EL DEPORTE COMO MEDIO O COMO FIN EN LA EDAD ESCOLAR: FALSO DEBATE

EL DEPORTE COMO MEDIO O COMO FIN EN LA EDAD ESCOLAR: FALSO DEBATE Francisco Calatayud Miquel Cristina Mayo Santamaría Juan Mercé Cervera Facultad de ...
25 downloads 4 Views 166KB Size
EL DEPORTE COMO MEDIO O COMO FIN EN LA EDAD ESCOLAR: FALSO DEBATE

Francisco Calatayud Miquel Cristina Mayo Santamaría Juan Mercé Cervera Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Universidad de Valencia

INTRODUCCION La práctica de la actividad física en los ámbitos educativos, enseñanzas regladas y recreativas, ha supuesto un reto permanente a los docentes, desde finales del siglo XIX hasta nuestros días. Tanto en América como en Europa, los métodos empleados en las sesiones de educación física, durante el último tercio del siglo XIX, estaban dominados por los sistemas gimnásticos imperantes, a los cuales reaccionaban muy negativamente los alumnos. Entre los cuales citaremos: Amorós y Hébert en Francia, Gaulhofer y Streicher en Austría, y Guts Muths en Alemania. (Langlade y Langlade,1970) El fin de las guerras napoleónicas y la llegada de la revolución industrial, generaron corrientes migratorias entre continentes, provocaron la aparición de la burguesía y el proletariado, y cambiaron el mapa social europeo y americano. Las nuevas clases sociales emergentes, generaron nuevas demandas. Aparecen los conceptos de ocio y tiempo libre, y se acumulan en las calles de las ciudades numerosos niños desocupados, que familias carentes de recursos, no pueden atender mientras trabajan largas jornadas en las fábricas. El reto estaba servido. De un lado, la falta de interés de los estudiantes por las actividades gimnásticas, la necesidad de los docentes por canalizar la agresividad de los jóvenes, y la ausencia de un marco educativo atrayente, para los cientos de jóvenes que vagaban por las calles sin rumbo. A partir de aquí, y cada cual con su realidad particular, diferentes profesores intentaron hallar solución a sus problemas, a través de los nuevos deportes que surgieron en las escuelas. LOS ÁMBITOS ESCOLARES, COMO ORIGEN DE LOS DEPORTES COLECTIVOS A continuación, mencionaremos las causas, lugar y ámbitos de incidencia social, que dieron lugar al nacimiento de algunos deportes colectivos. Que por su interés, han permanecido en los espacios dedicados a la práctica de la actividad física en las enseñanzas regladas, y actividades voluntarias extraescolares de los centros españoles. Baloncesto El baloncesto aparece en 1891, cuando Luther Gulick, director del colegio YMCA de Springfield, encarga al profesor de deportes James Naismith, la creación de un nuevo juego que pudiera practicarse en el interior del gimnasio durante los fríos meses de invierno, y su práctica estuviera alejada de riesgos y lesiones. Siguiendo estas indicaciones, Naismtht redactó las primeras cinco reglas, y tras colgar dos cestas de melocotones de la escalera que circundaba la zona alta del

1

gimnasio, situada a 3´05 metros de altura. Distribuyó a sus dieciocho alumnos en dos equipos de nueve jugadores, dentro del espacio disponible de 14 x 6 metros. Este nuevo juego denominado basket-ball, se extendió rápidamente en los centros escolares y universitarios de los Estados Unidos de América, gracias a las cualidades perseguidas por su creador: jugar en un espacio reducido, a cubierto, con gran dinamismo y gasto energético, espíritu agonístico, y sin contacto entre jugadores. Y a otros países, a través de la denominada vía pedagógica. La institución de enseñanza YMCA (Young Mans Catolic Asotiation), con sedes en gran parte del mundo, propicia que este deporte llegue rápidamente a sus escuelas de París (1893), Checoslovaquia (1987), y Polonia e Italia en 1907. El primer intento de introducir el baloncesto en España lo protagonizó el pedagogo catalán Eladi Homs en 1911, que conoció las bondades de este juego al visitar las escuelas de Chicago. Empezó a jugarse en la escuela Valparadís de Tarrasa, dirigida por Alexander Galí, que desaparecería tres años después (La Vanguardia, 2 y 3 de diciembre de 1988). Unos años más tarde, en 1921, el escolapio Eusebio Millán, quien en un segundo y definitivo intento, lo trajo desde Cuba al colegio San Antón de Barcelona (Calatayud, 2003). Voleibol En el año 1895, William G. Morgan, también profesor de deportes de la escuela cristiana YMCA de Sprinfield, se encontraba ante la misma problemática que James Naismith, cuando llegaba el invierno. Obligado a realizar las prácticas deportivas en el interior del gimnasio. Se enfrentó a la necesidad de resolver el problema que planteaba la fogosidad de los alumnos, y el reducido espacio disponible. Haciendo compatible la práctica deportiva competitiva y motivante, que permitiera compaginar el juego a estudiantes de ambos sexos. Tras varios intentos, vino a dar con la formula, que permitía la separación de los jugadores de ambos equipos por una red de tenis, situada a mayor altura, utilizando un balón redondo, y un espacio reducido. Había nacido un nuevo deporte llamado voleibol. Que posibilita la práctica simultánea de jugadores de ambos sexos, sin contacto físico entre adversarios, ni lesiones por golpeos. Fútbol y Rugby El primer gran paso en la trasformación de los denominados juegos de invasión en deporte organizado, surge en los colegios públicos ingleses, de la mano de Thomas Arnold en el siglo XVIII, siendo director del colegio de Rugby, con la intención de trasformar la agresividad de los escolares en seguridad y fuerza de carácter. La escuela Harrov organizaba la anual Cup Hause, que se jugaba con las reglas de 1830, y el Trinity College de la Universidad de Cambriage en 1848, con la presencia de representantes de las principales escuelas, dio como resultado el establecimiento de las principales reglas que dieron nacimiento a un reglamento para todos (Mercé, 2003). Fue a partir del 26 de octubre de 1863, cuando los once representantes de las sociedades y universidades de Inglaterra, se reunieron en la Freemason´s Tavern de Londres para unificar las reglas de juego. Y establecer las diferencias con relación, a si el juego debía ser de patada a seguir y carrera como en el rugby, o con regate y chut, al estilo de Cambriage. De esta reunión, nacería la separación de ambos deportes, aparecidos en el ámbito de las publics schools inglesas. Por un lado, se crea la Football Association, que regula la práctica del fútbol por todo el mundo, con un reglamento unificado. Y por otro, se reconoce el juego del rugby con las características que le son peculiares en la actualidad, permitiéndose la patada a seguir y melé, estableciendo el número de jugadores, etc.

2

La llegada a España del fútbol, se produce a través de obreros del Reino Unido, venidos a España para trabajar en las minas de Huelva, que impulsaron la creación del Recreativo de Huelva en1888. También en Almería, por idénticos motivos, se integra una nueva sección deportiva de fútbol, en el Club de Regatas. Las relaciones de los industriales siderometalúrgicos de las regiones del norte de España con sus homólogos ingleses, propicia así mismo el inicio de esta práctica deportiva en las playas, cuando descendía la marea, apareciendo el Sporting de Gijón, Atletic de Bilbao (1887), etc. Por su parte el Rugby llega a España en 1921, jugándose los primeros partidos en los campos que circundan las ciudades catalanas de Sant Boi, y Sant Joan D’espí, en el lecho del rio Llobregat (Mundina,1998). Balonmano El inspector de enseñanza danés Holger Nielsen, crea en 1898 en el seno de la Real Escuela de Ortup, un juego que denomina Haandbol. Motivado por el deseo de eliminar el número de lesiones que se producían sus alumnos jugando al fútbol. Adaptó este deporte para ser jugado con las manos en un campo de juego de 45 x 30 metros, con once jugadores en campo por equipo. Más tarde, en 1906, se redacta el primer reglamento de juego, publicado por Czerwinski, pasando ya a jugarse el balonmano a siete. Los primeros documentos de la llegada del balonmano a España, los cifra Miracle en el año 1928, a través del Regimiento Alcántara de Cataluña. Siendo más tarde la Escuela Militar de Educación Física de Toledo y la Escuela Naval del Ferrol, los primeros centros que comenzaron a participar en competiciones de balonmano a once en nuestro país (Mayo, 1998). A partir de aquí, el balonmano comienza a practicarse en los ámbitos escolares y universitarios, con la consiguiente trasformación de los reglamentos de juego y adaptación de las dimensiones del campo y número de jugadores actuales. INTRODUCCIÓN DE LOS EDUCATIVOS ESPAÑOLES

DEPORTES

COLECTIVOS

EN

LOS

ÁMBITOS

Las corrientes pedagógicas imperantes en el primer tercio del siglo XIX en Europa, influenciaron a un grupo reducido, pero activo, de pedagogos españoles, interesados por innovar el sistema educativo española de la época. La Institución Libre de Enseñanza de Francisco Giner de los Rios (1876), influenciada por las corrientes alemanas de Dal Krauss, integra la práctica de los deportes en la escuela, como uno de los principios básicos para conseguir la educación integral de sus alumnos. El Instituto Escuela del profesor Estadella en Barcelona, bajo la influencia de Thomas Arnold, incorpora como elemento sustancial la enseñanza y práctica de los deportes de pelota, como elemento básico de las actividades físicas. Esta corriente iniciada en Cataluña, se complementa con la creación del Institut Catalá D’Esports (1936), dedicado a la formación de profesorado especializado. Más adelante, y tras el paréntesis de la guerra civil, se crea el 22 de febrero de 1941 la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes, al frente de la cual se nombra al general Moscardó. Entre los años 1940 y 1960, se desarrolló un intenso movimiento deportivoeducativo. Se crean los Juegos Nacionales Escolares, Sindicales, Laborales y Universitarios. Se despliega una verdadera acción eficaz desde el punto de vista organizativo, que logra a comienzos de la década de los cincuenta, un interés general hacia el deporte, por parte de gran número de Colegios e Institutos de Enseñanza (Calatayud, 2002).

3

Muchas son las características que podríamos encontrar al analizar este período. Pero dejando al margen el cariz ideológico que impregnaba esta organización politícoeducativa, parece objetivo destacar, la cantidad de recursos personales y materiales que la administración puso a disposición de esta organización. Los profesores atendían dentro de sus horarios laborales, además de las clases de educación física, los entrenamientos y competiciones. Formaban parte activa del organigrama de las Delegaciones Provinciales de la Juventud. Esta situación profesional, posibilitaba, que la práctica deportiva se realizara dentro del ámbito escolar, hasta las edades de cadetes. Quienes al terminar el bachillerato, deseaban continuar su trayectoria deportiva, podían acceder al ámbito federado en la categoría junior. El número de jóvenes, que de forma natural y cómoda, practicaba deporte era muy numeroso. Realizando esta actividad en su colegio, arropados por compañeros y profesores, llevando los colores de su centro, y fomentando aspectos naturales de la competición con colegios de toda España. Quizás muchos de quienes lean estas palabras, puedan verse identificados con esta época, que pudo ser el germen, para que años más tarde, eligiéramos nuestra profesión. Esta estructura que formaban la Delegación Nacional de la Juventud y la Delegación Nacional de Deporte, con sus respectivas sedes provinciales, desapareció en 1977, cuando se desmantela la Secretaria General del Movimiento, de quien dependían. LA DESAPARICIÓN DEL MOVIMIENTO NACIONAL NOS LLEVA A LAS NUEVAS ORGANIZACIONES DEPORTIVAS. Con la aparición de la Ley General de Cultura Física y el Deporte en el año 1980, se dieron ya los primeros pasos para hacer frente a la precaria situación que sufría el deporte escolar. Así se dio categoría universitaria a los estudios desarrollados en los Institutos Nacionales de Educación Física y a partir de 1984 se establecieron las primeras agregadurías de educación física en los Institutos de Bachillerato. Paralelamente se inició un movimiento encaminado a potenciar la educación física escolar, por parte de distintas administraciones que ha tenido reflejo en la propia administración. En esta línea, la L.O.G.S.E. considera a la educación física como parte integrante del sistema educativo. Formación específica de maestros para impartir educación física en el ámbito escolar con cursos de postgrado y el reconocimiento de la especialidad en la formación inicial, grandes inversiones para dotar de material e instalaciones mínimas a los centros escolares, ampliación de plantillas y elaboración de los diseños curriculares del área de educación física, son los fundamentos que permiten vivir un momento histórico en la vida de la educación física escolar. La ley vigente del Deporte de 1980, prevé que la educación física se impartirá como materia obligatoria en todos los niveles y grados educativos previos al de la enseñanza de carácter universitario, debiendo disponer todos los centros docentes públicos y privados, de las instalaciones deportivas necesarias para atender la educación física y la practica del deporte. Se está llevando la educación física a su lugar correspondiente. El deporte escolar en el horario lectivo y a la larga, sin duda, en el no lectivo, ha efectuado un gran paso (Guerrero, A. 2000). .

4

EL DEPORTE ESCOLAR El deporte escolar se puede entender como deporte en la escuela o deporte en edad escolar. Para Moreno, F.J. (1998), el primero se refiere al deporte que se desarrolla en el entorno de un centro escolar, sometido a su estructura y con una incidencia directa del profesorado de educación física del centro, mientras que deporte en la edad escolar es un concepto que recoge todas aquellas actividades ofrecidas al niño dentro de un periodo académico. Nosotros nos vamos a centrar en el marco del deporte en la edad escolar por ello entendemos que además de los objetivos técnicotácticos debe perseguir los objetivos de la escuela, es decir debe tener intención educativa. Esto va a ser imprescindible para estar en consonancia con el marco donde se van a desarrollar los programas, la escuela, y para llegar a una educación integral del alumno/a, que va a ser necesaria para su vida como deportista, bien sea como entretenimiento o como profesional, aspecto por el cual no es incompatible, como podremos ver más adelante, sino necesario para iniciarse en cualquier deporte.

FALTA DE PROFESIONALES: APARECE EL INTRUSISMO EN EL DEPORTE El mundo de la actividad física, en donde se encuadra el deporte en edad escolar y las escuelas deportivas, es un mundo de interrelaciones constantes. Autores como Romero (1997), opinan que las escuelas deportivas, no han evolucionado con los tiempos actuales pues siguen manteniendo los objetivos y finalidades desde hace décadas. Si que se ha producido un aumento cuantitativo de éstas, pero no cualitativo. La concepción filosófica de las escuelas sigue siendo la misma. El problema principal con el que nos encontramos en el deporte escolar en las escuelas deportivas, radica en la falta de objetivos claros. Las escuelas se limitan a reproducir el modelo del adulto, sin conocer las verdaderas necesidades del deporte en edad escolar. Las escuelas deportivas siempre han perseguido la formación de “deportistas” como fin último y principal. Sin embargo parece lógico en la actualidad ampliar el número de objetivos a perseguir por dichas escuelas (Romero, 1997). Según Solar (1993) y Delgado (1993), observan también esta visión negativa, y hablan de tendencias preocupantes del deporte en edad escolar como son: la calidad y el tipo de ofertas de actividades físicas para los escolares, el importante descenso del apoyo de los profesores, y la ausencia de estructuras claramente definidas. A los niños/as españoles les resulta difícil hacer deporte de calidad. Por supuesto los responsables de tal situación son las Instituciones Públicas que no han sabido coordinar y planificar la política deportiva. Otro de los problemas con los que nos encontramos es la falta o la exigua formación de técnicos deportivos. Tal y como reflejan los estudios realizados por (Martínez del Castillo, et al., 1991; Sáenz-López y Nuviala 2000), las actividades deportivas extraescolares están dirigidas por monitores deportivos o simples aficionados, con escasa formación pedagógica, e incluso sin formación deportiva. Tanto Sicilia Camacho (1998), como Fraile (et al., 1998), se suman a la crítica, referente a la formación de los técnicos, pues piensan que la misma siempre ha estado cuestionada, y está sometida en la actualidad a una profunda reestructuración, intentando fortalecer el bagaje pedagógico de tal forma que los contenidos se adecuen más hacia los niños/as, así como la metodología de trabajo. CONCEPTO DE ESCUELA DEPORTIVA Si buscamos un concepto de escuela deportiva, hemos de tratar de definir los dos términos que lo componen. Por un lado “escuela”, es según el Diccionario de la Real Academia Española (1992) “un establecimiento de carácter público donde se da a los niños/as la instrucción primaria” o “establecimiento publico donde se da cualquier

5

género de instrucción”. Por otro lado “deportiva”, es “todo aquello que hace referencia al deporte” (Saénz López y Nuviala, 2000). Una escuela deportiva “es un centro, de propiedad variada, que pretende establecer un proceso de enseñanza-aprendizaje, en el que todos los contenidos hacen referencia al deporte, en cualquier de sus posibles manifestaciones, y los alumnos/as son niños/as en edad escolar”. (Saénz López y Nuviala, 2000) Los elementos que definen una escuela deportiva son tres: 1. El propietario o responsable de la escuela es quien define el enfoque, finalidades, metodología y criterios de evaluación. 2. Los fines que se pretenden en dicha escuela. Este elemento es el más relevante a la hora de valorar una actividad extraescolar (Barbero, 1998), puesto que a través de ellos se ponen de manifiesto las intenciones de la actividad. 3. La edad de los participantes. Este es el criterio más claro a la hora de diseñar cualquier actividad. La edad determina las peculiaridades de los sujetos a los cuales va dirigida dicha actividad, y por tanto el diseño y el profesorado han de estar acordes con ella. La escuela deportiva abarca un concepto más amplio, actividad física extraescolar, el cual para Barbero, es polisémico. Generalmente este concepto lo utilizamos para englobar diferentes tipos de actividades, y por tanto, diferentes tipos de escuelas, por ejemplo: de iniciación o de rendimiento, de invierno o de verano, de prácticas habituales o de deportes alternativos. La escuela deportiva para Romero (1997), debe orientarse hacía el modelo integrado, donde deporte y educación física, deporte y valores educativos, generalidad frente especialidad, participación frente a competición, serán la base del futuro de los alumnos/as para una actividad físico/deportiva. La escuela deportiva será también el lugar de descubrimiento de posibles talentos, que serán canalizados. Para Blanco Pereira (1993) uno de los problemas atribuidos al deporte escolar es el proceso de selección: da una orientación a la solución de esta problemática, ya que el hecho competitivo, opina, es consustancial con el mismo deporte. No se puede olvidar el interés general de la población escolar al proceso selectivo inherente al deporte escolar. (tabla .1) Competición social Responsabilidad

Servicios

de

Comunidad

deporte

Competición elitista de

Autónoma

la Federaciones Deportivas. o

Delegación de Municipios. Competición

Local,

Local o comarcal.

comarcal,

provincial

y

autonómica. Desarrollo

Centros urbanos y rurales.

Restringido en dependencia de la estructura federativa.

Arbitraje

Los niños, padres, profes etc.

Financiación

Comunidades

El oficial de la federación.

Autónomas, Federaciones

Diputaciones y Ayuntamientos.

Deportivas,

y

Comunidades Autonómicas.

TABLA I. TIPOS DE COMPETICIÓN. Elaborada por: Blanco Pereira (1993)

6

No se debe dar la espalda a la necesidad de que exista un proceso selectivo, que, en algunas modalidades deportivas entre ellas, el fútbol, se produce a edades muy tempranas y que afecta a una mínima proporción de los escolares, a los mejor dotados biológicamente, para sustentar el deporte de élite y que constituye una de las finalidades de las actividades federadas. Es preciso compatibilizar programas de deporte para todos con la oferta de deporte de rendimiento. Blanco Pereira habla de dos vías competitivas excluyentes. UBICACIÓN DE LAS ESCUELAS DEPORTIVAS. UN CASO PARTICULAR: FÚTBOL A la hora de practicar un deporte concreto a partir de una determinada edad, deben existir entidades específicas cuyos objetivos se adecuen a las necesidades propias de dicha edad. En el fútbol esta función la vienen desarrollando los clubes profesionales de: (1ª división, 2ª división “A” y 2ª división B y los clubes “amateurs” correspondientes a la tercera división), y otros Entes con distintas ideologías. Esta situación comporta: a) Falta de medios: el club da prioridad al equipo senior en cuanto a la utilización del material, la disponibilidad de los horarios, los medios económicos dedicados, y el personal capacitado en el que se delega la dirección. b) Falta de estructuras sólidas y coherentes en el ámbito del fútbol-base, muchas veces imposibilita la existencia de un correcto proceso formativo c) Falta de técnicos especialistas en la formación de base. En muchos casos, se delega la responsabilidad en personas con escasa o nula preparación, aún cuando manifiesten una total entrega y dedicación. d)

Consecuencias que condicionan la labor que se puede realizar con la formación de jóvenes jugadores. Por lo que resulta necesaria la creación de una estructura específica de fútbol-base, cuyo principal y único objetivo sea la formación de jugadores. (Mercé, 2003)

En España, hasta 1974 y salvo excepciones muy contadas, no se organizan grupos de jóvenes futbolistas en actividades homologables a las “Escuelas de Fútbol”. Durante los últimos veinte años, progresivamente, la sociedad va decantándose por una mayor atención al deporte de base. Con ello se va propiciando la viabilidad de organizar actividades deportivas en los barrios, pueblos, clubes, asociaciones, etc. Aunque todavía de forma insuficiente, en algunas provincias españolas, se van dando casos de acertado quehacer respecto del deporte de base y en esas circunstancias, nace la ocasión propicia para ir insertando escuelas de fútbol, tanto en el ámbito de promoción como de especialización. Parece pues comprobado que el deporte es una actividad que nace y se desarrolla en el contexto educativo y que los orígenes del deporte contemporáneo son los mismos que los deseos que surgen en la sociedad industrial de principios del siglo XX, de contar con jóvenes educados en los valores que requiere esta nueva sociedad. Parece también comprobado por estudios científicos que así lo corroboran que aquellos profesionales que no pierden de vista los valores educativos del deporte a la hora de diseñar los entrenamientos, consiguen que sus alumnos /jugadores adquieran mejor performance deportiva. Es decir juegan mejor. La evidencia nos lleva a considerar, que los males que en algún momento se le han achacado al deporte, han venido fundamentalmente de la falta de medios materiales y de la falta de profesionales preparados para educar, a través de la lógica interna y los valores del juego.

7

En esta intervención pretendemos demostrar, cómo el deporte, ni es ni deja de ser educativo en si mismo, sino que será la metodología que utilicemos en su enseñanza, las condiciones en que se desarrolle, los propios valores sociales y planteamientos filosoficos que tenga el profesor, lo que hará que el deporte nos pueda servir como medio de formación en la edad escolar. Sin olvidar que este tratamiento necesariamente educativo del deporte, no tiene porque estar en contra de un correcto proceso de enseñanza / aprendizaje, donde todos los aprendices vayan mejorando en la medida de sus posibilidades. En primer lugar, utilizar cualquier contenido escolar como un fin en si mismo, es atentar contra el concepto de educación, donde como todos sabemos, que etimológicamente está unido a una idea de descubrimiento, de camino guiado, donde el individuo va encontrando las oportunidades de ir “sacando hacia fuera” sus capacidades En segundo lugar, la transversalidad de valores como: la equidad, Justicia libertad, tolerancia, respeto por lo diferente, cooperación, solidaridad, cuidado y respeto por uno mismo, por los demás y por el entorno, deben de ser el eje finalista alrededor del cual estén, los instrumentos que las distintas áreas curriculares ofrecen como es el caso de la actividad deportiva. EL DEPORTE COMO ELEMENTO FORMATIVO Conscientes de toda la problemática que rodea al deporte y de que existe un movimiento en contra de su consideración como elemento educativo, no obstante, abogamos por la posibilidad de desarrollar un nuevo deporte educativo, un deporte que recoja las características positivas que, de forma intrínseca, nos ofrece el deporte, y desprecie todos aquellos elementos negativos que no deben estar presentes en la educación del individuo. En esta línea, Cagigal defenderá el retorno del deporte a su condición lúdica, y el Manifiesto Mundial sobre la Educación Física, habla del "Deporte-juego" que define como: "...La competición libremente adaptada para satisfacer esencialmente las necesidades recreativas y educativas... " Que el deporte sea un elemento integrador, depende exclusivamente de los educadores o de los mismos practicantes que pueden modificar a su gusto alguna de las reglas, para una mejor adaptación a las necesidades y a las posibilidades de cada uno. Queremos remarcar e insistiremos, la importancia que desde nuestro punto de vista tiene el educador, ya que es él quien tiene que dar al deporte sus reglas morales. Creemos superada la famosa frase de Hebert, "El deporte contra la educación física", y estamos con Cagigal cuando afirma: "...Hoy hablar de deporte y educación física como entidades independientes es un anacronismo... ". Este mismo autor dirá al hablar de deporte escolar: "...Del deporte a nivel infantil, aparte de sus bienaventuranzas de aprendizaje motor, de desarrollo de habilidades, de adaptación orgánica al esfuerzo, tiene sobre todo ese gran valor de aprendizaje antropológico, conocimiento de la realidad." Todos estos valores merecen, por derecho propio, formar parte de la educación del individuo: preservar su calidad lúdica, su poder de iniciativa, sus vivencias sociomotrices como elementos positivos del deporte, son valores a los que no se les podrá negar su carácter formativo. La educación física debe utilizar el deporte para sus fines, y aprovechar aquellos elementos que resultan difíciles de encontrar en otras manifestaciones del movimiento. Cagigal enumera una serie de objetivos que la educación física persigue con la utilización del deporte: 1. El conocimiento vivencial del propio cuerpo. Tener noticia de sus capacidades y posibilidades de acción, autoexperimentación a través del ejercicio corporal.

8

2. La adquisición concreta de ciertos patrones básicos de movimiento, de ciertas coordinaciones válidas para múltiples tareas, ciertas respuestas genéricas aptas para resolver los más variados problemas de ejecución psicomotriz. 3. El aprendizaje de ciertos gestos específicos concretos adecuados a tareas concretas que habrán de presentarse frecuentemente en la vida. 4. La adquisición de ciertos aprendizajes deportivos que capacitan al sujeto para responder a demandas socio-deportivas de la sociedad en que vive. Aprender a practicar bien algún deporte, debido a los requerimientos de una sociedad concreta. 5. La adquisición de hábitos de conducta deportiva a partir de las experiencias de la práctica físico-deportiva. Para ello el sujeto debe haber disfrutando practicando sus enseñanzas deportivas, debe haber vivido feliz en el deporte. A partir de esas vivencias se habrán instaurado los hábitos de práctica deportiva, o en otro lenguaje, los aprendizajes a la conducta deportiva para el resto de la vida. 6. El convencimiento intelectual de que estos aprendizajes, gestos, aptitudes físico-deportivas, son útiles y saludables. El sujeto debe conocer el porqué de sus propios hábitos y gestos, debe saber por qué tales aprendizajes son positivos y en orden a qué tareas concretas. Somos conscientes, y de algún modo participamos de las críticas que el deporte espectáculo y el deporte competición, recibe de los teóricos, pero ello no nos llevará a condenar al deporte praxis, sino que consideramos a éste, un excelente contenido para la educación física sin el cual, se vería privada de objetivos que solo será posible alcanzar a través de sus contenidos. El deporte que nosotros pretendemos sinónimo de deporte-juego, deporteeducación, buscará una actividad a la medida de cada participante, respetando su diversidad, y que pretende el placer inmediato de cuantos lo practican, así cómo el conseguir introducir el hábito deportivo (deporte praxis, deporte para todos) en cada uno de los alumnos que viven estas experiencias. Quizás el siguiente texto de Sánchez Bañuelos (1995) pueda resumir nuestra posición a propósito de la importancia del deporte en la edad escolar: "... La moderna educación física se introdujo en las escuelas de la mano de la gimnasia, en aquellos entonces, no tan lejanos el profesor/a lo era de gimnasia. La práctica deportiva era algo extraescolar y divertido, la clase de gimnasia (sueca) a juicio de la mayoría un rollo, eso sí, según nos decían “muy sano” es decir, “un rollo muy sano". El fenómeno deportivo fue tomando auge en la sociedad y en forma pareja el deporte se fue introduciendo poco a poco en las clases de educación física. La práctica deportiva en la escuela como parte del curriculum de educación física se ve hoy en día cuestionada, paradójicamente, por algunos sectores que enarbolan la bandera de "una renovación pedagógica"; si esta tendencia tuviera éxito habríamos recorrido un ciclo completo, volveríamos al mismo punto que en los viejos, buenos y nostálgicos tiempos de la "gimnasia sueca". En una sociedad, en que la práctica deportiva es probablemente el fenómeno cultural de mayor expansión y diversificación, y constituye el vehículo más importante de la actividad física humana. ¿Qué alternativa le tenemos reservada al alumno, algo "muy educativo" pero "muy rollo" habremos sustituido el "rollo muy sano", de antaño por el "rollo muy educativo... ".. No debemos olvidar además, los objetivos y contenidos que el Ministerio de Educación y la Generalitat Valenciana proponen para la etapa de Primaria y Secundaria. Creemos que algunos de ellos serían inalcanzables o cuanto menos dificultosos, si nos viéramos privados de las actividades deportivas, y que la motivación que éstas nos ofrecen como recurso didáctico, es difícil de conseguir con otro tipo de actividades.

9

LA COMPETICION COMO ELEMENTO EDUCATIVO Los criterios que a continuación se van a barajar en este punto van a intentar dar unas pautas adecuadas sobre el uso de la competición como elemento educativo, donde el énfasis va a estar en la progresiva graduación del carácter competitivo de diferentes situaciones de enseñanza. Estas situaciones pueden, eventualmente para el individuo, desembocar en una práctica deportiva competitiva con una exigencia de rendimiento, llegado ese punto es responsabilidad del individuo el decidir a qué niveles de competición quiere implicarse. Según Piaget (1962), el aspecto lúdico-competitivo, es un elemento incardinado desde siempre en el proceso natural de interacción social del niño, y por tanto, no puede ser ni ignorado ni rechazado dentro de un correcto planteamiento didáctico. No se puede dejar de lado que el fenómeno deportivo es en parte la expresión adulta de este fenómeno que ya se manifiesta desde la infancia. Loisel (1966), opina en esta misma línea que la adolescencia tiene el mismo derecho a practicar el deporte como lo tiene la infancia al juego. Bouet (1968) destaca una serie de valores positivos de la competición en el deporte: l. Tendencia a implicar a los demás en acciones que no son posibles de emprender uno mismo. Es decir, en el juego competitivo colectivo está fuertemente involucrado un principio fundamental de solidaridad, de cooperación. Es un reconocimiento de la necesidad que tenemos unos de otros. 2. El juego competitivo es un instrumento a través del cual, el individuo aprende a someterse a unas reglas libremente aceptadas, y a valorar el significado de las mismas de cara a un rendimiento básico. 3. El juego competitivo le proporciona una ocasión inestimable al individuo para autovalorarse, en varios aspectos, y poder conocer mejor, tanto sus posibilidades como sus limitaciones. Check (1970), abordando el problema desde un punto de vista didáctico más específico opina que el educador físico debe incluir el binomio cooperacióncompetición en sus planteamientos de enseñanza, quedando el grado de competición supeditado según este autor a la edad, la inteligencia y a los propios puntos de vista sobre el tema de la persona que va a competir. Shurr (1967), propone la siguiente evolución en los planteamientos didácticos acerca de la utilización del juego competitivo: 1 . Ejecución de movimientos básicos. (superación del medio) 2. Juegos de baja organización. 3. Ejecución de movimientos deportivos. 4. Juegos dirigidos de aplicación deportiva. 5. Deportes jugados con reglamento oficial. El juego competitivo es un elemento educativo valioso no sólo por lo que puede tener de preparación hacia una posterior práctica deportiva, sino porque el binomio cooperación-competición se encuentra en la base de la vida misma y de la supervivencia del hombre como individuo y como especie. Aunque resulte paradójico en principio, habrá que plantear "el ser capaz de cooperar" como un reto para el individuo. La tendencia a actuar de forma excesivamente individualista de algunos niños deberá estar compensada con un diseño de juegos y el establecimiento de unas normas que realcen la participación colectiva: •

Ir introduciendo a los alumnos en la aceptación de la norma, de la victoria, de la derrota

10



Quitar importancia al resultado como criterio de éxito y premiar la mejora en los objetivos fijados por el profesor / entrenador.



Sin olvidar que lo que el ser humano quiere y necesita es jugar, que lo de ganar en las edades tempranas es una invención de los adultos.



Dejando participar a todos sin especializar en edades tempranas.

Pero a veces es imposible hacer transcurrir la competición por estos derroteros ya que existe un doble discurso en torno al deporte por un lado el discurso de los medios de comunicación que nos invaden con el mensaje de “ganar al precio que sea” y que desgraciadamente se ha impuesto al discurso de la escuela al que se le considera idealista e inútil. Esta nueva “ética del deporte”, está presente en los padres en los formadores y en los propios alumnos. •

Los padres de estos niños que practican deporte en la escuela se implican emocionalmente en el rendimiento de sus hijos por lo que interrelacionan superponiendo sus intereses de adultos a los de sus hijos



Los formadores bien sean profesores o entrenadores solo están bien considerados es decir tienen reconocimiento social cuando sus equipos ganan. Y en la mayoría de las ocasiones el precio que se paga por intentar ganar es olvidarse del proceso educativo.



Lo que corrobora la tendencia actual a lo que algunos autores denominan “La desaparición de la infancia”. Estamos asistiendo a una sociedad, en la que los niños comen la misma comida que los adultos, ven los mismos programas de T.V. se visten, toman alcohol, drogas....etc. Y es en esta misma sociedad, donde por supuesto, no sólo sus padres y formadores, sino ellos mismos, tienen prisa por imitar el juego de sus ídolos cuanto antes.

Nuestra intervención como educadores, debe ser recuperar a través del deporte, los patrones de cooperación perdidos en la sociedad actual, en beneficio de relaciones de competición. (Gráfico II) Visión del Juego El otro Relación Acción Clima de Juego Resultado Consecuencia Sentimientos Símbolo

Cooperación Ganar Juntos Compañero Interdependencia Jugar con Activación Suceso compartido Seguir Jugando Alegría / Satisfacción Puente

Competición Ganar al otro Adversario Rivalidad Jugar contra Tensión Victoria individual Acabar de jugar Frustración Obstáculo

Gráfico – II. Tomado de Julio Vanzun, 2003 efdeportes revista digital Es posible que en la actualidad se esté sobre valorando el factor competición, en detrimento del elemento lúdico en los juegos y deportes. El factor lúdico en el deporte representa el contrapunto necesario al agón. Lo lúdico añade la voluntariedad en la

11

participación el gusto por la actividad y equilibra las ganas de ganar del factor agonístico del deporte. El deporte tiene tres ámbitos de influencia: rendimiento, educativo y ocio. Es obvio que según el ámbito deportivo en el que nos encontremos variaran los rasgos estructurales por lo que: El ámbito del rendimiento tendrá una codificación de la reglamentación muy estricta, regulada por las federaciones. La competición adquiere una gran relevancia al igual que las demandas ergogénicas, el nivel de participación se restringe a los mejores, y el espíritu del juego a veces, queda relegado en beneficio del último fin: mejorar para ganar. En el ámbito del ocio, la competición pierde importancia en beneficio del factor lúdico. Las reglas son referenciales y se consensúan, a través del contrato ludomotor. La actividad física tiene una orientación hedonista y de relación con un menor nivel de institucionalización. Por otra parte, la actividad se presenta como una opción voluntaria donde impera la diversión. Este deporte es el que más se asemeja al concepto de juego. En el ámbito educativo, el elemento competitivo existe, pero ha de estar en perfecta interacción con el elemento lúdico y la actividad motriz. Se interpreta el deporte educativo como superación e integración donde la afectividad ha de constituir un elemento clave en el proceso educativo que se genera, la reglamentación ha de ser más elástica y flexible, en orden a los parámetros formativos, y donde deben de primar los valores que van integrados al concepto de espíritu deportivo, como son el respeto a las normas, la consideración al adversario, el sentido de equipo y el comportamiento noble en el juego. BIBLIOGRAFÍA Barbero, J.I. (1998): “Aproximación a la actividad física extraescolar desde una perspectiva”. En Santos Pastor, M. y Sicilia Camacho, A. (directores). Actividades físicas extraescolares. Una propuesta alternativa. Barcelona: Inde. Blanco Pereira, E. (1993): “El deporte en la edad escolar: hacia una nueva concepción”. En Gómez, J y García Aranda, J. (1993). El deporte en la edad escolar. Actas de las VII Jornadas de Deporte y Corporaciones Locales. F.E.M.P. La Coruña. Cagigal, J.Mª. (1959). Aporías iniciales para un concepto del deporte. Revista: Cítius, Altius, Fortius Tomo 1, nº 1. Cagigal, J.Mª. (1960). Deporte, pedagogía y humanismo. Ed. Comite Olímpico Español. Madrid. Cagigal, J.Mª. (1966) El hombre ante la sociedad significación de los grupos deportivos. E.U. de Medicina de la E.F y Deportiva. Nº 2. Madrid. Cagigal, J.Mª. (1981). !Oh deporte! (Anatomía de un gigante). Ed. Miñón. Col. Kiné de Educación y Ciencia Deportiva. Valladolid. Cagigal, J.Mª. (1983). El cuerpo y el deporte en la sociedad moderna. Rev. de Sociología PAPERS. Nº 20. Universitat Autónoma de Bellaterra. Ed. Península. Barcelona. Calatayud, F. (2003) De la Gimnasia de Amorós al deporte de masas. Ayuntamiento de Valencia. Valencia. Calatayud, F. (2003) Historia del Baloncesto. En Rodriguez, L.P. Compendio histórico de la actividad física y el deporte, pp.693 -711. Barcelona. Masson.

12

Delgado, F. (1993): “Análisis de la situación actual del deporte escolar”. En Gómez, J. García Aranda, J. (1993). El deporte en la edad escolar. Actas de las VII Jornadas de Deporte y Corporaciones Locales. F.E.M.P. La Coruña. Diccionario de la Real Academia Española. (1984-1992): Madrid: Espasa Calpe. Esteban, L. (1974) La Institución Libre de Enseñanza en Valencia. Bonaire.Valencia Fraile, A., Arribas, H., Gutiérrez, S. y Hernández, A. (1998): “La salud en las actividades físicas extraescolares”. En Santos Pastor, M., & Sicilia Camacho, A. (dir.). Actividades físicas extraescolares. Una propuesta alternativa. Barna: Inde. Garcia Bonafé, M. (1986) Notas para una historia del Deporte en España. Revista de Occidente, 62 – 63, pp. 35-49. Garralda, D. (1936) Libro-guía del maestro. Espasa-Calpe. Madrid. Gonzalez, T. (1998) La educación física en España (1800-1936). INEF. Madrid. Guerrero, A.( 2000). “Evolución del Deporte, en edad escolar en España, antecedentes, situación actual” Primer Congreso Nacional de Deporte en Edad Escolar. Sevilla Hernandez Moreno, J. (1987). Análisis de la acción de Juego en los deportes de equipo: su aplicación al baloncesto.Tesis doctoral no publicada, Universidad de Barcelona.. Hernández Moreno, J. (1994).Analisis de las estructuras del juego deportivo. Ed. Inde. Barcelona. Langlade, A y Langlade N. (1970) Teoría General de la Gimnasia. Stadium. Buenos Aires. Le Boulch, J. ( 985). Hacia una ciencia del movimiento humano. Ed. Paidós. Buenos Aires. Le Boulch, J. (1 965). Le probléme de la formation des joueurs de Sports Collectifs. Colloque Internacional de Vichy. Martínez del Castillo, J., Puig, N., Fraile, A. y Boixeda, A. (1991): Estructura ocupacional del deporte en España. Madrid: Consejo Superior de Deportes. Mayo, C. (1998) Fundamentos y enseñanza de los deportes colectivos: Balonmano. Proyecto Docente, Universidad de Valencia. No publicado. Mercé, J. (2003) Historia del Fútbol. En Rodriguez, L.P. Compendio histórico de la actividad física y el deporte, pp. 675 - 692. Barcelona. Masson. Mercé, J. (2003): Un estudio descriptivo de las características técnicas, físicas y motivacionales de escuelas deportivas de fútbol (alevines, infantiles y cadetes). Tesis doctoral. Valencia: Universitat de València. Moreno, F.J. (1998). “El deporte escolar como labor intencionada de intervención psicopedagógica y de aprendizaje” En VVAA Nuevos horizontes en la Educación Física y el Deporte Escolar. Málaga: Instituto Andaluz del Deporte. Mundina, J. (1999) Fundamentos y enseñanza de los deportes colectivos: Rugby. Proyecto Docente, Universidad de Valencia. No publicado. Parlebas, P. (1 988). Elementos de sociologia del deporte. Ed. Unisport, Malaga. Romero, S. (1997): El fenómeno de las escuelas deportivas municipales. Sevilla: Instituto de Deportes Ayuntamiento de Sevilla. Sáenz- López, P. y Nuviala, A. (2000): “El deporte escolar en la provincia de Huelva”. Actas del II Congreso Internacional de E.F. Jerez

13

Sicilia Camacho, A. (1998): “Actividad extraescolar, educación física y curriculum”. En Santos Pastor, M. y Sicilia Camacho, A. (dir.). Actividades físicas extraescolares. Una propuesta alternativa. Barcelona: Inde. Theodorescu, L. (1965). Principe pour l'etude de la tactique commune aux jeux collectifs, et leur correlation avec la preparation tactique des equipes et des joueurs. Coloquio internacional. Vichy. Theodorescu, L. (1977). Theorie et methodologie des jeux sportifs collectifs. Ed. E.F.R. París. Thomas, R. (1981). Sport, definitions, classifications en sports and Science. Ed. Vigot. Thomas, R. (1981). Structure des sports. Sports and Science. Ed. Vigot. Tissie, J. (1954). Les sports collectifs. Rev. E.P.S. Nº 20. Abril. Tissie, J. (1971). Méthode Sportive. Rev. E.P.S. nº 111. Trapero, M. (1971). El campo semántico del deporte en el español actual. Rev. Citius, Altius, Fortius. Tomo XIII. Ulmann, J. (1971). De la gymnastique aux sports modernes. Ed. Vrin. París. V.V.A.A. (1 982). Fundamentos de la teoría y metodología del entrenamiento deportivo. Ed. Inder. La Habana.

14

Suggest Documents