CAPÍTULO

IX

CARACTERIZACION DE LA NUEVA ESTRUCTURA ECONOMICA RESULTANTE 1.

PRESENTACION

En los últimos capítulos, hemos discutido algunos de los aspectos socioeconómicos importantes del proceso de transformaciones provocarlas por la introducción de un sector capitalista extranjero productor de materias primas destinadas al mercado externo en sociedades de base económica fundamentalmente precapitalista. En éste nos proponemos hacer una caracterización general de esos carnbios y extraer las conclusiones finales de la obra. Comenzaremos por caracterizar a la economía resultante de la institucionalización del modelo de crecimiento simple como una de estructura económica compleja, con un alto grado de concentración de la producción en el o los bienes explotados por el sector extranjero; técnica y socialmente deformada y ligada por una estrecha relación de dependencia a las decisiones tomadas en los centros metropolitanos originarios de las inversiones. Discutiremos ahora separadamente cada una de las características mencionadas. 2. LA COMPLEJIDAD ESTRUCTURAL

Comenzaremos por recordar que definimos como estructura compleja a aquella en la que participan relaciones de producción 20'5

pertenecientes a distintos sistemas económicos, de tal modo que, aun existiendo un sistema fundamental por su influencia decisiva sobre el funcionamiento general de la economía, los otros tengan un peso específico suficiente para influir también sobre dicho funcionamiento.' El análisis del grado de complejidad de una estructura debe comenzar por la consideración de la importancia relativa de los distintos sectores económicos dentro del todo, para lo cual utilizaremos como indicadores sus respectivos aportes al empleo, al producto, a las exportaciones y a la formación del excedente económico territorial. Por razones ya expuestas, también aquí nuestro análisis se encuentra al caso específico de Venezuela. A.

Distribución de la poblacion activa po;, sectores económicos

Las cifras calculadas par:!. Venezuela durante el período de crecimiento simple (1920-36) indican una dinámica ascendente en la capacidad absoluta de empleo de todos los sectores, mucho más intensa en el sector público y en el capitalista extranjero que en los precapitalistas y capitalista interno. Los cambios en el peso relativo de cada uno de ellos fueron, sin embargo, poco reveladores de la magnitud de las transformaciones ocurridas durante el período, en primer lugar, por el bajo contenido de trabajo en la función de producción petrolera, lo que incapacita a su cifra relativa de ocupación como indicador de la importancia del sector; en segundo lugar debido a que en los sectores precapitalistas fueron más importantes los cambios en su composición interna 2 que el de su peso relativo dentro del total, que sólo bajó de 86,5 por ciento en 1920 a 81,9 por ciento en 1936, baja que fue absorbida de modo desigual por los demás sectores, pero en especial por el sector público, lo que refuerza algunas de las observaciones hechas en el capítulo anterior en relación al rápido crecimiento del empleo gt,bernamental. En todo caso, las cifras anteriores revelan que, 'en conjunto, los sectores atrasados siguen siendo 1.

2.

La validez del concepto de complejidad estructural ha sido puesta en duda por algunos autores. Al final del punto discutiremos algunas de las críticas y expondremos nuestros puntos de vista al respecto. Vuélvase al cuadro N° VIII-I, que expresa la distinta dinámica de la agricultura, el artesanado, los trabajadores domésticos y los pequeños propietarios en comercio y servicio.

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en 1936 los de mayor importancia como apartadores de empleo a las cuatro quintas partes de la población venezolana, que así resultaban excluidas, o participantes en ínfimo grado, del reparto de los frutos del crecimiento simple. Desde este punto de vista. pues, los cambios ocurridos aparecen de una importancia mucho menor de lo que fueron en la realidad.

B. El aporte de cada sector al producto territorial Mucho más expresivos de la nueva dinámica resultan los cambios en la distribución del producto territorial que se presentan en el cuadro N9 IX- 2. Se evidencia allí que, a pesar del rápido crecimiento de los sectores precapitalistas y capitalista interno durante el período, sus respectivas participaciones dentro del total decrecen considerablemente en favor del sector capitalista extranjero que, partiendo casi de cero en 1920, aportaba en 1936 el 27,5 por ciento del PTN, cifra que no llega a expresar todavía la verdadera importancia relativa del sector." Para ello habrá que tomar en cuenta, más bien, su aporte a la producción territorial de bienes, que ascendía a 47,0 por ciento del total de 1936, cifra que expresa más cabalmente la verdadera naturaleza del cambio y coloca desde ya al sector extranjero como el fundamental de la estructura. Las cifras anteriores miden la importancia del producto petrolero en relación al total territorial. Una vía distinta es la consideración de su aporte neto al ingreso nacional que para 1936 ascendía aproximadamente a un 10 por ciento,' cifra que hay que tener en cuenta cuando se trata de medir la incidencia del sector sobre las posibilidades reales de desarrollo y otros aspectos importantes de la economía nacional propiamente dicha, porque es la 3.

4.

Como ya se ha visto en el capítulo anterior, algunas de las actividades terciarias -transporte en especial- estaban íntimamente ligadas al sector petrolero y eran ejercidas por compañías contratistas extranjeras en su mayoría. Por otro lado, buena parte del incremento de la producción terciaria era impulsada por' el aumento del ingreso nacional petrolero, por estas y otras razones que se discuten con mayor detalle en Aspectos Teóricos del Subdesarrollo (p. 159 Y sig.), preferimos excluir a las actividades terciarias para medir la importancia relativa de un sector dentro de la economía. Para llegar a esta cifra sumamos el valor de los sueldos y salarios pagados por las empresas petroleras en 1936 tomados del B. C. V.: El Ingreso Nacional de Venezuela, op, cit., y el ingreso fiscal petrolero de dicho año tomado del Anuario Estadístico del Ministerio de fomento. La cifra de ingreso nacional es la que aparece en la primera obra citada.

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que remunera a los factores residentes. Queremos llamar la atención, sin embargo, sobre el hecho de que la cifra de ingreso nacional es insuficiente para entender la esencia estructural de una economía subdesarrollada, por cuanto excluye la parte del ingreso territorial que se apropia la clase capitalista extranjera que, de esa manera, quedaría también excluida del conjunto de clases sociales que participan en la actividad productiva del país y se reparten sus resultados finales, procedimiento que altera elementos esenciales para la comprensión del subdesarrollo y en especial de la relación de dependencia económica que constituye uno de sus aspectos básicos. Tendremos oportunidad de volver sobre este punto que consideramos de crucial importancia. C.

El aporte de cada sector a las exportaciones

En este aspecto el cambio tuvo la máxima radicalidad, pues para 1936 el sector extranjero aportaba el 90 por ciento de las exportaciones (cuadro X-3) y el 67 por ciento de toda la capacidad de importar," variables que en la estructura anterior dependían totalmente de la producción precapitalista.

D.

La formación sectorial de excedente económico

Dificultades derivadas de la escasez de información estadística nos impiden presentar el cuadro completo de los aportes de cada sector a la formación del excedente económico general. Apenas nas ha sido posible estimar el monto de la parte exportada en pago a los servicios del capital extranjero, que fue de 292,5 millones de bolívares en 1936,6 cifra igual al 20 por ciento del ingreso nacional de dicho año. Todas las evidencias indican que el coeficiente de inversión de la economía no petrolera estaba muy por debajo de 0,20, de donde se deduciría que, ya en dicho año, el sector extranjero se apropiaba mucho más de la mitad del excedente territorial real. Esto sin tomar en cuenta la traslación de 'excedente 5. 6.

Estimación nuestra basada en cifras oficiales. Llegamos a esta cifra mediante el siguiente procedimiento: 1) Calculamos el porcentaje de beneficio bruto medio sobre las exportaciones durante el período 1941 a 1948; 2) Aplicamos dicho porcentaje a las exportaciones de 1936; 3) Restamos de la cifra resultante los pagos al gobierno (impuestos y rega· lías) y a los trabajadores.

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hacia los países capitalistas por la vía de las exportaciones tradicionales y a través de las importaciones. E. El sistema económico fundamental

Consideramos como sistema económico fundamental de la estructura a aquel que tiene la mayor influencia sobre la actividad productiva general y sobre la dinámica de su desenvolvimiento. El primer aspecto subraya su importancia funcional, el segundo su carácter de leading sector del comportamiento en el tiempo de la economía. El conjunto de indicadores considerados en los puntos anteriores permite comprobar el papel dominante que en ambos sentidos juega el sector capitalista extranjero. Ello da pie para considerar al sistema capitalista monopolista mundial como el fundamental de la estructura, entendiendo como tal, no sólo al conjunto de relaciones de producción que resulta de la operación del sector extranjero dentro de la economía territorial, sino, además, a todo el complejo de relaciones interestructurales que se crean y desarrollan entre ella y el resto del mundo capitalista, es decir, que incluimos a la amplia totalidad de relaciones de producción que conforman el complejo socioeconómico y técnico económico centro-periferia. Al referirnos a la relación de dependencia tendremos oportunidad de volver sobre este importante aspecto de la naturaleza del subdesarrollo. F.

La validez del concepto de complejidad estructural del subdesarrollo

La consideración de la complejidad estructural como característica importante del subdesarrollo constituye uno de los aspectos más controvertidos de la metodología que seguimos, por eso consideramos oportuno refetirnos aquí a algunos de los argumentos esgrimidos en contra del criterio. Comenzaremos por referirnos al punto de vista sustentado por el profesor D. F. Maza Zavala, quien señala: . .. una estructura, por compleja que sea, tiene una definición dentro del proceso de desarrollo social: así, tiene que estar ubicada como esclavista, o feudal, o capitalista, o socialista, según los casos. No puede decirse que se trata de estructuras mixtas, ni siquiera de

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estructuras en transición. Una economía nacional, una organización nacional socioeconómica y política, tiene que ser definida como feudal, capitalista o socialista para atenerse a los sistemas históricamente realizados.'

En otra obra, el autor es coherente con su planteamiento anterior y afirma: . .. en la necesidad de definir la estructura econorruca venezolana no se podría decir que es mixta o compleja, habría que caracterizarla como capitalista, pues las relaciones de producción prevalecientes son de tipo capitalista, sin lugar a dudas. Desde luego, es importante para el análisis de esta estructura concreta, en particular, ponderar la existencia de formas más atrasadas de producción simultáneamente con la más desarrollada. No existen modos de producción puros. En la práctica no hay sistemas delimitados que coexisten, sino que todos, en un espacio y en una época determinados están impregnados más o menos profundamente del modo de producción más avanzado. El problema de desarrollo no es encontrar un tipo híbrido de relaciones de producción, sino ajustar la economía en su conjunto al modo de producción prevaleciente.s

Haciendo la salvedad de que tales planteamientos se refieren a la economía venezolana de 1966 y no a la de 1936 que venimos analizando, pasemos ahora a expresar nuestro criterio alrededor de los puntos de vista del distinguido economista venezolano. Comenzaremos con estar de acuerdo con él por lo que respecta al carácter dominante del modo de producción capitalista dentro de la estructura, aspecto al que nos hemos referido en éste y otros trabajos al definir al sistema fundamental de la estructura. Coincidimos también en que no existen modos de producción puros." Diferimos, en cambio, en su criterio de que una economía "tiene que ser definida como feudal, capitalista o socialista ... ", criterio que niega su sentido esencial al concepto de complejidad estructural característico del modelo de subdesarrollo. La argumentación del profesor Maza Zavala está en el siguiente párrafo: 7. 8. 9.

D. F. Maza Zavala, prólogo a la obra de Ramón Losada A'dana: Dialértirn del subdesarrollo. op. cit., p. 23. D. F. Maza Zavala: Análisis Marl'oerollómico. Ediciones de la Biblioteca, UCV, Caracas, 1966, p. 123. Véase: Aspectos Teóricos del Subdesarrollo. 0IJ. cit., pp. 78, 111 Y 112. Y capítulo II de esta obra.

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Hay modos de producción aproximadamente precapitalistas en los países subdesarrollados ... , y hay modos capitalistas de producción en diferentes grados de intensidad o desarrollo. El sector precapitalista está influenciado por el sector capitalista y éste aún tiene elementos parciales de precapitalismo, pero así ha sido siempre en la historia del desarrollo. El modo dominante de producción se va extendiendo y va desalojando progresivamente los residuos de modos obsoletos de producción. La Inglaterra de tiempos de Ricardo, y aun de Marx, era en buena parte precapitalista; pero no por ello dejaba de caracterizarse como capitalista. Los Estados Unidos en su parte sur era esclavista hasta la Guerra de Secesión, hace apenas un siglo, y no por ello se puede caracterizar la economía norteamericana como esclavista o "mixta", sino como capitalista. ID

El fondo de nuestra diferencia con el criterio citado se ilustra claramente con los 'ejemplos históricos presentados por su autor. En efecto, el profesor Maza Zavala parece no distinguir entre la manera como se formaba y desarrollaba la economía capitalista inglesa "de tiempos de Ricardo, y aun de Marx" y la forma como el sector capitalista norteamericano de su ejemplo aniquiló de cuajo al sector esclavista, con la forma en que "el modo dominante de producción se va, extendiendo a todo el país" en el caso del modelo de subdesarrollo. En el caso inglés, el capitalismo tiene un origen endógeno, es el resultado de la descomposición del feudalismo, 'en forma tal que la emergencia del uno señala la muerte del otro, porque la contradicción entre ambos modos de producción no se resuelve sino con el triunfo de lo nuevo sobre lo viejo. De allí la imposibilidad de transacción o de colaboración alguna entre las clases dominantes de ambos sistemas económicos. En el caso de Estados Unidos, la pervivencia de un sistea de base esclavista en el Sur se oponía al desarrollo del sistema capitalista en toda la economía norteamericana, de tal modo que se plantea en un momento dado su destrucción como requisito al avance de las fuerzas productivas del país. Tampoco es posible aquí una colaboración entre las clases dominantes de ambos sistemas, ni el conflicto se resuelve por la vía de transacción sino por la única vía que permite la historia entre clases sociales antagónicas: la lucha a muerte.

10.

Losada Aldana:

op, cit., p. 23.

211

En el caso de los países subdesarrollados que analizamos, la situación presenta, en cambio, diferencias importantes. En primer lugar, el desarrollo capitalista no es aquí el resultado de la evolución endógena de un modo de producción anterior, sino que se origina por la traslación de las relaciones de producción capitalistas a través de la inserción de un sector extranjero. En segundo lugar, dado que este sector produce para un mercado mundial y no para el mercado interno, el atraso de los sectores precapitalistas no constituye freno alguno a su crecimiento. Se conforma, además -nos referimos siempre al modelo de crecimiento simple que discutimos-; un sector capitalista comercial ligado a las importaciones, que se constituye en brazo interno del capitalismo industrial externo cuyos intereses tampoco están en contradicción con los sectores atrasados y más bien coinciden con los del capitalismo extranjero. El resultado es una situación (ahistórica en relación al modelo de desarrollo capitalista tradicional) que permite la coexistencia de los distintos sistemas sin que existan entre ellos contradicciones irresolubles. De allí la conformación de una coalición de clases dominantes integrada por la burguesía imperialista, la clase terrateniente y la burguesía comercial interna, situación inconcebible en el caso inglés o el norteamericano citados por Maza Zavala. Lo anterior no significa que se haya creado un equilibrio socioeconómico estático. Cada sector tiene su propia dinámica, unos históricamente descendente, otros históricamente ascendente, todos interconectados, pero ninguno exigiendo la desaparición de los otros, sino, por el contrario, apoyándose cada cual en los demás para obtener su parte del producto, o para garantizar que su proceso declinante se realice dentro de las mejores condiciones posibles, como es el caso del sector latifundista. Muy ligado a este proceso de involución se encuentra otra de las diferencias entre el modelo capitalista típico y el que analizamos. Nos referimos a que en aquél la descomposición de la relación de servidumbre se opera a medida que se amplía el sector de trabajo asalariado, quedando siempre un margen de desempleo que oscila de acuerdo a la dinámica coyuntural (ejército industrial de reserva). En el país subdesarrollado, en cambio, los datos empíricos enseñan que el proceso de descomposición del campesinado y la consiguiente urbanización crean un nuevo tipo de desocupados característicos de las econo-

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mías subdesarrolladas, condenados a no encontrar acceso a ocupaciones productivas en el sector capitalista, cuyo problema es entonces, no el de luchar contra la apropiación de su plusvalía por parte de la burguesía, sino el de enfrentarse a una sociedad que aun siendo fundamentalmente capitalista, le niega la posibilidad de vender su fuerza de trabajo y producir plusvalía para otros. Por esta y otras razones sobre las cuales consideramos innecesario abundar debido a que se exponen en otras partes de este trabajo, concluimos expresando que no vemos ninguna ventaja, y sí muchas limitaciones al considerar como capitalista a secas a lo que se presenta con marcadas diferencias respecto a lo que conocemos como estructura económica capitalista en su forma más generalmente tipificada. Otro autor que se manifiesta en desacuerdo con el criterio de la complejidad estructural de los países subdesarrollados es André Gunder Frank, quien en su trabajo Chile: Desarrollo del Subdesarrollo." sostiene un punto de vista sobre el problema cuya síntesis trataremos de presentar a continuación:

11.

1.

El desarrollo capitalista y el subdesarrollo "no pueden ser considerados como producto de estructuras o sistemas económicos supuestamente distintos, ni de presuntas diferencias en cuanto a las etapas del crecimiento económico alcanzadas dentro del mismo sistema" (p. 14).

2.

"La conquista española incorporó e integró plenamente a Chile dentro del sistema capitalista mercantil que se encontraba en proceso de expansión en el siglo dieciséis (el autor toma a Chile como ejemplo representativo de toda América Latina). Las contradicciones del capitalismo han generado el subdesarrollo estructural de Chile desde el mismo instante en que ese país irnpezó a participar de ese sistema de proyecciones mundiales" (p. 7).

3.

Las "referencias a una economía de subsistencia, autárquica, cerrada, reclusa y feudal, interpretan erróneamente la realidad vivida por Chile y América Latina desde la conquista del siglo XVI" (p. 9). "El dinero y la dura realidad económica que él conlleva, fueron los elementos decisivos de la historia latinoaméricana desde sus mismos orígenes, y no las tradiciones, los principios y las relaciones aristocráticas o feudales" (pp. 29 Y 30).

André Gunder Frank: "Chile: El Desarrollo del Subdesarrollo": Monthly Revieto (Selecciolles en castellano), enero-febrero, 1968, Año V, Nos. 46 y 47.

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4.

La verdadera realidad es que se conforma todo un sistema colo. nialista, análogo a un sistema solar, en que el sol metropolitano (los países capitalistas avanzados) se alimentan de sus colonias planetarias (España y Portugal) que, a su vez, tienen sus satélites (colonias latinoamericanas). Esta misma contradicción metrópoli-satélite llega más profundo y caracteriza todos los niveles y sectores del sistema capitalista mundial, desde su centro metropolitano supremo y pasando por cada uno de los centros nacionales, regionales, locales y empresarios. Consecuencia lógica de las relaciones exteriores de la economía del satélite es la pérdida de parte de su superávit económico a manos de la metrópoli (distintas páginas).

I

5.

En cuanto a la generación de subdesarrollo estructural, más importante aún que la succión del superávit económico del satélite tras de su incorporación como tal en el sistema capitalista mundial, es 1