Desarrollo Nº 257

NOVIEMBRE 2009

Seguimos cuesta abajo

El 83,9% de las empresas de Baleares no comparte la versión ‘oficial’ de la crisis y suspende la acción de gobierno de Zapatero y Antich

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os gobiernos central y autonómico negaban la existencia de la crisis cuando sus efectos ya eran palpables para las empresas y ahora mantienen un discurso de ‘brotes verdes’ y bonanza que choca con la realidad a la que día a día se enfrenta la clase empresarial y la sociedad en general. Ni entonces ni ahora la actitud del tándem Zapatero-Antich nos beneficia. Al contrario. Entonces, se perdieron oportunidades al faltar una rápida reacción que sí se produjo en otros países de nuestro entorno. Las medidas anticrisis que finalmente se adoptaron no fueron las adecuadas y ahora, con una política basada en la deuda y un déficit público próximo al 10%, con la aprobación negociada de unos presupuestos irreales y sin haberse corregido los problemas de financiación de las empresas, estas carecen del apoyo necesario y somos el único país europeo que no ha logrado remontar la crisis. Esta es la opinión de la gran mayoría a tenor de los resultados del sondeo hecho para Desarrollo por el Instituto de Estudios Avanzados de Baleares (IBES) a 500 empresarios, propietarios y gerentes. Una encuesta practicada entre el 21 de septiembre y el 9 de octubre cuando la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega aseguraba triunfal que “ya hemos pasado lo peor”. El estudio revela que sólo el 16,1%

de las empresas está de acuerdo con la versión ‘oficial’ de la crisis, mientras que el 83,9% enmienda la plana al Gobierno asegurando que seguimos cuesta abajo y sin el freno que supondría la labor de un ejecutivo responsable. El 96,8% de las grandes empresas tienen la certeza de que lo peor no ha pasado: el sector industrial es el que más secunda esta opinión (88,6%), por encima del sector servicios (87,9%) y el comercio (80,1%). Queda meridianamente claro el signo de sus respuestas. El estudio de IBES refleja además, como se demuestra en páginas sucesivas, que la sangría del paro seguirá en los próximos meses, que nos espera entre uno y dos años más de crisis y que los empresarios suspenden a Rodríguez Zapatero y a Antich por su negativa gestión de la crisis y por la ineficacia de las medidas arbitradas por ellos basadas en unos presupuestos que no gustan a nadie y, en Baleares, con un sorprendente endeudamiento histórico que no se corresponde con la falta de acción del Govern de Pacto.

Editorial

R.D. / Palma

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La encuesta ha sido realizada a 500 empresarios de Baleares después de que el Gobierno asegurara triunfal que “ya hemos pasado lo peor”.

¿Hay alguien ahí?

orprende que mientras los empresarios tienen claro cuál es la realidad, quienes tienen la responsabilidad de representarlos mantienen un papel genuflexo ante el desgobierno del Pacto. Esa es la actitud del Circle d’Economia o de la Cámara de Comercio, cuyos discursos apenas se distinguen del de Francesc Antich. Pese a que las medidas anticrisis no surten efecto el silencio es casi cómplice en Alejandro Forcades y Juan Gual, acomodados al cierre de empresas y a una tasa de paro galo-

pante. Ni siquiera la patronal CAEB ha hecho suyo, salvo en contadas ocasiones y tibiamente, el cabreo de los empresarios ante una situación que va de mal en peor, algo que sí tienen claro la Agrupación de Cadenas Hoteleras, PIMEM, Asaja y Afedeco. Desarrollo ha tomado la iniciativa a través de este Estudio del clima empresarial en Baleares ante la crisis económica. Los resultados son claros. Sólo falta que haya alguien ahí dispuesto a coger el toro por los cuernos.

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Encuesta IBES: Estudio del clima empresarial en Baleares ante la crisis

A simple vista

Javier Mato

Chorreo de paro

Con un desempleo del 15%, muchas empresas reconocen que seguirán despidiendo trabajadores

Cuestión de rumbo Un avión Airbus 320 de la compañía americana Northwest vivió estos días un incidente extraño: volaba hacia el aeropuerto de Minneapolis cuando los pilotos se durmieron y se pasaron 241 kilómetros del punto en el que tenían que comenzar el descenso hacia el aeropuerto. Los pasajeros, ajenos a lo que se vivía en la cabina, no se enteraron. Sin embargo, en tierra sí cundió el pánico: los controladores llamaron insistentemente durante casi una hora para saber qué pasaba y, ante la falta de respuestas, decidieron avisar a aviones militares para que comprobaran qué sucedía. Aunque los pilotos dijeron que estaban hablando de cuestiones personales y que se distrajeron, todo apunta a que se durmieron. Lógicamente, no volverán a pilotar en sus vidas. La aeronave turística balear parece que hace ya un buen rato que debería haber empezado a hacer la maniobra de adaptación al momento presente: nuestro producto turístico ha perdido una parte sustancial de la competitividad, nuestros precios son muy elevados debido al euro y la política fiscal española; nuestros hoteles necesitan inversiones urgentes y los servicios e infraestructuras públicos se encuentran en estado calamitoso. Hoy, tras años y años de denuncias, no se ha conseguido siquiera que se señalicen los edificios más atractivos de Baleares, que haya una oferta de ocio para el turista que sea coherente, que la limpieza y seguridad sean las propias del precio del viaje a las Islas. En esta situación, los ciudadanos parecen estar, como los pasajeros del avión, tranquilos confiando en que quien está al mando tome decisiones. Los hoteleros parecen esperar que pronto haya novedades y que nos digan a dónde vamos. Pero en la cabina no hay nadie. O están durmiendo. Nos estamos jugando la vida pero allí dentro no hay señales de que nadie esté despierto. Por un lado, todas nuestras instituciones están prácticamente paralizadas. El Consell de Mallorca, por ejemplo, ha estado inactivo unas semanas porque varios de sus máximos responsables dimitieron aduciendo que no se entendían con el resto del equipo. Tras varias reuniones de contenido ininteligible para un ser humano ordinario, hubo un acuerdo que fue acompañado de unas declaraciones públicas que volvían a demostrar que la guerra sigue abierta. El nuevo gobierno del Consell, como el anterior, está cogido con alfileres. Esto, traducido a lo que nos importa, significa que la operatividad seguirá siendo nula, porque las peleas internas no están superadas. El Gobierno autonómico está igualmente en el aire. Hay áreas como Turismo que están en un tránsito hacia los consells y, por otro lado, aunque el conseller del área tiene vocación de continuidad, muchos no dan un duro por su futuro. Peor aún, el Gobierno autonómico ha aprobado un Presupuesto en el que todo lo que invierte es con cargo a la deuda porque de la operación ordinaria no queda ni un euro para invertir. Y, para cerrar el círculo, el presidente de la CAEB, la gran patronal balear que parece tener vocación de pequeñez, dice que este Presupuesto es el único que se podía hacer, el único posible, si bien es el peor de los últimos años. O sea que los empresarios parecen estar contentos con “lo único posible”. Los pasajeros parecen contentos en una nave que carece de rumbo y donde hace ya un tiempo en la que se tenían que haber tomado decisiones importantes. A ver si alguien termina por despertarse. Si no tendrán que hacerlo los aviones militares.

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R.D. / Palma

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uando un empresario debe despedir empleados no lo anuncia. Lo hace. De ahí el valor del dato del sondeo que publica Desarrollo, según el cual, el 13,6% de las empresas de Baleares reconoce que va a seguir despidiendo trabajadores. No son pocas y cuántas más serán las que fi-

nalmente lo hagan y que no hayan accedido a asumirlo ante los encuestadores de IBES ya que no es lo mismo una pregunta sobre algo hecho que sobre algo que se va a hacer. El chorreo del paro sigue y eso que, en lo que va de año, el 31,7% de las empresas ha tenido que despedir a parte de su plantilla. Por sectores, la industria arroja la mayor sangría laboral (40%), seguida de

Editor: Rafael Caballero

Edita: KBASL C/ Francesc de Borja Moll, nº 18, entresuelo 07003-Palma de Mallorca Tel. 971 29 10 87 Fax. 971 29 23 58 E-mail: [email protected]

Director: Emilio Lubrín Subdirector: Eduardo Suárez del Real Coordinador: Ángel Neila Redacción y colaboración: Charo Hierro

servicios (32,1%) y comercio (30,2%). Por tamaños, cuanto mayor es la empresa más despidos se han registrado. En plena temporada alta hemos tenido un 62,8% más de paro que hace un año, según el INE, llegando a los 90.000 desempleados en las Islas y una tasa de paro próxima al 15%. La incógnita es hasta dónde subirá esa cifra en temporada baja.

Mara García Flavia Mertehikian Mari Luz García Publicidad: Ana Gómez Administración: Teresa Llabrés Susana Moreno Distribución: Analía Malagrino Fotografías: Pepe Caño y Ana Gómez

Diseño e impresión: Gráficas Planisi, S.A. Distribuye: Distribuidora Rotger Depósito Legal: PM - 635 - 1988 DESARROLLO es una revista plural, pero no comparte necesariamente los puntos de vista de sus colaboradores.

Encuesta IBES: Estudio del clima empresarial en Baleares ante la crisis

Habrá otro año de crisis La mayoría de los empresarios cree que seguirán registrando malos datos económicas entre una y dos temporadas más R.D. / Palma

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n julio del pasado 2008, cuando el Gobierno aún deshojaba la margarita de reconocer o no la crisis, Desarrollo publicaba, también de la mano de IBES, el Barómetro de percepción económica que anticipaba con escalofriante certeza todos los detalles de la crisis que se cernía sobre nuestra economía. En ese momento la pregunta más controvertida fue la de “cuánto durará la crisis”. Hace año y medio la respuesta mayoritaria era clara: más de dos años, y nada menos que un 35% de los encuestados creían que podría durar hasta tres o cuatro años. La misma pregunta ha sido formulada ahora a 500 propietarios y gerentes de empresas y sus respuestas si-

guen la misma tónica. El grupo mayoritario cree que aún falta un año o dos de malos datos económicos. El Estudio del clima empresarial en Baleares ante la crisis económica demuestra que un 24,1% cree que la crisis durará de 9 a 12 meses más, el 22,7% opina que se extenderá durante más de un año y aún hay un 12,2% que no cree que escampe antes de que pasen dos años. Las empresas de mayor número de empleados (más de 100) son más optimistas que las demás y, por sectores, el más pesimista es la industria, a la sazón la actividad económica más castigada por la crisis. El pesimismo es menor entre los comerciantes. Las empresas del sector servicios se mantienen en la media: opinan que la crisis durará entre uno y dos años.

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Encuesta IBES: Estudio del clima empresarial en Baleares ante la crisis

La Firma Eduardo Suárez del Real y Aguilera

Olvidar a los que olvidan Mucho antes de que la crisis económica mundial golpeara a la poderosa industria turística mallorquina de mil maneras previsibles, ya existían en Mallorca miles de familias viviendo su propia crisis imprevisible, su calvario particular, su tormento cotidiano. Son las familias sin recursos (y hasta con ellos) en las que hay un niño, un anciano o simplemente una persona de cualquier edad, aquejada por alguna de las muchas enfermedades que les hace necesitar más de lo habitual y que requieren cuidados especiales. El abanico de síndromes, enfermedades, patologías que llevan consigo desde un trastorno de la conducta hasta la dependencia total para la movilidad, para comer o simplemente para respirar… es infinito. Y en ese infierno infinito, el amor familiar viene manifestándose desde en la más abnegada y silenciosa resignación hasta en la más rebelde desesperación. El Estado de Bienestar no es un invento escandinavo del siglo XIX: en China, en el siglo XI, el primer ministro de ese país, Wang Anshi, ya creía que es responsabilidad del Estado proveer a los ciudadanos de los servicios esenciales para un nivel de vida mejor. Bajo su dirección, el Estado nombró comisiones a fin de regular salarios y planificar pensiones y jubilaciones para los ancianos y enfermos. El Estado de Bienestar es una categoría práctica sobre cómo el estado responde a las necesidades de los habitantes de un país, proveyéndolos de servicios y garantías sociales. Hay quien quiere hablar del Estado de Bienestar en Mallorca mirando con honda preocupación algunos amarres vacíos en los pantalanes de Puerto Portals, pero el grado de bienestar que nos proporciona el Estado en que vivimos debemos medirlo en su capacidad de dar respuesta en plena crisis a las necesidades de las familias que ya arrastraban su crisis particular. El poder se retrata en sus prioridades. El ejemplo más burdo de esta afirmación nos lo dan los países que invierten tanto en sus ejércitos y tan poco en su educación. Pero tenemos cerca ejemplos más sutiles: Analicemos con frialdad los presupuestos del 2010. Ojalá nos sorprenda que sean un reflejo de sensibilidad social. Por lo pronto ya puede sorprendernos que están olvidando a los que olvidan. Por una drástica reducción de subvenciones, está en peligro de desaparecer la Asociación de Familiares de Alzheimer de Mallorca (AFAM) que, como muchas otras asociaciones, ha venido a cubrir un vacío de servicios y prestaciones que el Estado no proporciona. Nació en 1994 y desde entonces viene desarrollando una línea de trabajo que ayuda a los enfermos de Alzheimer y a sus familiares. Sobrellevar la vida al lado de un enfermo de Alzheimer es una experiencia difícil de describir y escribir, sin embargo ya lo ha realizado, de manera admirable, la esposa de uno de ellos: Margarita Retuerto en Mi vida junto a un enfermo de Alzheimer (La Esfera de los Libros). De hecho, después de leerlo, me he prometido quitarme la vida, aplicarme una eutanasia (por no decir suicidarme, que es una palabra cargada de connotaciones dramáticas), si algún día detecto en mí el inicio de esta enfermedad… aunque mi mayor preocupación es olvidar esta promesa. “Por cada 12 horas de servicio sanitario a un enfermo dependiente, la familia da 88. El Alzheimer es una cuestión de Estado”, señala Retuerto en su libro.

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Antich y Zapatero, ineficaces para salir de la crisis Sólo el 6% de las empresas tiene fe en las medidas económicas del Govern y del Gobierno central

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Josep Lluís Ortiz / Palma Confían las empresas de Baleares en las medidas de los gobiernos de Antich y Zapatero para salir de la crisis? La respuesta es contundente. Sólo el 6,1 por ciento de las empresas de las Islas cree que las decisiones económicas de Antich servirán para salir de la crisis y el 6,6 por ciento confía en que serán eficaces las medidas de Rodríguez Zapatero para mejorar de la actual situación económica, según la encuesta elaborada para Desarrollo por el

Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IBES). Por lo tanto, la desconfianza empresarial en las medidas que aplican los gobiernos dirigidos por los dos dirigentes socialistas es total y absoluta. Según los datos recabados por IBES, el 64,6 por ciento de las empresas consultadas considera que las medidas económicas del gobierno de Antich son ineficaces, pero el sondeo refleja otro dato también muy preocupante. A pesar de los esfuerzos propagandísticos del gabinete del Govern de Antich, sobre todo a principios

de la crisis, el 29,3 por ciento de las empresas no conoce qué medidas se han adoptado para poder salir de la actual recesión económica. Es decir, una de cada tres empresas de las Islas no tiene información sobre qué tipo de medidas anticrisis ha adoptado el gabinete de Antich. Precisamente, el Govern de Antich ha presumido de haber alcanzado distintos acuerdos con patronales y sindicatos dentro del plan de competitividad y ha creado una mesa de seguimiento para las medidas anticrisis. Sin embargo, las decisiones que se adoptan tienen una trascendencia limitada, según se desprende de la encuesta de IBES. La propaganda del Gobierno de Zapatero, en cambio, es, aunque levemente, un poco más efectiva ya que sólo el 21,9 por ciento de las empresas consultadas admite que no conoce las medidas anticrisis adoptadas durante los últimos meses. La encuesta señala que el 71,5 por ciento de las empresas de las Islas cree que las medidas de Rodríguez Zapatero son ineficaces y, por lo tanto, no serán útiles para salir de la crisis económica.

¿El PP lo haría mejor?

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a desconfianza en los gobiernos de Antich y Zapatero es bastante preocupante, pero tampoco parece que la alternativa política, el PP, genere mucha confianza entre las empresas de Baleares. Según la encuesta elaborada por IBES, el 15,60 por ciento de las sociedades consultadas cree que el PP en Baleares sería más eficaz ante la actual situación de crisis. En cambio, el 39,80 por ciento sostiene que la política de los populares sería ineficaz, un porcentaje algo más optimista que la visión que se tiene sobre la gestión de los socialistas. Es evidente que existe poco

conoci m iento sobre la política económica del PP, sus propuestas concretas para salir de la crisis. El 44,60 por ciento de las empresas consultadas admite que no conoce qué iniciativas pretenden aplicar los populares en las Islas para poder mejorar la actual situación económica. Es decir, los problemas internos del PP balear también le pasan factura en su

imagen exterior. Pese a presumir de gestionar mejor la economía, su mensaje no llega con suficiente fuerza a las empresas de Baleares.

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Encuesta IBES: Estudio del clima empresarial en Baleares ante la crisis

El cierre de grifos dispara el efecto de la crisis “Empresas rentables dejan de serlo por la guillotina de los banqueros” R.D. / Palma

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l 16,6% de las empresas de Baleares los bancos les han denegado el crédito y empezarán el año 2010 literalmente sin dinero. A buena parte del resto los recortes financieros les impide desarrollar su actividad de siempre. Así de dura es una situación denunciada por el presidente de la PIMEM, Juan Cabrera, cuando anticipaba que, a partir de octubre, cerrarán mil empresas al mes en las Islas. Sostiene Cabrera que el cierre de grifos implica que “empresas rentables dejan de serlo por la guillotina de los banqueros”. A esto hay que añadir el efecto dominó: “Las empresas cierran sin poder pagar a sus proveedores, trasladando a estos la misma situación de estrangulamiento económico”.

Los efectos se ven en la cuenta de resultados, pero también en el ajuste de plantillas y en la necesidad de renegociar la financiación y créditos. Nada menos que el 91,6% de las empresas aseguran haberse visto afectadas por la crisis. Casi la mitad (44,1%) dicen que mucho y la cuarta parte (24,6%) que muchísimo. El sector peor parado ha sido la industria: el 71,5% asegura sufrir mucho o muchísimo por la crisis, algo más que el comercio (69,9%) y el sector servicios (65,4%). Por tamaños, cuanto más grandes son las empresas más les afecta la crisis: el 96,8% de las que tienen más de 100 empleados –de estas el 74,2% mucho o muchísimo- frente a un 89,2% de las que tienen menos de cinco empleados y, de estas, el 62,1% también mucho o muchísimo.

¿Han hecho sus deberes los empresarios? R.D. / Palma

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Ha hecho el empresario sus deberes? ¿Ha puesto de su parte lo necesario para conseguir que la crisis sea lo más leve posible? La pregunta formulada por los encuestadores de IBES es un examen a los propietarios y gerentes de las empresas de las Islas. El 65,6% contestan que sí. Pero llama la atención que nada más y nada menos que el 34,4% confiese que no ha tomado medidas, que no ha adoptado ninguna estrategia para afrontar la crisis. Que una de cada tres empresas de Baleares no haya movido ficha a pesar de sufrir los efectos de la crisis es, sin duda, una mala noticia reveladora de la vulnerabilidad que padece nuestro tejido empresarial. Una de cada tres empresas demuestra poca agilidad, poca flexibilidad y una inoperancia que no dice nada en su favor. Llama la atención que sea el sector industrial, el más castigado por los efectos de la crisis, el que menos medidas haya tomado para afrontarla. El 42,9 de las industrias no ha hecho nada, muy 6

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por encima del 34,5 de las empresas del sector servicios y del 32,3% de los comercios que confiesan su inoperancia, su falta de acción frente a la crisis. Son precisamente las empresas de menor tamaño las que más han padecido esta inacción: el 40% de las empresas de menos de 5 trabajadores se han quedado quietas, frente al 19,4% de las de tamaño muy grande, es decir, con más de 100 empleados en plantilla. Sin duda, además de la reducción de personal, la bajada de precios es una de las medidas más habituales ante una espectacular caída de la demanda que se salda en términos de deflación. Cuando los precios de los productos son más bajos mañana que hoy se retrasan las decisiones de compra porque anticiparlas supone pagar más caro y el enfriamiento de la economía alarga la crisis. El 63,9% de las empresas ha recurrido a la baja de precios. La industria, la que más (el 77,1%) frente al 61,2% de las empresas dedicadas al sector servicios. Por tamaños, las más grandes han bajado precios (74,2%) por encima de las pequeñas (57,1%).

Política económica

Los presupuestos de Antich no gustan a nadie... Patronal y sindicatos coinciden en que las cuentas del Govern para 2010 no sirven para salir de la crisis y no relanzarán la economía

Cuentas públicas. El conseller Manera ha reconocido que tampoco le gustan los presupuestos, que bajan un 4,9%, y han provocado malestar entre los socios del Govern porque el recorte en algunas consellerías supera el 15%.

Josep Lluís Ortiz / Palma

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os presupuestos del Govern no gustan a nadie, ni a patronal, ni a sindicatos, ni siquiera a su propio autor, el conseller de Economía, Carles Manera. Hasta ahora no se ha producido ni una sola opinión favorable sobre unas cuentas que disminuyen un 4,9 por ciento respecto al actual ejercicio y que ascienden a 3.380 millones de euros. Los presupuestos de Antich no parece que sirvan para salir de

la crisis. Ni siquiera los sindicatos, que habitualmente aplauden las decisiones del gabinete progresista, se han contenido a la hora de criticar el presupuesto del próximo año. UGT ha asegurado que las cuentas del próximo ejercicio “crearán más desempleo y problemas de cohesión social”. El sindicato advierte que no se incrementa la inversión pública ni tampoco las políticas de empleo. “En época de crisis no se puede dejar en la cuneta a los más desfavorecidos”, ha dicho UGT. La opinión de Comisiones Obreras

tampoco deja muy bien parado al Govern, pese a que en la presentación de las cuentas del próximo ejercicio el conseller Manera asegurase que se invierten casi 600 millones previstos en el plan de competitividad, la mesa en la que participan patronales y sindicatos para relanzar la economía. La opinión inicial tan optimista de Manera no coincide con la que han dado en los últimos días patronal y sindicatos. Comisiones Obreras señala que estos presupuestos son una constatación del fracaso del Govern en la negociación

de la financiación autonómica. Por lo tanto, las cuentas no reflejan el supuesto éxito del que presume el Govern en materia de financiación. La patronal CAEB ha criticado también el presupuesto del próximo año. Su presidente, Josep Oliver, ha definido las cuentas como “las peores en muchos años”. CAEB, que habitualmente mantiene una actitud más que prudente respecto a la política económica del Govern, se queja también de que la inversión prevista en las cuentas del próximo año no servirán para impulsar la inversión. Y es que el presupuesto del Govern para el próximo año no gusta ni al propio conseller

de Economía, Carles Manera. En una entrevista, Manera ha reconocido que no le gustan los presupuestos, una opinión que comparten la totalidad de sus compañeros del Govern, que lograron parar durante unos días la aprobación de las cuentas ante los grandes recortes que se registraban en algunos departamentos. Una de las consellerías peor paradas con estos presupuestos es la de Agricultura, que debe recortar en un 15 por ciento las partidas para el próximo año, una decisión que ha puesto en pie de guerra a los sindicatos agrícolas y que tampoco ha sido bien visto por el sector turístico.

...y la deuda sigue creciendo imparable

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l crecimiento de la deuda es imparable y el próximo año el Govern de Antich tendrá el honor de haber acumulado en solitario un endeudamiento de 1.700 millones de euros, una cifra equiparable a todas las demás legislaturas juntas. En los presupuestos del próximo año el endeudamiento previsto es de 670 millones. Es decir, toda la inversión se financiará con deuda, lo que obligará al Govern a presentar un plan de saneamiento ante el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Y todavía faltan dos años para acabar la legislatura y nadie sabe aún cuánto queda para salir de la crisis.

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