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Beatriz Pascual Trillo I.E.S. Lázaro Cárdenas Trabajo de Investigación de Bachillerato 2013-2015

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¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción. y el mayor bien es pequeño: que toda vida es sueño, y los sueños, sueños son. (La vida es sueño, Calderón de la Barca)

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Tras cada trabajo hay un largo camino, y es necesario un principio. Y en su realización, a lo largo de este trabajo, en ese camino, no he estado sola. Agradezco, en primer lugar, a mi tutor del trabajo, Jesús Ruiz, haber hecho posible que este trabajo se lleve a cabo, asegurar no sólo un principio sino también una buena estructura y un final adecuado. Por interpretar cada elemento, por trazar el camino del trabajo y animarme; porque sólo alguien que supiese la base de todo podía ayudarme como él lo ha hecho. A mi familia, ya que tengo esa suerte de poder contar con ellos, que me han apoyado cuando mi pregunta parecía sin respuesta a algunas personas; por alegrarse por cada pequeño hallazgo y alentarme en mi investigación. Agradezco a mi madre y a mi amiga Andrea Sanz conducirme hacía la pregunta inicial del trabajo cuando ningún tema parecía convencerme. A mis amigas, Cristina Imaz, María de la Rúa y Paloma Herrero por acompañarme en algunas de las tardes en las que me acerqué a la Agencia de la ONCE, andando por Collado Villalba a pesar de la lluvia o de cualquier inconveniente. A todos esos amigos que me dieron el visto bueno, y a los que nunca lo vieron posible, haciéndome más exigente con mi propio trabajo; a los que me escucharon a lo largo de todo el proceso de investigación. Ahora, aquellos que hicieron posible llegar a un descubrimiento. Cómo no, a mis amigos los afiliados de la Agencia de la ONCE de Collado Villalba, y a todos los que forman parte de ella; a mis conocidos por internet, por teléfono, en la Agencia de Madrid o encontrados providencialmente, incluida María Augusta, por dar el toque mágico a mi trabajo. A los que hicieron posible a una niña de 16 años grabar un programa de radio de Miami y salir en una revista para ciegos, en la que mi trabajo y yo éramos los protagonistas. A mi admirado investigador Helder Bértolo, que sintió que debía ayudare e hizo realidad un sueño, recibiéndome atentamente y enseñándome algo nuevo con cada cosa que decía, por ayudarme en el proceso y corregirme el proyecto; por animarme y ser tan servicial y amistoso. A Hilario por atenderme y enseñarme otros puntos de vista, siempre colaborando con la investigación. A los profesores de mi Instituto, en especial Dora, Paula, Pedro de Hoz y aquellos a los que he pedido consejo, por escucharme y aportar su granito de arena, que fue siempre importante. Y, cómo no, por último, pero que realmente puso la primera piedra en este trabajo, agradezco a mi Instituto, IES Lázaro Cárdenas, por darme la posibilidad de realizar este trabajo, que me ha dado muchas experiencias y buenos recuerdos, he conocido personas ciegas pero geniales y con vidas estupendas, pero sobre todo, que me ha enseñado tantas cosas y ha despertado en mí las ganas de seguir investigando

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RESUMEN

Poco se sabe con certeza sobre los sueños, y menos aún sobre los sueños de los ciegos. Mi trabajo pretende indagar en este terreno desconocido de los sueños de los invidentes, donde he querido comprobar la hipótesis de que es posible que los ciegos de nacimiento sueñen con imágenes visuales. Para ello me he basado en encuestas, unas ochenta a deficientes visuales, personas con ceguera adquirida y ciegos de nacimiento. Me he ayudado de la bibliografía más actualizada sobre el tema, como las investigaciones de Helder Bértolo, y también he estado en relación con la ONCE, tanto de Villalba como de Madrid. Para así finalmente llegar a conclusiones con las que estoy satisfecha, pues he encontrado un caso que parece confirmar que los sueños de los ciegos no son ciegos. De cualquier forma, el trabajo me ha servido también para interconectar la ONCE de Villalba y el Instituto mediante una revista, poder participar en un programa de radio, y sobre todo poder conocer a muchas personas de gran calidad humana.

ABSTRACT Little is known for sure about dreams, and even less about the dreams of blind people. My work aims to investigate this unknown field of dreams for the blind, where I wanted to test the hypothesis that it is possible that those born blind dream with visual images. To do this I have relied on surveys, about eighty people with visual deficiency, people with acquired blindness and blind from birth. The most current literature on the subject has helped me,as well as investigations of Helder Bértolo, and I have also been in relationship with "La ONCE", in Madrid and Villalba. Finally I have reached conclusions with which I am satisfied, because I found a case that seems to confirm that the dreams of blind people are not blind. However, the work has also helped me to interconnect "la ONCE" in Villalba and the College through a magazine, to participate in a radio program, and above all to meet many people of great humanity.

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ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………….6 1.1. Empezar un trabajo de investigación………………………………………………..6 1.2. Los sueños………………………………………..…………………………………7 1.3. Los ciegos.…………..………………………………………………………………8 1.3.1. El sueño en las personas ciegas ………..…………………………………………9 1.4. Estructura de este trabajo …..………………...…………………………………….9 2. ANTECEDENTES……………………….………………………………………….11

3. BIOGRAFÍA DEL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN………………………...…..17 4. METODOLOGÍA……………………………………………………………………31 4.1. Participantes……………………………....……………………………………….31 4.2. Procedimiento ……………………………………………………………………..42

5. RESULTADOS………………………………………………...……………………44 6. DISCUSIÓN DE RESULTADOS ………………………………………………….47 7. CONCLUSIONES ……………………………..……………………………………48 7.1. A nivel personal……………………………………………………………………48 7.2. A nivel científico…………………………………………………………….....… 48 8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………50

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1. INTRODUCCIÓN 1.1. EMPEZAR UN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

Todo puede investigarse. No todo está investigado. No todo interesa investigarlo, no a todas las personas. Hay muchas preguntas, muchas aparentemente inalcanzables. Todo puede plantearse, pero no lo mismo en todas las personas. Por alguna razón, yo me planteé una pregunta concreta, que empezó con una reflexión, y de la que surgirían otras preguntas. Siempre soñamos, cada una de las noches que dormimos, lo recordemos o no. Los sueños son algo importante en nuestras vidas, pasamos un tercio de ella durmiendo, 24 años, y una buena parte soñando Pero a pesar de haberse escrito mucho sobre los sueños, es muy poco lo que se sabe sobre ellos. ¿Realmente podríamos establecer una regla general para la forma de soñar en cada tipo de persona? Mi pregunta, que no dejaba de resonar en mi cabeza, era: ¿si todas las personas soñamos -deficientes visuales, ciegos de nacimiento, sordos… todos-, qué ocurre con los ciegos? Algo tienen que soñar, pero ¿el qué?... si algunos nunca han visto nada en su vida. ¿Alguien podía responder esa pregunta con certeza? Estaba casi segura de que casi nadie se había preguntado cómo sueñan aquellas personas a quienes les faltan sentidos como la vista, y yo quería aportar mi granito de arena y encontrar una respuesta. Y por muy difícil que pareciera, y aunque posiblemente no llegara a nada importante, tenía la oportunidad de investigarlo. Un tema novedoso, interesante, y en el que poder sacar nuevas conclusiones; un tema poco estudiado en España. Por ello mi trabajo trata de qué y cómo sueñan los ciegos, comparándolos con otras personas y llegando a una conclusión, con ayuda de mi profesor de filosofía, Jesús Ruiz. A partir de ahí yo tenía una hipótesis, MI hipótesis. Todos soñamos, eso estaba claro, pero ¿podría ser posible que una persona ciega tuviera imágenes visuales en sueños? Sí, los sueños de los ciegos no son ciegos. Si fuera verdad, sería un gran descubri-

7 miento, aunque estaba dispuesta a encontrar lo que fuera y a cambiar mi hipótesis a lo largo del trabajo si fuese necesario. Para mí los ciegos congénitos podrían tener desde un principio imágenes visuales en sueños, a pesar de que esas imágenes no fueran las mismas que perciben aquellos que pueden ver. Alguna forma debía haber de comprobar esta hipótesis. Entonces no conocía las investigaciones del científico portugués Helder Bértolo, ni tampoco habría tenido la posibilidad de trabajar de esa forma aunque las hubiera conocido. Mi método de trabajo sería mediante entrevistas al mayor número posible de voluntarios, acudiendo directamente a la ONCE para tratar con esas personas; pero también por otros medios, como internet, y preguntándoles si recuerdan haber tenido imágenes visuales en sueños, y, si era el caso, procurando sonsacarles la mayor información posible. Como sostienen Ochaita y Rosa, “La investigación realizada con grupos especiales de población constituye un instrumento valioso para poner a prueba las teorías que pretenden tener una validez general para la especie humana” (54). Además, también me hubiera gustado comparar la información obtenida con cómo sueñan los sordos. A lo largo de estas páginas desarrollo mi investigación, la cual tiene dos partes: teórica y práctica, y una única respuesta.

1.2. LOS SUEÑOS

Sobre los sueños se ha dicho de todo, desde que son viajes astrales hasta que son fuente de inspiración para los artistas. Sin embargo, casi nada se sabe con certeza sobre ellos. Solo unas pocas cosas como que soñar es muy importante para la vida, que si no dormimos ni soñamos, morimos. Es fácil encontrar en internet historias sobre terroríficos experimentos en los que la privación del sueño condujo a la locura y a la muerte. O el extraño hecho de lo fácil que es olvidarlos. En los primeros 5 minutos después de despertar, olvidas la mitad de tu sueño, y a los10 minutos el 90%. También se sabe que hay sueños que tenemos todos los humanos, independientemente de cualquier raza y lugar del mundo. Y que incluso se puede soñar que se es ciego. Ahora bien, ¿cuál es el significado de los sueños? La única aportación seria en este sentido ha sido la de Freud, quien los interpretaba como manifestación disfrazada de deseos reprimidos. Pero Freud tiene hoy en día muchos detractores. El sueño se divide actualmente en una serie de fases de dos horas más o menos cada una, lo cual se observa en un electroencefalograma.

8 En el sueño hay dos grandes fases: - Sueño sin movimientos oculares rápidos (sueño no MOR o NMOR; NREM, en inglés). En el que se pueden diferenciar 4 fases que comienzan con la vigilia (fase I) en la que, en ocasiones, se experimenta la sensación de estar cayendo, pasando por la somnolencia y más tarde por la fase de sueño lento (fase III); en la fase IV, la persona duerme profundamente y es difícil despertarla (momento de las pesadillas, el sonambulismo y en el que los niños se orinan). - Sueño de movimientos oculares rápidos (MOR; REM, en inglés), o fase V del sueño; la respiración es rápida e irregular. También, el ritmo cardiaco y la presión arterial aumentan. Durante esta fase transcurren la mayoría de los sueños y se desarrollan aquellos sueños que recordamos al despertar. Es esencial pasar por esta fase para una salud adecuada; si se interrumpe continuamente, se da el insomnio. Hay que tener en cuenta que dependiendo de la edad se pasa más o menos tiempo en cada una de las fases. Las personas más mayores pasan menos tiempo en la fase REM. Es por tanto la fase REM la que interesa en mi trabajo, ya que las personas pueden recordar los sueños de esta fase del sueño. La distribución estándar en un adulto sano, de las fases del sueño, es aproximadamente la siguiente: Fase I, el 5%; Fase II, el 25%; Fases III y IV, el 45%, y Fase MOR, el 25%.

1.3. LOS CIEGOS

¿Qué significa realmente ser ciego? La verdad es que solo alrededor del diez por ciento de las personas rotuladas como ciegas carecen totalmente de visión. La mayoría responden a algún estímulo visual, por ejemplo, luz y oscuridad, o sombras, o movimientos de objetos, y no viven en un mundo de oscuridad total. Una oscuridad que muchos no definen así, sino como ver de igual forma que ve tu codo, o tu pie. Lo que hay que tener claro, y en lo que me insistirían mucho a lo largo de todo mi trabajo, es que ciega es la persona que nace ciega. Aquellos que pierden la vista a una determinada edad son denominados deficientes visuales sin resto, o directamente se dice que su ceguera ha sido adquirida. Y. por último, aquellos con un resto visual, aunque sea muy grande, pero que les impide llevar la vida de una persona vidente, son los deficientes visuales.

9 1.3.1. EL SUEÑO EN LAS PERSONAS CIEGAS

Si poco se sabe sobre los sueños en general, menos aún se conoce sobre el sueño de las personas ciegas. Sabemos, por ejemplo, que tienen problemas de insomnio, por no distinguir el ciclo día/noche. (Alonso, 58). Pero por lo que se refiere al tema de mi trabajo, sería de esperar que sus sueños se basaran en la experiencia diaria. Como dice Dávila:

Si estamos hablando de ceguera congénita (ciegos de nacimiento), la respuesta más razonable sería que los sueños de dichas personas estarían impregnados de sensaciones táctiles, auditivas e incluso cinestésicas (sensación de movimiento), pero carentes de contenido visual. La explicación a esta ausencia de sueños visuales es, o al menos así se pensaba, que las personas ciegas de nacimiento nunca han tenido ninguna experiencia visual (2003, 3).

Esto sería lo razonable. Pero, como se verá en este trabajo no todos piensan así. Hay autores, como Bértolo, al que me he referido más arriba, que admiten la posibilidad de que los ciegos congénitos sueñen con imágenes visuales.

1.4. ESTRUCTURA DE ESTE TRABAJO

Este trabajo de investigación tiene la estructura que es habitual en los artículos de investigación de las revistas especializadas y Trabajos de fin de grado o máster, de psicología, por ejemplo. Después de una breve introducción, suelen presentar el estado actual de la cuestión, que es la parte que se denomina “Antecedentes”. Luego se pasa a la propia investigación, explicando la “Metodología”, que se divide en “Participantes” o sujetos de la investigación, y “Procedimientos”, o métodos empleados. Luego se presentan los “Resultados”, y finalmente se discuten –“Discusión de resultados”. Mi trabajo terminará con unas “Conclusiones”, tanto del trabajo (científicas) como personales. Y, por supuesto, con las “Referencias bibliográficas” utilizadas en la elaboración del trabajo. No obstante, me gustaría introducir otro punto, que sería el 3, en el que contara los pasos que he dado para llegar a realizar mi trabajo: mis contactos con la ONCE, que me ha dedicado casi por entero una de sus revistas, mi entrevista personal con Helder

10 Bértolo, mi participación en una radio de Miami, etc. Lo que sería la biografía de este trabajo, y que yo misma he ido anotando en mi cuaderno azul. Finalmente diré para acabar este punto, que me he atenido en las citas y en las referencias bibliográficas a las normas de la Asociación Americana de Psicología (APA), que suelen utilizarse a nivel internacional en trabajos de este tipo.

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2. ANTECEDENTES Desde siempre algunos ciegos congénitos o que han perdido muy pronto la vista han dicho que tenían imágenes visuales en sueños. Por ejemplo, Helen Keller, la famosa escritora y activista política americana del siglo pasado, que había perdido la vista a los 19 meses. El problema es que estos testimonios son subjetivos. ¿Cómo fiarnos de Helen Keller? Si fuera verdad, eso significaría que se pueden tener imágenes visuales sin percepción, es decir, de otra forma que por los ojos. Desde luego, estimulando el córtex visual con electricidad mediante unos electrodos se ven puntos de luz, como cuando al golpearnos la cabeza vemos las estrellas. Esto ya es algo. Pero el que un ciego congénito tenga imágenes visuales es mucho más que eso. Lamentablemente, Freud, tan importante como fue en el campo de la investigación sobre los sueños, no se ocupó de los sueños de los invidentes. Sin embargo, sus discípulos Tedlock y Lewis, sostienen que, si soñamos lo que deseamos, los ciegos deben soñar que no lo son, tesis en la que se centra el trabajo de investigación de Espinosa et al (2013), al que me referiré más adelante. El neurólogo francés Michael Jouvé noveló en su Castillo de los sueños sus ideas sobre la transmisión genética de los sueños, que sería algo así como la transmisión de la biblioteca necesaria para la supervivencia de la especie, e incluso se figuraba que los niños en el vientre de la madre soñasen cosas que nunca han visto. El caso es que esto fue hace más de medio siglo, y ahora se sabe que efectivamente los aún no nacidos sueñan. Si se comprobara la totalidad de la teoría, sería posible que los invidentes congénitos tuvieran imágenes visuales, al serles transmitidas genéticamente. Sin embargo, una de las máximas autoridades en el campo de los sueños de los ciegos es el psicólogo Craig S. Hurovitz del área de Psicología de la Universidad de Hartford, en Connecticut, USA, quien niega decididamente tal posibilidad. Su teoría se puede resumir en cuatro fórmulas: •

Las personas invidentes por nacimiento carecen de imagen visual al soñar.

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Aquellos que perdieron la vista antes de los 5 años casi nunca experimentan imagen visual en sus sueños.



Aquellos que perdieron la vista entre los 5 y 7 años tienen tanta posibilidad de presentar como de no presentar imagen visual.



La mayoría de las personas que perdieron la vista después de los 7 años experimentan un poco de imagen visual al soñar, pero con el tiempo la frecuencia y claridad de la imagen se va perdiendo (Hurovitz, 1999, 183; Espinosa et al, 2013, 4).

Otra autora importante en el tema de mi trabajo es N.H. Kerr, quien desde los años 80 defiende las propuestas de Hurovitz. Hilario Alonso dice que pasa igual con las otras discapacidades. Por ejemplo, si uno se queda sordo muy tarde, sueña más que no es sordo que si se queda sordo pronto: Lo primero que tengo que indicar es que estos colectivos cuya discapacidad ha sido adquirida en la infancia, unas veces sueñan con sus sillas de ruedas o con sus muletas y otras no. Sin embargo, cuando la adquisición de su discapacidad es en la edad adulta sueñan “generalmente” con que sus movimientos son perfectamente normales. No obstante, el trasfondo de su sueño tiene mucho que ver con el problema de que adolece (59).

Hay que reconocer que la mayoría de los ciegos -por ejemplo, testimonios de Infociegos1 y Youtube2- y la mayoría de los autores piensan como Hurovitz, que los ciegos congénitos no tienen imágenes visuales. Luis Fernández, psicólogo de la ONCE, también es de esta opinión, aunque sobre los no congénitos ha insistido en la importancia que los familiares, amigos y entorno tienen como ayuda en que no olviden sus recuerdos, lo que influye en su soñar3. Por eso es tan importante el trabajo de Helder Bértolo. A él debemos la única 1http://www.infociegos.com/espanol/index.php?option=com_content&task=view&id=20&Itemi

d=46 2

(2012, 28 de diciembre). https://www.youtube.com/watch?v=XpUW9pm9wxs

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(2010, 24 de noviembre). ¿Qué y cómo sueñan los invidentes? 20 minutos.es

http://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/%C2%BFque-y-como-suenan-losinvidentes/

13 comprobación experimental de que los invidentes de nacimiento tienen imágenes visuales en sueños. A él y a sus colaboradores de la Facultad de Medicina de Lisboa. El cerebro emite ondas. Estas son de diversas clases. Una clase son las alfa. Con los ojos cerrados, las ondas alfa mantienen un ritmo de 8-12 Hz en las zonas cerebrales responsables de la visión, que son la central y occipital. Esto quiere decir que el cerebro emite de 8 a 12 ondas –hertzios- por segundo. Sin embargo, al abrir los ojos, es decir, con imágenes visuales, el ritmo decrece. Esto se puede comprobar con un encefalograma -se sabe por diversos estudios, por ejemplo, Bértolo, 2005, 178-179. Pues bien, lo que hizo Bértolo fue comprobar que en ciegos congénitos se producía durante el sueño ese decrecimiento de las ondas alfa. Lo que significa que tenían imágenes visuales. Lo que lleva a deducir que las imágenes visuales se producen por percepciones exteriores que estimulan el cerebro y también por estimulación interna:

The observation of alpha attenuation/visual content correlation along with the no differences in the graphical representations leads us to hypothesize that blind subjects can produce virtual images, that is, that their dreams correspond to the activation of visual cortical regions (2005, 183).

In this sense, we defend that visual imagery is possible without visual perception or experience, and we consider that studies with blind subjects are an important tool to access the underlying mechanisms of visual imagery (2005, 187).

Bértolo, además, apoyó sus experimentos con preguntas a los ciegos sobre lo que soñaban, a lo que respondían que imágenes visuales, y con los dibujos. Su artículo se publicó en Cognitive Brain Research en 2003, una de las revistas de más prestigio científico y además con un grupo sólo de portugueses, que así era más difícil publicar. Tiene artículos publicados en Grecia, Rumanía, Australia, Finlandia… En todo el mundo estaban hablando del trabajo. Por las referencias bibliográficas del final se ve que ya estaba trabajando en ello desde 2001. El famoso neurólogo y divulgador científico, Oliver Sacks, mencionó el trabajo de Bértolo en su best seller Los ojos de la mente:

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Los dibujos realizados por los ciegos al despertarse que aparecen en los artículos de Bértolo

Podríamos suponer que las personas congénitamente ciegas no poseen ninguna imaginería visual, puesto que nunca han tenido ninguna experiencia visual. Y sin embargo a veces afirman poseer elementos clara y reconociblemente visuales en sus sueños. Helder Bértolo y sus colegas de Lisboa, en un fascinante informe de 2003, relataron cómo compararon sujetos congénitamente ciegos con personas normales con vista y encontraron una «actividad visual equivalente» (basándose en el análisis de la atenuación de ondas alfa en el electroencefalograma) en los dos grupos mientras soñaban. Al despertar, los ciegos eran capaces de dibujar los componentes visuales de sus sueños, aunque el porcentaje de los que recordaban los sueños era menor. Bértolo et al.concluyen, por tanto, que «los sueños de los ciegos de nacimiento poseen un componente visual» (2011, 261).

José Carlos Dávila, de la Universidad de Málaga, ha acogido con aprobación la investigación de Bértolo, destacando cuál es la clave de su trabajo: la posibilidad de tener imágenes visuales independientemente de la percepción visual:

Si las personas ciegas de nacimiento experimentan algún tipo de sensación visual (aunque sea en sueños), sin haber tenido nunca una experiencia visual, la explicación más probable es que ciertas regiones corticales estén determinadas para ‘formar imágenes’ cuando son activadas, independientemente de donde provenga la señal (2003, 4).

15 Sin embargo, que yo sepa, nadie más ha repetido el trabajo experimental de Bértolo, y, como es sabido, en ciencia “una golondrina no hace verano”. En la ciencia es vital la posibilidad de repetir los experimentos, el que su comprobación esté al alcance de cualquiera que proceda con el debido rigor. Por eso Lópes Da Silva (2003), aunque también acoge con satisfacción el trabajo de Bértolo, comenta que hay que seguir investigando4. Por otro lado, algunos autores como Hilario Alonso y Kerr han puesto pegas a Bértolo. Alonso, que es ciego congénito, es radical: los ciegos no sueñan imágenes visuales. Su crítica a Bértolo se centra en tres puntos: 1) Su método es mecanicista, y una cosa son las mediciones, y otra, las vivencias –pensando igual que Kerr (2004). Pudiera ser que estuvieran funcionando las partes del cerebro destinadas a la visión, pero sin que haya imágenes visuales. Se sabe que en los ciegos estas regiones se especializan en otros sentidos, por lo que suelen tener el oído o el tacto más desarrollado de lo normal. 2) Los ciegos pueden dibujar aunque no tengan imágenes visuales, por medio de otros sentidos. Hay ciegos que dibujan bien y ciegos que dibujan mal 5 . 3) Y esto es lo más grave: acusa a Bértolo de cierto sensacionalismo en su investigación, e incluso de que pudiera desorientar a la opinión pública:

Por último y para concluir este punto, me gustaría reiterar mi discrepancia, porque entiendo que lo que se divulga puede inducir a error en la opinión pública, ya que hay que dejar bien claro que una cosa es el sueño desde el punto de vista mecanicista y otra cosa el sueño desde una perspectiva psicológica (62).

La cuestión, por tanto, está debatida. Es imprescindible conocer ambas posturas. Aun después de los trabajos de Bértolo podemos encontrar investigaciones que los ignoran, y siguen en la línea clásica de Hurovitz. Por ejemplo, un trabajo muy reciente, de 2013, de Espinosa et al, afirma que: “si la persona es invidente de nacimiento, sus sueños carecerán de imagen visual" (23). Y sigue: 4

Zaira Cattaneo y Tomaso Vecchi (2011, 79-80) siguen muy bien en su libro la discusión sobre

los sueños de los ciegos a través de Hurovitz, Kerr, Bértolo y Da Silva. 5

Aunque esta crítica ya la tiene en cuenta Bértolo: “Regarding the drawings it is difficult to

justify such a variety of scenes, objects and characters depicted based only in the preservation of metric and spatial properties with no pictorial representations” (2005, 184).

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Podemos entonces resaltar que en general se sueña conforme a la percepción diurna del entorno; por lo que el ambiente que sueñan las personas invidentes de nacimiento es a base de texturas y formas a los que le llaman “bultos” que pueden tocar, oler, escuchar e incluso degustar; y aquellas que perdieron la vista en algún momento de su vida, siguen presentando imagen aunque con diferente frecuencia, dependiendo de la edad a la que se perdió la vista (23).

Es un trabajo bastante freudiano, cuya mayor aportación es la comprobación de que hay una relación entre aceptar la ceguera y soñar que se es vidente.

En general, la mayoría de la gente invidente refleja sus deseos en los sueños; sueñan que se encuentran realizando actos como videntes, ya sea el manejar un automóvil o montar a caballo. El soñar para una persona invidente le permite hacer todo aquello que en la realidad no se puede, lo cual genera un sentimiento de libertad para aquellos que han aceptado su invidencia, logrando soñarse a sí mismos como personas videntes (23).

En conclusión, podríamos decir que la mayor parte de los autores que han estudiado este tema niegan que un ciego que nunca haya visto pueda tener imágenes visuales en sueños. Bértolo es el único que está convencido, y unos cuantos autores, como Lópes Da Silva y quizás Sacks, admiten la posibilidad a raíz de los experimentos del portugués. Lamentablemente la investigación no ha continuado por el camino emprendido por Bértolo. Aunque sus investigaciones son recientes, de hace 10 años.

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3. BIOGRAFÍA DEL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Con este apartado paso a la parte práctica. Cuando me dieron la posibilidad de hacer un trabajo de investigación, pensé en algo que no estuviera muy investigado, algo que las personas no solieran plantearse, y con una respuesta que no pudiera responderse al momento, completamente segura. Había muchos temas y muchas opciones. Y tras pararme a pensar, sin prisa, las preguntas empezaron a sonar en mi cabeza; pero una más alto que las demás. Lo comenté con mis profesores, y con las personas que me rodeaban -personas trabajando, estudiantes, familia, amigos-; pensé que el tema de los sueños siempre ha sido algo interesante y poco exacto, y que a la hora de hablar de él nadie pensaba en las personas ciegas. Al poco entregué mi propuesta de trabajo: “¿Los sueños de los ciegos ciegos son?”. Mi trabajo de investigación hubiera querido hacerlo lo más científicamente posible, ya que soy una alumna de ciencias, pero en mis circunstancias no podía ser fácil. Mi hipótesis es que los ciegos puedan tener imágenes visuales en sus sueños. Obviamente esas imágenes no siempre se recordarán y nunca serán iguales a las de una persona que ve normal. Pero aun así son imágenes. SUS imágenes, algo que sin ver, su cerebro es capaz de lograr, imaginar, o digamos construir. Empecé mi trabajo con la búsqueda de información sobre el tema. Muchos autores decían que los ciegos congénitos no tienen imágenes visuales en sueños. Sin embargo, algunos ciegos dicen que sí, por más que ello no deje de ser subjetivo. Sin embargo, una persona había hecho un estudio que sí es científico sobre este tema. Sólo uno. Fue entonces cuando, casi por casualidad, mi tutor y yo dimos con el trabajo de Helder Bértolo, que demostraba que era posible la aparición de imágenes visuales en ciegos congénitos. En la Agencia de la ONCE de Collado Villalba me dieron los primeros contactos con ciegos. Mi primera visita fue en Navidades, fueron muy amables y el director de la agencia, Fernando, se mostró muy interesado en mi proyecto. Contacté primero con deficientes visuales con resto de vista, más tarde con personas con ceguera adquirida y

18 por último con ciegos que han nacido sin poder ver. La verdad es que la Agencia de la ONCE de Collado Villalba me ha ayudado muchísimo a lo largo del trabajo y sobre todo al comenzar, dándome contactos para hacer entrevistas y permitiéndome asistir a las reuniones que hacen allí los ciegos algunos días. Sin su ayuda este trabajo no hubiera sido igual. Con cada novedad informaba a mi tutor del trabajo, que me orientaba y con quien he estado este tiempo en estrecho contacto y comunicación. Comencé a apuntar mis sueños para poder compararlo con lo que me dijeran, y ver si en ellos participaban mis cinco sentidos. La mayoría de las investigaciones con las que trabajé, como la de Helder Bértolo, estaban en inglés y tenía que traducirlas al español para poder trabajar con ellas. En diciembre ya disponía de información suficiente para empezar mi investigación. Mi primera voluntaria fue Isabel, con algún resto visual; fue una persona genial, con mucha alegría y mucho que contar; me regaló un cómic del trato a los ciegos, un alfabeto en braille y un escrito en braille que podría traducir con ayuda del alfabeto; me hicieron mucha ilusión. Apunté con detalle las respuestas que me daba a las preguntas formuladas en mi cuadernito azul.

Los regalos de Isabel

Mis profesores de CMC, química, biología, etc., me iban ayudando y explicando dudas relacionadas con mi trabajo. Iba dando con cosas nuevas e interesantes, pequeños descubrimientos que me ayudaban con la ilusión puesta en él. Respondía unas preguntas y se me ocurrían otras nuevas. Cada momento empleado era importante. Asistí a la presentación de algunos trabajos de investigación en el IES María Guerrero para coger

19 ideas y orientarme. También me atreví a escribir por correo a algunos de los autores de los documentos científicos que leía por internet. El primero fue Carlos Dávila, de la Universidad de Málaga, especialista en biología celular. Y tuve la suerte de que me contestó, pudiendo mantener correspondencia con él. Dávila no creía posible la aparición de imágenes visuales en ciegos de nacimiento, pero intentando encontrar un texto que criticase a Helder Bértolo encontró lo contrario, uno que lo apoyaba, de Fernando H. Lopes da Silva que también me ha sido muy útil. Yo seguía con mis entrevistas y traduciendo documentos. Lo siguiente que hice fue hablar con un sordo llamado Alberto, y durante la entrevista grabé un vídeo, comunicándome con él moviendo los labios. La conclusión es que él no recordaba haber soñado con sonidos, ni siquiera haberlo imaginado -una cosa es no acordarse y otra que fuera posible. Alberto identifica los sonidos mediante la vibración y es así como aprendió a hablar con palabras. Nunca se había planteado imaginar un sonido. También escribí -¡y de nuevo hubo respuesta!- a unos investigadores que estaban realizando un proyecto de fin de carrera parecido al mío en universidades escocesas (Espinosa et al.); sin embargo no conocían a Helder Bértolo, y eso ya condicionaba mucho que su respuesta final fuera que los ciegos de nacimiento no pudieran tener imágenes visuales en sueños. Bértolo tampoco conocía el artículo de estos investigadores y se enteró de él gracias a mí. Dicho sea de paso, el que yo, que estoy haciendo un trabajo de investigación de 1º de Bachillerato, pudiera saber alguna cosa más que universitarios que están haciendo el trabajo de fin de carrera, y que pudiera proporcionarle bibliografía nada menos que a Bértolo, me sorprendió pareciéndome algo genial y me alentó a seguir. De cualquier forma, el artículo de Raquel Espinosa y sus compañeros fue importante para mi trabajo, porque era muy reciente (2013) y porque me dio a conocer a la máxima autoridad en cuestiones de sueños de ciegos del bando opuesto a Bértolo: Craig S. Hurovitz. Lo siguiente que hice fue hablar con un neurólogo llamado Luis, un conocido mío, simplemente para conocer su opinión, pero no supo inclinarse hacia un sí o un no, ya que no sabía demasiado sobre el tema; lo que sí afirmó varias veces fue: “Está claro que la imaginación es muy poderosa”. Con Helder Bértolo, científico portugués, de la Universidad de Lisboa, especializado en óptica, me puse en contacto a través de Facebook, con la suerte de que justo en ese momento, en febrero, vino a Madrid, para un convenio con la Universidad Complutense. Gracias a su amabilidad pude conocerle, y hablar con él durante dos

20 horas. Hablaba español perfectamente. Fue genial que un investigador tan importante dedique su tiempo a una alumna de otro país y de bachillerato. Grabé la entrevista con él y la transcribí para sacar el mayor partido a todo lo que hablamos. Me he permitido hacer la siguiente síntesis en forma de artículo periodístico:

En la entrevista a Helder Bértolo

"EN TODO LO QUE DE MÍ DEPENDA, PUEDES CONTAR CONMIGO"

"Me escribiste […] fuiste valiente y aquí estamos". El 19 de febrero se celebró mi entrevista con Helder Bértolo. En la Facultad de Óptica de la Universidad Complutense de Madrid, Avda. Arcos de Jalón, 118, en el barrio madrileño de San Blas. Estuvo muy amable y dispuesto a ayudarme, como se refleja en el título que le he dado a esta síntesis de la entrevista: "En todo lo que esté de mi parte, puedes contar conmigo". Me animó a hacer el proyecto de investigación, me orientó acerca de cómo hacerlo, me pidió revisarlo antes de presentarlo. "No tengas miedo al defenderlo –me

21 dijo-, pasará igual que en la defensa de las tesis doctorales, que el doctorando sabe siempre más que el tribunal". Se comprometió a mandarme bibliografía, revistas, libros, material audiovisual, e incluso trabajos inéditos suyos. En realidad se ofreció como segundo tutor del proyecto de investigación. Lo que me hizo estar muy contenta. Al principio creyó que era alumna de universidad, este profesor de la Facultad de Medicina, licenciado en física teórica, máster en biofísica y doctor en ciencias biomédicas. Estaba en Madrid merced a un convenio con la Universidad Complutense, que supone un trabajo conjunto e intercambio de profesores y alumnos. La entrevista con Helder Bértolo me sirvió, además, para confirmar que mi idea sobre sus experimentos –cruciales en este campo de las imágenes visuales en los ciegos congénitos- era acertada, y que estaba bien encaminada en cuanto a los antecedentes y estado actual de la cuestión del proyecto de investigación. Lo que no significa que no aprendiera muchas cosas nuevas, que, por supuesto, he utilizado en la elaboración de este trabajo.

De especial interés fue cuando me contó sus motivaciones personales para estudiar los sueños de los ciegos. Todo empezó con unos amigos suyos invidentes, y la admiración que le producía lo bien que sabían conducirse en la vida. Una película, "Hasta el fin del mundo", en la que un científico conseguía que su mujer ciega viera gracias a una cámara capaz de grabar señales cerebrales asociadas a imágenes visuales, le hizo sospechar: "¿y por qué no puede haber imagen visual independiente de

22 la percepción?". La película era de ciencia ficción, pero ¿cuántas veces no ha ocurrido que con el tiempo la ficción se ha hecho realidad. Michel Jouvé en su Castillo de los sueños se adelantó a su época al proponer que el niño en el vientre de la madre sueña cosas que nunca ha visto. Pero Bértolo no quería limitarse a preguntar a los ciegos si tenían imágenes visuales o no,

sino que aspiraba a utilizar un método más

experimental y cuantitativo. Y de ahí surgió su idea de medir con electrodos las ondas cerebrales de los invidentes mientras sueñan.

Bértolo me contó cómo todo el mundo pensaba al principio que estaba loco, y lo mucho que le costó conseguir financiación. Pero, como yo, se puso en contacto con el equivalente portugués de la ONCE, donde encontró sujetos de experimentación. Bromeando me dijo que mi trabajo a base de encuestas iba a ser más fácil, que él tenía que ir de noche a la casa de los ciegos, conectarles los cables, despertarlos varias veces, hacerles dibujar… ¡Con lo cual se pasaba él toda la noche sin dormir!. La prensa mundial –en España todos los periódicos importantes- se hicieron eco de la investigación, y se mostró orgulloso cuando me dijo que Oliver Sacks, el importante neurólogo y más famoso divulgador en el campo biomédico, se había basado en sus tesis y había incluido su experimento en su libro “Los ojos de la mente”. Muy importante también es la aplicación práctica del mismo, a base de trabajos no muy lejanos a la historia de "Hasta el fin del mundo". Helder Bértolo sigue con sus investigaciones, dispuesto a demostrar que los ciegos tienen imágenes visuales. Ahora en concreto investiga sobre los movimientos

23 oculares que siempre las acompañan. Quedamos en volver a vernos la próxima vez que viniera a Madrid. ¿Ya he dicho que estaba muy contenta? Yo elegí como proyecto de investigación el tema de si los sueños de los ciegos son ciegos, y a mis 16 años había estado con el científico más pionero del mundo en este campo. Y, por si fuera poco, me había dicho: "En todo lo que de mí dependa, puedes contar conmigo”.

De este importante investigador aprendí una aplicación concreta del método científico que habíamos estudiado en clase: •

Hipótesis: los ciegos congénitos tienen en sueños imágenes visuales.



Deducción: de lo que se deduce que las ondas alfa de su cerebro deben experimentar la misma modificación que experimentan los no ciegos cuando ven.



Experimentación: comprobación experimental con el electroencefalograma. También la inclinación que tienen los científicos a utilizar en la mayor medida posible las matemáticas en los experimentos, o sea, cuantificarlos. Mientras continuaba las entrevistas a los ciegos –por correo, teléfono y en

persona, la ONCE de Collado Villalba decidió dedicar un número de su revista exclusivamente a mi proyecto, lo que me hizo mucha ilusión. Algunos lunes asistía a las tertulias que se realizaban en su local, y aprovechaba para hablar y conocer a nuevas personas con ceguera. Era genial tratar con personas tan especiales. Cada vez tenía testimonios de más ciegos, y algunas de las entrevistas las grababa. La Memoria de mi trabaja iba siendo cada vez más abultada. Aprendía mucho de cada persona con quien hablaba. Carmen, por ejemplo, que nació ciega, pero que con su ceguera era feliz, me dijo: “No aceptaría ver si me dieran la oportunidad; ahora tengo mi vida formada de esta manera y me hace feliz”. Le pedí que me dibujase unos objetos, comentándome que ella se basaba en el tacto. También me dijo que no recordaba haber tenido imágenes visuales en sueños. Incluso hablé con un ciego de nacimiento que trabajó en mi Instituto, el Lázaro Cárdenas, llamado Alejandro García, de 28 años. También en febrero asistí a una conferencia en Villalba en la que se buscaba

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Con mis amigos de la ONCE de Collado Villalba

promover el espíritu científico e investigador ya desde el bachillerato, investigación que tan necesaria es en España. Había profesores, directores, padres y alumnos de los Institutos de la ciudad. También estaba el alcalde y un investigador del CSIC. También en febrero asistí a una conferencia en Collado Villalba en la que se buscaba promover el espíritu científico e investigador ya desde el bachillerato, investigación que tan necesaria es en España. Había profesores, directores, padres y alumnos de los Institutos de la ciudad. También estaba el alcalde y un investigador del CSIC. Me puse en contacto con uno de los colegios principales de la ONCE en Madrid (CRE: Centro de Recursos Educativos de la ONCE), donde conseguí teléfonos y correos de profesores y personal. Luego contacté con la jefa del Servicio para Afiliados de la delegación Territorial de la ONCE en Madrid, y con el Ministerio de Deporte y Cultura, cuyo Departamento está en la Agencia principal de la ONCE en Madrid. Pero, a pesar de todo, era difícil dar con ciegos de nacimiento o con ceguera adquirida. Hasta que se me ocurrió contactar por internet.

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Yo, y mi Instituto Lázaro Cárdenas en el número especial que nos dedicó la Revista de la ONCE

En una página web de ciegos6 puse el siguiente mensaje:

6

http://angelacarolinapoeta.blogspot.com.es/search/label/blogs%20para%20ciegos

26 Hola, me llamo Beatriz Pascual y estoy haciendo un trabajo de investigación en Madrid. Para su realización necesito la ayuda de ciegos congénitos o totales, para hacerles unas preguntas. Si puedes ayudarme, por favor, dímelo. Un cordial saludo, Beatriz

Entonces comenzaron a responderme desde numerosos países. Pero sobre todo encontré a María Augusta, la única ciega de nacimiento que está completamente segura de tener imágenes visuales en sueños, por lo menos de los que yo he contactado; eso dio un giro radical a mi trabajo, aunque se tratase de sólo una persona. No siempre las cosas me han salido bien, aunque siempre surgía algo que cambiaba la situación y me hacía retomar el proyecto con mucha ilusión. En una ocasión apunté en mi cuaderno azul:

Me encuentro en el momento más difícil de mi trabajo; no sólo cuesta encontrar a los ciegos congénitos, sino que todos ellos no recuerdan haber tenido imágenes visuales. Claro que no se acordarían, y si las tuvieran, no serían como las nuestras; eso está claro. Pero no me voy a rendir; la importancia de esto estaría en que su cerebro pudiera formar ‘imágenes’, aunque sean bultos. Eso ya sería un gran avance, y Bértolo ha conseguido esos testimonios. Necesito un testimonio válido que dé un giro a mi trabajo […] Pero no hay que perder la fe.

Aunque otros científicos no habían hecho caso a Bértolo, o no el suficiente, yo sí. No pedía que un ciego de nacimiento soñase una imagen perfecta o clara, de hecho está claro que no podrían ser imágenes como las que vemos; pero sí un bulto, como anoté, o algo diferente a su vida diaria, que ya sería un gran avance. Entonces llegó María Augusta, la cual el 4 de abril me confirmó que tenía imágenes visuales en sueños y que eran muy claras a pesar de no poder explicarlas del todo, ya que ella nunca ha visto nada. También a través de esta página web di con el locutor de radio Humberto Rodríguez, y grabé por Skype, para su programa de radio, el día 9 de abril al medio día, una entrevista de 20 minutos, él desde Miami (Florida) y su ayudante en Madrid y yo, desde mi casa en Collado Villalba. El programa era intercontinental, fue una experiencia estupenda. Una vez editado lo subieron a la página web oficial donde se puede escuchar

27 y descargar:

Radio E IBERO AMERICA

De Miami http://EIberoAmerica.com Tertulias Intercontinentales http://eiberoamerica.com/tertulias.php Podcast 146: Beatriz Pascual Investiga Sobre El Tema De Los Suenos En Los Ciegos

“Yo lo que pensé fue en hacer un trabajo que nadie hubiera hecho antes o que estuviera poco investigado, y además si pudiera ser con el trato con otras personas me encantaría”, respondí en la entrevista, cuando Humberto me preguntó por qué elegí mi tema del sueño de los ciegos. Y debieron convencerle mis argumentos, porque finalmente me dijo: “A nosotros nos da mucho gusto tenerte aquí

en

EIberoAmerica.com, porque es un proyecto serio, un proyecto que se ve que a tu edad –jovencita- tienes el interés suficiente para desarrollar completamente”. Incluso me ofreció tener mi propio programa en su radio de habla hispana, desde Collado Villalba, en un apartado diferente, hablando de varias cosas; pero en estos momentos no tengo tiempo, aunque posiblemente vuelva a contactar con ellos algún día. A través de esta experiencia conocí a un especialista en el tema de los sueños, que lleva más de 35 años estudiándolos: Hilario Alonso. Hilario es ciego, y muy amablemente se puso además en contacto con mi tutor del trabajo, mi profesor de filosofía. Conocía la investigación de Bértolo. En el punto anterior me refería a su polémica con él. Hilario se ofreció, al igual que Bértolo, a seguir ayudándome a lo largo del trabajo Bértolo me recomendó ver una trilogía muy relacionada con el tema de mi trabajo de investigación, llamada “Hasta el fin del mundo”. Aunque las películas no eran muy interesantes y se hicieron bastantes pesadas -estaba en inglés y leía los subtítulos en español-, me ayudaron a entender mejor los conceptos de los que me habló Bértolo -la

28 llegada de las imágenes al cerebro, los impulsos cerebrales... y el cómo hacer ver a alguien ciego imágenes visuales- aunque en este caso mediante un aparato. Un hombre graba imágenes que, a través de otra persona, podrían conseguir que los impulsos cerebrales se transmitieran a la persona ciega y así ésa, la ciega que en este caso es su madre, pudiera ver las imágenes y en ellas a su familia y cosas preciosas como paisajes. Continué contactando con más ciegos y sin perder el contacto con otros.

Quiosco de la ONCE, de la calle Real de Collado.Villalba, en el cual entrevisté a uno de los voluntarios

En la Biblioteca Nacional de Madrid consulté el libro Los ojos de la mente de Oliver Sacks, el famoso neurólogo que se había hecho eco de las investigaciones de Bértolo. Y también me llegaron del científico portugués unos materiales inéditos, unos casos que confirmaban que los ciegos congénitos pueden tener imágenes visuales en sueños, y que amablemente me ofrecía para que utilizara en mi investigación. A todo esto, seguía en permanente comunicación con mis profesores, a quienes expresaba las cosas que se me ocurrían. Conocí en una de las tertulias a una de las responsables del Departamento de Cultura en la Agencia de la ONCE de Madrid de la calle Prim, llamada Eva y que venía

29 a dar una charla a los afiliados sobre el trato social a los deficientes visuales. Ésta chica me permitió ir a la Agencia principal de la ONCE, a Madrid, que era uno de mis objetivos, y poder hacer preguntas a los ciegos que allí estuvieran realizando diferentes actividades: otras tertulias, gimnasio... Sin ella no hubiese podido ir. Además, fue importante para el trabajo, porque me dieron permiso para poder nombrar a la ONCE, sin el cual no podría nombrar a la ONCE como colaboradores de mi investigación. Fui el día 21 de mayo, otra gran experiencia, el edificio era enorme. Tengo un buen recuerdo, y estoy muy agradecida.

Agencia principal de la ONCE, en la Calle Prim de Madrid

Empecé a sacar las primeras conclusiones al analizar poco a poco toda la información que tenía, e iba haciendo las últimas entrevistas. Además, a lo largo del trabajo comentaba con las personas que me rodeaban el proceso y las conclusiones a las que iba llegando, lo que más me estaba gustando -tratar con personas- y me animaba ver que llamaba la atención e interesaba. Una vez recogida toda la información, hice un recuento: en total he contactado con más de 60 ciegos y un sordo, pero habría que sumar los testimonios que he recogido en internet y los inéditos que me ha proporcionado Bértolo. Mantuve el contacto hasta el final con María Augusta, que era la persona clave de todos los testimonios que oí y

30 leí. Quedé con mi tutor en junio para sacar las conclusiones finales y organizar el trabajo, e hice otra cosa fundamental: envié un resumen de mi trabajo de investigación con las conclusiones y el esquema y proceso que tenía mi proyecto a Helder Bértolo. Me dio más que su aprobación, diciendo literalmente:

¡Hola Beatriz! ¡Enhorabuena! [...] Acabo de leer tu resumen y estoy encantado. Como revisor de distintas revistas científicas ya he leído muchísimos relatos científicos profesionales que no tienen la calidad que tu trabajo presenta. No encontré ningún error y estoy totalmente de acuerdo con la estructura que propones.

Este es el resumen de casi 60 páginas de memoria a modo diario en el que apuntaba todo lo que me ocurría y las sensaciones a lo largo del trabajo. Todo había ido genial y había descubierto cosas importantes de las que podía sacar grandes conclusiones.

31

4. METODOLOGÍA 4.1. PARTICIPANTES

En total son 63 personas con las que contacté, más unos testimonios fiables de internet. Finalmente 72 testimonios. A los que habría que añadir los 8 testimonios inéditos que me ha proporcionado Helder Bértolo -y que adjunto como material anexo a este trabajo. Pongo primero los deficientes visuales que tienen algo de resto visual, a continuación deficientes visuales que no ven nada (ceguera adquirida), y por último los ciegos de nacimiento. Pongo en negrita tres casos a destacar que habrá que discutir en su punto correspondiente.

CIEGOS TOTALES (DEFICIENTE VISUAL POR COMPLETO): CEGUERA ADQUIRIDA Orden de los datos •

Nacionalidad



Tipo de ceguera



Edad a la que perdió la vista y edad actual



Trabajo



Cómo son sus sueños



Datos de algunas de las personas

1. Carmen Báez (española): Ceguera adquirida debido a un accidente hace 12 años. Ahora tiene 62. No trabaja, y acude los lunes a la tertulia de la ONCE de Collado Villalba. En sueños ve perfectamente. Sus amigos y familia le ayudan a recordar cómo son las cosas. Además, sueña mucho con niños. Sueña que ve, pero que es ciega, vaya o no con bastón, e informa a los demás de que lo es. Acepta su ceguera. 2. Charo (española): Prefiere no dar más datos. Deficiente visual por completo. Perdió la vista a los siete años por un accidente en un ojo, y a los seis meses en el otro. Ahora

32 tiene 58 años y no trabaja. Aún tiene imágenes visuales en sueños y además recuerda colores. 3. Amable (español): Marido de Charo; prefiere no dar más datos. Ceguera adquirida por un desprendimiento de retina. Tiene 62 años y perdió la vista a los 18. Ahora no trabaja. Tiene imágenes en sueños y recuerda los colores, aunque algunas cosas las recuerda mejor que otras. 4. Luis Fernández (español): Hasta los 23 años tuvo un resto visual en el ojo izquierdo. Ahora tiene 50 años. Sus sueños son nítidos y recuerda los colores. No trabaja ahora. 5. Lenin Alejandro Carrera Oña (ecuatoriano): “Te cuento: resulta que yo perdí la visión a los 18 años, por lo que mis sueños son tal cual como cuando yo veía”. Ahora tiene 22. Trabaja en una página web dedicada a audios de películas para ciegos. 6. Jordi Montserrat (español): Tiene 25 años y es deficiente total desde los 15 años, por un accidente. Trabaja en una página web dedicada a hacer audios con música para que lo escuchen los ciegos. Sus sueños son nítidos aunque algunas imágenes sean más claras que otras. 7. Poemi Carolina (latinoamericana): Ahora tiene 34 años, y perdió la vista por completo a los 27. Lleva una página web de informativos actuales para ciegos. Sus sueños son nítidos; algunos con imágenes borrosas, o más claras en otras ocasiones. Muchos sin escena visual alguna, consistentes en una mezcla de emociones, sentimientos y cosas así. 8. Ricardo Gallol (español): Nació con un problema en la vista y durante algún tiempo pudo ver, hasta que con 10 años quedó ciego total. Ahora mismo tiene 64 años, y es abogado. Tiene imágenes en sueños, y también recuerda algunos colores. A veces sueña que es ciego y otras no. 9. Miguel Moreno Torbellino (español): Perdió la vista a los 4 años. Hoy día tiene 62, y trabaja en el museo tiflológico de Madrid. Sigue soñando con imágenes visuales. 10. César (español): Prefiere no dar más datos. Tiene 63 años, perdió la vista parcial a los 13, y por completo a los 17 por un desprendimiento de retina. Trabaja como profesor de deporte, fisioterapeuta y escultor; ha llegado a hacer una maqueta de su casa siendo ciego. Ve luces en su día a día, es decir, su nervio óptico sigue mandando señales a su cerebro y la sensación continua que tiene es de ver luces como fuegos artificiales, colores muy intensos y muy bonitos, pero que le dan problemas a la hora de dormir. Algunos de sus sueños tienen imágenes claras, nítidas, pero no todos. Está seguro de que los ciegos de nacimiento no pueden tener ni imágenes visuales ni algo parecido en

33 sus sueños. A pesar de que no teníamos muchas opiniones en común, aprendí mucho hablando con él. 11. Humberto Rodríguez (Fort White, Florida, USA; estadounidense): Su testimonio fue el siguiente: “Soy ciego total, no congénito; veía bien hasta los 28 años, cuando de pronto se me inflamó un ojo y se me nubló la vista; me dieron cortisona y mejoró, pero durante los próximos doce años, volvió a ocurrir, una y otra vez, en ambos ojos, hasta quedar ciego a los 40 años. Ahora voy a cumplir 72 años”. Es locutor de radio (con quien grabé el programa). En sus sueños suele soñar con imágenes aunque no siempre claras; sin embargo, nunca ha soñado como si fuera una persona ciega. 12. Carlos (español): Prefiere no dar más datos. Ceguera adquirida desde los 79 años; actualmente tiene 83. Ahora no trabaja y sus sueños son nítidos. Tiene pesadillas tipo laberinto. Aunque sueña que es ciego, ve imágenes. 13. Juan Ángel Hernando (español): Tiene 56 años, y empezó su ceguera muy joven, antes de los 10, por degeneración macular. Ahora trabaja como afiliado de la ONCE. Sueña con imágenes visuales, unas veces en blanco y negro y otras en colores. 14. VOLUNTARIA (española): Prefiere no dar más datos. Actualmente tiene 60 años y no ve desde los 12. Ahora no trabaja, y sus sueños son nítidos normalmente. 15. Luis Humánez (español): Ceguera adquirida desde hace poco tiempo -este mismo año-: ahora tiene 56 años. Trabaja como afiliado de la ONCE. Algunos sueños en oscuridad total y otros con imágenes visuales. 16. Mercedes Sánchez (española): Tiene 65 años y es ciega desde los 14 años. Ahora no trabaja. Sueña con la gente que vio, y al soñar con cosas que ha visto, si ve las imágenes, y traslada a la gente a sitios en lo que ya ha estado. Los colores los recuerda totalmente y ve todo tal cual en sus sueños. 17. Loli Robles Sánchez (española): Tiene 45 años y es ciega desde los 35. Fue perdiendo la vista poco a poco. Ahora trabaja en una empresa. Sueña con imágenes y colores a veces nítidos, a veces no. 18. Samuel Serrano (español): Ceguera adquirida, desde hace 30 años. Ahora tiene 70. Sus sueños son nítidos, pero a pesar de ver no puede realizar actividades de videntes –conducir, disparar. Comenta que cuando se pierde un órgano, sueñas al principio que lo sigues teniendo. “Ves y no ves.” “Y a las personas que no he visto no les pongo cara”. 19. Pedro Lázaro García (español): Ahora tiene 70 años y lleva 15 sin ver. Sus sueños son nítidos. 20. Karina (latinoamericana): Prefiere no dar más datos. Tiene 29 años, perdió la vista a

34 los 3 a causa de un retinoblastoma bilateral y antes de esa edad aprendió algunos colores que aún recuerda, como el azul, negro, rojo, amarillo, blanco o celeste. “Esto me parece relevante porque he notado que las patologías relativas a la forma en que se perdió la vista, influyen en la percepción onírica”. Trabaja con una página web donde pone textos y poemas, adaptados para gente ciega. Acerca de sus sueños, dice textualmente: “En mis sueños, igual que en mi realidad, tengo gente a mi alrededor que me dice cómo son las cosas, cómo se ven o a qué distancia se encuentran; cuando estoy sola me guío con ayuda de un bastón. Hasta ahora nunca he soñado que pueda ver. Sin embargo, para mí lo interesante es que otros compañeros también no videntes, que han perdido la vista a mayor edad que yo, al soñar sí pueden ver”.

CIEGOS DE NACIMIENTO Orden de datos •

Nacionalidad



Tipo de ceguera



Edad actual



Trabajo



Cómo son sus sueños



Datos de algunas de las personas

21. Hilario Alonso (español): Tiene 55 años; lleva como 30 estudiando la ceguera y los sueños, tema en el que es gran experto. Trabaja como escritor principalmente, y colabora en la radio. 22. Carmen (española): Prefiere no dar más datos. 68 años. Perdió la vista a los 10 meses, por lo que muchos la consideran ciega congénita; la causa fue un ataque de meningitis. Su marido es deficiente con resto visual, y su hija tiene problemas visuales, aunque sus sueños son normales. Ahora no trabaja. Destacable su vitalidad y su aceptación de la ceguera. Sobre sus sueños, no recuerda ninguna imagen visual. Fui a su casa a hacerle dibujar, y el dibujo demostraba que tenía una buena percepción. Según ella, al imaginar los objetos no intentaba pensar en una forma -por lo que pienso que puede ser la razón de cómo sueña. Ha llegado a soñar que conducía, pero hay que tener en cuenta que un amigo le ha dicho cómo se hace y le ha intentado enseñar aunque parezca una locura. Es importante resaltar que se enteró de que era ciega cuando fue a la escuela de su pueblo, con poco más de 10 años.

35 23. Segunda Silva Rivera (española): Siendo ciega de nacimiento, cree poder ver imágenes. Tiene 54 años y es profesora de inglés en un colegio especial de Recursos para personas ciegas. Me ha dicho cosas muy interesantes. En su caso nació ciega pero viendo luz (claridad y oscuridad). En sus sueños los objetos “están ahí”, como si pudiera percibirlos, aunque no sabe si eso significa que se los imagina o pueda verlos, ya que el resto del sueño es como su día a día. Ella cuando toca o habla de algo, se crea una idea, como una “imagen”: “Yo creo que tengo mi imagen; es como cuando hablo, y me creo una imagen que luego en sueños mi cerebro sería posible que empleara”. Ha llegado a soñar que conducía. 24. Alejandro García (español): Tiene 28 años, y dice ser ciego ‘de incubadora’; ahora está estudiando, y ha trabajado en el Instituto Lázaro Cárdenas. No recuerda cómo son sus sueños. 25. María Augusta Granda C. (ecuatoriana): De 47 años, ciega congénita de nacimiento, sueña con imágenes. Es el caso más importante con el que he contactado. Ahora no trabaja. Sus testimonios por correo electrónico son los siguientes, según las preguntas que le iba haciendo: Aunque en la realidad yo jamás he visto nada porque, como te mencioné anteriormente, mi ceguera es congénita, [mis imágenes visuales] no son iguales a las que sueñan los ciegos que han adquirido la ceguera como es el caso de mi esposo […], ellos han visto antes, por eso a hora que no ven tienen imágenes más cercanas y descriptivas. Yo sueño que conduzco un coche y sueño que veo; pero lo que más he soñado hasta hoy es con bebés. Le pedí una comparación, una sensación, lo que recordara nada más despertar. Si era algo suave, agradable, lo que fuera. Su contestación fue: Lo que normalmente sueño es con bebes y los veo, sobre todo a un niño gordito peladito y de ojos verdes. Es un niño hermoso la verdad y lo veo sin problemas Solo una vez soñé que manejaba un carro, espero que esto te sirva Para tener una idea más clara, le volví a preguntar: ¿Y cómo sabes que es el color verde si nunca has visto colores? ¿Por lo que te ha explicado la gente?. Respondiendo: No. Lo que sucede es que yo me imagino el verde tan fogoso y neutral, pues hay varias tonalidades de ese color Yo estaba impresionada: ¿Pero cómo han conseguido explicarte cómo es ese

36 color?, ¿lo asocias con algún tacto?, ¿no te parece impresionante que, siendo ciega de nacimiento, puedas ver todas esas cosas y no los otros ciegos? Si todos me dicen lo mismo, que tengo una gran percepción; yo muchas veces siento hasta en que forma me miran, y no sé cómo explicarlo. Y por último: ¿Podrías relacionarme el color verde con alguna textura u objeto?” Si con un collar de esmeraldas no legítimas pero sí parecidas. 26. Antonio Martín (español): Ciego total desde los nueve meses, y tiene actualmente 62 años. No trabaja. No conserva recuerdo de ninguna imagen visual ni de los colores. Aun así, tiene un importante testimonio sobre sus sueños: “Creo no haber soñado nunca con que estuviera viendo. Mis sueños están siempre relacionados con la limitación del espacio conocido por mí; quiero decir que, si aparecen personas o situaciones desconocidas que no controlo, suelen ser origen de dificultades y miedos. Te podría contar muchos sueños, pero tal vez el que desde hace tiempo recuerdo es uno en el cual yo estaba paseando con una chica por el muelle de un puerto de mar. Se levantó una ventisca y el muelle iba separándose de la tierra, como una isla a merced del océano mientras el viento arreciaba. El espacio se iba estrechándose y el mar nos quitaba terreno. Lo que era un paseo emotivo se convertía en pánico. Despierto rodeado de agua y moviéndose la porción de suelo bajo mis pies. En ocasiones he soñado que caminaba por el fondo del mar; pero nunca solo, sino con personas que me ayudaban a salir. También he soñado con animales o con determinados monstruos figurados por mí, que entran en casa o me persiguen. Creo que el desconocimiento de cómo desenvolverme en los espacios o las situaciones marca buena parte de mis sueños. Cuando sueño con personas, lo característico es la voz, o las manos o la sonrisa; y la mayoría de las veces me quedo en un plano inferior, sin que ello quiera decir que el sueño no sea agradable”. 27. Víctor Kléber Guerra Rengifo (ecuatoriano): A pesar de ser ciego de nacimiento, distingue luz de oscuridad -resto visual de 0,05%, considerado como ceguera total. Sus problemas visuales graves vienen desde 1995. Actualmente tiene 67 años. Según sus descripciones de sueños, cree poder ver lo que tiene delante, y a la vez puede tocarlo todo de una sola vez; son sueños básicamente táctiles. Afirmaba en uno de sus correos la sensación que he nombrado pero con más detalle: “Yo he tenido sueños en que tengo la sensación de observar, pero está relacionado con el tacto y las cosas que conozco. Por ejemplo, he soñado con el Chimborazo, el volcán más alto del Ecuador, pero antes tuve

37 conocimiento de su forma, de la nieve, en qué áreas es más fácil para escalar e incluso toqué una maqueta. Todo esto quedó grabado en mi memoria y en el subconsciente al tener esa información. Alguna vez soñé con eso, era como observar en grande algo que en realidad por mi condición de discapacidad no podría soñar porque uno sueña únicamente con lo que puede apreciar, el resto no es más que el poder de la imaginación. En esto del poder de la imaginación recuerdo que una amiga que también es ciega, dice que de niña no sabía cómo son los ratones y soñaba que dichos roedores eran cuadrados. Es un punto para pensar que la imaginación tiene mucho que aportar en los sueños, estoy casi seguro que las personas ciegas que afirman que ven en los sueños no es más que un juego de la imaginación que en ocasiones puede coincidir con objetos y paisajes que existen”. 28. Marcial Sánchez Sánchez (español): Actualmente tiene 55 años y trabaja como afiliado en la ONCE. Sueña normalmente en un sitio, sin ver, sin paredes y sin nada; como la vida diaria, sin imágenes visuales en sus sueños. 29. Ricardo (español), caso especial: Prefiere no dar más datos. Actualmente tiene 69 años. Nació ciego; consiguieron darle vista pero a los 6 meses la perdió parcialmente de nuevo por glaucoma infantil. Le quedó un resto visual hasta los 12 años que consistió en luz, bultos y algunos colores; recuerda todo lo que ve hasta los 12 años en su condición, como son paisajes y sobre todo algunos colores. Tras volver a perder la vista completamente se habituó a ser ciego total, echando de menos la vista, aunque para él no es un gran drama. Sueña mucho que está en su pueblo y con cosas actuales alternando sueños con imágenes y sin imágenes, acompañados de sonidos y habitualmente bultos. En sus sueños utiliza bastón, lo que podría interpretarse como que aún no ha aceptado por completo la ceguera adquirida. Ahora no trabaja.

DEFICIENTES VISUALES Orden de datos •

Nacionalidad



Tipo de ceguera



Edad actual y a qué edad empezaron sus problemas de vista



Trabajo



Cómo son sus sueños

38 •

Datos de algunas de las personas y si influyen las personas de su alrededor.

30. Fernando Fernández Gómez (español): Actualmente tiene 58 años. En su vida diaria tiene un 3% de visión, por lo que es deficiente visual con algo de resto que le permite recordar. Empezó a perder la vista a los 6 años a causa de queratocono. Su madre tiene también problemas de vista y vive con su mujer y sus hijos, que le ayudan si hace falta pero se maneja muy bien. Jefe de la agencia de la ONCE en Collado Villalba. Sueña nítido. 31. Carmina (española): Prefiere no dar más datos. Mayor de 70 años. Empezó a perder la vista hace 15 años aproximadamente, por temas de la edad. Va los lunes a la tertulia de la ONCE de Villalba, Su marido le ayuda a guiarse y es quien influye en su día a día. Sueña nítido. 32. Ana (española): Prefiere no dar más datos. Deficiente visual, de 58 años. Colaboradora con la ONCE de Collado Villalba, y lleva muchos años perdiendo la vista por culpa de una enfermedad degenerativa. Sueña nítido y sus familiares y amigos le hablan del entorno, aunque es deficiente visual con resto de vista. 33. Luis María García (español): De 59 años; empezó a perder la vista por diabetes hace no mucho. Ahora no trabaja. Sueña nítido y es deficiente visual. Aún se acuerda bien de las cosas -si hace falta le ayudan a recordar las cosas que peor ve. 34. Herminio Maña (español): Tiene 78 años, y perdió la vista hace 3 años por cataratas. No ve los detalles de las cosas; además es daltónico. Lleva la revista de la ONCE de Villalba. Sueña nítido y sueña que no es ciego. Tiene un hijo de 46 años con cataratas. 35. Julio Fernández (español): Tiene 80 años y empezó a perder la vista poco a poco hace 15 aproximadamente. A veces ve imágenes en los sueños, pero ya ha olvidado el detalle de muchas cosas. Un dato importante es que a veces sueña tan nítido que le dan ganas de llorar. 36. Carmen de la Felicidad Romero (española): 71 años. Ha ido perdiendo poco a poco la visión desde los 60 aproximadamente. Va a la ONCE los lunes. Sueña nítido y recuerda bien las imágenes. 37. Pedro Coruña: Prácticamente igual que Carmen, la ciega anterior. Sueña nítido y recuerda las imágenes. Va a la ONCE los lunes. 38. Julián (español): Prefiere no dar más datos. 72 años ahora. Tiene glaucoma desde principios del año 2000 por enfermedad degenerativa de tipo inflamatorio que ataca al

39 epitelio cromático de la retina. Le gusta mucho cantar, y lo hace en algunas de las tertulias de los lunes en la ONCE de Collado Villalba. Sus sueños son muy nítidos, como cuando veía bien. 39. Carlos Ferrari (venezolano): Deficiente visual de 69 años. Pérdida de visión degenerativa, desde hace unos 10 años aproximadamente,

por una enfermedad

compleja de la retina. Sueña nítido. 40. Juan José Sobrechero (español): Deficiente visual de 35 años por una enfermedad degenerativa desde hace muchos años. Trabaja vendiendo cupones de la lotería para la ONCE. Sus sueños son nítidos. 41. Agustín (español): Prefiere no dar más datos. Deficiente visual de 67 años. Ha perdido la vista por la edad, desde los 60 años aproximadamente. Ahora no trabaja y sus sueños son nítidos. 42. Sara López (española): Deficiente visual de 35 años. Trabaja vendiendo cupones de la ONCE, y nació ya con problemas de vista. Sus sueños son nítidos. 43. Berta (española): Prefiere no dar más datos. Deficiente visual de 78 años, por una enfermedad llamada de la mácula que es progresiva y la tiene desde hace aproximadamente 20 años. Sólo ve si se acerca. No recuerda cómo son sus sueños, pero cree recordar que ve imágenes. 44. Elena (española): Prefiere no dar más datos. Deficiente visual de 36 años. Nació viendo, aunque con problemas de vista. Cada vez ve peor. Trabaja de secretaria para la ONCE de. Su madre, ciega total, no recuerda imágenes visuales. 45 Isabel (española): Prefiere no dar más datos. La primera ciega con la que contacté. Deficiente visual por accidente cuando era muy pequeña, perdiendo la visión poco a poco Ahora tiene 44 años. Desde 1997 usa bastón Tiene dos niñas que ven, y un marido con problemas visuales a causa de una enfermedad genética. Isabel ve claridad y oscuridad y los objetos como bultos. Trabaja vendiendo cupones de la ONCE. Sueña como nosotros, es decir, nítido. Suele acordarse de sus sueños y recuerda los colores puso un ejemplo en el que va por el metro. Me regaló un escrito por ella en Braille y un comic de la ONCE. 46. Ana (española): Prefiere no dar más datos. Estuve en su casa para la entrevista. Tiene 65 años y no trabaja ahora, aunque es una persona especialmente activa y viaja mucho. Tiene retinosis pigmentaria, enfermedad que le hace perder la vista de forma degenerativa -cada vez se cierra más su campo de visión y deja de ver los colores, es la luz la que le degenera progresivamente su vista. La enfermedad se hizo grave desde los

40 30 años. Sus sueños son nítidos y recuerda muy bien los colores. 47. Vanessa González (española): Directora del Consejo Nacional de Rehabilitación y Educación Especial. Tiene 40 años y es deficiente visual parcial, es decir, tiene imágenes aún por lo que sus sueños son nítidos. 48. Francisco Bautista Pérez (español): Deficiente visual de 38 años por una enfermedad degenerativa. Trabaja como colaborador en una revista llamada Esperanza. Sus sueños son nítidos. 49. Jackeline Ulloa (latinoamericana): Tiene 32 años y un problema degenerativo de la vista. Ahora no trabaja y sus sueños son nítidos. 50. Juanjo Montiel (latinoamericano): Deficiente visual de 43 años y con problemas de vista graves. Ahora no trabaja y sus sueños son nítidos. 51. Marido de Maria Augusta (ecuatoriano): Prefiere no dar más datos. Es deficiente visual desde los 17 años, tiene ahora 36. Trabaja en una empresa, y sus sueños son nítidos. 52. Esteban Segura Peñaranda (latinoamericano): Deficiente visual de 35 años de edad. Retinosis pigmentaria, que le permite ver actualmente un 10%. En sus sueños tiene imágenes visuales de las cosas que en su momento vio. Por ejemplo sueña algo con sus padres o personas que conoce, y en los sueños, los puede ver, ya que antes cuando era más joven, podía verlos; pero por ejemplo con Claudia, una persona a la que nunca había visto, solo la podía recrear en su mente, con la descripción de su físico que ella le dio en su momento. Trabaja como colaborador en una página web para ciegos, y sus sueños son nítidos. Me dio unos ejemplos de sueños muy curiosos, realmente interesantes, en los que explica cómo puede imaginar una sonrisa o recrear a una persona con una descripción de ella, claro que hay que tener en cuenta que él antes había visto y es más fácil que para quien nunca ha visto. Al igual que uno de los ciegos de nacimiento, Antonio Martín. 53. Ángela Carolina (latinoamericana): 38 años. Trabaja como colaboradora de una revista. Siendo deficiente visual, sus sueños son nítidos. 54. José Córdoba (español): 71 años. Empezó la ceguera a en el año 97, con 17 años. Sus sueños son nítidos, aunque cada vez menos. El problema de su ceguera es nervio óptico seco. 55. Maite Durán (española): 54 años. Empezó la ceguera con 36 años por una miopía magna. Ahora no trabaja. Cada vez sueña menos nítido, pero aún tiene imágenes

41 visuales. 56. Manuel García (español): 56 años. Empezó la ceguera con 38 por glaucoma. Ahora no trabaja. No sabría definir bien sus sueños, pero hay imágenes visuales, como cuando veía. 57. Teresa García (española): Deficiente visual de 54 años. Empezó su ceguera a los 17 por una degeneración macular. Ahora no trabaja. La mayor parte de sus sueños contienen imágenes visuales. A veces mezcla. Comenta que cada vez es más fácil detectar la ceguera. 58. Fran Rieño (español): 85 años. Empezó la ceguera a los 43 por degeneración macular. Sueña nítido y con torpezas. 59. Encarna Rivero (española): 70 años. Empezó la ceguera con 38 años por miopía magna y degeneración macular. Sus sueños son normales, cada vez menos nítidos. Con mucha angustia en las pesadillas. 60. Josefa León (española): 67 años. Empezó los problemas graves de vista desde a los 36 años por miopía galopante y malla en la retina. En los sueños desagradables no ve y en los normales ve todo bien. 61. Aurora Gómez (española): Deficiente visual de más de 70 años, y sus problemas de vista empezaron a darse hace poco tiempo. Sueña nítido. 62. Mari Carmen Cajal (española): 64 años. Ciega casi de nacimiento, pero actualmente tiene sólo problemas graves de vista. Ceguera por cataratas congénitas. Ahora no trabaja. Sueña mejor de lo que ve. Por el resto visual que tiene ve casi los colores, pero más apagados. 63. Hija de Carmen (española): Prefiere no dar más datos. Tiene un problema degenerativo, pero resto visual. Tiene 24 años y estudia en la Universidad. Sus sueños son nítidos.

OTROS TESTIMONIOS

En

la

página

de

internet:

http://www.infociegos.com/espanol/index.php?option=com_content&task=view&id=20 &Itemid=46, podemos encontrar 8 testimonios fiables de ciegos totales. Dos ciegos de nacimiento manifiestan no tener imágenes visuales en sueños. Otra ciega desde los 2 años tampoco las tiene. Otros, que perdieron la vista posteriormente a los 5 años, con-

42 firman la teoría tradicional de han ido perdiendo progresivamente las imágenes visuales en sueños. 72. Alberto Ímaz: Este hombre no es ciego. Es sordo de nacimiento –el sordo con el que hablé. Tiene 75 años y nunca ha imaginado un sonido.

4.2. PROCEDIMIENTO

Realicé las entrevistas: por internet, por correo y en persona. El material empleado fueron cuadernos, grabadora, vídeo y ordenador principalmente. Las preguntas que hice fueron las siguientes:

Por internet únicamente: si usted no es ciego, ¿conoce alguno a quien le gustaría participar?

A todos: •

¿Podrías ayudarme y podría hacerte unas preguntas?



¿Crees que sería posible que un ciego de nacimiento tuviera imágenes visuales en sueños, a pesar de que no fueran las imágenes que tiene una persona que ve normal?



Un profesor portugués llamado Helder Bértolo realizó un experimento para demostrar que los ciegos de nacimiento pueden tener imágenes visuales en sueños; ¿Cuál es tu opinión?



Opinión sobre mi trabajo.

A deficientes visuales: •

Nombre, edad actual, nacionalidad



¿A qué edad empezaron sus problemas de vista?



¿Cómo son tus sueños? Describe alguno si puedes, o simplemente dime cómo son.



¿Son todos tus sueños nítidos?



¿Eres ciego en tus sueños?; ¿Has soñado alguna vez, siendo ciego en el sueño, que podías ver?

43

Ceguera adquirida: •

Nombre, edad actual, nacionalidad



¿A qué edad adquirió la ceguera?



¿Cómo son tus sueños? Describe alguno si puedes, o simplemente dime cómo son



¿Tienes sueños nítidos?



¿Sigue habiendo colores en tus sueños?



¿Qué sentido predomina en tus sueños?

Ciegos de nacimiento: •

Nombre, edad actual, nacionalidad



¿A qué edad adquirió la ceguera?



¿Cómo son tus sueños? Describe alguno si puedes, o simplemente dime cómo son



¿Has tenido alguna vez imágenes visuales en sueños o algo diferente a lo que es tu vida diaria?



¿Realizas en sueños actividades típicas de personas videntes como es conducir un coche?



¿Crees que podrías dibujar un objeto?



¿Qué sentido predomina en tus sueños?

44

5. RESULTADOS Deficientes visuales:

Todos tienen sueños nítidos y suelen recordar los colores, aunque unos más que otros; quienes empezaron con graves problemas de vista muy jóvenes, suelen tener y recordar las imágenes más borrosas que quienes tienen los problemas visuales desde hace menos tiempo o de más mayores.

Ceguera adquirida:

NÚMERO

EDAD ACTUAL

EDAD (PERDIÓ LA VISTA)

EN SUEÑOS VE…

1

62

50

Perfectamente

2

58

7

Perfectamente

3

62

18

Perfectamente

4

50

23

Perfectamente

5

22

18

Perfectamente

6

25

15

Perfectamente

7

34

27

Perfectamente

8

64

10

A veces ciego, a veces nítido

9

62

4

Tiene imágenes visuales a veces

45

NÚMERO

EDAD ACTUAL

EDAD (PERDIÓ LA VISTA)

EN SUEÑOS VE…

10

63

17

Perfectamente

11

72

40

Perfectamente

12

83

79

Perfectamente

13

56

Antes de los 10

A veces nítido

14

60

12

Perfectamente

15

56

55 Perfectamente

16

65

14 Perfectamente

17

45

35

Perfectamente

18

70

40

Perfectamente

19

70

55

Perfectamente

20

29

3

En la realidad recuerda Colores, pero no ha soñado que pueda ver

Ciegos de nacimiento:

Divididos entre los que distinguen luz de oscuridad pero nunca han visto, y los que no distinguen nada.

46 NÚMERO

IMÁGENES EN SUEÑOS

21

NO

22

NO

23

Es posible

24

No recuerda

25



26

NO

NÚMERO

IMÁGENES EN SUEÑOS

27

NO

28

NO

29

NO

Que ven luz:

Los testimonios de internet, de la página de Infociegos, parecen contradecir mi hipótesis de que los ciegos de nacimiento tienen imágenes visuales.

47

6. DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS Los resultados de mi investigación confirman las ideas tradicionales sobre los sueños de los invidentes, es decir: 1) que los congénitos no tienen imágenes visuales, 2), que rara vez las tienen cuando han perdido la vista antes los 5 años de edad, y 3) que las imágenes visuales van disminuyendo conforme pasa el tiempo de ceguera. Pero hay una excepción clara, otra dudosa, y un caso interesante. María Augusta Granda, ecuatoriana de 47 años, ciega de nacimiento, el caso nº 25, con la que me comuniqué por correo electrónico, y a la que concedo mucho espacio en el trabajo dada su importancia, manifiesta de manera muy firme que sí tiene imágenes visuales en sueños. Por otra parte, Segunda Silva, española, también ciega de nacimiento, el caso nº 23, respondiendo a las preguntas de mi encuesta dice que es posible que tenga, que sueñe con imágenes visuales. Estos dos casos han sido los descubrimientos más importantes de mi trabajo de investigación, porque anulan la posición mayoritaria de que los ciegos de nacimiento no tienen imágenes visuales en sueños, a la vez que apoyan la minoritaria y más nueva de Helder Bértolo. También habría que destacar el caso de Miguel Moreno, el nº 9, quien, habiendo perdido la vista a los 4 años, sigue teniendo imágenes visuales en sueños a sus 64. Este testimonio no contradice la teoría tradicional, porque esta no mantiene que sea imposible tener imágenes visuales habiendo perdido la vista con 4 años, sino que es raro. Se ve claramente en el trabajo de Hurovitz, quien dice “casi nunca”: “individuals who become blind before the age of five seldom experience visual imagery in their dreams”-, porque cuenta con excepciones comprobadas: “although Deutsch reports some visual imagery in six schoolchildren who lost their sight before age five” (1928). Pero estoy contenta de haber dado con un caso infrecuente en el tema de mi trabajo. Por otro lado, también he podido comprobar las ideas ya aceptadas de que la ayuda del entorno facilita el mantenimiento de las imágenes visuales, y cómo los ciegos son capaces de dibujar. Por último, resaltar como bien dijo Espinosa en su trabajo, que si una persona acepta su ceguera, tiene más posibilidades de soñar que no es ciego, y por ello realizar en el sueño actividades que son comunes en las personas que ven sin ningún problema.

48

7. CONCLUSIONES 7. 1. A NIVEL PERSONAL Este trabajo me ha encantado por varias razones: 1) Por las relaciones personales que he establecido gracias a él, porque no solo he aprendido cosas sobre el tema de los sueños de los ciegos, sino sobre el ser humano en general. 2) Por su dificultad, que ha hecho que me esforzara y diera lo mejor de mí misma. 3) Porque he ido descubriendo continua y gradualmente cosas nuevas y sugestivas, lo cual ha sido muy emocionante. 4) Porque he aprendido, cosas que no sabía: las distintas clases de ceguera; cómo funcionan los sueños de los ciegos; lo plástico y lo fantástico que es el cerebro y que no sería de extrañar que los ciegos soñaran imágenes visuales por procedimientos distintos a la percepción. Nunca me cansaré de contar una y otra vez esta experiencia. Claro está que mi investigación no es tan científica como la de Helder Bértolo. Pero he estado todo este tiempo y sigo estando muy ilusionada, lo mismo que he visto ilusión a mi alrededor por mi trabajo -como en los ciegos de la ONCE de Collado Villalba. Yo también sueño con imágenes visuales, en las que me imagino de mayor haciendo una investigación de la importancia de Bértolo. Pero por el momento me conformo con presentar ante el tribunal mi trabajo, del que estoy muy contenta y orgullosa.

7.2. A NIVEL CIENTÍFICO

Mi hipótesis era que los ciegos congénitos podían tener imágenes visuales al soñar. Reconozco que es una hipótesis audaz, pero tampoco una fantasía, porque ahí está Helder Bértolo, a quien tanto le debe este trabajo de investigación. Para confirmar mi hipótesis en la medida de lo posible he realizado decenas de encuestas, cuyos resultados han sido en su inmensa mayoría contrarios a ella. Aun así he encontrado un caso que la confirma y otro dudoso. ¿Qué concluir de ello? Reconozco que no es gran

49 cosa, pero estoy contenta, porque, ahora que he acabado el trabajo, me doy cuenta de la enorme dificultad del tema que me había propuesto. ¿Sueñan los ciegos que nunca han visto con imágenes visuales?, ¿los sueños de los ciegos ciegos son? Toda la vida algunos de ellos han estado diciendo que sí tienen imágenes visuales, Helder Bértolo ha hecho unos impresionantes experimentos y está también convencido de que sí las tienen, yo he encontrado un par de casos que van en esa línea. Como he aprendido de mis profesores de Ciencias, el cerebro es lo más maravilloso del universo, y, por tanto, perfectamente capaz de hacer que los ciegos de nacimiento tengan en sueños imágenes visuales. Esta sería mi conclusión.

50

8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Alonso,

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24.pdf G. León, O. (2010). Cómo redactar textos científicos en Psicología y Educación. Actualizado normas APA 6ª (2010). La Coruña: Netbiblo. Hurovitz, C., Dunn, S., Domhoff, G. W., y Fiss, H. (1999). The dreams of blind men and women: A replication and extension of previous findings. Dreaming, 9, 183-

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