6 EL CRISTIANO Y LA PALABRADE DIOS (Primera parte) Sant 1.18-21 1. El pensamiento de los vv anteriores continua en el v 18: 1) Tan bueno y generoso es nuestro Dios (v 17) que él quiso hacernos nacer, es decir, nos dio la vida espiritual. 2) El pecado da a luz la muerte espiritual, v 15 3) Pero Dios, destruye el efecto del pecado, haciendo nacer al pecador, o como dice Pablo, le da vida. 2 “nos hizo nacer por la palabra de verdad”. -- Esta declaración de Jacobo tiene sus equivalentes en otras apartes del NT. 1) Lc 8.11. La semilla que produce el nacimiento de la planta que busca lograr el sembrador, es la P de D. 2) 1 Pe 1.22-25. (Déjese la explicación para un poco después). 3) Juan 3.1-7. Evidentemente el nuevo nacimiento en Jn 3 es el nacer de Stgo. 1.18. (1) Lo que causa el nuevo nacimiento es el Espíritu obrando por medio de la Palabra inspirada por él, cuando el hombre responde a esa Palabra con su obediencia siendo bautizado. (2) El momento de ese nacer de nuevo es cuando la persona obediente sale del agua en el bautismo. -- La palabra nacer es salir, brotar, como el frijolito que el niño siembra cuando se le enseña el proceso de la vida vegetal. (3) En el famoso pasaje del nuevo nacimiento en Jn 3 el nacer de nuevo del v 3, es el nacer de agua del v 5.

-- Como dice Ro. 6.3,4 ese nacer de agua sucede al salir del agua en el bautismo, que es una inmersión. (4) Veamos la secuencia en el nuevo nacimiento: 1. Primero la semilla, que es la P de D, Lc 8.11, es sembrada en el corazón del hombre (Mt 13.19). 2. Enseguida él la acepta en su corazón, es decir la cree. 3. Luego, esa semilla germina saludablemente fortaleciendo la fe y luego causando el arrepentimiento en ese corazón que en la parábola del sembrador se le compara a una buena tierra, Mt 13.23. 4. Finalmente, la semilla produce un cristiano que brota, que nace, y a su debido tiempo llega a producir fruto. Mt 13.23. 3. Si uno ve Ef 2.1-2 a la luz de Stg 1.18 lo que Pablo dice se hace más claro: Los efesios recibieron la vida cuando llegó hasta ellos la Palabra de Dios, el evangelio. 4. Col 2.12,13 hace eco a Stg 1.18. 5. Un pasaje que se explaya más en lo mismo que dice Jacobo en 1.18 es 1 Pe 1.22-25. -- Veámoslo con algo de detenimiento. 1) V 22: Los receptores de la carta habían purificado sus almas por la obediencia a la verdad. 2) V 23: (1) Esa purificación se produjo al ser ellos renacidos, es decir al nacer de nuevo. (2) Ellos renacieron de la simiente o semilla incorruptible, por la palabra de Dios. -- El pasaje de Pedro dice contiene la misma enseñanza de la parábola del sembrador que ya vimos. (3) Esa semilla, la Palabra de Dios (Lc 8.11), vive y permanece para

siempre. 1. Desde entonces y hasta el final de los tiempos, la semilla, que es la Palabra de Dios, es y será el medio divino para purificar las almas y para causar el nuevo nacimiento. 2. En esto el hombre tendrá que hacer su parte: Obedecer la verdad, la Palabra de Dios, v.22. -- Este es un buen momento para señalar una verdad que se deja ver a través de la Escritura: El evangelio (v 25), contiene hechos que deben ser creídos y mandamientos que deben ser obedecidos. 3) V 25: Esa palabra, esa semilla purificadora está contenida en el evangelio que se les había anunciado a los receptores de la carta. -- Contenida en el evangelio que al vivir y permanecer para siempre se sigue anunciando y se seguirá anunciando hasta fin del mundo, Mr.16.15 y Mt 28.18-20. Volvamos a nuestro pasaje en Santiago 6. “nos hizo nacer”, -- Jacobo y los recipientes de la carta ya habían nacido, es decir, eran cristianos. 7. “para que seamos primicias de sus criaturas”. 1) Aquí la palabra importante es primicias. 2) Jacobo usa una palabra que les era familiar a sus lectores judíos. 3) La palabra significa los primeros frutos. Es decir los primeros frutos del año que daban los sembradíos. (1) Los judíos ofrecían a Dios los primeros frutos o primicias el primer día de la semana que seguía al día de la Pascua. -- Ese día ellos llevaban al sacerdote un manojo o gavilla

de lo que había comenzado a brotar en sus campos. A esa ofrenda a Dios se le llamaba las primicias. (2) Cincuenta días después (siete semanas y un día) se celebraba la fiesta de Pentecostés, que en realidad se llamaba La fiesta de la Cosecha, (la palabra Pentecostés significa quincuagésimo, o cincuentavo). 4) Los cristianos nacen por la Palabra para ser primicias de las criaturas de Dios porque ellos son muy especiales para él. 5) Pero recordemos lo que apenas vimos: Que la palabra “primicias” lleva la idea de que a los primeros frutos le seguirán otros. (1) En el uso que el NT da a la palabra, no refiriéndose a los frutos de la tierra, la idea es la misma: 1. 1 Co 15.20,23: Cuando Cristo resucitó vino a ser las primicias de los cristianos quienes también resucitarán como él. 2. 1 Co 16.15: Estéfanas con su familia fueron las primicias de Acaya, o sea los primeros cristianos de Acaya, a los que siguieron muchos más convertidos. 3. En este sentido, al llamar Jacobo primicias a sus lectores, quienes nacieron por la Palabra de Verdad, pone sobre ellos la responsabilidad de hacer que les sigan más personas que también nazcan por la Palabra. (2) Puesto que también nosotros hemos nacido, como todos los cristianos, por la Palabra, Dios espera que nos sigan otros que nazcan, quienes también serán primicias de otros y así sucesivamente.

1. Dios espera que todo cristiano trabaje para traer a otros a Cristo. 2. En realidad esta idea de que todo cristiano sea un propagador del evangelio se ve a través de todo el NT. -- El Sr. expresó la misma idea pero en otra forma en su parábola: da fruto a treinta, sesenta o a ciento por uno. 8. Vv 19-21. 1) El v 18 nos ha dicho que la Palabra de verdad nos hizo nacer; los vv 19 al 21 vv nos hacen ver que uno puede nacer por la Palabra pero al final no salvar su alma si no continúa recibiendo con mansedumbre esa Palabra. 2) Los vv 19 al 20 señalan además los requisitos que uno debe cumplir para que la Palabra logre su efecto salvífico: (1) Una disposición para escuchar. (2) Un dominio de la lengua que tiende a hablar de más. 1. Después Jacobo se extenderá en señalar el peligro de una lengua que no es refrenada, c 3. 2. Por lo pronto notemos este pasaje: Pr 10.19. (3) Un control de la ira. -- El hombre iracundo está incapacitado para la obediencia, v 20. 3) V. 21: En resumen, el cristiano ha de hacer a un lado la inmundicia, es decir la suciedad moral y la malicia.