UNA COMIDA Y UN RECUERDO

iiiijiiiiirtim Tomo XLVI ufj iitii Madrid, Diciembre de 1921. Núm. OOTUI SUMARIO l'na comida y un recuerdo.—Síntomas cardiacos de origen intestina...
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iiiijiiiiirtim Tomo XLVI

ufj iitii

Madrid, Diciembre de 1921.

Núm. OOTUI

SUMARIO l'na comida y un recuerdo.—Síntomas cardiacos de origen intestinal, por el Dr. R. Luis y Y&gno.—Sobre iniciación en fisiología, por el Dr. Carlos Blanco Soler.—/iurrAu* {Reflexiones de un psicólogo), por el Dr. Abdón Sánchez-Herrero.—.Noía clínica: Con motivo de dos casos de nefrectomía por tuberculosis renal, por el Dr. Carlos Negrete.— Bibliografía, por los Dres. Oarcia Trivlños y A. Mut y Gil.

UNA COMIDA Y UN RECUERDO Loa profesores del Instituto Rubio solían reunirse, en años anteriores, al final del curso, en banquete de despedida, y al concluir el pasado lo han hecho invitados por su director, D. Luis Soler y Soto, que con ello ha querido dar, sin duda alguna, nueva prueba de su desprendimiento y amor a la institución. La comida tuvo lugar en el restanrant Tournié, y fué espléndida, como corresponde al crédito de la casa y al desinterés del anfitrión. El afecto y la más completa cordialidad reinaron en tan grata fiesta. La dificultad de corresponder individualmente los congregados a tal obsequio, habieron de querer resolverla los reunidos, firman do un menú encabezado con estas palabras: «Afecto y gratitud», y haciendo construir en plata un facsímil de él, para entregárselo al Dr. Soler, en recuerdo de acto tan cordial. La placa es tal como lo representa este grabado. BBV. IBEBO-AMEK. DX CIKH. MÉD.—XLTI.

Dititmbre

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^I.I>R.]L/VI^^.ybl^KP^-.-^bl' o j.rrcro Y iji;i, es una dif'Tcncia esencial. Kl mineral i-s b,ise y fundamento .Id animal y v('{í>'tal. Y amitos mundos tieu'-n estrecdias ndaidones q u " son difíciles s e p a r a r . Los actos m;ís idi'va ios en la economía son rejcidos por preceptos de .i contracción m u s c u l a r tiene cmno fundamento el jrasto de energi;! a e x p e n s a s de los liidrocarbonados íforina circulante de lu eneifííji. si'gún Lainblifí), con jiroducídiui de ácido hictico, (¡ue t r a n s f o r m a el fosfato bisi'alico en monos'idico, alter.ando así la re acción (lo la santrre, m á s c r e a t i n a , p t o m a í n a s , e t c , i;i traltajo in telectual ila Intíar a los r a y o s N, que .se recof^ím en una p a n t a l l a , ni m á s ni menos , el cual hace el papel de un oxidante que fijara una molécula de O sobre el alcohol etílico. Así podíamos seguir citando ejemplos, que afirmarían hasta la saciedad las ideas que inició Lavoissier con tanto acierto. Y para excitar vuestra curiosidad en un problema tan obscuro como el sexo, os citaré la influencia que sobre él tienen algunas leyes físico-químicas; las flores de los melones lo mismo son hembras que machos; pero si unas las ponéis al sol y otras a la sombra, las primeras son machos y del sexo opuesto a las últimas. A temperatura elevada son machos solos (Minot). Si a algún huevecillo de la rana se le quita algo de agua, aparecerán hembras. La tensión superficial hará cambiar el número de individuos en el arnedillo. Por último, nuestras pesquisas con Murga en el pasado curso nos hace afirmar que a las perras sometidas con anterioridad y durante el embarazo, a inyecciones de adrenalina, el sexo de la cria es macho. (Dos fueron sometidas a este tratamiento, y los resultados fueron: en una, cuatro machos y una hembra, y eo la otra, cinco machos y una hembra.) Esta idea nuestra ha sido inspirada del estudio del sexo de los hijos en las mujeres hipotiroideas e hiposuprarrenales. He aquí el calor, la deshidratación, la tensión superficial, que son leyes físicas, influyendo en un problema biológico de tanta trascendencia y un cuerpo químico aislable: la adrenalina, obrando de manera al parecer decisiva. Pero ¿es que acaso no hay distinción entre la materia mineral y la organizada?... Sí, la hay; y el abismo qae las separa es tan grande en el actual modo de ver de la ciencia, qae sólo pre-

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ocupaciones partidistas y vehemencias de escuela puede pasarlas por alto con una despreocupación nada científica. Ligereza, pues, la de Schoreder al hablar de vida en los cristales, que, como dice Pujiula, no hizo más quo confundirnos con unas palabras hueras de sentido; ligereza la del autor del monismo trascendente al afirmar que no hay secretos en la Naturaleza, porque todos se reducen a una ley físico-química; ligereza y orgullo vano (aunque esfuerzos muy loables como experimentos científicos) la (le Leduc de Nantos, al decir al mundo que había hecho vivir plantas artificiales en vasos y tubos de ensayo. Es menester que brevemente nos detengamos en las experiencias de este autor y en las de Herrera, de Méjico. El primero presenta, en Reims, la síntesis maravillosa de la estructura del nácar realizada por difusión. Consistían las preparaciones en estrías de carbonato y fosfato de cal en gelatina. Nada opondremos nosotros a este bellísimo experimento, pero sí al alcance que se le ha querido dar. Querer destrozar atributos de la materia viva por él, es vano; pues las actividades de la substancia viva entran en lo que tienen do secreción dentro del mundo mineral. Creemos ver por 6! nosotros el abrazo de unión entre un reino y el otro, pero en manera alguna la merma de atribuciones del Bér vivo. Bien podría decir Zacarías Martínez, si comentara este experimento, «que la química estudia los efectos de los fenómenos, su parte más superficial y externa...» Leduc con Félix ha podido cultivar plantas artificiales, que en verdad no son más que la repetición de las experiencias de Bottger y Moritz. Traube (1886), fundadas en membranas químicas semipermeables. Para que un ser tenga vida se necesita organización, asimilación y desasimilación, crecimiento y reproducción (Ocafla). Nada de esto presentan los ejemplos de Leduc y de Félix. Herrera, de Méjico, considera la sílice como el fundamento de la vida y en unión de ella en estado coloide, más ácido carbónico, agua, Bilice mineral, etc., forma aspectos morfológicos de animales.

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Bien demostrado está modernamente rjue la sílice no es necesaria para vivir. Ligereza es, pues, dar i;iiiyor alcance de io «^ue se del)e a estos experimentos, y prescindo de infinidad do ellos, como las discusiones sobro los cristales li')UÍ'ios, Las de cristales satélites, los estudios de Xiise, etc., que harían interminable esta lección. Dif^amos que los cuerpos que integran a la materia oi'gánica son creados sobre los inorgánicos; que las leyes (lue rigen a éstos también influyen sobre aquéllos, pero no de una manera exacta, ciega, como en ellos. Así, la osmosis se estrella con la electividad do las células del intestino, y si un mismo protozmi nac vivo en agua cargada de ("'I Xi), le ponemos en una atraOsfern qu
os libertará.•>

Y r;qué verdad es esa, qut^ liberta para siemiire al que la conoce? ¿Cuál es la suprema síntesis do la ("iencia, la l'^ilosofía y la Religión en el siglo x x ? Muy sencilla. La p l u r a l i d a d de mundos y la p l u r a l i d a d de e x i s t e n c i a s de los espíritus. Así. c a d a uno resulta convertido en «artífice voluntario de su propia d i c h a » , como escribió Alian Kardoc. Todo lo espera del amparó do Dios, primero, y del propio

trabajo,

después.

Construye

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con 8X18 obras 8U de8tino. Sabe qae llegará a la perfección relativa pronto o tarde, según la intensidad de sus esfuerzos, pero la obtendrá para siempre. Esta certeza es un consuelo inmenso para el sentimiento, y da a la voluntad-acctdn an poder irresistible. El que sabe eso, es an hombre libre, un héroe singular del Bien. ¡Desdichado Nerón, cuya ignorancia le impidió reconocer la verdad! ¿Qué pensaría de su porvenir? ¿Creería que aquellos crímenes quedarían impunes? ¿No sospechó la jerarquía de los seres invisibles? ¿No sabía la equitativa ley del Karma, popular en la India, mucho antes de la civilización romana, la cual enseña qae el culpable tiene que expiary

reparar él mUmo (en sas futuras exis-

tencias) sus crímenes, hasta que la justicia de Dios quede satisfecha, o, como dijo Jesús: «No saldrás de allí (de la Tierra) hasta que hayas pagado el último cuadrante»? El mal quedará reducido a cero, cuando la Ciencia llegue a su grado máximo.

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NOTA C L Í N I C A Con motivo de dos casos de nefreelomia por tulierculosis renal POR EL DR. CARLOS

KEGRKTE

Del Instituto Rubio.

Tema es el de la tuberculosis renal tan vario, tan complejo, con modalidades tan distintas en sus comienzos, en su sintomatología, en su evolución, en la manera de influenciar los distintos tramos del aparato urinario y el estado general del enfermo, que a pesar de lo que se escribe y se discute, siempre encuentra el clínico problemas que resolver en el campo diagnóstico y en la terapéutica a seguir; por otra parte, su frecuencia hace que sea siempre de actualidad, ya que cada caso particular es una incógnita que se presenta al urólogo. Parto del principio que la tuberculosis renal es una afección esencialmente quirúrgica, salvo las excepciones que ya citaremos, y, por consiguiente, creo fuera de la realidad las discusiones que aun hoy se suscitan entre médicos y cirujanos relativas al tratamiento; en tanto no se presenten casos diagnosticados con todas las de la ley, curados anatómica y clínicamente, ya espontáneamente, ya por medios médicos, la tuberculosis renal no sólo es tributaría de la cirugía, sino que hoy es lema en buena clínica urológica «diagnóstico precoz, intervención precoz», y de éstos sí que pueden presentar casos todos los urólogos. Ccuo í."—D. R. T., de treinta y ocho aflos, casado, natural de Cieza (Murcia) y residente en Falencia, población en la que vi por primera vez a esto enfermo a mediados de Enero de este año. Enfermo pusilánime en extremo, con temperamento nervioso exaltado en grado máximo por las molestias de una polaquiurla

2) dilatar y drenar, cicatrizando, sin dejar otras huellas q i ' ' pequeñas señales. Transcurren veinte años sin novedad alguna. Al cabo de este tiempo padece una rlblenorragia?, a la que sitrue una orquicpididimitis violenta y dolorosa; algo se alivia con tratamiento módico de fomentos, pomadas, ' la persistencia. vii;ne a Madrid y consulta con un distinguido y notabiji-imo cirujano, que procede a la extirjiación d(d testículo izquier 1M, francamente fímico; nuevamente pasa un periodo de calma; altrún dolor en regiones renales, más en la izquierda, y fri-cuencia de micción, inician un nuevo resurgir del proceso sin nio lifieación apreciable del estado general; así las cosas, en Diciembre do 1920 se acentúan ¡os síntomas del aparato urinario infi^rior, caraeterizados por poliuria, polaquiuria, p
TKAHA.IOS ( I K K i l N A l . K S

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Últimas {rotas t e ñ i d a s de sanírre; chorro delicado; poliuria turbia característica

renal; sistema nervioso e x a l t a d í s i m o , c o n t r a s t a n d o

todo ello con un mag'nífico estado {reneral de i-olmstez. En estas condiciones queda p l a n t e a d o el iirolili'nia siguiente: diagnóstico do la lesión, uní o biK-ucralidad di' la inisiua; e x a m e n funcional del riñim supuesto suuo y terapéutica a seguir; c o n v e n i do el traslado a Madrid, (¡ueda instalado en ••! Sanatorio de Xues t r a Señora del Hosario, a los dos o tres días. Instituímos un t r a t a miento caliuanti' p a r a ir p r e p a r a n d o al enfenno a todas las expío raciones precisas. Con un.-i son ¡a (¡na, número •> ' (la u r e t r a no permití'el paso de otra m a y o r ) , rceoíremos directamente de vejiga unos c u a n t o s centímetros cúbicos de orina, que, ccmtrifugada, dfinnf'sira, por examen directo, la existencia clara y manifiesta de bacilos de Kocli. El análisis de la orina glob.il do veinticuatro horas da el siguiente rBieos en niños recién nacidos, por Margaret Warnnick. (Dr. Carlos S. de los Terreros.) La» in%raeion6» de la» lombrices intestinales en el organi»mo. r«l lil^. 0^

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ÍNDICE D E L TOMO CÜATBIGE8IM08EXTO

VII

Páginas.

Anafllaxla.—Coloidoclasia, por el Dr. José Madinaveitia. (J. Mut.) Análisis clínicos de los esputos, por Remigio Dargallo. (J. Mut.).. Aparato digestivo y sus anexos, Dr. A. So4imidt. (J. Mut.) El pneuraotórax artiflcial en su aplicación a la cura de la tisis de los pulmones, por J. Reventós. (J. Mut.) Enfermedades de la sangp-e y de las glándulas de secreción interna por el Prof. Dr. O. Naegeli. (J. Mut.) Enfermedades de las vías urinarias, por el Prof. Dr. Barón Alejandro von Koranyi. {J, Mut.) Errores diagnósticos y terapéuticos y manera de evitarlos, por el Prof. Dr. J. Schwalbe. (J. Mut.) Estabilización de los tintes de plata en sus aplicaciones a los organismos espiritares, por Carlos de Maortua Errores en la lucha antituberculosa, evidenciados por el propio dogmatismo imperante, por el Dr. J. Chabás. (Dr. Qarcia Trivifio.)

Quia y formulario de Terapéutica, por el Dr. (J. Mut) Impotencia y pérdidas seminales patológicas, por el Prof. doctor P. Fttrbriiiger. (J. Mut.) La psiquiatría del médico práctico, por el Dr. A. Fernández-Victorio y Coelfia. (J. Mut.) Las Indicaciones do la esterlliMclóa .en la mujer, por el profesor Dr. Q. Wlnter. (J. Mut.) La tuberculosis pulmonar, su patogenia, diagnóstico y tratamien' to, por el Dr. Klemperer. (J. .Mut.) Manjual de Histología normal, por el Dr. Enrique Berdal. (J. Mut.) Metabolismo, Dr.'F. A. Hoffmann. (J. Mut.) Patología quirúrgica, por el Dr. Lozano. (Dr. Riosalido.)

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