Unidad 5

• El Adjetivo y el Adverbio

“Los adjetivos son palabras que modifican al los nombres sustantivos determinándolos o calificándolos. Los adverbios son palabras que modifican a los verbos, a los adjetivos o a otros adverbios.”

EL ADJETIVO Y EL ADVERBIO Los adjetivos son palabras que modifican a los nombres sustantivos, determinándolos o calificándolos: nuevos aviones; cielo azul; este libró. El nombre sustantivo tiene una significación muy extensa: hombre abarca a todos los hombres; pero si digo hombre grueso o este hombre, restrinjo la significación de hombre, calificándolo (grueso) o determinando a qué hombre me refiero (éste). Todas estas palabras que reducen, precisan o concretan la extensión indefinida del sustantivo se llaman "adjetivos".1 Es, por tanto, nota esencial del adjetivo la de acompañar y modificar el sustantivo. Los adverbios son palabras que modifican a los verbos, a los adjetivos o a otros adverbios.2 EJEMPLOS: El tren marchaba muy rápidamente. Animales terriblemente feroces. Juan vive muy lejos.

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Los modernos gramáticos, al referirse al rango de las palabras, distinguen entre términos primarios, secundarios y terciarios, según la importancia e independencia del vocablo. Así, por ejemplo, la expresión "muy mala película" consta de un término primario, el sustantivo película; un término secundario, el adjetivo mala, y un término terciario; el adverbio muy. Según esto, el adjetivo suele ser definido como palabra que funciona generalmente como término secundario, es decir, que se caracteriza por su dependencia de otra -el término primario-, sin el cual no puede aparecer en la frase. Viejo, joven, bueno, malo, pintado, despintado, son palabras que por si solas carecen de sustancia, si no se refieren a un sustantivo (término primario) del cual nos dicen su juventud, vejez, bondad o maldad. 2

Son, pues, los adverbios términos terciarios porque dependen de un término secundario cuya significación precisan o modifican.

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ALGUNAS NORMAS PRÁCTICAS DE REDACCIÓN PARA EL ADJETIVO Y EL ADVERBIO I. Del adjetivo A) CONCORDANCIA DEL ADJETIVO.- Un solo adjetivo puede referirse a varios sustantivos. ¿Debe ponerse en plural o en singular, concordando con el más próximo? Predomina la concordancia en plural: "Geografía e Historia americanas"; pero también se puede decir "Geografía e Historia americana". Cuando los sustantivos son de distinto género, entonces el adjetivo se pone en masculino y plural o en masculino singular.3 EJEMPLOS: Son necesarios mucho dinero y mucha paciencia. Es necesario mucho dinero y mucha paciencia. B) COLOCACIÓN DEL ADJETIVO.- Las lenguas germánicas, por regla general, anteponen el adjetivo al sustantivo: "un negro caballo", en vez de "un caballo negro". Hay autores que defienden esta colocación diciendo que, al anteponer el adjetivo "negro", imagino primero la idea de color para adjudicarla inmediatamente al caballo. En cambio, posponiendo el adjetivo, pienso primero en el caballo para adjudicarle después el color. Y como el color más corriente en el caballo no es precisamente el negro, sino el castaño, resulta que -según esta opinión- la posposición del adjetivo en este caso exige un doble esfuerzo mental. Quienes así opinan, olvidan que la operación mental por la que imagino "un caballo negro" es instantánea. No hay tiempo para imaginar primero el color y luego el animal al que se aplica. Tan rápida es dicha operación que no hay lugar para estas digresiones bizantinas. Con la misma razón podríamos argüir que, al decir "un negro caballo", imagino primero a "un negro" -confundiéndolo con un hombre de color-, para después tener que desglosar la idea primera y aplicarla a un caballo. Todo esto no es más que una disección mental, psicológicamente 3

Esta concordancia específica del adjetivo masculino cuando acompaña a un sustantivo masculino y a otro femenino ("un hombre con pantalón y chaqueta negros") es, a nuestro juicio, una consecuencia -una repercusión gramatical- de lo que los filósofos llaman "cultura masculina" o concepción masculina de la Historia. Concepto éste que choca ya en un mundo en el que la mujer se equipara casi por completo al hombre en sus derechos, deberes y capacidad jurídica y laboral. En un mundo, pues, no femineizado, sino que ha dejado de ser preferentemente masculino, sería lógico pensar en la posibilidad de modernizar esta vetusta regla de la concordancia del adjetivo cuando acompaña a un sustantivo masculino y otro femenino. Nos atreveríamos a sugerir la regla siguiente: Cuando uno de los sustantivos a que se refiere el adjetivo es masculino y el otro femenino, se tendrá en cuenta para la concordancia la situación o proximidad entre el término primario y secundario. Así, por ejemplo, se diría: "claveles y rosas rojas" o "rosas y claveles rojos". Es decir, que la concordancia estaría determinada por la proximidad del adjetivo al sustantivo. El adjetivo concordaría con el sustantivo más próximo. Y se diría: "aquel hombre llevaba una chaqueta y un pantalón rojos" o "...un pantalón y una chaqueta rojas”.

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falsa. • En español, el adjetivo antepuesto al sustantivo atrae la atención sobre la cualidad a que dicho adjetivo se refiere: bello paisaje. • El adjetivo pospuesto es el que nos dice cómo es el objeto para distinguirlo de otros: caballo alazán y caballo blanco. • Recuérdese también que, a veces, la idea varía según la colocación del adjetivo: un pobre hombre y un hombre pobre; un hombre grande y un gran hombre; noticia cierta y cierta noticia. C) Es muy importante evitar la aglomeración innecesaria de adjetivos de análoga o similar significación. EJEMPLO: Notorio y manifiesto; ilustre y preclaro; bello y hermoso... (Azorín ha dicho: "Si un sustantivo necesita de un adjetivo, no lo carguemos con dos. El emparejamiento de adjetivos indica esterilidad de pensamiento. Y mucho más la acumulación inmoderada.") D) Evítense los adjetivos inexpresivos, que no dicen nada nuevo. Son éstos los que algunos gramáticos llaman términos vacíos porque se pueden aplicar a cualquier cosa o hecho. EJEMPLOS: Una tarde maravillosa. Un espectáculo lindo. E) Es frecuente "encariñarse" con algún adjetivo que resulta cómodo y del que se abusa sin medida. No es raro encontrar personas para las que todo es estupendo, o maravilloso o magnífico... Este es un vicio que conviene vencer, sobre todo al escribir. En resumen, las principales virtudes de la adjetivación son la variedad, la propiedad y la riqueza. Los vicios son: la monotonía, la vaguedad y la pobreza.

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II. Del adverbio NORMA GENERAL.- El adverbio ha de ir lo más cerca posible de la palabra que modifica. EJEMPLOS: Canta maravillosamente. Se expresa correctamente. ADVERBIOS DERIVADOS EN "MENTE".- Esta facilísima forma de transformar adjetivos en adverbios (mansa, mansamente) tiene el inconveniente de la monotonía y de la cacofonía, producidas por el abuso de estos sufijos en "mente". Cuando los adverbios modales de este tipo son consecutivos, se aplica la terminación en "mente" sólo al último. EJEMPLO: Vivíamos tranquila y holgadamente. Este defecto puede subsanarse utilizando como adverbios a otras palabras. Por ejemplo: si suprimimos el sufijo "mente", podemos decir, en vez de "se expresa muy oscuramente", '`se expresa de un modo muy oscuro". O también: "pronuncia claro"; en vez de "pronuncia claramente." EJERCICIOS a) Señálense los adjetivos de las siguientes frases. EJEMPLO: La miel es dulce. 1. Una piedra cayó desde el alto puente y se incrustó en una vieja choza. 2. Un tanque grandísimo irrumpió de pronto por las soleadas calles del pequeño pueblo. 3. Un tren corriente suele llevar hasta diez vagones amplios y cómodos. 4. La vieja bicicleta, mohosa y muy usada, se partió por el cuadro cuando el hombre gordo dejó caer sobre los escuálidos hierros su pesada humanidad. 5. El coche más pequeño, el de la carrocería roja, es más veloz que el coche grande amarillo. b) Indíquense los adverbios de las frases siguientes y las palabras a que modifican. EJEMPLO: 54

Andrés "lee" bien, "escribe" mal y "cuenta" despacio (bien, mal y despacio modifican, respectivamente, a "lee", "escribe" y "cuenta"). 1. Entonces, el alpinista, sepultado entre la nieve, gritó jubilosamente cuando vio claramente la luz que le llegaba poco a poco por una hendidura muy estrecha. 2. El agua, al humedecer continuamente el techo de la casa, amenazaba con hundir completamente la humilde casucha. 3. El señor Pérez ha llamado nuevamente para recordar que se le envíe definitivamente el libro solicitado. 4. El pescador contempló calladamente su barca averiada... Después desapareció rápida y silenciosamente. 5. El tierno croar melancólico de las ranas formaba el fondo permanente de calma en la gran noche de calar. Los dos caminaron en silencio; no había ya necesidad de hablar. c) Intercálense en cada una de las siguientes frases los adjetivos: atractivo

excelente

confortable

prudente

fantástico

magnífico

encantador lujoso

acogedor

maravilloso delicado

hábil

Acóplelos, según su significado, en el lugar marcado con puntos suspensivos. Si es necesario, varíe el género y el número. EJEMPLO: Es un niño muy despierto. 1. Le alojaron en un ... hotel. 2. Aspiraba al primer puesto después de un ... examen. 3. Permanecieron reunidos en un ... salón. 4. No pudo llevar a cabo sus ... sueños. 5. Pudo dominar su mal humor observando un ... silencio. 6. El presidente llegó en un ... automóvil. 7. El padre trajo del Japón un ... regalo. 8. La señora del gerente es ... 9. El día de su santo envió a su mujer un ... recuerdo. 10. El ambiente de la ciudad era ... 11. Se han eliminado las complicaciones gracias a contar con un ... director. 12. En Madrid abundan las chicas ... 55

d) Intercálense en las siguientes frases los adverbios y frases adverbiales: convenientemente

después de

en realidad

de memoria

mucho

bastante

sobre todo

suficientemente

a menudo

encima

mucho más

tan de repente

de vez en cuando

nunca más

a gatas

demasiado

muy

Escriba el adverbio o frase adverbial más apropiados para cada frase en el lugar de los puntos suspensivos. EJEMPLO: Nos divertimos mucho en la fiesta. 1. Yo suelo venir a este café... 2. He puesto la mesa delante de la ventana y el cuadro lo he colocado... 3. ...todo se reduce a corregir lo escrito. 4. He comido...; siento pesadez de estómago. 5. No lo haré..., dijo el niño arrepentido. 6. Pude entrar... por la estrecha abertura. 7. ..., se oyó un enorme estampido. 8. Ha recitado la lección... 9. No soy un parroquiano asiduo; sólo vengo... 10. ..., tenga usted cuidado con las emanaciones de los gases. 11. Ya me parece que he hecho...por ti. 12. ...comer me cepillo los dientes. 13. Luis vino al colegio...rápidamente. 14. Ha conseguido un color...bonito. 15. Cuelgue la campana con una cuerda...fuerte. 16. González salió de la prueba...airosamente que Martínez. 17. El profesor expuso,...rápidamente como pudo, su tesis. 18. Sea en su conversación...discreto. 19. El tren llegó...temprano que el autobús. e) En las frases que van a continuación falta uno de los adverbios o frases adverbiales siguientes: insuficientemente

fastuosamente

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escasamente

maravillosamente

despacio

de hecho

a escondidas

excelentemente

detrás

pobremente

cómodamente

pronto

de vez en cuando

por fin

adrede

a la postre

agradablemente

Escriba el adverbio o frase adverbial más apropiados para cada frase y en su lugar adecuado. EJEMPLO: Llegó, después de tanto esperar ("por fin" es la frase adverbial que falta al principio de este ejemplo). 1. en todo su discurso, el orador combinó las palabras 2. es un gran técnico; resolvió el problema de los transportes 3. los asesinos pagan sus maldades 4. te portaste mal; tiraste la piedra 5. fue un gasto superior a lo que en principio se pensó 6. hoy no vamos a tu casa; mañana iremos 7. vaya usted; aquí hay mucho tráfico 8. dormitaba arrellanado en un sillón del despacho 9. si caminamos los veremos mejor 10. vive porque tiene inmensas riquezas 11. la visita fue recibida 12. se está haciendo tarde; nos tendremos que marchar a casa 13. pedía limosna vestido 14. pasear es bueno para la salud; debemos hacer este ejercicio 15. yo creo que come; está delgado 16. se comieron las manzanas que robaron a Pedro 17. los que estaban en la sala llegaban a dos docenas

NOTAS COMPLEMENTARIAS ABUSO DEL ADJETIVO.-Wolfgang Kayser recuerda que hay tres clases de adjetivos: "caracterizador u objetivo" (vertiente escarpada, mesa redonda), "afectivo o exornativo" (las palabras aladas, el pobre muchacho) y el que se usa como "formula" (el hondo valle, el verde soto, el anchuroso mar). *

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"Algunos escritores -dice Marouzeau- abusan de la facilidad que les ofrece el inagotable material de los adjetivos y apenas si dejan un sustantivo sin calificación". Y añade: "La multiplicación de los epítetos raramente sirve para reforzar una impresión. Dicha multiplicación, a menudo, dispersa y cansa la atención". Es decir, que resulta contraproducente. EJEMPLO: Sus bellos ojos esmeralda, su mirada clara, profunda, escrutadora, su color de trigo maduro, su pelo reluciente y negro, su nariz recta, fina y orgullosa, sus labios gruesos, rojos, su cuello esbelto, etc., etc. La figura que así se intenta dibujar se pierde, se esfuma, entre la nebulosa de adjetivos que, como los árboles, no nos dejan ver el bosque. Y es el propio Marouzeau quien cita aquella frase de Voltaire: "el nombre y el adjetivo son enemigos mortales", o aquella otra afirmación del poeta francés Paul Valéry: "El epíteto ha perdido valor; la inflación de la publicidad ha reducido a nada la potencia de los adjetivos". El poeta chileno Vicente Huidobro, en su poema "Arte poética", dice: "el adjetivo, cuando no da vida, mata". *

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REACCIÓN NOMINAL.- "El epíteto -escribe Dauzat en "Le génie de la langue francaise" caracteriza cada día más al lenguaje periodístico -donde su facilidad lo impone a la redacción rápida- y al lenguaje burocrático que lo cultiva por tradición. En la literatura ha surgido una clara reacción, con una vuelta a la construcción nominal. Primacía para el sustantivo que expresa la idea y designa al objeto de modo más pleno, más neto. Bien elegido, el sustantivo puede ser suficiente, liberado del epíteto inútil". "Con razón -continúa Dauzat- los escritores reaccionan contra el abuso de las formas superlativas y adverbios que se sobreañaden al adjetivo: esa exageración del lenguaje, a la que nuestra época tanto se inclina, con el abuso de lo "formidable", de los calificativos y cuantitativos, debe ser perseguida bajo todos sus aspectos". *

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COLOCACIÓN DEL ADVERBIO.-Aunque la colocación del adverbio en la frase española es muy libre, como norma general, debe ir -según hemos dicho- lo más cerca posible de la palabra que modifica. "Cuando se antepone dice Criado de Val-, su valor es menos concreto que si aparece en segundo lugar: BIEN está, indica una determinación menos precisa que está BIEN". El adverbio se coloca en primer lugar -afirma Marouzeau- si aporta una determinación vulgar, corriente, de tipo calificativo: suficientemente cocido; convenientemente pagado. Se pone en segundo lugar (se pospone) si contiene una determinación precisa, cuya definición interesa: llegar inopinadamente; actuar cristianamente".

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