Cuatro tesis sobre el problema agrario andino

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Comercio Exter i or, vol. 4 1, núm . 1, México, enero de 1991, pp. 24-29

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Cuatro tesis sobre el problema agrario andino De la lucha por la tierra a la lucha por el tnercado Manuel Lajo Laz o*

n e te artículo se exam inan tres con cepci o nes sobre el esta ncam iento agropecuari o en Perú y otros pa ís es semejantes, así como sus propuestas de soluc ión . Ad em ás, se ubica una cu arta concepción (soste nida por el autor) en el contexto de algunas teorías más gene rales sobre la agricult ura, la alime ntación y la agro industri a co ntem po ráneas .

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Entre muc has concepciones, se revisan las q ue señal an como factor principal del atraso agrari o: a] Las características de la tenencia de la tierra.

• Econom ista peruano, integrante de la comunidad campesina de Pocsi, Arequ ipa; director del Centro de Estudios ueva Econom ía y Socieélad de Li ma; consultor de organ ismos internacionales, y autor de diez li bros sobre el tema. Este arJículo se basa en una parte de su tesis doctoral, presentada en la Universidad de East Anglia, Inglaterra .

b] Las limitac ion es naturales o eco lógicas (en los A nd es). e] Los problemas de la economía campesin a. d] Las di storsiones de la desarticul ación periféri ca (precios relat ivos desfavorables y agro indu st ri a dependi ente de importac iones subsidi adas). Las concepciones y los au tores respectivos se distingu en entre sí más por su insi stenc ia en uno de esto s fa ctores qu e por excluir a los demás. Son co ncepcion es distinta s pero no necesa ri amente contrap uestas a la desa rroll ada en este artículo. Más bien son comp lementarias, aunqu e las solucion es propuesta s privilegian acciones determinadas segú n cada diagnósti co. Las estrategias para superar el esta ncami ento agrario deriva das de las cuatro concepc iones son: a] La reform a agraria.

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b] La red istrib uc ión de la re nta d ife rencia l. e] La vía campesina de desarro ll o, ed ucación y extensió n pa ra el camb io técnico. d] La refo rma agroa lim entaria. La co ncepc ión de l auto r -y sobre todo su p ro pu esta est ratég ica- p rete nde incorpo rar lo susta nc ial d e las otras tesis para enco ntrar un a vía eficaz de t ransfo rm ac ión y desar ro ll o de l agro y la eco no mía d e los pa íses andin os. Co nviene adelantar q ue la mayo ría de los autores id en ti fica c reci m ie nto con cap itali smo y su p regunta (exp lícita o im p líc ita) es: ¿c uáles so n los obstácul os q ue im p id en la p rosperi dad d el cap ita li smo (su tecno logía, su organizac ión, sus relacio nes de p rod ucc ión) en la ag ri c ul tura (espec ialm ente serra na) d e Pe rú ?

Primera tesis: la tenencia de la tierra y la reforma agraria

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1argum ento centra l es q ue "en A méri ca Latin a existe un a alta conce nt rac ió n de la propiedad de la t ierra y moda li dades t rad icio nales de tenencia de la t ierra q ue frenan el d esa rro ll o en la med ida en que la estructura de dic ha tenencia im pide la tota l y efic iente ut ili zac ió n de éste y otros rec ursos (ca pital, tecno logía, etc .). El escoll o para el desarro ll o agríco la es de ca rácte r estruct ural e in st ituc io nal, antes que la fa lta de tecno logía, cap ital, in sumos e investi gac ió n . M ient ras no se supere d ic ho esco ll o con po lít icas de reformas agrarias q ue q ui eb ren el poder y do mini o de los terratenientes, no será posib le esperar un mayor crec im iento y desar ro ll o" . 1 La d istrib ución fuertemente des igua l de la tie rra entre el lati fund io 2 y el m in ifun d io sería, po r tanto, la fuente de la incapac idad del capita li smo pa ra mode rn iza r la agricu lt u ra.

.1. Machado y Torres defi nen así esta tesis en su obra El sistema agroalimenta rio . Una visión integra l de la cuestión agraria en América Latina , CEGA, Siglo XX I Ed itores, Bogotá, 1987 : Lo hacen citando a So lon Ba rra-

clough y Arthur Domike, quienes, con su libro La estructu ra agraria en siete países de América Latina, ICIRA, Sa ntiago de Chile, 1969, so n los auto res pri nc ipa les ele esta concepció n. Pa ra el caso perua no, véanse los estu dios básicos del diagnósti co antes ele la refo rma agraria y en favor ele ella en Com ité Interame ri cano de Desarrollo Agríco la (CIDA), Tenencia de la tierra y desarro llo socioeconómico de/ sector agrícola: Perú , Un ión Pa nameri ca na, Washi ngton, 1966. 2. El latifund io puede ser ele dos tipos: plantación capitalista o hacienda precapita li sta. En el ámbito microeconómico, el sistema ele la hac ienda se define como la " unidad co nflicti va" entre la empresa agrícola terrateniente y la un idad económica campesina. Véase Cri stóba l Kay, " El desarro llo del capita lismo agrari o y la formació n ele una burg uesía agrari a en Bo livia, Pe rú y Chi le", en Revista Mexicana de Sociología, UNAM , vo l. XLI V, núm. 4, México, octubre-diciembre de 1982 . El predomi nio ele uno ele los tipos ele hacienda en el ámbito macroeconómico en cada país tiene una " influ encia determinante" sobre la vía que se segui rá hac ia un a agri cu ltura cap italista (terraten iente o campesina), sobre las re laciones y al ianzas de clases, el tipo y la acción ele los movim ie ntos campes inos, las causas y consecuencias de los procesos de reforma agraria y la natura leza y el pape l del Estado . (!bid, subrayado ele Manu el Laja).

Esta tes is, fu ndame nto de las reformas agrari as de los años sese nta y seten ta, ha sido e l eje de la image n, la co nce pc ió n y el parad igma del problema agra ri o desde el decen io de los años veinte en Perú y Améri ca Latin a. Por ejem plo, entre m uchos otros autores, José Carl os Ma ri átegui y V ícto r Raúl H aya de la To rre la p lantearo n en aqu el ti empo pa ra Perú. Soste nían q ue el p ro blem a del ind io y el campesin o es el prob lem a d e la ti er ra, de su despojo co lo nia l, y la neces idad de red ist ribu irl a 3 En los años sesenta esta co ncepc ió n fue compa rtid a y desarro ll ad a po r la FAO y la CEPA L y fo rmó pa rte d el p lantea mi e nto desa rro ll ista en boga du ra nte la época de la A li anza pa ra e l Progreso y la indu stri ali zac ió n m edi ante la sustitu c ió n de im po rtacio nes. Debe notarse, em pe ro, q ue pa ra los autores de esta época no bastaba co n ll evar ade lante " un proceso masivo, rá pid o y d rást ico d e red istribució n de los derec hos sobre ti er ras y aguas" pa ra log rar el " d esa rro ll o eco nó mi co, soc ial y po líti co d e A m éri ca Lat in a". La refo rm a agraria se considera ba en " todas sus di mensio nes", y auto res co mo Cho nc ho l p lantea ro n va ri as co nd ic io nes pa ra su éxito, las c uales t rascend ía n lo téc ni co y eco nó mi co e inclu so req uerían un a redefini c ió n de l co mercio intern ac io nal. 4

Observaciones

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a p ráct ica de va ri as décadas de refo rm a agra ri a en d ife re ntes pa íses ha most rad o las limitac io nes de esta pe rspect iva. A un q ue red ist rib ui r la pro pi edad es y sigue siendo el eje de la refo rma necesa ri a y la reivin d icac ió n ca m pes in a p rin c ipal, c uand o se rea li zó -co n mayo r o me nor rad ica li smo- fue in sufic iente pa ra log rar el desarro ll o agrario y eco nó mi co . En el caso d e Perú , po r lo me nps, las limitac io nes de la tes is mi sma pod rían ex plicar los erro res d e la estrategia de reforma agrari a. Co m o bi en se ha se ñalad o, 5 esta co ncepc ió n no d aba suficie nte im po rta nc ia al abastec imi e nto de alim entos, a la agro in du st ri a y a las impo rtac io nes d e m ate ri as prim as alim enticias, así co m o a la presenc ia d e los agri c ultores m ode rn os y a la int egrac ió n d el ca m pesin ado en los m erca dos, lo qu e la hacia parc ial y débil . Los datos em píricos respa lda n lo dic ho 6 Si se obse rva lo suced id o e n Perú de 1970 a 1976 en cad a lín ea de pro du ctos se

3. Véa nse .josé Carlos Mariátegu i, Siete ensayos de in terp retación de la rea lidad peruana, Ed itori al Amanta, Lim a, 1972, y Víctor Raú l Haya ele la To rre, El antiimpe ria /ismo y el APRA, Lim a, 1969. 4. jacques Chonchol, El desarrollo de América Latina y la reforma agraria, Ed itori al del Pacífico, Sa ntiago ele Chil e, 1964. S. Véanse José Ma ría Caba llero, " La situación del campesinado andino y las decisiones de política eco nómica", en M . Laja, R. Ames y C. Sama ni ego (eds.), 1\gr¡cu/tura y alimentación. Bases de un nuevo enfoque, Ed itoria l PUCP, Lima, 1982, y la introd ucción (" Los rasgos básicos de la nueva imagen del agro y la alimentación") de este mismo libro. 6. Consú ltese el ca pítulo 111 de Ma nuel Laja, The Periphera l FoodAgriw ltura l System . Diagnosis and Options in Peru (El sistema agroa limentario periférico. D iagnóstico y opciones en el Perú) , tesis doctoral,

Norwich, 1nglaterra, 1987.

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enc uentra qu e, preci same nte durante el período d e más intensa red istribu c ión de la tierra, los mercados de alim en tos básicos pro cesados fu ero n copados cas i por co mpleto por las agroindu stria s dependientes. 7 En esos años c rec ieron ráp id am ente las impo rtac ion es d e granos, lác teos y ol eagin osas, apoyadas por la estati zac ión del c omercio exterior, los subsidi os a los in sumos alim entarios importados y hasta la veda de ca rn e de vacu no, qu e favorec ió una verdadera " revolu c ió n" d el pollo y de la so ya en el primer qu in qu enio de lo s setenta.

D ebe notars e tambi én qu e tanto el área refor m ad a (cooperativa s az uca reras, por ejemp lo) co mo el co njunto de la agri cu ltura sufri ero n en esos mi smos años un tratamiento d e prec io s qu e favorecía decid id amente los " alim entos d ependi entes", es dec ir, los procesados co n importac ion es. Los beneficiarios de la reform a agraria ga naban la ti erra pe ro perdían los m ercados para sus productos 8

Segunda tesis: las limitaciones naturales o ecológicas y la eliminación de la renta diferencial

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uc hos autores afirman que la pobreza d e los suelos y la " difícil geografía" d e los Andes so n las ca usas del estancami ento agropecuario en esa reg ión de l pl aneta. Destacan entre ellos los estudios d e la Ofic in a Naciona l de Eva lu ació n d e Rec urso s Naturales y otros 9 Empe ro , e l m ejor ejemplo ent re los c ientífi cos soc iales, por el luga r qu e oc upa la tes is en su co ncepc ión genera l, es el de José María Caba llero, como lo muestra la sigu iente cita: " En res um en, el área d e la co rdill era andin a ti ene, d esde el punto d e vista d e la agric ultura cap italista moderna , recursos agropecuarios sumamente pobres, qu e dan origen a rentas diferenc iales nega tiva s [ ... ] Creemos que las limitacion es naturales (l imi-

7. Hasta podría decirse, simplifica ndo, que " mientras luchábamos por la ti erra el imperiali smo se apoderó de nuestro pan; los terratenientes no eran el ún ico ni a veces el principal enemigo del pu eblo en el agro y la alimentación ; desde 1950 y espec ialmente desde los años sesenta las potencias agrarias y las empresas transnacionales estaba n conquistando nuestros mercados de alimentos básicos" . Véase Manuel Lajo, La industria contra la agricultura . D esa rticulación agro industrial en los p aíses andinos y en el Perú , Editorial CENES, Lima, 1987. 8. Lo cua l no quiere decir qu e las reform as agraria s hayan sido una " tarea imperiali sta ". Despu és de una síntesis minuciosa de los casos de Bolivia, Ch ile y Perú, Cristóbal Kay (op . cit .) muestra que las reformas agrarias fu eron de difícil ejecución y en los tres casos el ca mpesinado estu vo a punto de sobrepa sar el co ntrol del poder político poni endo en peligro · todo el sistema de dominación . 9. A Ca rlos Zamora Ji meno se debe una de las mejo res síntesis de las co ndiciones naturales de la act ividad agropecuaria en el territorio peru ano y de Jos límites de fertilidad, tipo de suelos y cli mas . Véase su ensa yo " La frontera agríco la: aprovec hamiento y potencial", en A. Fi gueroa y J. Portoca rrero (eds.), Prioriza ción y d esa rro llo del sector agrícola, Fun dac ión F. Ebert , Lim a, 1982. Para la zon a de la sierra es mu y va lioso y co mpleto el estudio rea lizado en la primera parte del libro de José Maria Caballero, Economía agra ria de la sierra p eruana, IEP, Lima, 198 1. Otros aportes se deben a Lui s Masson Meiss, en Figueroa y Portoca rrero, op. cit., Axel Dourojeanni y Marc Dourojea nni, en Lajo, Ames y Saman iego, op . cit. y, en general, a los estudi os de la ONERN y al Programa Nacional de Conservación de Suelos y Aguas en Cuencas Hidrográficas, del Ministerio de Ag ri cultura Peru ano .

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el problema agrario and ino

taciones desde el p unto de vista de lo qu e el desa rrollo capitali sta ex ige), so n la causa profunda de la pobreza y el atraso d e la agricu ltu ra se rrana and ina. M ás aún, c reemos que so n esas limitac iones las que exp li ca n en buena c uenta el at raso tec noló"gico y el rég im en de p rop ied ad ."10 La tes is de los " límites natural es" de Caba llero se comp leta co n la id ea d e la " in vers ión d e la ventaja co mparati va natural de los A nd es" : la ex istenc ia del ca pita li smo, el co m ercio, el tracto r para áreas p lanas, la producción a esca la, etc., habrían elimin ado la ve ntaja de l sistema de d istr ibución de ti er ras y co mplem entari ed ad ecológica (uso de terrazas y microc li ma s) d e la o rga ni zac ió n agropecuari a inca ica. Caba ll ero señala que el inadecuado manejo de los suelos, el sob repastoreo, el inco rrecto trazado de surc os y las in ap ro p iadas rot ac ion es efectuada s por el ca mpesinado pobre tenían su origen en la ruptura de la cultura nat iva, hi stóricamente acum ulada, sobre co nservac ió n de recursos en las comunid ad es. 11 La propu esta prin c ipal es eli min ar o reducir la renta diferen cia l desfavorab le al ca m pes in ad o med iante un a "reform a agraria ca mpes ina", es dec ir, co n límites de afectac ión muy bajos y un "acceso igua litario a las ti erras"; el contro l estata l del co m erc io y los prec io s de in sumos y productos para establ ece r prec ios diferenci ales que favorezcan a los ca mpesinos d e las ti erra s m ás po- · bres . Inc luye adem ás la id ea de form ar coope rativas pequ eñas (2 0 a 30 mi embros) e impu lsa r la indu stri ali zació n rural y la organizac ión ca mpesin a. Se insi ste en qu e " no ti ene se ntido co ntinu ar tec nifica ndo con fuerte s in ve rsio nes un secto r de la agri c ul túra qu e ofrece escasas co ndi cio nes naturales para ell o" . 12

Observaciones

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amo se o bserva , Caba ll ero mat iza su tesis d e las " barreras eco lógicas" al se ñal ar qu e la pobreza y el atra so de los ca m pes inos no depend e sólo d e la ca lid ad de los recursos: hay ad e-

10. Esta cita se extractó de un art ículo esc rito en 1978, publicado en la revista A llpanchis y en las pp. 486-487 del libro qu e co ntiene las ponencias de un seminari o rea lizado en Chaclacayo en 1979 (M . Lajo, L. Ames y C. Sama niego, op. cit.). En su libro ce ntral, José María Caba llero reafirma su tesis, relativizándola un tanto: " cabe afirmar explícitamente qu e más allá de los problemas asociados co n el tam año y ca rácter de la propied ad y co n el atraso tecnológico, las graves limitaciones' nat urales son una ca usa profunda de la pobreza y el atraso de la agri cultura peru ana . . . Más aún , esas caracte rísti cas natural es co ntri buyen a explica r en medida importante el at raso tecnológico y el régimen de propiedad". (José María Caba llero, Economía agraria . . , , op. cit ., pp. 186-187). 11 . Véase de ese autor .su ensayo " La situación del campesinado andino ... " , op. cit.,. p. 486 . La referencia a esa ruptura cultural va en la línea cor recta. En opinión de l autor de este artículo, la va lorac ión de la orga nización de la economía cam pesina y las co munid ades andinas ha ga nado importanc ia desde entonces en la co nce pción de José María Caballero, a ju zgar por su excelente sínt esis del patrón de desa rrollo agrario peruano en 1983. 12. José María Caballero, " La situación ... ", op. cit., p. 499. Éstos plantea mientos so n reiterados y formulados más sistemáticamente en su li bro principal. Al respecto, es interesa nte destacar el sentido de la propuesta " de ruptura fundamental con el mercado" mediante el control estatal del co mercio y la manipulación de los precios (di scriminatorios a favor de los ca mpesi nos con peores ti erras) para red ucir o eliminar la renta diferencial. Sin embargo, parecen muy débiles los instrumentos qu e se pro-

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comercio exterior, enero de 1991

más condiciones políti co- in stitu cio nales y d e acceso a lo s recursos p rodu ctivos . Los trabajos posteriores d e Caba ll ero han restad o algun a fu erza al sesgo ecologista de su ensayo de 1978- 1979, aunqu e se manti ene la tesi s. N o es pos ible d esestimar las difícil es cond icio nes eco lógicas y geog ráfi cas en q ue se d esa rroll a la agri cultura se rrana y peru ana en ge neral. Baste se ñalar qu e las " bases hi stó ri cas (no só lo) geográfi cas de la agri c ultura y la alim entación ", tratadas por científicos y téc ni cos de reconocida experi encia en el tema d el m anejo de suelos, ri ego y forestac ión , ocupan parte con sid erable del libro sobre el " nuevo enfoqu e d e la agroalimentac ión ", publi cado a prin cip ios d e los oc hentaB Resulta importante evitar qu e se ca rguen a la naturaleza las respo nsa b ilidad es d e la hi storia. H ay qu e d ar a las c ondic ion es naturales en qu e se d esa rro ll a la agri cu ltura un lu ga r prepond erante en el tratami ento del prob lema agrario, pero no se le debe convert ir en el fac to r ex plica ti vo p rin cipal. La produ cc ión agropec uari a de los incas había ad aptado la tec nología a la ecología. Fu e la ruptura co lo ni al d el efi ciente y compl ejo vín culo entre socied ad , econo mía y geoecol ogía el o ri gen rem oto d e las ac tu ales d isto rsion es . D esde el punto d e v ista del autor d el presente trabajo, la ca usa p rofun da de la po breza y el atraso de la agri cultura se rrana es la d esa rticul ac ión de su economía y el som etimi ento militar y cultu ra l de la nac io nalid ad andin a, qu e co ntinú an en la fo rm a de im pe ri ali smo y depe nde ncia alim entaria. 14 Fin alm ente va le la pena se ñalar qu e el estanca mi ento no só lo se d a en la sierra. El az úca r y el algodó n están d ecrec iend o y se encuentran en un a crisis mu y grave, pese a se r cultivos d e la costa qu e no ti enen los obstácul os del c li ma, la pend iente d el suelo o la pobreza d e los rec ursos naturales .

Tercera tesis: los problemas de la economía campesina y la estrategia de la vía campesina

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uchos id entifica ban, hasta el com ienzo d e los ochenta, el estanca m iento y el atraso d el ag ro peru ano con el predomini o de lo s m inifundi stas (80 % de las fami li as rurales), qui enes, d esp lazados hac ia las ti erras de inferi or ca lid ad, mantenían fo r-

ponen. El mercado no se va a poder eliminar y la distribu ción a nivel de empresa segui rá depend iendo de la producción . No obstante, en el ámbito macroeconómico es posible cambiar - mediante los precios relativosla distribu ción del ingreso: mantener re ntables los precios al prod ucto r naciona l, ab rirle mercado (subiendo los precios de sus competid ores extra njeros) y bajar el prec io al co nsumidor de los alime ntos nacionales. En los ámbitos loca l y empresarial, la alternati va rea li sta y viable pa ra red ucir la desigualdad (y no provocar una guerra civil entre minifundistas y pequeños agri cultores, al reducir de manera extrema los límites de propiedad rural, como proponía José María Ca ballero) es fortalecer la comunidad campesina, apoya ndo su democracia intern a y fac ilitando su progreso téc nico. Y es esencial lograr la democrati zación y cam pesi11i zación del Estado. 13. Véase M. La jo, R. Ames y C. Sama niego (eds.), op. cit .. 14 . Los in st rum entos actuales son más imperso nales y automáti cos : la política económica de las potencias agrari as y la influ encia de los oligopo lios agroindu stri ales en la de Perú inducen un ma nejo del sistema de prec ios y abastecimiento que co ntinúa desarti culando la econom ía. La agroind ustri a dependiente crece como apéndice del sistema ali menta ri o del ce ntro, mientras la agricu ltu ra nac iona l se esta nca y dec rece.

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mas tradi cionales y arca icas de produ cció n, lo qu e les impedía mejo rar su produ ctivid ad po r hectárea y aumentar su ingreso . Tampoco fu ero n favo rec idos po r la reform a agrari a (qu e be nefició sob re todo a los trabaj adores estables d e las haciendas), y el deteri o ro c rec iente d e la relac ión rec urso s- población (por la meno r tasa d e mo rtalid ad despu és de los años cin cuenta) amenazaba sus pos ibilid ad es d e autosubsi stencia. Lo s partid ario s d e las con cepc ion es dua li stas de la eco nomía peru ana rea firmaban esta im agen , pu es la percibían a part ir de la d esiguald ad de los niveles de produ ctividad (va lor agregado por trabajado r). Los ca mpesinos formaban el gru eso d el "sector rural tradi cio nal", d edi ca d os a la "agri cultura d e subsistencia, dond e son mín im os los in gresos y el va lor agregado por trab ajador". 15 Lo s sec to res mo dern o y urbano tradicion al compl etaban el mod elo de esta concepció n. Tamb ién tenía vige ncia ge nerali za da -como lo anota Ado lfo Figueroa- el precon cepto según el cual la economía ca mpesin a es in eficiente y se ca racteri za por la sobrepoblación. 16 La prop uesta imp lícita de esta s visiones era la moderni zac ión del ca mpo, desa par ec iendo el minifundio y redu ciendo ,el exceso de hab itantes al ser absorbido s por el sector modern o, a la m anera de los clásico s mo d elos du ali stas de desa rrollo eco nómi co . D esde enton ces el gran ava nce de los estudios peru anos sobre la eco no mía ca mpesin a ha permitido reformul ar y prec isar este di ag nósti co y sus propu estas : i) Las fa mili as ca mpesin as ll ega n a 67% d el tot al d e las rurales y a 36% d el total de las del país. Con stitu ye n el mayor grup o so cial d e la po bl ación peru ana. 17

H ay un a notori a di sparid ad entre la magnitud d e esta po b lació n y la ca lidad y ca ntid ad d e los rec ursos qu e c ontro la, por lo qu e se encuentra en la base de la pirámid e d e in gresos. Los ca m pesinos, es pec ialm ente los d e la si erra sur, pad ecen la mayor pobreza . ii) N o hay pru ebas. de qu e la economía éampesina sea in efi cie nte. Po r el contrario, Figueroa y otros autores demu estran qu e fra gm entar la ti erra cultivabl e en varios pi so s eco lógicos es un a respu esta muy racion al ante el riesgo y la incertidumbre de la agricultura se rrana. La aversión al ri esgo (frente al clima y el m ercado) y la d istribu ción ó ptim a de la mano de obra a lo largo de l año - po r la estac io nalid ad - ex p li ca n qu e lo s cu ltivos se hayan divers ifi ca d o . El prim er elem ento contribuye tamb ién a entender la fo rm a lenta o "visco sa" como responden los campesinos a las

15. Véase Ri chard Webb et al., Distribución del ingreso e n el Perú , IE P, Lim a, 1975, p. 67. 16. Véase Adolfo Figueroa, La economía ca mpesina de la sierra del Perú, Lim a, 198 1. 17. Una definición ri gurosa de la economía ca mpesina se encuentra en Ado lfo Figueroa, " La agricultura peru ana: problemas, potencialidades y políticas", en Revista Económica, núm s. 17- 18, Li ma, 1986, pp. 19-20. Ca be destaca r que generalmente se consideró economía campesina la unidad económica familiar propietari a de menos de cinco hectáreas, cuya fuerza de trabajo proviene en su mayor pa rte de la misma famili a, que es, a la vez, unidad de produ cción y de consumo.

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se ñal es del mercado: " necesitan revisa r todo un portafo li o cuidadosame nte establ ec id o y expe rim entado" . 18 Los cam pes inos, en suma, son pob res, pero eficientes.

iii) Se ha c uestionado por ambiguo e in adec uado el uso del concep to de subempleo y sobrepo bl ación en la agri'cu ltura and ina. Las pruebas empíri cas mu estran cómo la famili a ca mpes ina dedica mano de obra a diversas actividades (no só lo a la agri cul tura y la ganadería), y tampoco hay ev idencia de exceso de trabajado res. Tambi én se sostiene qu e no hay sobrepobl ac ió n abso luta pero sí relativa : la pa rcela no permite la autosubsistencia de la familia aunqu e le dedicase todo su ti empo. Por ell o se asigna fuerza de trabajo familiar a los mercados laborales para asegurar el ingreso de subsistenc ia. iv) No hay " du ali smo" ni "a utosubsistenc ia" campesin a: aun en un a mu estra de las com unidades menos integradas al mercado, los investigado res hallaron que de éste procedía la mitad del ingreso total campes ino (por venta de produ ctos, trabajo o autoconsumo). En promedio, 40% del ingreso total provenía de la venta de p roductos ag ropecuarios . De 44 a 48 po r ciento de su gasto mon etario se dedica a la alim entación . 19 v) La propuesta que surge de esta co ncepc ión es la vía cam-

pesina de d esarrollo. Como la ex pansió n ca pitali sta en Perú no tiene el vigo r necesario para elimin ar la pobreza de los trabajadores del campo, se plantea desa rrollar directamente su eco nomía: se trata ría de " revitaliza rlo s como produ cto res, hacerlos más campesinos y menos campes in os proletarios" .20 La est rategia se desarrolla a partir de un conocimiento profu ndo de su comportamiento eco nó mico y de los tres compo nentes de su in greso: a] los precios de mercado; b]l a ca ntidad de ti erra, y c]la productividad .

vi) Respecto a la posibilidad de aumentar la cantidad de tierra para los campesinos, en esta co ncepción se comprueba que en la sierra de Perú -au n desp ués de la reforma agraria- hay una importante conce ntrac ión de los fundos, pero su red istribu c ió n enfrentaría a los campesi nos con los benefi ciari os de las empresas asociativas . Con relac ió n al mejoramiento de los precios de merca do (tanto de la producc ión co merc ial campesina como de la fu erza de trabajo que venden), los defensores de esta visión han desarrollado ampliamente el análisis de los términ os de intercambio, los mercados de trabajo rural y las condi ciones de la política macroeconómica que permitan mejorar sus ingresos. (E n este tema sus propuestas coincid en estrec hamente con las del punto de vista del auto r de este trabajo.) Sin em bargo, el aporte fundamental de esta concepción ha radicado en el análi sis del aprendizaje tec no lógico y del extensionismo para aumentar la prod uctividad de la eco nomía ca mpesi-

18. Adolfo Figu eroa, La economía campesina . .. , op. cit., p. 126 . 19. Estas cifras son muy importa ntes para ava lar la tesis que se sosti e-

ne en este artículo. Véanse ibid., y E. Gonza les de Olarte, Economía de la comunidad cam pesina, IEP, Lima, 1984. 20. Ado lfo Figueroa, " La agri cultura peruana ... ", op. cit., p. 158.

el probl ma agrario andino

na. 21 Se ha elaborado un minucioso programa de in vestigac ión y extensión agrícola masiva, que disemine innovac iones apropiadas entre las familias campes in as, considere adecuada mente los aspectos ed ucativos y participativos y se apoye en po l íti~a s de precios, c réd ito y seguro agríco las .

Observaciones

O posibilidades reales de elevar la productividad en la agricultura campesina.

tro de los aportes susta nc iales de los auto res de este enfo. que es la demost rac ión empírica d e las Ell os hari comprobado las im portantes diferen c ias en re ndimiento por hectárea en esta s eco nomías y su vín cul o con el uso de in sumas modernos y la ed ucac ió n del campesin o 22 Estos estudio s respa ldan la propia opin ión sobre la posibi lidad de un gra n incremento de la producc ión agrop ec uaria pe ru ana sin necesidad de ampli ar la frontera agrícola (siempre que se apoye a los productores mayoritarios, es decir, los campesinos, y no se les c ierre su mercado natura l). Qu edan, empero, algunos debates pendi entes co n esta importa nte co rri ente de invest igadores. Por ejemplo: ¿basta co n difundir in sumes modernos pa ra desarroll ar la eco nom ía ca mpes in a?, ¿c uál es la forma de transformar la agroindu stri a para reco nquistar el mercado nac io nal para el campesino se rrano? 23 En general, fa ltan más estudios sobre la sustituc ió n de los alim entos agroindu stri ales por los serra nos en todos los merca dos de la sierra y del país.

H ay aú n confusión respecto de los efecto s en los prec ios de la oferta ca mpesin a de alimentos. Se tendía a señalar muy fác ilmente que los aba rata porq ue no co ntabili za el costo de su trabajo24 Se deben rev isar estas afirmacio nes a la luz de los resu ltados del trabajo empírico de esta tes is. Compitiendo co ntra alim entos gratuitos o varias veces subsidiados de los derivados de tri go, leche, soya, maíz d uro, etc., los campesinos -s in apoyo y sin promoción por deceni os- a pesar de vender por debajo de sus costo s están, sin embargo, vend iendo a prec ios mayo res que sus competidores im portados. Co nsidérese, por ejemplo, la evo lu ción de los prec ios rel ativos de la quinua, la papa y el maíz respecto del pan y los fid eos. 25 D e ahí que el esfuerzo para el desarro ll o ca mpesino deba ir ·en dos direcciones: mejorar su productivid ad para reduc ir sus costos y, a la vez, proteger el mercado nacional de alimentos sin provocar más hambre.

21. Véanse ibid. , y los trabajos asociados al Proyecto Latinoamericano de Produ ctividad y Educación en la Agricultu ra Campesina, dirigido por el autor. 22. Véase Daniel Cotlea r, Productividad agrícola y aprendizaje en el minifundio serrano del Perú , mimeo., Lima, 1984. 23. Muy recientes trabajos de estos autores apuntan en esta direcc ión, estableciendo altern ativas agroindustriales para la producción serrana de la papa, por ejemplo. 24. Véan se Manuel Lajo, Empresa transnacional y desarrollo capitalista de la agricultura: la Ca rnation-Leche Gloria en el sur del Perú, mimeo., Quito, 1977, y ¡osé María Ca ballero, " La situación del campesinado andino . .. ", op. cit. 25 . Véase al respecto Manuel Lajo, Th e Peripheral Food-Agricultural System . . . , op. cit.

comercio exterior, enero de 1991

Cuarta tesis: la desarticulación periférica y la reforma agroalimentaria

L

a c uarta tesis se ubicará en el presente artícu lo en el debate más ge neral de la parti c ipac ión del agro en el desa rro llo. 26 Se inscribe en la teoría de la dependenc ia, pero al insistir en los m eca ni sm os (precios relati vos, polít ica eco nómi ca, etc. ) y no en los aspec to s teóricos se da una respuesta de liberada a las críti cas qu e ha rec ibido . Se ha di cho co n razón que los autores de esta co rr iente se ñalaban las grandes d istorsio nes estru cturales de las economías subdesarro lladas sin exp lorar los mecanismos co nc retos med iante los cuales se expresa n la subord in ac ión y las d istorsio nes. 27

En este artículo se pretende renovar la teoría del desarrollo convencional criti ca nd o sus graves vacíos, sob re todo los relativos al tratamiento de la relación ent re ag ri cu ltura e indu stria en los países en d esa rro ll o. ¿C uáles so n esos vacíos? En su excelente exa men de los frutos del esfue rzo d e investigación realizado en Perú de 1970 a 198 1, Caba ll ero señala el poco interés que los teó ricos de l desarrol lo agrario han pu esto en tres aspecto s qu e los investigadores andinos sí han tratado intensame nte: 28 i) La compete nc ia entre cap itali stas agra rios y ca mpesinos por el m ercado de ali mentos.

ii) El papel de las importac iones de alim en tos. 29 iii) La importancia d e la indu stri a agroa lim entaria y los ca mb ios en la dieta .30 Compa rtim os, por ell o, la co nclu sión de l autor: "Só lo in corporando en el análisis la existencia de va ri os sec tores agrarios que compiten entre sí y cuyas tasas de ex pansión pueden ser distintas, ade m ás d e fenómenos como las importac iones de alim entos, el d esa rro ll o agroindu stri al, los ca mbios en las dietas y los efecto s d e las modifi.caciones en la distribución del ingreso, es posib le co mprender las aparentes paradojas d el patrón d e desarro llo de la agric ultura peruana.'' 31 Ca ball ero seña la correctamente qu e

26. El autor la desarrol la en su trabajo doctora l citado. 27. Véase Rhys )enkins, Th e lnternationaliza tion o( Latin American lndustry, Un iversidad de East Ang lia, Norwich, Inglaterra, 1982, cap . 1. 28. )o sé Marra Ca ba llero, " La situ ación del ca mpesinado andino y las decisiones de política económica", op. cit. 29. "Pa íses como Perú , México y Venezu ela pueden permitirse el lujo de mantener un ritmo bajo de crecimiento agropecuari o satisfac iend o el aumento de la demanda con fuertes importaciones que co mpiten co n la producción capitalista y ca mpes ina intern as." !bid. 30. )osé María Cabal lero seña ló que no conocía si era generalizable lo obse rvado en Perú, "pero me atrevo a pensar que la agroindustri a ha debido se r a lo largo y ancho del continente el principa l catalizador de los ca mbios en la producción y el co nsumo de ali mentos" . El proyecto de transnacion ales y agricultura, dirigido por Arroyo en 1975- 1980, ya había confirmado esta intuición. Véase Gonzá lo Arroyo, El desa rrollo agroindustrial y la economía latinoa mericana, SARH, México, 1980, 2 tomos . 31. )osé Marfa Caballero, " La situación del campesinado andino .. op. cit.

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esto só lo podía hace rse "sa liéndose d el pensam iento cl ásico d e la teoría del desarrollo sobre la relac ión agri cultura-indu strializac ió n"32 La investigac ió n empírica en la región and ina había logrado a com ienzos d e los oc henta este tipo de co nclus ion es. Sin embargo, en la sínt es is de Caba llero hay vacíos que se bu sca llenar : • No se seña la qu e las importac io nes de ali me ntos son resu ltado de la confluencia de los intereses de los gobiernos nacionales, los de Estados Unidos, la CEE y otras potenc ias agrari as, y la racionalidad eco nó mi ca de la agroindu stri a (minimizar costos y ampli ar m ercados). • No se consideran los m eca ni smos d e precios re lativos (muy ligados a la políti ca macroeconómica) como los in strum entos centrales de la relac ió n agricultura-industria. Esto es el eje de la concepc ió n propuesta en este artícu lo. • No se presta atención suficiente al co ncepto de siste mas agroa lim entarios mund ial y nac ion al, qu e da un a mayor riqu eza a los análisis33 En co nc lusión , aq uí se sostiene qu e, por lo me nos en el Perú y los países andinos, la relac ió n entre agri c ultura intern a e indu stri a d epend iente es co ntrari a al desa rrol lo económ ico. El comportamiento rac iona l d e la ind ustria alim entaria (m inimizac ió n de costos de insumas) la lleva a aum entar su componente de m ate ri as prim as importad as . Pero el lo modifica fuertem ente el sistema de precios a favor del mayo r consumo de ¡:¡ li me ntos depe nd ientes y en co ntra del co nsumo - y la producció n- d e alim entos nac ion ales. El desa rrollo agrario del centro del sistema

lleva así a la d esarticulación periférica: agroindustria y consumo crecientem ente dependientes que coexisten con una agricultura y en depresión a largo plazo. La investigac ión d e la q ue fo rm a parte este artíc ulo se p uede in sc ribir en la con cepción d e las contrad icc iones de la acumu lación en la peri feri a d el sistem a ca p ita li sta mundia l,34 aunq u e no partió de ese marco teó rico, sino más bien d e hi pótes is sobre la relac ión entre agroindustri a intern ac iona l y agricultura en la región and ina. D

32. Conforme a este punto de vista, "esenc ialmente, el ca mpes inado es co nsid erado la base principal de la industri alización, pues genera un superávit financiero que, una vez expropiado, la industria puede acumular, med iante la expo rtac ión de un excedente de alimentos a las áreas urbano-indu stri ales y el flujo de trabajado res a los ce ntros ind ustriales". /bid.). 33. En opinión de Sa ntiago Pombo, la fa lta de este concepto y otros como food chain limita los análisis de autores como Sami r Am in sobre indu stri ali zación y transnaciona les en la perife ri a. 34. Véase Alain de )anvry, Th e Agrarian Question and Reformism in Latin America, Th e johns Hopkins Univers ity Press, Ba ltimore y Londres, 1981 . Nuestra teoría refuerza, sin habérselo propuesto, algunas de las conclusiones de este autor, especialmente sobre la "acumu lac ión desa rticulada" en la periferia capitalista y sobre las graves limitaciones del reformi smo agrario para reso lver la cri sis de la agricu ltura en el co ntexto de las restri cciones de dicha "acum ulac ión desarticulada".