BLAISE CENDRARS: UNA ESCRITURA EN MEDIO DE LA AVENTURA

BLAISE CENDRARS: UNA ESCRITURA EN MEDIO DE LA AVENTURA Su obra, vista a través del tiempo, pareciera menos densa y accionante de lo que fue en su épo...
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BLAISE CENDRARS: UNA ESCRITURA EN MEDIO DE LA AVENTURA

Su obra, vista a través del tiempo, pareciera menos densa y accionante de lo que fue en su época, la que él marcó en gran medida. Aun cierto olvido -a veces un olvido casi total- pareciera nublar su Importancia, restarle algo al notable mérito de su imagen, pero ello no puede ser alarmante ni excluyente, es parte del Juego de las perspectivas y los cambios. La influencia ejercida dentro del cubismo literario y plástico es algo que quedó en la génesis de ese movimiento. Su vida fue a Juicio de muchos, una vida "supernovelesca", de secuencias entrecortadas por el acto de tomar constancia, anotaciones rápidas, por la necesidad de expresarse también a través de la escritura. Un acto de escribir que se resuelve además en la aventura misma, en la acción, en los contratiempos, en lo sorpresivo, en el almacenamiento vivencial. "Es un hombre realmente desplegado y un escritor desplegado", anota Henry Miller. Cendrars es un intelectual europeo poco corriente, mis bien extraño, que antepone la experiencia extrema que le ofrece la vida al hecho de creación puramente literaria. Tuvo una infancia de continuos movimientos y viajes que culmina en un colegio de Suiza y que se abre nuevamente cuando a los dieciséis años huyó de su casa paterna descolgándose por una ventana. Así da comienzo al permanente ritmo que se asegurará en su existencia toda. Deambula por Rusia, China, Persia y casi toda Asia acompañando a un mercader. No se detiene ni siquiera cuando reside por un tiempo en París, donde cambia sin cesar de domicilio. "He habitado durante doce años en París, calle de Saboya W 4 -lo señala en un texto- pero siempre he tenido además muchos otros domicilios en Francia y en el extranjero. El de la calle Saboya me servía de depósito. Llegaba entre dos trenes, entre dos "paquebots", a vaciar allí mis maletas, a dejar en él un hombre o a consultar un infolio. Y siempre partía de nuevo a toda velocidad, con la cabeza llena, pero con el corazón y las manos libres”. Esta

experiencia múltiple, escurridiza, le permite manejar literariamente todos los elementos que entonces comenzaban a formar la "sensibilidad moderna" con el aliento natural de quien, antes de escribir una novela, un texto con trenes, automóviles y velocidad, ha viajado sobre innumerables vagones, sobre variadas regiones. Su incorporación da una visión nueva a la literatura y que es producto, a su vez, de los diferentes elementos que componen la vida moderna, que incluyen las exaltaciones de la técnica, las ciudades multiplicadas, consolidadas por anuncios luminosos, por la velocidad, el ruido. Los viajes que lo llevan de un extremo a otro, de lo superpoblado a lo primario o a la naturaleza en estado puro, del trasatlántico a la canoa, a la piragua, ojeando el mundo a lo largo, lo ancho y lo profundo. Todos estos factores nuevos fueron incorporados liberadoramente a su literatura, a su búsqueda de otras formas para la poesía y se propagaron a través suyo, pero no son búsquedas exotistas, manipulaciones imaginarias, sino vivencia aplicada en formas y contenidos, vaivenes violentos, reflejos de sus desplazamientos por reglones todavía poco divulgadas, por culturas míticas, por leyendas de navegantes. En su turbulenta novela "Moragine" (1926) hay la descripción de un viaje a Paria por el Orinoco. "Llegamos al Orinoco con buen tiempo, las nubes en formación eran densas como nunca, los bancos numerosos, y navegamos en medio de las Islas flotantes y los montones abandonando el "General Hannah” y navegábamos a la deriva en una especie de chalupa plegadiza, de tela engomada. Lathuille vino con nosotros. Llevábamos algunas armas y unas cajas de conservas. Hacía un calor monstruoso. No teníamos nada que beber, pues Sumbury no quiso devolvernos ni una sola botella. Remábamos por turno, con las cortas paletas, removiendo como con cucharas el agua de estaño, pesada y fétida, llena de detritus y de carroña. Remontamos el Orinoco sin hablar. Aquello duró semanas, meses. Los aligatores nos miraban pasar. En el Bajo Orinoco las plantaciones de bananas, café, cacao, cana de azúcar, se extienden durante semanas en las desiguales riberas. Todo hombre que alienta en este clima lleva con él una columna de mosquitos. Los que allí viven son mestizos de españoles y de indígenas. A veces nos hacen señas y era para ofrecernos el "guarapo" de caña o la "chicha" destilada de la raíz de maniuco dulce.

"Mucho más arriba. Angostura es el término del “Simón Bolívar', único vapor que hace el cabotaje en este río, vapor de ruedas calentado con madera y con sus tres pisos pintados de blanco, rojo y azul. Más arriba, todavía se encuentra en la gran selva virgen y después en la reglón de los "llanos" donde pupulan todas las formas de la vegetación. Remontábamos el Orinoco sin hablar Aquello duró semanas, meses Hacía un calor de estufa"

Y las descripciones son largas y numerarias, en ese estilo tan particular de Blaise Cendrars, acumulativo, cinemático. En este libro como en "Las Conversaciones de Dan Jack" que inaugura un procedimiento con el uso de un "dictáfono", se pone en evidencia su poderosa fantasía, su facultad de escritor "poroso" que se nutre del ambiente que determina su experiencia. La extensa narración de "Moravagine" es alternada por breves narraciones que incluyen otras experiencias, por juicios sobre el arte prehistórico, las costumbres, las religiones, etc. Los capítulos son a veces unas pocas líneas, unos cambios tipográficos, unos espacios casi en blanco, que instrumentan una variedad de técnicas nuevas. Y entre todo este rico cuerpo narrativo, una especie de autodefinición, de arte poética. Si, en medio de este trabajo prodigioso, en medio de este algodón, este café, este arroz. estos cameros, estas conservas, catas Insignias del Sagrado Coraaón, estas Rapsodias de Liszt, este fosfato, estas bananas, el idioma se rehace y toma cuerpo, la lengua, que es el reflejo de la conciencia humana, la poesía, que hace conocer la imagen del espíritu que la concibe, el lirismo, que es una manera de ser y de sentir, la escritura animada del cinema, que se dirige a la muchedumbre impaciente de los iletrados, los periódicos que Ignoran la gramática y la sintaxis, los precios llenos de sensibilidad al pie de una corbata en una vitrina, los afiches multicolores y las letras gigantes que decoran las arquitecturas híbridas de las ciudades y abrasan las calles, las nuevas

constelaciones eléctricas que se elevan cada noche hacia el cielo, el abecedario de las humaredas en el viento de la mañana. Hoy Profundo hoy. Así su escritura se "hace y toma cuerpo'* por medio de una mezcla de percepciones, de visiones simultáneas, de breves secuencias escriturales, de sensaciones y que se inician en su libro fundamental, "Diecinueve Poemas Elásticos" (1921). En este libro fija una modalidad basada en la frase breve, sin asociaciones regulares prefiriendo las reiteraciones, las

yuxtaposiciones de imágenes como lo realizaran los pintores cubistas, sus compañeros de grupo. La variedad ,como la variedad de paisajes, es el motivador que lo lleva o lo Induce a nuevas aventuras. De estas experiencias concretas, nace a veces en él un profundo desprecio por el poeta de escritorio y por el ambiente artístico en general. En uno de sus textos de Hojas de Ruta, confiesa: He cubierto el espejo del armario para no verme escribir". Encuentra sus hermanos físicos entre gente que trabaja, entre los gitanos (con quienes convive un tiempo largo) y los vagabundos y sus hermanos de espíritu entre los poetas populares, sobre todo Francois Villon. En esta dirección concibe su Antología Negra (1921) una recopilación de leyenda y poemas africanos que oscila entre las “boutade" de Pierre Louys y las concienzudas investigaciones folklóricas de León Frobenius. En el transcurso de esta recopilación, trae a París las primeras esculturas africanas que ejercen una notable influencia en los”fauvistas”, los cubistas y los expresionistas del grupo germánico. En su anti-intelectualismo, se ocupa además de traducir biografías de gente "fuera de la ley" como Al Jannings. Vida, aventura y obra son una misma cosa, una sola vía a veces atroz como cuando forma parte de la Legión Extranjera durante la Primera Guerra y pierde su brazo derecho. Pero nada lo paraliza o detiene su andar, salvo su muerte en 1961 y a la edad de 74 años; tampoco la riqueza de su léxico, capaz de dar movilidad a lo más pesado y denso, deja de experimentar. Efectivamente "es quien mejor realiza entre nosotros escribió una vez Jean Cocteau- un nuevo exotismo. No sigue una moda. Se encuentra con ella Mezcla de motores y de fetiches negros. El empleo de este material es legitimo en su obra, Cendrars ha viajado. Ha visto y testimonia. Vuelve de América con un aire

de buscador de oro, y arroja gruesas pepitas en nuestra mesa. Le queda un solo brazo. el otro se lo arrancó un obús. Se diría que la guerra le ha podado este brazo por donde bajan las palabras para que sus poemas florezcan con colores mas luminosos". ¿Cómo separar a Blaise de su vida tumultuosa y de su obra literaria, producto consecuente de ella misma?. "La vida siempre con V mayúscula. Así es Cendrars “escribe un admirador ferviente como Henry Miller. La Unidad es perfecta, su producción literaria se renueva constantemente porque su vida también se renueva en la acción, en el desplazamiento. Ejerce muchos y variados oficios, entre los numerosos, es titiritero, traficante en perlas, marino mercante, equilibrista de un "music-hall" en Londres (de ese tiempo datará su amistad con Charles Chaplin ), expedicionario, amante. En 1909 publica en Rusia su primer libro. La Leyenda de Novgorod. Este primer intento queda aislado hasta 1913 en que da comienzo a sus antitradicionales textos, "sus poesías de circunstancian o "lirismos planteario” como se les ha llamado. Por este año ingresa al grupo cubista al lado de Apellinare, Max Jacob, Picasso, Braque, Gris, Cocteau, Reverdy, Saimón, Leger y Delauney. En el intervalo de cuatro años produce Pascuas en New York considerado su primer poema largo y que influye poderosamente en Guillaume Apollinaire. Lo sigue Prosa del Transiberiano y la Pequeña Jehane de Francia en 1913, y que, fuera de la particularidad de su estilo, introduce una novela en su edición, se trata de un plegable de dos metros y con dibujos de Sonia Delaunay. Luego vendrá Panamá o las Aventuras de mis siete tíos y editado en forma de folleto comercial. Su nombre queda establecido no sólo en el grupo cubista, sino que trasciende, cubre otras fronteras. Ingresa en una experiencia nueva, que ya está presente en su escritura, el cine. Escribe un guión y después colabora con Abel Gance en la filmación de La Roue. Escribe también para el ballet ruso La Creación del Mundo con música de Darius Milhaud y con escenografías de Fernand Léger. A pesar de la importancia fundamental que tuvo su estilo, cinemático, simultaneísta desde un punto de vista cronológico y de influencia, ha sido escasamente traducido al castellano. Se conoce una versión de Pascua en New York", publicada en Chile en 1928 y en el mismo país "Moravagine" en 1935, una traducción de "Prosa del

Transiberiano" y "Panamá o las aventuras de mis siete tíos" editada en Buenos Aires en 1963 y en una reciente edición en Argentina, de su "Antología Negra” y "Poesías Completas" (1975). La lectura de sus novelas y poemas no han perdido nada de su impacto, quizás debido al dinamismo que le confieren su escritura despojada (o "desplegada" como dice Miller) directa y hasta periodística de las imágenes, de fotografías verbales" como el mismo Cendrars les llama. Pensando en ello, en su poca difusión en castellano, es que incluyó algunos textos de "Hojas de Ruta" y de "La Guerra en el Luxemburgo". LA GUERRA EN EL LUXEMBURGO ACADEMIA MEDRANO A Conrad Moricand

Baila con tu lengua. Poeta, haz un trenzado Una vuelta a la pista sobre un zarcero pequeñito negro o hacanea Mide los hermosos versos medidos y fija las formas fijas Que son LAS BELLAS LETRAS APRENDIDAS Mira: Los anuncios se burlan de ti te muerden con sus dientes de color entre los dedos del pie La hija del director tiene luces eléctricas Los malabaristas también son los trapecistas

osorgilep otIaS ozagital olasérpxE El clown está en el tonel amasado Es preciso que tu lengua

pase por la caja Haga la orquesta las noches en que

Se suprimen los Vales Noviembre de 1916