismo. Ellos también me han enseñado la palabra Dios, palabra que a lo largo de la vida he ido experimentando y que aún quiero seguir haciendo cada día de mi vida. Creo en ti, creo en tus promesas, creo en lo que has dispuesto y lo que has hecho por nosotros y para nosotros. Sé que mi esperanza está bien fundada en ti, que eres el pasto verde al que me conduces. Concédeme la gracia de ir descubriéndote cada día más en tolo lo que me rodea y me acontece, dame la gracia de nunca cerrarme a la acción de tu Espíritu y así mi vida te sea agradable y me concedas esa nueva vida, la vida eterna contigo. Amén CONTEMPLACIÓN El documento de aparecida (n.127) expresa su agradecimiento por que la mayoría de los latinoamericanos están bautizados, es un precioso patrimonio que nos ha dado la Providencia de pertenecer a la Iglesia por el don del bautismo. Al recibir la fe y el bautismo, los cristianos acogemos la acción del Espíritu Santo que lleva a confesar a Jesús como Hijo de Dios y a llamar a Dios “Abba” (n. 157). El llamado de Jesús en el Espíritu y el anuncio de la Iglesia apelan siempre a nuestra acogida confiada por la fe. “El que cree en mí tiene la vida eterna”. El bautismo no sólo purifica de los pecados. Hace renacer al bautizado, confiriéndole la vida nueva en Cristo, que lo incorpora a la comunidad de los discípulos y misioneros de Cristo, a la Iglesia, y lo hace hijo de Dios, le permite reconocer a Cristo como Primogénito y Cabeza de toda la humanidad. Ser hermanos implica vivir fraternalmente y siempre atentos a las necesidades de los más débiles. (n. 349) En un acto de verdadera confianza, me tomaré un momento para orar y especialmente renovar la promesa que hicieron mis padres y padrinos el día de mi bautismo de renunciar al mal y de vivir y crecer da acuerdo al plan de Dios

Tiempo de Pascua Martes 29 de Abril de 2014 1) Oración inicial ¡Oh Dios!, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido; atrae hacia ti el corazón de tus fieles, para que siempre vivan a la luz de tu verdad los que han sido librados de las tinieblas del error. Por nuestro Señor. 2) Lectura Del Evangelio según Juan 15,1-8 «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la palabra que os he dicho. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos. 3) Reflexión • Los capítulos del 15 al 17 del Evangelio de Juan nos presentan varias enseñanzas de Jesús, que el evangelista ha unido y colocado aquí en el contexto amistoso y fraterno del último encuentro de Jesús con sus discípulos: Jn 15,1-17: Reflexiones en torno a la parábola de la vid Jn 15,18 a 16,4a: Consejos sobre la manera de comportarse cuando se nos persigue Jn 16,4b-15: Promesa sobre la venida del Espíritu Santo Jn 16,16-33: Reflexiones sobre la despedida y el retorno de Jesús Jn 17,1-26: El Testamento de Jesús en forma de oración • Los Evangelios de hoy y de mañana presentan una parte de la reflexión de Jesús sobre la parábola de la vid. Para entender bien todo el alcance de esta parábola, es importante estudiar bien las palabras que Jesús usó. Y es igualmente importante observar de cerca una vid o una planta para ver cómo crece y cómo se enlazan tronco y ramos, y cómo el fruto nace del tronco y de los ramos. • Juan 15,1-2: Jesús presenta la comparación de la vid. En el Antiguo Testamento, la imagen de la vid indicaba el pueblo de Israel (Is 5,1-2). El pueblo era como una vid que Dios plantó con mucho cariño en las costas de los montes de Palestina (Sal 80,9-12). Pero la vid no correspondió a lo que Dios esperaba. En vez de unos racimos de uva buena dio un fruto amargo que no servía para nada (Is 5,3-4). Jesús es la nueva vid, la vid verdadera. En una única frase el nos da toda la comparación. Él dice: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto". La poda es dura, pero es necesaria. Purifica la vid, para que crezca y produzca más frutos. • Juan 15,3-6: Jesús explica y aplica la parábola. Los discípulos ya son puros. Ya fueron podados por la palabra que escucharon de Jesús. Hasta hoy, Dios hace la poda en nosotros por medio de su Palabra que nos llega por medio de la Biblia y de muchos otros medios. Jesús alarga la parábola y dice: "¡Yo soy la vid y vosotros los sarmientos!" No se trata de dos cosas distintas: de un lado la vid, de otro, los ramos. ¡No! No hay una vid sin ramos. Nosotros somos parte de Jesús. Jesús es el todo. Para que un ramo pueda producir frutos, debe estar unido a la vid. Sólo así consigue recibir la savia. "¡Sin mí, no podéis hacer nada!” Ramo que no produce fruto es cortado. Se seca y se le recoge para quemarlo. No sirve para nada ya, ni siquiera ¡para hacer leña! • Juan 15,7-8: Permanecer en el amor. Nuestro modelo es aquello que Jesús mismo vive en su relación con el Padre. El dice:" Como el Padre me amó, yo también os he amado. ¡Permaneced en mi Amor!" Insiste en decir que debemos permanecer en él y que sus palabras deben permanecer en nosotros. Y llega a decir: "¡Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis!" Pues lo que el padre más quiere es que nos volvamos discípulos y discípulas de Jesús y así demos mucho fruto. 4) Para la reflexión personal • ¿Cuáles son las podas o momentos difíciles que he pasado en mi vida y que me ayudarán a crecer? ¿Cuáles son las podas o momentos difíciles que pasamos en nuestra comunidad y nos ayudaron a crecer? • Lo que mantiene viva una planta, capaz de dar frutos, es la savia que la atraviesa. ¿Cuál es la savia que está presente en nuestra comunidad y la mantiene viva, capaz de dar frutos? 5) Oración final ¡Cantad a Yahvé un nuevo canto, canta a Yahvé, tierra entera, cantad a Yahvé, bendecid su nombre! (Sal 96,1-2)

Creo, Señ or, en tu amor Miércoles 30 de Abril de 2014 INVOCACIÓN AL ESPIRITU SANTO: Señor Jesús, abre mis ojos y mis oídos a tu Palabra. Que lea y escuche yo tu voz y medite tus enseñanzas. Despierta mi alma y mi inteligencia, para que tu Palabra penetre en mi corazón y pueda yo saborearla y comprenderla. Dame una gran fe en ti, para que tus palabras sean para mí otras tantas luces que me guíen hacia ti por los caminos de la justicia y de la verdad. Habla, Señor, que yo te escucho y deseo poner en práctica tu doctrina, porque tus palabras son para mí, vida, gozo, paz y Felicidad Habla, Señor, tú eres mi Señor y mi Maestro y no escucharé a nadie sino a ti. Dame tu Espíritu Santo, que su gracia me basta. Amén. LECTURA: a. Texto: Juan 3, 14-21 En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: - 14Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, 15 para que todo el que cree en él tenga vida eterna. 16Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. 17Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. 18El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. 19El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. 20Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. 21En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús. (Se Lee el texto dos veces o más hasta que lo hayamos comprendido) Indicaciones para la lectura: Estamos en la cuarta semana de Cuaresma y con el texto que nos ofrece la liturgia, el evangelista Juan nos sumerge hondamente en la celebración del misterio pascual de Cristo. - Este pasaje del Evangelio continúa el diálogo de Jesús con Nicodemo, un rabí israelita (Jn 3, 1.10). - El texto concreto nos recuerda cuando Israel cayó en pecado por murmurar contra Dios y cómo Dios los castigó con la muerte por picadura de serpientes (Núm 21, 4-9). En aquél tiempo Moisés intercedió por su pueblo y Dios cambió un instrumento de muerte en otro de salvación (la serpiente). Jesús asume este signo: él es el camino de salvación para todos los pueblos de todos los tiempos. - San Juan nos presenta dos palabras clave: el amor de Dios por el mundo y la fe que se exige como respuesta del hombre a ese amor. MEDITACIÓN En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: - 14Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, La serpiente había sido signo de muerte, pero Dios la cambió en signo de salud por la intercesión de Moisés. Para nosotros, los cristianos, el signo que nos identifica es la cruz. Anteriormente, la cruz era símbolo de castigo y maldición; por el sacrificio de Cristo, la cruz es para nosotros signo de la victoria, de la reconciliación, de la salvación que Jesús nos ha conseguido por pasión, muerte y resurrección. 15 para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Nos preguntamos ¿Por qué la cruz? ¿Por qué Jesús acepta tan cruel suplicio? Porque nos quiere a todos, para siempre, junto con él. Este es el elixir de la vida tan buscado en la historia: creer en Jesucristo. 16 Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Este es un buen resumen del Evangelio, la proclamación gozosa de que Dios nos ama hasta la locura de la cruz. Para cuantos pedimos a Dios un signo de su presencia, él nos muestra el signo más claro de cuánto nos ama: entregó a su Hijo. Lo entregó por mí, por mi salud, por mi salvación, para que viva en paz…

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Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. Muchos nos resistimos a una buena confesión, a acercarnos a Dios o a sus ministros, por miedo a su justicia, por la pena que nos generan nuestras faltas y debilidades. Si bien es cierto, ninguno escaparemos del juicio final; pero Dios no es aquél que lleva la cuenta de nuestros pecados para recriminárnoslos. No. Dios es nuestro Padre lleno de amor, que quiere nuestra salvación más que nosotros mismos. Acerquémonos al tribunal de la misericordia sin miedo, sino con la confianza de los hijos. 18 El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. Tanto amor de parte de Dios requiere nuestra respuesta: creer en él. El que no cree le cierra las puertas de su vida a Dios, quitándole la oportunidad de hacer maravillas en su vida. Creer no es tan sencillo como sólo tener la certeza de que Jesús es el salvador del mundo. Creer implica confiar, abandonarse en él, aceptar su voluntad, cederle nuestra vida… ¿En qué momentos te cuesta trabajo creer en Jesús? 19 El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Es una historia que se repite a cada momento. Tememos a la luz porque hace claras a nuestras obras, a nuestros sentimientos, debilidades, y preferimos vivir en las tinieblas del pecado, del resentimiento, de la tibieza, del egoísmo, del materialismo, del placer y el poder… y nuestro corazón y nuestra mente se nublan, sin reconocer el camino a seguir. 20 Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. ¡Cuántos viven esas tinieblas! Políticos que detestan la luz para vivir por sus intereses; comerciantes que prefieren las tinieblas del amor al dinero; jóvenes envueltos en vicios y placeres, que están confundidos, que no son capaces de reconocer sus desviaciones; hombres y mujeres que prefieren una cultura de muerte… ¿Y no será sí en nosotros? ¿no habrá alguna tiniebla en nuestro corazón? 21 En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios. Acercarse a Jesús es volver a nacer: reconocer nuestras faltas, creer firmemente en su amor, emprender un camino serio de cambio. ¿Quieres vivir esta jornada en la luz del Señor? Hagamos hoy un acto de fe y confiemos: el Señor va con nosotros, su amor nos protege, su luz nos permite ver el camino. ORACIÓN Dios, siempre amoroso y compasivo, yo creo en tu amor incondicional a mí. Y creo que me llamas a compartir el mismo amor incondicional a todos. Que yo entre profundamente en el misterio de tu amor a nosotros, que mi pasión pueda practicar el mismo amor creativo y responsable que movió a tu Hijo Jesús a ofrecerse por amor a mí, por amor a nosotros. Que el mismo espíritu de amor empape mi vida diaria, toda interacción humana, mi relación contigo, Dios de amor y misterio. Te lo pido en nombre de Jesús. Amén. CONTEMPLACIÓN No. 422 del CATIC "Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva" (Ga 4, 4-5). He aquí "la Buena Nueva de Jesucristo, Hijo de Dios" (Mc 1, 1): Dios ha visitado a su pueblo (cf. Lc 1, 68), ha cumplido las promesas hechas a Abraham y a su descendencia (cf. Lc 1, 55); lo ha hecho más allá de toda expectativa: Él ha enviado a su "Hijo amado" (Mc 1, 11) Del documento de Aparecida 101. En este momento, con incertidumbres en el corazón, nos preguntamos con Tomás: ¿Cómo vamos a saber el camino?” (Jn 14, 5). Jesús nos responde con una propuesta provocadora: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14, 6). Él es el verdadero camino hacia el Padre, quien tanto amó al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna (cf. Jn 3, 16). Esta es la vida eterna: “Que te conozcan a ti el único Dios verdadero, y a Jesucristo tu enviado” (Jn 17, 3). La fe en Jesús como el Hijo del Padre es la puerta de entrada a la Vida. Los discípulos de Jesús confesamos nuestra fe con las palabras de Pedro: “Tus palabras dan Vida eterna” (Jn 6, 68); “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16, 16). 373. Conscientes y agradecidos porque el Padre amó tanto al mundo que envió a su Hijo para salvarlo (cf. Jn 3, 16), queremos ser continuadores de su misión, ya que ésta es la razón de ser de la Iglesia y que define su identidad más profunda. COMPROMISO Viviré esta jornada procurando que todas mis obras sean realizadas en la luz: con buena intención, con amor, sin ventajas ni conveniencias, buscando el bien de los demás. Así mostraré que creo en el amor del Señor.