El Duomo Nuevo de Brescia

El “Duomo Nuevo” de Brescia Catedral de Verano de S. María de la Asunción Breve introducción histórica a la ciudad BRESCIA: La ciudad se sitúa en la ...
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El “Duomo Nuevo” de Brescia Catedral de Verano de S. María de la Asunción

Breve introducción histórica a la ciudad BRESCIA: La ciudad se sitúa en la parte meridional de los Alpes Camoniche y es recorrida por el río Mella. Los primeros asentamientos resalen a la época prehistórica con las poblaciones primitivas de los Camuni, seguidas por los Ligures y los Celtas Cenomános, hasta el año 55 a.C., cuando vendrá anexa a la Galia Transpadana bajo el Imperio Romano y Augusto y conocerá una época de especial esplendor, al emperador le siguieron en el 16 a.C. los emperadores Tiberio y Druso, y finalmente bajo el emperador Tito Vespasiano, conocerá su segunda época de invasiones barbáricas con los Vándalos primero , seguidos por los Hunos y finalmente por los Godos de Teodorico, cuyas consecuencias serán una larga serie de saqueos y de gran decadencia. Con la llegada de los Longobardos del Rey Alboino a partir del 563 d.C. se instaura una monarquía militar de impronta feudal, los reyes que a él siguieron fueron Rotario y en especial el Rey Desiderio que trajo a la ciudad acueductos, fuentes y el gran Monasterio de S. Giulia con sus muchas donaciones entre las cuales se encuentra la famosa Cruz de Desiderio. Con la caída de los Longobardos en 776 d.C. se instauran los Carolingios hasta 950 d.C. En el S. X participa a la transformación en Comune (Ayuntamiento). Entre los SS XI y XII verá guerras de carácter religioso hasta 1106 año de la declaración de paz. A mediados del S. XII un gran terremoto trae consigo un periodo de pestilencias y decadencia, aprovechada por Señores locales para tomar el poder e instaurar las Señorías de impronta Güelfa: los Pallavicino, los Torriani, los Della Scala y, finalmente en el S XVI por los Visconti. Entre 1404 y 1797 d.C. la ciudad se anexiona a la República Veneciana, salvo por unos breves periodos entre 1509-12 y 1512-16 d.C. que vendrá cedida antes a los franceses y luego

a los españoles. Es en esta época cuando se comienzan los trabajos de la Gran Catedral de S. María de la Asunción. En 1797 d.C. en ocasión del tratado de Campoformio con Napoleón se incluye en la Republica Cisalpina. Entre los años 1815 y 1859 d.C. anexionada al Reino Lombardo-Véneto, participa a la guerra contra los austriacos, con el singular episodio de las “Dieci Giornate di Brescia” entre los días 23 de Marzo y 1 de Abril de 1849, cuando un manipulo de hombres resistió, sin éxito, durante diez días a la invasión austriaca, hecho que le valdrá el apodo de “Leonessa d’Italia”. En 1859 d.C. firma su anexión al Reino de Italia a la cual pertenecerá hasta la formación de la Republica Italiana en 1947 d.C., excepción hecha por el lamentable episodio de la Republica Fascista de Saló entre los años 1943-5 d.C.

Origen, Historia y Evolución de la Catedral Nueva de Brescia Ya a partir del año 1572 d.C. se comienza a notar la necesidad de intervenir sobre el edificio romano S. Pietro del Dom, (situado en la hoy en día Plaza Pablo VI), basílica veraniega de estilo paleocristiano de 3 naves y 28 columnas, de fachada románica que se alzaba al lado de uno de los mejores ejemplos de templos románicos de planta circular: la Co-catedral Invernal de S. María de la Asunción, la cual seguirá una línea evolutiva paralela de la Catedral que nos concierne. En 1603 d.C. comienzan los concursos para encontrar el plano definitivo que servirá para la futura catedral que sea además más adecuada a las nuevas necesidades impuestas por la Contrarreforma tanto en cuestiones arquitectónicas como estéticas. El primer proyecto pertenece a Agostino Avanzo (1603 d.C.) y se apoya al estilo Manierista y clasicista, con una planta en cruz latina de tres naves y con crucero con altares laterales y una gran cúpula central. El segundo proyecto es algo más moderno y pertenece a Gian Battista Lantana, el cual después de proponer un proyecto más encontrará la solución definitiva al nuevo templo: una planta de cruz griega inscripta en un cuadrado con una gran cúpula rodeada por cuatro menores, inspirándose en el proyecto de Bramante para S. Pedro en Roma; con un orden menor Toscano y uno mayor Corintio y con un ábside que se regiría por contrafuertes. Las críticas aun así no faltaran, sobre todo sobre dos cuestiones básicas: la primera se refería a la localización del templo y si derrumbar o menos el anterior templo, finalmente se optará por la destrucción de la misma, cuestión que se hará más clara después de un gran incendio. La segunda cuestión era su forma, en cuanto, aunque fuese estéticamente moderna no respondía estrictamente a los preceptos del Concilio de Trento, y el gusto estaba dirigido más bien a las ordenanzas católicas de la Contrarreforma que a un sentimiento estético. De todos modos en 1604, después de la demolición de S. Pedro del Dom, se pone la primera piedra del Nuevo “Duomo” de la ciudad de Brescia. La obra atrae los mejores escultores de la zona transformándose en un centro de aprendizaje y de exhibición de los maestros de la época, como por ejemplo la renombrada familia de escultores de los Carra, con al frente Antonio Carra, que presentan sus proyectos más prestigiosos para la realización del conjunto escultórico exterior. La cuestión de la planta en cruz griega sigue dando de que hablar y discutir, tanto que la desconfianza hacia el arquitecto Lantana, llevará a tomar en consideración la realización del

proyecto del arquitecto Pietro María Bagnadore, el cual añade un tramo en el lado Occidental de la catedral que la convierte en una cruz latina. Bagnadore sustituye definitivamente a Lantana como maestro de obras relegando este ultimo a la simple contabilidad. Los grandes conflictos entre los dos retrasarán notablemente las obras de construcción. El proyecto inicial seguirá asumiendo cambios: dos estructuras de servicio al lado del ábside que permiten eliminar los contrafuertes que sujetaban la cúpula, y dejando solo dos de los cinco nichos escultóricos proyectados por los Carra, con representadas las figuras de los patrones de la ciudad SS. Faustino y Giovita. Estos últimos cambios operados por Bagnadore devuelven inconscientemente la iglesia a su forma originaria de cruz griega, hecho que no agrada al difícil gusto del Obispo Giorgi, lo cual causa el alejamiento del maestro de obras en 1611 para sustituirle por Lorenzo Binago, como sobreintendente, y Antonio Comino como director de obras entre 1618 y 1643 d.C. dando el comienzo a la segunda fase de construcción y también la mas problemática. Binago proyectará una fachada Barroca con torreones campanarios siguiendo el gusto de la época, aunque para la población conservadora resultaba demasiado moderno y viene rechazado. Entre 1630 y 1670aprox. d.C. la propagación de la peste negra bloquea la Fabrica; aun así las donaciones de los muchos difuntos de la pestilencia a la diócesis bresciana, permite volver a empezar bastante pronto las obras. La tercera fase de construcción comienza en 1698 d.C. con Luca Serena, aunque recibe un fuerte impulso son Antonio Biasio hacia 1719 d.C., apoyado por al gran patrocinio del Cardenal Angelo Maria Querini, proponen otras soluciones para la fachada en sustitución de la de Binago: en un principio con un frontón semicircular para luego sustituirlo por un arco rebajado y construyendo buena parte del alzado.1

En 1758 con la muerte de Biasio, le sucede Giovanni Battista Marchetti y su hijo Antonio los cuales siguiendo los nuevos gustos neoclásicos adaptan definitivamente el frontón (triangular) y la fachada en general al estilo mencionado.

1. AAVV, “Le cattedrali di Brescia”, Archivio Direzione Musei di Brescia, Editorial Grafo, 1987, Brescia, pp. 81-140

En 1807 en ocasión del nombramiento a obispo de Brescia de Gabrio Maria Nava, el mismo recibe de parte de la Santa Sede una “Carta de provisión” exhortándole la culminación de las obras con la invitación a una dedicación constante; de una fuente del S XIX podemos leer: “El primero (el Duomo Viejo) pertenece a una fábrica que provee a lo que concierne el culto y la conservación del austero templo con un limitado patrimonio a su cargo; el otro (el Duomo Nuevo) se representa por una Diputación representada por una comisión ejecutora de 5 individuos con un secretario y un arquitecto. A los gastos de ésta hacían frente oblaciones cívicas y susidios municipales.”2

En esta época se irá confirmando como lugar privilegiado de culto ya libre de los impedimentos jacobinos de los años 1797-99 d.C. El 28 de Abril de 1814 se canta el “Te Deum” desde la catedral por la entrada triunfal de los austriacos que inauguran el periodo de la “Restauración”. El 17 de Marzo de 1816 d.C. el emperador Francisco II asiste a una misa oficial y el 30 de Abril del mismo año se celebran los funerales de la Emperatriz María Lodovica. Las financiaciones y los materiales para acabar llegan de todas partes: “A la conclusión del Duomo nuevo contribuyeron, en especial desde 1808 en adelante, las parroquias de la diócesis que enviaron a Brescia además de las ofrendas, el leñame, piedras, etc. Las fiestas de Navidad de 1808, sobre mediodía, una larga teoría de sesenta cuatro carros cargados de leñame, en parte ofrecido y en parte comprado, concentrarse en el exterior de puerta S. Juan entraron en la ciudad, desfilando por las calles, precedidos de bandas musicales y saludados por el sonido de las campanas de todas las iglesias. El largo corteo acabó en la Plaza del Duomo donde fue celebrada una misa solemne y donde a todos los conductores de carros fue ofrecida una faustosa comida. El leñame aun así se quedó inutilizado durante algunos años.” 3

2. “Alla r. Prefettura prov. Le Brescia”, 3-6-1862, Archivio della Parrocchia della Cattedrale di Brescia, p. 451 3. “Seduta della Deputazione alla Fabbrica del nuovo Duomo di Brescia” 10-9-1822, AFCBs, busta 55

En diciembre del 1825 d.C. se cierra finalmente la gran cúpula diseñada por Luigi Cagnola y realizada por Rodolfo Vantini, realizando definitivamente el objetivo que había sido común de todos los proyectos anteriores, la cúpula contará en su interior con los estucos y los mármoles esculpidos de Giovanni Battista Carboni a finales del S XVIII d.C.:

“Los bresciani se encontraron reunidos, autoridades y pueblo, en una única comunión de espíritus el 21 Diciembre de aquel mismo año, por la solemne ceremonia del alzamiento de la gran cruz erigida sobre la alta cúpula de la nueva grandiosa catedral, por fin cumplida después de más de dos siglos”4

Los trabajos, por lo que concierne la adaptación del templo al culto divino, aun dista de estar definitivamente concluida. Los principales problemas que afectaban la conclusión de la obra eran además que religiosos y arquitectónicos, sobre todo, económicos y financieros. La catedral, de todos modos, se convertirá en un referente entre la población de la ciudad, tanto que, como leemos en la pagina 72 del libro de Mario Taccolini “Il Duomo nuovo di Brescia, quattro secoli di Arte, Storia, Fede”, se celebran los funerales de los estudiantes que fallecieron durante los motines revolucionarios de Padua y Pavía; mientras que el 29 y el 31 de Julio del mismo año el pueblo acudió masivamente a rezar a las SS Cruces en ocasión de las continuas revoluciones causadas por la presencia ilegitima y represora de los austriacos en el territorio bresciano, demostrando su importancia cada vez mayor de la catedral dentro del patrimonio cultural ciudadano. El 27 de Marzo de 1849 d.C. la catedral recibe desgraciadamente unos golpes de unas balas de los cañones austriacos que se desviaron de su objetivo durante la gloriosa resistencia ciudadana durante las “X giornate di Brescia” previamente mencionadas. En dos ocasiones sucesivas, en 1849 y en 1866 d.C. será lugar de amparo de centenares de heridos de la guerra de Independencia Italiana que se subsiguieron durante el último tercio del S XIX.

4. Baroncelli, U. “Storia di Brescia: Dalla Restaurazione all’Unitá d’Italia”, Morcelliana Ed., 1964, Brescia.

A lo largo de la última década del S XIX los problemas financieros debidos a los muchísimos gastos para la adaptación interior al culto se suman con las primeras necesidades de reforma que tenían los techos metálicos y de las cornisas:

“El estado en el cual actualmente se encuentra el techo de la nueva catedral, y en general las cubiertas de láminas metálicas de los frontones y cornisas del templo, reclaman ya hace tiempo una rápida reparación la cual dejada de un lado no añadiría más que daño al daño.”5

La diputación toma definitivamente el control absoluto de la administración, aunque la situación problemática de la reforma de los techos se hace manifiesta más aún durante una excepcional lluvia en 1860 d.C. cuando literalmente llovió dentro del templo que seguía tan afectado por los bombardeos del ’49. Este hecho que afectó aún más el estado de conservación y el de la adaptación del interior, llevará a las dimisiones del presidente de la Diputación en el mismo año. De esta forma se da el comienzo a un debate importante que involucrará también la junta del ayuntamiento, sobre la acusación por parte de las autoridades a la Diputación, de haber dejado y abandonado el edificio a su deterioro a partir de 1849 d.C. Es así como el 15 de Septiembre de 1865 d.C. se traspasa definitivamente la responsabilidad de la fabrica de la Catedral a un organismo cívico denominado “Commisione dell’Ornato”, delegando el mismo municipio a la administración de los fondos:

“Los fondos que aun existieran exclusivamente destinados al cumplimiento o restauración de la antedicha Fábrica, y aquellos que a eso viniesen destinados a partir de ahí por la liberalidad publica o privada, serán administrados por el municipio”6

5. Taccolini, Mario. “Il Duomo Nuovo di Brescia, Quattro Secoli di Arte, Storia, Fede (1604-2004), Grafo Ed., 2004, Brescia, Pág. 73 6. “Atti del Consiglio Comunale della cittá di Brescia”, 1865, p. 60

Entre 1883 y 1913 con el episcopado de Gian Maria Corona Pellegrini, se efectúan constantes trabajos de restauración y mejoría de la estructura de la gran catedral; cada vez más aumenta su aprecio en los corazones de los ciudadanos como centro de las iglesias brescianas y de los más importantes actos públicos religiosos, tales como la inauguración del Sínodo diocesano del 3 de Septiembre de 1889 en presencia de 600 sacerdotes:

“En el curso del 1887 se imponía con confirmada relevancia la cuestión del baptisterio en el Duomo nuevo. Como se hacía observar, de hecho, “desde cuando la irreversibilidad del Duomo Viejo, la sobreintendencia de la Fábrica fue obligada a transportar todo el culto en la nueva catedral incluyendo la necesidad absoluta de la erección de un baptisterio.””7

En 1891 d.C. se soluciona el problema del suelo en concomitancia con la restauración de las pinturas de los altares del S. Sacramento y de la SS Cruces; y de las cubiertas y las paredes dañadas en 1849 d.C. El 5 de Febrero de 1903 siguiendo el espíritu modernizador típico de la época se pide la autorización del ayuntamiento para la instalación del sistema eléctrico interior para la iluminación: las razones se pueden ver fácilmente en las palabras de las letras enviadas por la Fabricería al alcalde:

“Ahora que por la iniciativa de un celante sacerdote de esta catedral, se ha asegurado un discreto concurso al gasto, ocuriente por la iluminación eléctrica del Duomo nuevo, la escribiente se ha decidido en sustituir de aquel modo la actual iluminación en petróleo insuficiente e indecorosa, satisfaciendo el voto no solo de los parroquianos oradores sino también de toda la ciudadanía.”8

7. Taccolini, Mario. “Il Duomo Nuovo di Brescia, Quattro Secoli di Arte, Storia, Fede (1604-2004), Grafo Ed., 2004, Brescia, Pág. 77 8. Taccolini, Mario. “Il Duomo Nuovo di Brescia, Quattro Secoli di Arte, Storia, Fede (1604-2004), Grafo Ed., 2004, Brescia, Pág. 80

El 4 de Julio de 1914 d.C. viene finalmente consagrada por el Obispo Giacinto Gaggia, marcando el fin oficial de las construcciones después de más de cuatro Siglos. Los ciudadanos de la época, como vemos en la pagina 80 del libro de Mario Taccolini previamente mencionado, aunque reconociesen que la catedral, a lo largo de los siglos que ocupó la construcción, perdió de importancia a nivel de referente de la vida pública, aunque no fue lo mismo en la religiosa de la ciudad. A lo largo de su construcción fue símbolo de la fuerza militar y de la unidad de una gran ciudad, y una vez acabada se convirtió en el emblema de una diócesis de 600.000 fieles que supuso el esfuerzo de obispos, magistrados y del mismo pueblo en su construcción. Hacia 1936 d.C. se volvió a presentar la necesidad de una reforma de la cubierta, y el obispo alude a la responsabilidad del ayuntamiento de ocuparse de la misma, además de la limpieza de la fachada. Durante la época de la 2ª Guerra Mundial ya se notaban problemas estructurales que se manifestaron a través de las palabras de la Oficina de Fomento del Municipio Lombardo:

“Los techos de tejas presentan peligrosas caídas de tejas terminales, y aun mas desprendimiento de algunas tejas de colmo, sobre todo en el frontón principal. Además por la caída de un gran peso, (…) se ha verificado un amplio derrumbe de la cubierta y del entramado de madera. (…)Otra caída relevante es la de la ala de un ángel del bello grupo estatuario del frontón, (…), además se ha desprendido una gran ménsula del tambor de la cúpula, además de distintas piezas de molduras y capiteles sobrepuestos. Otras piezas estatuarias han sido vistas en situación peligrosa sobre el techo del frontón principal. El viento además ha arrancado varios tramos de lamieras del techo, los cual requiere, por lo menos, una revisión.”9

9. “Municipio cittá di Brescia, Ufficio VII – Lavori Pubblici. Sezione edilizia, oggetto: Duomo Nuovo”, 24-101942, ASBs, Fondo Comune di Brescia, rubrica VIII Culto, secondo versamento, busta 198

El 13 de Julio de 1944 d.C. la catedral subió grandes daños consecuencia de un bombardeo aéreo: se incendia durante más e 24 horas el revestimiento en cobre de la cúpula y rupturas y demolición de algunos puntos de las paredes, algunos visibles aún en la pared externa del ábside no obstante las restauraciones perpetradas en el post-guerra. El 5 de Septiembre de 1944 d.C. se comienzan los trabajos de restauración contando con fondos muy escasos y se dedican de una recuperación provisional hecha de forma parcialmente gratuita por seis obreros ofrecidos por la industria metalúrgica bresciana Tempini. Después de la segunda Guerra Mundial la importancia patrimonial del edificio a nivel histórico y artístico y de su relativa recuperación fue rendida pública por el sobreintendente de los monumentos Pietro Gazzola del 14 de Noviembre de 1945 d.C. Los primeros años los trabajos de recuperación se ven interrumpidos distintas veces debido a problemas administrativos y económicos: El coste general de 40 millones de liras (unos 20.000 euros) obligó a posponer las restauraciones al año 1948 prolongando aun más el arreglo de la catedral. La larga y costosa obra de recuperación concluye el 8 de Diciembre de 1974 d.C., haciendo coincidir el evento con el decimo aniversario del episcopado del Obispo Mostralbini y venía celebrado al mismo tiempo con algunas publicaciones especializadas, tales como: Panazza e Borselli, “Progetti per una cattedrale” dedicato ai SS XVII e XVIII.10 Durante el gobierno de los partidos Católicos Italianos, el Duomo de Brescia se convierte en un símbolo del catolicismo social al cual se dedican numerosas obras de conservación y valorización. En los años ’80 y ’90 las visitas del papa Juan Pablo II convierten la catedral y la plaza adyacente en el lugar principal donde se realizan los actos religiosos oficiales, así mismo hasta nuestros días.

10. Taccolini, Mario. “Il Duomo Nuovo di Brescia, Quattro Secoli di Arte, Storia, Fede (1604-2004), Grafo Ed., 2004, Brescia, Pág. 89

Breve descripción formal de la Catedral: EXTERIOR Doble portada, una mayor central y otra inferior a la derecha, que se abre a una fachada con el inferior manierista respondiendo al proyecto de Lantana y el superior más sobrio y ordenado perteneciente a Marchetti. La parte inferior es de inspiración palladiana con sus cuatro grandes columnas de orden gigante. El tímpano de la portada central se adorna con un busto del Cardenal A.M. Querini, y el frontón triangular se remata por cinco estatuas: en el centro hay una asunción de la Virgen, la cual está flanqueada por los SS Pedro y Pablo de Giuseppe Possenti (1792 d.C.); los más exteriores son estatuas de los SS Santiago y Juan el Evangelista de Citerio de Como. El frontón se decora con el escudo de la ciudad. En el frontoncillo pequeño del segundo cuerpo que corona el ventanal central se colocan las estatuas alegóricas que representan la Fe y la Caridad, obra de Antonio Calegari. En la entrada lateral hay un remate compuesto por un nicho con una estatua de San Juan Bautista. En el centro del ábside hay dos nichos con las estatuas de los patrones de la ciudad, los SS Faustino y Giovita, obra de Antonio Carra que se conservan desde la época de la primera fase de la construcción. El todo está rematado por una cúpula que tiene más de 80 metros de altura y es la tercera más alta de Italia, precedida únicamente por la de S. Pedro en Roma y la de S. Maria del Fiore en Florencia. INTERIOR La profusa iluminación natural proveniente de la cúpula, subraya la pureza de las líneas debida a la ausencia de decoración pictórica de las paredes y de las bóvedas. De esta forma se pone en relieve la arquitectura escandida por pilastras y columnas acanaladas en piedra. El entablamento y el intradós de los arcos de medio punto se caracterizan por relieves de gran fuerza estética. El interior por lo general recuerda las iglesias florentinas aunque el contraste cromático entre piedra y plementos escayolados no es tan evidente.

IMÁGENES:

BIBLIOGRAFÍA -AAVV, “Le cattedrali di Brescia” archivio Direzione Musei di Brescia, Editorial Grafo, 1987, Brescia. -“Alla r. Prefettura prov. le Brescia”, 3-6-1862, Archivio Parrochiale de la Cattedrale di Brescia. -Atti del consiglio Comunale della cittá di Brescia, 1865. -BARONCELLI, U., “Storia di Brescia: dalla restaurazione all’unitá d’Italia”, Morcelliana Ed., 1964, Brescia. -“Lettera della fabbriceria della Cattedrale al sindaco di Brescia”, 3-Feb-1903, ASBs, fondo comune di Brescia, rubrica VIII Culto, secondo versamento, busta 198. -“Municipio Cittá di Brescia, Ufficio VII-lavori pubblici. Sezione edilizia, oggetto: Duomo Nuovo.” 24-Oct-1942, ASBs, Fondo comune di Brescia, rubrica VIII Culto, secondo versamento, busta 198. -PANAZZA, Gaetano; BOSELLI, Camillo, “Progetti per una cattedrale-la fabbrica del Duomo Nuovo di Brescia nei SS XVII e XVIII”, Ed. Societá per la storia della Chiesa a Brescia, 1974, Brescia. -“Seduta della Deputazione alla Fabbrica del nuovo Duomo di Brescia”, 10-Sept.1822, AFCBs, busta 55. -TACCOLINI, Mario, “Il Duomo Nuovo di Brescia, quattro secoli di Arte, Storia, Fede (1604-2004)”, Grafo Ed., 2004, Brescia. -TRECANI, Gian Paolo, “Questione di “Patri monumenti”. Tutela e restauro a Brescia” S XIX, Franco Angeli Ed. 1988, Milán.