CULTURA, TRADICION E IDENTIDAD EN LOS CANTARES DEL FOLCLORISTA ARGENTINO JUAN ALFONSO CARRIZO

TRABAJO MONOGRAFICO EN EL MARCO DEL CURSO EL PUEBLO DE EUROPA Y SUS VOCES, DICTADO POR EL PROFESOR WENTZLAFF-EGGEBERT DEL 2O DE JULIO AL 31 DE JULIO D...
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TRABAJO MONOGRAFICO EN EL MARCO DEL CURSO EL PUEBLO DE EUROPA Y SUS VOCES, DICTADO POR EL PROFESOR WENTZLAFF-EGGEBERT DEL 2O DE JULIO AL 31 DE JULIO DE 2012. UNIVERSIDAD DE COLONIA, ALEMANIA.

CULTURA, TRADICION E IDENTIDAD EN LOS CANTARES DEL FOLCLORISTA ARGENTINO JUAN ALFONSO CARRIZO

POLA SOFIA SCHIAVONE LICENCIATURA EN LETRAS, 5º AÑO UNIVERSIDAD

NACIONAL

DE

TUCUMAN,

FACULTAD

DE

FILOSOFIA Y LETRAS, ARGENTINA E-MAIL: [email protected] FECHA DE ENTREGA: 10 DE JULIO DE 2012

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INDICE INTRODUCCION …………………………………………………… Pág. 2

PRIMERA PARTE: El folklorista y sus cantares………………Pp. 3- 10

SEGUNDA PARTE: Cultura, Tradición e Identidad ……...……Pp. 11-16

RESUMEN CONCLUSIVO ………………………………………… Pág. 17

BIBLIOGRAFIA ………………………………………………….Pp. 18-19

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INTRODUCCION El trabajo que expongo a continuación tiene como objetivo presentar y aclarar la situación cultural de la Argentina, a través de una antología de cantares, cuya selección y publicación realizó el folklorista argentino Juan Alfonso Carrizo en 1939 para su primera edición. La antología tiene tres ediciones en total, de las cuales manejé la tercera, que fue publicada en 1974. En la primera parte de este escrito, se hace una descripción del trabajo de campo de Juan Alfonso Carrizo y del método con el que se manejó para la recopilación de los cantares. Se pretende mostrar la importancia que tuvo la circulación de estas obras dentro del ámbito cultural y educativo de la Argentina al momento de su publicación. Mediante una referencia general a las piezas que componen la antología, busco mostrar los hallazgos de Carrizo y la postura que el maestro posee acerca de la situación cultural del país. La segunda parte se subdivide en el análisis de tres conceptos, desde la óptica de Carrizo: la tradición, la cultura y la identidad en la República Argentina. Considero que estos tres ejes son útiles para esbozar un cuadro de la situación cultural del país, y que la voz y postura de Carrizo respecto a estos temas, pueden resultar operativas para comprender la cuestión del folklore argentino. Para enriquecer la exposición de esta parte, comparé la posición del folklorista con la de Domingo Faustino Sarmiento, quien fue y es un referente importante de la cultura y la educación de la Argentina.

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PRIMERA PARTE El folklorista y sus cantares La obra que presento en este trabajo es una antología de tres colecciones de cantares tradicionales recopiladas por Juan Alfonso Carrizo1 en las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán, y publicada por primera vez en 1939. La selección de las piezas que integran este libro, fue realizada por Carrizo con la intención de ampliar su público lector y difundir más el conocimiento y manejo de las composiciones tradicionales de la zona. Carrizo trabajó con una metodología propia para la recopilación de las piezas folklóricas. Aquellos que conocieron y estudiaron sus trabajos, y sobre todo la manera de llevar a cabo sus investigaciones, destacan el esfuerzo y la dedicación de Carrizo en cada uno de sus viajes, en cada camino recorrido para conseguir hacer brotar de las bocas de los lugareños, coplas, leyendas y canciones. Carrizo desarrolló un talento similar al de los propios cantores, aprendiendo a reconocer las composiciones auténticamente populares y tradicionales, frente a otras piezas artificiales y pretenciosas: “[…] rancho por rancho, de pueblo en pueblo, iba con las alforjas al hombro, cargado de cuadernos y su inconfundible manta de vicuña a las escuelas, donde copiaba de los labios de la gente: coplas, cantares y adivinanzas.”2 Conviene hacer aquí una pequeña referencia acerca de la extensión geográfica y la distribución de la población en la República Argentina, para comprender mejor la labor de Carrizo. La extensión norte-sur del país es de 3.694 km, y este-oeste, sobre el paralelo 27º 31´es de 1.423 km. La Argentina posee una superficie de 3.761.274 km 2 de los cuales 1

Juan Alfonso Carrizo (San Antonio de Piedra Blanca, provincia de Catamarca 1895- San Isidro, Buenos Aires 1957) fue maestro de escuela, dirigió el Instituto Nacional de la Tradición, fue miembro de la Academia Argentina de Letras y de la Sociedad de Historia Argentina, miembro honorario de la Sociedad Folklórica de México e integrante de la institución Folklore de las Américas. Fue miembro fundador del Instituto de Historia, Lingüística y Folklore de la Universidad Nacional de Tucumán y numerario de la Junta Nacional de Intelectuales. Cfr. (20 abril 2012): Juan Alfonso Carrizo. Wikipedia [en línea]. Disponible en: [27.06.2012]. 2 Cano, Raúl E: Juan Alfonso Carrizo. Disponible en: [27.06.2012].

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2.791.810 km2 corresponden a territorio continental. Según el último censo oficial del año 2010, la población total de la Argentina es de 40.117.096 habitantes; el 70% de la población se distribuye en las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Mendoza y Tucumán, mayormente concentrada en las ciudades capitales. El censo del año 1914 indicaba una población de 7.903.662 habitantes, y el del año 1947 apuntaba 15.893.827.3 Si bien, como puede verse por estos datos, la población actual es mucho más numerosa que en la época de Carrizo, la situación de dispersión en el territorio es muy similar. Al estar la mayor parte de la población de las provincias concentrada en las capitales, los pueblos del campo son en general más pequeños y más distantes entre sí. La región del Noroeste posee una geografía determinada por el cordón montañoso de los Andes, y muchas poblaciones y comunidades habitan en lugares de difícil acceso. Carrizo, a través de sus compilaciones, no sólo recuperó y distribuyó las composiciones que había conseguido “directamente de boca del pueblo, de gente nacida y criada en la campaña”4, sino que impuso el trabajo de campo como modo necesario para una óptima recaudación. La experiencia vital que tuvo Carrizo, le otorgó mayor conocimiento acerca del material que iba incorporando a sus colecciones. Carrizo se entrevistó con innumerables personas, conoció sus familias mediante prolongadas charlas, compartió mates y tiempo con ellas, indagó acerca de sus intereses, preocupaciones, valoraciones, entre muchas otras cosas más, lo que hace de su trabajo de recopilación algo bastante integral. 5 Este cuadro se completa más aún, si tenemos en cuenta que visitó numerosos pueblos de las montañas del norte durante las décadas del ´20 y del ´30, con las austeras posibilidades de transporte y comunicación de la época. Su tarea como compilador ha sido muy reconocida y valorada en el Norte de la Argentina, sobre todo desde la Universidad Nacional, donde sus trabajos están disponibles en bibliotecas y hemerotecas. El minucioso trabajo de agrupación, selección y difusión de las piezas orales campesinas que realizó Carrizo, se materializó en colecciones de Cantares de las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca y la Rioja. De hecho, se ha indicado 3

Cfr. y Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Prólogo. Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. P.22. 5 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Prólogo. Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 21-28 4

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que su labor de recopilación de material folklórico, es la más extensa y elaborada que se haya hecho en lengua castellana6. Esta faena se completa con varias páginas de literatura crítica, en las cuales Carrizo analizó y reflexionó sobre las cuestiones relativas al folklore, la cultura, la tradición y la identidad de los argentinos. La repercusión del trabajo de Carrizo fue resonante en su momento y tiene actualidad también en el ámbito educativo, ya que plantea una revisión bastante intensa de la identidad argentina. En el momento de la publicación de la antología, Alberto Rougés, conocido filósofo y docente tucumano, advertía acerca del derrotero espiritual y cultural que transitaba la Argentina. Observaba una crisis espiritual en la sociedad, cada vez más orientada al culto de lo material e industrial, que la educación no estaba resolviendo satisfactoriamente. Para él, el trabajo de Carrizo sería muy positivo para revalorizar piezas tradicionales propias de la cultura argentina, ricas en sabiduría y belleza, las cuales colaborarían con una mejor y más completa educación para las generaciones venideras.7 Carrizo Concentró su trabajo en la región del Tucumán, denominación que había sido utilizada en la época de la conquista española. Los documentos históricos de la época y los manuales posteriores, se refieren a la región del Tucumán, provincia del Tucumán, o el Tucumán8, para indicar la zona aproximada que hoy ocupa el Noroeste argentino, aunque también incluía la provincia de La Rioja y parte de Córdoba; esta región, estaba ocupada por comunidades indígenas cuando los españoles llegaron allí, y la unidad cultural de estos pueblos estaba dada sobre la base de la lengua keshua9. El impacto de la primera edición de esta antología editada por Carrizo en el año 1939 manifestó el interés por este trabajo ya que se agotó en seguida 10. Manejo para este trabajo, la tercera edición del año 1974, la cual incluye un prólogo especial para la presente edición 6

Cfr. Carrizo, Juan Alfonso. Disponible en: [27.06.2012]. 7 Cfr. Rougés, Alberto “Cultura y educación” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 11-19. 8 Cfr. Busaniche, Jose Luis. Historia argentina. Ediciones Solar. Buenos Aires. 1979. 6ta reimpresión. II tomos. Pp. 73, 76 y 77 y Palacio, Ernesto. Historia de la Argentina. A. Peña Lillo Editor. Buenos Aires. 1975. 8va. Edición. II tomos. Pp. 45 y 46. 9 Cfr. Jacovella, Bruno “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Rimas y juegos infantiles. Instituto de Literatura española, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán. Tucumán. 1995. P.9 10 Cfr. Jacovella Bruno “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso Cantares Tradicionales del Tucumán (antología) Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. P.7

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por Bruno Jacovella, un artículo de Alberto Rougés acerca de la educación en la Argentina del año 1937, y otro prólogo del propio Juan Alfonso Carrizo. Actualmente, en las escuelas primarias se trabaja con los textos de Carrizo, así como se utiliza el material del catamarqueño para instrucción de futuros docentes de nivel inicial y medio. Carrizo tenía un propósito claro con la elaboración y publicación de los cantares: “recoger el material existente, próximo ya a desaparecer, la de clasificarlo, determinar su probable origen, su área de dispersión y precisar su vinculación con los cantares de España y de Hispanoamérica, etc.”11 Se puede ver entonces una intención doble en el trabajo del catamarqueño: por un lado, pretendía revalorizar este material y volverlo imperecedero mediante su transcripción; por el otro, quería precisar el fuerte vínculo que estos productos culturales tienen con las tradiciones española e hispanoamericana.12 El objetivo de Carrizo era un rescate, una labor de recopilación y difusión con carácter de urgencia, dado que el maestro observaba que el material se estaba perdiendo, estaba siendo descuidado con el tiempo. Su trabajo se dirigió tanto a la sociedad urbana, influida por la cultura moderna e industrial, como a la propia comunidad campesina, que por la fuerza de las proyecciones modernizadoras movidas a través de la educación desde las grandes urbes, estaba casi olvidada de su tradición. Carrizo ofreció a este público sus cancioneros para que se tome conocimiento de una parte importante y autentica del acervo cultural del país.13 Junto al trabajo de recopilación que le llevó alrededor de quince años, Carrizo estudió profundamente el material que compendiaba, indagando en los sentidos escenciales de las composiciones y procurando hallar las posibles raíces histórico-literarias de las manifestaciones orales de la Región del Tucumán. Comprobó el vínculo del material recogido con manifestaciones populares españolas, declarando que nuestra poesía popular se había gestado gracias al aporte hispánico. Según su criterio, este proceso de inicio de la 11

Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 21-28. 12 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Prólogo. Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. P. 21. 13 Cfr. Jacovella, Bruno “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 7-10.

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formación de la identidad argentina, había naturalizado el aporte cultural de España de manera integral. Creo conveniente establecer, antes de presentar la obra per se, algunas diferencias fundamentales entre la poesía popular oral (donde se incluyen las composiciones recogidas por Carrizo) y las composiciones poéticas oriundas de la urbe, que se incluyen en el género literario de la gauchesca14. La poesía urbana es escrita por un autor y publicada con su nombre; se difunde mediante libros, revistas o publicaciones escritas, conservándose la obra más allá de la vida del individuo. La poesía popular es elaborada por el pueblo y se disemina y transmite oralmente, mediante cantos y recitaciones; las generaciones van dejando este mundo, y el canto sigue vivo en las nuevas que lo han aprendido, sigue siendo cantado y orado por nuevas voces. El concepto de autoría, tan difundido en la ciudad letrada, no existe en la tradición oral; casi todo lo que se conoce y se recita es anónimo. Aquellos que son identificados con nombre y apellido, son los cantores, hombres comunes que son famosos entre el pueblo por su modo de recitar15. Carrizo anota también otras diferencias referidas a cuestiones formales, por un lado, y temáticas por el otro. El folklorista explica que en la ciudad se usaron para las composiciones poéticas metros y versos variados. En el campo, se utilizó casi con exclusividad, el verso octosílabo, y la forma de copla, o glosa como forma más extensa. 16 Por otro lado, en la poesía popular, las composiciones están henchidas de contenido y sentido religioso, mucho más que en las poesías de la ciudad. El sentimiento religioso profundamente cristiano, proviene en muchos casos de relatos y contenidos de la Biblia, libro principal en las áreas rurales de la Argentina. Pero en general se trata de un espíritu que atraviesa casi todas las composiciones, sean estas referencias bíblicas o no.17 En síntesis, la poesía popular se caracteriza por dos rasgos fundamentales: “la impersonalidad del autor […] y la conservación de los cantos por tradición oral” 18. Para Carrizo, la auténtica poesía tradicional es la heredera de la conquista española, conservada 14

Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares (antología). Prólogo. Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 21-28. 15 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 23-27. 16 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 23-27. 17 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 23-27.

tradicionales del Tucumán tradicionales del Tucumán tradicionales del Tucumán tradicionales del Tucumán

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en el pueblo por transmisión oral y anónima, y con todos los rasgos que anotamos arriba de metro y tema. La poesía gauchesca, en cambio, es un género nacido en la zona del Río de la Plata, que tomó imágenes, espacios, personajes y algunas formas del lenguaje campesino, y elaboró todos esos elementos dentro un género literario. Es básicamente poesía de la ciudad que habla del campo, y no poesía del campo per se. Su obra cumbre es el Martín Fierro de José Hernández, pero encontramos otros ejemplares de similar importancia que le imprimieron sellos de protesta política y denuncia social. 19 Como todo género literario, la gauchesca ha tenido su evolución y etapas, pero tal no es el tema de este trabajo. Llama la atención en las producciones gauchescas, el léxico pretendidamente campesino que utiliza, su casi constante necesidad de recordar que se trata de gauchos que hablan sobre cosas del campo argentino. Como bien dice Borges, la gauchesca “es un género literario tan artificial como cualquier otro.”20 Carrizo llama la atención sobre la diferencia entre ambos tipos de poesía, porque juzga a las piezas poéticas que él ha recopilado, como auténticos ejemplares de poesía popular, mientras que las obras poéticas de la gauchesca son más bien imitativas del modo de ser campesino. Hay una evidente estilización que se nota al leer obras de la gauchesca, y que lejos de documentar el léxico real de los lugareños, expresa sentimientos, describe espacios, “a la manera” de los gauchos.21 La gauchesca no cumple con ningún requisito para ser considerada poesía popular argentina, ya que sus autores son ampliamente conocidos y sus productos publicados principalmente en círculos cultos y alfabetizados.22 La antología que presento, integra romances, rimas infantiles, villancicos de Navidad, canciones históricas y religiosas, coplas y glosas de diversos temas. Los ejemplares de romances son seis; precede a cada una de estas piezas, así como a las rimas infantiles y villancicos navideños, la lectura musical en pentagrama y, en caso de ser 18

Carrizo, Juan Alfonso. “Nuestra poesía popular” en Revista Humanidades. Tomo XV. s/l. Año 1927. P. 244 19 Cfr. Becco, Horacio Jorge “Nacimiento de la poesía gauchesca” en Historia de la literatura argentina. CEAL. Bs. As. 1980. Pp. 193-215. 20 Borges, Jorge Luis “El escritor argentino y la tradición” en Obras completas. Emecé Editores. 1974. Pp. 267-274. 21 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso. “Nuestra poesía popular” en Revista Humanidades. Tomo XV. s/l. Año 1927. Pp. 283-291. 22 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso. “Nuestra poesía popular” en Revista Humanidades. Tomo XV. s/l. Año 1927. P. 287.

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necesario, cualquier otro tipo de aclaración acerca de la recitación o el canto de las mismas. Carrizo apuntó la fuerte vinculación que existe entre los romances populares locales y los de tradición española. Pero dentro de esta relación, Carrizo hace una salvedad: la tradición de romances que llegaron a América con la conquista y fueron absorbiéndose en el proceso de formación de la Argentina, “…no son los romances de la épica castellana, esos que dieron gloria imperecedera al pueblo español, sino los de su degeneración.” 23 Este tipo de romances son incluidos por Carrizo en la “poesía matonesca o romance de valentones”, que es la que penetró en América durante la colonización24. Otro tipo de composiciones populares que, para Carrizo, tienen enorme filiación con España, son las canciones. En este caso, el género español con el que se vinculan, es la poesía lírica popular española, la cual ha sido recopilada con mucho esfuerzo y poco analizada por la crítica. Dado que Carrizo consideraba principal para poder estudiar poesía, tener en cuenta el sentimiento que transmite además de la forma, clasificó el material de acuerdo con el tema25. En la antología se incluyen cuatro canciones históricas26, las cuales, como se puede ver en las notas al pie de página realizadas por Carrizo, derivan de acontecimientos y leyendas del lugar sobre sucesos históricos específicos.27 Este tipo de canciones, según lo observado por Carrizo, tocaron los temas importantes o sensibles referentes a la historia de la formación de la Argentina. La dinámica de estas composiciones, entonadas por el gaucho cantor que describe Sarmiento, se asemeja mucho a la poesía juglaresca del Medioevo español. En la campaña ese cantor es cronista de lo que sucede y va cantando los hechos importantes que 23

Carrizo, Juan Alfonso. “Nuestra poesía popular” en Revista Humanidades. Tomo XV. s/l. Año 1927. P. 268. 24 El catamarqueño resume en tres etapas la vida de la épica castellana. La primera, es oral, popular y anónima; la segunda, atraviesa ciertos ajustes formales, influencias extranjeras y mezcla con la poesía culta; la tercera es la degeneración en lo que se denominó “poesía matonesca o romance de valentones”, y los romances líricos y religiosos. Tal es el material que llegó a America. Con la conquista vino y penetro con facilidad, la poesía popular del momento, mientras que los ejemplares de la clásica épica castellana, casi no se filtraron. Cfr. Carrizo, Juan Alfonso. “Nuestra poesía popular” en Revista Humanidades. Tomo XV. s/l. Año 1927. Pp. 249-262. 25 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso. “Nuestra poesía popular” en Revista Humanidades. Tomo XV. s/l. Año 1927. Pp. 310-317. 26 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso. “Nuestra poesía popular” en Revista Humanidades. Tomo XV. s/l. Año 1927. Pp. 317-330. 27 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 85-88.

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hacen a la historia de la región; según lo vivido, lo experimentado por las gentes de cada lugar, varían los temas de las canciones históricas. Un segundo tipo de canciones integran esta colección, y son las religiosas, de las que poseemos doce ejemplares. Estos refieren en una amplia variedad de temas, cuestiones filosóficas, religiosas, morales universales, así como también tocan personajes y pasajes bíblicos específicos que prendieron con fuerza entre la gente campesina.28 Según lo que explica Carrizo, las canciones llegaron al suelo argentino de la mano de las misiones catequísticas españolas que llevaron al Nuevo Mundo la religión católica, tan arraigada en los campesinos del norte argentino. Mediante los temas abordados desde la óptica del catolicismo, también se abre el espacio para preguntas, respuesta y reflexiones filosóficas. Según Carrizo, este tipo de poesía propia de los ascetas españoles, se arraigó con facilidad entre las ciudades del norte, dada la índole contemplativa de su gente 29 .

SEGUNDA PARTE Ejes temáticos Como ya se dijo en la introducción, este trabajo tiene el objetivo de presentar la obra de compilación de folklore del norte argentino, y a través de ella aproximarnos a los conceptos de tradición, cultura e identidad en la Argentina, que maneja Carrizo. Entiendo que separar

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Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 91-100. 29 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso. “Nuestra poesía popular” en Revista Humanidades. Tomo XV. s/l. Año 1927. Pp. 330-341.

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estas categorías es complejo, ya que se implican entre sí, y se explican de manera solidaria. La separación es meramente operativa, a efectos de ordenar la exposición. Tradición Carrizo consideraba importante la conservación, estudio y difusión de las piezas poéticas que había recopilado en sus colecciones, y cuya antología se presenta aquí. En estas obras, reproducidas por personas del campo, en muchos casos analfabetos que estaban más familiarizados con la dinámica de la oralidad, reside el “fondo mismo de nuestra alma nacional”30. Creyó en que había una invaluable pureza en estas producciones, ya que los ejecutores, y también productores de los cantos, rimas, romances, etc. se mantuvieron aislados, en cierta manera, de las modas propias de la ciudad, y conservaron con bastante fidelidad el espíritu propio u original de la Argentina. En otras palabras, lo que Carrizo quiere demostrar es que la auténtica tradición argentina, su poesía primera y madre, es la poesía popular que se canta en las campañas. 31 Para el catamarqueño esto en fundamental, ya que la tradición de un pueblo es su memoria, es lo que le da identidad, posibilidad de unidad en el tiempo porque la liga a su pasado, a su historia.32 Para destacar el valor de tradición de las que están cargadas estas composiciones populares, Carrizo, por un lado, las diferenció de las producciones poéticas de la gauchesca, como se vio más arriba; por otro lado, resaltó la vinculación con la tradición española. Si bien este último punto es evidente, ya que a través de la colonización, América recibió de España su lengua, religión y muchos otros aspectos culturales, Carrizo procuró fortalecerlo debido a la resistencia de la tradición española que tuvo lugar en la Argentina del siglo XIX33. Un referente argentino que sostuvo cierto rechazo con la tradición española, fue Sarmiento34. Él, al igual que casi todos los integrantes del movimiento romántico en la 30

Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. P. 21 31 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Prólogo. Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 21-28. 32 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso. Rimas y juegos infantiles. Capítulos I- VIII. Instituto de Literatura española, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán. Tucumán. 1995. P. 21 33 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Prólogo. Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 21-28. 34 Domingo Faustino Sarmiento (San Juan, 1811- Asunción del Paraguay, 1888). Fue escritor, político, educador y militar. Realizó una importante tarea de periodista y escritor desde el exilio en Chile. Su célebre libro Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas. Ediciones Peuser. Buenos Aires.1955,

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Argentina, fue un gran admirador de la cultura, política y progreso norteamericano. En las lecturas del escritor norteamericano Fenimore Cooper, Sarmiento encontró la útil verbalización de su cosmovisión en la dicotomía Civilización-Barbarie. En la experiencia y las reflexiones de Cooper, el binomio servía para explicar como la Civilización sajona había logrado el avance y absoluto triunfo del progreso, sobre la barbarie indígena que habitaba los suelos de América del Norte. 35 Para Sarmiento, Estados Unidos se convirtió en el modelo que la Argentina debía seguir; España era considera retrógrada: “el futuro es Europa, y el modelo los Estados Unidos […] El pasado debía ser la América española e indígena, manifiesta en sus instituciones tiránicas, sus costumbres bárbaras, y su desprecio por el progreso.”36 Sarmiento justificó su rechazo a España, al considerar que la Argentina había sido dominada una España decadente, y que por lo tanto el país americano había sido influido y gestado por lo menos valioso de Europa.37 Carrizo recopiló cantos, versos, romances, etc. y luego de cotejarlos con las composiciones españolas, encontró la clarísima semejanza. Casi todas las composiciones incluidas en esta antología, tienen una cita al pie en la que Carrizo explicita y anota todas y cada una de las versiones españolas o hispanoamericanas que hay de la pieza, o con las que la pieza en cuestión posee relación. El folklorista anota con detalle, toda la información posible respecto a las variables o vinculaciones que ha encontrado sobre esa pieza, para demostrar que la poesía tradicional popular del Tucumán nace de las entrañas de los cantos populares traídos, recitados y enseñados por los colonizadores españoles (soldados, misioneros, etc.).38 El hecho de estas piezas impregnadas y en gran medida constituidas sobre la base de la herencia hispánica se hayan conservado en la memoria de la gente de la campaña, confirma data del año 1845 y es uno de los ensayos más significativos del romanticismo argentino y de la cultura en Argentina. Fue presidente de la nación en 1868. Cfr. Orgambide Pedro, Yahni Roberto. Enciclopedia de la literatura argentina. Sudamericana. Buenos Aires. 1970. 35

Cfr. Svampa Maristella El dilema argentino: civilización o barbarie. 1ra Parte, Capítulo II. El cielo por asalto. Bs. As. 1994. Pp. 29-37. 36 Svampa Maristella El dilema argentino: civilización o barbarie. 1ra Parte, Capítulo II. El cielo por asalto. Bs. As. 1994. P. 34 37 Cfr. Sarmiento, Domingo Faustino. Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas. Ediciones Peuser. Buenos Aires. 1955. Pp. 10-12, 19, 21-22 y 54. 38 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Prólogo. Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 21-28.

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para Carrizo, que estas personas han comprendido y se han apropiado de su significado. Los cantos recopilados demuestran que están inscriptos en la voz y la memoria del pueblo norteño, porque el pueblo los siente propios, afines a su espíritu, parte de su propia identidad.39 Cultura “La cultura no vive en libros ni en bibliotecas, la cultura vive en los que la crean y en el público de estos, es decir, en los que aprecian la creación, la juzgan, la desechan o la acogen amorosamente, la internan en la entraña de su propia alma, y, por ahí, en la entraña de un pueblo, donde va a formar ese fondo emocional y valorativo que caracteriza la personalidad de éste”40. Esta cita, que pertenece a Alberto Rougés y se incluye dentro de la introducción a la antología de Carrizo, puede servir para ilustrar las consideraciones que el folklorista tenía acerca de la cultura. Lo que Carrizo consideraba importante, era tener en cuenta que las personas campesinas, sin estar en contacto con la circulación de ideas, lecturas variadas, y las influencias cosmopolitas de las grandes ciudades, incluso en algunos casos sin haber conocido la alfabetización, eran capaces de productos culturales tan atendibles como cualquier producción urbana. En este punto, resulta esclarecedor nuevamente Sarmiento. Como se vio en el punto anterior, el sanjuanino explicaba la realidad nacional a través de la oposición CivilizaciónBarbarie. Según Sarmiento, la soledad y desconexión humana crean un clima propicio para la barbarie, mientras que la civilización crece rica dentro de las ciudades. Por tal motivo, Buenos Aires era la gran esperanza de Argentina, ya que ella sería la gran portadora de civilización, al ser una urbe grande y en fluctuante contacto con los mejor de la influencia europea: “Buenos Aires está llamada a ser un día la ciudad más gigantesca de ambas Américas…es grande y lo será más, porque así le cupo en suerte” 41. El campo, con sus largos kilómetros de desolación, era asidero de población bárbara. La dicotomía civilización-barbarie se completa con la de campo-ciudad, la cual considera justamente que 39

Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. P. 11 40 Rougés, Alberto “Educación y tradición” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. P. 12 41 Sarmiento, Domingo Faustino. Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas. Ediciones Peuser. Buenos Aires.1955. Pp. 21-22.

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el progreso y las posibilidades de civilización para el hombre, están en la ciudad, “los medios de civilización y de progreso, que no pueden desenvolverse sino a condición de que los hombres estén reunidos en sociedades numerosas”42. Sin embargo, Sarmiento creía en un proyecto que llevaría a la Argentina a alcanzar el progreso, y se basaba en un serio programa educativo, que llegaría a todos los rincones del país43. El proyecto de Sarmiento no excluía a las provincias del interior de la Argentina (como se le llamaba y llama a todas las provincias argentinas excepto Buenos Aires), solo que creía que toda consideración debía provenir de Buenos Aires, todo debía ser centralizado desde allí. Estudiosos y educadores que conocieron la obra y los intereses del proyecto culturaleducativo romántico promovido por Sarmiento, Echeverría y Alberdi, entre otros, se expresan de acuerdo con él. Lo que se le criticó fue el percibir las manifestaciones culturales campesinas como inferiores o bárbaras frente a los productos de la ciudad. Jacovella y Carrizo creyeron que el desarrollo de la cultura nacional argentina en sintonía con la modernización e industrialización, era un proyecto absolutamente compatible con una valoración positiva y acogedora de la tradición del país.44 Es evidente que Carrizo se oponía abiertamente a la dicotomía civilización-barbarie. Para Carrizo, que convivió con las personas ejecutoras y herederas de los cantares recopilados, que presenció manifestaciones culturales en fiestas locales, era imposible pensar que haya sido barbarie la que produjo una poesía de espiritualidad y sensibilidad tan profundas 45. Carrizo realizó mediante su trabajo, una propuesta educacional-cultural clara: reencontrar la identidad original, prístina argentina, en esta literatura primera. Identidad Este trabajo se cierra con el punto acerca de la identidad, ya que de alguna manera las opiniones de Carrizo acerca de la cultura y la tradición en la Argentina, confluyen en el 42

Sarmiento, Domingo Faustino. Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas. Ediciones Peuser. Buenos Aires.1955. P. 31 43 Cfr. Sarmiento, Domingo Faustino. Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas. Ediciones Peuser. Buenos Aires.1955 P. 13 44 Jacovella, Bruno “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. P. 8 45 Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. Pp. 21-28.

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tema de la identidad. Esta cuestión, que es sumamente compleja para cualquier nación, es un asunto no resuelto y muchas veces conflictivo en Argentina. Carrizo procuró ayudar a resolver esta cuestión mediante la difusión de las colecciones de cantares, poniendo a disposición del público lector, lo que él creía era la auténtica poesía popular del país. Un aporte ineludible en la configuración de la identidad de los argentinos fue España. Tanto la conquista como la colonización, se realizaron bajo la bandera de la evangelización. La imposición y penetración de la religión católica en América, se realizó con denodada efectividad, y es quizá por eso que se arraigó con fuerza entre los indígenas y criollos posteriormente. El gran medio de penetración fue la lengua, ya que paralelamente mientras se impuso el español como la lengua civilizadora y civilizada, se buscaba transmitir las enseñanzas y oraciones de la religión católica, en el idioma que manejaban los aborígenes. 46 De esta manera, lo que se pretendía era transmitir y arraigar el sentimiento religioso a través de un medio efectivo y profundo: la lengua. Carrizo hace pie sobre la influencia española en la Argentina, para destacar la relación existente entre las composiciones populares recogidas por él y los romances españoles que llegaron con la colonización. Los cantos recopilados demuestran que están inscriptos en la voz y la memoria del pueblo norteño, porque el pueblo los siente propios, afines a su espíritu, parte de su propia identidad. 47 De manera que para Carrizo se comprueba ampliamente que el sentimiento español se ha hecho médula en la configuración de la identidad argentina, y constituye una vertiente atendible acerca del origen y base de la cultura nacional. Siguiendo esta línea de filiación con España, Carrizo también quiso dejar en claro que la poesía popular manifestada en las composiciones que se incluyen en sus colecciones, era auténtica y popular, frente a las obras poéticas de la gauchesca, que son más artificiosas. Como dijimos antes, la gauchesca es un género de poesía escrita urbana que muestra amplias diferencias con la poesía popular que ofrece Carrizo. El tema es importante ya que 46

Respecto de la colonización, Carrizo reúne y comenta una buena cantidad de documentación de la época, mostrando que el proceso colonizador se llevó a cabo tanto pacifica como agresivamente. Cfr. Carrizo, Juan Alfonso. Rimas y juegos infantiles. Capítulos I- VIII. Instituto de Literatura española, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán. Tucumán. 1995. Pp. 147-154. 47 Cfr. Carrizo, Juan Alfonso “Prólogo” en Carrizo, Juan Alfonso. Cantares tradicionales del Tucumán (antología). Ediciones Sesquicentenario. Tucumán. 1974. P. 11

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la poesía gauchesca, que tuvo y tiene muchísima difusión y renombre e nivel nacional e internacional, es y ha sido considerada el referente poético popular de la Argentina. 48 Se supone que las obras de la gauchesca son altamente representativas del gaucho, sus costumbres, su lenguaje, sus cantos y su vida en el campo. Las obras que recopiló Carrizo son, en cambio, tomadas directamente de los campesinos y poseen una autenticidad irrefutable, razón por la que el catamarqueño considera que en ellas reside el germen de la identidad argentina.

RESUMEN CONCLUSIVO A través del trabajo expuesto, se presentó la antología de Cantares de Tucumán, Salta y Jujuy, realizada por Juan Alfonso Carrizo. Para la recopilación y transcripción de estas composiciones, que originalmente pertenecen al circuito oral, Carrizo realizó un trabajo de campo, atravesando y recorriendo la región del Noroeste argentino que le tomó quince años. Carrizo afirma en sus escritos, que las piezas recopiladas fueron captadas de la voz del pueblo, directamente de aquellos hombres, mujeres y niños del campo con quienes él tuvo contacto. Luego de reunir el material, el maestro comparó las composiciones con las piezas poéticas que España trajo consigo durante la época de la conquista, encontrando 48

Cfr. Carrizo, Juan Alfonso. “Nuestra poesía popular” en Revista Humanidades. Tomo XV. s/l. Año 1927. P. 283

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semejanzas importantes. Lo que sin embargo el catamarqueño no tiene en cuenta en estas recopilaciones, son las composiciones propias de las comunidades pre-colombinas que habitaban el suelo argentino antes de la conquista. Carrizo no solo no analiza tales ejemplares, sino que no los menciona, lo cual abre una posibilidad de investigación más profunda. La segunda parte del trabajo, se refirió a las cuestiones acerca de la tradición, cultura e identidad en la Argentina. Carrizo reivindicó la filiación de la tradición argentina con España, ya que de ella Argentina recibió la lengua, costumbres, la religión, es decir, heredó la cultura que adquirió rasgos propios, se mezcló con componentes locales y más adelantes con productos culturales de otras naciones. La cuestión de la religión y la lengua, son dos temas delicados en la Argentina ya que, si bien ambos elementos se han naturalizado entre los habitantes del país, existen comunidades que residen en zonas más aisladas y que conservan la lengua y los ritos de sus antepasados nativos. Carrizo no refiere estas cuestiones, pero hoy en día la consideración de la cultura de los pueblos originarios de la Argentina ha llegado a oídos de las comunidades urbanas y ha ingresado en las universidades, donde los académicos están investigándolas y trabajándolas. La identidad de la Argentina, entonces, demuestra ser conflictiva y heterogénea. La intención del trabajo ha sido presentar la situación cultural del país y hacer oír la voz de uno de los folkloristas más renombrados de la Argentina.

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